El pasado verano, "iZombie" terminó su primera temporada abriendo unas avenidas narrativas y emocionales muy interesantes. El secreto de Liv se desvelaba para un par de personas clave en su vida (Peyton y Major) y, como ella siempre había temido, eso las aleja de ella. Además, mantenerlo en secreto acaba teniendo unas repercusiones casi definitivas para su familia y, sin que ella lo sepa todavía, se abre la temporada de caza de zombies, daños colaterales de esa bebida de Max Rager que tiene unos efectos secundarios bastante indeseados. Y en un sólo episodio de la segunda temporada, todas esas semillas empiezan a fructificar en una entrega llena de potencial.
Los planes de Max Rager (cuyo jefe es un Steven Weber malvadamente divertido) comienzan a ponerse en marcha y, como debe ser, afectan directamente a Liv. Major casi se ató a sí mismo la soga que le une a esa compañía con su obsesión por averiguar si los zombies existían realmente en Seattle, y tenerlo a él como el exterminador oficial de los no-muertos añade una capa más personal a todo lo que Liv pueda hacer sobre esa empresa, que de momento no está en su punto de mira. Tener a la secretaria de Max Rager infiltrada como su nueva compañera de piso no puede acarrear nada bueno, por supuesto, y parece estar preparando un final de temporada que puede ser explosivo. Los sentimientos de culpa de Liv por no poder proteger a sus seres queridos de su secreto juegan aquí un importante papel.
Es curioso, además, como "iZombie" presenta unos villanos a los que sólo preocupa el dinero, y el poder que da ser millonario. Max Rager se mueve por el control de daños para evitar perder beneficios, y Blaine podrá no ser ya un zombie, pero eso no quiere decir que tenga que dejar de ser una figura influyente en el mercado de drogas de diseño de la ciudad. Ser un zombie no era lo que convertía a Blaine en un sociópata. Del mismo modo que ser una zombie no convierte automáticamente a Liv en un monstruo, aunque todo el mundo la vea así desde fuera. Su personalidad no cambia tan drásticamente simplemente porque debería estar muerta.
"iZombie" está lanzando una trama que puede derivar a terrenos bastante oscuros y peligrosos para sus protagonistas, pero lo hace con el mismo sentido del humor de siempre. Las referencias a "La guerra de las galaxias" y "La amenaza fantasma" de la rata en la que Ravi está probando la nueva cura, ese "Good God, Lemon" que dice Liv en un momento, la dinámica entre ella y Ravi... Sigue habiendo suficientes aspectos ligeros para que la serie compita con "The Flash" como uno de los entretenimientos más conseguidos de la televisión actual, pero la vida de Liv está complicándose con rapidez. ¿Hasta qué punto tendrá que abrazar su lado monstruoso para sobrevivir?
Música de la semana: "iZombie" también sigue con unas elecciones musicales impagables. En ese primer capítulo de la segunda temporada optó por "All you zombies", de una banda de Filadelfia tan ochentera como The Hooters.
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