30 junio 2008

La puerta de entrada

Ya hace tiempo que por la blogosfera teléfila nos quejamos de esta moda de que las series no tengan títulos de crédito. No hace falta que sean como los de "Star Trek: Enterprise", que en apenas 1:20 minutos resumen buena parte de la historia de la exploración humana del mar, el cielo y el espacio, desde las balsas de totora a la Estación Espacial Internacional. Pero tampoco es necesario que todas las series apuesten por el minimalismo de "Perdidos".

Los créditos son nuestra primera toma de contacto con lo que vamos a ver y, de algún modo, empiezan a establecer el tono de lo que seguirá. Algunos son pequeñas películas en sí mismos y, vía Microsiervos, he llegado a una página web que recoge un buen número de secuencias de títulos de crédito que destacan por su gran nivel de producción, su estética cuidada y lo bien que sirven de puerta de entrada, o de salida, para la serie o película en cuestión. Tienen una interesante selección de películas y series y, entre ésas últimas, figuran merecidamente "Dexter", "Deadwood", "Carnivale", la misma "Perdidos"... Van incluyendo cosas nuevas y enlaces a curiosidades relacionadas con algunos de esos créditos.

De todos modos, de las series recientes la que a mí más me sorprende en este aspecto es "The Wire" que, a lo largo de sus cinco temporadas ha utilizado la canción "Way down in the hole", de Tom Waits, y cuatro versiones distintas, ajustándolas un poco a la temática de cada temporada:
Temporada 1. Blind Boys of Alabama.
Temporada 2. Tom Waits.
Temporada 3. The Neville Brothers.
Temporada 4. DoMaJe.
Temporada 5. Steve Earle.

29 junio 2008

El jet lag

1.- Qué malo es el jet lag, así que lo primero, antes de que mis neuronas patinen definitivamente por la falta de sueño, es responder a los retos de la entrada anterior, además de desvelar los premios que pueden tocar a quienes los acertaron correctamente, y a quienes se animen y en los comentarios de esta entrada digan por qué quieren que les toque bien una recopilación de todos los cómics de la primera temporada de "Héroes" (en inglés, claro), bien el número especial 1.000 de "Entertainment Weekly", con una lista de los mejor en libros, cine, televisión y música de los últimos 25 años elegida por los lectores, o bien el número de la revista "Geek" con "Hellboy 2" en la portada. Es todo un poquito friki, pero eso es marca de la casa.

Y en cuanto a las respuestas, efectivamente, eran Carter Bays y Craig Thomas, los creadores de "Cómo conocí a vuestra madre", los que compartían foto y piquete con Josh Schwartz. Los dos empezaron en "Late Show with David Letterman", y pasaban horas y horas en McGee's, el bar irlandés en primer plano de la foto, a dos calles del teatro Ed Sullivan, en Nueva York, donde se graba el programa (la calle que cruza a la W 55th es Broadway, por si os interesa). La siguiente foto correspondía a "The education of Max Bickford", una serie de corta vida que CBS emitió entre 2001 y 2002, y que protagonizaban Marcia Gay Harden, Richard Dreyfuss y Katee Sackhoff, y ya me imaginaba que os resultaría pan comido distinguir a Nathan Fillion en "Salvar al soldado Ryan". En cuanto a las tenistas que le hacían los coros a Cliff Richard en aquel torneo de Wimbledon pasado por agua de 1996, andaban por ahí Martina Navratilova, Conchita Martínez, Pam Shriver y Gigi Fernández, entre otras.

2.- La única televisión que he visto en el viaje ha sido en el avión. Le he echado un ojo a "My boys", una comedia sobre un grupo de periodistas deportivos en Chicago centrado en la única mujer del grupo, P.J., simpática y sin más pretensiones que hacerte pasar un buen rato. También conseguí, por fin, ver "Monstruoso", también conocida como "Cloverfield", una mezcla entre "Godzilla", "El proyecto de la bruja de Blair" y "Sé lo que hicisteis el último verano" con tantas pistas ocultas y dobles sentidos en sus últimos cinco minutos que en una temporada entera de "Perdidos". Lo que es bastante lógico si productores, guionista y director se han curtido todos en esa serie. Desde luego, para los fans de las películas de monstruos es una buena diversión, incluso con sus momentos más débiles. Por cierto, que esas pistas, con spoilers a tutiplén, son ésta, al final de los títulos de crédito, y esta otra, casi en la última escena de la película.

3.- Nueva York es enorme, muy recomendable, con tantas cosas por hacer y que ver, que ni una semana es suficiente. Y, además, incluso puedes tiener tiempo (y suerte) de algún avistamiento de famosos. Por ejemplo, vi a Adrienne Palicki (Tyra en "Friday Night Lights") en Greenwich Village, a Sean Maher (Simon en "Firefly") en el SoHo y a Daniel Day-Lewis en Chelsea. Como añadido, y dado que España es campeona de Europa, he de decir que medio Nueva York estaba pendiente de lo que hacía en la Eurocopa, preguntando a los españoles que había por allí cómo había quedado España en las sucesivas eliminatorias y confiando siempre en que ganaran finalmente el torneo.

Música de la semana: Pues ya que "Cloverfield" está ambientada en Nueva York, nos quedamos con una de las canciones que suenan en la fiesta que abre la película, "The underdog", de Spoon.

19 junio 2008

Entrenamiento teléfilo

Para pasar mejor esta semana que os dejo a vuestras anchas en la blogosfera teléfila, nada más pirulacho que unos retos, creo que bastante sencillos. Otras veces, los retos macguffineros han quedado como meros Trivial Pursuit de la teligión sin más premio que unas cuantas palmaditas en nuestro ego por haberlos resuelto todos. Sin embargo, tal vez la tienda de la NBC (u otro establecimento a tal efecto) pueda proveer de algún detallito que sirva como premio (no, los cylones de dos metros de altura no se incluyen en la categoría de "detallito"). ¿Os animáis? Pues vamos a ello.

Ya os adelanto que el buen mozo del centro de la imagen es Josh Schwartz, muy ocupado este año con "Gossip Girl" y "Chuck". Pero quienes nos interesan son sus acompañantes en aquellos piquetes de la huelga de guionistas. ¿Quiénes son? ¿Y dónde empezaron a ganarse el pan en el oficio por el que son conocidos?

Antes de que vosotros digáis nada, lo digo yo: la foto es una caspa. Pero no he encontrado otra, y a lo mejor así cuesta más reconocer al reparto de esta serie. ¿A cuántos podéis identificar? ¿Y de qué serie estamos hablando?

Ésta es muy fácil, sobre todo porque ese soldado tiene una jeta muy reconocible. ¿Pero sabríais decir a qué corresponde ese fotograma?

Música de la semana: Ay, las vacaciones. La selección musical de hoy viene que ni al pelo, porque es "Summer holiday", de Cliff Richard. Que también es muy apropiada porque esta semana empieza el torneo de Wimbledon, y aquel concierto improvisado de Cliff en una de las gradas, amenizando uno de los continuos parones por la lluvia, sigue siendo uno de los mejores momentos televisados del campeonato. A ver a cuántas tenistas de finales de los 90 reconocéis haciendo los coros. Nos leemos en una semana, más o menos, y tened cuidado ahí fuera.

18 junio 2008

La ciudad que nunca duerme

Se acaba la temporada otoñal de series, llega el calor y MacGuffin hace las maletas durante una semana. ¿Adónde?



Debe ser una de las ciudades más telegénicas, cinematográficas y fotogénicas del mundo. Ahora mismo, hay unas cuantas series en antena ambientadas en Nueva York, en diferentes épocas y en distintos puntos de su geografía. "Ugly Betty" alterna Queens (donde vive Betty) con Manhattan; los chicos de "Gossip Girl" se mueven por el Upper East Side; "Mad Men" nos traslada hasta la Madison Avenue de principios de los 60; "Rescue Me" empezó alentada por todo lo ocurrido en la Zona Cero el 11 de septiembre de 2001; "30 Rock" tiene su centro en Rockefeller Plaza; "CSI: NY" se mueve por todas partes; el bar de los chicos de "Cómo conocí a vuestra madre" está inspirado en uno situado en el Midtown, cerca de Broadway... Y las que me dejo (incluidas las que ya no figuran más en las parrillas). Quizás sólo Los Ángeles la supere en cuanto a ambientación de series y películas.

De todos modos, mañana intentaré retaros a uno de esos acertijos múltiples marca de la casa y tal vez, con un poco de suerte, haya algo más de premio que nuestra honrilla de teléfilos.

17 junio 2008

El umbral del dolor

Es común que, en los comentarios de una entrada dedicada a una serie en concreto, siempre haya alguien que no se explica cómo seguimos viéndola, si desde hace temporada y media ha caído en desgracia y ya no hay quien se la crea (confieso que yo he hecho esto alguna que otra vez, mea culpa). Lógicamente, un comentario así implica que esa persona también continúa viendo la serie, aunque se le licue el cerebro porque considera que es una caspa. Lo cual lleva a la pregunta inevitable. ¿Hasta dónde puede llegar nuestro masoquismo aguantando una serie a la que no le vemos la gracia por ninguna parte?

A veces es suficiente con cuatro episodios (y adiós a "Bionic Woman" y a "Journeyman"); a veces, ya sólo el piloto nos echa para atrás (sé que es casi una blasfemia, pero no pasé de ahí con "Studio 60", en parte también por pereza) y en otras ocasiones, podemos estar viendo temporadas y temporadas antes de decidirnos a bajar del tren (aún no me explico cómo pude soportar cuatro temporadas de "CSI: Miami", ¡cuatro!). Puede ser que, aunque sepamos que no es gran cosa, nos entretenga y la serie en cuestión se convierta en un placer culpable. Puede ser que sigamos adelante con la esperanza de que algún episodio mejore el nivel y el programa remonte el vuelo. Puede ser que nos vaya la autoflagelación. El caso es que nos mantenemos al pie del cañón, viendo una serie que no nos gusta y, además, aireándolo en cuanto tenemos oportunidad. ¿Por qué será tan difícil decir que no?

La mitad final de la segunda temporada de "Prison Break" fue el punto de no retorno para mí, pero la vi hasta el final. Eso sí, en la tercera ya no me han pillado. Con "Héroes" sigo esperando que se desarrolle de una vez ese potencial que se intuye muy de vez en cuando, pero empiezo a creer que se ha instalado en una dinámica muy cómoda que, sin embargo, a mí ya no me convence. La tercera temporada será la prueba de fuego. "Sin rastro", que al principio me entretenía mucho, se volvió aburrida de golpe con la introducción de la agente Delgado. No obstante, si la serie que pierde gas es una que antes nos encantaba, una de nuestras favoritas, el nivel de masoquismo que podemos alcanzar es ya preocupante. Aunque era perfectamente consciente de que, a partir de la 5ª temporada, "Expediente X" ya no era lo mismo, aún vi las dos siguientes sólo para obtener alguna "dosis" de la diversión de antaño en los capítulos sueltos del monstruo de la semana. Eso sí, "Doctor en Alaska" no duró ni un asalto en cuanto se fue Fleischman. Al médico italiano sólo le concedí un episodio.

16 junio 2008

Quemado por el sol

Siempre hay espacio para las sorpresas en la televisión, incluso con los conceptos más trillados y las ideas más manidas. Series de espías ha habido unas cuantas en la historia de la tele. Series cuyo personaje central se ve envuelto en una trama de la que lo desconoce todo, también. Incluso se han unido ambos conceptos. Sin embargo, pocas tienen la frescura de "Burn notice". Nos presentan a un espía muy a lo James Bond; siempre impecablemente vestido, con una enorme variedad de recursos para salir de las situaciones más complicadas, sean las que sean. Es muy eficaz y tira más de ingenio que de gatillo, pero hete aquí que, de golpe y porrazo, lo colocan en la lista negra, lo "queman", y lo mandan a Miami a no hacer nada, más que soportar a su madre hipocondríaca.

No me extraña que fuera uno de los éxitos del verano pasado en EE.UU., porque se pasa realmente bien viendo cómo Michael hace cualquier trabajo, más propios de detective privado, para sobrevivir, a la vez que intenta averiguar quién lo ha apartado del servicio y por qué le siguen dos agentes del FBI a todas partes. Michael tiene carisma, es lo suficientemente duro para que nos creamos que puede ser "hombre del misterio internacional", pero es su relación con su madre lo que garantiza los mejores momentos. Ellos no se llevan bien, y no lo ocultan, pero tampoco pueden negar que la familia es lo primero, aunque no lo reconozcan. "Burn notice" ha resultado ser un poco como "Life"; una premisa que parece ya agotada a la que unos personajes interesantes y un particular sentido del humor inyectan el suficiente aire fresco para que sigas viendo capítulos.

Además, "Burn notice" cuenta con un gran punto a favor: Bruce Campbell. Sam Raimi lo convirtió en actor de culto y, aunque nunca ha tenido demasiado éxito entre el gran público, ese aire de no tomarse a sí mismo demasiado en serio hace que sea la diversión asegurada. En esta serie, además, es una mezcla entre lo patético, lo jeta y lo cool que engancha.

15 junio 2008

¡Malditos! ¡Lo destruisteis!

ALERTA SPOILERS: Deberes antes de seguir leyendo; no sólo ver el final de media temporada de "Galáctica" (que ha superado con creces el final de temporada de "Perdidos". Hala, ya lo he dicho), sino también cierta película con Charlton Heston.

En muchos blogs dicen que este capítulo habría sido un buen final de serie, si bien un poco nihilista, y no les falta razón. Esa panorámica de todos los personajes, desde Adama cogiendo un puñado de tierra radioactiva hasta el plano abierto de una ciudad destruida y los restos de lo que parece un puente, habría sido un homenaje a cierto clásico de la ciencia ficción, y un final devastador, incluso aunque lo viéramos venir. Pero no es el final. Ahora, quedan otros diez capítulos (quizás once) en los que lo que queda de la humanidad, y los pocos cylones rebeldes, han de enfrentarse, sin el faro de esperanza que era la Tierra, a esa pregunta que D'Anna le hace a Lee, creo: ¿Qué hacemos ahora? ¿Dónde vamos?

Estos primeros 10 capítulos han levantado mucha polvareda entre los fans. Están quienes están disfrutándolos a tope, incluso con sus bajones, porque han proporcionado una interesante evolución de los personajes, y están los que creen que son un rollo porque no ha pasado nada, y han tardado 10 episodios en llevar a la Flota a los puntos que todos sabíamos que iban a cumplir antes de llegar a la Tierra (como el "rescate" de D'Anna). He de alinearme con la primera corriente de opinión porque, incluso a pesar de "Sine qua non" y algunos otros momentos, hemos visto cosas muy interesantes, y no sólo ese instante Han-Leia entre Adama y Roslin. La lenta asunción de Tigh de su verdadera identidad está siendo fascinante de ver, igual que Seis (y sus surtidas versiones) sigue siendo el cylon más interesante y enigmático (las Sharon están ahí, ahí).

El Quinto Cylon sigue oculto, pero empieza a cobrar mucha fuerza la teoría de que era la madre de Starbuck. D'Anna dice ver sólo cuatro de los Últimos Cylones en la flota colonial, así que o el quinto está en la nave cylon o está muerto. Que fuera la madre de Kara daría todo el sentido no sólo a su destino, o a esa "preparación", bastante salvaje, a la que Socrata la sometió cuando era pequeña, sino a la frase de Leoben que Starbuck le dice a Lee al principio de "Revelations"; que los hijos están en el mundo para tomar el lugar de sus padres y que, para que alcancen todo su potencial, los padres deben morir. La otra teoría que arrasa por todo Internet es averiguar en qué lugar de la Tierra aterrizan nuestros héroes. Esta comparación fotográfica parece dejar claro que el último plano del episodio es un destruido puente de Brooklyn, en Nueva York, lo que, como bien se apunta por ahí, sería muy apropiado para una serie que es una mirada al mundo post 11-S. También se indica que es muy probable que aterricen en la isla de Ellis, el lugar donde llegaban todos los inmigrantes procedentes de Europa a principios del siglo XX.

Podríamos seguir durante horas, y horas, porque no hemos mencionado el desmoronamiento de Adama en el suelo del baño, o la cara de Kara al descubrir que Anders es un cylon, o la dignidad y resolución de Tigh de pie delante de la escotilla... Sólo añadiré que, además de ese clásico con Charlton Heston, hay quien apunta que la saga de "Fundación" de Isaac Asimov es otra de las homenajeadas (sólo he leído el primer libro, no puedo opinar), pero yo lo único que sé es que, otra vez, la espera hasta 2009 se va a hacer muy larga. Y que no sabéis lo que envidio a todos los que están descubriendo "Galáctica" ahora.

Música de la semana: ¿Qué tal un poco más de animación? El viernes vi algo de "Sé lo que hicisteis" (a la hora que lo emiten no suelo estar en casa) y me di cuenta de que la música que utilizan para presentar a uno de los colaboradores, Alberto Casado, es "Teddy picker", de Arctic Monkeys.

14 junio 2008

Déjaselo a Mary

Todos los veranos aparece en el cable estadounidense una serie con un personaje algo peculiar en su centro, que aúna una trama más o menos policial con toques de humor procedentes, casi siempre, de ese personaje central, y la cadena USA es una experta en ello. "Monk" y "Psych" son más abiertamente comedias, sobre todo la última, "Burn notice" se centra en un espía (es la siguiente en mi lista) y hace un par de semanas se estrenó "In plain sight", cuyo protagonista es una marshall, como Tommy Lee Jones en "El fugitivo", que se dedica a la protección de las personas incluidas en el Programa de Protección a Testigos. El título, "a simple vista", es curioso porque, aunque estas personas estén escondidas, lo están a la vista de todo el mundo (bajo un nuevo nombre y en una nueva ciudad, claro). Ya dicen que la mejor manera de ocultar algo, es hacerlo de modo bien visible. Aquí, además, esa idea aún se refuerza más al haber situado la acción en Albuquerque (Nuevo México), con grandes extensiones llanas de terreno, el desierto y un cielo azulísimo sobre sus cabezas.

Como viene siendo habitual, la principal razón para echarle un vistazo a la serie es su protagonista, la marshall Mary Shannon, con su gran profesionalidad y su desastre de vida privada, y una lengua y un ingenio que más de una vez me hicieron creer que estaba viendo algo así como la versión adulta de "Verónica Mars". Las interacciones entre ella y su compañero resultan muy entretenidas y, aunque la trama de su familia a veces queda un poco de pegote, es una opción veraniega para pasar un buen rato.

Algunos críticos yanquis han traído a colación "Karen Sisco", una serie que duró una sola temporada, en 2003, y que seguía también a una marshall, salida de las páginas de un libro de Elmore Leonard. Creo que "In plain sight" es menos noir de lo que parece que era "Karen Sisco" y que apuesta más por un humor tipo "The Closer" (les faltan Provenza y los padres de Brenda, qué le vamos a hacer). Eso sí, su actriz protagonista, Mary McCormack, es una de las principales razones para echarle un vistazo, porque transmite la dureza, la ironía y el lado sensible de Mary a la perfección. Y cada vez que se hace pasar por otra persona, es muy divertida (la escena del piloto en el bar de moteros indios es un buen ejemplo). McCormack, por otro lado, es toda una veterana en esto de la tele, y veterana en cosas como "El ala oeste de la Casa Blanca", donde era la comandante de Marina Kate Harper, asesora militar del presidente Bartlett entre las temporadas 5 y 7.

P.D.: La música a veces recuerda a la de "The Closer", pero el que está detrás de ella es nuestro querido W.G. Snuffy Walden, responsable también de las bandas sonras de "Friday Night Lights", "El ala oeste de la Casa Blanca", "Studio 60", "Felicity", "Roseanne", "Es mi vida"...

13 junio 2008

Boquitas de piñón

1.- El set de "Anatomía de Grey" debe ser una juerga. Cuando parecía que las aguas bajaban tranquilas después del "penalti y expulsión" de Isaiah Washington, llega Katherine Heigl y la lía otra vez. ¿El motivo? Heigl no ha enviado este año ningún capítulo a los Emmy ni se ha inscrito para participar dentro de la categoría de mejor secundaria, en la que ganó el año pasado. Se explica (y lo recoge muy bien Gold Derby) diciendo que, como esta temporada su personaje no ha tenido buen material, prefiere no presentarse y dejar su espacio a otras actrices que sí hayan tenido ese material. Por un lado, está bien que lo reconozca, pero por otro, acaba de meterse ella solita en un jardín... ¿O es que de verdad quiere forzar la cosa para dejar la serie y dedicarse sólo al cine? Debe ser que la gente no aprende del ejemplo de George Clooney.

2.- Hablando de los Emmy, el tema de Heigl saltó porque los foreros expertos en los premios de Gold Derby se dieron cuenta de que su nombre no estaba entre las pre-seleccionadas para entrar en la primera ronda de votaciones. Esa pre-selección es, más bien, una lista de quién se presenta a qué, y es el formulario con el que los académicos votarán (os advierto que esa lista es agotadoramente larga. ¡143 frakkin' páginas!). Por aquí destacan algunas cosas curiosas de los candidatos y Alan Sepinwall se atreve con sus nominaciones soñadas (no una predicción de las que vayan a salir en julio). Algunas de las cosas más divertidas es que le gustaría votar a Miley Cyrus-Hannah Montana como mejor actriz de comedia sólo por fastidiar (sí, está incluida como opción, no preguntéis).

3.- El suplemento "EP3" de "El País" incluye un curioso reportaje sobre los subtituladores, esos oídos finos y ojos de lince que traducen un capítulo entero de "Perdidos" en cuatro horas, y lo cuelgan para que todos podamos entender mejor los motes de Sawyer. No sé si alguien lo subirá por ahí en algún momento, porque en la web del periódico no está (Actualización: La labor de investigación de "el guardián" ha dado sus frutos. Éste es el enlace).

4.- Este vídeo musical de Old 97's está corriendo como la pólvora por media blogosfera teléfila yanqui. ¿Por qué? Echadle un ojo.



5.- Y ya que estamos... ¡Quiero uno de éstos!

12 junio 2008

En la última frontera

Si hay un género cuya estética y aspecto envejece peor y más rápido que todos los demás, ése es la ciencia ficción. Afrontémoslo. Los efectos especiales se quedan antiguos en meses, actualmente, así que imaginaos los que pasa con una serie de hace 20 años. Y lo mismo pasa con el maquillaje y la peluquería (de verdad, ¿cómo podía Mira Furlan no derretirse bajo todo lo que llevaba en "Babylon 5"?). Además de que el ritmo en el que se contaban las historias entonces no es como el de ahora, y hasta los títulos de crédito no pueden negar a qué época pertenecen.

¿Qué tal un poco de arqueología teléfila? Por ejemplo, con "Espacio: 1999", una serie de 1975, protagonizada por Martin Landau, y creada por Gerry Anderson, uno de los productores más influyentes de la televisión anglosajona, y a la altura de Gene Roddenberry en lo que se refiere a la ciencia ficción. Estos créditos, además, vienen muy a colación porque incluyen un teaser del episodio, algo que homenajean los créditos de "Galáctica" justo después de la música, con esos tambores japoneses.



Es muy divertido ver cómo evolucionan los créditos de series que llevan muchos años en antena, y "Doctor Who" acumula ya 40, así que haceos una idea de cómo ha cambiado todo desde que emitió el primer capítulo en los 60. Los créditos del primer Doctor, William Hartnell, parecen más de "Historias para no dormir" que de una serie orientada a toda la familia. Para ver la evolución, éstos son los del décimo Doctor, David Tennant.



"Espacio. La frontera final". Es el mítico principio de la serie original de "Star Trek", cuya estética y parte de su temática debe mucho a la época en la que empezó a emitirse. Los créditos son bastante sencillos, y se escucha esa famosa sintonía de Alexander Courage. He aquí la intro de "Star Trek: La nueva generación", ya con la música que Jerry Goldsmith adaptó para las películas.



Para finalizar con esta sesión, he encontrado uno de esos vídeos de remezcla absolutamente geniales. Es una introducción para el capítulo "¿Quién disparó al señor Burns?", de "Los Simpson", al estilo de "Galáctica", y es de lo más divertido.

11 junio 2008

Hazañas deportivas

Eurocopas, Mundiales de fútbol y de baloncesto, Juegos Olímpicos, Mundiales de atletismo, Roland Garros y Wimbledon, el Tour de Francia... Hay multitud de grandes torneos deportivos internacionales que son eventos televisivos de primer orden, de los que hacen que incluso quienes no siguen la actualidad deportiva día a día, estén pendientes del televisor para ver no sólo si España pasa de cuartos de final (soñar es gratis), sino una final, o un partido entre dos rivales acérrimos (los partidos de fútbol Holanda-Alemania no son una pachanga, precisamente), o comprobar qué joven va a asaltar el trono de Fred Perry en la hierba de Londres, o el de Eddy Merckx en las carreteras europeas.

El deporte puede dar las mismas emociones fuertes que un final de temporada de "Perdidos", pero muy rara vez una serie de televisión ha conseguido transmitir la extraña mezcla de euforia y saturación emocional que dejó traslucir, por ejemplo, el locutor Víctor Hugo Morales en la narración del segundo gol de Maradona a Inglaterra en el Mundial de México'86. Muchas veces, el esquema que se repite es siempre el mismo: equipo perdedor contrata a un nuevo entrenador, que tiene que pelear por ganarse a los jugadores y recuperar su confianza, y termina ganando, contra todo pronóstico, algún título importante. Ya podemos verlo todo desde el punto de vista del entrenador o del de un jugador, que pocas veces habrá variaciones en ese guión.

Lo más habitual actualmente es que el deporte sea parte más o menos importante de series de adolescentes, y todavía más si están ambientadas en el instituto. El baloncesto era una excusa para el enfrentamiento de sus protagonistas al principio de "One Tree Hill", y no pueden faltar en ninguna el quarterback estrella y la capitana de las animadoras. Incluso aceptando esas premisas, "Friday Night Lights" se distinguió por utilizar el fútbol americano como metáfora de la vida y las esperanzas de todo un pueblo y como un fresco de su vida cotidiana, y por ello optó por ese estilo Dogma 95. Verónica Mars tiene que investigar en una ocasión una trama de apuestas y compras de jugadores en el equipo de basket de su instituto, pero teniendo en cuenta el deje noir de la serie, ésta podía ser la clásica trama de boxeadores corruptos que es tan común ver en las historias de investigadores privados.

De todos modos, reto a los fans de "Galáctica" a qué me expliquen las reglas del pyramid, ese deporte mezcla de baloncesto, rugby y yo que sé cuántas cosas más del que Sam Anders era una megaestrella a lo David Beckham antes de que los cylones hicieran que se "pasara de moda". En algunos sitios intentan contar las reglas, pero me parece que me creo más lo que dijo uno de los actores (no recuerdo cuál) de que se las iban inventando según rodaban escenas del juego. Para más confusión, la nueva versión mezcló los nombres de los dos juegos que se veían en la versión original, con el resultado de que ahora pyramid es el deporte de pelota y triad, el juego de cartas.

10 junio 2008

En busca de la nominación perdida

En cuanto acaba la temporada en USAmerica (incluso un poco antes), las cadenas de televisión empiezan con sus campañas de promoción de sus series de cara a los Emmys (campañas que, a veces, duran más que las primarias demócratas entre Barack Obama y Hillary Clinton). Los premios no se entregan hasta septiembre y creo que sus nominaciones no se harán públicas hasta julio, pero hay que empezar a generar anticipación y curiosidad por los competidores desde bastante antes. Así que las teles ya llevan tiempo enviando cajas de DVDs muy bien presentadas y todo tipo de merchandising a los académicos para intentar arañar una candidatura.

El tema está complicado porque sólo hay 5 nominaciones por categoría, y quienes aspiran a ellas se cuentan por cienes y cienes. Además, los programas con mejor audiencia y que se emiten en cadenas mayoritarias ya tienen la mitad del camino ganado (a todo el mundo les suena su título y saben más o menos de qué va), y en los Emmy las opciones de una serie y un actor aumentan o disminuyen dependiendo de los episodios enviados a los académicos para que se juzgue su trabajo.

Por supuesto, los yanquis ya están haciendo sus quinielas y apuestas de favoritos (ésta es la de Entertainment Weekly), y ninguno deja de notar que, este año, hay algunas fijas de otras ediciones que ya no están, como "Los Soprano" o "24" (que se ha tomado un año sabático), lo que debería abrir algo el campo. Quizás una serie que ha terminado esta temporada, como "The Wire", pueda colarse por ahí (sólo ha estado nominada una vez con anterioridad, al mejor guión por el penúltimo capítulo de la tercera temporada), pero es realmente difícil. Y ya no digamos la empinadísima pendiente que sería una nominación para "Galáctica", que ya logró mucho el año pasado ganando por sus efectos especiales y colándose en las candidaturas a mejor guión y mejor dirección. Sólo Mary McDonnell podría obrar el milagro (si Gillian Anderson ganó un Emmy por la temporada de "Expediente X" en la que Scully padecía un cáncer inoperable...), y tendrá que encomendarse a todos los Dioses de Kobol y al poder del Quinto Cylon paa aspirar a él.

Lo más probable es que "Mujeres desesperadas", "The Office", "Boston Legal", veremos si "Anatomía de Grey" y "Dos hombres y medio" (sacrilegio) estén otra vez en todas partes, y casi todos los cronistas dan por seguras las irrupciones cual tornado de "Mad Men" y "Daños y perjuicios". "Perdidos" ha mejorado, pero la serialización y la ciencia ficción juegan en su contra, y los continuos problemas de "Friday Night Lights" para sobrevivir son un serio hándicap para dos de sus actores, Kyle Chandler y Connie Britton, que han sido un faro de esperanza en medio de una segunda entrega muy irregular.

Por lo demás, la actividad pre-nominaciones a los Emmy se nota bastante. De algunas series se sabe ya qué episodios se han enviado para qué candidaturas (parece que "The constant" y "The shape of things to come" son de los preferidos en "Perdidos"... Demasiada ciencia ficción para los académicos) y el blog The Envelope, de Los Angeles Times, está organizando unas sesiones de tele-forum, es decir, proyección y coloquio con guionistas y actores, de algunas de las series que pueden ser candidatas a los premios, como "Mad Men", "Daños y perjuicios", "Big Love", "Galáctica", "Breaking Bad" y "House". La academia de televisión también tiene sesiones parecidas (aquí nos detallan cómo fue la de "Cómo conocí a vuestra madre"), y por todas partes se disecciona lo que se dice en esos coloquios y si los capítulos mostrados son los más adecuados para conseguir la ansiada nominación.

Para no tomarnos demasiado a pecho que algunos de nuestros favoritos tengan que ver la gala de septiembre desde el sofá de su casa, repitamos un mantra que nunca falla: "soy una nube, soy una nube... Y sólo son unos premios de televisión".

09 junio 2008

A fuego lento

En los comentarios de esta entrada sobre el último capítulo de "Galáctica" (hay muchos spoilers, andad con ojo) se deja caer una reflexión muy interesante (si bien un poquito snob, lo reconozco) para todo teligioso, seriéfilo de pro, seguidor de una serie, sea cual sea y la devore en el medio que sea. Hay ciertas relaciones entre los personajes que se van cocinando sin prisa desde el arranque del programa, relaciones que quienes ven la serie semana a semana empiezan a notar aquí y allá hasta que se hacen muy evidentes sin que nadie llegue a explicitarlas nunca. Inviertes años siguiendo el programa, siendo testigo de cómo dicha relación va floreciendo y vas comentando, y preguntándote, si alguna vez irá más allá de una sonrisa o una mirada cómplice. Cuando ese "más allá" ocurre finalmente, el impacto emocional y la satisfacción no es la misma que la que puede sentir quien, en lugar de tardar años en llegar a ese punto, sólo ha tardado los dos meses en los que ha visto toda la serie en formato maratón.

Hay muchos ejemplos de parejas cuya relación se ha ido forjando desde el primer capítulo, que ha ido evolucionando con el tiempo hasta llegar al punto en el que dicha relación no puede seguir implícita y ha de traerse a primer plano (como no quiero irme de lengua con ninguna serie, por si de alguna no estáis al día, prefiero no incluir esos ejemplos). En todos esos casos, no ha sido una cuestión de cuatro capítulos, sino de cuatro temporadas, con sus correspondientes hiatos navideños y veraniegos, sus parones por cuestiones de programación o de fiestas nacionales y las interminables discusiones entre los fans, durante los meses de sequía, sobre el eterno dilema: ¿Están, o no lo están?

P.D.: Otra más para las comparaciones, parece que interminables, entre "Galáctica" y "Perdidos". Algunas de las mejores son que los conejos y los centuriones son las mascotas infelices de ambas series, o que Richard Alpert y los híbridos que controlan las naves cylon son los sirvientes atemorizadores y extraños. Además, las comparaciones se cierran con dos grandes frases que resumen buena parte de los dos programas. En "Galáctica", quien conoce a Dios está cerca de conocer los secretos del Universo. En "Perdidos", quien conoce los secretos de la isla está cerca de ser un dios.

08 junio 2008

Lo que la huelga se llevó

La huelga de guionistas ha sido, definitivamente, lo más destacado de la temporada televisiva en USAmerica. Rompió el ritmo de grabación y emisión durante tres meses y medio, se utilizó como excusa para terminar algunas series que no funcionaban y afectó a todas las demás de una manera muy clara. Temporadas acortadas, finales apresurados, estrenos demorados varios meses o, directamente, pospuestos hasta la próxima temporada, menos series nuevas (menos en el cable, que este verano sigue con su racha del año pasado), invasión de realities y de remakes de todo lo imaginable, desde viejas glorias ("El coche fantástico") a títulos extranjeros ("Life on Mars") a la recuperación de programas con todo el sabor de los 80 ("Gladiadores americanos")... En medio de este panorama, no obstante, ha habido algunas series a las que la huelga les ha sentado bien. Todos los guionistas reconocen que el parón les sirvió para repensar el plan establecido para la temporada y para hacer balance de los episodios emitidos hasta el mes de diciembre. Así las cosas, como decimos, ciertos títulos se vieron beneficiados.

Me atrevería a decir que "Reaper" es el ejemplo en el que ese replanteamiento obligado por la huelga se notó más. Al principio, encasillada en su fórmula de "caza a un alma cada semana", habían dejado caer un par de detalles anunciando que los padres de Sam ocultan algo, pero no se decidían a explotar esa subtrama. Al final, añadieron un elemento de continuidad, y un par de personajes nuevos, y la serie remontó notablemente, hasta el punto de que albergo unas esperanzas razonablemente altas para su segunda entrega, que no nos llegará hasta la midseason. Para las comedias, sin embargo, la huelga fue un tropezón, un palo en la rueda de la bicicleta porque les cortó el ritmo, la inercia que llevaban en diálogos y tramas fluidas hasta que se interrumpió el grifo de los guiones. "Cómo conocí a vuestra madre" tuvo como daño colateral el escaso impacto de lo relacionado con Ted y Stella, si bien ganó a cambio el Robingate, y "30 Rock" se vio apresurada y poco pulida (aunque el absurdo que han conseguido es difícil de superar).

Algo similar a lo sucedido con Ted y Stella le pasó a "House" con Wilson y Amber, razón por la que el final de temporada careció de más punch emocional ( no puedo evitar coincidir con algunos críticos yanquis en que Robert Sean Leonard y Anne Dudek se salen en ese episodio) , y por lo que he leído por ahí, "Ugly Betty" ha sufrido serio riesgo de descarrilar en sus capítulos post-huelga, riesgo que se ha contenido en el último episodio y del que sus responsables parecen conscientes. "Perdidos", por su parte, prácticamente no ha notado el paro, o sólo nos hemos dado cuenta de él porque estuvimos casi un mes sin capítulos nuevos en mitad de la temporada, pero eso no ha impedido que la cuarta haya sido, muy probablemente, la mejor entrega de la serie, la más regular y satisfactoria, y la que ha desvelado de una vez por todas sus cartas de serie de ciencia ficción.

Hubo otras series, por su parte, que supieron cerrar la temporada en diciembre de tal manera, que incluso si hubiera sido el final de la serie habría sido un broche coherente. En "Pushing daisies" se permitieron el lujo de un pequeño cliffhanger, con el convencimiento de que, tarde o temprano, regresarían a la parrilla, y en "Life" se cubrieron bien las espaldas solucionando parte de la conspiración alrededor de Charlie Crews, pero dejando una puerta abierta para una nueva tanda de episodios que, por suerte, han conseguido (Digresión: El jueves vi a Sarah Shahi, la detective Reese, haciendo de fantasma malvado en uno de los primeros capítulos de "Sobrenatural"). Ignoro completamente cómo terminó "Bionic Woman" porque, en cuanto Sarah Corvus dejó de aparecer, dejé de verla. Aunque la serie ha dejado mucho que desear, la Corvus ha sido uno de los personajes con los que mejor me lo he pasado esta temporada, y lo único que me fastidia es que no la veamos más dándoselas de sobrada y repartiendo mandobles a diestro y siniestro (sí, es un placer culpable, y no me importa. Cuatro capítulos saben a muy poco).

Ha sido una temporada bastante extraña, y la veraniega también va a distar de ser como otros años porque las series del cable empezaron a rodarse con mucho retraso, razón por la que algunas de ellas, como "Daños y perjuicios" o "Dexter", no se volverán creo que hasta septiembre, y también por esa razón tendremos que mordernos las uñas esperando el final "Galáctica" hasta el año que viene. Por un lado, así podremos seguir disfrutando y sufriendo con todos esos personajes siempre al borde del exterminio, pero por otro, creo que ellos se merecen un cierre que no se dilate demasiado. Y nosotros también.

Música de la semana: Estaba dudando entre dos temas que, por alusiones, podrían cuadrar dentro de algunas de las cosas que hemos comentado del final de "Perdidos". Por un lado, las teorías sobre agujeros de gusano y viajes espacio-temporales van a la perfección con "Supermassive black hole", de Muse (con su título, al menos), y por otro, el "eterno retorno" de los náufragos va mejor con la que va a ser nuestra elección definitiva, "Slight return", de The Bluetones.

Actualización (muy tardía): Tenía que añadirlo. "Ya era hora". No digo más. Ah, y D'Anna mola.

07 junio 2008

Detalles

1.- Últimos coletazos del Festival de Islantilla: el programa que los chicos de "Telepatrulla", en Canal+, le dedicaron, resumiendo la locura desatada en Lepe por Miguel Ángel "Duque" Silvestre, sometiendo a Carmen Machi a un tercer grado y hablando con un Luis Varela que se emocionó mucho en el homenaje que le dio el festival. Lástima que se quedaran fuera las peripecias del Lepebus, pero es que eso da para otro programa entero.

2.- Jack Shepard, el Atormentado, se ha pasado dos finales de temporada en "Perdidos" escuchando rock con muchos decibelios y de grupos torturados y peculiares. Si en la tercera temporada era Nirvana y "Scentless apprentice", en la cuarta se ha decantado por Pixies y "Gouge away", grupo que fue de los que marcaron el camino para el grunge y, especialmente, para los chicos de Kurt Cobain.

3.- Las promociones que hace Cuatro de la serie que sustituye a "House" cuando ésta se acaba suelen ser siempre bastante simpáticas. En este caso es "Betty", que es como se llamará aquí "Ugly Betty", y la integran de una manera bastante curiosa con parte de un episodio de "House". Podéis echarle un ojo aquí.

4.- El principio de "Silence in the library", de "Doctor Who", con todas esas alusiones a libros y spoilers ha sido un punto. Y volver a ver Alex "Corday" Kingston no ha estado nada mal. ¿Recordáis su rollo con Benton en "Urgencias", que acaba no demasiado muy bien? Lo que lloramos con ella con el final doctor Greene.

06 junio 2008

Un agujero de gusano

ALERTA SPOILERS: Sí, por fin he visto el final de temporada de "Perdidos". Enseguida irermos con él. Para los que veais también "Galáctica", al final hay una postdata con algunas cosillas... Con spoilers, por supuesto.

Según Wikipedia, un agujero de gusano es, básicamente, un "atajo" en el espacio-tiempo, una figura hipotética formada por un túnel con dos bocas. Esas dos bocas conectan diferentes puntos de ese continuo espacio-temporal, y la materia puede desplazarse por el túnel entre ambos puntos. El físico Paul Davies afirma, en el libro "How to build a time machine", que, hipotética y teóricamente, un agujero de gusano puede construirse con materia exótica, que posee cualidades antigravitacionales que permiten que las dos bocas del agujero permanezcan abiertas. El matemático alemán Hemann Weyl inventó el concepto al estudiar la energía de un campo electromagnético. ¿Os suena todo esto de algo, señores de la Iniciativa Dharma?

Ahora que ya hemos dejado de lado la parte friki-científica-relativista, podemos centrarnos en todo lo demás, en esa rueda activadora del mecanismo "desplazador" de la isla que, cuando nos la muestran por primera vez, parece el órgano hecho con huesos de "Los Goonies", o de esa emboscada de los Otros a los hombres de Keamy al mejor estilo de los ewoks de "El retorno del jedi", o de ese Locke que, por un momento, recuerda otra vez al coronel Kurtz (me lo imagino después de que Jack se vaya, en esos días en los que dice que pasan cosas terribles, repitiendo sin cesar "el horror, el horror")... En realidad, el final de esta 4ª temporada, truncada como tantas otras por la huelga de guionistas, se ha dedicado a mostrarnos cosas que ya intuíamos: la salida de los Seis de Oceanic y cómo Jack idea la mentira que deben decir para proteger a los que se quedan, lo que las propiedades electromagnéticas de la isla pueden hacer, cómo sale Ben de la isla y cómo ya no sabe dónde está. También hay algunas cosas muy desconcertantes (¿qué demonios se trae Sun entre manos? ¿Venganza pura y dura?).

Por supuesto, se reservan para el final una sorpresa marca de la casa, que no es otra que ver a Locke dentro del famoso ataúd. ¿Eso quiere decir que Widmore lo ha encontrado y ha acabado con él? Ha habido muchas escenas destacables en el capítulo, pero el momento en el que Locke está viendo la cinta de orientación de La Orquídea, con Ben poniendo en la cámara todas las cosas metálicas que encuentra, y la voz del vídeo advirtiendo de que eso nunca debe hacerse, no ha tenido precio. Ahora sólo falta que Jack y los demás encuentren a su propio conejo blanco que seguir. Y, por suerte, sigue habiendo misterios que resolver, y no sólo sobre el pie de estatua con cuatro dedos, o Adán y Eva. ¿Cuál es la misión de Daniel, Charlotte y Miles?

P.D. Versión "Galáctica": Tras ver "Sine qua non" (que no ha estado a la altura del resto de lo que llevamos de temporada), tengo un mal presentimiento sobre el destino final de Adama. Las otras dos veces que él y Starbuck se dicen eso de "¿Qué puedes oír? - Nada más que la lluvia" hemos tenido el ataque cylon a las colonias y la "muerte" de Kara, y los dos personajes lo emplean siempre en momentos importantes para ellos. La mirada de Starbuck a Lee cuando Adama se va en el Raptor es perfectamente clara al respecto. Sospecho que el ex-almirante leerá esta vez "Searider Falcon" hasta el final.

05 junio 2008

Los chicos de la prensa

"State of play" es un thriller político entremezclado con la investigación de una extraña muerte, cierto. Pero no es el joven diputado Steven Collins o el policía Bell los que centran la acción o los que nos prestan su punto de vista en la historia, muy al contrario; son los periodistas del ficticio "The Herald" nuestros ojos, nuestras mentes y nuestros corazones en esta historia. A lo largo de los seis capítulos, los vemos perseguir una historia que puede significar el mayor bombazo de sus carreras, hablar con sus fuentes, llamar a todas las puertas posibles e intentar también las imposibles, respirar y vivir la historia como si fuera lo único que importa en el mundo. "Los comentarios son libres, pero los hechos son sagrados". Esa frase de CP Scott, editor del "Manchester Guardian" en 1921, guía la apasionante búsqueda de la verdad de Cal McCaffrey y el resto de su equipo, una búsqueda en la que él también se juega algo más que el valor de su firma.

¿Es saludable tener una relación estrecha con las fuentes de tus informaciones? ¿Conocerlos, simpatizar con ellos, puede nublar tu buen criterio, o es la única manera de acceder a determinados datos y de ofrecer una historia humana? ¿Es lícito utilizar esas relaciones en tu propio beneficio? Todas esas dudas asaltan a los reporteros de "The Herald" y más especialmente a Cal, y surgen a la vez que se desenreda otra madeja que, por su parte, se pregunta por las relaciones entre poder legislativo y ejecutivo y poder económico, y de la que no voy a desvelar nada más. El montaje, el pulso firme de la dirección, la acertada banda sonora... Todo te va llevando sin que te des cuenta de un nuevo paso en la investigación a otro, culminando en un final que es más representativo para Cal que para nosotros.

Mientras tanto, por el camino podemos disfrutar de un ramillete de actores británicos realmente estupendo, y de uno que es otro que convierte en interesante casi cualquier cosa que haga: Bill Nighy. Me reconozco fan suya desde aquel rockero en horas bajas, totalmente tronchante y, al mismo tiempo, muy humano de "Love actually", y en "State of play" (que hizo el mismo año) es el editor de periódico más cool, irónico, leal con sus empleados y astuto de los últimos tiempos. Yo lo pondría directamente con esas dos cimas de los jefes periodísticos como son Cary Grant y Walter Matthau en "Luna nueva" y "Primera plana" (dos versiones de la misma obra de teatro), y suscribo una frase que he leído en algún blog que afirma que su "paren las máquinas" es uno de los más emocionantes de este explotado subgénero de las investigaciones de periodistas (y eso que sólo dice "es una parada").

Terminemos con una circunstancia que no deja de resultarme curiosa. David Yates, director de la miniserie, debe ser un tipo de costumbres, porque los actores con los que trabajó en "State of play" han aparecido después en otros trabajos suyos. Repitió con Nighy en un especial navideño de la BBC, "The young visiters" (con Hugh Laurie, por cierto) y en la película "The girl in the café", donde también sale Kelly McDonald, y volvió a contar con John Simm para la miniserie "Sex traffic", su último trabajo antes de meterse de lleno en el mundo de Harry Potter. ¿Veremos a Bill Nighy por Hogwarts, compitiendo con Alan Rickman por el puesto de los tipos más cool de la película?

04 junio 2008

Los corazones de Greg y James

ALERTA SPOILERS: Sólo por si hay algún rezagado, a continuación se desvelarán algunas cosillas del final de la 4ª temporada de "House". ¿Quién dijo un accidente de autobús?

Una cosa queda clara después de ver el dúo "La cabeza de House" y "El corazón de Wilson", que echa el cierre a la cuarta temporada de la serie protagonizada por Hugh Laurie: iban a echar la casa por la ventana para aprovechar la Super Bowl. Porque este capítulo doble, y especialmente el primero, estaba pensado para ser emitido después de la gran final de la liga de fútbol americano, el evento con mayor audiencia de la temporada en EE.UU., y así tenemos un accidente de autobús y House amnésico y herido (y un numerito de Cuddy del que hablaremos después). El que pudo verse finalmente tras la Super Bowl estuvo bien ("Congelado", con Mira Sorvino), pero éste seguía más la línea de los capítulos post-NFL, con mucho espectáculo y una fórmula diferente de la habitual para intentar enganchar a los espectadores que no siguen "House" semanalmente.

Lo que no se puede es evitar pensar en el final de la segunda temporada. Los dos episodios transcurren principalmente en la cabeza de House, si bien en el de ayer sabemos cuándo asistimos a una alucinación y cuándo no. Y los dos incluyen un pequeño numerito a costa de algunas de las chicas de House, que también transcurre en la mente del doctor. En la segunda entrega era el robot cirujano y la "operación" de Cameron, y en la cuarta es el striptease de Cuddy (con un diálogo sobre el diagnóstico del paciente que, aunque lo parezca, no desentona). El primero tenía cierto sentido dentro de los intentos de House por despertar del coma, el segundo, no tanto (hay quien afirma que es un pequeño salto del tiburón. Ciertamente, parece sólo una maniobra para demostrarnos que Lisa Edelstein está cañón). Por suerte, Cuddy hace mucho más que bailar con un uniforme de colegiala alrededor de una barra, y su preocupación genuina por la salud de House es de lo más interesante de los dos capítulos.

Claro que es la amistad entre House y Wilson la que los centra, en realidad. A lo largo de estos cuatro años hemos visto a Wilson ser el Pepito Grillo de House y a éste hacerle todo tipo de perrerías. La relación del oncólogo con Amber había añadido algo más de tensión porque ella se parecía demasiado a House como para que éste lo dejara pasar, y justo es ella la que puede desencadenar el cisma más grave entre los dos amigos. En realidad, es House, borracho como una cuba, el que tiene parte de la culpa, y todos sus esfuerzos posteriores por salvar a Amber, arriesgando incluso su vida, no parecen suficientes. El plano final, con House en la cama del hospital y Wilson mirándolo desde la puerta de la habitación, y marchándose sin decir nada, explica muy claramente qué es lo que va a servir como apertura de la quinta temporada.

¿Y el resto de personajes? Según explicaba David Shore en una entrevista, no está previsto deshacerse de ninguno. Trece (que, sorpresa, sí que tiene Huntington), Kutner y Taub seguirán trabajando con House, Foreman seguirá controlándolo y, por lo que dice el mandamás de la serie, Chase y Cameron continuarán por ahí e irán ganando peso gradualmente. Lleva razón al afirmar que la circunstancia de que ahora sean iguales a House, y no meramente sus empleados, cambia la dinámica que tenían con el doctor (las escasas interacciones de House y Cameron son bastante divertidas), pero sigo pensando que en el Princeton Plainsboro se impone un expediente de regulación de empleo.

P.D.: Un par de curiosidades, solamente. El camarero del bar donde House se emborracha antes del accidente del autobús es Fred Durst, cantante de Limp Bizkit. Y al final del episodio hay dos curiosas alusiones al principio de la serie; una la hace Amber en el último sueño de House, diciéndole que no siempre puedes tener lo que quieres (título de una canción de los Rolling Stones que House ha citado más de una vez), y la otra es una versión acústica de "Teardrop", el tema de Massive Attack que sirve de sintonía a la serie en EE.UU., a cargo de José González.

03 junio 2008

La soledad del corredor de fondo

Siete son muchas temporadas para una serie. Algunos críticos ponen un cierto momento entre la tercera y la cuarta como el punto en el que las ideas se agotan y las series sufren un bache creativo de las que unas cuantas consiguen salir reforzadas. ¿Pero cuándo nos plantamos en la séptima? La fórmula está en esos momentos más que trillada, y la inclusión de personajes nuevos y las peleas o rollos entre los protagonistas pueden perder el tirón que se les presupone para reverdecer el interés del programa.

A mí me gusta "CSI". La sigo desde su piloto, aquel capítulo en el que nos presentan un personaje que parece que va a ser nuestra introducción en el laboratorio criminalístico de Las Vegas sólo para que le peguen un tiro a mitad del episodio y, de este modo, hagan que Sarah Sidle llegue a Sin City. Los 156 capítulos que Telecinco ha emitido hasta ahora ya no tienen ese elemento de sorpresa del primero, desarrollando y perfeccionando la fórmula del procedimental que tanto se ha llevado hasta hace muy poco y sin perder nunca de vista que el verdadero alma de la serie es Gil Grissom. Sin embargo, la séptima temporada de un golpe de timón y da nuevo aliento al programa precisamente involucrando a ese protagonista en dos tramas diferentes que nos ofrecen nuevos puntos de vista sobre él.

El Asesino de las Miniaturas es la subtrama más espectacular, por supuesto, por los asesinatos representados en unas maquetas excepcionalmente detallistas. La obsesión por el perfeccionismo de Grissom siempre ha movido las investigaciones de los casos y, con estas macabras miniaturas, esa obsesión raya en lo enfermizo. Supongo que, en la segunda mitad de la temporada, el tema se pondrá más interesante y, a la vez, más inquietante para Grissom, y más aún a su vuelta al laboratorio después de cuatro capítulos de vacaciones. Esos cuatro episodios con Michael Keppler han sido también un intermedio muy entretenido y algu distinto de lo que se estila en este tipo de series, sobre todo por su abrupto final.

El regreso de Grissom dejó también un reencuentro con Sarah muy bien llevado (cómo ella, que viene de un vertedero, se aparta de Grissom a la vez que él intenta acercarse) y que forma parte de la otra subtrama de la temporada, la relación secreta entre ellos dos. Apenas nos han mostrado una sola frase cariñosa, o un roce, ni mucho menos un beso, pero todos los detalles apuntan a que el tema es serio. Por ahora, la serie está tratando esta relación con sutileza, de la misma manera que da pinceladas sobre la personalidad de Grissom con las cosas de su despacho o algunas de sus ironías en la sala de autopsias (gran detalle la carta que le escribe a Sarah, sólo para darse cuenta de que no sabe su dirección). Aunque no lo parezca, él es el centro de "CSI", y que estos nuevos capítulos se relacionen siempre con él hace que, después de tanto tiempo, la serie se mantenga en plena forma.

02 junio 2008

Tareas para el lunes

1.- Si queréis una crónica pormenorizada de nuestras andanzas, momentos frikis, encuentros en la tercera fase, tertulias improvisadas con los sufridores chicos de la prensa que cubrían el certamen y otros greatest hits del Festival de Islantilla, las ByTheGirls están en ello y lo hacen infinitamente mejor que yo. En plan crónica telegráfica y apresurada podría decir que, aunque a veces fue una experiencia digna de película de Berlanga, ha sido de lo más divertido, con una gran concentración de famoseo televisivo por metro cuadrado (hasta vi a uno de los hijos mayores de la duquesa de Alba en el AVE). Si ellas hicieron el trayecto Sevilla-Islantilla con Pepa Rus y Dani Muriel, yo lo hice con David Muro (la mitad del dúo Roberto-Marina de "Escenas de matrimonio", y con el que nos echamos unas buenas risas, la verdad), y también me quedé ojiplática con los fans adolescentes y de la tercera edad. ¿Y la mesa redonda? Si no nos cortan, aún seguimos allí largando sobre lo que nos echen.

2.- Los deberes teléfilos de la semana se me acumulan: final de temporada de "Perdidos" (con el que ando como los de "Cómo conocí a vuestra madre" en aquel capítulo en el que pretenden ver la Super Bowl al día siguiente evitando cualquier noticia sobre su ganador, así que nada de spoilers, por favor), final de temporada de "House" en Cuatro, los nuevos capítulos de "Galáctica" y "Doctor Who", el último de "State of Play", terminar de una buena vez con los dos episodios que me faltan de la segunda temporada de "30 Rock" y, si consigo vencer a Morfeo, la final de la NBA (Lakers-Celtics, amigos, y con Gasol. Y sí, esto es un daño colateral de mi trabajo real).

3.- La reestructuración de la parrilla de Cuatro en todas sus franjas está creando cierta... Cómo diría... No sé si decepción es la palabra correcta, pero es la que más se acerca. "Noche Hache" termina y deja paso a una batería de series como "Dresden", "Cinco hermanos", "Californication" y "Saving Grace", todas a la 1 de la madrugada, y por la tarde se anuncia un magazine de los clásicos vespertinos. Uno puede innovar y lanzarse a la piscina cuando su audiencia apenas pasa del 2% de share, pero las cosas cambian en cuanto te acercas al 10% y algunos de tus programas le plantan cara a las grandes apuestas de las cadenas más asentadas. ¿Que Cuatro se ha vuelto una tele convencional? Sí. ¿Que antes no lo era? No podía serlo. ¿O es que La Sexta no es una cadena convencional?

4.- Los realities tipo "Operación Triunfo" se han convertido en castings para musicales en el Reino Unido, y en todos andan por ahí Andrew Lloyd Webber y John Barrowman. El último buscaba una protagonista femenina para "Oliver!" con el título de "I'd do anything", y antes ya se eligió al protagonista de "Joseph and the amazing Technicolor dreamcoat" en "Any dream will do" y a la pizpireta María de "Sonrisas y lágrimas" en "How do you solve a problem like Maria?". Cuando la BBC, se lo propone, puede ser tan camp como Telecinco.