El año pasado, parecía que todas las comedias que se estrenaban tenían que estar centradas en grupos de parejas, o en grupos de amigos en los que había parejas. Estaban "Better with you", "Friends with benefits", "Traffic light" y alguna otra más que me dejo en el tintero y ninguna funcionó. La única que sobrevivió, a pesar de una apresurada programación de su corta primera temporada en la ABC, fue "Happy endings", y posiblemente aguantó, y ha terminado convirtiéndose en una de las revelaciones de 2011, porque pasó a centrarse más en la dinámica del grupo de amigos que en las relaciones de pareja que pudieran tener. Y porque superó su punto de partida inicial de la boda que se cancela justo en el altar.
Al menos, esa sensación da en su inicio de la segunda temporada. Lo que importa es cómo estos seis amigos de Chicago se relacionan entre sí, las neuras que tiene cada uno, las tonterías que hacen por culpa de sus inseguridades, y no que Alex plantara a Dave en el altar o los esfuerzos de Max o Penny por encontrar novios. Curiosamente, Max es uno de los personajes que más destacan porque se sale del estereotipo del amigo homosexual que suele haber en estas comedias. Casi siempre es un chico guapo, con éxito, con un gran sentido del estilo y la clase, algo así como una mezcla entre Will y Jack de "Will & Grace". Sin embargo, Max es un bocazas, un cabeza loca, un egoísta y, básicamente, es un tío bastante odioso. Se sale del estereotipo y, por eso, a mí me puede caer mal, pero es una opción interesante.
De todos modos, en esta toma de contacto inicial con esta comedia, los que terminan destacando son Penny y la pareja que forman Jane y Brad. La primera está llena de todas esas excentricidades e inseguridades que tienen muchos personajes femeninos en el género, pero resulta graciosa sin ser cargante (en "TV Squad", de hecho, incluyeron a Casey Wilson entre las actrices cómicas que más habían destacado este año). Y en cuanto a Jane y Brad, siguen un poco la línea de Marshall y Lily en "Cómo conocí a vuestra madre" de mostrar un matrimonio que va bien y cuyos cónyuges tienen las suficientes peculiaridades personales para que sea divertido. Parece que "Happy endings" ha encontrado en la coralidad la solución a los problemas que pudiera tener, un camino que creo que es similar al que siguió "Cougar Town", y de momento hasta está funcionando en audiencia. Sí va a resultar que 2011 es el año de Penny.
1 comentario:
Penny me encanta. Es la revelación del año, de la mano como es lógico con su propia serie.
Saludos!
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