Es probable que muchos de vosotros hayáis oído hablar, o que hayáis leído o estéis en ello, del libro "Teleshakespeare", una colección de ensayos sobre las series estadounidenses actuales y el estado filosófico, diría yo, de la ficción televisiva a cargo de Jorge Carrión. Una de las cosas más curiosas de ese libro es que habla de una "ficción cuántica" al referirse a la narrativa de todas estas series en conjunto, un término que describe casi a la perfección la trama de "Fringe". No es que haga falta un doctorado en mecánica cuántica para seguir la serie, pero es cierto que su mitología está llena de homenajes, si queréis, y de detalles que hacen que esté construida siguiendo un poco sus dictados más básicos. Es probable, además, que la clave de la cuarta temporada esté ahí (además de, ya sabéis, en los cómics de X-Men y en las aventuras literarias de Thursday Next).
¿Y cómo podemos resumir esos dictados básicos de la física cuántica aplicados a "Fringe"? Suponen que el observador es otra variable del sistema estudiado y que, en realidad, por el mero hecho de observarlo, está actuando sobre él. Sostiene que existen varias realidades que se dan al mismo tiempo, y que en el momento en el que el observador las estudia, sólo se muestra una. Seguro que los que veais la serie habéis escuchado al Observador decir algo parecido referido a las líneas temporales, lo que también entra dentro de las teorías de la física cuántica y es una de las historias más clásicas de la ciencia ficción. ¿Qué es el wibbly-wobbly timey-wimey del Doctor si no eso?
En estas semanas en las que se conoce el futuro de las series para la próxima temporada en Estados Unidos, es bastante habitual que nos encontremos entrevistas y declaraciones de los showrunners de las series "en la burbuja", que a veces desvelan cosas interesantes del modo en el que se hace ese negocio que es la televisión. Uno de los que más ha aparecido en los últimos días es Shawn Ryan, que ha visto como le cancelaban en el mismo año "Terriers" en FX y "The Chicago Code" en Fox. Al respecto de esta última, Ryan comentaba que Kevin Reilly, el jefe de entretenimiento de ese canal, le había reconocido que, por la razón que fuera, la serie no había ganado ningún estatus de cita ineludible, de serie que había que ver para luego poder comentarla, y así era complicado que lograra levantar la discreta audiencia que había tenido en su estreno.
En esa misma cadena, uno de los títulos que ya está renovado por una séptima entrega, "Bones", tendrá que lidiar con el embarazo de su actriz protagonista, y todos los periodistas quieren saber cuáles son los planes de su creador, Hart Hanson, al respecto. Lo más curioso de todo lo que Hanson ha comentado es que en Fox se han hecho encuentas y diversos estudios para intentar averiguar si la audiencia de la serie podría verse dañada si Brennan estuviera varios capítulos sin aparecer, lo que llevará a que los guionistas tomen eso en consideración antes de decidir cómo manejan el asunto. Algo de eso habrá habido también en la decisión de que Ashton Kutcher sustituya a Charlie Sheen en la próxima temporada de "Dos hombres y medio". Las empresas no se lanzan a hacer cambios sin antes estar más o menos convencidas de que esos cambios van a funcionar, o hasta donde pueden estarlo en el negocio televisivo.
Música de la semana: Ya que hemos mencionado "Bones", el último episodio (que dejó un par de cosas... interesantes gracias al francotirador) se cerró con una versión de "Coconut", una curiosa canción de Harry Nilsson que yo creo que debe ser más conocida porque Quentin Tarantino la incluyó en la banda sonora de "Reservoir Dogs".
2 comentarios:
Llevo detrás de ese libro un tiempo, a ver si lo trae la maldita biblio de mi uni, que para eso el tío es profe aquí xD ¿Qué tal está?
Está bien, es bastante curioso. Es muy "ensayo" y filosófico, pero se nota que se ha visto más series aparte de las habituales y que también es fan de los cómics, lo que da un punto de vista diferente. Lo de la física cuántica me dejó ojiplática, por lo friki :)
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