Hace ya algún tiempo, cuando David Beckham estaba en la cima de su éxito mediático (más o menos, el verano en el que el Real Madrid lo fichó desde el Manchester United), una amiga mía se quejaba de que aquel inglés rubio y tatuado estuviera por todas partes y fuera presentado como el mayor sex symbol del momento. Si le preguntabas cuál era la razón por la que Becks no le gustaba, su respuesta era siempre la misma, corta y contundente: "Es demasiado guapo". ¿Se puede ser demasiado perfecto? ¿Pueden estar todos los componentes de algo tan cuidados y tan perfectamente encajados que el conjunto se resienta?
Por ahí parecen venir buena parte de las críticas más o menos negativas hacia "Boardwalk Empire". Entre la cadena (HBO), los nombres asociados detrás de las cámaras (Martin Scorsese, Mark Walhberg y Terence Winter), los rostros que dan vida a esos personajes (de Steve Buscemi a Michael Pitt o Kelly Macdonald), el dineral gastado en reconstruir el Atlantic City de 1920, los premios que ha ganado recientemente... Todo eso hace que bastante gente la vea fría, sin alma, demasiado perfecta. Supongo que todas las expectativas generadas por esos nombres también tienen parte de la culpa, porque cualquier cosa que no supere a "Los Soprano" se verá como algo menor. El perfeccionismo en los detalles puede ser, paradójicamente, uno de los defectos principales de las series de época (ni siquiera "Mad Men" es inmune a eso), y es comprensible que pueda convertirse en una de las excusas para abandonar el show sin mirar atrás.
Una cosa es cierta; no es una serie de maratones, ni siquiera en el tramo final, cuando de repente lo que está en juego es algo mucho más grande que en el piloto y todos los personajes están involucrados. Su objetivo, al menos en esta primera temporada, es trenzar bien el tapiz de cómo era aquella época y cómo era el caldo de cultivo de las familias mafiosas que alcanzarían el poder unos pocos años más tarde. La época de la Ley Seca se considera el punto de partida del crimen organizado moderno en Estados Unidos, y la situación es demasiado compleja para centrarlo todo en un personaje o una sola trama (sólo con las actividades de Arnold Rothstein daría para otra serie). A mí me resulta muy interesante; entiendo que, a otros, no.
Sin embargo, la clave en todo esto es Nucky Thompson. De algún modo extraño, Steve Buscemi es la serie, y su interpretación de Nucky como un corrupto que quiere dominarlo todo, pero al que no le gustan las demostraciones explícitas de fuerza, más un político que un gángster, es lo que le confiere el principal punto de enganche. Sin tener la presencia física de James Gandolfini ni el aire enigmático de Jon Hamm, Buscemi logra convertirse en indisociable de su personaje y afianzar su rol de pilar de la serie. Nucky no es perfecto, y él sabe cómo hacérnoslo ver.
8 comentarios:
Cuando yo la vi, sentí lo mismo: perfecta pero fría. Pero no es una cuestión de que sea demasiado perfecta, sino de que la perfección en Boardwalk Empire es meramente visual, por decirlo de alguna manera. La aparente falta de alma que destila se debe principalmente a que ninguno de sus personajes están escritos con el corazón, para que nos identifiquemos con ellos hasta el punto de mordernos las uñas con los reveses que les depara la vida.
Algunas de las series de época que comentas adolecen en gran parte de los mismo: han echado toda la carne en el asador con la ambientación, con una recreación fascinante, como si eso les garantizase el éxito, pero quizá se han olvidado que lo que realmente importa a los espectadores no tiene nada que ver con recrear una época, sino con grandes personajes como Tony Soprano, que se comía la serie porque él era la serie.
Me encanta Steve Buscemi, pero ni el actor, ni el personaje que han escrito para él, tienen la fuerza que debería tener un protagonista, y menos de una serie con tantas pretensiones. Y para colmo, ningún secundario tiene tampoco ese potencial, como sí lo tenía, por ejemplo, Han Solo en Star Wars.
Un saludo.
Coincido contigo en que la serie va más por el lado intelectual que por el emocional. Sin embargo, discrepo en que Nucky no tenga fuerza. La tiene, pero de otro tipo. Es un político.
Sí, lo entiendo, y creo que es una buena idea. Y en teoría lo es tanto como cualquiera, pero en la práctica es evidente que tiene sus limitaciones. Me parece muy buena serie, que conste, pero creo que su abrumadora calidad en el resto de aspectos hace que resalte demasiado este "defecto", que toca un tema que resulta más esencial en una historia que todo lo demás: hay trabajar en la empatía personajes-espectadores, algo que a veces queda de lado por la razón que sea.
Por seguir con el ejemplo anterior, James Gandolfini aparecía prácticamente en cada plano de la serie, y en ellos todo giraba en torno a él, por lo que los espectadores sentíamos sus miedos y anhelos como si estuviésemos dentro de su cabeza. Algo básico en un protagonista.
Steve Buscemi, que además no tiene un registro tan intenso y profundo como Gandolfini, interpreta a un personaje que es tratado casi como un secundario de lujo, tal y como yo lo veo (y muchos más, por lo que comentas). Esto no es especialmente malo, pero claramente dificulta esa empatía con él y rebaja su calidad de protagonista. Porque ser protagonista, aún en una historia coral, no es sólo una palabra, debe sentirse con hechos.
Te confieso que en ocasiones, viendo algún episodio, me sorprendía imaginándome a su personaje interpretado por algún otro actor, y el personaje como tal me parecía funcionar mucho mejor. Creo que el problema ha sido una mezcla de dos situaciones: por un lado un personaje delicado, como tú comentas, y por otro un actor que quizá no le ha aportado lo que necesitaba. Ambos temas individualmente no tienen nada de malo, pero quizá juntos hacen notar demasiado que algo falla.
Siento el tocho, pero el tema del post es algo en lo que estaba pensando estos últimos días, y he querido charlarlo contigo, ya que nunca me lanzo a comentar. (;>
Un abrazo.
Creo que parte del problema es que la comparas demasiado con Los Soprano :).
Yo nunca he entendido que problema tiene la gente con el mejor estreno de la temporada pasada... ¿ que Nucky es mas frio que Tony Soprano?? si, claro, es que se supone que tiene que serlo, es obvio que se trata de otro tipo de personaje, y no veo donde esta el problema.
¿demasiado perfecta? si, se ha dicho mucho, pero cuando la gente empieza a usar algo asi como defecto, sabes que es que estan mal acostumbrados por tantas buenas series en los ultimos años... demasiado perfecta: si, gran problema. Si eso no es buscar pegas donde no las hay, nada lo es.
A mi me parecio magnifica, y añadire, que habiendome puesto en este mismo año, por fin, con los soprano, si comparamos solo las primeras temporada, tampoco es que aquella me parezca tan superior a esta, para nada: tampoco es que los soprano tengan sus mejores momentos en la primera temporada, ni muchisimo menos, sino cuando ya has profundizado mas en los personajes, como se relaccionan entre ellos, sus motivaciones, historias, etc... que es algo logico, y que ya esta empezando a pasar con Broadwalk empire, a la que habra que darle su tiempo para ver hasta donde es capaz de llegar o no realmente (y por ahora, lo visto, muy bueno, pero no me queda duda de que aun va a ir muy a mas)
Jaja, lo parece pero no, es sólo un ejemplo de buena construcción de personajes-casting adecuado, y lo he usado porque tú lo has hecho en tu post. (;>
Hay muchos ejemplos que seguro conocerías, pero te dejo, que también querrás que otros además de yo comenten en tu blog, ¿no? (;D
Pues a mi esa supuesta "demasiada perfección" no solo no me ha molestado, si no que me ha encantado la 1ª temporada y estoy deseando que comience la 2ª.
¡Saludos!
Coincido en que demasiada perfección puede tirar para atrás, pero una vez que superas el prejuicio es que tanto esfuerzo en los detalles no está para ponerlo todo en plan inmaculado sino para demostrar la basura de aquella sociedad. ¿Personajes fríos? Nucky Thompson es de lo más ambiguo que se ha visto últimamente.
Publicar un comentario