Curiosamente, ayer coincidieron dos entregas de premios que, además, vieron cómo sus respectivas alfombras rojas tenían que soportar frío y lluvia; los Goya en Madrid y los BAFTA en Londres (y los Grammy en Los Ángeles, pero de esos no vamos a hablar aquí). Los primeros estaban marcados por su 25º aniversario y la polémica alrededor de la ley Sinde y la dimisión de Alex de la Iglesia como presidente de la Academia de Cine; los segundos pueden haber marcado de un modo aún más claro lo que pueden depararnos los próximos Oscars.
No se puede decir que la contundente victoria de "Pa negre" en los Goya fuera una sorpresa. Desde su paso por el Festival de San Sebastián, era la que había recibido un mejor reconocimiento por parte de los críticos de todas las candidatas, y también se había extendido un poco la sensación de que su director, Agustí Villaronga, se merecía ya un reconocimiento. Además, sólo las nominaciones ya representaron una segunda vida comercial para la película, como el propio Villaronga reconocía en alguna entrevista, y no es de extrañar que se viera a todos los ganadores tan emocionados. Sus nueve galardones significaron que las demás tuvieron con conformarse con las migajas. "También la lluvia" arañó el Goya a mejor secundario para Karra Elejalde y "Buried", los de mejor guión y montaje, que fueron los importantes que "Pa negre" dejó libres.
Pero, evidentemente, las protestas a las puertas del Teatro Real contra la ley Sinde se comieron en parte el interés de la gala, que se ha calificado como un poco aburrida, perdido el efecto sorpresa del año pasado. Había mucha expectación por escuchar el último discurso de De la Iglesia como presidente de la Academia, en el que radiografió la situación en la que se encuentra el cine español ahora mismo y afirmó que Internet no era el futuro, sino el presente, y que hay que buscar modos de adaptarse. Fue de las pocas alusiones al elefante en el salón, pues Andreu Buenafuente ya afirmó antes de la ceremonia que obviaría el tema para no crear tensiones. Oh, y con su quinto Goya (este por "Biutiful"), Javier Bardem es el actor que más cabezones tiene.
También hubo una gran triunfadora en los BAFTA, que se afianza todavía más como la gran favorita a batir en los Oscars; "El discurso del rey". Se llevó los galardones a mejor película, película británica, actor, los dos secundarios, guión, música y algo más, y sólo se escapó el de director, que fue a parar a David Fincher en un reparto que no sería raro que se repitiera en el Kodak Theatre en un par de semanas. Está claro que "La red social" ha perdido empuje desde diciembre, y quizás no le llegue el resuello para alcanzar la meta. Aquí no había polémicas por leyes antidescargas, aunque sí había runrún por el desmantelamiento del UK Film Council, organismo público del que procedía uno de los ocho millones de libras que costó "El discurso del rey".
El resto de premiados fueron los esperados, aunque no sé si Roger Deakins había ganado en alguna entrega previa por la fotografía de "Valor de ley". El premio a la estrella en ascenso, entregado por el público, se lo llevó Tom Hardy, y entre los galardones honoríficos se reconoció a la saga de Harry Potter por su contribución al cine británico (no me imagino a los Goya haciendo lo mismo con la saga de "Torrente", que cada vez que estrena película cura todos los malos datos de taquilla del cine español).
2 comentarios:
Pa Negre se llevo el de Guión, pero Adaptado. Ni ese dejo libre. Yo espero que sea un peliculón, porque al final terminé cogiéndole manía. Y sí, Deakins ha ganado como Mejor Fotografía en varias asociaciones de Críticos (Crítica de Boston, la Crítica de St.Louis, la Crítica del Sudeste, la Crítica de Phoenix, la Crítica Online, la Crítica de Ohio y la National Society of Film Critics).
Gracias por la aclaración con Deakins, que los círculos de críticos no los tengo muy controlados. La fotografía de Valor de ley está muy bien, por otro lado.
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