En los últimos meses he notado, y no soy yo la única, que todo el jaleo que nos traemos en Internet con las series yanquis ha pasado la frontera del reino virtual y saltado al mainstream, es decir, a la prensa y a las revistas de cine y ocio, principalmente. Ya este verano, Juan Cueto (que es un lostie reconocido) hablaba en sus columnas en El País de la nueva manera en la que estamos viendo televisión (series, sobre todo) y apuntaba que lo que estaba poniéndose más de moda era quedar para cenar con los amigos y ver los últimos episodios emitidos en EE.UU. de la serie de éxito en ese momento.
Al final, esta efervescencia teléfila en la red, donde no dejan de aparecer páginas y blogs consagrados al tema, tenía que recogerse en los medios convencionales, con retraso, como suele ser habitual. El País ya ha dedicado un par de reportajes a la nueva temporada de series en EE.UU. (no muy rigurosos, pero eso da para otra historia) y desde unos cinco o seis números, la revista Cinemanía tiene una pequeña sección en la que se comentan las últimas noticias sobre series nuevas o las que están en boca de todos en ese momento. Incluso llegaron a sacar aquel concurso del suplemento RedEye, del Chicago Tribune, sobre el mejor personaje de la televisión, que nos tuvo entretenidos el pasado mes de marzo (y que ganó Kara "Starbuck" Thrace), y este mes se descuelgan con un test con preguntas como qué músico interpreta a Silvio Dante en "Los Soprano" (solución, aquí), qué cartel de una película clásica tiene el doctor Wilson colgado en su despacho (éste) y cuál era el reparto de la película que originó "Buffy" (aquí lo tenéis).
Está claro que estar al día de las series americanas es algo así como lo último, lo más trendy, sobre todo si dices que te dedicas a ver "Tell me you love me", para ti "Perdidos" es "Lost" y andas siempre a la caza de la última serie de las cadenas por cable de la que nadie más ha oído hablar. Como todo, en parte es una moda que acabará pasando, si bien últimamente está siendo muy impulsada por los lanzamientos de series en DVD y las compras de ficción norteamericana por parte de las cadenas en abierto, espoleadas, sobre todo, por la táctica inicial de Cuatro. A mí me resulta curiosa toda esta tendencia, pero poco más. Todo esto ya ha pasado antes, y volverá a pasar otra vez.
3 comentarios:
Ya me había yo dado cuenta del "boom" de las teleseries, sobre todo impulsado por Cuatro y luego por Telahínco u otras cadenas, pero sin duda la palma de lo "trendy" se lo llevan Perdidos, Prison Break y 24, las tres series que jamás he visto y que no me llaman nada la atención.
Yo soy más de Anatomía y de Scrubs, la cual por cierto creo que quitaron aberrantemente de la parrilla... y de Medium, ¡claro!
¡Medium al poder! Creo que Scrubs cayó presa de la maldición del sustituto de Friends en Cuatro, y la liquidaron a la semana, o así. Lástima.
No tengo yo tan claro que vaya a ser una moda pasajera. Creo que es ya indiscutible que la ficción televisiva le ha ganado la partida (de la calidad al menos) al cine americano actual. Por otra parte, el cine es la forma de la literatura del siglo XX, superando en seguimiento popular -y quizás también en innovación y aportaciones- a la novelística impresa convencional. El cine se ha ganado ya su puesto en eso que se llama la "cultura reconocida". La televisión -me refiero exclusivamente a las series de ficción de calidad, no a los OT de turno- debería acabar teniendo también su parcela de reconocimiento y prestigio.
De todas formas, no soy optimista porque me temo que ese reconocimiento llegará -si llega- tarde y seguramente mal, cuando el impulso creador haya pasado y nos quede sólo la degeneración del brillante momento actual. Aunque sólo sea para ratificar esa sensación de que "la cultura" tiene que ser algo aburrido, antiguo e incomprensible.
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