ALERTA SPOILERS: Si sabéis por qué, en una de estas asociaciones locas que sólo se me ocurren a mí, una escena del último episodio de "Downton Abbey" me dio un dejà vú estilístico a "La casa de Bernarda Alba", podéis seguir leyendo. Si no, creo que es preferible que esperéis a haberlo visto.
No, Robert Grantham no ha muerto y Cora decide encerrar en casa, en un estado de luto perpetuo, a todas las mujeres de Downton Abbey, no. Pero Julian Fellowes sí que se ha decidido a apretar el gatillo y, marcándose una shondada en toda regla, opta por dejarse de amagos y matar a uno de los personajes principales de la serie, algo que se rumoreaba desde el verano pero con unos protagonistas totalmente equivocados. Si, en la segunda temporada, la serie nos hizo creer que Matthew se quedaría paralítico, sólo para herir de muerte al pobre William, y luego intentó colarnos que Cora podía morir de gripe española, sólo para que lo hiciera al final Lavinia, esta vez no ha habido redención posible para Sybil y no ha habido más muertes de "camisas rojas"; la hija pequeña de los Grantham no logra sobrevivir al parto de su hija con Branson, previa discusión entre el doctor Clarkson (al que equivocarse en el diagnóstico de la herida de guerra de Matthew le perseguirá siempre, parece) y el médico aristocrático demasiado estirado para darse cuenta de que algo no marcha bien (¿es esto un inesperado e indirecto alegato, además, a favor de la sanidad pública británica?).
El tramo final de este quinto capítulo de la tercera temporada ha sido un mazazo en toda regla y una forma muy expeditiva de sacudir bien la serie. Siendo justos, Sybil no daba mucho más de sí después de marcharse a Dublín con Branson, incluso a pesar de los contactos de él con los independentistas irlandeses, y dependiendo de cómo se manejen las consecuencias de su muerte entre el resto de personajes, puede darle una vuelta de tuerca emocional a la temporada que puede ser interesante. Desde luego, permite que veamos a Lady Cora asumir de repente bastante más importancia que de costumbre, nos afianza en la idea de que Robert se ha quedado completamente anticuado y fuera del mundo real, ofrece a Mary y Edith un par de buenas escenas entre ellas intentando asumir el fallecimiento de su hermana y, sobre todo, deja una imagen de la condesa viuda de espaldas, caminando a duras penas apoyada en el bastón, que resume perfectamente todo el episodio.
Como decían en el blog dedicado a la serie del The Guardian, la muerte de Sybil eclipsa el resto de tramas del capítulo, desde la última evolución del caso contra Bates hasta las maniobras de O'Brien para acercar a Thomas al nuevo lacayo, seguro que con aviesas intenciones. La onda expansiva también las va a oscurecer en los siguientes episodios inevitablemente; ¿se acercarán algo más Mary y Edith? ¿Quedará tocada más allá de toda reparación posible la relación entre Cora y Robert? ¿Y cómo logrará Matthew convencer a Lord Grantham de que debe dejar en sus manos la administración de sus tierras? Está muy claro que los dilemas entre modernidad y tradición se han adueñado de la serie y que, a la fuerza, hasta la propia "Downton Abbey" va a tener que cambiar, pero para saber si Fellowes ha acertado o no con ezsta maniobra tendremos que esperar un poco todavía. A la "temporada regular" le quedan tres capítulos, y sus tramas culminarán otra vez en un especial de Navidad. ¿Habrá alguna que otra shondada más?
8 comentarios:
Me rio un montón con las pullitas de la condesa viuda pero si alguna vez ha demostrado la Smith que es una diosa de la escena es en este episodio y sin casi decir palabra.
Lo de Sybil me da un poco igual y si a Branson no le dan una nueva función en la familia tambien. El que si me ha dado penita es Thomas: todo le sale mal al pobre hombre, que le busquen un noviete ya para que sea feliz y pueda tramar nuevas mezquindades.
Ese caminar de espaldas... Por algo Maggie Smith es Dame :)
Me llama mucho la atención cómo una escena/suceso en algunas series pueden ser a un tiempo previsibles (la muerte de Sybil se veia venir) e imprevisibles (no me imaginaba que fuesen a cargarse a Sybil ni de coña). No sé si me explico :P
Supongo que será cosa del talento (o triquiñuelas) de los guionistas.
Te explicas perfectamente. Es un truco que George R.R. Martin utiliza constantemente, por ejemplo.
El capitulo me ha impactado muchisimo,creo que quedaba claro,que el doctor de la familia tenia razon,pero de ahi a que Sybil muriese...me lo imaginaba al estilo de Cora en la temporada pasada,solo un susto...Ami me dolio muchisimo su muerte,era uno de mis personajes favoritos y logro que llorara un monton y eso que no suelo llorar facil,pero las escenas entre Mary y Edith,Cora,Thomas y Branson derrumbandose y sobre todo la escena final de la condesa viuda me partio el corazon..Creo que esta temporada la serie se esta superando,ya que el capitulo anterio tambien llore con Ethel(todos se acordaran de cual hablo).Quizas el ano que viene gane el Emmy,que tanto se merece,aunque Homeland tambien esta buenisima y no se anda con rodeos.
El capítulo me ha parecido muy bueno y, aunque viendo los acontecimientos algo previsible, muy acertado por ver como se desarrolla la trama de Branson.
Por cierto, me encanta la normalidad y el estoicismo con el que Lady Mary le dice a Lady Edith que nunca se llevarán bien. ¡Ya lleva un par de capítulos con pullas como esta y me parto de la risa!
El capítulo me ha parecido muy bueno y, aunque viendo los acontecimientos algo previsible, muy acertado por ver como se desarrolla la trama de Branson.
Por cierto, me encanta la normalidad y el estoicismo con el que Lady Mary le dice a Lady Edith que nunca se llevarán bien. ¡Ya lleva un par de capítulos con pullas como esta y me parto de la risa!
¿Y el dúo que Lady Mary montó con su abuela para convencer a Martha Levinson de que les prestara el dinero para salvar Downton? Tremendo.
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