Entre todas las listas recopilatorias sobre la mejor televisión de 2013, o la más destacada, las de capítulos suelen ser las más interesantes. Por lo general, permiten que entre más variedad que cuando se hace un top 10 sólo de series, pues quien las hace termina incluyendo algún episodio muy destacado de una serie que, igual, no ha tenido una temporada con un nivel medio tan alto como para situarla entre las más notables. Las famosas listas de "Time" funcionan un poco así; en la de los diez capítulos del año tienden a entrar otros títulos distintos, en su mayoría, de los que aparecen en la de las diez mejores series, y eso facilita que la conversación no se centre en las cuatro series de siempre. Eso sí, lo que sí resulta muy curioso es ver que, en todas esas selecciones de episodios, hay cuatro que se repiten en todas, y que bien pueden servir como repaso de lo que 2013 ha dado de sí, televisivamente hablando.
Esos cuatro capítulos han dominado las discusiones entre críticos y seriéfilos desde el mes de enero, cuando "One man's trash", de "Girls", tomó Internet al asalto. Fue un poco el bottle episode de su segunda temporada, un capítulo en el que veíamos a Hannah pasar un fin de semana con un médico de éxito, cuarentón, separado y que tiene todas las cosas de las que Hannah puede burlarse pero que, en el fondo, también quiere, como un buen trabajo bien pagado o una casa bonita. Era una disgresión en medio de lo que la serie estaba contando hasta ese momento, y generó una tormenta de comentarios y críticas, algunos más acertados que otros y algunos también exponiendo unas concepciones sociales bastante feas sobre cómo debe comportarse una chica joven y físicamente no demasiado agraciada. "Girls" siempre es recibida con un montón de entradas en blogs a favor y en contra, así que no es raro que este capítulo de estructura tan diferente al resto fuera uno de los más comentados del año.
En cuanto a expectación desmedida, sin embargo, pocos han superado a "The rains of Castamere", el ya famoso capítulo de La Boda en la tercera temporada de "Juego de tronos". Este serie, de hecho, ha cimentado este año su posición como fenómeno que trasciende los límites de su condición de serie de cable premium, y las reacciones que suscitó ese episodio, tanto entre lectores de los libros como en meros espectadores de la serie, bien lo probaron. Con "The rains of Castamere" también se pudo ver cómo se manejan los spoilers en las redes sociales (spoilers que tenían ya años, pues "Tormenta de espadas",el libro que adapta esta tercera temporada, en parte, se publicó en 2000), cómo los lectores de "Canción de Hielo y Fuego" creaban expectación, pero intentaban no desvelar más de la cuenta, y cómo ese efecto de conversación amplificado que ofrece Internet hizo que, durante un par de semanas después de su emisión, parecía que no existía otra cosa en televisión más allá de "Juego de tronos".
Hasta que llegó "Breaking Bad" con sus últimos capítulos y, en concreto, con "Ozymandias", el clímax de muchas de las cosas que la serie había ido preparando con anterioridad. De hecho, puede decirse que tuvo más repercusión que su episodio final, con todos los fans discutiendo sin para qué significaba todo lo que acababan de ver. El caso de "Breaking Bad" y el gigantesco salto en audiencia que dio con esos postreros ocho capítulos ha sido digno de estudio y de lo más notable de 2013; cómo una serie muy reverenciada, sí, pero más bien minoritaria se convirtió en apenas meses en todo un fenómeno. Y cuando las charlas sobre el destino de Walter Whote empezaban a diluirse, llegó su sucesor en el trono del capítulo más comentado desde donde menos se esperaba, desde CBS y "The good wife".
La quinta temporada de esa serie, de hecho, ha vuelto a situarla de lleno en las conversaciones sobre las mejores series en emisión ahora mismo, sirviendo también un poco para reivindicar a las networks y para llamar la atención sobre el cansancio que empieza a notarse alrededor de los títulos que sitúan a un antihéroe en su centro. "Hitting the fan" representa un destilado de todas las virtudes del título protagonizado por Alicia Florrick, y también ejemplifica el alto nivel con el que la serie ha arrancado una quinta entrega en la que ha cambiado el status quo de casi todos los personajes. No es que "The good wife" se haya vuelto "buena", porque lo ha sido siempre, sino que está revigorizada y yendo a por todas sin dárselas de drama de prestigio. Las charlas sobre estos cuatro episodios han dominado 2013 en cuanto a la seriefilia por Internet, así que no es raro que figuren en casi todas las listas de los mejores capítulos del año.
5 comentarios:
Me quedo con The Good Wife. El número 100 no ha sido ni mucho menos olvidable ^^ (¡está en su mejor momento!)
Y se merece que vuelva a estar en el centro de todas las conversaciones.
Me encanta que hayas hecho el artículo sin soltar ni un spoiler, porque de las cuatro series, me he visto las primeras tres. A The Good Wife le tengo demasiadas ganas, pero ya van 5 temporadas y por falta de tiempo, me lo pienso dos veces.
sin embargo, puedo hablar con propiedad de Girls, JdT y BB. De la primera recuerdo que una amiga me comentó muy enojada que no se creía ese episodio porque "Vamos, una tía gorda como Hannah no follaría así de seguido y mucho menos con un Patrick Wilson".
De las lluvias, bueno, ya no soy una "chica del verano" (término para aquellos que no han leído los libros) pero para la fecha de emisión del capítulo no me había leído Tormenta de Espadas y la sorpresa que me llevé fue grande, aún recuerdo el monólogo de Michelle Fairley y se me eriza la piel (aunado a sus pensamientos en el libro, ya me podría poner a llorar aquí).
Por otro lado, con Breaking Bad, admito ser de esas que se subió al carro muy tarde, pero es por culpa de The Sopranos, que monopolizó todo mi tiempo a comienzos de este año. Sin embargo, logré verme las cinco temporadas antes del capítulo final en una mega maratón que me dejó sin uñas. Es sin duda, una de las mejores series que he visto en mi vida.
Reina Parra, no obvies The good wife por muchas temporadas de retraso que lleves. Merece la pena.
El último de "Orange is the new black" no tuvo desperdicio
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