Es un hecho, se puede decir que indiscutible, que el fenómeno literario del verano (y lo que nos queda) es "Cincuenta sombras de Grey", la trilogía erótica protagonizada por una jovencita que conoce a un atractivo hombre de negocios al que le van la dominación y el bondage. Bajo la etiqueta de "mom porn" que le han adjudicado en Estados Unidos, los libros se han vendido como la pólvora y las noticias y rumores sobre su inminente adaptación cinematográfica, y quién debería interpretar a Christian Grey, son una constante en Internet, y el fenómeno ha crecido tanto, que resulta muy curioso saber que, originalmente, su autora ideó la historia como un fanfic de "Crepúsculo". E L James debía ser una "Twimoms", una de esas madres de familia que eran más fans de las peripecias de Edward y Bella que las adolescentes a las que iban dirigidas, y decidió expresar su afición por la saga escribiendo su propia versión de ellas,
Así es como surge la fan fiction, por el apasionado interés de los seguidores de una película, una serie o unos libros en concreto, que deciden continuar la historia del modo que a ellos les gustaría. Es todo un universo paralelo cuyas enormes dimensiones pueden avistarse en foros como éste, "FanFiction", en el que hay hueco hasta para videojuegos. Una de las vertientes tal vez más ruidosa de este mundillo, además de los crossovers variados (que tiene en YouTube un filón, con mezclas tan peculiares como esta de "Warehouse 13" y "Doctor Who"), es la de los shippers, los fans que ven una atracción romántica entre dos personajes y que idean cómo puede desarrollarse dicha atracción. Las evoluciones de este punto de partida son incesantes, con una de las más populares en el slash, el shipping de dos personajes del mismo sexo. El asunto se puede llevar todo lo lejos que se quiera, porque gracias a Jaina he descubierto, por ejemplo, que los doppelgängers de "Fringe" tienen su propio slash fiction, denominado doppelcest (hacia el final de este vídeo del panel de Comic Con, sobre el minuto 8:30, podéis ver lo que opinan los actores de la serie de esos fanfics. No tiene precio). A esto no sé cómo reaccionar.
El límite es, claro, la imaginación de los autores de esos escritos apócrifos, autores que acaban tan metidos en el mundo de la serie o la película, que debe ser realmente complicado que sus expectativas no se vean traicionadas, y adentrarse en él sin estar muy puesto en el tema puede ser una experiencia... curiosa. Nunca deben subestimarse los fanfics, eso por descontado. Si E L James basa su actual celebridad en uno de ellos, esto quiere decir que están listos para dar el salto a una mayor visibilidad, al mainstream, y para dejar de ser una de las expresiones más underground, como si dijéramos, del fandom. Aunque también hay que reconocer que hay algunas cosas un poco enfermizas.
Música de la semana: La renovación de "Fringe" por una quinta temporada llegó acompañada por el anuncio de que sus derechos de sindicación se habían vendido a Science Channel, que va a empezar a emitirla en noviembre. De momento, ya está anunciándola con esta promo, que utiliza de banda sonora una muy peculiar versión de "Chim Chim Cher-ee", de "Mary Poppins", a cargo de Turin Brakes, un grupo inglés de folk que la grabó para recaudar dinero para albergues para personas sin techo.
3 comentarios:
Lo de 50 Sombras de Grey fue bastante sorprendente porque la novela en sí nacio como un fanfic de Crepúsculo tal cual. En cambio hay otros casos, como el de Cassandra Clare, que sí saltó del mundo del fanfic al de la venta de libros con una creación original (original, es un decir, que Cazadores de sombras saca ideas de todos los sitios habidos y por haber). En todo caso, lo que ha pasado con las 50 dichosas sombras me parece alucinante. Y sí, hay ciertas tendencias en los fanfics como los slash y la fijación con el yaoi que da muy mal rollo.
El fenómeno 50 sombras es digno de estudio principalmente por cómo ha logrado dar el salto de Internet a la lista de best sellers del New York Times. Tremendo.
Recuerdo cuando en Supernatural los Winchester acceden por Internet a los relatos que elaboraban los fans de sus libros y la cara de espanto de Sam..."¿saben que somos hermanos?".
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