Hace ya varias semanas, o igual un par de meses, vengo viendo en varias marquesinas de autobús cerca del centro de Madrid publicidad de una página web que ofrece la posibilidad, a mujeres casadas, de buscar un affair entre los contactos que se ofrecen allí.Vi unos cuantos anuncios, con un eslógan creo que del estilo "¿Estás casada? Busca una aventura" o algo asi, dejé de verlos y ya no me acordé más del tema. Esas webs ahora han querido dar el salto a la televisión, y lo hicieron usando como plataforma la retransmisión de la Fórmula 1 de laSexta. No se han hecho esperar las críticas, y tampoco mi dejà vú instántaneo a "The good wife", que tuvo un caso en el que Lockhart & Gardner defendía a la propietaria de una de estas páginas, acusada de haber incitado el asesinato de un hombre que acudió a ella buscando cometer adulterio. Con su costumbre de inspirarse en titulares de periódicos para los casos (incluso en el mismo punto de partida del piloto), no es raro que la serie parezca adelantarse a algunas de las noticias más comentadas.
Ahí está el caso de Dominique Strauss-Kahn, ex director del FMI, acusado de abusar sexualmente de la camarera de un hotel. En cuando saltó el escándalo, a todos nos vino a la cabeza "VIP Treatment", un capítulo de la segunda temporada en el que una masajista llega a Lockhart & Gardner afirmando que un prominente premio Nobel había intentado violarla. "The good wife" no tenía una bola de cristal que le permitía prever que eso iba a pasar; lamentablemente, es un caso que se ha dado más de una vez entre políticos y empresarios de todo el mundo y, de hecho, los guionistas se inspiraron, en realidad, en este incidente protagonizado por Al Gore el año pasado. Tienen mucho ojo seleccionando las historias, eso desde luego, tanto como el que tuvo "El ala oeste de la Casa Blanca" inspirándose en un Obama todavía senador para escribir su trama de las primarias del senador Santos.
¿Es la decisión que Rachel toma al final de la segunda temporada de "Glee" una predicción del futuro de gran parte de sus personajes más allá de la tercera temporada? Si tenemos en cuenta todo lo dicho por Ryan Muprhy (que larga más que Shia LaBeouf de promoción de la nueva de "Transformers"), es lo que parece, y si siguen adelante con ello en una hipotética cuarta entrega, será una de las pocas cosas coherentes que hagan. Lo cierto es que no tengo mucho que comentar de los Nacionales y de los picos y los valles de esta última entrega de la serie. Mis argumentos siempre son los mismos, tanto a favor como en contra, y para no estar otra vez repitiéndolos, mejor no continúo. La irregularidad se ha vuelto muy acusada esta temporada, es verdad, pero también es cierto que han tenido rachas de buenos episodios, no muy largas, y destellos aquí y allá realmente divertidos (¿nadie se atreverá a hacer webisodios de "Fondue for two", el talk-show de Brittany?).
Pero no puedo resistirme a compartir el homenaje más simpático que les he visto hacer en dos temporadas, y a una película tan improbable para ellos, en principio, como "La dama y el vagabundo". "Bella notte", la canción que los dos camareros les cantan a Golfo y Reina mientras cenan espaguetis con albóndigas, es la serenata que acompaña a Rachel y Finn mientras caminan de noche por Nueva York.
30 junio 2011
28 junio 2011
El tiempo pasa en Bon Temps
Abandoné "True Blood" en el primer capítulo de la segunda temporada. No fue premeditado, ni cuestión de un ultimátum en plan "si este episodio no me gusta, lo dejo". No pude superar la pereza de ver el segundo, y hasta hoy. Sin embargo, siguiendo esa tendencia que ni yo misma comprendo de leer sobre series que no veo, he ido manteniéndome al tanto de lo que se escribía sobre ella y de las reacciones de sus fans. A grandes rasgos, sé qué ha pasado con gran parte de los personajes, por lo que ver el estreno de la cuarta temporada (preestreno en España, que Canal+ no la emite hasta septiembre) no era una tarea tan ardua como podría parecer. De hecho, me sorprendió lo bien que podía seguir en general las tramas, y me imagino que, si continuara viendo la serie, terminaría de conocer a los personajes nuevos que me resultaban totalmente ajenos.
Dudo que lo haga, pero lo curioso es que me ha recordado no sólo lo ciclotímica e hiperactiva que puede llegar a ser, sino lo divertida que es cuando no se le va la pinza con giros extraños. De hecho, si algún día HBO decide hacer un spin-off, en webisodios o como sea, centrado en el Fangtasia y en el dúo Pam-Eric, sería la primera en verlo. Había olvidado lo tremendamente divertida que es ella con su pose de perdonavidas y sus one-liners, y Eric es mucho más interesante que Bill simplemente mirando a una cámara de televisión (esa escena en paralelo entre los dos, por cierto, es estupenda). Desde la primera temporada, he descubierto que han encontrado el modo de autoparodiarse y bromear consigo mismos (hay un par de frases de Sookie al principio muy claras en ese aspecto), y aunque siga sin encontrar la necesidad ni el interés de subirme de nuevo al carro, comprendo por qué, para muchos, el verano no empieza hasta que no regresa "True Blood".
Teniendo en cuenta que la principal razón para ver este primer capítulo de la cuarta temporada era el preestreno en pantalla grande que organizó Canal+ en Madrid, lo cierto es que la serie luce realmente muy bien en un cine (merece nominaciones técnicas a los Emmy como la que más), y también casi había olvidado que, si por algo destaca "True Blood", es por tener una gran banda sonora, que Nathan Barr construye con cuerdas y piano y que logra una atmósfera entre romántica, inquietante e irreal que es una pena que luego no se corresponda más a menudo con lo que ocurre en cada episodio. Y luego, de remate, se permiten que en los créditos finales suene esta versión de "She's not there", de The Zombies, a cargo de Nick Cave y Neko Case (sí, "Glee" también hizo versión de esta canción. Es lo mismo, pero no es igual).
Dudo que lo haga, pero lo curioso es que me ha recordado no sólo lo ciclotímica e hiperactiva que puede llegar a ser, sino lo divertida que es cuando no se le va la pinza con giros extraños. De hecho, si algún día HBO decide hacer un spin-off, en webisodios o como sea, centrado en el Fangtasia y en el dúo Pam-Eric, sería la primera en verlo. Había olvidado lo tremendamente divertida que es ella con su pose de perdonavidas y sus one-liners, y Eric es mucho más interesante que Bill simplemente mirando a una cámara de televisión (esa escena en paralelo entre los dos, por cierto, es estupenda). Desde la primera temporada, he descubierto que han encontrado el modo de autoparodiarse y bromear consigo mismos (hay un par de frases de Sookie al principio muy claras en ese aspecto), y aunque siga sin encontrar la necesidad ni el interés de subirme de nuevo al carro, comprendo por qué, para muchos, el verano no empieza hasta que no regresa "True Blood".
Teniendo en cuenta que la principal razón para ver este primer capítulo de la cuarta temporada era el preestreno en pantalla grande que organizó Canal+ en Madrid, lo cierto es que la serie luce realmente muy bien en un cine (merece nominaciones técnicas a los Emmy como la que más), y también casi había olvidado que, si por algo destaca "True Blood", es por tener una gran banda sonora, que Nathan Barr construye con cuerdas y piano y que logra una atmósfera entre romántica, inquietante e irreal que es una pena que luego no se corresponda más a menudo con lo que ocurre en cada episodio. Y luego, de remate, se permiten que en los créditos finales suene esta versión de "She's not there", de The Zombies, a cargo de Nick Cave y Neko Case (sí, "Glee" también hizo versión de esta canción. Es lo mismo, pero no es igual).
27 junio 2011
¿Quién crees que eres?
Programas que cuentan las vidas de los famosos hay muchos, desde los a veces muy truculentos tipo "True Hollywood Story" a hagiografías de un nivel de peloteo que da vergüenza ajena. Casi todos se dedican a contar la vida y milagros de su protagonista, deteniéndose en los logros profesionales por los que es más conocido, y lo mismo puede hacerse con el convencional esquema de los "Behind the music" de VH1 o con las entrevistas de James Lipton en "Inside the Actors Studio", que alternan lo interesante y lo divertido con la publicidad más descarada y el esnobismo más pedante. En medio de todo eso podemos encontrarnos "Who do you think you are?", un peculiar título de la BBC que lo que hace es remontarse en el árbol familiar del famoso de turno para buscar algún antepasado con una historia curiosa o interesante, o para resolver algún misterio familiar sin resolver.
La genealogía no es un asunto que, a priori, parezca apasionante, pero el caso es que los capítulos de este programa pueden resultar muy entretenidos y, a veces, hasta parece que estamos en un episodio de la señorita Marple (como dice Alan Cumming en su programa, que es bastante curioso). Depende mucho no sólo de la personalidad del protagonista, al que seguimos en sus pesquisas de archivo en archivo y de casa de sus padres a una biblioteca al otro lado del mundo, sino también del tipo de historia que vaya descubriendo y de cómo reacciona a ella. Stephen Fry, por ejemplo, quiere saber más cosas de la familia de su abuelo materno, un emigrante eslovaco al que él adoraba, y Kim Cattrall quiere resolver el enigma de la desaparición de su propio abuelo materno de su casa de Liverpool (éste, por ejemplo, resulta ser uno de los mejores capítulos). A veces, uno no sabe muy bien qué pensar de "Who do you think you are?". ¿Es simplemente otro título de famoseo mejor contado y con aire de documental serio? ¿Se puede tomar en serio la idea de que incluso tus ancestros de hace tres siglos te influencian en ser quién eres ahora? ¿O es un curioso viaje atrás en el tiempo que muestra, a veces, cómo pueden cambiar las cosas en apenas dos generaciones de la misma familia?
Lo único seguro es que en el Reino Unido tiene un gran éxito (la séptima temporada está emitiéndose este verano) y que tiene varias versiones internacionales, incluida la estadounidense de la NBC que produce Lisa Kudrow. Ésta a veces peca de buscar el efectismo y pierde ese aire algo más contenido del original (además de que la música se parece a la de "Top Chef" y de que el esquema de los realities americanos, con sus constantes teasers de lo que está por venir y resúmenes de lo ya visto, se hace muy repetitivo), pero también cuenta aquí y allá historias curiosas. La de Susan Sarandon, que quiere averiguar qué pasó con su abuela materna, es curiosa y ella la hace entretenida de seguir, mientras la de Kudrow es, a la fuerza, muy dramática, pues quiere confirmar las historias de que la familia de su abuela paterna fue asesinada al completo por los nazis cuando entraron en la aldea bielorrusa en la que vivían.
Sin saber muy bien cómo ni por qué, "Who do you think you are?" se ha convertido en una especie de placer culpable para mí. Si empiezo a ver un capítulo, veo unos cuantos más después. A veces resulta un poco extraño que alguien se emocione tanto al averiguar algo sobre un antepasado suyo que vivió en el siglo XVIII, pero acaba teniendo un algo que hace que sigas con él. Los episodios de Cumming, Fry, Cattrall y Rupert Everett son realmente curiosos porque descubren aspectos interesantes sobre especies de "leyendas urbanas" familiares cuya veracidad quieren comprobar (especialmente en el caso de Everett), y hasta uno un poco demasiado escorado al efectismo como el de Vanessa Williams depara un par de sorpresas interesantes. Y el de Steve Buscemi tiene un punto de partida intrigante; como su abuela se suicidó siendo aún joven, quiere saber si algún antepasado tuvo también esas tendencias o si en su familia pasada había un historial de depresión.
26 junio 2011
El primer paso
Se suele decir que lo más difícil al afrontar un nuevo reto es empezarlo, dar ese primer paso y superar las reticencias que puedas tener a adentrarte por ese camino, y que una vez lo has hecho, el resto ya viene rodado. Sin embargo, ¿qué haces después de haber dado ese primer paso? ¿Cómo continúas a partir de ahí? ¿Y cómo te aseguras de que no vas a abandonar a mitad de camino y que vas a seguir hasta el final, sea el que sea? Así están todos los personajes de "Beginners", una película que para su director, Mike Mills, es bastante autobiográfica porque se sirve de la experiencia de sus propios padres para construir la historia de Oliver, un casi cuarentón cuya vida sentimental es una sucesión de relaciones de las que escapa antes de que se vuelvan serias porque tiene pánico a reproducir el distante matrimonio de sus padres.
Esa lejanía tiene una explicación; tras morir su madre, su padre le confiesa a Oliver que es homosexual y que va a explorar ese lado con todas las consecuencias, a pesar de tener ya más de 70 años y de que le hayan diagnosticado un cáncer muy avanzado. Y esa actitud de su padre, que se lanza a por un principio que pensó que nunca tendría, anima a Oliver a tener el suyo propio, esta vez en la persona de Anna, una joven un poco enigmática que resulta parecerse un poco a él. El propio Oliver cuenta en primera persona sus sentimientos y cómo era la época en la que sus padres se casaron, y se intercalan esas reflexiones con dos y hasta tres líneas temporales que se entrecruzan, mostrando como se influencian unas a otras en ese nuevo comienzo de Oliver.
Mills da a la cinta un tono muy particular, entre humorístico, tierno, nostálgico, a veces optimista y otras, más bien indie, y se beneficia de que Christopher Plummer apenas necesita nada más que su cara para, por ejemplo, mostrarnos todos los recuerdos diferentes que Oliver tiene del momento en el que Hal, su padre, le confesó que era gay. "Beginners" captura un momento muy concreto de la vida de sus personajes y logra transmitirnos sus sentimientos, con los mejores instantes en el retrato de la relación de Oliver y Hal (con la inestimable ayuda del perro Arthur, que recuerda mucho al Eddie de "Frasier"). En Estados Unidos ha tenido una buena acogida y, de hecho, hay quien intenta, aún demasiado pronto, hablar de sus posibilidades en los próximos Oscars. En España se estrena el 8 de julio.
Música de la semana: "Case histories" es una miniserie de la BBC que adapta unos libros de Kate Dickinson protagonizados por Jackson Brodie, un detective privado que investiga todo tipo de casos. En cuanto la termine, hablaremos más de ella y de Jason Isaacs, pero de momento nos quedaremos con una de las canciones que suenan en su cuidada banda sonora, "Paper wings", de la cantante folk estadounidense Gillian Welch.
Esa lejanía tiene una explicación; tras morir su madre, su padre le confiesa a Oliver que es homosexual y que va a explorar ese lado con todas las consecuencias, a pesar de tener ya más de 70 años y de que le hayan diagnosticado un cáncer muy avanzado. Y esa actitud de su padre, que se lanza a por un principio que pensó que nunca tendría, anima a Oliver a tener el suyo propio, esta vez en la persona de Anna, una joven un poco enigmática que resulta parecerse un poco a él. El propio Oliver cuenta en primera persona sus sentimientos y cómo era la época en la que sus padres se casaron, y se intercalan esas reflexiones con dos y hasta tres líneas temporales que se entrecruzan, mostrando como se influencian unas a otras en ese nuevo comienzo de Oliver.
Mills da a la cinta un tono muy particular, entre humorístico, tierno, nostálgico, a veces optimista y otras, más bien indie, y se beneficia de que Christopher Plummer apenas necesita nada más que su cara para, por ejemplo, mostrarnos todos los recuerdos diferentes que Oliver tiene del momento en el que Hal, su padre, le confesó que era gay. "Beginners" captura un momento muy concreto de la vida de sus personajes y logra transmitirnos sus sentimientos, con los mejores instantes en el retrato de la relación de Oliver y Hal (con la inestimable ayuda del perro Arthur, que recuerda mucho al Eddie de "Frasier"). En Estados Unidos ha tenido una buena acogida y, de hecho, hay quien intenta, aún demasiado pronto, hablar de sus posibilidades en los próximos Oscars. En España se estrena el 8 de julio.
Música de la semana: "Case histories" es una miniserie de la BBC que adapta unos libros de Kate Dickinson protagonizados por Jackson Brodie, un detective privado que investiga todo tipo de casos. En cuanto la termine, hablaremos más de ella y de Jason Isaacs, pero de momento nos quedaremos con una de las canciones que suenan en su cuidada banda sonora, "Paper wings", de la cantante folk estadounidense Gillian Welch.
25 junio 2011
Michael Westen y John Luther
Un nuevo día. Con ese eslógan se promociona la quinta temporada de "Burn notice" en su web, resumiendo perfectamente las posibilidades que se abren ante Michael. Está muy cerca de conseguir lo que quiere, o lo que él cree que quiere, y debería estar contento. ¿Pero lo está? El creador de la serie, Matt Nix, afirma en esta entrevista que ése, precisamente, va a ser uno de los temas de la temporada, que los personajes no están seguros de lo que quieren y que la nueva situación que se plantea para estos capítulos puede no resultar tan ideal como parece. En parte, lo que pasa es que Michael ya no es el mismo que empezó la serie en la lista negra y confinado a Miami, y a lo mejor no ha tenido eso en cuenta al seguir persiguiendo el mismo objetivo que tenía al principio.
Como resultado, parece que "Burn notice" va a cambiar ligeramente su modo de actuar, porque sus cuatro personajes principales van a tener que lidiar con la posibilidad de hacer realidad sus deseos. Sin embargo, lo que va a mantenerse igual es la acción, las operaciones encubiertas de Sam, Fiona y Michael, las explosiones y los comentarios irónicos sobre los métodos empleados por los espías, y espero que también algún que otro caso de ésos a lo "El equipo A". El nuevo añadido, Max (o Grant Show ya lejos de sus días en "Melrose Place") promete algunos momentos divertidos a costa de Michael, pero está claro que es esa disfuncional "unidad" familiar alrededor de Westen la que mueve la serie, y por la que resulta tan entretenida de ver.
Con "Luther" siempre he tenido dudas sobre cómo debía verla. Su personaje central, carismático y lleno de demonios, y la complicada relación que mantiene con la brillante, retorcida y peligrosa Alice Morgan son, desde luego, sus puntos más fuertes, la columna vertebral sobre la que descansa toda la serie. Pero los casos que Luther debe investigar, siempre alrededor de psicópatas tan listos como él y todavía más retorcidos y enfermos, han terminado por resultarme artificiosos. Y no sólo por los asesinos, sino por todo el rollo de "policía rebelde vigilado por los jefes y que resulta tóxico para sus compañeros". Esta segunda temporada, a pesar de tener que lidiar con algunas cosas que pasaron al final de la primera que introducen algunos cambios, básicamente va a estar protagonizada por esos psicópatas y va a seguir ese mismo esquema, y ya no me convence.
Desde luego, la evolución de la relación con Alice va a ser interesante, pero el resto de la serie ha dejado de interesarme. Parece que los cuatro capítulos se van a dividir en dos casos (el primero es el del teatral Sr. Punch) y que la carrera de Luther va a estar otra vez en la cuerda floja (supongo que su vida, también, hasta cierto punto). Para los que continueis con ella, esa estructura seguramente aportará cosas distintas, y me imagino que ver el duelo entre Idris Elba y Ruth Wilson continuará siendo lo mejor de "Luther", pero yo ya no estaré ahí para verlo.
Como resultado, parece que "Burn notice" va a cambiar ligeramente su modo de actuar, porque sus cuatro personajes principales van a tener que lidiar con la posibilidad de hacer realidad sus deseos. Sin embargo, lo que va a mantenerse igual es la acción, las operaciones encubiertas de Sam, Fiona y Michael, las explosiones y los comentarios irónicos sobre los métodos empleados por los espías, y espero que también algún que otro caso de ésos a lo "El equipo A". El nuevo añadido, Max (o Grant Show ya lejos de sus días en "Melrose Place") promete algunos momentos divertidos a costa de Michael, pero está claro que es esa disfuncional "unidad" familiar alrededor de Westen la que mueve la serie, y por la que resulta tan entretenida de ver.
Con "Luther" siempre he tenido dudas sobre cómo debía verla. Su personaje central, carismático y lleno de demonios, y la complicada relación que mantiene con la brillante, retorcida y peligrosa Alice Morgan son, desde luego, sus puntos más fuertes, la columna vertebral sobre la que descansa toda la serie. Pero los casos que Luther debe investigar, siempre alrededor de psicópatas tan listos como él y todavía más retorcidos y enfermos, han terminado por resultarme artificiosos. Y no sólo por los asesinos, sino por todo el rollo de "policía rebelde vigilado por los jefes y que resulta tóxico para sus compañeros". Esta segunda temporada, a pesar de tener que lidiar con algunas cosas que pasaron al final de la primera que introducen algunos cambios, básicamente va a estar protagonizada por esos psicópatas y va a seguir ese mismo esquema, y ya no me convence.
Desde luego, la evolución de la relación con Alice va a ser interesante, pero el resto de la serie ha dejado de interesarme. Parece que los cuatro capítulos se van a dividir en dos casos (el primero es el del teatral Sr. Punch) y que la carrera de Luther va a estar otra vez en la cuerda floja (supongo que su vida, también, hasta cierto punto). Para los que continueis con ella, esa estructura seguramente aportará cosas distintas, y me imagino que ver el duelo entre Idris Elba y Ruth Wilson continuará siendo lo mejor de "Luther", pero yo ya no estaré ahí para verlo.
24 junio 2011
El día que se cayó el cielo
En los cómics de Asterix, el jefe de la aldea, Abraracurcix, vivía siempre aterrado por si el cielo se caía sobre su cabeza. A los protagonistas de "Falling skies" les toca vivir esa pesadilla, porque no sólo el cielo se abre, sino que de él llega una fuerza invasora extraterrestre que acaba con el mundo tal y como ellos lo conocen. De golpe, de estar yéndose a cenar con amigos, viendo partidos de béisbol y viviendo en sus tranquilos barrios residenciales, se encuentran dentro de "La guerra de los mundos" y tienen que aprender rápido a sobrevivir y a pelear contra esos invasores que, además, se dedican a exterminarlos.
Es un tema muy clásico en la ciencia ficción, pero "Falling skies" se separa ligeramente al empezar meses después de la invasión y meternos directamente en el difícil día a día de un puñado de humanos que, para conseguir comida y demás provisiones, han de enfrentarse a unos extraterrestres rápidos (para algo tienen seis patas) y sin piedad que han llenado de trampas todos los lugares donde podrían reponer sus exiguas despensas. Sin perder ni un minuto nos cuenta, también, la situación de partida de su principal protagonista, Tom, un profesor de Historia norteamericana reciclado a guerrillero que perdió a su mujer y a uno de sus tres hijos, que sospechan que podría estar vivo. Pero si lo está, y acabó en manos de los extraterrestres, estará "esclavizado" por un aparato muy Matrix que recorre su espalda. Y todo esto se cuenta, junto con un resumen de cómo fue la invasión, a través de un método efectivo y original.
"Falling skies" es una historia de guerra que quiere centrar casi todo en el aspecto familiar y de supervivencia. Lógicamente, tiene referentes a puñados, desde "La guerra de los mundos" a cualquier película bélica sobre guerrillas que se os ocurra, pasando por "V" o "Battlestar Galactica" (sus extraterrestes robots son un poquito tipo centurión cylon). Se acuerda de mostrarnos que entre los humanos también hay tipos que pueden ser tan malos como los extraterrestres y basa parte de los conflictos en el clásico enfrentamiento entre el poder militar y el civil. No hay tanto de reconstrucción de una sociedad tras un apocalipsis porque, en realidad, suficiente tienen sus personajes por ahora con huir y sobrevivir, pero imagino que algo caerá un poco más adelante.
El piloto apunta a algo entretenido que hasta puede superar un poco la etiqueta de "serie veraniega de aventuras" si toma más confianza en sus posibilidades. En algunas cosas se nota la mano como productor ejecutivo de Steven Spielberg y existe el riesgo de que el drama familiar vire a demasiado drama (los personajes aún no son tan interesantes para que la trama no importe), pero puede ser que, de los dos grandes estrenos que la compañía de Spielberg tiene listos para este año, sea éste, y no "Terra Nova", el que funcione mejor.
P.D.: ¿Visteis, fugazmente, a uno de los drones de "La amenaza fantasma" entre los muñecos usados por Porter para ubicar las posiciones de los humanos en el mapa, al principio del piloto? Spielberg siempre se acuerda de sus amigos.
Es un tema muy clásico en la ciencia ficción, pero "Falling skies" se separa ligeramente al empezar meses después de la invasión y meternos directamente en el difícil día a día de un puñado de humanos que, para conseguir comida y demás provisiones, han de enfrentarse a unos extraterrestres rápidos (para algo tienen seis patas) y sin piedad que han llenado de trampas todos los lugares donde podrían reponer sus exiguas despensas. Sin perder ni un minuto nos cuenta, también, la situación de partida de su principal protagonista, Tom, un profesor de Historia norteamericana reciclado a guerrillero que perdió a su mujer y a uno de sus tres hijos, que sospechan que podría estar vivo. Pero si lo está, y acabó en manos de los extraterrestres, estará "esclavizado" por un aparato muy Matrix que recorre su espalda. Y todo esto se cuenta, junto con un resumen de cómo fue la invasión, a través de un método efectivo y original.
"Falling skies" es una historia de guerra que quiere centrar casi todo en el aspecto familiar y de supervivencia. Lógicamente, tiene referentes a puñados, desde "La guerra de los mundos" a cualquier película bélica sobre guerrillas que se os ocurra, pasando por "V" o "Battlestar Galactica" (sus extraterrestes robots son un poquito tipo centurión cylon). Se acuerda de mostrarnos que entre los humanos también hay tipos que pueden ser tan malos como los extraterrestres y basa parte de los conflictos en el clásico enfrentamiento entre el poder militar y el civil. No hay tanto de reconstrucción de una sociedad tras un apocalipsis porque, en realidad, suficiente tienen sus personajes por ahora con huir y sobrevivir, pero imagino que algo caerá un poco más adelante.
El piloto apunta a algo entretenido que hasta puede superar un poco la etiqueta de "serie veraniega de aventuras" si toma más confianza en sus posibilidades. En algunas cosas se nota la mano como productor ejecutivo de Steven Spielberg y existe el riesgo de que el drama familiar vire a demasiado drama (los personajes aún no son tan interesantes para que la trama no importe), pero puede ser que, de los dos grandes estrenos que la compañía de Spielberg tiene listos para este año, sea éste, y no "Terra Nova", el que funcione mejor.
P.D.: ¿Visteis, fugazmente, a uno de los drones de "La amenaza fantasma" entre los muñecos usados por Porter para ubicar las posiciones de los humanos en el mapa, al principio del piloto? Spielberg siempre se acuerda de sus amigos.
22 junio 2011
A sangre y fuego
ALERTA SPOILERS: ¿Qué pensábais, que no tocaría hablar por aquí del final de la primera temporada de "Juego de tronos"? No sigáis si no la habéis visto, o perderéis la cabeza. La postdata, sin embargo, es segura.
O ganas o mueres. La explicación de Cersei a Ned de lo que está en juego cuando se apuesta para conseguir sentarse en el Trono de Hierro se demuestra muy gráficamente en los últimos capítulos de la primera temporada de "Juego de tronos" y, concretamente, en el propio Ned. La Mano del Rey confía demasiado en que todo el mundo en la corte se rige por los mismos principios que él, y no domina el arte de los cuchicheos y las conspiraciones en la sombra como Meñique, Varys, Cersei y hasta Renly, por lo que su bienintencionado, pero mal calculado, intento de impedir que Joffrey suceda a Robert como rey le sale realmente mal. La ejecución de Eddard Stark es el punto en el que se confirma que en Poniente no se juega, que ningún personaje está a salvo y que los riesgos pueden ser igual de mortíferos para todos. Y con ella y la secuencia que pone fin a estos primeros 10 episodios, en la que Daenerys se convierte en madre de dragones y una Targaryen con todas las de la ley, cualquier reticencia que pudiéramos albergar hacia la adaptación de los libros de George R.R. Martin queda disipada.
La tarea no era sencilla, y sigue siendo complicada para la segunda temporada, porque la enorme cantidad de personajes, escenarios diferentes e historia pasada que se va contando tiene el potencial de hundir la serie bajo su peso. En general, han conseguido manejarlo todo razonablemente bien, y en eso ha ayudado contar con un reparto realmente solvente en el que las dos revelaciones de esta primera entrega son Maisie Williams como Arya y Emilia Clarke como Dany. Porque una es una niña y la otra es una desconocida casi recién salida de la escuela de arte dramático, pero son las que más merecen el empujón de las campañas a los Emmy. Lo que no quiere decir que los demás no lo merezcan. Los Lannister están realmente bien construidos, con muchos matices y transmitiendo la sensación de poder que hace que todo Poniente los respete, Robb ha vivido una lograda transformación a líder de un ejército, Catelyn tiene más dobleces de las que podíamos suponer al principio y, en el Muro, se está formando un grupo de hermanos, como decía Shakespeare en "Enrique V", que nos va a deparar cosas muy interesantes en la segunda temporada.
Esta no es la fantasía a la que estábamos acostumbrados hasta ahora. Aquí no siempre gana quien más lo merece y, como aprenden a la fuerza no pocos personajes, el método de lograr poder que más se usa en Poniente es el que se lee como lema de la casa Targaryen, "fuego y sangre". Cómo afectan las luchas de poder de los grandes señores a los personajes con menos "importancia" es uno de los temas de la saga literaria y también lo es, y lo será, de la serie. Y la grave miopía de los que se creen con todo el control y no ven el peligro que acecha más allá de su espada. "Juego de tronos" ha construido un mundo que, a pesar de los comienzos más dubitativos, ha terminado viéndose perfectamente creíble, habitado por unos personajes que han ganado en profundidad e interés y que nos van a embarcar en una aventura bastante diferente de lo que hemos visto hasta ahora en televisión. Porque esto no ha hecho más que empezar.
P.D.: Del cierre de temporada de "Juego de tronos" (y de más cosas) hablamos "Crítico en serie" y yo en la nueva entrega del podcast "Yo disparé a J.R.". Podéis conseguirlo en Ivoox, en iTunes y en la barra de la derecha, y os dejo el esquema de los temas que tratamos para que os hagais una idea.
- 0': Ganadores de los Critics' Choice Awards.
- 5' 30": Estreno de "Falling Skies".
- 20' 35": Primera temporada de "The Killing" (con spoilers).
- 38': Primera temporada de "Juego de tronos" (con spoilers).
- 62': Despedida.
21 junio 2011
De los críticos a un asesinato
Como esperábamos, los Critics' Choice Awards no innovaron en los premios tanto como en sus nominaciones, y fueron a lo seguro, que por otro lado, coincide con las cosas de las que más han estado hablando a lo largo de la temporada. "Mad Men" y "Modern family" ganaron como mejores series; Tina Fey, Jim Parsons, Julianna Margulies y, finalmente, Jon Hamm fueron los mejores protagonistas de comedia y drama, y en los secundarios se permitieron algunas alegrías, como reconocer a John Noble y a Margo Martindale (aunque ésta fue ex aequo con Christina Hendricks) y hacer que Busy Phillips acompañara a Neil Patrick Harris como mejores secundarios de comedia. Y en los realities se soltaron la melena reconociendo a "The real housewives of Beverly Hills", empatada con "Hoarders", y premiaron en el apartado competitivo a "American Idol", que en los Emmy nunca tiene suerte ni para estar nominado.
Si queréis echar un ojo a las fotos de la gala (y a la barba de Jon Hamm), podéis hacerlo en la web de VH1, y también podéis lanzaros a especular todo lo especulable sobre si de verdad estos premios servirán para predecir por dónde se moverán los Emmy. Los organizadores de los Critics' Choice Movie Awards presumen de acertar con bastante precisión cuáles van a ser las grandes triunfadoras en los Oscars, pero ellos llevan ya unas 16 ediciones de ventaja sobre sus recién nacidos hermanos televisivos. Su verdadera prueba de fuego vendrá el año que viene. Veremos si, entonces, sus nominaciones siguen incluyendo candidatos poco habituales pero no tan marcianos como los que a veces cuelan los Globos de Oro.
Desde luego, teniendo en cuenta el gran revuelo generado por el final de su primera temporada, "The Killing" se ha convertido en todo un éxito para AMC, independientemente de que haya sido mejor o peor recibida. Como apuntan en un artículo del "Los Ángeles Times" (uno de los pocos que no defenestra la serie y la acusa de arrastrar por el barro la reputación de AMC, como mínimo), el nivel de conversaciones y la gran visibilidad que ha tenido la serie justifican de sobre su renovación por una segunda temporada, además de su audiencia. Ha resultado bastante más atípica de lo que parecía y no ha seguido las expectativas que teníamos sobre su cierre (o, al menos, no ha ido por dónde pensaba que iría, aunque no se lo han sacado de la nada), así que quizás ahí esté que se lo haya tratado como si fuera el último episodio de la serie, y no de la temporada.
No quiero repetirme, así que os dejo mejor lo que he escrito en "¡Vaya Tele!" sobre ese final y sobre las impresiones que dejan estos 13 episodios en conjunto. Han tenido sus más y sus menos, cosas muy logradas y otras menos conseguidas, pero creo que debo darle la oportunidad de ver cómo se desarrolla la segunda temporada. No entiendo la radicalización de las opiniones hacia la serie, y la relación entre Linden y Holder aún me interesa más después de todo lo que ha pasado.
Si queréis echar un ojo a las fotos de la gala (y a la barba de Jon Hamm), podéis hacerlo en la web de VH1, y también podéis lanzaros a especular todo lo especulable sobre si de verdad estos premios servirán para predecir por dónde se moverán los Emmy. Los organizadores de los Critics' Choice Movie Awards presumen de acertar con bastante precisión cuáles van a ser las grandes triunfadoras en los Oscars, pero ellos llevan ya unas 16 ediciones de ventaja sobre sus recién nacidos hermanos televisivos. Su verdadera prueba de fuego vendrá el año que viene. Veremos si, entonces, sus nominaciones siguen incluyendo candidatos poco habituales pero no tan marcianos como los que a veces cuelan los Globos de Oro.
Desde luego, teniendo en cuenta el gran revuelo generado por el final de su primera temporada, "The Killing" se ha convertido en todo un éxito para AMC, independientemente de que haya sido mejor o peor recibida. Como apuntan en un artículo del "Los Ángeles Times" (uno de los pocos que no defenestra la serie y la acusa de arrastrar por el barro la reputación de AMC, como mínimo), el nivel de conversaciones y la gran visibilidad que ha tenido la serie justifican de sobre su renovación por una segunda temporada, además de su audiencia. Ha resultado bastante más atípica de lo que parecía y no ha seguido las expectativas que teníamos sobre su cierre (o, al menos, no ha ido por dónde pensaba que iría, aunque no se lo han sacado de la nada), así que quizás ahí esté que se lo haya tratado como si fuera el último episodio de la serie, y no de la temporada.
No quiero repetirme, así que os dejo mejor lo que he escrito en "¡Vaya Tele!" sobre ese final y sobre las impresiones que dejan estos 13 episodios en conjunto. Han tenido sus más y sus menos, cosas muy logradas y otras menos conseguidas, pero creo que debo darle la oportunidad de ver cómo se desarrolla la segunda temporada. No entiendo la radicalización de las opiniones hacia la serie, y la relación entre Linden y Holder aún me interesa más después de todo lo que ha pasado.
20 junio 2011
El arte de titular
Referencias a películas, a canciones, frases hechas, juegos de palabras, fragmentos del diálogo, pequeñas pistas sobre el tema del capítulo... Los nombres de los episodios de las series se han convertido en parte de la experiencia de disfrutar una serie, si eres muy fan de ella. No sé si hace cinco o diez años prestábamos tanta atención a los títulos, ya que en los listados de la programación por televisión no siempre se incluyen, pero está claro que con el auge de la publicación en DVD, de los visionados a través de Internet y de todo el interés que se ha ido generando a su alrededor, hemos ido prestando más atención al modo en el que los guionistas deciden bautizar cada capítulo. A veces hay un sistema y a veces no, y en ocasiones ese sistema es simplemente buscar frases ingeniosas (en esta entrada y ésta otra hay unos cuantos ejemplos).
Pero si los guionistas siguen una línea al titular, se pueden encontrar ejemplos curiosos. Tomemos "Community", por ejemplo, y sus episodios nombrados como si fueran asignaturas de ese college falso de Glendale ("Aerodynamics of gender" es uno de los que me hacen más gracia), excepto el doble final de la segunda temporada, que homenajea un spaghetti western clásico como "Por un puñado de dólares". Todavía más peculiar es el método de "The good wife"; en la primera temporada, los episodios tenían nombres de una palabra, y en la segunda, de dos (¿en la tercera tendrán tres?). Una serie que sigue la estela de "Anatomía de Grey", "One Tree Hill" o, a veces, "Mujeres desesperadas" es "Treme", cuyos episodios llevan los títulos de alguna canción que puede escucharse en el capítulo. Su piloto, por ejemplo, era "Do you know what it means", y el primero de la segunda temporada era "Accentuate the positive".
Una serie lamentablemente cancelada como "The Chicago code" hacía honor a su ubicación en la Ciudad del Viento titulando sus capítulos con episodios famosos de su historia. "O'Leary's cow", por ejemplo, hacía referencia a la vaca que, supuestamente, causó el gran incendio que devoró la ciudad a finales del siglo XIX, y "St. Valentin's Day massacre", evidentemente, al asesinato de varios mafiosos rivales de Al Capone el 14 de febrero de 1929. Una serie como "In treatment" opta, sin embargo, por la opción más pragmática de usar el nombre del paciente y la semana correspondiente, de un modo similar a "Nip/Tuck" y también el nombre del paciente. Buscad, buscad más ejemplos, porque se paa un rato realmente divertido.
Pero si los guionistas siguen una línea al titular, se pueden encontrar ejemplos curiosos. Tomemos "Community", por ejemplo, y sus episodios nombrados como si fueran asignaturas de ese college falso de Glendale ("Aerodynamics of gender" es uno de los que me hacen más gracia), excepto el doble final de la segunda temporada, que homenajea un spaghetti western clásico como "Por un puñado de dólares". Todavía más peculiar es el método de "The good wife"; en la primera temporada, los episodios tenían nombres de una palabra, y en la segunda, de dos (¿en la tercera tendrán tres?). Una serie que sigue la estela de "Anatomía de Grey", "One Tree Hill" o, a veces, "Mujeres desesperadas" es "Treme", cuyos episodios llevan los títulos de alguna canción que puede escucharse en el capítulo. Su piloto, por ejemplo, era "Do you know what it means", y el primero de la segunda temporada era "Accentuate the positive".
Una serie lamentablemente cancelada como "The Chicago code" hacía honor a su ubicación en la Ciudad del Viento titulando sus capítulos con episodios famosos de su historia. "O'Leary's cow", por ejemplo, hacía referencia a la vaca que, supuestamente, causó el gran incendio que devoró la ciudad a finales del siglo XIX, y "St. Valentin's Day massacre", evidentemente, al asesinato de varios mafiosos rivales de Al Capone el 14 de febrero de 1929. Una serie como "In treatment" opta, sin embargo, por la opción más pragmática de usar el nombre del paciente y la semana correspondiente, de un modo similar a "Nip/Tuck" y también el nombre del paciente. Buscad, buscad más ejemplos, porque se paa un rato realmente divertido.
19 junio 2011
El trono perdido de HBO
A poco menos de un mes de que se conozcan las nominaciones a los próximos premios Emmy, el número de artículos que intentan dilucidar quién acapararán mayor número de ellas y qué titulos tienes más probabilidades de acabar ganando se suceden sin parar. La sección de "The Hollywood Reporter" dedicada a estos galardones cada vez incluye más cosas más allá de las especulaciones sobre los candidatos más probables, y entre los últimos reportajes aparece uno, muy interesante, sobre la decadencia en cuanto a repercusión en los premios de HBO, una vez se acabaron "Los Soprano", y cómo AMC se ha colado en su lugar usando casi las mismas armas con las que el canal por cable acabó desterrando a las networks de los Emmys al mejor drama.
Lo hemos comentado muchas veces; la despedida de la familia mafiosa de Nueva Jersey significó para HBO no sólo la pérdida de su serie más vista y de la que le había dado una enorme visibilidad, sino también de la que le había permitido convertirse en un peso pesado en las entregas de galardones. Desde 2000, las cadenas en abierto han ido perdiendo cada vez más representación en la categoría de mejor drama, hasta el punto de que, en 2008, "House" era la única serie no de cable candidata. La década se abrió con cuatro victorias seguidas de "El ala oeste de la Casa Blanca", y luego "Los Soprano" (con dos Emmys) iniciaron un reinado del cable que afianzó "Mad Men" (de AMC) y en el que sólo se colaron un par de veces "Perdidos" y "24". Este año, lo más probable es que "The good wife" sea la única defensora del honor de las networks entre títulos de HBO, AMC, Showtime y a lo mejor hasta FX. Pero de todas ellas, es AMC la vigente campeona en este galardones y la referencia a seguir, un puesto que HBO intentará recuperar, sobre todo, con "Boardwalk Empire".
"The Hollywood Reporter" detalla las líneas básicas que este canal, hasta ahora exclusivamente de reposiciones de cine, ha seguido para sentarse en el particular Trono de Hierro de los dramas en los Emmys, líneas que, como hemos dicho antes, son las que auparon en un principio a HBO a lo más alto, a saber:
Música de la semana: Como yo voy con retraso con "Glee", el último que he visto hasta ahora es el del baile de promoción (uno de los mejores que han hecho, por cierto), con una música muy bien elegida. Era muy lógico que cantarían el "Friday" de Rebecca Black, y también que cerrarían el episodio con "Dancing queen", de ABBA. Si no llegan a cantarla, de hecho, la decepción habría sido enorme.
Lo hemos comentado muchas veces; la despedida de la familia mafiosa de Nueva Jersey significó para HBO no sólo la pérdida de su serie más vista y de la que le había dado una enorme visibilidad, sino también de la que le había permitido convertirse en un peso pesado en las entregas de galardones. Desde 2000, las cadenas en abierto han ido perdiendo cada vez más representación en la categoría de mejor drama, hasta el punto de que, en 2008, "House" era la única serie no de cable candidata. La década se abrió con cuatro victorias seguidas de "El ala oeste de la Casa Blanca", y luego "Los Soprano" (con dos Emmys) iniciaron un reinado del cable que afianzó "Mad Men" (de AMC) y en el que sólo se colaron un par de veces "Perdidos" y "24". Este año, lo más probable es que "The good wife" sea la única defensora del honor de las networks entre títulos de HBO, AMC, Showtime y a lo mejor hasta FX. Pero de todas ellas, es AMC la vigente campeona en este galardones y la referencia a seguir, un puesto que HBO intentará recuperar, sobre todo, con "Boardwalk Empire".
"The Hollywood Reporter" detalla las líneas básicas que este canal, hasta ahora exclusivamente de reposiciones de cine, ha seguido para sentarse en el particular Trono de Hierro de los dramas en los Emmys, líneas que, como hemos dicho antes, son las que auparon en un principio a HBO a lo más alto, a saber:
- Hacer series tan buenas, o hasta mejores, que las películas.
- Romper las reglas aceptadas hasta ahora dentro de determinados géneros.
- Mantener siempre una imagen de marca.
Música de la semana: Como yo voy con retraso con "Glee", el último que he visto hasta ahora es el del baile de promoción (uno de los mejores que han hecho, por cierto), con una música muy bien elegida. Era muy lógico que cantarían el "Friday" de Rebecca Black, y también que cerrarían el episodio con "Dancing queen", de ABBA. Si no llegan a cantarla, de hecho, la decepción habría sido enorme.
18 junio 2011
El factor de enganche
"Veo tal serie y me parece muy buena, y veo que está bien escrita y bien interpretada, pero no me engancha". Seguro que habéis repetido eso con muchas series de las que todo el mundo os recomienda. "Me gusta, pero no me engancha". La necesidad de ver otro capítulo una vez has terminado el que estabas viendo nos indica que estamos enganchados a esa serie en concreto y, para muchas personas, es sinónimo de que están ante una gran serie. Todas quieren aspurar a fidelizar de ese modo al espectador, buscando engancharlo y crear en él el sentimiento de "tengo que comprobar cómo va esto en el siguiente episodio". Las buenas series lo pueden lograr sólo por cómo cuentan la historia y por los personajes que han construido, y también pueden optar por encadenar un cliffhanger detrás de otro.
No todas las que siguen esa táctica pueden considerarse "buenas", dentro del canon crítico que queramos seguir, pero si además tienen calidad, estamos ante un diamante en una pila de carbón. La táctica de "Alias" de acabar los capítulos con el principio de la siguiente misión de Sydney llevaba a que estuvieras ahí, listo para ver la continuación y para comprobar como nuestra espía favorita podía salir del lío en la que la metían en el último minuto. Quienes siguen "The vampire diaries" se enganchan enseguida por esos mismos cliffhangers sin descanso, una táctica que "Juego de tronos" ha empleado también en la mitad final de la primera temporada. Sin embargo, no tienes por qué engancharte nada más empezar a una serie para que te guste, y no hay nada malo en creer que son buenas sin sentirte un yonki que necesita su próxima dosis.
Con "Battlestar Galactica", yo necesité cuatro episodios para engancharme y hacer mini-maratones. La miniserie y los dos o tres primeros me gustaban y creía que estaban bien, pero la adicción se fue generando poco a poco y explotó algo más tarde. Aunque mucha gente no lo ve claro, "The Wire" puede tener también un alto potencial de enganche. Lo suyo no son los cliffhangers, sino que, con el paso de los episodios, vas viendo que todas las piezas que te presentaron inicialmente empiezan a confluir, y no puedes parar hasta que no ves qué pasa cuando lo hacen. Ese enganche no es como el de la primera temporada de "Prison Break", que está motivado por cómo todos los planes deben superar 1.001 obstáculos, ni como el que pueden provocar algunas comedias (como la segunda temporada de "Cómo conocí a vuestra madre"), cuya razón de existir se encuentra en lo graciosos que sean sus chistes y en nuestra aceptación de sus personajes.
Uno, a veces, puede engancharse a cosas que, a priori, no son susceptibles de ello, y también depende a veces de circunstancias completamente externas y ajenas a los elementos que componen la serie. Y las razones de esa adicción muy pocas veces serán intelectuales.
No todas las que siguen esa táctica pueden considerarse "buenas", dentro del canon crítico que queramos seguir, pero si además tienen calidad, estamos ante un diamante en una pila de carbón. La táctica de "Alias" de acabar los capítulos con el principio de la siguiente misión de Sydney llevaba a que estuvieras ahí, listo para ver la continuación y para comprobar como nuestra espía favorita podía salir del lío en la que la metían en el último minuto. Quienes siguen "The vampire diaries" se enganchan enseguida por esos mismos cliffhangers sin descanso, una táctica que "Juego de tronos" ha empleado también en la mitad final de la primera temporada. Sin embargo, no tienes por qué engancharte nada más empezar a una serie para que te guste, y no hay nada malo en creer que son buenas sin sentirte un yonki que necesita su próxima dosis.
Con "Battlestar Galactica", yo necesité cuatro episodios para engancharme y hacer mini-maratones. La miniserie y los dos o tres primeros me gustaban y creía que estaban bien, pero la adicción se fue generando poco a poco y explotó algo más tarde. Aunque mucha gente no lo ve claro, "The Wire" puede tener también un alto potencial de enganche. Lo suyo no son los cliffhangers, sino que, con el paso de los episodios, vas viendo que todas las piezas que te presentaron inicialmente empiezan a confluir, y no puedes parar hasta que no ves qué pasa cuando lo hacen. Ese enganche no es como el de la primera temporada de "Prison Break", que está motivado por cómo todos los planes deben superar 1.001 obstáculos, ni como el que pueden provocar algunas comedias (como la segunda temporada de "Cómo conocí a vuestra madre"), cuya razón de existir se encuentra en lo graciosos que sean sus chistes y en nuestra aceptación de sus personajes.
Uno, a veces, puede engancharse a cosas que, a priori, no son susceptibles de ello, y también depende a veces de circunstancias completamente externas y ajenas a los elementos que componen la serie. Y las razones de esa adicción muy pocas veces serán intelectuales.
17 junio 2011
Las estrellas de la cocina
En los realities competitivos, como "Supervivientes", las variaciones de "American Idol" y "The X Factor" que se os puedan ocurrir y también en "Top Chef", la parte final de cada programa, en la que se decide quién es eliminado, es siempre una de las más seguidas. Los espectadores quieren verse sorprendidos y hasta intentar adivinar quién será antes de que lo digan los jueces, y los resultados de esas eliminaciones (más los comentarios de los jueces) suelen ser lo más discutido al día siguiente. Sin embargo, curiosamente, en "Top Chef" es justo la parte que a mí menos me interesa. Es cierto que he entrado en el mundo de ese reality directamente en la temporada ocho, la All-Star, pero mi incomodidad con la mesa de los jueces no tiene nada que ver con no estar familiarizada con el formato porque, al fin y al cabo, esa parte no es demasiado diferente de lo que los concursantes escuchaban en "Factor X" o hasta en "Operación triunfo".
Lo que resulta mucho más interesante es ver a los participantes crear platos imaginativos, o aprovechar una bolsa de patatas, otra de galletas Digestive y un batido de chocolate para hacer algo que no sólo sea comestible, sino que te permita ganar dinero y, con un poco de suerte, te libre de irte a casa esa misma semana. Aunque todos viven juntos, el programa casi no los saca en esos momentos más que para comentar alguna cosa de las ocurridas en la cocina el día anterior, y es ahí, entre fogones o corriendo como locos de un lado a otro del supermercado para comprar materias primas, donde está el verdadero atractivo del reality. por supuesto, las personalidades de los participantes también ayudan, porque que Marcel te caiga mal y quieras irte de merendola con Carla es un acicate para seguir viendo episodios.
Esta edición All-Star (aunque yo tenía el hándicap de no conocer a ninguno de sus concursantes de temporadas anteriores) ha tenido, además del componente de segunda oportunidad y de redención para algunos de los chefs, algunas pruebas bastante divertidas, como la de las galletas con Tricky y Elmo, y otras diseñadas para ser emotivas que, sorprendentemente, lo fueron más de lo esperado (la de la isla de Ellis es el caso más claro). No suele seguir los realities muy a menudo, pero entre que me fascina el interés de la televisión estadounidense por los cocineros y la cocina, y que "Top Chef" es muy, muy entretenido, incluso con sus toques de drama por aquí y por allí, creo que me han ganado para la causa, más desde que "Ace of cakes" fue cancelado.
Lo que resulta mucho más interesante es ver a los participantes crear platos imaginativos, o aprovechar una bolsa de patatas, otra de galletas Digestive y un batido de chocolate para hacer algo que no sólo sea comestible, sino que te permita ganar dinero y, con un poco de suerte, te libre de irte a casa esa misma semana. Aunque todos viven juntos, el programa casi no los saca en esos momentos más que para comentar alguna cosa de las ocurridas en la cocina el día anterior, y es ahí, entre fogones o corriendo como locos de un lado a otro del supermercado para comprar materias primas, donde está el verdadero atractivo del reality. por supuesto, las personalidades de los participantes también ayudan, porque que Marcel te caiga mal y quieras irte de merendola con Carla es un acicate para seguir viendo episodios.
Esta edición All-Star (aunque yo tenía el hándicap de no conocer a ninguno de sus concursantes de temporadas anteriores) ha tenido, además del componente de segunda oportunidad y de redención para algunos de los chefs, algunas pruebas bastante divertidas, como la de las galletas con Tricky y Elmo, y otras diseñadas para ser emotivas que, sorprendentemente, lo fueron más de lo esperado (la de la isla de Ellis es el caso más claro). No suele seguir los realities muy a menudo, pero entre que me fascina el interés de la televisión estadounidense por los cocineros y la cocina, y que "Top Chef" es muy, muy entretenido, incluso con sus toques de drama por aquí y por allí, creo que me han ganado para la causa, más desde que "Ace of cakes" fue cancelado.
15 junio 2011
Investigaciones Mars
Entre 2005 y 2007, muchas de las entradas de este blog estaban dominadas por dos series: "Perdidos" y "Verónica Mars". Ambas se habían estrenado en 2004 y, curiosamente, ambas empezó a emitirlas en España TVE. Pero mientras "Perdidos" se veía en La 1, "Verónica Mars" acababa en nuestro propio cementerio televisivo, el horario de los sábados por la noche en La 2, que reproducía un poco el estatus minoritario que tenía la serie en Estados Unidos, estrenada en UPN y salvándose por los pelos de la cancelación en su primera temporada. Además, curiosamente, creo que en sus dos primeras entregas la detective de Neptune (California) competía directamente contra los náufragos de la ABC (lo que llevó a Rob Thomas, creador de "Verónica Mars", a incluir un pequeño homenaje a "Perdidos").
Es una pena que tuviera tan poca repercusión en su momento (aunque los críticos la adoraban), porque desde el piloto quedaba muy claro que estábamos ante algo que podía ser especial y que su protagonista, Kristen Bell, estaba llamada a grandes cosas si encontraba el material adecuado para ello (por ahora, Verónica sigue siendo su punto más alto). Aquella adolescente a la que conocemos metida en un coche, armada con una cámara de fotos y con los libros del examen del día siguiente en el asiento del copiloto, vigilando un motel para cazar a un hombre engañando a su mujer con otra, se convirtió en uno de los mejores personajes femeninos que nos ha dado la televisión estadounidense reciente. "Verónica Mars" unía el drama de instituto con el cine negro y el humor sarcástico e irónico del Hollywood clásico para construir unos capítulos que se pasaban en un suspiro, y en los que ya sólo ver a Verónica intercambiar frases ingeniosas con su padre era mejor que buena parte de la parrilla de aquel entonces.
Y a todo esto, ¿de qué iba la serie? Pues de la caída y la recuperación de su dignidad de Verónica, que en muy poco tiempo ve cómo su mejor amiga es asesinada, su novio la deja, su padre pierde el puesto de sheriff y debe dedicarse a ser detective privado, su madre se marcha, se convierte en una paria social en el instituto y, oh sí, la violan en una fiesta. Todo esto sería suficiente para hundir a cualquiera en un pozo sin fondo, pero Verónica se levanta y, armada con su ingenio y una armadura de sarcasmo, se dispone a averiguar quién mató a Lilly Kane, dónde está su madre y a vengarse de todos los que hicieron que su vida se pusiera patas arriba. Y en cuanto acaba el piloto ya estás de su lado, y te ríes con sus salidas y, al mismo tiempo, puedes cazar pequeñas grietas en la armadura, vistazos a la vulnerabilidad que Verónica siempre va a llevar consigo.
A mí siempre me recordó mucho a las historias de Philip Marlowe, y no sólo porque su protagonista era como una versión en adolescente rubia del detective de Raymond Chandler. A la serie le interesaba más mostrar las desigualdades de clase de Neptune y la cara oculta de sus personajes que la resolución de los casos, y también dejó algunos secundarios memorables (y con unos nombres muy noir) como Mac, Vinnie Van Lowe (el detective rival de los Mars), Cliff McCormack (el abogado de Keith Mars), el sheriff Don Lamb o las familias Kane y Echolls. Sus diálogos estaban llenos de referencias a la cultura pop y juegos de palabras, y el dúo padre-hija de Keith y Verónica era insuperable. Las dos primeras temporadas son las mejores (la primera, especialmente), y aunque la tercera sufrió los vaivenes de la nueva The CW y sus intentos por atraer nuevos espectadores, también merece la pena. Si os animáis a verla este verano sabed una cosa; tiene un alto potencial de enganche.
P.D.: Esta entrada ha sido inspirada por dos cosas; ver a Alona Tal en un capítulo de "The Killing" y encontrarme en "Glee" a Rachel y Finn llevando a cabo una vigilancia de un motel al más puro estilo Investigaciones Mars... Pero sin Backup.
Es una pena que tuviera tan poca repercusión en su momento (aunque los críticos la adoraban), porque desde el piloto quedaba muy claro que estábamos ante algo que podía ser especial y que su protagonista, Kristen Bell, estaba llamada a grandes cosas si encontraba el material adecuado para ello (por ahora, Verónica sigue siendo su punto más alto). Aquella adolescente a la que conocemos metida en un coche, armada con una cámara de fotos y con los libros del examen del día siguiente en el asiento del copiloto, vigilando un motel para cazar a un hombre engañando a su mujer con otra, se convirtió en uno de los mejores personajes femeninos que nos ha dado la televisión estadounidense reciente. "Verónica Mars" unía el drama de instituto con el cine negro y el humor sarcástico e irónico del Hollywood clásico para construir unos capítulos que se pasaban en un suspiro, y en los que ya sólo ver a Verónica intercambiar frases ingeniosas con su padre era mejor que buena parte de la parrilla de aquel entonces.
Y a todo esto, ¿de qué iba la serie? Pues de la caída y la recuperación de su dignidad de Verónica, que en muy poco tiempo ve cómo su mejor amiga es asesinada, su novio la deja, su padre pierde el puesto de sheriff y debe dedicarse a ser detective privado, su madre se marcha, se convierte en una paria social en el instituto y, oh sí, la violan en una fiesta. Todo esto sería suficiente para hundir a cualquiera en un pozo sin fondo, pero Verónica se levanta y, armada con su ingenio y una armadura de sarcasmo, se dispone a averiguar quién mató a Lilly Kane, dónde está su madre y a vengarse de todos los que hicieron que su vida se pusiera patas arriba. Y en cuanto acaba el piloto ya estás de su lado, y te ríes con sus salidas y, al mismo tiempo, puedes cazar pequeñas grietas en la armadura, vistazos a la vulnerabilidad que Verónica siempre va a llevar consigo.
A mí siempre me recordó mucho a las historias de Philip Marlowe, y no sólo porque su protagonista era como una versión en adolescente rubia del detective de Raymond Chandler. A la serie le interesaba más mostrar las desigualdades de clase de Neptune y la cara oculta de sus personajes que la resolución de los casos, y también dejó algunos secundarios memorables (y con unos nombres muy noir) como Mac, Vinnie Van Lowe (el detective rival de los Mars), Cliff McCormack (el abogado de Keith Mars), el sheriff Don Lamb o las familias Kane y Echolls. Sus diálogos estaban llenos de referencias a la cultura pop y juegos de palabras, y el dúo padre-hija de Keith y Verónica era insuperable. Las dos primeras temporadas son las mejores (la primera, especialmente), y aunque la tercera sufrió los vaivenes de la nueva The CW y sus intentos por atraer nuevos espectadores, también merece la pena. Si os animáis a verla este verano sabed una cosa; tiene un alto potencial de enganche.
P.D.: Esta entrada ha sido inspirada por dos cosas; ver a Alona Tal en un capítulo de "The Killing" y encontrarme en "Glee" a Rachel y Finn llevando a cabo una vigilancia de un motel al más puro estilo Investigaciones Mars... Pero sin Backup.
14 junio 2011
Entre cero y uno
Una serie no se renueva o se cancela basándose en su calidad. Si fuera así, "Arrested Development" aún estaría en antena y "Dos hombres y medio" no habría pasado de la segunda temporada. Cada vez que se anuncia el cierre precipitado de una serie por cuestiones de audiencia, surgen los mismos comentarios, y no hay más que echar un vistazo a los de esta entrada sobre la renovación de "The Killing" para darse cuenta. A quienes no les gusta, se lamentan de que ella sí siga adelante y "Rubicón", que consideran muy superior, no pudiera disfrutar de la misma oportunidad, no queriendo ver que, lamentablemente, la audiencia de la segunda no era suficiente para mantenerla por más tiempo en antena.
Poco más de un millón de espectadores y 0,2 en los demográficos podría haberle servido a AMC con la primera temporada de "Mad Men", cuando era la primera y única serie de producción propia que tenían en la parrilla y todos los críticos y las revistas de tendencias se volvieron locos con ella. Pero que esos datos los hiciera "Rubicón", que era ya como el cuarto o quinto título propio y pasó muy desapercibida fuera de los círculos críticos, eran síntoma de cancelación segura. No deja de sorprender la polarización de las opiniones alrededor de "The Killing" y como se intenta defenestrar a AMC por renovarla con unas audiencias medias de cerca de dos millones de espectadores (y 0,5 en las demos), o por potenciar "The Walking Dead", que rondó toda la temporada los cinco millones. ¿Qué tenía que hacer la cadena? ¿Inmolarse en aras de la calidad minoritaria y dar el hachazo a dos series que le funcionan en audiencia sólo porque hay quien las considera por debajo de su estándar de calidad?
La tercera temporada de "Breaking Bad", se quedó en una media de 1,8 millones de espectadores, ligeramente inferior a la de "The Killing", y nadie puso en duda ni por un segundo que tendría cuarta entrega (los Emmys siempre ayudan). En FX, "Terriers" tuvo unos tristes 600.000 espectadores y un 0,2 en las demos, y esas cifras también la habrían cancelado en AMC. Por mucho que nos duela (y duele), el 80-90% de la decisión de aguantar una serie en la parrilla corresponde a la audiencia, hasta en el cable. HBO podrá permitirse el lujo de darle una tercera temporada a "Treme" a pesar de que 700.000 espectadores no lucen muy bien detrás de los casi tres millones de "Juego de tronos", pero les ayuda a mantener una imagen y, tal vez, a atraer suscriptores, que es lo que les interesa. En el cable básico (donde se encuadran FX y AMC, por ejemplo), la audiencia (en vivo) y la publicidad siguen siendo muy importantes.
Poco más de un millón de espectadores y 0,2 en los demográficos podría haberle servido a AMC con la primera temporada de "Mad Men", cuando era la primera y única serie de producción propia que tenían en la parrilla y todos los críticos y las revistas de tendencias se volvieron locos con ella. Pero que esos datos los hiciera "Rubicón", que era ya como el cuarto o quinto título propio y pasó muy desapercibida fuera de los círculos críticos, eran síntoma de cancelación segura. No deja de sorprender la polarización de las opiniones alrededor de "The Killing" y como se intenta defenestrar a AMC por renovarla con unas audiencias medias de cerca de dos millones de espectadores (y 0,5 en las demos), o por potenciar "The Walking Dead", que rondó toda la temporada los cinco millones. ¿Qué tenía que hacer la cadena? ¿Inmolarse en aras de la calidad minoritaria y dar el hachazo a dos series que le funcionan en audiencia sólo porque hay quien las considera por debajo de su estándar de calidad?
La tercera temporada de "Breaking Bad", se quedó en una media de 1,8 millones de espectadores, ligeramente inferior a la de "The Killing", y nadie puso en duda ni por un segundo que tendría cuarta entrega (los Emmys siempre ayudan). En FX, "Terriers" tuvo unos tristes 600.000 espectadores y un 0,2 en las demos, y esas cifras también la habrían cancelado en AMC. Por mucho que nos duela (y duele), el 80-90% de la decisión de aguantar una serie en la parrilla corresponde a la audiencia, hasta en el cable. HBO podrá permitirse el lujo de darle una tercera temporada a "Treme" a pesar de que 700.000 espectadores no lucen muy bien detrás de los casi tres millones de "Juego de tronos", pero les ayuda a mantener una imagen y, tal vez, a atraer suscriptores, que es lo que les interesa. En el cable básico (donde se encuadran FX y AMC, por ejemplo), la audiencia (en vivo) y la publicidad siguen siendo muy importantes.
13 junio 2011
La herencia de J.R.
Antes de que llegara "Twin Peaks" con su "¿Quién mató a Laura Palmer?", fue "Dallas" la que tuvo en vilo a todo un país al terminar creo que la segunda temporada con el malo oficial de la serie, J.R. Ewing, siendo tiroteado por una mano invisible. La CBS se pasó todo el verano manteniendo la expectación con el eslógan "¿Quién disparó a J.R.?", un lema que inspiró camisetas, apuestas y que todavía puso más a prueba a sus fans cuando la huelga de actores que tuvo lugar en 1980 retrasó hasta finales de noviembre la resolución del cliffhanger. Ese capítulo superó en audiencia al final de "El fugitivo", que fue todo un fenómeno en los 60, aunque no logró desbancar el récord de "Raíces" (que, si no recuerdo mal, caería más tarde con el final de "M*A*S*H".
La enorme repercusión que tuvo esta maniobra popularizó que muchas series cerraran sus temporadas con cliffhangers que dejaban a sus seguidores al borde del infarto, y sin más consuelo que la revisión de esos episodios o la especulación con otros fans sobre lo que podía pasar. Su legado llega tan lejos, que cuando "Crítico en serie" y yo decidimos lanzarnos a la arena de los podcasts sobre televisión, el nombre surgió casi solo (previo breve brainstorming de ideas que no pudieron con el sombrerazo de Larry Hagman). Y toda esta larga introducción es sólo la excusa para presentaros "Yo disparé a J.R.", ese podcast del que Crítico escribe una declaración de intenciones que suscribo, por supuesto.
Nuestra idea es comentar la actualidad del mundillo y la marcha de las series que nos interesan, y hacerlo en una hora, aproximadamente (y sí, tenemos como referencia algunos podcasts estadounidense que siguen este formato de conversación). En este primer programa se nos va un poco la mano hablando sobre las nominaciones a los Critics' Choice Awards y si sirven como indicación para los próximos Emmy, y así luego queda menos tiempo para comentar la marcha de Laurence Fishburne de "CSI" y el final de media temporada de la sexta de "Doctor Who". Podéis conseguir el podcast en este feed, y según vayamos grabando nuevos programas, irán apareciendo también en la barra de la derecha (estamos trabajando en la suscripción por iTunes). De momento, aquí os dejo el primero.
P.D.: Los teleginios no han pasado a mjor vida, no, sólo estamos de hiato veraniego, que aprovecharemos para subir al blog las tertulias que faltan, que es cierto que son unas cuantas. Todo llegará.
La enorme repercusión que tuvo esta maniobra popularizó que muchas series cerraran sus temporadas con cliffhangers que dejaban a sus seguidores al borde del infarto, y sin más consuelo que la revisión de esos episodios o la especulación con otros fans sobre lo que podía pasar. Su legado llega tan lejos, que cuando "Crítico en serie" y yo decidimos lanzarnos a la arena de los podcasts sobre televisión, el nombre surgió casi solo (previo breve brainstorming de ideas que no pudieron con el sombrerazo de Larry Hagman). Y toda esta larga introducción es sólo la excusa para presentaros "Yo disparé a J.R.", ese podcast del que Crítico escribe una declaración de intenciones que suscribo, por supuesto.
Nuestra idea es comentar la actualidad del mundillo y la marcha de las series que nos interesan, y hacerlo en una hora, aproximadamente (y sí, tenemos como referencia algunos podcasts estadounidense que siguen este formato de conversación). En este primer programa se nos va un poco la mano hablando sobre las nominaciones a los Critics' Choice Awards y si sirven como indicación para los próximos Emmy, y así luego queda menos tiempo para comentar la marcha de Laurence Fishburne de "CSI" y el final de media temporada de la sexta de "Doctor Who". Podéis conseguir el podcast en este feed, y según vayamos grabando nuevos programas, irán apareciendo también en la barra de la derecha (estamos trabajando en la suscripción por iTunes). De momento, aquí os dejo el primero.
P.D.: Los teleginios no han pasado a mjor vida, no, sólo estamos de hiato veraniego, que aprovecharemos para subir al blog las tertulias que faltan, que es cierto que son unas cuantas. Todo llegará.
12 junio 2011
Actrices invitadas y series sin estrenar
Desde 2005, cuando Ellen Burstyn logró el primero, "Ley y orden: UVE" ha ganado todos los años, menos en 2006, el Emmy a la mejor actriz invitada. La serie ha mantenido la costumbre de su serie madre de tirar de actores de Broadway para cubrir muchos papeles episódicos (costumbre que ha recuperado "The good wife"), y también se las ha apañado para atraer a nombres muy conocidos del cine y la televisión para interpretar a algunos de los personajes sujetos a las investigaciones de los detectives Benson y Stabler. Esos personajes son los que llevan muchas veces el peso emocional de los episodios, así que no es extraño que los productores logren convencer a estos intérpretes para que les den vida. Muchas veces son gente que, por lo que sea, han caído un poco en el olvido, y otras son actores que buscan dar un pequeño giro al tipo de papeles que hacen habitualmente, y su trabajo en "Ley y orden: UVE" es lo suficientemente impactante para llamar la atención.
Ya sabemos que los Emmy se mueven mucho por la espectacularidad. Los alegatos finales que le escribían a James Spader en "Boston Legal" le servían para ganar el premio siempre que estaba nominado, y tener una actriz famosa en medio de una trama muy intensa emocionalmente, y con un par de momentos que le permitan lucirse, oscurece enseguida a toda la competencia. Este año, unas 15 actrices se han presentado al Emmy a mejor invitada por "Ley y orden: UVE", y entre ellas figuran Shohreh Aghdasloo, Maria Bello, Joan Cusack, Drea de Matteo, Marcia Gay Harden, Jennifer Love Hewitt, Debra Messing, Elizabeth Mitchell o Rita Wilson. Es muy probable que, de las seis candidatas, dos o tres como mínimo salgan de esa lista, y apostar por una de ellas para ganar es jugar sobre seguro.
Los competidores de los Emmy que debutan el próximo día 20, los Critics' Choice Awards, nos han sorprendido a muchos para bien al incluir en sus candidaturas a series que, habitualmente, resultan ignoradas por casi todos los galardones, como "Fringe", "Justified", "Community" o "The Middle", pero también se han marcado una maniobra un poco extraña al incluir una nueva categoría de "serie nueva más emocionante". En ella, han seleccionado ocho títulos aún sin estrenar, de los que elegirán el que esperan con más interés basándose en su piloto (de hecho, sólo pueden votar los críticos que los hayan visto todos), algo que parece más una maniobra publicitaria de las cadenas para crear anticipación que una categoría seria.
Las nominadas son "Smash", "Ringer", "Terra Nova", "Awake", "Apartment 23", "Alcatraz", "New girl" y, curiosamente, "Falling Skies", que se estrena el día 19, sólo uno antes de que se entreguen los Critics' Choice. En general, son todas por las que los críticos expresaron mayor curiosidad durante los upfronts, aunque que la serie de TNT figure ahí me confunde un poco, y está claro que esto ayudará a que se hable de ellas antes de sus debuts. No puede ir más allá porque nadie habrá visto nada de las series, ya que los críticos son los únicos que han recibido los screeners con los pilotos que las cadenas empiezan a enviar ahora, y no deja de ser una mezcla peculiar de dramas, comedias y títulos de ciencia ficción. No puedo dejar de pensar que es una herramienta promocional como tantas otras, así que no puedo tomarla demasiado en serio.
Música de la semana: "The Chicago Code" no podía haber terminando eligiendo una canción más apropìada, "I dream of Chicago", de un grupo indie llamado Parlours (que no son de allí, sino de Des Moines, Iowa). Y sólo porque está ya a la venta la banda sonora de la primera temporada de "Treme", de regalo os dejo esta versión de "I don't stand the ghost of a chance with you" a cargo de Wendell Pierce, Michel Huisman y Lucia Micarelli.
Ya sabemos que los Emmy se mueven mucho por la espectacularidad. Los alegatos finales que le escribían a James Spader en "Boston Legal" le servían para ganar el premio siempre que estaba nominado, y tener una actriz famosa en medio de una trama muy intensa emocionalmente, y con un par de momentos que le permitan lucirse, oscurece enseguida a toda la competencia. Este año, unas 15 actrices se han presentado al Emmy a mejor invitada por "Ley y orden: UVE", y entre ellas figuran Shohreh Aghdasloo, Maria Bello, Joan Cusack, Drea de Matteo, Marcia Gay Harden, Jennifer Love Hewitt, Debra Messing, Elizabeth Mitchell o Rita Wilson. Es muy probable que, de las seis candidatas, dos o tres como mínimo salgan de esa lista, y apostar por una de ellas para ganar es jugar sobre seguro.
Los competidores de los Emmy que debutan el próximo día 20, los Critics' Choice Awards, nos han sorprendido a muchos para bien al incluir en sus candidaturas a series que, habitualmente, resultan ignoradas por casi todos los galardones, como "Fringe", "Justified", "Community" o "The Middle", pero también se han marcado una maniobra un poco extraña al incluir una nueva categoría de "serie nueva más emocionante". En ella, han seleccionado ocho títulos aún sin estrenar, de los que elegirán el que esperan con más interés basándose en su piloto (de hecho, sólo pueden votar los críticos que los hayan visto todos), algo que parece más una maniobra publicitaria de las cadenas para crear anticipación que una categoría seria.
Las nominadas son "Smash", "Ringer", "Terra Nova", "Awake", "Apartment 23", "Alcatraz", "New girl" y, curiosamente, "Falling Skies", que se estrena el día 19, sólo uno antes de que se entreguen los Critics' Choice. En general, son todas por las que los críticos expresaron mayor curiosidad durante los upfronts, aunque que la serie de TNT figure ahí me confunde un poco, y está claro que esto ayudará a que se hable de ellas antes de sus debuts. No puede ir más allá porque nadie habrá visto nada de las series, ya que los críticos son los únicos que han recibido los screeners con los pilotos que las cadenas empiezan a enviar ahora, y no deja de ser una mezcla peculiar de dramas, comedias y títulos de ciencia ficción. No puedo dejar de pensar que es una herramienta promocional como tantas otras, así que no puedo tomarla demasiado en serio.
Música de la semana: "The Chicago Code" no podía haber terminando eligiendo una canción más apropìada, "I dream of Chicago", de un grupo indie llamado Parlours (que no son de allí, sino de Des Moines, Iowa). Y sólo porque está ya a la venta la banda sonora de la primera temporada de "Treme", de regalo os dejo esta versión de "I don't stand the ghost of a chance with you" a cargo de Wendell Pierce, Michel Huisman y Lucia Micarelli.
11 junio 2011
Medias naranjas
La "reina de los memes" no deja de lanzarlos, para animarnos de paso a resumir nuestro parecer sobre la temporada que se ha acabado, centrado esta vez en parejas televisivas. Sin embargo, en este caso, lo vamos a convertir en algo un poco diferente. ¿Qué tal vais de conocimientos salsarroseros de los actores de las series? Porque vamos a hacer una pequeña prueba de agudeza visual. ¿Sois capaces de averiguar quiénes son las respectivas parejas de las personas que salen en estas fotos? Habrá alguna que otra pista, no os preocupéis, aunque no premio (éste es un blog de presupuesto modesto), y podéis encontrar las soluciones en el primer comentario. No las miréis todavía, no seais aguafiestas.
Este señor tuvo su momento de gloria en los 80, y ahora está casado con una actriz que estuvo nominada a un Tony hace unos años y que ha empezado a adquirir cierto reconocimiento en los últimos meses. ¿Quién es ella? Y si sabéis por qué obra fue candidata a un Tony, mejor que mejor.
Evidentemente, la presencia de Jack Nicholson es sólo una pista para que lo identifiquéis a él, director con un Oscar en su haber como guionista. Hasta 2006, creo, estuvo casado con una actriz que protagoniza una serie de bastante éxito con ya unas cuantas temporadas a cuestas, y que salía en la película por la que él se llevó el Oscar. ¿Cómo se llama dicha actriz?
Y otro caso de actriz casada con un director, aunque esos dos llevan divorciados ya unos 15 años. Peter Dinklage también vale como pista, ya que era el protagonista de la película que ese director presentó al festival de Slamdance de este año. ¿Quién es su famosa ex-mujer, que se hizo realmente conocida en los 80, y con la que hizo un breve cameo en una película de Nanni Moretti?
No podían haber elegido una mejor actriz para hacer de madre biológica de Rachel Berry en "Glee", por su parecido físico con Lea Michelle y por su experiencia en los musicales de Broadway. El marido de esta actriz es otro que también ha demostrado que sabe cantar en varios musicales, aunque su trabajo actual en televisión no requiere que lo haga. ¿Os acordáis de su nombre?
No es éste el aspecto por el que esta actriz es más conocida, pero creo que se la puede identificar bien, ¿no? Su marido no es tan conocido como ella, pero gracias a la serie en la que trabaja ahora (con doble trabajo, además) es un poquito más famoso. ¿Quién es él?
Este señor tuvo su momento de gloria en los 80, y ahora está casado con una actriz que estuvo nominada a un Tony hace unos años y que ha empezado a adquirir cierto reconocimiento en los últimos meses. ¿Quién es ella? Y si sabéis por qué obra fue candidata a un Tony, mejor que mejor.
Evidentemente, la presencia de Jack Nicholson es sólo una pista para que lo identifiquéis a él, director con un Oscar en su haber como guionista. Hasta 2006, creo, estuvo casado con una actriz que protagoniza una serie de bastante éxito con ya unas cuantas temporadas a cuestas, y que salía en la película por la que él se llevó el Oscar. ¿Cómo se llama dicha actriz?
Y otro caso de actriz casada con un director, aunque esos dos llevan divorciados ya unos 15 años. Peter Dinklage también vale como pista, ya que era el protagonista de la película que ese director presentó al festival de Slamdance de este año. ¿Quién es su famosa ex-mujer, que se hizo realmente conocida en los 80, y con la que hizo un breve cameo en una película de Nanni Moretti?
No podían haber elegido una mejor actriz para hacer de madre biológica de Rachel Berry en "Glee", por su parecido físico con Lea Michelle y por su experiencia en los musicales de Broadway. El marido de esta actriz es otro que también ha demostrado que sabe cantar en varios musicales, aunque su trabajo actual en televisión no requiere que lo haga. ¿Os acordáis de su nombre?
No es éste el aspecto por el que esta actriz es más conocida, pero creo que se la puede identificar bien, ¿no? Su marido no es tan conocido como ella, pero gracias a la serie en la que trabaja ahora (con doble trabajo, además) es un poquito más famoso. ¿Quién es él?
10 junio 2011
A lovely British summer
La sequía de series empieza a notarse. La temporada de otoño en Estados Unidos se ha acabado y, hasta que vayan estrenándose todos los títulos del verano, nos va a tocar ir repescando esas series que teníamos por ahí, a la espera de que tuviéramos un hueco para poder echarles un vistazo. Sé que tengo dos de ésas por ahí, de policías (por supuesto), y las dos europeas: la francesa "Engrenages" (de la que sólo he leído cosas buenas) y la danesa "Forbrydelsen", porque tengo mucha curiosidad por ver cómo es la original de dónde hicieron "The Killing". Por otra parte, en estos meses, la BBC va a emitir varias de las miniseries que tiene en nevera desde hace tiempo, incluyendo una por la que yo tengo bastante interés, "The Hour", más la segunda temporada de "Luther", así que nos ofrece una buena excusa para elegir tres series británicas a las que podemos dedicar nuestro tiempo ahora que el verano está ya aquí. Voy a intentar que no sean de época, para variar un poco.
"Mistresses" (2008-10): Cuando la serie se estrenó en Estados Unidos, quisieron compasrarla con un "Sexo en Nueva York" más realista, y aunque algo de eso hay, no termina de encapsular lo que es la primera temporada de esta serie (que es la que casi todo el mundo recomienda. Aquí hay una visión más de toda la serie). Trudi, Katie, Jessica y Siobhan son cuatro amigas independientes, con sus vidas ya formadas, que tienen diversos problemas sentimentales en los que ellas, por una razón por otra, acaban viviendo el lado de "la otra". Merece la pena por la construcción de la relación entre las cuatro amigas y por lo bien compenetradas que están sus actrices.
"Blackadder" (1982-89): Sólo los ingleses pueden dedicarse a enseñar y, al mismo, tergiversar con propósitos humorísticos su historia, prácticamente creo que desde el siglo XV hasta la Primera Guerra Mundial. Y lo hacen a través de los descendientes de Edmund Blackadder, "la víbora negra", un tipo sumamente peculiar que siempre está trazando todo tipo de planes que nunca van a ningún lado, y que tiene que soportar a aristócratas y príncipes mucho más idiotas que él. Es tremendamente divertida e inteligente, y fue la serie que hizo famoso a Rowan Atkinson antes de lanzarse a ser Mr. Bean.
"Red Riding" (2009): Si hablamos de atmósferas muy logradas que, además, resultan tremendamente malsanas y muy inquietantes, hay que hablar de esta miniserie de tres películas que adapta una saga de libros de David Peace sobre el "destripador de Yorkshire". No todas funcionan igual de bien y, en cuanto a mal rollo, la primera (ambientada en 1974) es insuperable, pero son exploraciones realmente interesantes de hasta dñonde puede corromperse alguien cuando alcanza cierto poder. Y veréis un montón de caras conocidas en el reparto.
Bonus: "Absolutamente fabulosas" ("Absolutely fabulous". 1992-95): Está considerada una de las mejores comedias británicas de todos los tiempos, y no es por casualidad. Creada por Dawn French y Jennifer Saunders, que la co-protagoniza con Joanna Lumley, sigue a Edina y Patsy, dos amigas que comparten piso y aficiones: a saber, beber como cosacos, fumar como carreteros y ligar con todos los hombres que puedan. Son muy brutas, irresponsables, políticamente incorrectas, pero divertidísimas, y "AbFab" (como se conoce la serie en el Reino Unido) es todo un título de culto. El vídeo de arriba es sólo un botón de muestra.
"Mistresses" (2008-10): Cuando la serie se estrenó en Estados Unidos, quisieron compasrarla con un "Sexo en Nueva York" más realista, y aunque algo de eso hay, no termina de encapsular lo que es la primera temporada de esta serie (que es la que casi todo el mundo recomienda. Aquí hay una visión más de toda la serie). Trudi, Katie, Jessica y Siobhan son cuatro amigas independientes, con sus vidas ya formadas, que tienen diversos problemas sentimentales en los que ellas, por una razón por otra, acaban viviendo el lado de "la otra". Merece la pena por la construcción de la relación entre las cuatro amigas y por lo bien compenetradas que están sus actrices.
"Blackadder" (1982-89): Sólo los ingleses pueden dedicarse a enseñar y, al mismo, tergiversar con propósitos humorísticos su historia, prácticamente creo que desde el siglo XV hasta la Primera Guerra Mundial. Y lo hacen a través de los descendientes de Edmund Blackadder, "la víbora negra", un tipo sumamente peculiar que siempre está trazando todo tipo de planes que nunca van a ningún lado, y que tiene que soportar a aristócratas y príncipes mucho más idiotas que él. Es tremendamente divertida e inteligente, y fue la serie que hizo famoso a Rowan Atkinson antes de lanzarse a ser Mr. Bean.
"Red Riding" (2009): Si hablamos de atmósferas muy logradas que, además, resultan tremendamente malsanas y muy inquietantes, hay que hablar de esta miniserie de tres películas que adapta una saga de libros de David Peace sobre el "destripador de Yorkshire". No todas funcionan igual de bien y, en cuanto a mal rollo, la primera (ambientada en 1974) es insuperable, pero son exploraciones realmente interesantes de hasta dñonde puede corromperse alguien cuando alcanza cierto poder. Y veréis un montón de caras conocidas en el reparto.
Bonus: "Absolutamente fabulosas" ("Absolutely fabulous". 1992-95): Está considerada una de las mejores comedias británicas de todos los tiempos, y no es por casualidad. Creada por Dawn French y Jennifer Saunders, que la co-protagoniza con Joanna Lumley, sigue a Edina y Patsy, dos amigas que comparten piso y aficiones: a saber, beber como cosacos, fumar como carreteros y ligar con todos los hombres que puedan. Son muy brutas, irresponsables, políticamente incorrectas, pero divertidísimas, y "AbFab" (como se conoce la serie en el Reino Unido) es todo un título de culto. El vídeo de arriba es sólo un botón de muestra.
09 junio 2011
Antes de las nominaciones
1.- La primera fase en el proceso para elegir los nominados a los próximos premios Emmy está a pleno rendimiento. La web oficial de los galardones ya ha publicado el listado de todos los que se presentan a todas las categorías, listado que utilizarán los académicos para votar a sus candidatos. A veces resulta curioso echar un vistazo a esas papeletas kilométricas (algunos de los PDFs superan ampliamente las 100 páginas) para ver qué estrategia siguen los que se presentan, o si siguen alguna. En "Tío Oscar" repasan las categorías de interpretación, apuntando los casos más significativos. Por ejemplo, Elisabeth Moss compite como actriz principal por "Mad Men", mientras Rob Lowe se presenta como actor protagonista por "Parks & Recreation". El jaleo entre invitados y secundarios a veces es bastante notable, y siempre es divertido cómo la categoría de invitada de drama está casi llena de actrices famosas que han pasado por "Ley y orden: UVE". En este primer listado no se incluyen los capítulos que los actores envían para que se juzgue su trabajo. Eso se hace más adelante.
2.- Por estas fechas, el blog "The Envelope" del diario "Los Ángeles Times" organiza varias proyecciones de series con posibilidades de ser nominadas, seguidas de un encuentro con su creador y con parte del reparto. Nunca cuelgan el evento entero, sólo fragmentos de la conversación, pero suele haber cosas curiosas y divertidas en ellos. Por ahora, pueden verse los de "Justified", "Shameless" y "Mad Men", y tienen programadas dos mesas redondas sobre "familias alternativas", con gente de "True Blood", "Raising Hope", "Sons of Anarchy" y "Parenthood", y sobre frikis, con participantes de "The Big Bang theory", "Community" y "Glee", entre otros.
3.- Un clásico de las temporadas de premios son las mesas redondas de "The Hollywood Reporter". Las hacen para los Oscars y para los Emmys, y además de fragmentos, a veces pueden verse completas (suelen durar una hora). Resultan interesantes porque, a veces, desvelan ciertos aspectos del funcionamiento de la industria o de cómo se preparan determinados actores. Hasta el momento, pueden verse las mesas de los actores de drama, los showrunners de comedia, los de drama y actrices dramáticas.Toda la sección especial de los Emmy merece la pena, hasta un pequeño artículo que explica que las nominaciones de los Critics' Choice Awards se hicieron a través de una página de Facebook. Por cierto, si os interesa, también podéis echar un ojo a lo que se cuece por el Festival de televisión de Montecarlo, que siempre atrae a unos cuantos actores de series estadounidenses.
4.- Finalmente, las candidaturas a los Emmy no se harán públicas hasta el 14 de julio, pero Fox (que es la encargada de retransmitir la gala en septiembre) ya ha anunciado que la presentadora será Jane Lynch, que ganó el año pasado a la mejor secundaria de comedia por "Glee". La cadena que emite la ceremonia suele elegir a alguien de sus "empleados" para conducir la ceremonia, con suerte desigual. La CBS y la NBC acertaron de pleno en los años anteriores con Neil Patrick Harris y Jimmy Fallon, respectivamente, pero Fox fracasó estrepitosamente al dejar el asunto en manos de Ryan Seacrest y otros cuatro presentadores de realities, entre ellos Heidi Klum, Jeff Probst y Tom Bergeron ("Dancing with the stars"). Los críticos aún se acuerdan de aquel desastre, así que la opción de Lynch es jugar sobre seguro.
2.- Por estas fechas, el blog "The Envelope" del diario "Los Ángeles Times" organiza varias proyecciones de series con posibilidades de ser nominadas, seguidas de un encuentro con su creador y con parte del reparto. Nunca cuelgan el evento entero, sólo fragmentos de la conversación, pero suele haber cosas curiosas y divertidas en ellos. Por ahora, pueden verse los de "Justified", "Shameless" y "Mad Men", y tienen programadas dos mesas redondas sobre "familias alternativas", con gente de "True Blood", "Raising Hope", "Sons of Anarchy" y "Parenthood", y sobre frikis, con participantes de "The Big Bang theory", "Community" y "Glee", entre otros.
3.- Un clásico de las temporadas de premios son las mesas redondas de "The Hollywood Reporter". Las hacen para los Oscars y para los Emmys, y además de fragmentos, a veces pueden verse completas (suelen durar una hora). Resultan interesantes porque, a veces, desvelan ciertos aspectos del funcionamiento de la industria o de cómo se preparan determinados actores. Hasta el momento, pueden verse las mesas de los actores de drama, los showrunners de comedia, los de drama y actrices dramáticas.Toda la sección especial de los Emmy merece la pena, hasta un pequeño artículo que explica que las nominaciones de los Critics' Choice Awards se hicieron a través de una página de Facebook. Por cierto, si os interesa, también podéis echar un ojo a lo que se cuece por el Festival de televisión de Montecarlo, que siempre atrae a unos cuantos actores de series estadounidenses.
4.- Finalmente, las candidaturas a los Emmy no se harán públicas hasta el 14 de julio, pero Fox (que es la encargada de retransmitir la gala en septiembre) ya ha anunciado que la presentadora será Jane Lynch, que ganó el año pasado a la mejor secundaria de comedia por "Glee". La cadena que emite la ceremonia suele elegir a alguien de sus "empleados" para conducir la ceremonia, con suerte desigual. La CBS y la NBC acertaron de pleno en los años anteriores con Neil Patrick Harris y Jimmy Fallon, respectivamente, pero Fox fracasó estrepitosamente al dejar el asunto en manos de Ryan Seacrest y otros cuatro presentadores de realities, entre ellos Heidi Klum, Jeff Probst y Tom Bergeron ("Dancing with the stars"). Los críticos aún se acuerdan de aquel desastre, así que la opción de Lynch es jugar sobre seguro.
08 junio 2011
La serie de Linden y Holder
Si "The Killing" quiere tener una segunda temporada, y que los espectadores tengan curiosidad por verla, necesita desarrollar a los dos únicos protagonistas que repetirán de esta primera: los detectives Sarah Linden y Steven Holder. No se sabe nada de su posible renovación (AMC no dice esta boca es mía hasta que la serie no acaba), pero sí es seguro que, de tener otros 13 episodios el año que viene, Linden y Holder tendrán un caso nuevo que investigar. Así es como "Forbrydelsen" lleva tres temporadas en la televisión danesa, y así es como, además, la serie puede resarcirse de una investigación inicial que empezó con fuerza y ha decaído poco a poco, hasta el punto de que, como coméntabamos no hace mucho, da la sensación que el asesinato de Rosie Larsen daba más para una duración estándar británica de 7-8 capítulos, y no trece.
Curiosamente, justo en un episodio en el que se marca una de esas digresiones, o fillers, o como queráis llamarlos (aunque exactamente no está "embotellado"), que los títulos muy serializados suelen hacer de vez en cuando, en los que la trama no se avanza y se centra todo en desarrollar más ciertos personajes, es cuando "The Killing" ha vuelto a alcanzar el nivel que se intuía en sus primeros tres-cuatro capítulos (no creo que sea casualidad que lo haya escrito Veena Sud, la responsable de la serie). A través de cierto hecho que toca más directamente a Linden, conocemos un poco más a los dos policías, cuyo retrato había quedado diluido al repartirse la atención con los Larsen, con el concejal que se presenta a alcalde y con cierto sospechoso al que, tal vez, dedicaron demasiado tiempo. Sus personalidades contrapuestas, que ocultan pasados no demasiado diferentes, no impiden que, en realidad, estén comenzando a trabajar bien juntos y a fraguar una interesante dinámica que ha sido desde el principio el atractivo principal de la serie para mí, y que debe mantenerla en una hipotética segunda temporada.
El falso optimismo y carácter expansivo de Holder y la reserva y seriedad de Linden demuestran complementarse en una escena en una cafetería en la que ninguno comenta nada sobre el asesinato de Rosie Larsen y, aun así, es reveladora y muy interesante. Este retrato de personajes no se ha visto en unos cuantos de los episodios anteriores, y tal vez el formato de hacer que cada uno sea un día de la investigación no era el más adecuado, como apuntaba Alan Sepinwall en su crítica de "Missing". En once días no pueden cambiar tanto los estados de ánimo ni avanzar tan rápido en una investigación como si tuviéramos elipsis de varias semanas, por ejemplo, y teniendo en cuenta que el ritmo frenético no es lo que buscan, les ha faltado un poco más de cuidado en la evolución de los personajes.
Como siempre que una serie así se toma un descanso de la trama serializada, saltan las voces quejándose de que "a falta de sólo dos episodios no sé por qué hacen esto y no nos dan respuestas ya". "The Killing" pretende ser una serie de personajes, así que capítulos como "Missing" son muy necesarios, más aún si demuestran que de verdad pueden mostrarnos a dos personas que resulten interesantes de seguir semana a semana como Linden y Holder. Aquí, en mi caso, me pasa un poco como con "Desaparecida"; lo que me engancha y me deja con ganas de ver más son los policías, incluso cuando meten la pata y se comportan de un modo no muy profesional. Sólo por eso estaría bien que AMC renovara "The Killing" por una segunda temporada, para ver cómo continúan Linden y Holder ahora que ya han pasado la fase de presentación.
Curiosamente, justo en un episodio en el que se marca una de esas digresiones, o fillers, o como queráis llamarlos (aunque exactamente no está "embotellado"), que los títulos muy serializados suelen hacer de vez en cuando, en los que la trama no se avanza y se centra todo en desarrollar más ciertos personajes, es cuando "The Killing" ha vuelto a alcanzar el nivel que se intuía en sus primeros tres-cuatro capítulos (no creo que sea casualidad que lo haya escrito Veena Sud, la responsable de la serie). A través de cierto hecho que toca más directamente a Linden, conocemos un poco más a los dos policías, cuyo retrato había quedado diluido al repartirse la atención con los Larsen, con el concejal que se presenta a alcalde y con cierto sospechoso al que, tal vez, dedicaron demasiado tiempo. Sus personalidades contrapuestas, que ocultan pasados no demasiado diferentes, no impiden que, en realidad, estén comenzando a trabajar bien juntos y a fraguar una interesante dinámica que ha sido desde el principio el atractivo principal de la serie para mí, y que debe mantenerla en una hipotética segunda temporada.
El falso optimismo y carácter expansivo de Holder y la reserva y seriedad de Linden demuestran complementarse en una escena en una cafetería en la que ninguno comenta nada sobre el asesinato de Rosie Larsen y, aun así, es reveladora y muy interesante. Este retrato de personajes no se ha visto en unos cuantos de los episodios anteriores, y tal vez el formato de hacer que cada uno sea un día de la investigación no era el más adecuado, como apuntaba Alan Sepinwall en su crítica de "Missing". En once días no pueden cambiar tanto los estados de ánimo ni avanzar tan rápido en una investigación como si tuviéramos elipsis de varias semanas, por ejemplo, y teniendo en cuenta que el ritmo frenético no es lo que buscan, les ha faltado un poco más de cuidado en la evolución de los personajes.
Como siempre que una serie así se toma un descanso de la trama serializada, saltan las voces quejándose de que "a falta de sólo dos episodios no sé por qué hacen esto y no nos dan respuestas ya". "The Killing" pretende ser una serie de personajes, así que capítulos como "Missing" son muy necesarios, más aún si demuestran que de verdad pueden mostrarnos a dos personas que resulten interesantes de seguir semana a semana como Linden y Holder. Aquí, en mi caso, me pasa un poco como con "Desaparecida"; lo que me engancha y me deja con ganas de ver más son los policías, incluso cuando meten la pata y se comportan de un modo no muy profesional. Sólo por eso estaría bien que AMC renovara "The Killing" por una segunda temporada, para ver cómo continúan Linden y Holder ahora que ya han pasado la fase de presentación.
07 junio 2011
Un puzzle espacio-temporal
ALERTA SPOILERS: La sexta temporada de "Doctor Who" se ha ido de vacaciones hasta septiembre. ¿Habéis visto el séptimo capítulo? ¿Sí? Entonces podéis continuar.
Si los capítulos que Steven Moffat escribía para "Doctor Who" en la época de Russell T. Davies eran unos rompecabezas interesantes y, a veces, a prueba de análisis pormenorizados, en cuanto ha asumido las riendas totales de la serie se ha desmelenado y se ha sacado de la manga una trama muy serializada desde el principio de la quinta temporada, aunque a veces estuviera más en segundo plano, una trama llena de bucles temporales, saltos, monstruos inquietantes y misterios que se resuelven sólo para dar lugar a nuevos enigmas. La historia de Amy, Rory y River (o igual deberíamos llamarla Melody) es la gran protagonista de estos 20 episodios supervisados por Moffat, en los que empezamos a ver en su Doctor las mismas pinceladas más humanas que Davies imprimió poco a poco en Nueve y en Diez.
Tras una construcción tan eficaz del misterio, las resoluciones siempre son anticlimáticas (en "Jekyll" pasa algo así), así que es normal que la revelación de quién es River se sienta un poco... así. No es un mal detalle (y la verdad es que ella y el Doctor están graciosos y adorables en cuanto él se da cuenta), pero añade aún más complicaciones temporales a todo el puzzle. No obstante, como decimos siempre que los viajes en el tiempo están involucrados, no podemos cuestionar sus puntos de partida, o el castillo se derrumba por muy afianzado que esté. Así que me quedo con la nueva capa emocional que adquiere el personaje, con la duda de si Amy o Rory alguna vez consiguieron recuperarla (no lo parece) y casi con la certeza de que ella es la niña que vemos regenerándose al final del inicial capítulo doble.
Ese principio y el episodio escrito por Neil Gaiman, que "humanizaba" a la Tardis, han sido los puntos más álgidos de la primera mitad de la temporada. De hecho, su brillo es tal, que contrasta mucho con el resto de episodios, de un nivel mucho más mediocre. El de los replicantes de "carne", aunque tenía como objetivo prepararnos para todo lo que estaba por venir, nunca lograba cuajar más allá de un par de ideas interesantes sobre la identidad humana, ideas que ya habían desarrollado más en profundidad "Blade Runner" y "Battlestar Galactica" (y de dejar un dúo de Doctores muy divertido). Pero "The Doctor's wife" sí era original y tenía la emoción que a veces se corre el riesgo de diluirse en medio de las piezas del puzzle (y de los homenajes a "La guerra de las galaxias").
Aún nos queda por averiguar si es una versión anterior de River (de niña, por ejemplo) la que mata al Doctor en el primer episodio, y cómo van a resolver eso. Ella sigue siendo un gran personaje, uno que sospecho que tiene los días contados en la serie (y no sólo porque la viéramos morir en la cuarta temporada). Once empieza a ser menos alienígena y más humano y Amy y Rory sí han perdido un poco de fuerza, si bien no me extrañaría que, ahora que ya saben qué pasaba con Amy, vuelvan un poco a ser los de antes, sobre todo ella. Los seis episodios que nos quedan seguro que van a seguir explotando el talento de Moffat con las criaturas y las atmósferas inquietantes, y veremos si Amy no va directa a un final en la línea de Donna Noble.
Si los capítulos que Steven Moffat escribía para "Doctor Who" en la época de Russell T. Davies eran unos rompecabezas interesantes y, a veces, a prueba de análisis pormenorizados, en cuanto ha asumido las riendas totales de la serie se ha desmelenado y se ha sacado de la manga una trama muy serializada desde el principio de la quinta temporada, aunque a veces estuviera más en segundo plano, una trama llena de bucles temporales, saltos, monstruos inquietantes y misterios que se resuelven sólo para dar lugar a nuevos enigmas. La historia de Amy, Rory y River (o igual deberíamos llamarla Melody) es la gran protagonista de estos 20 episodios supervisados por Moffat, en los que empezamos a ver en su Doctor las mismas pinceladas más humanas que Davies imprimió poco a poco en Nueve y en Diez.
Tras una construcción tan eficaz del misterio, las resoluciones siempre son anticlimáticas (en "Jekyll" pasa algo así), así que es normal que la revelación de quién es River se sienta un poco... así. No es un mal detalle (y la verdad es que ella y el Doctor están graciosos y adorables en cuanto él se da cuenta), pero añade aún más complicaciones temporales a todo el puzzle. No obstante, como decimos siempre que los viajes en el tiempo están involucrados, no podemos cuestionar sus puntos de partida, o el castillo se derrumba por muy afianzado que esté. Así que me quedo con la nueva capa emocional que adquiere el personaje, con la duda de si Amy o Rory alguna vez consiguieron recuperarla (no lo parece) y casi con la certeza de que ella es la niña que vemos regenerándose al final del inicial capítulo doble.
Ese principio y el episodio escrito por Neil Gaiman, que "humanizaba" a la Tardis, han sido los puntos más álgidos de la primera mitad de la temporada. De hecho, su brillo es tal, que contrasta mucho con el resto de episodios, de un nivel mucho más mediocre. El de los replicantes de "carne", aunque tenía como objetivo prepararnos para todo lo que estaba por venir, nunca lograba cuajar más allá de un par de ideas interesantes sobre la identidad humana, ideas que ya habían desarrollado más en profundidad "Blade Runner" y "Battlestar Galactica" (y de dejar un dúo de Doctores muy divertido). Pero "The Doctor's wife" sí era original y tenía la emoción que a veces se corre el riesgo de diluirse en medio de las piezas del puzzle (y de los homenajes a "La guerra de las galaxias").
Aún nos queda por averiguar si es una versión anterior de River (de niña, por ejemplo) la que mata al Doctor en el primer episodio, y cómo van a resolver eso. Ella sigue siendo un gran personaje, uno que sospecho que tiene los días contados en la serie (y no sólo porque la viéramos morir en la cuarta temporada). Once empieza a ser menos alienígena y más humano y Amy y Rory sí han perdido un poco de fuerza, si bien no me extrañaría que, ahora que ya saben qué pasaba con Amy, vuelvan un poco a ser los de antes, sobre todo ella. Los seis episodios que nos quedan seguro que van a seguir explotando el talento de Moffat con las criaturas y las atmósferas inquietantes, y veremos si Amy no va directa a un final en la línea de Donna Noble.
06 junio 2011
Las favoritas de la crítica
Los críticos de televisión y los espectadores de a pie tienen una queja más o menos unánime cuando se anuncian las nominaciones a los Emmy y los Globos de Oro; siempre están los mismos. La inercias que arrastran los votantes de los dos premios más importantes de la televisión en Estados Unidos complica mucho las opciones de que series y actores menos populares (o encuadrados en obras de género) entren en unas nominaciones que casi siempre pueden recitarse de memoria bastante antes de que se hagan públicas. Los críticos son los que hacen más ruido con sus protestas y, a veces, intentan reconocer a otros programas en los galardones que la TCA (la Asociación de Críticos de Televisión) entrega en agosto, pero estos mezclan un montón de cosas en las pocas candidaturas que tienen y, a veces, terminan cayendo en las mismas trampas que los galardones grandes.
Este verano, sin embargo, ha aparecido una nueva entrega de premios que es algo así como un spin-off de los Critics' Choice Awards que se reparten en el cine, e impulsados por otra asociación de críticos diferente de la TCA (que hará públicos sus propios nominados el día 13 de junio). Se entregarán el día 20 en una ceremonia que VH1 retransmitirá en live streaming a través de su web, y lo cierto es que se han estrenado acordándose de muchas series que están abonadas a las listas de las olvidadas de los Emmys. Es cierto que, teniendo diez candidatas para las mejores series de drama y comedia, es muy fácil incluir opciones menos obvias, pero los nominados en casda categoría de interpretación sólo son seis, y ahí hay alguna que otra sorpresa bastante refrescante, y que igual eleva el perfil de los candidatos de cara a las nominaciones de los Emmy.
Por ejemplo, se puede decir que, en el apartado de drama, quienes hacen aquí el papel de Kyle Chandler y Connie Britton en la pasada edición de los Emmy (y ambos son también candidatos en los Critics' Choice por "Friday night Lights") son John Noble y Anna Torv, que ven reconocido su pluriempleo en "Fringe" (que figura además entre las nominadas a mejor drama). Otras elecciones que se salen de lo establecido, pero que son muy merecidas, son las de Timothy Olyphant, Walton Goggins y Margo Martindale por la genial segunda temporada de "Justified", y el que da la campanada de verdad es Shawn Hatosy, candidato al mejor secundario por "Southland". Los críticos se han atrevido a nominar a dos series que aún no han terminado su primera temporada, como "Juego de tronos" y "The Killing", y ésta última, además, ve a dos de sus actrices, Mireille Enos y Michelle Forbes, compitiendo en las categorias de actriz principal y secundaria.
En las comedias, los seguidores de "The Middle", "Parks & Recreation" y "Community" están de enhorabuena porque todas son candidatas a la mejor serie. Lo curioso es que las networks dominan sin tapujos en estas categorías, algo difícil de ver en Emmys y Globos de Oro, y las únicas comedias de cable candidatas al premio principal son dos muy poco reconocidas como "Archer" y "Louie", y encima las dos de FX. Y las sorpresas siguen con los actores. Los Critics' Choice se acuerdan de Charlie Day ("It's always sunny in Philadelphia"), Joel McHale y Danny Pudi ("Community"), Nick Offerman ("Parks & Recreation"), Patricia Heaton ("The Middle"), Busy Phillips y Courtney Cox ("Cougar Town") y hasta de Martha Plimpton ("Raising Hope"). Sí, el 80% de las candidaturas son las que todos esperábamos (hasta en la no inclusión de "Breaking Bad", que se queda fuera por lo mismo que en los Emmy, porque su cuarta temporada no se estrena hasta julio, fuera del periodo en el que sería elegible para estos premios), y lo más probable es que "Modern family" y "Mad Men" lo ganen todo, pero no deja de ser refrescante tener de vez en cuando caras nuevas en estas cosas de los galardones.
Esperanzas de que los Emmy tomen nota no hay, y cuando se lean sus nominaciones en julio volveremos a quejarnos y a reclamar que algunas de nuestras favoritas entren de una puñetera vez en ellas. Pero al menos no hay que esperar a los peculiares Saturn Awards para encontrarse candidatos distintos y hasta inesperados. y eso que no hemos entrado en las categorías de realities. Ver nominado "RuPaul's Drag Race" me ha hecho muchísima gracia. "Lipsync for your life!!"
Este verano, sin embargo, ha aparecido una nueva entrega de premios que es algo así como un spin-off de los Critics' Choice Awards que se reparten en el cine, e impulsados por otra asociación de críticos diferente de la TCA (que hará públicos sus propios nominados el día 13 de junio). Se entregarán el día 20 en una ceremonia que VH1 retransmitirá en live streaming a través de su web, y lo cierto es que se han estrenado acordándose de muchas series que están abonadas a las listas de las olvidadas de los Emmys. Es cierto que, teniendo diez candidatas para las mejores series de drama y comedia, es muy fácil incluir opciones menos obvias, pero los nominados en casda categoría de interpretación sólo son seis, y ahí hay alguna que otra sorpresa bastante refrescante, y que igual eleva el perfil de los candidatos de cara a las nominaciones de los Emmy.
Por ejemplo, se puede decir que, en el apartado de drama, quienes hacen aquí el papel de Kyle Chandler y Connie Britton en la pasada edición de los Emmy (y ambos son también candidatos en los Critics' Choice por "Friday night Lights") son John Noble y Anna Torv, que ven reconocido su pluriempleo en "Fringe" (que figura además entre las nominadas a mejor drama). Otras elecciones que se salen de lo establecido, pero que son muy merecidas, son las de Timothy Olyphant, Walton Goggins y Margo Martindale por la genial segunda temporada de "Justified", y el que da la campanada de verdad es Shawn Hatosy, candidato al mejor secundario por "Southland". Los críticos se han atrevido a nominar a dos series que aún no han terminado su primera temporada, como "Juego de tronos" y "The Killing", y ésta última, además, ve a dos de sus actrices, Mireille Enos y Michelle Forbes, compitiendo en las categorias de actriz principal y secundaria.
En las comedias, los seguidores de "The Middle", "Parks & Recreation" y "Community" están de enhorabuena porque todas son candidatas a la mejor serie. Lo curioso es que las networks dominan sin tapujos en estas categorías, algo difícil de ver en Emmys y Globos de Oro, y las únicas comedias de cable candidatas al premio principal son dos muy poco reconocidas como "Archer" y "Louie", y encima las dos de FX. Y las sorpresas siguen con los actores. Los Critics' Choice se acuerdan de Charlie Day ("It's always sunny in Philadelphia"), Joel McHale y Danny Pudi ("Community"), Nick Offerman ("Parks & Recreation"), Patricia Heaton ("The Middle"), Busy Phillips y Courtney Cox ("Cougar Town") y hasta de Martha Plimpton ("Raising Hope"). Sí, el 80% de las candidaturas son las que todos esperábamos (hasta en la no inclusión de "Breaking Bad", que se queda fuera por lo mismo que en los Emmy, porque su cuarta temporada no se estrena hasta julio, fuera del periodo en el que sería elegible para estos premios), y lo más probable es que "Modern family" y "Mad Men" lo ganen todo, pero no deja de ser refrescante tener de vez en cuando caras nuevas en estas cosas de los galardones.
Esperanzas de que los Emmy tomen nota no hay, y cuando se lean sus nominaciones en julio volveremos a quejarnos y a reclamar que algunas de nuestras favoritas entren de una puñetera vez en ellas. Pero al menos no hay que esperar a los peculiares Saturn Awards para encontrarse candidatos distintos y hasta inesperados. y eso que no hemos entrado en las categorías de realities. Ver nominado "RuPaul's Drag Race" me ha hecho muchísima gracia. "Lipsync for your life!!"
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