"Bored to death" tiene un problema para mí: su protagonista. El amigo Jonathan Ames a veces quiere ser demasiado indie, demasiado bohemio de Brooklyn (que es como el no va más últimamente en Nueva York) y demasiado estupendo, y eso a mí me echa para atrás. El piloto sufría del mismo problema, pero no sé si más adelante han rebajado el tono independiente o si es que yo me he acostumbrado a él, pero los capítulos siguientes son bastante mejores que el que servía de presentación.
Tal vez la clave esté en que, mientras no lo encuentro la gracia al personaje que interpreta Jason Schwartzman, George y Ray son dos secundarios que valen por toda la serie. Ted Danson lo clava como el editor de Jonathan, deesperado por volver a vivir una juventud y un estilo de vida que, desde luego, hace años que lo dejaron atrás, y que él cree ver reflejados en Jonathan y la excitante doble vida de escritor y detective privado sin licencia que él se imagina que lleva. Su actitud "culo veo, culo quiero" cuando habla con el escritor ha dejado unnos cuantos buenos puntos (el del herpes del segundo episodio, por ejemplo). Zach Galifianiakis, por su parte, le da un aire como de niño desvalido a Ray que le va bastante bien en medio de su sensación de estar atrapado en su vida familiar. Igual por eso dibuja esos cómics de superhéroes.
Me hizo gracia leer la "teoría de las películas de Star Trek" que Alan Sepinwall aplica a la serie, diciendo que le gustan los capítulos pares, pero no los impares, y que resume esa ligera falta de consistencia inicial de la comedia. Cuando Jonathan va menos de indie a la última, de "soy un intelectual atormentado que sufre por amor" (y con una excesiva querencia por el vino blanco y los porros), y saca su lado patético, a mí me resulta más divertida. De todos modos, Ted Danson roba limpiamente todas las escenas, como ya hacía en "Daños y perjuicios", y él sólo justifica ver "Bored to death" con asiduidad. No es una serie tronchante, pero tiene algunos momentos.
P.D.: El título de la entrada, por cierto, viene de esta canción de Fountains of Wayne.
8 comentarios:
Efectivamente, los pilares de Bored to Death estan en el patetismo de Jonathan, y en los secundarios. Sobre todo en Ted Danson (y su peluquín), que no solo se come al resto de personajes en todas las escenas que comparten, si no que por sí solo sus apariciones son de lejos lo mejor de los episodios.
A mi me está gustando bastante y eso que no sabía muy bien que esperar de la serie.
¡Saludos!
Ted Danson es MEGACRACK ;-) Y lo ha sido siempre el tío. Qué poco reconocido ha sido el tipo, ¿no? Me parece un actor infravaloradísimo.
Lo que le ha pasado a Ted Danson es que Cheers lo devoró, y no ha podido salir de la sombra de Sam Malone hasta hace muy poco. Pero, efectivamente, es un crack de los de Flópez ;)
Yo estaba deseando que mataran al personajes de Ted Danson en Damages, lo odiaba a muerte.
Bored To Death me está gustando incluso el tonillo bohemio de Brooklyn que mencionas, Ted Danson increible, y las situaciones cada día más estrambóticas, que sigan así.
Justo el tonillo bohemio a mí me deja fría a veces. Por eso igual Jonathan me parece un memo ;)
La cita que has escrito en tu cabecera... Ains. Que escalofrío de emoción que ha recorrido por mi cuerpo.
El tercer capítulo, con Jim Jarmusch y la consulta del psiquiatra, es una delicia. Eso sí, irregular. Porque el siguiente era un tostón...
Yo soy de los que piensa que la serie crecerá. A ver.
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