ALERTA SPOILERS: Cancelada hace semanas por ABC, "Last resort" terminó su única temporada la semana pasada. ¿Lograría el USS Colorado volver a casa? Por cierto, que si queréis saber cómo habría seguido la serie, leed esta entrevista con uno de sus creadores, Karl Gajdusek.
De todos los estrenos de las networks del otoño, "Last resort" era de los que más destacaba porque intentaba algo diferente del resto, una historia de conspiraciones políticas y tensiones entre los marineros del submarino atrapado en la isla de Santa Marina que remitía, como hemos dicho muchas veces, a las películas sobre la paranoia de la Guerra Fría que se hacían en los 80. Sin embargo, ese intento de hacer algo un poco diferente necesitaba de algo de tiempo para asentarse y para descubrir qué funcionaba y qué no, y los espectadores no han tenido tanta paciencia. Ya fuera porque la serie tardó unos cinco episodios en cumplir parte de las promesas de su piloto, o porque el jueves a las 8 es un horario totalmente maldito para ABC (tal vez las 10 habría casado mejor con la temática de la serie), "Last resort" se ha quedado más en una miniserie de 13 episodios que fue concebida originalmente como algo que podía durar varios años.
De hecho, sus creadores, Shawn Ryan y Karl Gajdusek, han afirmado en varias entrevistas que el golpe de estado frustrado y el motín en el submarino iban a ser de todos modos sus tramas de final de esos trece capítulos iniciales, abriendo luego historias que debían llevar a que el capitán Chaplin empezara a creerse el rey de la isla y a que Kylie, la contratista armamentística de Washington involucrada en el golpe, se introdujera en tramas algo más oscuras y más conspiranoicas en el círculo cercano del presidente. También iba a desarrollarse aquel añadido de los minerales de la isla que, en un principio, no tenía mucho sentido, y que parecía que iba a ganar peso si hubieran tenido segunda temporada, en la que Chaplin tendría que lidiar con sus propios delirios de grandeza. Pero todo esto sólo son hipótesis, porque de algunas de esas historias no vimos más que un tímido principio y otras ni llegamos a olerlas. Y aunque el desenlace final se nota apresurado, lo cierto es que hacer que Chaplin se sacrifique con el submarino es una nota muy coherente con sus principios.
El motín es una de las mejores historias que la serie ha hecho, incluso a pesar de que costaba un poco creerse a Anders como el gran villano porque, desde que Chaplin lo destierra tras su juicio por violación, no habíamos vuelto a verlo. Tenía un buen manejo de la tensión y situaba en el centro la complicada relación entre Chaplin y Sam Kendall y la gradual evolución hacia una mayor seguridad en su autoridad en la teniente Shephard, que podría haber formado más adelante un buen equipo con el contramaestre (Robert Patrick) si éste no hubiera estado tan empeñado en sabotear a Chaplin. La trama del submarino y ese complejo golpe de estado, que daba para unas ramificaciones sumamente interesantes, le dan unos toques de urgencia a los dos últimos episodios que hacen que nos olvidemos de que la isla y Serrat nunca terminaron de encajar del todo, y sólo por ese "Marea roja" en miniatura del capítulo final ya merece la pena verlo. Además, no deja de ser interesante que el cierre de la serie no sea totalmente feliz (esa mirada de Grace buscando sin éxito a su padre entre la gente que recibe a la tripulación del USS Colorado en el aeropuerto...).
"Last resort" era, desde luego, bastante ambiciosa y, aunque esa ambición no cuajara entre el gran público y no siempre se resolviera bien, ha resultado interesante y entretenida por su intento de trasladar el género de las conspiraciones políticas y militares a la televisión, intentando también pintar un panorama bastante más complejo y en el que no hay decisiones fáciles ni resultados demasiado claros. Y como nota curiosa, seguía con esa tendencia de contratar actores australianos para que interpretaran a estadounidenses, en este caso con Daniel Lissing (el SEAL King) y Daisy Betts (Shephard).
P.D. podcastero: Nuevo lunes, nuevo programa de "Yo disparé a JR", con algunas de las series que han regresado, o que se han estrenado, estos últimos días en Estados Unidos y el Reino Unido, incluida "The Following".
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- 0':"The Following"
- 16': "Utopia"
- 27': "1600 Penn"
- 35': "Justified" (spoilers hasta el 4x03)
- 50': "Once upon a time" (spoilers hasta el 2x12)
2 comentarios:
Buen análisis. Yo también vi la serie y la verdad es que me gustaba. Es una pena que no pudiese sobrevivir. Pero por lo menos me consuela que, aunque de forma apresurada como dices, dejasen mas o menos decentemente rematada la historia.
Para mi el malo malísimo era Serrat, gran personaje, pese a que la conspiración le quedaba demasiado grande en relación a su papel. No entiendo como no estaba más armado, en plan guerrilla paramilitar que hiciese frente a los militares estadounidenses, iba simplemente con unas cuantas armas en plan de simple chulo de barrio, no se por que los militares no se lo cargaron directamente, por que lo toleraron...
Fue una pena que se tuviesen que cargar a Paul Wells (Jay Hernandez) ya que su doble juego con la mujer de Kendal me parecía muy interesante y mas desde que esta sabía a que jugaba.
También es una lástima que ya no veamos esas tramas conspiranoicas que pretendían los guionistas para Kylie.
Por otro lado lo que nunca explicaron o a mi no me quedó claro es a que país pertenecía la isla. Sobre todo porque lo de meter a los chinos para mi no tenía coherencia alguna. Dependiendo de la geoestrategia podría ser un gigantesco deux ex machina.
Nunca dijeron a qué país pertenecía la isla. De hecho, como que daban a entender que no le importaba a nadie.
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