El fenómeno que se ha desatado en Estados Unidos con la segunda temporada de "Downton Abbey" es, desde luego, digno de estudio. El capítulo final (el especial de Navidad) logró para la cadena pública su mayor audiencia desde 2009, y ha puesto en el mapa a PBS, de la que se mofan siempre en todas las series y todos los programas de humor por el tipo de documentales y programas que hacen sobre la historia o la cultura estadounidenses (pensad que son tipo los documentales de La 2 sobre el románico, por ejemplo). El canal, que tiene parte de financiación federal pero que depende de donaciones de los televidentes y de patrocinios para sobrevivir, se ha visto de repente catapultada a un lugar parecido al que ocupó AMC durante la primera temporada de "Mad Men"; en los blogs yanquies se hacen recaps exhaustivos de cada episodio, se analiza el estilo y la moda de la época de la trama y ya hay colecciones de ropa y complementos inspirados por "Downton Abbey".
Hasta ahora, las series y miniseries británicas que se emitían dentro del contenedor "Masterpiece" y sus diferentes versiones (Classic, Mystery!, Contemporary) no llegaban mucho más allá del público al que ya le gustaban estas cosas, y que las buscaba en la parrilla de PBS, y de los premios en las categorías de miniseries. Pero el Emmy en esa categoría que "Downton Abbey" ganó el pasado mes de septiembre y las buenas audiencias de su primera temporada, unido al enorme éxito cosechado en ITV, debieron impulsar a la PBS a dejarse llevar por la ola y aprovecharla todo lo que pueda para atraer nuevas donaciones y espectadores de un público más amplio, y de golpe se ha visto lanzada a la misma arena en la que compiten canales de cable como HBO, AMC o hasta, si me apuráis, Showtime. Gracias a "Downton Abbey", la PBS mola.
Uno de los últimos movimientos que van a hacer en esa estrategia de salir un poco de su nicho es, probablemente, presentar este verano el drama de Julian Fellowes a las categorías de drama de los Emmy, y no a las de miniseries. Es un cambio de estrategia muy bienvenido por quienes piensan que es absurdo que estas series inglesas se presenten como miniseries sólo porque sus temporadas son cortas y así se evitan tener que "pelearse" en las categorías principales con "Mad Men", "Breaking Bad" y las series de HBO que sean nominadas. Saltan de una zona en la que sabían que iban a conseguir algo con seguridad, ya fueran nominaciones o estatuillas, a otra en la que el resultado está lleno de incertidumbre, y sus rivales pueden gastarse en promoción unos presupuestos de los que la PBS no dispone.
Ya hay quien intenta aventurar el impacto que este cambio en la categorización de "Downton Abbey" para los Emmy puede tener. Sus contricantes son bastante más formidables y, seguramente, si consigue ser candidata a mejor drama o mejor secundaria, ya representará un gran reconocimiento. Pero tampoco hay que subestimar hasta dónde puede llegar su popularidad. Seamos serios; "Mad Men" ha seguido ganando y ganando sin parar porque no había salido hasta ahora otro título que los Emmy consideraran suficientemente cool para destronarla. Tendremos que esperar a julio para ver si esta estrategia de PBS sale bien.
Música de la semana: Hace un par de semanas, "Fringe" (que se ha ido de vacaciones hasta el 23 de marzo; ya hablaremos de ella) eligió para acompañar uno de los experimentos de Walter una de las canciones del álbum de debut de Karen Elson, ex modelo y ex mujer de Jack White, "The ghost who walks".
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