En Dakota del Sur hay, realmente, un pueblo llamado Deadwood, declarado de interés histórico y que, ahora, y juzgando por su página web, tiene cierto aspecto de parque temático del Salvaje Oeste. Para tener una idea más aproximada de cómo era realmente el asentamiento minero ilegal del que nació el pueblo, lo mejor es ver "Deadwood", serie de HBO, que en España emite Fox, que parte de las convenciones del western y, sobre todo, de títulos como "Sin perdón", para presentar una recreación más realista de un lugar levantado por buscadores de oro en pleno territorio sioux en el que no hay ley y la gente sólo llega buscando la manera de hacerse rico o de escapar de la justicia.
La serie se sitúa en una tendencia de HBO por ofrecer productos "de época", con cuidadas ambientaciones y una fidelidad histórica por encima de la media, que podríamos decir que empezó con "De la Tierra a la Luna", la miniserie sobre el programa Apolo impulsada por el éxito de "Apolo XIII". En esa misma tendencia está otra gran miniserie, "Hermanos de sangre", y la última en llegar a nuestras pantallas, "Roma", de la que ya hablamos por aquí en su momento. "Deadwood" se escapa de las visiones más "amables" del Oeste que estábamos acostumbrados a ver y opta, como hemos dicho, por el realismo, además de presentar un plantel de personajes de los que lo mejor que se puede decir es que tienen su propio sentido de la justicia. En el episodio piloto, el campamento me recordó mucho a Lago, el pueblo minero adonde llega Clint Eastwood en "Infierno de cobardes".
Además, cuenta con un protagonista verdaderamente impresionante, como es Ian McShane, un veterano actor inglés que da vida al dueño del saloon y prostíbulo local y el jefe en la sombra de Deadwood, Al Swearengen. Su interpretación le valió un Emmy hace un par de años, y lo cierto es que, al menos para mí, es el alma de la serie. Esta suerte de Tony Soprano del Salvaje Oeste es uno de los personajes con mayor carisma de la televisión reciente, aunque sea una sabandija.
5 comentarios:
Pues soy incapaz de ver un episodio entero. Y mira que tiene buena pinta, está bien ambientada, muy cuidado todo el aspecto técnico. Los actores no sé quienes son, aunque eso da igual.
Pero no hay manera, no me llama. Es como Caso Abierto, salvando las distancias. Es que a veces hay series a las que le falta un algo para terminar de convencernos a algun@s.
Una pena porque sé que me peirdo algo bueno.
Saludos
A mi también me pasa con "Caso abierto", y con más. Incluso con "A dos metros bajo tierra", que al principio me gustaba mucho, pero luego era incapaz de terminar los capítulos.
Qué le vamos a hacer.
Bueno, los que no tenemos tele y disfrutamos de ello (dado los últimos eventos multitudinarios) prodecemos a descargarla.
Ave césar
A eso nos dedicamos también los que sí tenemos tele, porque no hay manera de verlas de manera "tradicional". ;-)
Tengo muchas ganas de ver esta serie, que no eres la primera persona a quien oigo hablar maravillas de ella. Me suena que tuvieron un problema por la cantidad de tacos que soltaban los personajes, y el creador dijo que se había documentado para reflejar de forma realista la forma de hablar de aquella gente, ¡y en realidad lo había suavizado!
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