02 febrero 2014

Compradores de Dallas y adolescentes sin futuro

Unas de las carreras de los Oscar que parecen más decididas, junto con actriz principal, son las de actor y actor secundario. Desde el momento en el que "Dallas Buyers Club" empezó a recibir atención, y galardones, para sus dos principales protagonistas, Matthew McConaughey y Jared Leto, quedó claro que tenían el Oscar al alcance de los dedos, y una vez se ve la película es fácil distinguir por qué. No es sólo la transformación física de ambos para dar vida a dos enfermos de sida en 1985 (algo que siempre llama mucho la atención de la Academia de Hollywood), sino el modo en el que interpretan a Ron Woodruff, un mujeriego homófobo y borracho, y Rayonne, un travesti drogadicto. El primero es diagnosticado cuando todavía se pensaba que era una enfermedad de yonquies y gays y, más en concreto, muy de ambientes marginales, y el shock que se lleva es mayúsculo. No se le ocurre que a él, que se tira a todas las mujeres que se le pongan a tiro y que esnifa cocaína en cualquier parte, le pueda pasar, pero lo interesante de Woodruff es lo que hace una vez que lo asume.

La película está basada en una historia real del "club" que Woodruff montó para que otros afectados como él pudieran acceder a medicamentos que mejoraban sus condiciones de vida, pero que la FDA no aprobaba. Lo curioso es que, para él, ese club no es una obra de caridad, sino un negocio, y el retrato que se hace de él nunca pierde eso de vista. Aunque pelee con todo lo que tiene por conseguir esas medicinas, y aunque termine ayudando a bastante gente, Woodruff nunca deja de pensar en ello como una oportunidad de negocio. A pesar de su pugna con el gobierno estadounidense, nunca lo vemos como un mártir, que sería lo más fácil. "Dallas Buyers Club" nos muestra la historia más humana de Ron y Rayonne, su lucha por lograr los medicamentos y el completo desconocimiento que había entonces sobre el sida, y no cae en el sentimentalismo fácil, sino que dota a sus personajes de mucha dignidad.

Últimamente, parece que el festival de Sundance es la nueva cantera de actores jóvenes de la que se nutre Hollywood. Allí se descubrió a Jennifer Lawrence, y allí hubo tres revelaciones el año pasado; Michael B. Jordan y los dos protagonistas de "The spectacular now", Miles Teller y Shailene Woodley. La segunda, sobre todo, ha dado un salto realmente curioso de protagonizar en televisión "The secret life of the American teenager" a quedarse a las puertas de una nominación al Oscar por "Los descendientes" a ser, ahora mismo, la reina de las adaptaciones de libros de jóvenes adultos, esa categoría en la que se encuadran tanto "Crepúsculo", como "Los juegos del hambre", como las dos próximas cintas de Woodley, "The fault in our stars" y la saga "Divergente". Buena parte de esa posición se empezó a cimentar justo en "The spectacular now", una película que sigue en realidad a Sutter, un adolescente que no tiene más aspiraciones en la vida que pasarse el día medio borracho, ir a trabajar a una tienda de ropa de caballeros y pasar el rato con su novia, hasta que ella le deja precisamente por esa falta de aspiraciones.

En éstas, Sutter conoce a Aimee, una chica que pasa desapercibida en el instituto, y traba con ella una particular relación en la que ninguno de sus amigos cree, excepto ellos. No es nada excesivamente romántico ni dramático. De hecho, lo que más destaca es el naturalismo de las interpretaciones de Woodley y Teller, y cómo vamos viendo poco a poco los sueños que ella tiene, y que cree que nunca podrá cumplir, y las razones detrás de la actitud de él. Es una película muy de Sundance, pero bastante estimable, que no ofrece tampoco una visión idealizada de los adolescentes o que busque la provocación. Sus personajes son de esa manera, y no resulta complicado entenderlos. Teller, además, evita que Sutter pueda convertirse en algún momento en un tipo insoportable, y es la relación de los dos protagonistas lo que hace que la película merezca la pena.

Música de la semana: A veces, una misma canción empieza a sonar en varios sitios al mismo tiempo sin que sepamos muy bien por qué. Es lo que ha pasado con la versión que Mourning Ritual ha hecho de "Bad Moon rising", que se ha escuchado tanto en el trailer de la segunda mitad de la cuarta temporada de "The Walking Dead" como en el arranque de la segunda de "The Following". Mejor nos quedamos con la original de Creedence Clearwater Revival.

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