El pasado martes, volvían a enfrentarse cara a cara dos de las series superheroicas de la temporada. En ABC, "Agents of SHIELD" tenía un capítulo que, básicamente, se dedicaba a preparar el terreno a "Vengadores: La era de Ultrón", que en Estados Unidos se estrena mañana. En The CW, por su parte, "The Flash" afrontaba uno de los episodios cruciales en su trama del Flash Reverso, el asesinato de la madre de Barry y las verdaderas intenciones de Harrison Wells. Como vemos, una de las dos integraba parte de su trama en el universo compartido con la que es una de las películas más esperadas del año (y de la que se espera también que rompa todos los récords de taquilla), mientras la otra seguía su camino independientemente de lo que su casa madre esté haciendo en el cine.
La batalla de la audiencia joven, la del demográfico de los chicos entre 12 y 34 años, cayó del lado de... ¡Sorpresa! "The Flash", con un 1,7 frente al 1 de "Agents of SHIELD". Medio en broma, medio en serio, el periodista Joe Adalian preguntaba en Twitter: "¿Cuándo se estrena la película de "The Flash"?" La serie de The CW ha funcionado muy bien en audiencia desde su estreno; comparativamente, probablemente mejor que "SHIELD", pero su caso es una particularidad dentro de la estrategia global de DC/Warner con sus superhéroes. Para el próximo programa de Yo disparé a JR, hemos querido que los oyentes nos preguntaran cosas, y una de las que nos hicieron iba precisamente por ahí, sobre esa separación que hace DC de sus películas y sus series de justicieros.
La integración total de Marvel puede ser una buena idea, a priori. Cine y televisión forman parte de un único universo, y aunque las películas tienen más puntos de contacto entre sí que éstas y las series, ofrecen un todo cohesivo al fan. Por otro lado, esa obsesión por hacer que todo esté conectado puede limitar algunos proyectos. La identidad propia "Agents of SHIELD", por ejemplo, se diluye por culpa de esa obligación de ofrecer continuidad a unas cintas para las que la serie no existe (sólo "Capitán América. El soldado de invierno" funcionó bien en ese aspecto), y si "Daredevil" funciona en Netflix, es porque mantiene cierta independencia con respecto al universo cinematográfico.
Sin embargo, la decisión de DC de separar categóricamente sus series de sus películas lleva a algunas decisiones realmente peculiares, como mantener el rodaje de una película de Flash cuando tiene una serie que está teniendo bastante éxito y, para más inri, hacer que el actor que dé vida a Barry Allen no sea Grant Gustin, al que su público objetivo ya conoce como el Velocista Escarlata, sino otro hombre diferente (y ya puestos, igualmente desconocido para el gran público hollywoodiense), Ezra Miller. La película de "The Flash" no llegaría hasta 2018; ¿pretende Warner haber terminado para entonces una serie que estaría, teóricamente, al final de la cuarta temporada, y así dejar campo libre al Flash cinematográfico? Los planes de DC para la gran pantalla siempre han contemplado la separación con unas series que, hasta ahora, era lo que mejor les funcionaba, pero esa duplicidad de Flashes sigue siendo un poco confusa.
¿Qué es mejor, la integración total de Marvel o la separación a rajatabla de DC? Una acarrea el riesgo de que series y películas no sean más que eslabones en una cadena de montaje, con poca personalidad propia; la otra conlleva la posibilidad del absurdo de tener héroes duplicados en cine y televisión, pretendiendo que las audiencias para uno y otro vayan a ser completamente diferentes. Las series, hasta ahora, eran el punto débil en la estrategia de Marvel, pero su alianza con Netflix parece estar a punto de cambiar esa tendencia, mientras DC va un poco por detrás en el cine y lo fía a todo a que el camino que abra "Batman v Superman. Dawn of justice" le permita sacar un poco de pecho. ¿Y qué pasará si la burbuja de los superhéroes explota antes de 2020?
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