30 junio 2013

La reválida de "The Killing"

Cuando AMC estrenó esa tercera temporada que nadie pensaba que tendría "The Killing", lo que casi todo el mundo se preguntaba era sí corregirían los defectos que lastraron las dos primeras, y que la convirtieron en el paradigma del hate-watching junto con "Smash" y "The newsroom"; a saber, la constante presencia de callejones sin salida y falsos culpables, la excesiva potenciación de la lluvia para establecer una atmósfera, el hecho de que Linden fuera tan "hostil" y que renunciara a presentarse como un personaje que fuera fácil de apoyar y, sobre todo, que alargaran la investigación del asesinato de Rosie Larsen durante esas dos temporadas. Algunos de esos defectos venían heredados de "Forbrydelsen", la serie danesa que adaptaban a la televisión estadounidense, y "The Killing" no hizo más que amplificarlos. Algunos de los sospechosos no tenían un papel tan prominente en la serie original, y es cierto que el carácter de Lund llegaba mejor al espectador que el de Linden, incluso siendo igual de hostil.

Así que, como decíamos, había bastante curiosidad por confirmar si, con una nueva temporada en la que contaran un nuevo caso, separado del de Rosie Larsen, y en la que no adaptaran ninguna historia proveniente de "Forbrydelsen", Veena Sud y compañía lograrían redimirse a los ojos de los críticos y de buena parte del público que los abandonó al finalizar la primera entrega. Lo cierto es que pretender atraer nuevos espectadores, o recuperar a los que se quedaron por el camino, no es algo que parezca muy realista. "The Killing" es, básicamente, la misma serie que era al principio. Sigue lloviendo mucho, los personajes siguen moviéndose de noche o bajo cielos muy nublados, y Linden no es de repente Miss Simpatía. Sin embargo, sí da la sensación de que, de momento, la historia que quieren contar está mejor hilada en todos sus frentes. La subtrama política de las primeras temporadas nunca estuvo bien integrada con la policial (algo que sí hacía mejor la danesa), y esta vez, ese vistazo a la subcultura de los chicos de la calle tiene mucho más sentido con el caso que están investigando. Hasta la tercera pata, que es la línea argumental de Ray Seward en el corredor de la muerte, tiene sentido temáticamente, aunque esté, por ahora, más desconectada de las demás.

Y la serie se está preocupando por no perder nunca el foco de Linden y Holder (al fin y al cabo, si el estudio se puso a buscar otra cadena para la serie después de que AMC la cancelara, fue para no dejar escapar tan rápido a Joel Kinnaman y Mireille Enos). Ella se mantiene más o menos igual que hasta ahora, pero esa marcha voluntaria de la policía le ha sentado bien al personaje. Parece ser más consciente de que tiene que tener cuidado de no volver a dejarse atrapar por la espiral de autodestrucción que la acecha siempre que se toma un mayor interés en algún caso, y ahora es Holder el que ha de vigilar no dejarse llevar otra vez por esa inmersión a fondo en la investigación de su compañera. Desde que empezó la serie, los dos detectives han sido siempre muy entretenidos de ver juntos, y eso no se ha perdido en la tercera temporada. Todavía estamos a la mitad, y es posible que lleguemos a un final que no satisfaga a nadie, pero, de momento, da la sensación de que "The Killing" tiene más claro lo que está haciendo, sin haberse convertido de golpe en otra serie diferente. ¿Que eso le sirva para lograr una cuarta temporada? Dependerá de si el estudio continúa queriendo contar con ella y, probablemente, cómo funcione en Netflix acabe teniendo más peso que la audiencia que tenga en AMC. Los cambios en el modelo televisivo en Estados Unidos son ya imparables.

Música de la semana: Lo cierto es que tuvo cierta gracia, un poco retorcida, que "Defiance" utilizara la canción "We were sick", de The Thermals, en un capítulo que lidiaba con una epidemia. Esta serie no deja de sorprender con sus elecciones musicales.

28 junio 2013

Viernes musical (33): "Warehouse 13"



Hace un par de semanas, "Warehouse 13" concedió a sus personajes un momento de calma antes de la tormenta haciendo que Claudia, la geek oficial de la serie, se subiera a un escenario a cantar "Cherry bomb", de The Runaways, con nada más y nada menos que Cherie Currie, pero no era la primera vez que la actriz Allison Scagliotti se animaba a cantar y tocar la guitarra en la serie. Ya en la tercera temporada amenizó el final de un capítulo con la versión de "Where is my mind", de los Pixies, que se ve en el vídeo de arriba (por desgracia, con el sonido desincronizado). De momento, sin embargo, Scagliotti no tiene ningún grupo ni ninguna carrera paralela como cantante, sino que parece que, como hobby, se dedica a tocar versiones de todo tipo. La serie ha utilizado esa afición ya dos veces, y no sería extraño que volviera a hacerlo para la quinta y última temporada, que sólo tendrá seis episodios.

27 junio 2013

Encerrados bajo la cúpula

Stephen King ha conocido muchas adaptaciones a la pantalla, ya sea grande o pequeña. De "Carrie" o "El resplandor" a "Cuenta conmigo" o "Cadena perpetua" en el cine, en la tele era más habitual que se hicieran miniseries, tv movies, y las dos series que más aguantaron en antena son "La zona muerta", con Anthony Michael Hall, y "Haven", que utiliza de punto de partida "The Colorado Kid" para luego contar otras historias con toques sobrenaturales en el ya clásico pueblo de Maine. Ahora, CBS se sube al carro de King con una serie pensada para el verano, y lanzada casi con el mismo esfuerzo promocional que si se estrenara en septiembre, y que adapta uno de sus últimos libros, "La cúpula".

El punto de partida de "Under the dome" nos lleva a Chester's Mill, un pueblo situado en un idílico entorno rural, el típico sitio en el que todo el mundo se conoce y todo el mundo guarda algún tipo de secreto, que un buen día, sin previo aviso, se ve aislado del resto del mundo al ser encerrado por una enorme cúpula transparente que emite cierta electricidad. La caída de la cúpula desde el cielo corta por la mitad casas, vacas, carreteras, miembros humanos y causa hasta accidentes de avión. Deja al pueblo sin electricidad y sin ninguna conexión con el mundo exterior, ni siquiera a través de la radio, y en los primeros momentos, sus habitantes ni siquiera están muy seguros de que acaban de caer dentro de una gran bola de nieve. Por supuesto, a partir de ahí, veremos lo que el aislamiento provoca en esa gente. ¿Sacará lo peor de ellos? ¿Lo mejor? ¿Se matarán entre sí antes de que pase la primera semana? No pueden contar más que con los recursos presentes dentro de la cúpula, pero éstos no son infinitos.

El material con el que Brian K. Vaughan y Neal Baer cuentan para estos primeros trece capítulos es, realmente, muy interesante, con muchas implicaciones sociales y éticas y muchos caminos por los que puede ir. El piloto sólo nos presenta la situación y a algunos de los personajes principales, apuntando alguna pincelada de las relaciones entre Big Jim (que está claro que va a ser el malo) y Duke, el sheriff, o de quién puede ser ese misterioso "Barbie" que llega a Chester´s Mill para cumplir un encargo, y luego queda atrapado allí. Estando en CBS, es inevitable cierto aroma a "Jericho", y esa misma serie ofrece también un espejo en el que mirarse para no repetir su principal fallo, que era no conseguir desarrollar ningún personaje medianamente interesante. "Under the dome", de momento, tiene a un potencial gran villano con la cara de Dean Norris, y el resto tiene margen para crecer. Vaughan, además de guionista en un par de temporadas de "Perdidos", es un reputado escritor de cómics que sabe mantener un misterio durante bastante tiempo sin que se tambalee demasiado, como demostró en "Y: El último hombre" (aunque el final puede dejar indiferente a bastante gente), pero también ha afirmado que, aunque qué es la cúpula y por qué está ahí puede no responderse enseguida, sí van a resolver unos cuantos enigmas sin esperar demasiado tiempo.

De todos modos, en "Under the dome" lo que parece que va a importar más es la relación entre los habitantes de Chester's Mill, cómo pueden sobrevivir y convivir encerrados allí, y sin saber cuánto tiempo pasará antes de que puedan salir, o si lo harán algún día. Ya en el primer capítulo plantan las semillas de unos tres pequeños misterios que afectan directamente a algunos de los personajes, y que probablemente impulsen más la acción que el gran enigma de la cúpula, y tal vez sea ese foco en los habitantes del pueblo lo que vaya a darle más interés a la serie que el mero misterio detrás de su high concept. El piloto es muy entretenido, y puede dar lugar a una serie igualmente entretenida. Además, su estreno en CBS ha sido todo un éxito, con más de trece millones de espectadores. Veremos si tenemos aquí la serie de ciencia ficción decente, al menos, de los networks que no ha terminado de ser "Revolution".

26 junio 2013

El trono de los piratas

Cada semestre, más o menos, con la publicación de TorrentFreak de las series más pirateadas de los últimos meses, se reproduce siempre la misma conversación (y no sólo la de "no deberíamos llamarlas descargas ilegales porque compartir archivos por P2P no es ilegal en España"). Dicha conversación gira sobre las estrategias de distribución internacional de algunas series para evitar estas descargas, acortando todo lo posible la espera con respecto a su estreno, sobre las razones por las que algunos de esos títulos son los preferidos por los "piratas" y sobre cómo dichas descargas "ilegales", vamos a decirlo así, pueden ayudar mucho a la promoción fuera de su país de su origen de determinadas series. Y luego, claro, está el caso de "Juego de tronos".

Dejando de lado los análisis sobre si los datos de TorrentFreak sobre ella son precisos o no (en Genbeta lo explican al detalle), es curioso que la serie más pirateada de HBO sea también la más vendida en DVD y una que ha experimentado un incremento en su audiencia de un millón de espectadores, aproximadamente, con respecto a la segunda temporada. Hasta el momento, sigue a rajatabla esa tendencia de los títulos de cable de ir sumando nuevos adeptos con cada temporada, adeptos que se han puesto al día durante su hiato (muchos viéndola en DVD) y que se abonan a HBO para empezar a ver los nuevos capítulos según se van emitiendo, sin tener que esperar. Los más de cinco millones se espectadores de su tercera temporada han dejado a "Juego de tronos" sólo por detrás de la quinta de "Los Soprano" en cuanto a serie más vista ehn la historia del canal. Y en todo eso, es probable que las descargas piratas estén siendo más beneficiosas que perjudiciales.

O eso han declarado en varias ocasiones Michael Lombardo, presidente de programación de HBO, y algunos de los productores de la serie, conscientes de que lo importante es mantener "Juego de tronos" presente en el zeitgeist, en el imaginario popular, todo lo que puedan. La cadena lo hace bombardeando con teasers, fotos y vídeos varios en cuanto llega Comic-Con (y aumentando la ofensiva en diciembre), pero toda la publicidad gratuita que le den los internautas, hasta viéndola de forma ilegal, les viene de perlas. ¿Quién sabe si algunos de esos "piratas" no acabarán suscribiéndose a HBO, o comprándose los DVDs? Aquí entra también la polémica con el servicio de streaming HBO Go, que no está abierto a no abonados y que, en parte, tiene la culpa de que sea Estados Unidos el lugar donde más se piratea "Juego de tronos", pero es un tema lo suficientemente complejo para tratarlo otro día (lo cuentan en Gawker).

Hay dos ejemplos ya muy conocidos y clásicos de series que se vieron muy beneficiadas por las descargas ilegales antes de su estreno. Una fue "Battlestar Galactica", que empezó a emitirse en el Reino Unido meses antes de que llegara a Syfy, y que logró allí una gran audiencia gracias, en parte, a la labor de proselitismo que hicieron los fans que la habían visto pirateada. Y la otra es "Héroes" en su llegada a España, convertida en la serie más vista de la filial nacional de Syfy (hasta que llegó "Defiance") por culpa también de toda la gente que ya había visto sus capítulos inaugurales a través de Internet, y que no dejaba de recomendársela a todo el mundo.

P.D.: Por cierto, que esa imagen de Maléfica sentada en el Trono de Hierro forma parte de una genial serie, hecha por ladycasterly, de villanos de Disney a lo reyes de Poniente.

P.D. podcastero: La nueva edición de "Yo disparé a JR" está repleta de temas, que para algo la publicamos un poco más tarde de lo normal. Estos son los asuntos que tratamos:



- 0': "Save me"
- 11': "The Fosters"
- 20': "Mistresses", el remake de ABC
- 31': "Dates"
- 41': "Hannibal" (spoilers de la primera temporada)
- 62': "Mad Men" (spoilers de la sexta temporada)

25 junio 2013

El puente y Central Park

Los policiacos escandinavos están de moda, y ese frenesí por los remakes de "Bron/Broen" bien lo prueba. De los dos que se anunciaron hace meses, el franco-británico ambientado en el Eurotúnel aún está en producción, pero "The Bridge", el que FX ha situado en la frontera entre Estados Unidos y México, se va a estrenar el próximo 10 de julio, y ya apunta a que ese cambio de escenario le da un gran potencial para convertirse en una serie tan interesante, como mínimo, que la original. Como FOX Crime la estrena en España el día 11, la cadena organizó un visionado del primer capítulo hace unos días para algunos blogueros, y lo que se pudo ver confirma que van a ser muy fieles al título sueco-danés pero que, al mismo tiempo, van a utilizar el diferente tejido social de las orillas del río Grande para urdir una trama con sus toques propios.

De hecho, cuando se anunciaron ambos remakes, a mí siempre me llamó más la atención "The Bridge" que "The Tunnel" precisamente por esas circunstancias sociales tan particulares que se dan entre Ciudad Juárez y El Paso. Son lugares en los que el puente sobre el río no une, sino que separa, y la enorme violencia que se da allí, dirigida sobre todo contra las mujeres, ofrece un gran tapiz a la serie para que actúe ese peculiar asesino en serie con unas inquietudes muy concretas. Esa frontera es mucho más brutal y salvaje que la de Suecia y Dinamarca, y que la de Francia y Reino Unido (aunque el Eurotúnel puede ofrecer un interesante "problema del cuarto cerrado"), y queda en manos de los responsables de "The Bridge" que sepan retratarla. Por lo visto en el piloto, de momento, apuntan buenas maneras, y Demián Bichir y Diane Kruger dan la sensación de que van a ser muy entretenidos de ver, y que pueden desarrollar una química similar a la de Kim Bodnia y Sofia Hellin en "Bron/Broen".

Entre los documentales que el año pasado se quedaron fuera de las nominaciones a los Oscar, a pesar de estar entre los favoritos, figuraba "The Central Park five", una nueva colaboración de Ken Burns con PBS, aunque co-dirigido con otras dos personas, que se centra en un caso que se hizo muy célebre en la Nueva York de finales de los 80; el de los cinco adolescentes acusados de violar brutalmente a una joven que corría por Central Park, en la primavera de 1989. Por temática, es similar a "West of Memphis" y hasta podría hacerse sesión doble con él y con la serie "Rectify", porque lo que le interesa a Burns y sus colaboradoras no es tanto mostrar que aquellos cinco chicos eran inocentes, y fueron a la cárcel por un crimen que no habían cometido, sino el clima social reinante en aquella en época en la ciudad para que algo así pudiera pasar.

Evidentemente, los testimonios de los cinco acusados, que ahora son ya hombres bien entrados en la treintena, es el que vertebra el documental, pero "The Central Park five" utiliza también las voces de periodistas, juristas y hasta del alcalde de Nueva York en aquella época para hacernos llegar esa ciudad en la que el crimen había subido hasta niveles casi inauditos, y en la que los barrios más pobres (habitados casi siempre por negros e hispanos) se veían arrasados por la llegada del crack. La desconfianza entre los diferentes sectores sociales y raciales de Nueva York fomentaba que un caso como el de la corredora de Central Park (que era una joven blanca que trabajaba en Wall Street) se convirtiera en un fenómeno mediático y sacara lo peor de los periodistas y del público. Y de la policía, que quería resolver cuanto antes un caso que era una bomba de relojería social. El documental es muy interesante por esa exploración de los antecedentes y de las razones por las que los cinco de Central Park acabaron en la cárcel, y también de las consecuencias que esto tuvo en todos los implicados.

24 junio 2013

¿Se acabó la suerte de Don Draper?

Este año, las conversaciones sobre los Emmy son peculiares porque en ellas figura muy poco la que, hasta ahora, era la niña bonita de esos premios, "Mad Men". Es curioso porque la serie ha sido el centro, en su sexta temporada, de algunas de las teorías más locas y más divertidas de los últimos tiempos (mi favorita, que Bob Benson era el hijo de Peggy que venía desde el futuro. Quiero ver esa serie), y al coincidir su emisión con la de la tercera entrega de "Juego de tronos", Don Draper y Tyrion Lannister han dominado el 90% de los artículos que se han escrito sobre televisión en los últimos cuatro meses. Sin embargo, al entrar de lleno en la pretemporada de los Emmy, las posibilidades de la creación de Matthew Weiner en esos premios casi ni se mencionan; los expertos están más interesados en dilucidar si la adaptación de los libros de George R.R. Martin puede arrebatar el premio gordo a "Homeland" o "Breaking Bad", o si las posibilidades de "House of Cards" son realistas.

Probablemente, sea un daño colateral del batacazo que "Mad Men" se dio el año pasado, en el que perdió en todas y cada una de las 17 nominaciones que tenía, y conociendo cómo funcionan los Emmy, no sería raro que fuera el primer síntoma de que los académicos se han cansado de los publicitarios de AMC, y han encontrado nuevas series y nuevos personajes a los que premiar y con los que obsesionarse. Esto no quiere decir que la serie haya decaído en su calidad (aunque las críticas a esta sexta temporada no han sido demasiado elogiosas, en general), sino que se le ha pasado la época, ni más ni menos. Cuando dominas los premios durante cuatro años seguidos, tiene que acabar llegando el momento en el que hasta tus más ardientes defensores piensen que es momento de repartir un poco los reconocimientos, así que si "Mad Men" se cae de las seis candidatas a mejor drama este año, no nos sorprendamos.

Curiosamente, la serie podría reflejar un poco el arco vital de Don Draper en estos últimos capítulos, pero no vamos a decir nada más para no espoilear nada (y porque yo sé qué pasa, pero aún no los he visto, que es mi tradición con "Mad Men"). De ser el "gallito", el Muhammad Ali de las series a la que nadie podía derrotar, ha pasado a acordarse de "El color púrpura" y su olvido en los Oscar, a sentirse un poco como ese Pete Campbell que quiere ser Don y fracasa siempre en el intento. Entre los dramas ha habido una gran renovación desde que "Mad Men" recibió su primer Emmy, en 2008, y hasta HBO ha recuperado el lustre que había perdido con el final de "Los Soprano". Desde hace un par de años, en realidad, la principal competidora de la serie de Weiner está en su misma cadena, con la cada vez mayor aceptación de "Breaking Bad" y la sensación de que, en su temporada final, puede estar cerca de traducir las estatuillas múltiples de Bryan Cranston y Aaron Paul en una victoria en mejor drama.

23 junio 2013

El laberinto de Will Graham

ALERTA SPOILERS: ¿Habéis visto el final de la primera temporada de "Hannibal"? ¿No? Entonces lo que sigue quizás no sea para vosotros.

Encontrar series con una visión tan definida y una idea tan clara de lo que quieren contar, y cómo quieren hacerlo, es bastante más complicado de lo que parece. Si tienen esa visión, a veces no consiguen mantenerla y hacerla evolucionart de forma coherente a lo largo de trece capítulos, y el interés y el cuidado puesto en su producción decaen desde el piloto, en el que siempre hay más presupuesto, más tiempo y más dedicación para presentar el mundo de la serie y convencer a la cadena ya a los espectadores de que ahí puede haber un programa interesante para seguir semana a semana. "Hannibal", sin embargo, ha conseguido sortear todos esos problemas con una primera entrega con una estética muy definida, que ayuda a transmitir la idea que Bryan Fuller quiere explorar; las consecuencias que tiene en alguien la exposición a la violencia extrema, ya sea sufriéndola de algún modo y estudiándola. Incluso aunque el doctor Lecter no hubiera estado jugando con él, Will Graham habría implosionado.

En "HitFix" tienen una entrevista muy interesante con Fuller en la que cuenta algunas de las razones para que estos capítulos inaugurales de "Hannibal" fueran así. Explica las cosas que han trasladado a la pantalla de los libros de Thomas Harris (como la espectacularidad de los asesinatos) y todos los guiños que han hecho a "El silencio de los corderos" (algunos tan sutiles como la mención de la doctora Du Maurier de que el paciente que la atacó se tragó su propia lengua), y también habla un poco sobre el esfuerzo por mostrar que todo acto violento tiene consecuencias, y que los actos tan brutales que Jack Crawford y Will investigan tienen que tener, a la fuerza, unas consecuencias mucho más profundas en ellos. Si, además, Lecter decide estudiarte, ayudarte de una manera muy retorcida a que encuentres a tu verdadero yo, las consecuencias pueden ser imprevistas. De hecho, durante el final de temporada, da la sensación de que Will hace algunas cosas con las que Hannibal no contaba. ¿O sí? Porque parte de lo que convierte a este psiquiatra caníbal en alguien interesante es que nunca sabes cuándo es sincero, y hasta qué punto.

Su relación con su psiquiatra, por ejemplo, está construida con insinuaciones y subtexto acechando por debajo de sus conversaciones sobre Will, o sobre la necesidad de Lecter de encontrar a otras personas con... "intereses" similares a los suyos. Lo que se deja entrever es que el doctor mató al atacante de Du Maurier (¿Fomentó el ataque? ¿Se le fue de las manos? ¿Lo mató porque le pareció grosero que atacara a la psiquiatra?), y que ella lo sabe todo sobre él. Esa mirada que cruzan cuando ella está a punto de probar su plato de ternera lechal es mucho más expresiva que cualquier monólogo, y parece reproducir parte de la relación entre Lecter y Clarice Starling en "Hannibal", la secuela de "El silencio de los corderos". Y en cuanto a Will, que ahora lo sepa también todo pero se vea en prisión, exactamente invirtiendo los roles del psiquiatra y la agente del FBI en la historia más célebre de Thomas Harris, va a darle un nuevo impulso a la segunda temporada, que da la sensación de que va a parecerse poco a la primera en lo que respecta a trama.

Desde luego, "Hannibal" ha sido una de las propuestas más diferentes que hemos visto esta temporada, y no sólo por su serialización o por girar alrededor de unos actos de violencia tan extrema, que resulta difícil aceptar que se emite en NBC, y no en Showtime. El tratamiento de sus personajes y, especialmente, su aspecto visual la han separado rápidamente del resto de la oferta de series en la televisión estadounidense, tanto en networks como en el cable. Fuller asegura que tiene un plan hasta, al menos, la cuarta temporada, y ya hemos visto que el nuevo modelo de negocio de NBC con esta serie (le cuesta mucho menos que otras porque la productora le vendió previamente al mercado internacional) puede permitirle llegar bastante más lejos de lo que sus audiencias harían suponer. Lecter va a seguir cocinando y cortando jamón ibérico un año más, por lo menos.

Música de la semana: En la selección musical de "Graceland" se intenta que se note también el escenario de las playas del sur de California. O eso, o el hecho de que todos sus personajes se ganan la vida mintiendo y teniendo muchos secretos. Una de las canciones elegidas por la serie se mueve entre los dos temas. Es "Slipping away", de un grupo indie de Seattle con el curioso nombre de Barcelona.

21 junio 2013

El género "disfrazado"

En el podcast especial que "Ohhhtv!" dedicó a la tercera temporada de "Juego de tronos", se tocaba un tema bastante curioso al mencionar a algunos espectadores de la serie que, al ver de repente un ejército de muertos vivientes helados en el cierre de la segunda entrega, se indignaron al ver que aquello era un título de fantasía, y ellos jamás en su vida estarían viendo algo así. En el podcast se indicaba que que era curioso que esos espectadores pensaran así, cuando los caminantes blancos protagonizaban la primera escena del piloto, Bran se pasaba varios capítulos soñando con un cuervo de tres ojos y, al final de aquella primera temporada, veíamos nacer a los tres dragones de Daenerys. Pero resultaba que lo que les había desvelado finalmente que "Juego de tronos" era una serie de género (de fantasía épica, para ser más exactos), era la aparición de la versión de Más allá del Muro de "The Walking Dead".

Estos fans que empiezan a ver títulos de fantasía y ciencia ficción y luego se quejan cuando aparecen aspectos de fantasía y ciencia ficción siempre me han resultado fascinantes. ¿Qué serie pensaban que estaban viendo? Los comentarios indignados cuando "Perdidos" se lanzó de cabeza a los viajes temporales, allá por su cuarta temporada, eran igualmente curiosos. "¡Esto es una serie de ciencia ficción!", decían los descontentos. Pero si ya había un monstruo y un oso polar en una isla tropical en el piloto, ¿pensaban que "Perdidos" era una serie realista tipo "The Shield"? Es como si alguien empiece a ver "Continuum" y de repente, en la segunda temporada, se queje porque se dedican a hablar de viajeros del futuro. La agente Cameron tiene un chip en su cabeza que la convierte en Robocop, eso ya es una pista de que esto no es "Canción triste de Hill Street".

Eso sí, hay que reconocer que, a veces, estas series enmascaran un poco su género, tardan en meterse de lleno en él y lo hacen progresivamente, para no espantar al público que se acercó inicialmente a ellas sin ser especialmente fan de la fantasía y la ciencia ficción. Aunque desde el principio había detalles en "Perdidos" que apuntaban a su lado friki, es cierto que tardaron casi tres temporadas en explorarlos por completo, y tanto "Juego de tronos" como los libros de George R.R. Martin introducen gradualmente los elementos fantásticos, sin saturar al espectador-lector no iniciado al que, a lo mejor, toparse en la primera página, o en la primera escena, con un dragón le da urticaria. Esa revelación poco a poco de su verdadera naturaleza busca que los fans menos habituados al género ya estén enganchados a la serie para cuando Desmond Hume se vea separado del tiempo y busque a su constante, o para cuando Daenerys se tope con malvados brujos ladrones de dragones.

Pero eso no garantiza que los "escépticos" no vayan a protestar y patalear porque los han engañado vilmente. A veces, sin embargo, la pregunta que hay que hacerse es si, cuando vemos una serie, prestamos atención a lo que estamos viendo. Las pistas siempre están ahí, ni "Perdidos" ni "Juego de tronos" (por seguir utilizándolas de ejemplo) eran "Skins" al principio y luego, de golpe, se convirtieron en "Dragones y mazmorras", pero hay que saber verlas. De todos modos, tengo curiosidad. ¿A alguno de vosotros os ha pasado esto? ¿Alguno empezó a ver "Juego de tronos", se llevó el susto de su vida al ver a los dragones y decidió no verla más?

20 junio 2013

Lo que deja Tony Soprano

La repentina muerte de James Gandolfini ha dejado a toda la comunidad televisiva y aficionada a las series pasmada. Con una miniserie para HBO en cartera para el otoño (el remake de la inglesa "Criminal justice"), lo que nadie esperaba es que, en lugar de celebrar su regreso a la cadena que lo lanzó a la fama, estuviéramos recordando su legado, sin posibilidad de verlo en algún otro proyecto nuevo. En todos los homenajes que han aparecido por ahí, es Tony Soprano el que se lleva la parte del león, pero es que es de rigor e inevitable que así sea. Gandolfini ya tenía una carrera antes de llegar a "Los Soprano", aunque en el cine nunca pasara de ser un secundario, pero fue esa serie la que cambió su vida y, de paso, revolucionó el panorama televisivo para siempre.

En su recuerdo del actor, Alan Sepinwall destacaba cómo la elección de Gandolfini para interpretar a Tony había sido tan instrumental en el éxito y la influencia posterior de "Los Soprano" como los guiones orquestados por David Chase, y que tanto el propio Chase como el que entonces era el presidente de HBO, Chris Albrecht (ahora en Starz), se dieron cuenta durante las audiciones de que tenían entre manos algo grande al ver al actor insuflar vida a ese mafioso de Nueva Jersey cuya familia real le da tantos problemas, o más, que su familia de los negocios, y el tono de la serie se adecuó a todo lo que Gandolfini podía hacer con ese papel. Reinventó el concepto que se tenía de los mafiosos en la pantalla (todavía muy influenciado por "El padrino") y, de paso, abrió la puerta para que las series se atrevieran a poner en su centro a eso que ahora llamamos un "antihéroe"; un personaje antipático y, esencialmente, que sería el villano en cualquier otra producción convencional, pero del que se exploran a fondo todas sus capas, tanto las buenas como las malas.

Es muy cierto que Don Draper, Walter White, Gregory House, Vic Mackey, Al Swearengen y otros cuantos más no podrían haber existido sin "Los Soprano" (que, por cierto, tenía un reparto en el había actores que no es que parecieran mafiosos italoamericanos de Nueva Jersey, es que lo eran), pero el legado de la serie y de su protagonista va más allá. Hay quien dice que permitió comprobar que podía hacerse cine en televisión, aunque igual lo que habría que plantearse es que Chase, Gandolfini y compañía lo que hicieron, en realidad, fue aprovechar al máximo las posibilidades de la televisión y las libertades creativas que les daban en HBO. Cuidaron todos los detalles, se esforzaron por presentar situaciones que no fueran fáciles, que tuvieran aristas y diferentes puntos de vista, y optaron por tener un protagonista que nunca pidiera perdón por las cosas que hacía, por muy brutales y desagradables que fueran.

A David Chase siempre le sorprendió que el público se identificara con Tony Soprano. Aseguraba que él nunca había buscado esa identificación y que por eso, cada vez que parecía que Tony iba a volverse más amistoso o vulnerable, le hacía cometer algún acto tan vil, que cualquier atisbo de amor del espectador hacia él quedara destruido. En esa identificación con Tony tenía buena parte de culpa, por supuesto, Gandolfini, que lo mismo podía ser amenazador que tener grandes momentos humorísticos bastante negros. De hecho, uno de los mejores trabajos post-"Los Soprano" del actor fue "In the loop", película de Armando Ianucci que satirizaba salvajemente las relaciones entre Estados Unidos y el Reino Unido (y los comportamientos de los políticos, en general), y en la que Gandolfini interpretaba a un general que parecía muy duro y muy expeditivo, pero que luego nunca hacía nada.

19 junio 2013

Es un escándalo

"De placer culpable a placer descarado en sólo doce meses". Así es como describía la segunda entrega de "Scandal" Matt Zoller Seitz, el crítico de "Vulture", en su aportación sobre la serie más mejorada de la temporada para el balance del año televisivo que esa web hizo la semana pasada. El tono de su artículo, en el que dice que no hay que avergonzarse de decir que la serie de Shonda Rhimes ha sido directamente genial, representa un poco el amor y el enganche generalizado que ha habido hacia las peripecias de Olivia Pope en los medios estadounidenses durante esta temporada. La obsesión de "Popwatch", uno de los blogs de Entertainment Weekly, les llevaba a incluir todas las semanas una entrada con "secretos del trailer de maquillaje" que aprovechaba que Josh Malina no tiene ningún tipo de sentido del ridículo y es muy activo, y divertido, en Twitter, y la disección de la relación adúltera entre Olivia Pope y el presidente Fitzgerald Grant alcanzó unos niveles casi de "Cincuenta sombras de Grey" durante el hiato navideño.

"Scandal" parece estar reproduciendo el éxito de "Anatomía de Grey" durante su segunda temporada, sólo que esta vez, además, los críticos llegan a decir que es de las series que mejor tratan las políticas raciales y sexuales en el lugar de trabajo, y Shonda no se ha cortado en absoluto a la hora de lanzarles retos a sus protagonistas y de buscar el más difícil todavía. Todo esto, obviamente, es lo que tiene obsesionado al público y lo que ha hecho que haya sido de las pocas alegrías que ha tenido ABC esta temporada con sus dramas "jóvenes", incluyendo conversaciones insistentes sobre las posibilidades de Kerry Washington de ser nominada al Emmy, pero yo no puedo evitar flipar en colores, por decirlo del modo más claro posible, con toda esa fascinación que genera la serie. Creo que era Crítico en serie el que decía que Shonda se tomaba "Scandal" demasiado en serio, que ese ya célebre "somos gladiadores con traje" no es una frase irónica o con la que se pueda hacer alguna broma; para los personajes es su axioma vital, es algo tan serio como la Biblia, lo que hace difícil que no tenga todo un aire pretencioso que no acaba de casar con esa sensación de placer culpable que transmiten algunos de sus espectadores.

El enganche a "Scandal" ha hecho que algunos críticos afirmaran que retrataba mejor los tejemanejes internos de Washington que "House of Cards" (otra serie siempre en el filo de tomarse a sí misma demasiado en serio), y de ahí a compararla con "El ala oeste de la Casa Blanca" sólo hay un paso, claro. Aaron Sorkin ha sido siempre el referente de esta creación de Shonda, pero añadiendo unas cortinillas con sonido de flashes de cámaras de paparazzi que son de lo más enervante que hay en la televisión actualmente, y metiendo en la coctelera muchos pasados traumáticos y secretos y mucha conspiración manejada por gente sin ningún tipo de escrúpulo. Está claro que la apuesta por una mayor serialización de las tramas en la segunda temporada, centrándolas más en Olivia y el presidente (y las manipulaciones políticas de su entorno), ha facilitado que la audiencia se enganchara más, y los giros locos de la historia todavía la han vuelto más adictiva. ¿Es eso justificación suficiente para que haya generado semejante fascinación? Ha sido la "Revenge" de este año, está claro, pero ahí todo el mundo sabía que estaba viendo una soap opera. Y no tengo tan claro si "Scandal" no tiene una idea demasiado elevada de sí misma.

P.D.: Lo que yo no puedo evitar con esta serie es acordarme de, evidentemente, Raphael y su "Escándalo". Qué gran sintonía de títulos de crédito perdió "Scandal".

18 junio 2013

Los casi famosos del Trono de Hierro

La tercera temporada de "Juego de tronos" puede haberse acabado hace ya más de una semana, pero las entradas sobre ella van a seguir apareciendo por los diferentes blogs durante buena parte del verano (más todavía en cuanto llegue Comic-Con y HBO empiece a anunciar oficialmente a los nuevos personajes de la cuarta entrega, y a los actores que ya tengan contratados para ella). Por supuesto, las diferentes inmersiones en trabajos pasados de sus actores es uno de los principales entretenimientos de los fans para pasar el rato hasta la próxima primavera, así que vamos a dedicar un "casi famosos" a algunos de ellos, completando uno que hicimos durante la primera temporada.

La carrera de Lena Headey es una verdadera mina para esta sección, porque se pasó años saliendo en un montón de películas y series sin que su cara terminara de hacerse famosa. "300" empezó a cambiar eso (y "Las crónicas de Sarah Connor"), pero hasta que llegó ese momento, Headey cubrió de sobra su expediente de cointas de época, como "El libro de la selva", aquella adaptación de Disney en imagen real del libro de Rudyard Kipling que dirigió Stephen Sommers, antes de "La momia", y cuyo protagonista era Jason Scott Lee, más conocido por dar vida a Bruce Lee en "Dragón", su biopic. Por cierto, que Lena Headey fue también una de las doncellas que trabajaban en Darlington Hall en "Lo que queda del día".

No, esto no es un ensayo de la primera temporada de la serie dentro de una tienda dothraki, sino "Triassic Attack", una de esas películas de Syfy del sábado por la noche que representó el segundo trabajo de Emilia Clarke al terminar en la escuela de interpretación. El argumento de aquella cinta era exactamente el que podríais esperar: un joven indio que tiene un museo de curiosidades resucita accidentalmente a unos dinosaurios. Por suerte para ella, el éxito de "Juego de tronos" le va a permitir hacer otras cosas, como "Spike Island", una cinta de próximo estreno sobre cuatro chavales que quieren ir a un concierto de los Stone Roses, en 1990.

Para quienes os hayáis acostumbrado a ver a Charles Dance como Tywin Lannister, o incluso como el inquietante señor Tulkinghorn de "Bleak House", encontrárselo de repente con la caracterización, muy a lo "Acción mutante", de su personaje en "Space truckers" puede ser un impacto. Claro que esa película, con Stephen Dorff y Dennnis Hopper y dirigida por Stuart Gordon, debe ser toda ella un impacto. Dance tiene tras de sí una carrera muy larga, así que es normal encontrarse con cosas como ésa, como "Desvío al paraíso" (que hizo junto a Assumpta Serna) o como "Ali G anda suelto", que es de donde procede ese vídeo que ha circulado como la pólvora por Internet en las últimas semanas.

Claro, que Iain Glen tampoco se queda corto en cuanto a variedad de papeles en su larga trayectoria. Sí, todos sabemos que salía en "Tomb Raider", que su primera película fue "Gorilas en la niebla" y que también hemos podido verlo en la segunda temporada de "Downton Abbey", pero también ha podido aparecer en proyectos más de arte y ensayo, como quien dice, como "Rosencratz y Guildenstern han muerto", en la que Tom Stoppard llevaba al cine su propia obra de teatro sobre estos dos secundarios muy secundarios de "Hamlet". A ellos los interpretaban Tim Roth y Gary Oldman, y Glen era el mismísimo príncipe de Dinamarca.

Hasta que le tocó en suerte el papel de Brienne de Tarth, Gwendoline Christie se había dedicado sobre todo al teatro. La foto pertenece a una representación de "Cimbelino", de Shakespeare, en Londres en 2007 (a cargo de la prestigiosa compañía Cheek by Jowl), en la que Tom Hiddleston era su protagonista principal. Christie tendría, dos años después, un pequeño papel en "El imaginario del doctor Parnaso" y, después de entrar en "Juego de tronos", se la ha podido ver en "Wizards vs. Aliens", la serie de aventuras infantiles creada por Russell T. Davies para BBC.

Para terminar, hagámoslo con dos capítulos de la tercera temporada de "Doctor Who" que proporcionaron un par de actores a la serie. Uno de ellos era Harry Lloyd, alias Viserys Targaryen, y el otro era Thomas Brodie-Sangster, al que yo recuerdo más por su papel de alumno de internado inglés en 1913 que como hijo de Liam Neeson en "Love actually". Y el listado iba a acabarse aquí, pero resulta que Ellie Kendrick, que interpreta a su hermana Meera Reed en "Juego de tronos", se hizo conocida, primero, siendo la protagonista de "El diario de Anna Frank" para BBC y, justo después, fue Julieta en una representación de "Romeo y Julieta" en el teatro Globe londinense en el que Romeo, para darle un giro diferente, era negro. He aquí la prueba.


17 junio 2013

Guionistas al poder

Siempre que se habla de esa edad de oro de la televisión, se menciona que se ha conseguido, en parte, porque la televisión es un medio de guionistas. En las mesas redondas tan de moda en esta época pre-Emmy con algunos de los actores y los showrunners de las series más destacadas de esta temporada, los primeros siempre dicen que son los guiones los que les atraen hacia proyectos televisivos, mientras los segundos siempre mencionan que, mientras en el cine es el director el que tiene la última palabra sobre la película, en la pequeña pantalla son los propios guionistas que crean la serie los que supervisan todo el proceso. Todo esto, más el enorme interés que han generado las series sobre la gente que las hace, ha llevado a que la figura del showrunner sea ahora muy conocida, y la avalancha de información en Internet sobre los pilotos que producen, los guionistas despedidos de series o los actores que, de repente, consiguen otro trabajo cuando sus personajes están a punto de morir ha elevado todavía más la estatura de esa figura. Casi puede decirse que han alcanzado la visibilidad y el reconocimiento que tenían los directores de cine en los 70.

Todo esto, sin embargo, acaba derivando en el inevitable backlash, determinado sobre todo porque el panorama industrial televisivo no es uniforme en Estados Unidos, y cada serie y cada cadena son un mundo. Explicado de otro modo; la figura del showrunner ha acabado un poco endiosada por la crítica, y tenía que acabar llegando una voz que los hiciera de menos y les concediera menos importancia en todo el proceso. Estos dos artículos de "New Republic" y "Slate" exponen las dos visiones que hay sobre este tema, a raíz de la publicación de un libro llamado "Difficult men: Behind the scenes of a creative revolution", que se fija en los títulos de cable que han contribuido a que la series puedan gozar del estatus actual. El primer artículo cree que Brett Martin, el autor del libro, les concede demasiado poder a los showrunners; el segundo indica que es gracias a que el concepto de autor se ha instaurado en la televisión que podemos disfrutar de series como "Mad Men", por poner un ejemplo.

Es una interesante conversación después de una temporada en la que los cambios de showrunners en títulos como "The Walking Dead" o, si me apurais, "Revenge" han sido uno de los temas más discutidos entre los críticos, algunos de los cuales se preguntaban si no estaría ya finiquitada la "edad de oro" de las series. Y también es una conversación que complementa otra que ha ido apareciendo poco a poco por ahí, como es el reconocimiento a los directores que ayudan a crear el aspecto visual de la serie. La puesta en pie de una serie es un proceso colaborativo en el que intervienen muchos factores (como ocurre también en un película), pero es cierto que el que tiene la última palabra es el showrunner. Otra cosa diferente es que, desde hace unos años, hayan adquirido mucha más visibilidad y se hayan convertido en tan famosos como los protagonistas de sus series, y muy probablemente ahí esté el quid de la cuestión de esos dos puntos de vista enfrentados sobre la "falacia" de estos guionistas/creadores/productores ejecutivos. Ahí esta ese documental, "Showrunners", que lleva un par de años en producción y en busca de distribución, como ejemplo de esa fama. ¿Pero esa mayor visibilidad les quita peso dentro de la industria?

16 junio 2013

Citas a ciegas

La programación estival, a veces, es aprovechada por las cadenas para emitir pequeños experimentos como "Dates", una serie de nueve capítulos que Channel 4 está emitiendo a tres por semana, en días consecutivos. Es una programación que responde a la naturaleza del programa, pues cada episodio dura 20 minutos y en él vemos a una pareja durante su primera cita. Lo diferente aquí es que los personajes se conocen a través de una web de citas, y la interacción a través de los móviles y las redes sociales es tan importante como el cara a cara. Lógicamente, al estar centrados en la conversación entre dos personas, cada episodio tiene un aire muy teatral, y lo interesante es que logra establecer a los personajes muy rápidamente, incluso los que quieren mantener cierto misterio sobre su verdadera personalidad. El punto de vista de su creador, Bryan Elsley (co-creador también de "Skins") es lo que le da un toque diferente a "Dates" sin dejar de ser, como decimos, un pequeño experimento.

Por ahora, en los tres capítulos que se han visto hasta ahora, todos tienen hacia el final un giro que lleva la historia por otros derroteros y, especialmente, cambia la luz con la que vemos a algunos de los personajes. El segundo, por ejemplo, es el caso más claro de esto. Por otro lado, a una de las chicas, Mia, la vemos en dos citas diferentes, pero el suyo es un personaje estilo Kalinda, que continúa siendo un enigma a pesar de que sepamos cosas nuevas de ella, pero te ofrece lo suficiente para que te intrigue saber qué hará a continuación. Tenemos que intentar averiguar cómo son por cómo se comportan, más que por las cosas que dicen, y muchas veces la clave está en detallitos como una goma roja, o en fijarse en sus miradas cuando cuentan algo personal sobre ellos. "Dates" recoge ese juego peculiar que se da entre dos extraños que quedan a solas por primera vez, que se debaten entre mostrarse como son de verdad o presentar una versión "mejorada" o más controlada de sí mismos, y que intentan decidr si la otra persona les interesa, les repele nada más llegar o si merece la pena conocerla más.

Una cosa muy peculiar de la serie es la colección de actores que pasan por esa nueva especie de citas a ciegas que genera Internet (porque, ¿cuánto puedes llegar a conocer a alguien online?). Desde la curiosísima unión de dos Chaplin que no tienen ninguna relación familiar entre ellos (Ben y Oona, que parece estar despegando definitivamente después de pasar por "The Hour" y "Juego de tronos"), a un Neil Maskell del que resulta difícil no pensar que es un tío raro tras verlo en "Utopía". "Dates" es una serie basada en diálogos y que, excepto en uno de los tres capítulos emitidos hasta ahora, no se mueve de una única localización (generalmente, un restaurante), lo que puede hacer que a algunos espectadores les resulte monótona. Sí depende totalmente de sus actores y, por ahora, intriga lo suficiente para ver por dónde va a ir todo, y si repetirán más personajes aparte de Mia. ¿Irá construyéndose algo así como una historia a través de varias de estas citas? Da esa sensación, pero en ese aspecto, "Dates" no ha hecho más que empezar.

Música de la semana: Ya hemos comentado alguna que otra vez que "Elementary" está siendo mi serie de este principio de verano, así que la canción de esta semana llega directamente de uno de sus capítulos. Es "Arise, awake", del disco que sacó en solitario Paul Banks, cantante de Interpol.

14 junio 2013

Los doce momentos de la temporada 2012/13



Como ya es costumbre en cuanto llega el verano y se termina oficialmente la temporada televisiva estadounidense, muchos nos dedicamos a recordar algunos de los momentos que más nos llamaron la atención, en los que más estuvimos pensando o, simplemente, que más nos gustaron de estos nueve meses largos que han pasado desde septiembre. En "Vulture" tienen, por ejemplo, una larga lista sobre las cosas más destacadas que, para ellos, ha dejado la television esta temporada, desde momentos de las entregas de premios a cosas más "tradicionales" como las mejores comedias o las series que nadie estaba viendo a, en la que igual es la entrada más hilarante de todas, las mejores expresiones durante escenas de sexo oral (con gifs, nada menos). Este recordatorio no va a ser tan ambicioso ni tan exhaustivo, sobre todo porque mi memoria no es tan precisa como la de Olivia Dunham, pero vamos a intentar acordarnos de algunos momentos de estos meses de series que, por lo que sea, han sido de mis favoritos (como bonus track, el sketch de arriba de "Portlandia" sobre la obsesión por los spoilers. Como la vida misma):
  • La despedida de Gregory en "The Americans", a los sones de Robert Flack.
  • La canción de "The rural juror" para cerrar "30 Rock", resumiendo perfectamente el tono humorístico y emocional del último capítulo.
  • Daenerys, los Inmaculados y ese "dracarys" en "Juego de tronos". Era la mitad de la temporada, y se marcaron una escena de final finalísimo.
  • La visita de Darby al colegio en "Utopía".
  • El último salto al otro lado de Olivia en el final de "Fringe".
  • Lady Mary y Lady Edith, como salidas de una obra de Lorca al final del quinto capítulo de la tercera temporada de "Downton Abbey".
  • El momento en el que Ivy termina la última canción de "Bombshell", cae el telón y los aplausos aún no han empezado, en "Smash".
  • La emboscada en la carretera, mitad película del Oeste, mitad escenario sacado de Irak, en la cuarta temporada de "Justified".
  • El simulacro de juicio en "The Good Wife", con Alicia y Cary enfrentándose a Will y Diane.
  • La última conversación entre Michelle y Ginny en "Bunheads".
  • La vista del interior de la estación Grand Central que cierra "Alphas".
  • Stella Gibson y sus explicaciones sobre determinado rollo de una noche en "The Fall".
¿Tenéis los vuestros?

13 junio 2013

Feministas en Poniente

Cuando empezó la tercera temporada de "Juego de tronos" (y perdonad el monotema), recordamos aquellas críticas que se le hicieron en su debut sobre su retrato de las mujeres; que si no eran más que objetos, que si la serie jamás llamaría la atención del público femenino, etc. Con el correr de los nuevos capítulos, la conversación fue cambiando hacia lo interesantes que eran buena parte de las mujeres de la serie (un cambio motivado en gran parte por ese fenomenal dúo que forman Margaery Tyrell y su abuela, Lady Olenna), pero las discusiones sobre si "Juego de tronos" es feminista, machista o fanática del Manchester United no se han disipado, y hasta se han vuelto más... banales, como si dijéramos. En "Wired" escribían un reportaje hace poco en el que diseccionaban la audiencia que tenía la serie en HBO para desmontar un post que, basándose en los peores estereotipos posibles (como que las mujeres no pueden entender algo tan complicado), volvía al tema de que las "chicas" odian "Juego de tronos".

Lo que transpiraba del análisis de "Wired" era que la audiencia de la serie estaba más o menos dividida al 50% entre hombres y mujeres, y que en ese aspecto, era bastante similar a la de "Mad Men". A este artículo se han unido en los últimos días este otro de "S Moda" que se pregunta si la serie es feminista y este de "Slate" que utiliza a Theon como ejemplo de que los personajes masculinos también lo pasan mal, a no ser que sean Tywin Lannister. Aunque algunos intenten aportar hechos, es un tema de percepción personal, de nuestros propios prejuicios y gustos, y en ese terreno es muy difícil cambiar el parecer de nadie. Yo estoy más de acuerdo con la postura que argumenta que "Juego de tronos" no es tanto femminista, como igualitaria. Su escenario, esa sociedad pseudo-medieval dominada por los hombres, ya marca los roles tradicionales que podían tener las mujeres, pero los responsables de la serie se esfuerzan por mostrar a personajes femeninos que intentan salirse de esos moldes u aprovecharlos en su beneficio.

Y la panoplia de mujeres en la serie es bastante diversa, yendo desde la guerrera Brienne a la atormentada, y aún ingenua, Sansa, además de tener esa evolución de Daenerys de peón en manos de su hermano a conquistadora independiente. Pero quizás eso es algo que sólo vemos las mujeres a las que sí nos gusta "Juego de tronos" y que hemos leído los libros igual que leímos "El Señor de los Anillos", "Crónicas de la Dragonlance" y todos los libros de aventuras medievales de Robert Louis Stevenson y Walter Scott disponibles, y que pensamos que la trilogía de Peter Jackson que adaptaba la obra de Tolkien al cine son tres estupendas películas. Curiosamente, buena parte de los cambios que Jackson introdujo en la historia buscaban profundizar y ampliar algunos roles femeninos, como el de Arwen y hasta el de Eowyn, porque entre el escenario y la época en la que Tolkien escribió los libros (los años 30), ése era un aspecto susceptible de ser retocado.

Por cierto, que en SoundCloud hay colgada una larga entrevista con Benioff y Weiss, hecha para la radio KCRW, que resulta muy interesante para los fans de la serie.

12 junio 2013

Las inercias de los Emmy

Los premios Emmy han publicado ya sus papeletas de votación para elegir a sus nominados, que se anunciarán el próximo 19 de julio, así que la temporada de las especulaciones sobre quiénes pueden estar nominados, y quienes lo merecen pero no tienen ninguna oportunidad, han comenzado con conocimiento de causa, pues en esas papeletas ya sabemos qué actores de qué series se presentan a qué categorías, por ejemplo. Éste es siempre el momento más divertido para hablar de los Emmy; las costumbres e inercias que dominan sus votaciones pueden ser ignoradas para hablar sólo de los títulos con más buzz entre los críticos y los expertos, o de los actores que han creado una mayor impresión en ellos. Podemos soñar con que tendremos sorpresas agradables e inesperadas entre los candidatos, y luego ya vendrá la realidad para recordarnos que unos premios son un poco como el Titanic; cuesta mucho virarlos antes de que choquen contra el iceberg.

Este año, parece haber tres historias dominando últimamente las conversaciones sobre estos galardones. De una de ellas ya hablamos hace tiempo, la posibilidad de que Netflix revolucione los Emmy gracias a "House of cards", pero hay otras que no van a hacer más que volverse más habituales conforme nos acerquemos al 19 de julio. Siempre se intenta predecir, por ejemplo, qué actores pueden ser los 'tapados' de la carrera, los que se cuelen como un soplo de aire fresco en las nominaciones, y ninguna está generando más conversaciones que Tatiana Maslany, protagonista de "Orphan Black", y que se llevó el premio de los Critics' Choice a la mejor actriz de drama. Estar incluida en los galardones de esa asociación (y entre los nominados de los premios de la TCA) le ha dado más visibilidad, pero sería un sorpresón mayúsculo que consiguiera llamar la atención de los Emmy. Podrá interpretar a hasta siete personajes diferentes, pero no deja de ser una desconocida actriz canadiense que protagoniza una serie de ciencia ficción en un canal tan minoritario como BBC America.

El otro tema más discutido es las opciones de "Juego de tronos" de hacer realmente ruido en estos galardones. Dio la campanada en su primera temporada, cuando Peter Dinklage se llevó el Emmy (y el Globo de Oro) a mejor secundario de drama, pero por mucha HBO que la emita, por mucho mejor drama (empatado con "Breaking Bad") que lo hayan nombrado los Critics' Choice y por mucho fenómeno en el que ses haya convertido en esta tercera temporada recién concluida, estar adscrita al género fantástico sigue siendo un punto negro en su contra muy importante. Podrá tener aspecto de ficción histórica, pero no sería raro que, al primer atisbo de la sombra de un dragón, la mitad de los académicos pase de verla. Eso no va a impedir, de todos modos, que la cadena no la promocione adecuadamente de cara a los Emmy.

La victoria de Dinklage y los premios técnicos del año pasado les ofrecen una puerta entornada por la que pueden intentar entrar, ¿pero conseguirán una nominación al mejor drama? ¿Algún otro actor podrá colarse en unas nominaciones que están siempre muy caras? Por la lista de precandidatos hecha pública por la academia de televisión, sabemos que ninguno de sus intérpretes se atreve a ir como actor principal, y que todos los que se presentan lo hacen como secundario. En los Critics' Choice, Dinklage, Nikolaj Coster-Waldau y Emilia Clarke fueron los nominados, pero incluso la Boda Roja parece muy poco para que Michelle Fairley sea tenida en cuenta. Hay que ver "Juego de tronos" más allá de los DVD que envía HBO para apreciar lo que bastantes de sus actores hacen, y hay que tener la voluntad de ver más allá de su género para que los Emmy la reconozcan. A veces, se pueden cambiar sus inercias, como los premios que "Friday Night Lights" se llevó en su última temporada gracias a que DirecTV mandó a los académicos la temporada completa, pero es realmente muy difícil.

P.D. podcastero: La ensalada de temas del último "Yo disparé a JR" es curiosa. Éste es el orden del día:



- 0': La lista de las 101 mejores series del WGA
- 6': "Community"
- 15': "Graceland"
- 25': "The Killing" (spoilers hasta el 3x02)
- 40': "Orphan Black"
- 56': "Juego de tronos" (spoilers de la tercera temporada)

11 junio 2013

Todos los hombres deben morir

ALERTA SPOILERS: Y así, tal y como llegó, la tercera temporada de "Juego de tronos" se marcha hasta el año que viene. ¿Sabéis a quién llaman "mhysa"? ¿Por qué "el rey está cansado"? ¿No? No hay que añadir más.

Cuando se habla de "Canción de Hielo y Fuego", la saga de libros en la que se basa "Juego de tronos", siempre es muy difícil hacerlo sin mencionar la Boda Roja. Es un evento monumental y crucial en el devenir de las historias que George R.R. Martin está contando. Confirma lo que la decapitación de Ned Stark nos anunciaba inicialmente, que si pensabas que esta historia iba a tener un final feliz, es que no estabas prestando atención (como le dice Ramsay Nieve a Theon Greyjoy), y era uno de los puntos al que los que los lectores de los libros estaban deseando que llegara la serie para ver cómo lo afrontaba y, especialmente, para tomar un retorcido solaz en las reacciones de quienes sólo siguen la serie de HBO. La masacre de Robb, Catelyn, Talisa y hasta su lobo huargo a cargo de Walder Frey, dejándose llevar por su sed de venganza y rompiendo los votos de hospitalidad, eleva aún más la sensación de inseguridad y peligro que rodea a todos los personajes, de que Poniente es realmente un mundo brutal en el que no hay que dejar pasar ninguna oportunidad de conseguir poder, mantenerlo o lograr que alguien con poder te proteja y te ayude.

Las formas de adquirir ese poder son variadas; pueden llegar a través del temor reverencial que inspira la fortuna (y la frialdad) de Tywin Lannister, a través de la traición de los Frey (aunque da la sensación de que es una hueca sensación de poder, de que Walder Frey es un peón que se tiene en demasiada alta estima para darse cuenta), mediante los medios mágicos de Melisandre o ganándose el respeto y el cariño de los pueblos que va liberando, como Daenerys, aunque la última escena de la temporada también nos deja ver el lado peligroso que tiene ese método (es muy fácil que se te suba a la cabeza y te creas un semidiós. Y eso es justo lo peor que puede pasarle a un Targaryen). Quienes se quedan en los márgenes, tienen que buscarse la vida en las sombras, afilando su ingenio y optando por convertirse en lo más parecido a un poder fáctico, como Varys, un personaje del que apenas hemos rascado la superficie de lo que es capaz de planear y hacer. O pueden hacer caso omiso de las advertencias de Yoda y abrazar ese lado oscuro al que conducen la ira, el miedo y el agresividad, y que es más rápido, más fácil y más seductor. Ahí ha caído Arya, ¿pero quién puede culparla? Ver el cadáver decapitado de tu hermano con la cabeza de su lobo cosida al cuello tiene que trastornarte de por vida.

Esta tercera temporada ha dado otro salto adelante más y se ha mostrado como la más segura en sí misma y la más coherente de las que hemos visto hasta el momento. David Benioff y D.B. Weiss saben perfectamente lo que están haciendo, y a pesar de los eslabones débiles, como la tortura de Theon, han entregado una tanda de capítulos que le hace la competencia este año a todas las series de prestigio que los críticos más adoran. La complejidad de las relaciones entre Cersey, Tyrion y los Tyrell ha sido uno de los puntos más álgidos, del mismo modo que ese infausto matrimonio entre el Gnomo y Sansa nos deja ver una promesa de infelicidad que Cersei expresa a la perfección en el último episodio. También han adquirido una nueva dimensión las maquinaciones de Melisandre con Stannis, con Davos posicionándose como uno de los favoritos de buena parte de los fans, y va a ser muy interesante ver cómo deciden ayudar a la Guardia de la Noche en su defensa de los Siete Reinos de esasa malvadas fuerzas que acechan más allá del Muro.

Como siempre, esa trama es la que más puede frustrar a algunos espectadores porque no se desarrolla todo lo rápido que les gustaría (como ocurre también con Daenerys en su periplo por la Bahía de los Esclavos). El "hielo" y el "fuego" siguen desenganchados de la acción principal, pero son los que acabarán teniendo toda la relevancia cuando lleguemos al final, así que la paciencia y el dejarse llevar es fundamental para disfrutar "Juego de tronos" sin estar continuamente pensando cuándo se darán cuenta en Desembarco del Rey de la que se les viene encima. Los frentes abiertos son todavía muchos, y los periplos de gente como Tyrion o Arya son lo suficientemente interesantes para seguirlos sin que nos preocupemos por cuándo llegará el invierno. Y lo mismo ocurre con Jaime Lannister, que bien puede ser el personaje que más ha evolucionado en esta tercera entrega y el que mejor ha ejemplificado el modo en el que "Juego de tronos" retrata a todos sus personajes, con muchas sombras y matices. Ni siquiera Dany es tan "buena" como nos gustaría creer (ya lo dice ella creo que en la segunda temporada, que no tiene un corazón gentil).

Tras un décimo episodio que se dedica a afrontar las consecuencias de la Boda Roja y a preparar la cuarta temporada (clásico esquema "The Wire"), lo que nos queda ahora es especular con los nuevos personajes que vamos a ver y recordar los grandes momentos de la temporada. Para mí, han sido cuatro; la confesión de Jaime a Brienne sobre la verdad detrás de su mote del Matarreyes, la toma de Astapor, la boda de Tyrion y Sansa y, claro, la Boda Roja. Si queréis un análisis de la temporada más detallado, en "Diamantes en serie" tienen uno muy interesante, y luego, en "BuzzFeed" han hecho una lista de peor a mejor con los treinta capítulos emitidos hasta ahora de "Juego de tronos" que también es curiosa. Esto puede ayudarnos a pasar mejor los largos nueve meses que nos esperan hasta la próxima primavera. Este invierno sí que está aquí.

P.D. sólo para lectores de los libros: Los fans de los libros vamos a pasar el hiato, claramente, discutiendo sobre qué momentos de los próximos volúmenes veremos en la cuarta temporada, y hasta apostando por cuál puede ser el que centre el noveno capítulo (aquí hay spoilers, claro). Algunos creen que será la batalla entre los salvajes y la Guardia de la Noche en el Castillo Negro (con aparición de Stannis incluida, si yo no recuerdo mal), pero yo casi que prefiero que sea el asesinato de Tywin a manos de Tyrion. Lo que sí parece claro es que veremos la boda de Joffrey bastante pronto. ¿Se reservarán a Corazón de Piedra para el final de la próxima temporada? ¿Y veremos a Dany gobernando Meereen?

10 junio 2013

El tiempo es relativo

Cuando le pedían a Albert Einstein que explicara su concepto del tiempo en la teoría general especial de la relatividad, y sobre todo su idea de que el tiempo era relativo y que dependía del observador, solía poner siempre el mismo ejemplo: "Cuando un hombre se sienta junto a una chica guapa durante una hora, le parece un minuto. Pero haz que se siente sobre un horno caliente durante un minuto, y le parecerá que dura más de una hora. Eso es relatividad". Este concepto relativista del tiempo podría aplicarse también a las series de televisión, especialmente en los últimos meses, en los que han coincidido varias cuyo ritmo es más tranquilo y menos frenético de lo habitual. Entre "Rectify", "The Fall" y hasta "Top of the lake", ha habido varios títulos que han optado por dejar que la historia que contaban fuera desenredándose poco a poco, sin prisa, preparando las bases lo mejor posible para que, cuando llegara algún momento de gran revelación y clímax dramático, tuviera un impacto mayor.

Esto ha traído de regreso una vieja discusión tuitera sobre las series "lentas" en las que "no pasa nada". Hace algunos años, casi estaba circunscrita sólo a "Mad Men", pero luego fueron llegando otras series con ritmos propios como "Breaking Bad", y se convirtió en habitual que algunos espectadores se quejaran al principio de que eran lentas porque marcaban sus propios tiempos en el desarrollo de la trama. Lo cierto es que la lentitud se ha convertido, de un tiempo a esta parte, en una inesperada arma arrojadiza, una característica de las series que algunos espectadores identifican como un defecto y que, la verdad, es que es bastante relativa. Una serie como "Battlestar Galactica", que a mí me resulta muy adictiva, para otros es muy lenta, y ya ni mencionemos "The Wire". Con "Juego de tronos", por ejemplo, se está reproduciendo en parte el patrón de críticas que suele verse, salvando las distancias, en "The Walking Dead"; cuando no hay grandes momentazos épicos (marcados generalmente por muertes inesperadas o grandes batallas), la mitad de su audiencia se queja de que no pasa nada. Si "El Señor de los Anillos" era una trilogía de películas de gente que caminaba, "Juego de tronos" es una serie de gente que habla, y ha sido así desde el primer capítulo.

Esto, al final, entronca con algo que comentaba la revista OchoQuince a raíz del célebre capítulo "Las lluvias de Castamere" de la fantasía épica de HBO, y es que, a veces, parece que no nos damos cuenta de cómo es la serie que estamos viendo. En ocasiones, las críticas se hacen más basándonos en cómo queremos nosotros que sea la serie que en cómo es dicha serie, y nos empeñamos, por ejemplo, en quejarnos amargamente cuando en "The Walking Dead"no se enfrentan en todos los episodios a una horda de zombies, cuando desde el principio quedó claro que aquello era más un drama centrado en los supervivientes y su potencial para ser unos monstruos (otra cosa es que la serie logre "vender" esos momentos más tranquilos, pero eso es discusión para otro día). "Mad Men" no va buscando las grandes revelaciones, sino que va acumulando momentos y pequeños detalles hasta que, finalmente, la olla a presión acaba explotando por alguna parte, y muchas de esas series "acusadas" de lentas funcionan del mismo modo.

"Rectify" opta por ese ritmo más contemplativo para hacernos llegar mejor cómo es su protagonista y cómo el mundo que le rodea al salir de la cárcel se ha convertido en algo que podríamos describir como casi alienígena, y en "The Fall" lo que interesa no es tanto la investigación de esos asesinatos, sino la disección del carácter del asesino y de la policía que va tras él. Su creador, Allan Cubitt, así lo explica en este artículo en "The Guardian" en el que habla, además, sobre el retrato que se hace en televisión de la violencia sobre las mujeres, y cómo ha intentado subvertir los estereotipos sobre cómo es una detective con su Stella Gibson. Sus objetivos son los que marcan el ritmo de la serie. Aunque, todo sea dicho, a veces la lentitud no es más que una excusa para gritar las pretensiones artísticas de un programa, pretensiones que en realidad están vacías, pero por lo general, que una serie sea lenta no es un defecto. Hay ciertas historias que necesitan tiempo para desarrollarse adecuadamente.

09 junio 2013

El pasado de Linden

Que una serie vuelva de la cancelación no es lo más habitual. Es cierto que hemos tenido unos cuantos ejemplos últimamente, como la resurrección de "Unforgettable" en CBS como serie de verano, pero si una cadena decide dar carpetazo a una serie, no la repesca meses más tarde. Las razones que tenía para cancelarla no se han volatilizado de repente. Sin embargo, en el caso de "The Killing", mientras que la audiencia es la que es (y seguirá siendo material de cancelación), lo que motivó a su estudio, Fox, y a AMC a traerla de regreso de entre los muertos fueron otros factores que iban más allá de la audiencia, y que detallaban en este reportaje de "The Hollywood Reporter". Sobre todo, Fox no quería dejar marchar a Joel Kinnaman y Mireille Enos, que tienen este verano en los cines el remake de "Robocop" y "Guerra Mundial Z", y así se acabó llegando a un acuerdo entre la cadena, el estudio y Netflix que ha dado una excusa para que veamos de nuevo en acción a Linden y Holder, que fueron lo mejor con diferencia de la segunda temporada.

En estos nuevos capítulos, ha pasado un año desde la resolución del asesinato de Rosie Larsen, y mientras Holder es ahora un prometedor detective de homicidios, Linden lleva una vida que parece más tranquila y feliz alejada de la policía. Sin embargo, Holder investiga la muerte de una adolescente que vivía en la calle y que presenta puntos de contacto con aquel famoso caso que cerró Linden con gran coste de su salud mental y su vida personal, por lo que ella, aunque externamente no quiera, se va a ver arrastrada de nuevo a las viejas rutinas. Y su compañero puede llevar ahora una vida que parece encaminada al éxito, a hacer carrera dentro del departamento de policía de Seattle, pero terminó adoptando de Linden su sentido de la responsabilidad hacia las víctimas, se sensación de que tiene que averiguar qué les pasó y quién fue el culpable, que no puede abandonarlas como si fueran colillas.

El pasado de Sarah va a jugar un importante papel en esta nueva temporada, pues además de esos chicos que viven en la calle que van a centrar buena parte de nuestra atención, también veremos al hombre que Linden metió en la cárcel por aquel crimen (un crimen del que nos cuentan las líneas básicas en la segunda entrega), y que ahora está esperando su ejecución en el corredor de la muerte. La presencia de Peter Saarsgard ha sido de los aspectos más comentados en los medios estadounidenses, pero habrá qué esperar para ver si su personaje es algo más que el psicópata que se dedica a jugar con todo el mundo desde la cárcel. Aporta un toque interesante, pero es un aspecto del que necesitamos ver su evolución antes de emitir ningún juicio.

Y lo mismo ocurre con el resto de "The Killing". Con sólo los dos primeros episodios no es fácil saber sí, como dicen los críticos, la serie ha hecho acto de enmienda o si va a ser como Linden y reproducir los errores y hábitos del pasado. Evidentemente, no puede perder la oscuridad ni la lluvia porque son sus señas de identidad, por mucho que acabara convertido en un chiste, pero sí puede entregar doce episodios mejor construidos, con una trama que se disperse menos y que tenga un foco de atención más claro. La relación den Linden y Holder va a ser igualmente entretenida de ver, pero veremos hasta qué punto el pasado de ella regresa para complicarlo todo. Y veremos también si los espectadores desencantados le dan otra oportunidad, lo que no parece muy probable.

Música de la semana: Una cosa muy curiosa de "Defiance" es su utilización de versiones de canciones muy conocidas, pasadas por tamiz de treinta años de convivencia con los extraterrestres. Lo mismo versionan clásicos del jazz que a Nirvana, o se escucha "Lovesong", de The Cure, para cerrar un capítulo en concreto.

07 junio 2013

Viernes musical (32): "A dos metros bajo tierra"



Si Nate se pasaba toda la primera temporada de "A dos metros bajo tierra" viendo y hasta hablando con su padre, que muere nada más comenzar el piloto, ¿por qué no iba el resto de su familia a tener ensoñaciones en las que se arrancaban a cantar como si estuvieran en Broadway? Alan Ball, creador de la serie, aprovechaba ahí la experiencia de Michael C. Hall en los musicales y el vozarrón de Lauren Ambrose, que queda bien patente en esa cachonda versión de "You light up my life", de Debby Boone, dedicada a las medias que tiene que llevar en el trabajo. Ambrose tiene algo así como una carrera paralela como cantante de una banda de jazz llamada The Leisure Class, y hasta estuvo a punto de interpretar el papel de Barbra Streisand en un revival de "Funny girl" en Broadway que, finalmente, no salió adelante, y para el que llegó a rumorearse la presencia de Lea Michele. Un ejemplo de sus habilidades cantoras queda patente en este vídeo, de hace ya algún tiempo, en el que canta "The leisure class", una canción original de la banda. En cuanto a Hall, David intentó entrar en el Gay Men's Chorus de Los Angeles, así que ya había excusa para ponerlo a cantar sin que fuera todo un sueño.

06 junio 2013

Los secretos de Kiera

ALERTA SPOILERS: ¿Sabéis qué película comentaban Alec y su "ligue" en el último capítulo de "Continuum"? ¿O cuánta gente conoce el secreto de Kiera Cameron? ¿No? No hace falta que os diga lo que deberíais hacer.

Uno de los aspectos que Simon Barry, el creador de "Continuum", tenía que afrontar tarde o temprano era hasta cuándo iba a estar Kiera mintiendo a su compañero en la policía, el detective Carlos Fonegra, sobre su verdadera identidad. Cameron casi se lo cuenta todo durante el asalto a la granja del padrastro de Alec, al final de la primera temporada, y durante estos seis capítulos iniciales de la segunda, él cada vez ha desconfiado más de las explicaciones que ella le ofrece sobre sus "corazonadas" y pistas (la verdad es que nunca han sido unas explicaciones demasiado convincentes). Al final, tenía que llegar algún momento en el que la relación entre los dos alcanzara un punto de no retorno y, o Kiera lo confesaba todo, o se alejaba de él para siempre. Ha sido el caso de ese asesino en serie un poco a lo Dexter que ella había estudiado en 2077, un caso que jamás se había resuelto y que había dejado 38 cadáveres durante un periodo de tiempo de una década. El conocimiento que Kiera tenía del caso no podía justificarse esta vez con sus habituales excusas de la Sección 6 (que es un nombre muy "Alias", por cierto), así que terminó optando por confesar.

Esto de decirle a tu compañero que eres un viajero del futuro no es fácil, claro. ¿Quién te va a creer? Pero es interesante que sea la visión de la pistola de Kiera apagándose, como quien dice, y la sensación de que ella no pudiera estar trabajando con los asesinos lo que incline a Carlos a aceptar su versión, y esto libera a la serie de muchas restricciones. Kiera puede ahora usar toda la tecnología que lleva encima (que es mucha) sin tener que esconderla de Carlos, con lo que podemos tener una especie de Batman y Robin mucho más entretenidos, y así también puede avanzar mejor la persecución de Liber8. Después de un arranque que estaba muy centrado en los terroristas, estos dos o tres últimos capítulos han puesto el acento sobre esa mitología más amplia que hay al fondo de "Continuum", sobre esos otros viajeros de 2077 que acabaron en 2012, o incluso más atrás en el tiempo, como le ocurrió a la compañera de Kiera. Ese episodio (que recordaba un poco a algunas partes de "Blink", de "Doctor Who") le vdio a la agente Cameron un lado emocional mucho más creíble, y también parece estar siendo un poco el detonante para que ella empiece a pensar que, tal vez, debería ir aceptando que podría tener que estar en 2012 todavía un tiempo.

Las debilidades de Kiera no han sido uno de los temas más tocados por la serie hasta ahora, pero da la sensación de que están centrando este tramo intermedio de la segunda temporada. Sus dudas e inseguridades tienen que afrontarse con decisión en algún momento, porque no van más que a ampliarse conforme se retrase su vuelta a casa, y será interesante ver qué opina el día que Alec le cuente por fin la totalidad del mensaje que yo futuro dejó en el traje. Al mismo tiempo, de todos modos, parecemos estar conociendo al verdadero "malo", ese misterioso señor Escher que parece proceder de 2077 también y que está "comprando" a todos los emprendedores a los que se acerca Kellogg. Lo que se traiga entre manos me intriga ahora mismo más que Liber8, aunque no me extrañaría nada que uno y otros acabaran relacionados de alguna manera. Además, hay traidores y espías por todas partes.

Eso sí, como apuntan en "SFX" no deja de ser curioso, y destacable, que Kiera sea casi siempre la que acude al rescate de Carlos y, hasta en un momento en el que ella está a merced total de un asesino en serie, se salva por sus propios medios. Cuando Fonegra llega al sótano donde Cameron está atada, el malo está noqueado en el suelo. Y todo eso, sin utilizar el supertraje ni una sola vez.