27 febrero 2014

Cómo Verónica Mars puede cambiar Hollywood

El próximo 14 de marzo es un día que los fans de "Verónica Mars", aquella pequeña serie que se estrenó el mismo día que "Perdidos" y que fue cancelada por The CW tres temporadas más tarde, tienen marcado en rojo en sus calendarios desde hace meses, porque es el día en el que la avezada detective privada de Neptune (o ex detective privada) volverá del olvido de la cancelación con una película financiada, precisamente, con el dinero de esos fans. Aquella exitosa campaña de Kickstarter, lanzada por Rob Thomas y Kristen Bell (creador y protagonista de la serie, respectivamente), era la única manera en la que podía haber una mínima posibilidad de "Verónica Mars" regresara en forma de película, y lo curioso del asunto es que algo que era minoritario, y que salía adelante por el empeño de sus responsables y de sus fans, se ha convertido en un experimento que se va a observar muy de cerca por parte de los principales medios estadounidenses y de Hollywood, en general. Que el proyecto lograra la portada de Entertainment Weekly por primera vez, siete años después de ser cancelada, es un indicativo del elevado perfil que ha adquirido de golpe Verónica.

El interés que la industria tiene en este pequeño film de apenas seis millones de dólares de presupuesto lo resume un artículo en The Wall Street Journal de un modo muy sencillo; es el primer estreno de una major que se va a saltar las ventanas de distribución, pues el día 14 no sólo se verá en 270 cines repartidos por Estados Unidos (y otros cuantos en Canadá, Alemania, Reino Unido y Francia, creo), sino que también estará disponible en las principales plataformas de vídeo bajo demanda (o VOD). Películas como "Bubble", de Steven Soderbergh, experimentaron con esta estrategia en 2005, cuando el vídeo en streaming estaba todavía lejos de la popularización que ha alcanzado en los últimos dos o tres años, pero eran básicamente producciones independientes de las que las cadenas de cines no iban a poner el grito en el cielo si se saltaban los 90 días que pasan tradicionalmente entre el estreno en salas y la publicación en DVD o en plataformas online, como ocurrió cuando Disney intentó hacer algo así con "Alicia en el País de las Maravillas" de Tim Burton.

En estos dos o tres últimos años, muchas películas independientes han encontrado un mercado precisamente gracias a los estrenos directamente en VOD (en España, se van muchas a Filmin, como el documental "Stories we tell"), y Warner va a utilizar "Verónica Mars" para poner a su nueva división de distribución digital a trabajar a pleno rendimiento. En Variety señalan que esos departamentos digitales pueden asumir el papel que hacían las divisiones independientes que los estudios tuvieron en la década de 2000, divisiones que, en el caso de Warner, permitieron por ejemplo que George Clooney hiciera "Buenas noches y buena suerte" y que se estrenara "Antes de atardecer", la segunda secuela de "Antes de amanecer". Con un modelo de negocio cada vez más orientado a lo que se denominan las tentpoles, las películas con presupuestos infladísimos dirigidas a reventar taquillas entre abril y agosto, y alrededor de las que gira toda la estrategia de estrenos del año, la única opción que tienen los filmes que cuestan lo que ha costado "Verónica Mars" es ser vistos a través de VOD.

Pero lo que veremos a partir del 14 de marzo será más bien un experimento, más que un cambio de modelo. A no ser que la película se convierta en un éxito sorpresa (lo que es dudoso), la exhibición en cines servirá más como maniobra publicitaria para los pases en streaming que otra cosa, y a lo mejor hasta aumenta las ventas de DVDs de la serie, una de las más disfrutables que ha dado la televisión estadounidense desde ese 2004 tan cacareado. Su plan de distribución es más modesto que el de "Serenity", así que será más fácil que cumpla las expectativas del estudio, y también está más en consonancia con ese auge de las plataformas de streaming tipo Netflix.

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