George R.R. Martin no puede negar que se pasó una década trabajando como guionista de televisión. Cualquiera que empieza a adentrarse en la saga de "Canción de hielo y fuego" nota enseguida que cada capítulo, que va siguiendo el punto de vista de uno de los personajes, suele terminar en un cliffhanger, y que lo peor es que éstos no se resuelven en el siguiente capítulo, no. Jon puede acabar colgando del Muro, que no sabrás que pasa con él hasta que no te hayas leído dos capítulos de Sansa, uno de Ned, otro de Tyrion y dos de Davos, por ejemplo. Y entonces sí, te contará cómo ha seguido la historia de Jon, pero la terminará con otro cliffhanger, esta vez muy loco, que no se continuará igual hasta dos libros más tarde. Porque Martin no sólo usa unos cuantos trucos de sus días de guionista para mantenerte enganchado a la historia, sino que en cuanto coge carrerilla, se convierte en el rey del WTF continuo (o el PQC continuo, como dice Rosa Belmonte).
No es extraño que, en cuanto la serie de "Juego de tronos" ha llegado al sexto-séptimo episodio, todos tengamos la sensación de que ahora sí es de verdad. Al igual que ocurre en el libro, la fase de presentación es muy larga; hay muchos personajes, mucha historia pasada que explicar y mucha colocación de piezas que tiene que estar bien asentada para que luego la trama pueda echar a correr como alma que lleva el diablo. Y a fe que lo hace. Se suceden las revelaciones como una cascada de fichas de dominó, revelaciones que, gracias a esa labor previa de construcción de su mundo, llevábamos tiempo esperando en algunos casos, otorgando a veces una interesante sensación de inevitabilidad y fatalidad a algunas de las historias que Martin maneja De hecho, diez episodios para la primera temporada parecen pocos, aún más si pretenden mantener esa duración para la segunda entrega, porque algunos aspectos igual necesitarían un poco más de tiempo para resultar más efectivos.
En los tres libros que he leído de la saga, Martin se guarda ases en la manga que te saca cuando menos te lo espera, pero no se puede decir que no te avise. Va dejando insinuaciones aquí y allá de que algo tremendo puede ocurrir, aunque ya se las apaña para que, cuando finalmente tiene lugar, te sorprenda igualmente. "Tormenta de espadas" contiene golpes de efecto así sin parar desde cierto momento a mitad del libro, y termina con un epílogo que ya es el más difícil todavía. Si la serie alcanza ese punto de la saga, tengo mucha curiosidad por ver cómo lo solventan. Conforne la primera temporada se acerca al final, "Juego de tronos" va adquiriendo más peso, y su cierre dará la medida de hasta dónde pueden llegar más adelante.
Si os gusta la serie y/o los libros y habéis visto hasta el sexto episodio (y si os manejáis con el inglés), os recomiendo que escuchéis el podcast especial que "Talking TV with Ryan & Ryan" dedicaron a la serie hace poco. Tocan algunos temas muy interesantes no sólo sobre el modo en el que D.B. Weiss y David Benioff han adaptado el libro, sino también sobre la recepción entre el público y un poco sobre las audiencias, que sin ser estelares se han mantenido sólidas y, de hecho, han ido creciendo semana a semana. Por un momento, y después de los finales de algunos capítulos, casi me gustaría estar viendo la serie sin haber leído nada de "Canción de hielo y fuego", sólo para poder disfrutar de esos cliffhangers sin saber qué pasa después.
10 comentarios:
Me estoy planteando leerme el siguiente libro antes de la siguiente temporada, pero es que me está gustando tanto la serie sin saber que ocurre que creo que no la disfrutaría tanto y eso me echa para atrás.
Lo bueno de que existe la adaptación a la TV de Canción de Hielo y Fuego es que me despierta aún más las ganas de seguir leyendo. El Tormenta de Espadas empezó un poco lento pero ahora estoy en la parte guapa, guapa. Claro que espero avanzar algún día con la serie que reconozco que soy de los muy decepcionados.
Yo, lo siento, pero creo que esta serie es (y será) una de las más sobrevaloradas de la historia.
Un planteamiento que dura 6 capítulos, para mí, es contrario a la narrativa. Sus valores están ahí, sin duda. Pero son otros: temáticos, de producción... Quizás hasta dramáticos.
Pero como narración, no. Como narración no funciona.
Bueno, Fernando, hasta que una serie no se termina no se puede decir que esté sobrevalorada, no seamos tertulianos de La Noria :). Y a riesgo de que me matéis, los planteamientos de The Wire duraban cinco capítulos mínimo, así que tú me dirás.
Pues yo no me he leído los libros y la serie me está gustando mucho. Sí que es verdad que durante los primeros 2 o 3 capis iba un poco perdida, que son muchos personajes e historias que asumir (todavía no me sé todos los nombres) así que yo sí que estoy de acuerdo en que se necesita esta introducción para que un no-leído pueda llegar a entenderlo todo. Ahora, una cosa os digo, este verano cae el libro sí o sí, porque también me da mucho la sensación de que me estoy perdiendo cosas y quiero saber más de cada uno de los personajes.
Marina, sin entrar en si GoT será sobrevalorada o no (que ya sabes que no soy fan de la serie de TV aunque me gusten los libros), tienes razón: The Wire tuvo un planteamiento muy duro que duró varios episodios. Hasta el 4º no empecé a hacerme una idea.
También hay series como Boardwalk Empire, por ejemplo, que no arrancan hasta el 6º episodio... Algo muy recriminable pero que si luego te compensan acaba siendo una experiencia en positivo.
O Treme, que hasta que no llega al 6º tampoco arranca (dentro de lo que Treme puede arrancar, que lo suyo no es seguir una trama definida). Cada serie opta por una construcción diferente de sus temporadas.
Bueno, era una impresión. Revisaré The Wire, pero no creo que su ritmo fuera tan lento. En fin, es mi punto de vista. Treme no la conozco, no puedo opinar.
A mi me está gustando mucho la serie, y ya que no he leído los libros (creo que casi prefiero ir viendo la serie antes, para más sorpresa, que los libros ya tendré tiempo de leerlos y seguro que aún así los disfrutaré aún habiendo visto la serie, habrá más cosas que se cuenten).
Además yo es que caí rendido por The Wire al final del primer capítulo, aunque esté de acuerdo en que su narrativa es "lenta", pero es que me gusta que haya varios tipos de maneras de contar las osas, siempre que se hagan bien, o que para mi gusto estén bien contadas.
Una que creo que sí tarda en "arrancar" es Boardwalk Empire, y eso que también me gustó desde el principio.
Con Treme estoy tan de acuerdo en que al no parecer llevar una "trama hacia un destino" no se puede saber si tarda o no en arrancar, solo se que me gusta.
También es que yo doy lo que doy, no se me puede pedir más (ni menos XD), a mi me gustan determinadas cosa y otras no, el por qué.... solo intento disfrutarlas, no es que todas tengan que ser de esa manera.
¡Saludos!
No entiendo que se tache a la serie de tener un planteamiento largo y no al libro, quizás el hecho de ir cambiando de personaje haga el libro más ameno, no sé, pero, que yo recuerde, el planteamiento es practicamente igual de largo, hasta recuerdo que me costó un poco engancharme.
He pensado lo mismo que tú, Marina, que me gustaría saber como es ver la serie sin saber que va a pasar tras cada cliffhanger, lástima que ya sea tarde para eso ;)
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