El revuelo que armó "Jericho" el año pasado fue tremendo. No porque fuera un éxito de audiencia, o porque despuntara por ser novedosa, sino por su muerte y resurrección al final de la temporada, motivada por la reacción de unos fans devotos (y que tenían dinero para comprar toneladas de cacahuetes). Lógicamente, era de esperar que, en cuanto la estrenase Telecinco, la curiosidad moviera a muchos espectadores, para los que esta serie es una opción de pasar el rato en las noches veraniegas. De momento, en España está manteniendo una audiencia bastante decente, pero no se puede decir que vaya a pasar a la historia de la televisión más que por el fuerte poder de convicción de sus seguidores.
La trama que recorre toda la temporada de "Jericho" es suficientemente intrigante para ir viendo más episodios. Desde el pueblo se ve un gran hongo nuclear en la dirección de Denver y, acto seguido, se queda incomunicado. Nadie responde a sus avisos por radio, no hay televisión... Sólo hay un personaje, el recién llegado Hawkins, que parece saber algo más que el resto (y que parece formar parte de algun tipo de plan relacionado con las bombas), pero el pueblo está informativamente a oscuras. Por diversos medios nos enteramos de que ha habido más ciudades atacadas y de que, incluso, se dispararon misiles desde suelo estadounidense, pero poco más. Hay un par de golpes de efecto bien logrados (las chinchetas con las que Hawkins marca las ciudades atacadas, sin que las veamos, y el informativo chino que se capta en la tele del bar en medio de muchas interferencias) y realmente se intuye alguna maquinación a gran escala. Eso, bebiendo directamente de las películas que trataban la paranoia anti-comunista nuclear de la Guerra Fría, es lo que sostiene el interés, porque cuando deciden enfatizar las relaciones personales entre los habitantes del pueblo, el edificio se resquebraja. Intenta seguir el modelo de "Perdidos" olvidando que en esa isla, además de misterios extraños, hay personajes muy interesantes.
El referente más claro de "Jericho" es la película "El día después", en la que un pequeño pueblo de Kansas debía lidiar con las consecuencias de un ataque nuclear en plena Guerra Fría. Si ésta apostaba por mostrar gráficamente todo, en la serie optan por el desconocimiento y por ir revelando, poco a poco, el tapiz de los acontecimientos. Me perdí los dos capítulos del martes pero, por lo que he ido viendo, mientras aún se desconoce quién los atacó, Hawkins puede indicar alguna conspiración, o algo así, de alto nivel, que sabía lo que iba a pasar y estaba preparándose para actuar en los días siguientes. El resto del pueblo presenta muy poco interés, con relaciones encorsetadas en el cliché, discursos patrióticos que intentan reflejar el panorama actual post 11 de septiembre y un protagonista, Skeet Ulrich, rescatado de entre las nieblas de los 90 y la generación X.
6 comentarios:
Era una de las nuevas series de la temporada pasada que más llamaba mi atención. Pero fue ver el piloto, con esos personajes y esa manera de solucionar los conflictos tan irreal y edulcorada que me olvide de la serie.
Lo has clavado. La historia no es que tenga mucha chicha, pero lo de las relaciones personales raya lo estúpido. Unos personajes planos y más simples que un florero. Lo de los cacahuetes es digno de estudio.
Pues vaya... Yo la había dejado pasar en Telecinco por pereza, pero estaba en mi lista... pero me estáis dando unos ánimos para verla...
salu2
Bueno, te puede valer como un entretenimiento sin más, de los de desconectar un poco la neurona. ;-)
jajaja
también estaba en mi lista...
creo que la dejaré pasar y me centraré en Héroes, después de BSG.
Nos vamos este fin de semana de acampada, 20 km de caminata y luego montar la tienda :)
Cuando yo vi a skeet ulrich salvando a los niños dije, hasta aquí he llegado.
Además que hay cosas muy raras, le dice a la chica que tiene que conducir ella porque se está desmayando y luego llega él mismo al pueblo, y mientras pone unas caras de subnormal que piensas que además de estar horrible sigue siendo pésimo como actor. (Que hay algunas viejas leyendas que renacen con talento)
También me tiró para atrás la prota, una rubia con más operaciones de estética en la cara que Elsa Pataky en todo el cuerpo.
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