Cuando queremos explicar que dos cosas no tienen nada que ver, que entre ellas no hay relación de causa-efecto, no es raro que digamos eso de "qué tiene que ver la velocidad con el tocino" (habrá quien nos responda "que a más tocino, menos velocidad", pero eso lo dejamos para otro día). Es una frase hecha que podría aplicarse perfectamente al peso relativo de la calidad frente a la audiencia a la hora de renovar una serie (y al revés), algo que nos empeñamos en mezclar con insistencia cuando una y otra no tienen por qué ir de la mano y, en muchas ocasiones, parecen dos entes que conviven de modo independiente.
En los comentarios de esta entrada sobre la renovación por una segunda temporada de "El barco", no falta quien se queja de que cómo puede esa renovación ser "lógica" si la opinión más o menos generalizada es que la serie no es gran cosa, siendo benévolos. Pero cuatro millones de espectadores y una cuota de pantalla del 20% son argumentos de peso para que sea de cajón que Antena 3 quiera seguir contando con ella. ¿O porque a unos pocos les parezca mala van a desperdiciar un éxito semejante? La audiencia en directo sigue siendo el rasero para determinar si una serie sobrevive o se hunde en su primer chapuzón. "Lone Star" podía tener un piloto muy bueno, pero si no lo vio nadie, Fox no iba a mantenerla en antena como medida de caridad. Y "Dos hombres y medio" podrá tener muy malas críticas, pero se disuelven como un azucarillo en el café frente a más de 12 millones de espectadores (los problemas de Charlie Sheen sí tienen el potencial de dar al traste con ella, no su calidad ni su audiencia).
De vez en cuando hay excepciones a estas normas, series de calidad que acumulan buenas críticas, pero audiencias paupérrimas, y que se salvan porque ese prestigio permite buscar un acuerdo que las haga un poco rentables para las cadenas: "Friday Night Lights" se salvó gracias a la colaboración entre DirecTV y la NBC, "Chuck" está teniendo una cuarta temporada gracias a los patrocinios y la promesa de sus responsables de recortar gastos, "Padre de familia" volvió de entre los muertos por las ventas en DVD, que en parte eran una de las razones por las que Syfy no canceló "Battlestar Galactica" en la tercera temporada... Sólo con buenas críticas no se va a ninguna parte, ahí están esta temporada "Terriers" o "Rubicon" para probarlo, y a veces, incluso aunando eso, prestigio y premios para la cadena y una audiencia relativamente exitosa, la supervivencia de una serie no está garantizada. "Mad Men" es LA serie de AMC, pero las negociaciones para renovarla año a año son siempre un suplicio (un gran fan como "Serieina" suele seguirlas muy de cerca). El dinero...
2 comentarios:
Es que el problema de Mad Men es que tiene tanta notoriedad (aunque para rentabilizarla tengan que hacer malabarismos) que tanto Matthew Weiner como los actores implicados quieren sueldos de estrella de network cuando, por no ser, no son ni estrellas de cable (categoría donde entraría Kyra Segwick, por ejemplo).
Creo que, más que los actores, el problemático para renovar es Weiner. Y luego suele costar que la productora, Lionsgate, y AMC se pongan de acuerdo. Mad Men no es nada barata de producir.
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