02 febrero 2011

Sin vergüenza

"Skins", "Being human" y "Shameless" (y una especie de metacomentario con "Episodes"). Con estos tres estrenos, parece que la midseason en el cable estadounidense ha sido la temporada de los remakes. Esta táctica no es nueva, por supuesto, pero semejante concentración de nuevas versiones de títulos ingleses en tan poco tiempo resulta curiosa y, por supuesto, ha hecho pasto a las tres series de las inevitables comparaciones con los originales. Desde aquí confieso que no he visto ninguna de las tres ("Series a la parrilla" y "Diamantes en serie" ya se encargan de las comparaciones por mí), así que el modo en el que yo me enfrento a "Shameless" no es el mismo que el de alguien que se haya tragado las ocho temporadas que lleva la original de Channel 4 (cuyo creador, Paul Abbott, también es responsable de la nueva versión junto con John Wells). ¿Es eso una ventaja o un hándicap? Quien lo tenga claro, que me lo diga, porque yo no sabría decirlo.

"Shameless" sigue las peripecias vitales de Frank Gallagher y sus seis hijos, que viven de la pensión de invalidez que él se gasta en alcohol en cuanto la cobra. La madre se marchó hace tiempo, y la que queda al cargo de la familia es la hija mayor, Fiona, que trampea la situación sustituyendo a amigos en sus puestos de trabajo cuando estos necesitan un día libre. Ese es el punto de partida de la serie, que Showtime no ha pretendido vender como una de sus supuestas comedias de 20 minutos y que resulta que, siendo un drama de una hora, logra momentos más divertidos. Los Gallagher son un desastre, siempre están trapicheando de donde pueden para pagar sus deudas y llegar a fin de mes (como tomando prestada hasta la tostadora de los vecinos), y su filosofía vital se resume a un forzoso carpe diem, pero no piden disculpas por ser así y tampoco quieren que nadie se apiade de ellos. La vergüenza no es algo que lleven a cuestas a todas partes.

La realización contribuye a mostrar esa energía de toda la familia, consiguiendo a veces unos momentos que, sin haber visto la serie original, delatan ciertos dejà vús ingleses, y en ocasiones también se han apreciado pequeñas pistas de lo dañados que están en realidad todos los hermanos. Pero regodearse en el fango, en la miseria y en la autocompasión no es el objetivo de esta serie muy familiar y, por supuesto, mucho menos transgresora de lo que podría parecer, y de lo que nos quieren vender. Hay que asumir que las salvajadas de, por ejemplo, "Absolutamente fabulosas" ni siquiera podrían emitirse en un canal por cable estadounidense, así que es mejor que desechemos esa concepción de nuestra mente. La "Shameless" americana se mueve en una sociedad diferente de la inglesa.

En todas las promociones es William H. Macy el que se lleva más atención, pero él aporta bastante poco a la serie (por lo menos de momento). Lo realmente interesante son los tres hermanos mayores, Fiona, Lip e Ian (y Debbie, la hermana pequeña, que es un caso aparte), y el peso de la serie lo lleva, además casi sin esfuerzo, Emmy Rossum, que da un giro drástico a una carrera marcada todavía por el papel que la hizo famosa en "El fantasma de la ópera". Cameron Monaghan y, especialmente, Jeremy Allan White como Lip son dos descubrimientos, y entre los tres se han convertido en mi razón principal para seguir con "Shameless". Y porque están consiguiendo hacerme reír, que en teoría es lo que se proponen.

P.D.: Sé que la original británica tiene un monólogo de Frank abriendo todos los capítulos. La estadounidense opta por unos títulos de crédito que resumen en un minuto el espíritu de la serie y cuya canción, "The luck you got", de The High Strung, no puedo sacarme de la cabeza.

7 comentarios:

TV Spoiler Alert dijo...

A Emmy Rossum la recordaba como una actriz bastante limitada, pero qué bien se desenvuelve en el remake de Shameless. La serie está muy entretenida y los críos lo hacen de lujo.

Unknown dijo...

Rossum es una revelación. Quizás estaba muy encasillada antes, porque en Shameless está realmente bien.

Crítico en Serie dijo...

Quizá Rossum sencillamente ha encontrado el papel de su vida y no la vuelvas a sacar de la casilla. Que la pobre nunca había tenido presencia en pantalla ni había demostrado un poco de humanidad más allá de sus ojos de Bambi... Bueno, que conste que por su bien espero que evolucione, que es muy joven (para ir enseñando tanta teta).

Álex dijo...

Yo me he enamorado de esta serie, los cuatro hermanos de los que hemos visto algo me han conquistado. Y como dices, han dejado breves pinceladas de como a su manera cada uno está marcado por su situación familiar. También me ha resultado curioso ver que a su modo, es una serie mucho más familiar de lo que pudiese parecer.

Adriii dijo...

A mí también me ha enamorado y poco a poco vamos teniendo más detalles de cada uno de los hermanos. El cuarto es seguramente el que más me ha gustado y deja ver que la niña se une a la "molosidad" de los hermanos, y que poco a poco iremos conociendo las particularidades de todo.
Ah, y soy fan de la situación que hay en la casa de la loquita donde ahora vive el padre. Es TAN genialmente marciano todo... xD

Unknown dijo...

Conste que a mí me hace gracia que estén todo el rato gorroneándole cosas al vecino y ocupando su casa para todo :)

OsKar108 dijo...

Sin entrar a valorar si la original es mejor o peor, porque aunque tenía la intención, eran demasiadas temporadas y decidí empezar con el remake, y me lo he pasado genial con los 4 capítulos. Los 4 hermanos de los que hemos visto vastante en estos capítulos, están siendo unos personajes muy buenos y muy bien interpretados, además de todo lo referente a la "nueva vivienda" de Frank y todo lo que allí pasa.
No he visto El Fantasma De La Opera, y no recuerdo haber visto a Emmy Rossum antes en otro sitio, pero me está encantando como lleva la mayor parte del peso de la serie.

Gran tema el de la presentación.

¡Saludos!