La medida de Anton Chigurh, el frío y despiadado asesino de "No es país para viejos", la da Carson Wells, otro asesino a sueldo, cuando le preguntan cómo de malvado es Chigurh: "¿Comparado con qué? ¿Con la peste bubónica?". El asesino del corte de pelo a lo Príncipe de Beukelaer y el arma de aire comprimido para matar reses es una verdadera plaga que desciende sobre el condado texano donde el personaje de Tommy Lee Jones es el sheriff desde hace años, lo mismo que lo fue su padre, un sheriff que pertenece a otra época y que siente que el mundo le ha pasado por encima.
Aunque la película siga la persecución que sufre Llewellyn Moss al quedarse con dos millones de dólares que encuentra en el desierto, son Chigurh y el sheriff los verdaderos protagonistas de la película; uno por representar la violencia y la maldad sin ningún tipo de justificación, y el otro por mostrar a un hombre que intenta mantener su integridad en un mundo que no comprende, y que le horroriza.
Aunque no sea la mejor película de los hermanos Coen, no puede negar que ellos son los responsables, con sus toques de humor macabro (vaya fauna de recepcionistas...), la escena del reconocimiento de la escena del crimen, que parece "Fargo" en el desierto, y esos personajes en los que ninguno dice ni una sola palabra de más. Hay muy poco diálogo en la película y todo se cuenta en imágenes, con unos sensacionales y muy westernianos planos del desierto de Texas. El ritmo, por eso, puede resultarle lento a algunos espectadores, pero es el más eficaz para que seamos conscientes de la crueldad y la violencia no sólo de Chigurh, si no de toda la situación en la que se ve envuelto Moss.
Javier Bardem está realmente estupendo. Transmite la desconexión de Chigurh de todo lo que le rodea, su lógica extraña, su maldad, y todo lo hace con una mirada entre extraviada e intensa y una economía de gestos y de movimientos. Sólo su silueta ya es sinónimo de peligro. El resto del reparto no le desmerece en absoluto, y Tommy Lee Jones sigue dando lecciones de presencia. Por cierto, que medio reparto de "No es país para viejos" aparece también en "En el valle de Elah", incluyendo al propio Lee Jones, Josh Brolin y Barry Corbin. ¿Es que había un dos por uno, o algo así?
P.D.: La conexión con "Perdidos" de la foto de la entrada de ayer es sencilla (y cuidado, que hay spoilers): el jugador de los Phoenix Suns es Kevin Johnson, igual que el alias de Michael en el barco de Charles Widmore. Johnson está considerado uno de los mejores bases de la NBA, y formaba una pareja de muchos quilates con Charles Barkley, con el que llegó a unas finales de la NBA en 1993. Lástima que enfrente estuvieran los Chicago Bulls de Michael Jordan. Hagamos apuestas. ¿Aparecerá el Gordo Barkley en "Perdidos"? ¿Lo hará Dan Majerle?
5 comentarios:
Bueno, parece que aparte del baloncestista hay un escritor católico con el mismo nombre que escribió cosas como "Can I Be a Christian Without Being Weird?" (¿Se puede ser cristiano sin ser raro?). Que biblioteca tan rara tienen estos tíos.
La madre del cordero... ¿Y a ese hombre le echaron algo en el té mientras escribía ese libro? ;-)
Efectivamente, me he comido un buen spoiler de perdidos. Si es que voy un poco atrasado... lo sé.
Mil perdones, crítico, pero estabas avisado :-). Aún así, tampoco es un spoiler demasiado grande porque se veía venir a la legua.
Sobre la peli decir que a mí hacía mucho que una peli no me provocaba tanta satisfacción como este "No country for old men". La 1º hora de la peli es excepcional y aunque luego baje un poco el ritmo, me encantó.
Que bueno lo de Kevin Jhonson jejeje. Por cierto Crítico, no llevar Lost al día es mu mu peligroso !!!
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