El desenlace de "Life on Mars", una de las series más exitosas de la televisión británica reciente, ha dejado a sus espectadores divididos en dos facciones: están quienes creen que es una maravilla y los que se sienten estafados. Es verdad que, en los dos últimos capítulos, aparece un nuevo personaje que parece tener la llave para sacar a Sam de 1973 y que huele un poco a Deus ex machina, pero el accidente y el coma de Sam son un gran macguffin para mostrar una comisaría de los 70 en el norte de Inglaterra y para desatar todo el poderío de un personaje estupendo como Gene Hunt. Los creadores de la serie reconocen que lo que les apetecía era recuperar un título clásico de la tele inglesa, "The Sweeney", que seguía a una brigada de élite de la policía londinense cuyos métodos no eran demasiado diferentes de los empleados por Hunt y sus chicos. Ambas series incluso comparten el mismo coche para los desplazamientos de los policías, un Ford Granada GT de color naranja.
La vuelta de tuerca de "Life on Mars" es situar a un personaje que aterriza en ese mundo cargado con el bagaje de nuestra época, lo que es una gran fuente de conflictos y todavía hace más interesante el cambio progresivo que va dándose en Sam. De algún modo, su coma (razón por la que está en 1973) le aporta mucho más que su vida real en 2006, incluso a pesar de los constantes enfrentamientos con los demás agentes, más acusados en la segunda temporada. Lo que hace que el final sea una opción interesante es, precisamente, la capacidad de Sam de elegir entre lo que parece un sueño, pero en el que se siente vivo, y la realidad, en la que no siente nada (la toma final de Sam en la azotea del edificio tenía cierto aire a "Abre los ojos", y cierra el círculo abierto con otra escena similar en el primer episodio). Podemos estar horas discutiendo si alguna de las dos "vidas" de Sam son reales, pero en eso nos puede ayudar la premisa de "Ashes to ashes", el spin off de la serie que la BBC está rodando actualmente.
En ella, otro agente de nuestro siglo viaja atrás en el tiempo a consecuencia de un accidente y va a parar de nuevo con Gene Hunt, con la diferencia de que el año es 1981 y éste ahora trabaja en Londres. Ese agente tiene mucha más información sobre lo que pasa porque ha estudiado los informes que dejó Sam Tyler, así que tendremos que suponer que tanto su vida de 2006 como la de 1973 eran reales, y debía morir en una de las dos para poder vivir plenamente la otra.
4 comentarios:
Si ya de por sí el final me parece, como poco, discutible, que exista Ashes to Ashes se carga toda la supuesta poesía que he leído por ahí.
Desde luego, no deja lugar para otras interpretaciones.
Yo estoy con los que "les encanta el final".
A mi me gustó ese final (aparte de toda la serie,claro) y lo veo lo más acertado para un argumento como ese.Después de todo lo que vive en 1973.
Life on mars rulzzz!.
¿Queréis ver las pintas del Hunt ochentero en Ashes to Ashes?
http://ashestoashestv.blogspot.com/
Esta también la subtitulo!
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