En muchas ocasiones hemos discutido el peso de las expectativas sobre el disfrute de una serie. Si ves "United States of Tara" esperando una sitcom, te llevas un buen varapalo, y si te acercas a "Fringe" esperando algo más serializado en la línea de "Perdidos", te quedas bastante frío. A veces, la presentación de la serie puede llevarnos a engaño. El piloto de "El mentalista" nos presenta a Patrick Jane, su protagonista, ineludiblemente unido a Red John, o John el Rojo, el asesino en serie que mata a su mujer y a su hija y lo obliga a dejar su trabajo como "vidente" televisivo. Jane empieza a poner sus grandes dotes de observación y deducción al servicio del CBI para estar más cerca de la investigación de los crímenes de Red John, y su implicación personal es tan grande, que los capítulos que lidian con esa trama son, a la fuerza, más intensos e interesantes que los demás.
Sin embargo, aunque para Jane atrapar al psicópata es capital, para la serie es un motivo recurrente mucho menos importante. Al fin y al cabo, es una trama para la duración de toda la serie, y no para sólo una o dos temporadas. La identidad de Red John no se conocerá hasta el último episodio, igual dentro de seis temporadas, por lo que su caza sólo aparece de vez en cuando, en unos episodios que, por ser tan inusuales, adquieren categoría de especiales y se suelen reservar para el principio y el final de temporada y para algún momento concreto entre medias, como los sweeps. Mientras tanto, la línea general de "El mentalista" es de una serie detectivesca en la que la estructura de los casos y la figura de Jane la emparentan no sólo con las historias de Sherlock Holmes, sino también con las de Hercule Poirot, Auguste Dupin, Lord Peter Wimsey y cualquier otro detective aficionado, con dinero y gran inteligencia, que ayuda a la policía a resolver casos que ellos solos no son capaces de desentrañar.
Con ese esquema y esa herencia, no es raro que los agentes del CBI vayan casi siempre por detrás de las maquinaciones de Jane, que se ha aficionado a montar algún pequeño engaño al final para atrapar al asesino. Lisbon es algo así como la Lestrade del Holmes de Jane, y el resto de policías bailan siempre al compás que éste marca. La fórmula chirría en unos secundarios que, aunque parecía que iban a estar más desarrollados, se han quedado en apenas unos espejos sobre los que Jane lanza sus pensamientos, y en unos casos que, últimamente, son bastante ligeros y fáciles de adivinar. Sin embargo, no es John el Rojo (o la falta de más apariciones suyas) el problema que puede tener "El mentalista". No es un serial sobre la investigación de los crímenes de este asesino en serie, sino una colección de historias breves protagonizadas por un peculiar detective. Jane sigue siendo un personaje interesante. Sólo necesita investigar casos más a su altura.
Música de la semana: "Parenthood" ha recuperado los títulos de crédito que antes tanto se llevaban, sobre todo en estos dramas familiares. Aunque utiliza de sintonía "Forever young" de Bob Dylan, esta semana vamos a quedarnos con otra que sonó en el último capítulo emitido, "Shine on", de los ingleses The Kooks.
6 comentarios:
Cuánta razón tienes al definir The Mentalist como una serie detectivesca protagonizada por un peculiar (y muy carismático) detective, que tiene una historia de fondo. Y eso es todo. Eso fue lo que yo compré, junto a la sonrisa de Jane, y disfruté esos poco episodios en que la serie se ponía más "roja", pero no era la razón por la que la veía.
Ahora mismo la tengo aparcada por falta de tiempo, pero especialmente porque los casos no me parecen muy interesantes, teniendo otras cosas que ver.
Al final, me pasará como con la primera temporada: haré un maratón para ponerme al día y caso resuelto.
Es que estas series tienen que tener unos casos más o menos interesantes para que la audiencia pueda intentar solucionarlos a la vez que Jane. Y creo que deberían relajarse un poco en la utilización del engaño de Jane para solucionar el caso. Llevan muchos episodios seguidos así y al final le vamos a tomar manía a él porque va demasiado sobrado.
Pues esta segunda mitad de la segunda temporada de El Mentalista está siendo una decepción tremenda, desde que se cargan a Bosco y dimite el jefe parece que están en tierra de nadie esperando que John Red vuelva a hacer de las suyas. Es de un tedio infinito. Lástima. Ya nos sabemos los trucos de Jane y como bien dices, los casos no están a su altura.
A mi me irrita poderosamente, me pasa lo mismo con Castle, la sonrisita y el desenfado. Es una serie sobre gente que muere, no veo que sea para estar todo el día de cachondeo. No todos los detectives tienen que ser tan circunspectos como Grissom pero si al menos deberían de tomárselo tan en serio como Jessica Fletcher.
Y los casos son de preescolar, se adivinan antes del primer corte publicitario, no puedes ponérselo tan fácil al público, los fans del género queremos un poco más de caña.
No puedo estar más de acuerdo con lo que dices en tu entrada :)
A mi me vendieron la moto: ver a Baker con su sonrisa encantadora y las minicapsulitas de Red John, pero la serie no tiene más. Es cierto que parecía que los secundarios iban a dar mucho juego, pero sólo son pequeñas marionetas al son de Jane. Eso sí, com ya apuntó angelluis, la segunda temporada empezó a un nivel alto gracias a todo el lío con Bosco, incluso emitiendo un capi para que se medioluciera Lisbon. Y ahora han vuelto a la misma dinámica de siempre en la que ya uno pide casos mucho más complicados de resolver.
Llevo unas semanas que no sé si dejar The Mentalist o seguir viendo unos capis de cómida facilona y rápida que sólo buscan entretenerte 40 minutos. La serie no tiene ni tendrá más pretensión que esa.
Doy por hecho de que John el Rojo aparecerá poco pero eso no quita para que la serie esté últimamente perdiendo todo el respeto que se ganó por mi parte al principio de esta segunda temporada.
Es el clásico caso en el que se nota que los guionistas se han quedado un poco dormidos y ni a Jane le hacen brillar. Espero que sea un leve bajón (visto hasta el 2x14) y la cosa vuelva a ponerse tan divertida como cuando empezó este año, con o sin John el Rojo.
Publicar un comentario