Los malos son los buenos

En las clásicas películas (o series) de buenos y malos, los buenos solían ser sosos y aburridos, y lo mejor de la función se lo llevaba el malo. De hecho, cuanto más malo era éste, mejor era la película. ¿Quién se acuerda, si no, de Luke Skywalker como lo más representativo de "La guerra de las galaxias"? Nadie. Lo primero que nos viene a la cabeza es, siempre, Darth Vader, porque por muchas milongas que nos cuente George Lucas sobre la caída y redención de Anakin, las películas eran mejores cuando Darth Vader desplegaba toda su maldad (por eso "El Imperio contraataca" es la mejor).
Tén un malo con carisma en tu filme, y ya tienes la mitad del trabajo hecho. Porque si es tan aburrido como el bueno, la película será igualmente un tostón. Magneto es un gran malo, y en las películas de "X-Men" tiene, además, la clasde que le aporta Ian McKellen, un tipo que ya ha dado vida a gente tan cruel como el nazi de "Verano de corrupción" o Ricardo III. Sin embargo, si quieres al malo más malo del mundo mundial, y encima con estilo, lo suyo es contratar a Christopher Lee.
Los malos también pueden ser divertidos, a su manera, lo que les hace ganar puntos. Gene Hackman (y su peluca rizada) como Lex Luthor en "Superman" es un buen ejemplo, y eso que él también fue el cruel Bill Daggett de "Sin perdón". Mi favorito en estos malos con ironía y humor es Alan Rickman, sobre todo por su sheriff de Nottingham de "Robin Hood, príncipe de los ladrones" y por Severus Snape, el ambiguo profesor de las películas de Harry Potter.
Si nos quedamos con la tele, sin embargo, me decanto por un malo que amedrentaba sólo con el humo de su tabaco: el Fumador, o Cancer Man (como lo llamaban en la versión original) de "Expediente X". Hay más, sí, y puede que incluso mejores, pero qué otro malo podrías estar en plantilla del Ministerio de Sanidad, ¿eh? Y eso que en la tele actual hay muchos "malos" que protagonizan series de éxito (Tony Soprano, Vic Mackey, Al Swearengen), y otros que pueden entrar en la misma categoría porque son cínicos, bordes y egoístas (Gregory House), psicópatas con dinero (Aaron Echolls y buena parte de los ricos de Neptune) o amas de casa con más capas que una cebolla, y, alguna podrida ("Mujeres desesperadas").