03 abril 2015

La decisión de Paige

ALERTA SPOILERS: Por si no vais al día con la tercera temporada de "The Americans" (vergüenza debería daros), es mejor que no sigáis leyendo si no sabéis en qué nueva situación familiar están los Jennings.

Antes de que FX empezara a emitir la tercera temporada de "The Americans", HitFix entrevistó a Keri Russell y le preguntó por el efecto emocional que el trabajo para el KGB estaba empezando a tener en Elizabeth, especialmente desde que, al final de la segunda temporada, los Jennings se enteraron de que la Central quería que reclutaran a su hija Paige. Russell reconocía que la temporada estaba siendo difícil para ella precisamente por las decisiones que Elizabeth estaba tomando a ese respecto, pero con diez capítulos ya emitidos (y a falta de sólo tres para el cierre), es fácil ver que no es sólo ese frente doméstico el que la preocupa. Sin ir más lejos, en el capítulo de la semana pasada (que tenía el genial título de "Do mail robots dream of electrical sheep?"), a Elizabeth le costaba más de la cuenta eliminar a una potencial testigo de sus andanzas que no era más que una anciana enferma del corazón.

La situación con Hans, el joven sudafricano al que entrenan para luchar contra el apartheid y, en concreto, contra el apoyo de la Administración Reagan al gobierno de aquel país, es otra gota en el vaso colmado de Elizabeth, lo mismo que saber que su madre está enferma en Rusia y que no puede ir a verla, o que Philip tiene que seducir a una niña de quince años para poder acercarse a su padre, involucrado en el grupo de la CIA que daba apoyo a los muyahidines que luchaban contra la URSS en Afganistán. La muerte de sus amigos al principio de la segunda temporada fue el inicio de una crisis para Elizabeth no en su compromiso con la Madre Patria, sino en los métodos que utilizan para realizar su trabajo. Y ahora, de remate, llega el momento que ella buscaba pero que, al mismo tiempo, le da pánico: Paige sabe que sus padres son espías de la KGB.

La recta final del capítulo "Stingers" es de las cosas más tensas que se han visto este año en la televisión estadounidense, y lleva a su culminación un par de tramas que llevan toda la tercera temporada construyéndose. Por un lado, está la presión de la Central para que recluten a Paige para la causa, algo a lo que Philip no sólo se niega en redondo, sino que le horroriza que su mujer se muestre más dispuesta a ello. Por otro, tenemos la entrega de Paige a su fe cristiana y su relación con el Pastor Tim y con su iglesia, que lo mismo protestan contra la proliferación de armas nucleares que se van a construir una escuela en Kenia. Elizabeth se da cuenta que su hija está buscando algo en lo que creer, su propia causa, como quien dice, y cree que el trabajo de espía puede ser una solución. Pero esa conversación en la mesa de la cocina muestra que, en realidad, es mucho fácil decirlo que llevarlo a cabo.

Las sospechas que Paige alberga desde la temporada anterior sobre esa doble vida que llevan sus padres culminan en su exigencia de que le digan la verdad, aunque la verdad es algo probablemente demasiado difícil de creer. La confesión de Elizabeth (que intenta mostrar que están haciendo algo bueno por el mundo) y de Philip y la cara de Paige escuchándola, más su reacción todavía un poco incrédula, apuntan a unos últimos episodios que pueden ser realmente explosivos. Paige tiene el destino de sus padres en su mano (la manera en la que vemos cómo mira a Stan, dándose cuenta de repente de lo que significa que él pase tanto tiempo en su casa, no tiene precio), lo que es otra situación más en la que ellos se ven envueltos sin poder controlarla. Y ésa ha sido la tónica general de buena parte de sus misiones.

El oficial paquistaní Yousaf, Martha, Kimmy, Hans... Los Jennings se han encontrado en todos los casos con gente que se vuelve imprevisible, que hace cosas con las que ellos no contaban y que los pone en cada vez más peligro de que los descubran. John Landgraf, el presidente de FX, afirmaba no hace mucho que veía "The Americans" llegando a la quinta temporada. Cuarta sí que van a tener, y no sería extraño que, tal y cómo están evolucionando Elizabeth y Philip, no sería extraño que la serie terminara recuperando el conflicto inicial entre ellos; si desertar o no. Que Paige sepa la verdad introduce otra variable en la ecuación, una que, probablemente, puede determinar cómo acabarán las andanzas de los Jennings.

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