10 marzo 2011

Sueños

AVISO SPOILERS: No iba a incluirlo, pero supongo que debería hacerlo por si se me va la lengua más de la cuenta sobre la séptima temporada de "House" y, especialmente, el episodio "Bombshells".

En la universidad, tenía un profesor cuya clase consistía en escribir todos los días algo (un relato, una noticia, una reseña...) que luego leíamos delante de nuestros compañeros para que estos pudieran comentarlo. En una ocasión, una compañera escribió un cuento que seguía a un personaje que, de la noche a la mañana, se encontraba en medio de un Madrid cubierto por las aguas. No sabía qué había pasado ni si aquella situación era reversible, y sólo podía ir de un sitio a otro viendo, por ejemplo, a la Cibeles ahogada. Sin embargo, cuando llegó al final, optó por cerrarlo con un "entonces me desperté y todo había sido un sueño", un recurso calificado por el profesor como cobarde que estropeaba una historia que había empezado muy bien.

En las series, muchas veces se emplean sueños y fantasías de ese modo; en ellos se avanza de repente por un camino del que la trama normal siempre se ha mantenido cuidadosamente apartada (las clásicas consumaciones entre personajes con una evidente tensión sexual no resuelta, de las que luego si te he visto, no me acuerdo, o muertes de gente que sabes que no puede morir), y el sueño no es más que un paréntesis, una digresión en la que han estado jugando con el espectador. Otras veces, sin embargo, esas fantasías expresan algunos de los sentimientos que los personajes albergan y que sólo intuimos, porque ellos no los expresan. Nos revelan otro lado suyo y de sus relaciones con otros personajes, y nos ofrecen un nuevo punto de vista desde el que ver el resto de la serie.

En los últimos años, han cumplido ese objetivo, entre otros, el capítulo musical de "Fringe" o el final de la cuarta temporada de "Bones" (aunque al principio no lo parecía). Lo hizo "Mujeres desesperadas" creo que en la cuarta temporada, optando por otro clásico como "qué habría pasado si esto no hubiera ocurrido", y me parece que "Anatomía de Grey" tuvo un episodio muy comentado con un sueño/experiencia extrasensorial de Meredith, o lo que fuera. "House" se ha aficionado a utilizar las fantasías como modo de expresar los temores y ansiedades sobre todo de su protagonista principal, pero a veces también se acuerda que hay más gente en el Princeton Plansboro y, especialmente, que tiene por ahí a dos secundarios tan eficaces como Cuddy y Wilson.

Ella es la protagonista de "Bombshells", ella y sus miedos, primero a un posible cáncer y, relacionado con ello, a su relación con House y a que él no esté a la altura. Otras veces he comentado que, a veces, los guionistas parecen tener miedo al cambio, y siempre que han amagado con una evolución en House, este ha vuelto a las andadas al cabo de cuatro episodios. Ahora, al menos, han tardado 15, y es cierto que el doctor sí ha cambiado un poco, pero me habría gustado ver hasta dónde llegaban si Huddy hubiera superado esta recaída, o si él no hubiera recurrido a la Vicodina, o si David Shore hubiera optado por romper su creencia de que la gente, fundamentalmente, no cambia. No es exactamente un paso atrás (o eso espero) y tampoco es un "salto del tiburón", pero sí parece que, si House no es miserable y no se comporta como un bastardo, no saben qué hacer con él. Greg, de todos modos, no es exactamente igual que al principio de la serie, así que veremos por dónde lo llevan.

Lo que resulta muy curioso de "Bombshells" son todas sus referencias cinéfilas y televisivas, continuando una tendencia que empezaron a explotar en "Two stories", con House homenajeando a "Pulp Fiction" y citando desde "Algunos hombres buenos" a "Los cazafantasmas". Los sueños de Cuddy pasan por una cachonda parodia de "Dos hombres y medio" a una tradicional serie familiar de los 50 (en el que Hugh Laurie tiene casi la misma cara que tenía en "Stuart Little"), a "Dos hombres y un destino", a un número musical final,a los sones de "Get happy", que a mí me recordó mucho a "Empieza el espectáculo". También vemos un sueño de House, en el que su bastón se convierte en un arma infalible para rescatar a Cuddy de una horda de zombies. Fueron unos segmentos realmente divertidos que, además, nos ilustraban bastante bien sobre lo que ambos personajes más temen.

2 comentarios:

Nahum dijo...

La verdad es que fue bastante sorprendente, la verdad. Aunque precisamente House es una serie que se permite licencias creativas en dos o tres episodios por año, ¿verdad? A mí me gustó mucho lo de Dos hombres y un destino y la parte musical, buenísima.

Ah, había unas secuencias oníricas muy logradas en la quinta temporada de Rescue Me, con un personaje al que también iban a operar. Y luego está el clásico "detective cantante", referente de todo esto siempre, I guess.

Unknown dijo...

El musical estaba muy logrado, sobre todo porque tenía un puntillo inquietante.

Sí, en House de vez en cuando les gusta jugar con saltos temporales, sueños y cosas así, para salirse un poco de su fórmula.