29 abril 2008

El doctor Jones, supongo

Un sombrero y un látigo es todo lo que necesitamos para reconocer al segundo a Indiana Jones, uno de los mayores iconos que ha dejado el cine en los últimos 30 años. Erudito, aventurero, divertido y carismático, el profesor Jones irrumpió en la cultura popular en 1981, por obra y gracia de George Lucas, Steven Spielberg y su añoranza de los seriales pulp de aventuras exóticas de los años 40 (y de James Bond), que cristalizaron en "En busca del Arca Perdida" y en un éxito monumental.

En Indy pueden adivinarse trazas de varios arqueólogos y aventureros reales, y recogiendo el testigo de otros héroes como Allan Quatermain, el profesor Challenger de Arthur Conan Doyle y aquellos exploradores victorianos cuyas andanzas se contaban semanalmente en los periódicos. Todo ese género aventurero encontraría un lugar ideal para expandirse en las revistas pulp estadounidenses (a las que debemos, entre otras cosas, los primeros pasos literarios de Lovecraft, Robert E. Howard, Dashiell Hamett o Philip K. Dick), que se decantaban por las historias exóticas y trepidantes protagonizadas por héroes de una pieza resolutivos y atractivos.

Indiana Jones es menos de una pieza, porque se equivoca a menudo y suele acabar metido en bastantes líos, pero mantiene el mismo espíritu aventurero de diversión y descubrimiento. Incluso en sus momentos más bajos, las tres primeras películas del arqueólogo eran sumamente entretenidas, y sólo escuchar los primeros compases de su tema musical hace que a más de uno se le ponga una sonrisa de oreja a oreja. Son sinónimo de cine palomitero (sin ser despectivo), de entretenimiento, bien hecho, que sólo pretende hacernos pasar un buen rato sin tomarnos por idiotas. De esas películas hay pocas ahora, películas que creen que un gran presupuesto es coartada suficiente para llenar la pantalla de actores insultantemente guapos, persecuciones espectaculares y efectos especiales de los que cortan la respiración. Como dice una canción, son como el interior de una nave especial abandonada: brillan por fuera y, por dentro, no hay nada.

El doctor Jones sí que ha tenido algunos herederos bastante dignos que, aunque no llegaban a su altura, no se podía negar que nos entretenían casi tanto como él. El Jack Colton de "Tras el corazón verde" es uno de ellos (aunque es mucho más canalla), y más recientemente tenemos a la primera de las películas que resucitaban "La momia", que estaba alentada por ese mismo espíritu de diversión y aventura que movía a Indy en su búsqueda del Arca de la Alianza o del santo Grial , y algo así buscaban Nicolas Cage y su peluquín imposible en "La búsqueda". Por los trailers de "Como locos a por el oro", la última de Matthew McConaughey y Kate Hudson, parece que lo que va a aprovechar es la vena abierta precisamente por Jack Colton, o esa impresión dan (les faltará aquel mítico "¡Chicos, es Juanita Wilder!" con el que yo me parto siempre que ponen en la tele "Tras el corazón verde").

Mientras, el único y original regresa el mes que viene con su sombrero, su látigo, su desgastada chaqueta de cuero y su inseparable bolsa. Ha pasado mucho tiempo (y tres precuelas de "La guerra de las galaxias") desde que se estrenara "Indiana Jones y la Última Cruzada" (una de las primeras películas que yo recuerdo claramente haber visto en el cine) , pero quizás los años le sienten bien a Indy.

28 abril 2008

Te llamaré Thursday

- Ahora mismo no recuerdo dónde (mis neuronas son un desastre) había un comentarista en un blog que preguntaba si alguien más se había dado cuenta de un fotograma extraño que se había colado en medio de los créditos del segundo capítulo de la cuarta temporada de "Galáctica". Dicho fotograma es parte de las animaciones alocadas, gore y bastante brutas que cierran los créditos finales de cada episodio. En ellas, Ron Moore y David Eick se convierten en algo así como una versión de ciencia ficción de Rasca y Pica. Ésta es una compilación de las animaciones, hechas por un amigo del instituto de Eick, que pudieron verse en las dos primeras temporadas.



- ¿Habrá que echarle la culpa a "Galáctica" de la plaga de remakes de viejas series de los 70 y los 80 que estamos viviendo últimamente? El canal británico Sky One se sube al carro de otra recuperación de éxito, "Doctor Who", y resucitará "Los siete de Blake", una serie de ciencia ficción que, al parecer, emitió TVE hace demasiados años para que yo la recuerde con claridad (en realidad, confieso mi ignorancia total sobre ella). ¿Alguien la vio en su momento? ¿Es que las cadenas no han escarmentado en cabeza ajena con "Bionic Woman"?

- Ser actor y estrella del rock está cada vez más en auge. Hay muchos intérpretes con su propia banda y algunos incluso tienen un éxito bastante decente. Juliette Lewis prácticamente ha dejado de lado su trabajo en el cine para grabar discos e irse de gira con The Licks (lo suyo es el rock puro y duro), Scarlett Johansson se nos descuelga con un disco de versiones de Tom Waits (tiemblo) y en España tenemos al grupo de Leonor Watling, Marlango, cuyo nombre viene de una canción del propio Waits (aunque no es rock lo que ellos hacen) y a Najwajean, formado por Najwa Nimri y Carlos Jean (tampoco es que sean muy rockeros. ¿Os suena esto, por cierto?). Una de las últimas en destapar sus habilidades musicales (o de las últimas en empezar a ser conocida por su música) es Zooey Deschanel, que forma el dúo She & Him junto a M. Ward (y que suena bastante bien). Y sí, ni el apellido ni su cara niegan el parecido con su hermana Emily, la protagonista de "Bones".

- Con todos los cómics y libros que se transforman en películas y series últimamente, me extraña que nadie le haya echado el ojo todavía a la saga de Thursday Next, de Jasper Fforde, un escritor cuya inventiva y sentido del humor lo han llevado a ser comparado con Lewis Carroll, G.K. Chesterton, y su heroína ha sido apodada por algunos críticos como la Buffy Summers de la literatura fantástica. Digo que me extraña que a nadie se le haya ocurrido plasmar en imágenes las aventuras de Thursday porque ella es una mina; siempre tiene que salvar el mundo a la vez que intenta que su vida tenga algo de orden (difícil en el familia de excéntricos que tiene), es irónica y resolutiva y su trabajo es de lo más original (detective literario, toma ésa). Los dos libros editado en España (que yo sepa) son entretenidos, divertidos, llenos de alusiones literarias a la vez cultas y al mismo tiempo frikis y muy originales. Me imagino que los viajes en el tiempo y dentro de los libros más famosos de la literatura inglesa deben costar una montaña de dinero en efectos especiales.

27 abril 2008

Las series de la semana (II)

Ya sé que hice algo parecido en otoño, así que aprovecho para puntualizar que esto no va a ser una sección periódica, o por lo menos no tendrá una periodicidad regular, más que cuando las obsesiones macguffineras no den para una entrada kilométrica sin matar de aburrimiento a toda la población en 500 metros a la redonda. Y ahora, al turrón (los spoilers estarán debidamente señalados cuando los haya).

- El alcance social, político y yo diría que hasta moral de "The Wire" es realmente muy amplio. Es un enorme tapiz en el que se entrelazan las vidas, tejemanejes y sentimientos de todos los personajes y de una ciudad, Baltimore, que es otro personaje más, y lo hace sin dejar de lado los giros sorpresa (como alguna revelación imprevista sobre uno de los policías), los personajes bien construidos (McNulty y Kima forman un buen dúo, a Bubbles enseguida se le toma cariño, y ya ha aparecido, por fin, Omar) y las tramas interesantes (el caso contra Barksdale es mucho más enrevesado de lo que parece).

- Los finales de temporada de "Doctor Who" siempre son a lo grande. La Tierra siempre está en serio peligro, hay muerte y destrucción por todas partes y el Doctor suele verse en muchas ocasiones a merced de su enemigo, hasta que da con la solución para terminar con él. Esa obsesión por "pensar a lo grande" a veces es demasiado grandilocuente y vendría bien algo de contención y sutileza, pero tampoco me voy a quejar. Lo que sí voy a coincidir con algunos críticos es en destacar a la acompañante del doctor en la tercera temporada, Martha Jones. Tenía que sustituir a una favorita de los fans como Rose Tyler y ganarse su espacio y su crecimiento como personaje la mayoría de las veces en un plano mucho más secundario que el que ocupaba Rose, y diría que más personal y casi doloroso (quienes hayáis visto la temporada sabéis por qué). Pero lo ha hecho. Y yo no le perdería la pista a Freema Agyeman, la actriz completamente desconocida que da vida a Martha, porque esta chica tiene algo. He de añadir que la despedida final de Jack me pilló por sorpresa, pero lo veo perfectamente claro y lógico. Qué grandes las caras del Doctor y Martha cuando Jack se aleja hacia el escondite de Torchwood.

- Ya hemos comentado hasta la saciedad lo de "Cómo conocí a vuestra madre". Lo único que añadiremos, gracias a la labor de documentación de Hyrule, alias Tonto, es la recuperación de Tiffany y Debbie Gibson, dos ídolos musicales adolescentes de los 80 en USAmerica que son la inspiración de la parodia ajustadísima que es Robin Sparkles. El ejemplo queda claro con el "Let's go to the mall" de nuestra cantante canadiense favorita y estos "Shake your love" de Debbie Gibson y "I think we're alone now" en la versión de Tiffany. Frakkin' legendary.

- ALERTA SPOILERS: La rivalidad entre Charles Widmore y Ben, tal y como la vemos al final de "The shape of things to come", en "Perdidos", me hizo asociarla casi al momento con la de Magneto y el Profesor Xavier en "La Patrulla X", y tiene un componente de círculo cerrado, gracias a esa alusión a Penny, bastante interesante. ¿Alguien más cree que la enfermedad de Jack va a ser uno de los detonantes para forzar la salida de los Seis de Oceanic de la isla? ¿Y que es Kate la que decide quién sale?

- ALERTA SPOILERS 2: Esto no va a acabar bien, no señor. No sólo tenemos una guerra civil entre los cylones de "Galáctica", sino que los humanos van directos a una guerra religiosa (el discurso final de Baltar parece una alusión a los principios del protestantismo. ¿Quiere eso decir que los demás son los católicos? ¿Tendremos una matanza de San Bartolomé en la Flota Colonial?). Buena alusión de Tyrol a Boomer, porque él parece estar perdiendo el control igual que ella. Y en cuanto a Seis... Se acaban los epítetos para ella. Es el mejor personaje de entre los cylones, siempre lo ha sido, y parece guardar la llave de algunos de los secretos mejor guardados de la serie. Las alucinaciones de Baltar con ella son mucho más que alucinaciones, desde luego. Por otro lado, las escenas entre Roslin, que se sabe muy cercana a la muerte, y Adama son casi más significativas por lo que no se dice que por el diálogo. Y sospecho que esa única escena de esta semana en el Demetrius anticipa una confesión de Anders a Kara. ¿O escucharemos por fin aquello de "Tierra a la vista".

Música de la semana: Las canciones que suenan en "Doctor Who" cada vez que el fin del mundo se acerca son la monda. Al final de la tercera temporada, con el Doctor a merced de uno de sus peores enemigos, suena "I can't decide", de Scissor Sisters, cuya letra reza, literalmente, "no puedo decidir si debes vivir o morir". El humor inglés...

25 abril 2008

El Robingate

ALERTA SPOILERS: Si queréis un acertado comentario, sin spoilers pero muy revelador, del episodio "Sandcastles in the sand" de "Cómo conocí a vuestra madre", pasaos por "Mi caja tonta". Si preferís destripar el punto clave de ese capítulo, no cambiéis de dial. La foto, a todo esto, es una captura hecha por "Have you met Ted", un blog muy completo sobre la serie.

Es un poco arriesgado comentar ese giro final de "Sandcastles in the sand", el episodio del pasado lunes de "Cómo conocí a vuestra madre", sin saber cómo se desenvolverá el asunto en las próximas semanas; si será el salto del tiburón, una maniobra para cubrirse las espaldas si la CBS no renueva la serie por una cuarta temporada o un hallazgo que puede enriquecer, principalmente, a los dos personajes que protagonizaron ese momento (no me decido a llamarlo "Barneygate" o "Robingate"... Mejor éste último, que el episodio estaba centrado en ella). Hay que quitarse el sombrero ante Craig Thomas y Carter Bays, de paso, por crear una cortina de humo de lo más efectiva, creando expectación ante el regreso de Robin Sparkles dejando el vídeo de "Sandcastles in the sand" en Internet y hablando exclusivamente sobre ella y su ex-novio, un James Van Der Beek muy poco Dawson y bastante divertido, y distrayéndonos del punto clave de todo el episodio, el "money shot", que diría Verónica Mars: el momento en el que Robin y Barney resuelven esa TSNR en el sofá.

En otro comentario muy revelador, Alan Sepinwall apunta que la serie viene construyendo ese momento desde la primera temporada, cuando Robin se va a con Barney a jugar al Counter Strike real, se pone traje, se fuma un puro, y está mucho más divertida que cuando está con Ted, y casi tan awesome como Barney (perdonad el anglicismo, pero Barney se lo merece). Robin siempre ha estado infrautilizada en "Cómo conocí a vuestra madre", y aunque es una lástima que apenas tenga entidad propia más allá de ser "el cuelgue-novia-ex novia de Ted", cuando la utilizan, la aprovechan bien. Tiene las mejores salidas de la serie, descontando las de Barney, y siempre que esos dos andan cerca, están garantizados unos cuantos buenos momentos.

Desde los retos sucesivos que Barney le lanzaba para que dijera estupideces en las noticias, él y Robin ha tenido una gran dinámica, y siempre se veía ahí algo, un entendimiento, una complicidad especial... Además de que ambos se parecen bastante (alérgicos al compromiso, celosos de su intimidad, y he leído en algún blog que, en el fondo, Robin es más fría que Barney). Es cierto que, en los tres o cuatro capítulos anteriores a éste, se han ido dejando caer pequeños detalles (como éste, y éste) que empiezan a dar a entender algo más, y desde el final de "The bracket", cuando Robin se ofrece como cebo para que Barney descubra a la mujer que quiere arruinar su vida, en muchos blogs yanquis se hacía campaña abiertamente por un rollo Robin-Barney.

Ahora ya tenemos algo. Cómo se desarrollará de aquí al final de temporada aún no se sabe, pero los chicos de "Cómo conocí a vuestra madre" no van inventándose cosas sobre la marcha y, en las planificaciones de las temporadas, se parecen bastante a la gente de "Perdidos". Todos los episodios están plagados de detalles y cosas que luego tienen su importancia, así que me jugaría algo a que el beso final entre Robin y Barney queda en algo más que aquel inicial "Hundir la flota es un término internacionalmente aceptado para sexo" de Barney.

24 abril 2008

El archienemigo

ALERTA SPOILERS: Como no sé si estaréis al día con la segunda temporada de "Héroes", incluso aunque terminara en diciembre, os aviso de que aquí se discutirá un aspecto muy concreto de sus episodios finales.

Todo superhéroe necesita un archivillano. En la película "El protegido" (imprescindible para cualquier fan de "Héroes") se explica esta circunstancia a la perfección cuando el personaje de Samuel L. Jackson, con sus huesos de cristal tan propensos a las fracturas, le dice al de Bruce Willis, que sobrevive ileso e intacto a un accidente de tren: "En los comics, ¿sabes quién es el archivillano? Es el contrario exacto del héroe". Todo superhéroe necesita un archivillano, alguien tan poderoso como él, a ser posible más inteligente y malvado y retorcido, que ponga el equilibrio en las tramas, el picante del peligro, que haga que el héroe se enfrente a sus peores demonios para poder vencerlo y, en el proceso, salga reforzado. Todo Sherlock Holmes necesita su Moriarty, igual que Superman necesita la kryptonita para recordarnos que, pese a todo, es vulnerable.

"Héroes" es un cómic en televisión. Tiene a sus superhéroes intentando averiguar quiénes son y aprendiendo a dominar sus poderes, y necesita un archivillano a un nivel superior, alguien que parezca invencible y que haga planear una verdadera sensación de riesgo sobre todos los personajes. Sylar era ese enemigo en la primera temporada y, en la segunda, Adam apuntaba muy buenas maneras. Pero en esos últimos episodios introdujeron también algo que tiene la capacidad potencial de dinamitar toda la serie desde dentro y hacerla implosionar con aún más fuerza que la escotilla al final de la segunda temporada de "Perdidos": la sangre milagrosa de Adam y Claire.

El falso Takezo Kensei y la animadora de Texas tienen la habilidad de regenerarse y curarse de cualquier herida, por grave que sea (y mientras no sea en la base del cráneo), una cualidad muy interesante para un malo porque hace que el bueno se estruje las meninges pensando en cómo puede destruirlo para siempre. Sin embargo, la Compañía fundada por los padres de nuestros héroes descubre que la sangre de Adam y Claire no sólo obra milagros en sus cuerpos, sino que, mediante una transfusión, puede resucitar a cualquiera. Y así, se acabó el peligro, se acabó la tensión que podemos sentir si el señor Bennett se enfrenta a Adam, por ejemplo, porque un chute de la sangre de su hija arregla cualquier desaguisado. No hay normas para su utilización, ni un plazo de tiempo máximo en el que se debe administrar, ni contraindicaciones, nada. Es la panacea universal. Y la clave para acabar la serie en menos de lo que Starbuck tarda en decir "frak".

La tercera temporada de "Héroes", que no empezará hasta el mes de septiembre, se llamará "Villanos", y nos presentará a varios personajes nuevos que utilizan sus poderes con fines menos elevados, altruistas y honrados que los protagonistas. Tal vez sean la clave para revitalizar la serie, tal vez le den la puntilla definitivamente. La maldad del malo es un indicador infalible de la bondad del bueno (y de la diversión que nos proporciona la serie). ¿Liquidarán ellos a Mohinder?

23 abril 2008

Su Satánica Majestad

La luz empieza a vislumbrarse al final del túnel. Asumido ya que el piloto fue el mejor capítulo de "Reaper", faltaba por ver cómo se buscaban la vida sus guionistas para que no fuera un "Sin rastro" de almas escapadas del Infierno. Les ha costado casi 10 capítulos, pero parece que tienen algo semejante a un plan, un plan que involucra lo que parece una revuelta de los demonios y un avance muy bienvenido de la historia entre Sam y Andi.

La relación entre esos dos es, justo, uno de los puntos débiles de la serie. No porque ellos no tengan una buena dinámica, sino porque va dando vueltas sobre sí misma sin ir a ninguna parte. Es cierto que las situaciones de TSNR (tensión sexual no resuelta, ya sabéis) son muy interesantes para una serie, pero es difícil saber llevarlas bien (no todos son Mulder y Scully, o Brennan y Booth), y el estancamiento en el que "Reaper" se ha pasado buena parte de la primera temporada los ha afectado especialmente.

Por lo menos, el Diablo no ha perdido ni un ápice de su encanto, de su sensación constante de amenaza y de su caradura, por qué no. Sus apariciones se dosifican y, así, nunca nos cansamos de él. Es cierto que mucha gente no puede soportarlo; no es mi caso. Esa sonrisa de oreja a oreja puede a la vez indicar que alguna maldad está en camino o que de verdad el Diablo está contento contigo, pero nunca puedes estar seguro. Es una lástima que el resto de la serie no esté a la mima altura que Ray Wise, un tipo que siempre será recordado como el padre de Laura Palmer y del que yo conservo aún en la memoria el digno y trágico personaje que compone en "Buenas noches y buena suerte", el de un periodista que no puede soportar más los furibundos ataques que recibe desde el sector de la prensa alineado con las purgas anticomunistas del senador Joseph McCarthy.

Wise convierte al Diablo en un secundario imprescindible para animar el cotarro (lo mismo que Sarah Corvus hacía en "Bionic Woman". En "Slate" la llamaron "el villano más emocionante que la televisión en abierto ha visto en mucho tiempo"). Cuando aparece en pantalla, roba limpiamente la escena y manipula con maestría al pobre Sam, incluso aunque éste empiece a dar signos de buscar más independiencia. ¿Por qué él es especial? ¿Por qué el Diablo lo mima especialmente, a su manera? ¿Cancelarán "Reaper" antes de que podamos averiguarlo?

P.D.: No me puedo resistir. En "Buenas noches y buena suerte", gran parte de la banda sonora venía de breves escenas en la que veíamos a Dianne Reeves, una de las grandes divas del jazz actual, cantando acompañada de una pequeña banda como si estuviera grabando para un programa de radio. Entre esas canciones, había una que no sólo iba muy bien para la ambientación de la película, sino que nos viene a nosotros que ni al pelo.

Dianne Reeves - TV Is The Thing This Year
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22 abril 2008

Mirindas en Plutón

1.- La noticia saltó la semana pasada, y parece que es ahora cuando la blogosfera teléfila hispana empieza a especular y a permitirse cierta expectación ante "Plutón verbenero", la serie semanal que Álex de la Iglesia está preparando para La 2. Teniendo en cuenta que, por lo poco que se sabe, es una telecomedia semanal de ciencia ficción y 30 minutos de duración, es comprensible que surja cierta expectación, porque será algo de lo más peculiar que se habrá estrenado en la televisión española en mucho tiempo. Por lo pronto, parece que sus protagonistas serán unos delegados españoles en la ONU a los que les encargan la misión de buscar un planeta que pueda usarse como colonia terrestre. Me estoy imaginando "Desafío total" mezclada con "Acción mutante" con algunos toques de "Armageddon" si hubiera estado protagonizada por el Álex Angulo de "El día de la bestia". También hay a quien este proyecto le ha traído a la memoria "Enano rojo".

2.- Los daños colaterales de mi trabajo real cada vez son mayores. ¿Alguien recuerda a Kareem Abdul Jabbar como uno de los pilotos de "Aterriza como puedas", con la camisa de piloto y los pantalones de los Lakers? No es el único deportista que ha hecho sus pinitos en el cine, algunos con más suerte que otros. Ya vimos el trabajo de Ray Allen con Spike Lee en "Una mala jugada", y resulta que su compañero en los Celtics, Kevin Garnett, también probó fortuna en el cine. En 1996 dio vida al legendario Wilt Chamberlain en "Rebound", una película para televisión dirigida por Eriq La Salle, el doctor Benton de "Urgencias", y en la que Don Cheadle interpretaba a Earl Manigault, un jugador real con una vida bastante perra. Eric Cantona se reconvirtió a actor pasable en algunas comedias francesas, como "La alegría está en el campo", al dejar el fútbol, y otro que también se pateó los campos (y los tobillos de los delanteros) de la Premier League, Vinnie Jones, se dedica ahora a las películas de acción, lo que no es raro teniendo en cuenta que la defensa del Wimbledon tenía fama de "rompe-piernas". Jones, por cierto, compartió pantalla con Ellen Page en "X-Men 3", y allí descubrió que la joven Page juega al fútbol, o lo hacía, de lateral derecho en dos equipos de su ciudad natal en Canadá. Y resulta que Alexis Bledel también juega al fútbol en Los Ángeles. Será su herencia hispana.

3.- Y el siguiente daño colateral con mi trabajo real contiene spoilers de "Galáctica", así que abandonad aquí si no vais al día con la cuarta temporada. En el episodio de la semana pasada, cuando las naves cylones saltan a un punto determinado del espacio para tender una emboscada a la facción liderada por Natalie, se ve detrás de una de ellas una constelación que resulta ser la de Orión, vista tal y como la vemos desde la Tierra. Las especulaciones se han disparado, por supuesto, porque para un observador vea Orión con esa forma y esa perspectiva, debe encontrarse a unos 20 años luz de distancia de la Tierra. Estas especulaciones, por supuesto, son casi más frikis que las que hacen los fans de "Perdidos" sobre los viajes en el tiempo de Desmond, y son cortesía de un astrofísico británico. Pero no acaban aquí las curiosidades frikis, porque Kevin Grazier, asesor científico de la serie, trabaja para el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA y es uno de los científicos involucrados en la misión Cassini a Saturno. Así que, sobre ese gigante gaseoso con anillos que describe Kara, apostaría lo que fuera a que es Saturno. Dejemos aquí las hipótesis porque si empezamos con el sistema estelar triple, nos empezaría a doler la cabeza (pero os dejo tres ideas que me han soplado por ahí: Sirio, Próxima Centauri y la Estrella Polar). ¿Quién dijo que con la tele no se aprendía nada?

20 abril 2008

No puedo apartar mis ojos de ti

En casi todas las listas yanquis publicadas al acabar el año sobre los mejores capítulos que habían dejado las series de televisión en esos 365 días, había cuatro episodios que siempre copaban los primeros puestos: el final de "Los Soprano", los finales de las terceras temporadas de "Galáctica" y "Perdidos" y "Blink", de "Doctor Who". Veo perfectamente por qué está incluido en esta lista.

Como ya hemos dejado caer otras veces, "Doctor Who" es una serie por lo general entretenida, siempre con un par de golpes simpáticos y con un protagonista carismático y encantador. Y siempre, también, suele dejar un par de episodios muy buenos por temporada, episodios que o bien implican por completo no sólo al Doctor, sino a todo lo que él representa, o que son pequeños e ingeniosos rompecabezas que no descuidan ni la historia ni el impacto que ésta debe tener sobre los personajes. El caso de "Blink" es todavía más curioso porque el Doctor apenas aparece en él y es un personaje nuevo, Sally Sparrow, quien debe desfacer el entuerto.

"Blink" es una pequeña película de terror de 42 minutos, una película de monstruos (vaya monstruos, unas Gorgonas terroríficas) que juega con el miedo a la oscuridad, a lo que se mueve por el rabillo del ojo, a lo que acecha a tu espalda y tú no puedes ver. Es también un puzzle temporal, un buen ejemplo de cómo contar viajes en el tiempo, a la vez que se burla un poco de los frikis siempre a la caza de mensajes ocultos en los DVDs y de la tecno-jerga utilizada muy a menudo en la ciencia ficción (qué grande eso del "timey-wimey" que hace "ding" cuando hay alguna cosa, así tal cual). Incluso utiliza ese cliché del género de miedo del monstruo del que te es imposible apartar la vista, aunque deberías, y le saca todo el provecho posible.

Además de este capítulo (escrito, cómo no, por Steven Moffat), y teniendo en cuenta que me faltan los tres últimos, los mejores episodios de esta tercera temporada de "Doctor Who" han sido los dos inmediatamente anteriores, las dos partes que lidian con la Familia de la Sangre (a Charles Manson le habría encantado ese nombre) y la estratagema del Doctor de esconderse de ellos volviéndose humano, sin calcular los efectos secundarios a nivel emocional que eso podría tener sobre él, y sobre Martha. Pero hay que hacer caso de sus consejos. No te des la vuelta, no mires hacia otro lado, y no parpadees.

P.D.: No voy a comentar nada del último episodio de "Galáctica" (eres mala, Tory), porque ya lo haremos cuando la temporada esté más avanzada. Sólo voy a dejar una evidente referencia a "Star Trek" que, conociendo la carrera pasada de Ron Moore en esa serie, me sorprende que no se haya hecho antes. El armero en el que Tigh, Tory y Tyrol se reúnen es el número "NCC-1701-D", el número de serie de la nave Enterprise en "Star Trek: La nueva generación".

Música de la semana: Después de haber disfrutado tanto "Blink", tenía que buscar esta canción de Paul Weller que se llama, precisamente, "Blink and you'll miss it".

Paul Weller - Blink and You'll Miss It


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19 abril 2008

La mala suerte de McNulty

El año pasado, cuando se hicieron públicas las listas de pre-nominados a los Emmy, había un crítico estadounidense que se quejaba amargamente de que ni siquiera entre la decena larga de series que tenían opciones de entrar en la terna final de candidatos estuvieran ni "Galáctica" ni "The Wire". El crítico despachaba el asunto diciendo que los votantes de los Emmy no querían ver ni ciencia ficción ni una serie sobre un grupo de negros pobres de Baltimore, aunque fueran dos de las mejores series que podían verse en las parrillas. Porque si hay una serie con multitud de reconocimientos pero todavía más ignorada en los Emmy y los Globos de Oro que "Galáctica", ésa es "The Wire".

Durante cinco temporadas fue la pequeña gema escondida de la HBO, la que recibía menos atención mediática que "Los Soprano" (palabras mayores) pero que le iba a la par en elogios hiperbolizados. Bajo la fachada de una serie de policías que intentan desarticular una banda de narcotraficantes, se esconde una completa reflexión no sólo sobre una ciudad, sino sobre el funcionamiento de toda nuestra sociedad. Policías y narcos son, a la vez, buenos y malos, a veces intercambian sus roles presupuestos y todos se ven enredados por la misma telaraña política, social y mediática. Su creador, David Simon, fue antes periodista de sucesos en The Baltimore Sun, uno de los muchos influenciados en su elección de un camino profesional por la cobertura e investigación que Bob Woodward y Carl Bernstein hicieron del caso Watergate en The Washington Post. Después escribió un par de libros, uno de los cuales se convirtió en la serie "Homicide: Life on the street", y se puede decir que "The Wire" es la obra de su vida, que estará siempre tan unido a ella como David Chase a "Los Soprano" o David Milch a "Deadwood".

Ya hice un intento hace tiempo de ver, por fin, la serie, pero sucesivos problemas técnicos impidieron que pudera avanzar más allá de la mitad de la primera temporada. Ahora todo parece volver a la normalidad y puedo zambullirme de lleno en el microcosmos criminal de Baltimore, en sus personajes llenos de contradicciones, en el ritmo peculiar de la serie, calmado, dando tiempo a que todas las piezas vayan colocándose en su sitio, en los patios traseros de las casas bajas y las torres de pisos de los barrios pobres y en la vida y la cabeza de Jimmy McNulty, el detective que desencadena toda la trama, y que no tiene por qué ser el protagonista o el mejor personaje de la serie. De hecho, es bastante terco, borrachuzo y no va por ahí cayéndole bien a todo el mundo, pero tampoco es que el resto de sus compañeros sean un dechado de virtudes. Entre eso, y que esté ambientada en las calles arrasadas por la droga y dominadas por traficantes de estilo hip-hopero, con un glamour digamos que escaso, es suficiente para que los Emmy prefieran, por ejemplo, "Boston Legal". No puedes tenerlo todo, McNulty.

18 abril 2008

Hermana Vaca, hermano Pollo

Hace poco, el bloguero de El Mundo dedicó una entrada a recordar una de las series de animación más peculiares que yo recuerdo haber visto nunca, "Vaca y Pollo", y la definía, muy acertadamente, como totalmente desquiciada. Y no sólo porque sus protagonistas fueran dos hermanos, una vaca alocada y un pollo, de cuyos padres humanos sólo veíamos sus piernas. También estaban por allí "soy Comadreja" y el Mandril y algunas tramas realmente trastornadas, pero tronchantes, con unos dibujos de estilo deudor de "Ren y Stimpy" (pero menos feos, sólo un poco menos).

"Vaca y Pollo" (que ahora emite Cuatro, creo) eran de esos dibujos que ves cuando ya no eres un niño y que te enganchan o porque son totalmente locos o porque realmente son graciosos (aquí hay un pequeño extracto). En una línea de trastorno similar recuerdo "El laboratorio de Dexter", con los experimentos del cerebrito Dexter y su hermana repipi y en la edad del pavo, y las dos series empleaban situaciones que podían resultar típicas de series para niños y aprovechaban su potencial sin tratar a los críos como idiotas.

Ahora mismo, todo el mundo está como loco con "Pocoyó", una serie orientada a niños bastante pequeños, creada y realizada en España y que es un verdadero fenómeno en todo el mundo (la versión inglesa está narrada por Stephen Fry). Si echáis un vistazo a alguno de sus capítulos, de sólo 7 minutos de duración, veréis por qué a los niños les encanta (Pato es genial), y demuestra que no todo son los Teletubbies o Pokémon. Por si tenéis curiosidad, el nombre del niño protagonista proviene de la hija de uno de los creadores que, cuando era muy pequeña, decía eso de "Jesusito de mi vida, eres niño pocoyó".

Y no podía faltar el momento friki. ¿Alguno se acuerda de una serie de muñecos de plastilina que se llamaba "Koki" y en la que no había diálogo? Advierto que en mi casa todavía cantamos la sintonía del principio.

17 abril 2008

La zona de confianza

De vez en cuando conviene recapitular, pararse en medio de la vorágine de capítulos semanales, estrenos y galas de concursantes de reality aspirantes a ser portada de "Interviú" para hacer recuento de las series que han entrado en la "zona de confianza" macguffinera, lo que quiere decir que, en cuanto empiezan a emitirse, se convierten en una cita ineludible. No todas son grandes obras maestras de la televisión, y faltan algunas cuya ausencia, forzada por la guillotina de la cancelación, se nota en demasía ("Verónica Mars", cuánto te echamos de menos), pero aprovecho de paso para lanzaros el reto de que repaséis las series que nunca, nunca os perdéis, incluso aunque el asteroide Apophis impacte contra la Tierra y sobrevenga el fin del mundo. Bien, vamos a ello (y por orden alfabético, que es más friki).

-"The Closer": Esta serie, aunque lo parezca, no es sólo Brenda Johnson. Sin los secundarios que sufren sus excentricidades y que intentan seguir su ritmo de trabajo, "The Closer" no sería lo que es, un programa en el que el caso de la semana, los toques de humor y el arco continuado centrado en el personaje central están entrelazados a la perfección.

- "CSI": Nunca me aburriré de Grissom, sus disertaciones sobre bichos y sus experimentos peculiares. En esta 7ª temporada que está emitiendo Telecinco, además, se une la obsesión con la que se enfrenta al Asesino de las Miniaturas (las maquetas son impresionantes, de paso). En el primer capítulo de la temporada tuvimos, como punto extra, al doctor Robbins cantando en estilo rockero el informe de una autopsia, y usando su muleta como guitarra.

- "Cinco hermanos": Soap operas familiares hay muchas, y todas tocan casi los mismos temas, desde los problemas financieros a los cuernos o las rencillas fraternales. Sin embargo, pocas lo hacen con la gracia y la destreza de esta serie y regalándonos grandes personajes como Nora Walker, incluso aunque se lime todo lo que tenga que ver con la política (uno de los grandes aciertos de la primera temporada).

- "Cómo conocí a vuestra madre": Una telecomedia estructurada como si fuera un drama estilo "Perdidos", y que aprovecha al máximo las posibilidades que ofrece estar contada en un larguísimo flashback (los dos hijos de Ted deben haber muerto de hambre y aburrimiento hundidos en ese sofá). Aparte de esos juegos narrativos, se sacan de la manga a un personaje awesome, como él mismo se define, Barney, y siempre se las ingenian para lanzar una frase o una cancioncita muy pegadiza. Todos juntos: "Let's go to the maaall..."

- "Doctor Who": Como muy acertadamente se explica aquí, esta serie va en realidad de nosotros, de los seres humanos que poblamos la Tierra, de nuestra enorme capacidad para la compasión, la bondad, la diversión, y de nuestro talento para destruir en un santiamén todo lo bueno que somos capaces de hacer. Y todo esto, la veterana serie de la BBC nos lo muestra a través de los ojos de un extraterrestre con dos corazones, carismático, divertido, siempre en movimiento, y siempre perseguido por la tristeza y la culpa de una guerra ya olvidada.

- "Friday Night Lights": Es la más firme merecedora de esa expresión tan utilizada por los críticos yanquis, "el mejor drama que nadie está viendo". ¿Y por qué merece que alguien la vea? Entre otras cosas, por el matrimonio Taylor.

- "Galáctica": La ciencia ficción siempre ha hablado, en realidad, del mundo en el que vivimos, y eso, y no otra cosa, es lo que desfila ante nuestros ojos mientras humanos y cylones intentan averiguar quiénes son en realidad y cómo pueden sobrevivir. Estará ambientada en el espacio, pero las personas que pasean por esos escenarios realistas podrían estar perfectamente sentadas a nuestro lado.

- "Héroes": Les voy a conceder una prórroga en espera de que la tercera temporada, centrada en los villanos, sacuda un poco los cimientos de la serie y la saque del modo "somos lo más guay del mundo mundial y podemos hacer lo que nos dé la gana". Pero sigue habiendo potencial y, cuando se explota, incluso Peter Petrelli deja de ser un lelo. El lado oscuro siempre favorece a estas series; falta que lo aprovechen más.

- "House": El doctor sigue tan misántropo, ingenioso, brillante y misterioso como al principio, lo que es un arma de doble filo. Sus interacciones con Wilson y Cuddy siguen siendo muy divertidas y, aunque los nuevos médicos de su equipo de diagnóstico han traído una necesaria bocanada de aire fresco, es verdad que hay demasiada gente en el Princeton Plainsboro, y esta serie no se maneja tan bien cuando hay seis o siete personajes a los que prestar atención, además de a House.

- "Life": Los efectos de la huelga de guionistas se dejaron sentir cuando la serie había encontrado el tono y mejoraba capítulo a capítulo. Las peculiaridades de Crews se habían atenuado lo justo para que empezara a formar un equipo más sólido con su compañera (en alguna web compararon sus conversaciones en el coche con las de Brennan y Booth en "Bones). Aunque tengamos ese contubernio intrigante, es la pareja de policías la que mantiene el interés.

- "Medium": La incertidumbre que siempre preside los sueños de Allison, aunque sean premonitorios, y la importancia que en realidad tiene su familia distinguen enseguida a esta serie de otros títulos similares, como "Entre fantasmas". Incluso hablando con los muertos, los DuBois se ven cercanos, verosímiles, y muy entretenidos.

- "Mujeres desesperadas": Cuando las vecinas de Wisteria Lane desatan su mala leche y se dedican a criticar, despellejar y a mostrar a la vez su sonrisa más flamante, es cuando la serie alcanza sus mejores momentos. Y cuando Susan se humilla repetidamente sin darse nunca por vencida.

- "Perdidos": Se ha hablado tanto de esta serie, que resulta difícil añadir algo más que no suene a repetición, a historia ya sabida. Así que seguiré con mi cantinela de que debe ser el show más friki que ha dado nunca la televisión en la era de Internet, por el momento.

- "Pushing daisies": Otra cuya primera temporada se quedó en un momento muy interesante, casi en el mejor, cuando por debajo del merengue empezaba a asomar, definitivamente, la crema agria. El juego de sus diálogos de ametralladora y su búsqueda de lo ingenioso por el mero hecho de serlo merecen algo de suerte en otoño.

- "Reaper": Le ha costado encontrar un camino aparte de las gansadas de Sock y las almas escapadas del Infierno, un camino que promete una gran diversión si consigue sobrevivir a la primera temporada. La CW parece ser de gatillo aún más fácil que Fox.

- "Torchwood": En realidad, sus protagonistas podrían dedicarse a perseguir ladrones de bancos en lugar de extraterrestres, pero sólo el contacto con lo extraordinario puede sacar de tal manera lo mejor y lo peor de sí mismos. Y Jack Harkness da para más de una serie.

- "30 Rock": Llevan muy a gala el gusto por el gag absurdo e imprevisible, hasta el punto de que a veces parecen una versión en acción real de los dibujos del Coyote y el Correcaminos. Lo mejor de todo es que aprovechan los chistes para criticar cualquier cosa que se les ponga por delante, y salir indemnes de ello.

15 abril 2008

Una de cal y otra de arena

1.- "Jekyll" ha sido un agradable descubrimiento. La vuelta de tuerca a la historia del doctor Jekyll y Mr. Hyde está realmente lograda, y siempre que crees que sabes lo que está pasando, la trama da un giro que te deja de nuevo preguntándote qué ocurre con el pobre Tom Jackman. No todos los interrogantes se resuelven al final y algunos de los que sí obtienen respuesta, no quedan demasiado clarificados, pero no importa. Hyde, sobre todo, es muy divertido de ver, con esa mezcla de niño psicópata con fuerza sobrehumana que pugna por tomar control de la persona del doctor Jackman. Además del estupendo trabajo de James Nesbitt, especialmente en todas esas frases ingeniosas y cachondas de Hyde, la miniserie tiene dos, o mejor tres, personajes secundarios estupendos; uno es la divertida pareja de detectives privadas que va apareciendo esporádicamente a lo largo de los seis capítulos, y el otro es Peter Syme, el enigmático amigo de Jackman, que va ganando enteros conforme se acerca el final. La serie, también, nos deja una frase para la posteridad: "El amor es un psicópata.

2.- Por lo que leí en su momento, las dos partes finales de "Tin Man", la reimaginación de "El mago de Oz" que Sci Fi emitió el pasado mes de diciembre, mejoran un poco el asunto, pero tampoco es eso demasiado complicado. Le falta chispa, algo de vida, y la pinta de los villanos me hace dudar de si son una parodia de Ming y compañía o si realmente van en serio. Tiene algunos hallazgos interesantes, como que el hombre de hojalata sea policía o el trabajo del mago de Oz en un cabaret, y el espantapájaros de Alan Cumming es lo mejor de la función con diferencia. Intentan apuntarse al carro del tenebrismo y las series "adultas", pero los efectos especiales necesitan un pulido. La campaña promocional del canal no estuvo nada mal, pero mucho me temo que "Tin Man" no ha estado a la altura de las expectativas. Una cosa he de decir, sin embargo: me intriga el papel de Toto en todo esto.

P.D.: A veces, las relaciones familiares en Hollywood resultan de lo más sorprendente. Aún recuerdo el impacto que se llevó una amiga al enterarse de que Anne Bancroft y Mel Brooks estuvieron casados casi 40 años, hasta que ella falleció en 2005. La última relación curiosa, y de la que yo no tenía idea, en caer por mi radar es la que une a Jamie Bamber, de "Galáctica", y a Anastasia Griffith, la hermana del novio de Ellen en "Daños y perjuicios" (habrá que empezar a llamar así a "Damages"). ¿Alguna idea? ¿Les encontráis parecido? Porque, en realidad, son hermanos.

14 abril 2008

El laboratorio de los frikis

Hay series que, sin ser la octava maravilla del mundo, se salvan por algún detalle en concreto. Conocida mi adicción a las series de policías, a "Bones" tenía que darle una oportunidad (hay, eso sí, dos que no soporto, además de "CSI: Miami": "Numb3rs" y "Mentes criminales"), incluso aunque dicha oportunidad no fuera suficiente para incluirla en la "zona de confianza". Sin embargo, he de reconocerle uno de esos detalles que, cuando la pillo en La Sexta, hace que me lo pase muy bien con ella: sus personajes son todos una panda de frikis cerebritos.

¿No? Tenemos a Zack Addy, un cerebro superdotado con memoria fotográfica que es capaz de identificar heridas y huesos al segundo, pero en algunos aspectos, todavía un crío (y traumatizado justo después de volver de Irak en la tercera temporada). Tenemos también a Hodgins, tan amante de las teorías de la conspiración, que tomarse unas cervezas con Mulder y él sería el paraíso de ufólogos y fríkeradictos, tenemos a Angela, que reconstruye cualquier rostro con un programa que deja a las simulaciones de Matrix a la altura del betún, y está la doctora Brennan, "Huesos", la brillante antropóloga que da título a la serie, un verdadero hacha en el trabajo pero con una manifiesta incapacidad para relacionarse con la gente. Hasta el agente Booth es un rato friki, a su manera. El resultado es que, cuando todos éstos se juntan, "Bones" se convierte en una comedia de lo más entretenida.

Hodgins y Zack siempre están haciendo experimentos que han debido aprender de Grissom (sólo el laboratorio criminalístico de Las Vegas los supera en el nivel de frikismo), y las famosas conversaciones en el coche de Booth y Brennan son de premio. En la tercera temporada, les obligan a ir a un psicólogo que, por supuesto, es otro friki, y con el que las interacciones entre los dos son como las de un matrimonio quejica cuyos integrantes se conocen demasiado bien. Los casos no me importan demasiado (hay algunos bastante asquerosos, y luego está ese arco continuado del gormogón y sus torturas medievales), porque son las pullas, los dobles sentidos y las situaciones embarazosas en las que suelen verse envueltos las que hacen que "Bones" merezca la pena, más que esas reconstrucciones, a veces un poco fantasmada, de los cadáveres y las circunstancias de su muerte. Dicho esto, mi favorito es Hodgins. A veces está incluso demasiado trastornado.

P.D.: Otro daño colateral de mi trabajo en el Mundo Real. Eric Millegan, el actor que interpreta a Zack, es uno de los blogueros de "The court reporters", un blog de la página oficial de la NBA en el que Millegan comenta sus impresiones sobre su equpo favorito, los Portland Trail Blazers.

P.D. Mind the frakkin' spoilers version: Primero, he de anotar la última alusión a "Galáctica" que he visto recientemente, el gran Frank de "30 Rock" soltando un sentido "What the frak!". Y luego, compañeros cylones, ¿os dísteis cuenta de cómo habla Starbuck de lo que vio y sintió cuando estuvo en la Tierra? ¿Que era como si ya hubiera estado allí antes? Y Baltar empieza ahora a ver a la versión de sí mismo que se le aparece a Caprica Seis. Amigo, búscate un buen loquero...

13 abril 2008

El sonido de la música

El género musical, aunque parezca una apuesta fácil para ganarse al gran público, no tiene en realidad una digestión tan fácil. Tomemos como ejemplo "Sweeney Todd", la adaptación de Tim Burton del musical de Broadway del mismo nombre. Hace poco, comentaba con unos amigos la película y, al decir que era un musical puro y duro, uno de ellos la descartó porque no le va ese género cinematográfico. No es lo mismo una película como "El rey león", donde algunas canciones son poco más que videoclips, a otras donde esas canciones llevan el peso de la trama y sustituyen a los diálogos, siguiendo más un estilo operístico que otra cosa (como comentario personal, he de decir que de las películas de Disney de los últimos años, la más lograda, y que mejor une el aspecto musical con la trama, es "La bella y la bestia", que ya tiene 17 años).

Teniendo en cuenta que puede rastrearse su origen hasta la Grecia clásica, hay multitud de temas, subgéneros y formas de realizar un musical. En el cine, conoció una época dorada allá por los 50, cuando se unieron los decorados espectaculares, el technicolor y el esfuerzo de Hollywood por atraer de nuevo al público a las salas ante la competencia de la televisión. Después, su coto quedó reducido prácticamente a las películas de animación, sobre todo las de Walt Disney, y ahora se van haciendo algunos que apuestan darles otro toque, como más moderno (tipo "Moulin Rouge"). Pero seguimos igual. Si no te gusta el género, no hay nada que hacer.

Por mi parte, no me disgusta, y algunos están en mi lista particular de películas favoritas (no "Sonrisas y lágrimas", la verdad). "Cantando bajo la lluvia" debe ser de las películas que más he visto en mi vida (la tenía grabada en una cinta VHS junto con "La ventana indiscreta", otra que he visto no sé cuántas veces), que une unos números musicales ya míticos con una historia sobre las dificultades que vivió Hollywood al pasar del mudo al sonoro muy bien hilada (eso fue una crisis salvaje de verdad, y no la piratería). De todos sus números, mi favorito es más este "Good morning" que el legendario de Gene Kelly cantando y bailando bajo la lluvia. Por cierto, que esa canción no fue compuesta para la película, sino que es un estándar de finales de los años 20 compuesto por Arthur Freed, que se encargó de las canciones de la película de Stanley Donen.

Del mismo modo, hay musicales que son superiores a mis fuerzas, pero de los que siempre se puede rescatar algo. ¿Alguno ha conseguido aguantar hasta el final "Hello Dolly"? A mí me costó, igual porque la Streisand no es santo de mi devoción, pero por lo menos tiene ese estupendo momento, creo que cerca del final, en el que por fin cantan la canción que da el título a la cinta (mi versión preferida es ésta de Louis Armstrong). Y luego están números de lo más divertido de películas que nunca he visto. Y, por supuesto, esos momentos icónicos de la historia del cine imitados hasta la saciedad, como el famoso "America" de "West Side Story".

Música de la semana: Seguimos con música de anuncios, que da para mucho. Si mis orejas no fallan, los helados Magnum están utilizando ahora el principio de la versión que Diana Krall hizo de "Temptation", una canción de Tom Waits. Por supuesto, la diferencia con la versión original es manifiesta, sobre todo en la forma de cantar de los dos.

12 abril 2008

El roce hace el cariño

No pasa muy a menudo pero, cuando ocurre, es seguro que estás ante algo que, teléfilamente hablando (si me permitís el palabro), es especial para tí. Porque es normal que, con el correr de las temporadas, nos cansemos de las diatribas del doctor House, o de los misterios enredados de "Perdidos" o de que Antonio Resines siempre tenga dos chicas guapísimas detrás de él en cada temporada de "Los Serrano". Lo que es más complicado es que, conforme ves más episodios de una serie, más te guste. Y eso no ocurre con muchas. De las tres citadas más arriba, sólo me pasa con "Perdidos". Nunca he sido capaz de aguantar más de 5 minutos de "Los Serrano" (el "Médico de familia" del nuevo siglo) y aunque con "House" me lo paso muy bien, no entra en esa categoría.

[Digresión: No sé si habéis visto esta historia cruzada entre Jack Shepard ("Perdidos") y Allison Cameron ("House"), montada de tal manera que podrían estar perfectamente en la misma serie y ser parte de una torturada y triste historia de amor. Está en dos partes (1 y 2, ésta última puede tener spoilers de la tercera temporada de "Perdidos"). Fin de la digresión.]

Los náufragos de nuestra isla favorita no son los únicos que me enganchan cada vez más, porque he de decir que es "The Closer" la serie que ejemplifica esto a la perfección. Con cada temporada, más me divierto con las pequeñas excentricidades de Brenda, sus padres (qué gran fichaje) y sus colegas del grupo especial de homicidios. Tiene un algo especial que la diferencia delresto de series de policías. Me pasó con los once episodios que se emitieron de "Life" (que vuelve en septiembre en un horario poco halagüeño, la noche de los viernes); según veía más a Crews y Reese, más me intrigaba saber por dónde iba a desarrollarse el camino vital de esta peculiar, y muy lograda, pareja. Y lo mismo se aplica a "Cómo conocí a vuestra madre" y "30 Rock". La primera, especialmente, cada vez me gusta más por esa narración entrecortada pero hilada a la perfección en la que se mezclan sueños, recuerdos, percepciones erróneas y bromas de los personajes.

Lo que suele ocurrirme en estos casos es que, probablemente, hay un personaje culpable de esta afección creciente. No es el único, pero el coronel Tigh se está convirtiendo en uno de mis favoritos principales en "Galáctica" (Michael Hogan está pidiendo un Emmy a gritos), lo mismo que nunca me cansaré de Grissom, sus bichos y sus rarezas (muy bien llevado el rollito entre él y Sarah por ahora en "CSI". Si no fuera por pequeños comentarios entre ellos, pensaríamos que todo sigue igual). Marc y Amanda hacen que "Ugly Betty" cada vez me parezca mejor (no son los típicos malos graciosos de culebrón, están muy por encima de eso), y Bridget y Joe son una de las razones por las que nunca me aburriré de "Medium".

Seguramente ya os habréis dado cuenta si os pasáis por este rinconcito bloguero a menudo, pero la última serie en entrar en esta "zona de confianza", y mucho me ha sorprendido que lo haga, es "Doctor Who". Me lo paso en grande con sus alusiones peculiares (como hablar de Harry Potter con Shakespeare, más o menos), y la relación entre el Doctor y sus acompañantes es siempre muy divertida de ver, porque oscila entre el flirteo, el compañerismo, la profesionalidad, la curiosidad...

P.D.: Como los tenía en la nevera, no me he dado cuenta de que Ken Marino, alias Vinnie Van Lowe, el detective privado más rastrero y divertido de Neptune, tiene una pequeña aparición en "Reaper", que parece haber encontrado algo que vertebre mejor la serie en lugar de la fórmula del alma escapada del infierno de la semana. Ver a Sock hablando como una lectora experta del "Cosmopolitan" no ha tenido precio.

11 abril 2008

Perlas de las parrillas

1.- "Muchachada Nui" ha vuelto a La 2. Es cierto que su humor no es para todo el mundo y que es más de sketches que de un programa entero. También es verdad que es un humor bastante friki y muy generacional. El mejor ejemplo de esto es, cómo no, Enjuto Mojamuto, porque, ¿qué otro personaje podría hacer un chiste diciendo que "se siente GIF"? Con su regreso, en muchos sitios se ha dicho que, aunque minoritario y denostado desde algunos sectores de la audiencia, es un intento por hacer algo diferente en cuanto al humor en España, y también se ha criticado mucho que TVE los relegue a La 2 a las 23:15 de la noche. No obstante, tal y como está el patio, esa cadena es el único acomodo que los chanantes pueden tener en la televisión en abierto a nivel nacional, porque es la única que les dejará hacer más o menos lo que quieran sin agobiarlos tanto por la audiencia. Para eso están potenciando su página web.

2.- Hablando de Internet, es realmente encomiable el esfuerzo publicitario que el canal Sci Fi está haciendo para su serie estrella, "Galáctica", tenga más visibilidad de cara a la cuarta temporada. Lo intentaron con la tercera, estrenándola en octubre como todas las grandes apuestas de las generalistas y consiguiendo colarla en las portadas de las biblias de la tele yanqui, "TV Guide" y "Entertainment Weekly", pero no consiguieron que ese esfuerzo se tradujera en una audiencia mayor (aunque sí consiguieron, por fin, un Emmy a los mejores efectos visuales y una nominación al mejor guión). Con estos nuevos episodios, las apariciones en los medios se han disparado. Multitud de revistas y periódicos les dedican reportajes especiales analizando la serie, explicando de qué va para los no iniciados y añadiendo la inevitable coletilla de "el mejor drama que nadie está viendo", y todo parece apuntar que la cadena está presionando y promocionando la serie a tope en busca de, al menos, alguna candidatura importante para los próximos Emmys y los Globos de Oro (tiene a su favor que aún estará emitiéndose cuando la selección para los primeros empiece).

Además, Sci Fi se ha dado cuenta de que la audiencia que sigue la serie fuera de su emisión convencional es igualmente importante (yo diría que, en este caso, lo es más) y ha multiplicado las opciones para ver la cuarta temporada en Internet. Cuelga cada capítulo (por ahora) en su página web unas horas después de su emisión, y hace un preestreno a través de ella, en pase único, a mediodía. Los fans están encantados también con Hulu, que permite ver los capítulos gratis (con publicidad), en buena calidad y da la posibilidad de empotrar en blogs y páginas webs episodios completos y algunos de sus mejores momentos. Lástima de no tener una dirección IP de EE.UU. (y felicitémonos de poder acceder a HotSpot Shield).

3.- ¿Habéis entrado ya en TedMosbyIsAJerk.com? ¿No? Si lo habéis hecho, y os pica la curiosidad por saber cómo se les ocurrió semejante idea, uno de sus creadores lo explica aquí. Además, esto me sirve de excusa para comentar una comparación que está surgiendo en bastantes blogueros yanquis, que afirman que "Cómo conocí a vuestra madre" es el "Perdidos" de las comedias. ¿Por qué? Por su narración no lineal, por todas pistas y alusiones que hacen a capítulos anteriores, lo que te obliga a estar atento a todos los detalles, y porque la serie también se extiende a Internet, más tímidamente que los náufragos de la ABC, por supuesto. ¿Os imagináis un duelo Barney-Sawyer?

4.- Por si no tuvimos suficiente del "globo inflado" de "Héroes" el pasado verano, sus poderes fácticos atacan de nuevo anunciando a bombo y platillo una tercera temporada con 35 frakkin' episodios (eso no puede ser, tiene que estar mal, o yo me estoy dando demasiado al extracto de kamala) y unos webisodios en julio. ¿No saben eso de que "quien mucho abarca, poco aprieta"? Empiezo a perder la esperanza de que la serie enderece algún día el rumbo. Pero por pedir, sigo con mi campaña de que rescaten a Sarah Corvus de la difunta "Bionic Woman", y hasta podrían pedirle prestado al Instituto Torchwood a Jack Harkness (que como es inmortal, cuenta como superhéroe). Acosaría (sexualmente, por supuesto) a Sylar, le pondría las pilas a los Petrelli y le enseñaría a Claire unos truquitos que no se aprenden con las animadoras.

09 abril 2008

El final es donde comenzamos de nuevo

ALERTA SPOILERS: "Torchwood" finalizó la semana pasada en el Reino Unido su segunda temporada y, por mucho que lo intente, algún spoiler se me va a escapar sobre ella. Pero no os perdáis TedMosbyIsAJerk.com.

Si hay algo que distingue tanto a "Torchwood" como a su serie madre, "Doctor Who", es que no tienen miedo de hacer pasar a sus personajes por los trances más duros posibles y, como remate, terminar matándolos sin que medie mucha explicación si eso va en beneficio de la historia. Después de pasar media temporada con un Owen no-vivo, al final del último capítulo termina ocurriendo lo que Jack había evitado al principio, y es que éste muriera. Por lo menos, su muerte tiene un sentido (sí, es el típico sacrificio por un bien común, pero sigue siendo válido), y su impacto todavía es mayor porque ocurre paralelamente con la de Toshiko.

Ésa sí que no me la esperaba. Lo de Owen, más o menos, entraba dentro de lo previsto; su resurrección no había traído nada bueno y él no sentía nada ni le encontraba ningún sentido a este tiempo prestado del que "disfrutaba". Sí es verdad que, en los últimos episodios, había cambiado levemente su actitud hacia Toshiko, que le había confesado que lo quería, pero era perfectamente posible que el bueno del doctor no pasara de esta temporada. Lo de Tosh ha sido más inesperado, pero ha resultado ser un daño colateral del pasado de Jack, que vuelve literalmente para acabar con él en la forma de su hermano Gray.

No vamos a entrar en análisis de la trama porque no acabaríamos en la vida, pero el final, con Gwen, Jack e Ianto solos en Torchwood, llorando la pérdida de sus compañeros, augura cambios para los próximos capítulos, si los hay (desconozco qué pretende hacer la BBC con esta serie). ¿Volverá Martha Jones, que aporta un vacile con Jack muy divertido? ¿Seguirá por ahí John Hart, todo un hallazgo? Esta segunda temporada ha sido algo mejor que la primera y también ha mantenido un nivel más regular. Como punto a favor hay que concederle no sólo que la exploración del pasado de Jack tenga más relevancia en el conjunto total de la serie, sino que Gwen ha crecido como personaje, asumiendo más responsabilidades y demostrando por qué Jack la eligió para el grupo.

Actualización: Por fin he visto hoy "The bracket", el capítulo de "Cómo conocí a vuestra madre" en el que juegan a la March Madness del baloncesto universitario con las chicas con las que Barney se ha acostado, y a las que ha abandonado. Además de que coincido con algunos blogueros en que habría estado bien ver en qué quedaba esa historia entre Robin y Barney, lo de TedMosbyIsAJerk.com es genial. Aguantad los 20 minutos de canción, porque en el minuto 13 (más o menos), hay una referencia estupenda que tarde o temprano tenía que caer. Frakkin' Ted Mosby.

08 abril 2008

Imagen de marca

Siempre hay ciertos programas y series que las cadenas miman con especial cuidado porque consideran que son sus "buques insignia", sus marcas registradas, algo tan importante para cimentar la imagen de una cadena como sus informativos, sus presentadores estrella, su logotipo o su imagen corporativa. Si pensamos en la NBC, esas marcas registradas pueden ser su noche de la comedia de los jueves, ocupada ahora por "30 Rock", "The Office", "Me llamo Earl" y, por un breve periodo antes de su mudanza a la ABC, "Scrubs", y que fue "Must See TV" durante los años 80 y 90 (los de "Cheers", "La hora de Bill Cosby", "Frasier", "Friends" o "Seinfeld").

También se incluyen en esa categoría su informativo nocturno, con un éxito cimentado en la época final de los grandes anchors gracias a Tom Brokaw, un clásico del periodismo yanqui, y series como la veteranísima "Ley y orden" o el todavía más veterano "Saturday Night Live". Imaginaos la sorpresa de los asistentes a una cena con Jeff Zucker, jefazo de NBC Universal (y un tipo no demasiado querido por los fans teléfilos), cuando añadió a esas marcas registradas, a esos programas en algunos casos icónicos, a "Galáctica", serie de ese género tan denostado como es la ciencia ficción y que se emite en un canal que tiene un reality sobre cazadores de fantasmas (aunque sospecho que con más sentido del humor que Fríker, o eso parece).

Sé que esta discusión la hemos tenido muchas veces y que, en parte, es una batalla perdida, pero, ¿por qué ha de ser la ciencia ficción objeto de burla? Nadie duda de que "Doctor Who" es uno de los iconos de la BBC, y nadie se atreve a denostar las obras de Julio Verne, H.G. Wells o Arthur C. Clarke. Películas como "2001. Una odisea del espacio" y "Blade Runner" están consideradas clásicos del séptimo arte, y algunas de las primeras películas que se rodaron en los albores del cine fueron precisamente fantásticas ("Viaje a la Luna", de Georges Méliès, es de 1902, y más o menos por esa época el maño Segundo de Chomón andaba ayudando a inventar el cine como lo conocemos hoy justo con sus obras de género). Y no olvidemos que el primer beso interracial de la televisión estadounidense se lo dieron Uhura y Kirk en "Star Trek". Por cierto, el carrerón de ligues del capitán es de lo que hacen historia. ¿Que no? Aquí está este montaje, al son de los Bee Gees, que lo prueba. Vaya tupé...

07 abril 2008

Saltos al tiburón

1.- La "modestia" de los responsables de la nueva versión de "El coche fantástico" es la monda (mejor dicho, de Ben Silverman, jefazo de la cadena). La película para televisión que se emitió hace poco en la NBC tuvo buena acogida, y van y sueltan que intentarán no perder demasiada audiencia en el primer episodio de la primera temporada intentando no cometer los errores de "Bionic Woman" y "The Sarah Connor Chronicles", que sufrieron un duro correctivo del piloto al siguiente episodio. No deja de ser irónico que eso lo digan del remake de una de las series más horteras de los últimos tiempos (y que peor ha envejecido), y cuya película no es que tuviera unas críticas brillantes (Hmm... En eso va a parecerse un poco a esas otras dos series, sobre todo a la primera. Me da que el KITT reimaginado se la va a pegar).

2.- Más que un salto del tiburón, lo de "Prison Break" va camino de convertirse en un subgénero propio, y así lo afirma The TV Addict. Al final, eso de que "no estaba muerta, que estaba de parranda" se va a acabar aplicando a mucha gente fuera de la Flota Colonial. De homenaje-plagio al final de "Seven" a todavía no sabemos muy bien qué.

3.- Creo que apuntamos hace algunos días una comparación sumamente divertida entre "Perdidos" y "Galáctica", cortesía de Ack-Attack. Pues el resto de sus "picspams" resumiendo capítulos de las dos series no tienen desperdicio (aquí los de "Perdidos", y aquí un diccionario de la A a la Z de "Galáctica" muy bueno. Me encanta eso de "Escotilla. El arma preferida por Roslin).

4.- El bueno del Doctor Who tiene nueva compañera, Donna, vista en el especial de Navidad de la tercera temporada (la cuarta, si incluimos a Rose Tyler, Martha Jones y Jack Harkness, que es "una más"). Este hombre parece una versión alienígena, y para todos los públicos, de James Bond.

06 abril 2008

Ser humanos

ALERTA SPOILERS: Compañeros, "Galáctica" ha vuelto. Ya sabéis lo que sigue a continuación, ¿no?

Hay dos frases, dichas por Sam y por Apolo, en el capítulo inaugural de la cuarta temporada de "Galáctica" que parecen adelantar uno de los temas principales de los capítulos finales de la serie: si un día te levantaras y te dieras cuenta de que no eres la persona que creías que eras, ¿cambia eso tus sentimientos, tu identidad, tu forma de ser? ¿Cambia eso los sentimientos que los demás tienen hacia tí? ¿Qué es, en definitiva, lo que nos hace humanos, lo que nos confiere nuestra identidad, nuestro ser?

Todas esas preguntas asaltan no sólo a los cuatro cylones recién revelados, sino también a Starbuck, regresada literalmente de entre los muertos. ¿Es ella realmente? ¿Es la diosa Aurora, un ángel o algo así, como sospechábamos viendo el episodio de su muerte? La descripción que da del sistema estelar que rodea la Tierra es bastante acertada (un gigante gaseoso con anillos, un sistema estelar triple y un cometa, que pueden ser Saturno o Júpiter, cuyos anillos son más difíciles de percibir, la Estrella Polar y el Halley, por ejemplo. ¿Habrá ahí alguna pista oculta?), pero Adama y Roslin no lo saben, claro. Y eso de que su viper esté nuevo... El camino no va a ser nada fácil para ninguno, porque todos están convencidos de que su postura es la correcta, y los demás están equivocados.

Este primer episodio, como suele ser habitual, pone las bases de lo que está por venir, entre Baltar y su peculiar Templo del Pueblo (esperemos que no termine igual), Lee dejando el ejército por un puesto en el gobierno y, por supuesto, Tory, Sam, Tyrol y Tigh intentando saber qué hacer con su revelación como cylones. De todos, Tigh tiene pinta de ser el que promete más (despacha el comentario del Jefe sobre Boomer diciendo que ella no sabía quién era), el que, por ahora, más duramente pelea por seguir siendo quien era hasta ese momento. Va a ser interesante ver cómo estos cuatro se comportan a partir de ahora, y más después de que uno de los raiders cylones reconociera a Sam como uno de los suyos y no lo matara en plena batalla (vaya batalla, por cierto), y también va a ser interesante ver cómo consigue Starbuck que alguien le haga caso. Su situación se parece bastante a la de Sharon cuando llegó a Galáctica por primera vez con Helo. Esto promete.

P.D.: Por cierto, el título de este primer episodio, "He that believeth in me", es un extracto de un cita de la Biblia, del Evangelio de San Juan: "Yo soy la resurrección y la vida; aquél que crea en mí, aunque muera, vivirá. Y quien viva y crea en mí, nunca morirá". Dicho esto, a Starbuck deberíamos dedicarle esta rumba de Peret, ¿no?

Música de la semana: Los anuncios de coches siguen siendo una mina para las canciones. De los últimos curiosos, hay uno de Kia que emplea una música muy de Woody Allen, "The big noise from Winnetka", y luego hay otro, de Opel, que se sirve de una de esas canciones sesenteras que tanto han sonado en películas y series. Ésta, por ejemplo, se pudo escuchar en "Good morning, Vietnam", y es "Game of love", de Wayne Fontana y The Mindbenders.

05 abril 2008

A este lado del charco

Desde aquella famosa temporada de 2004 le prestamos mucha atención a la ficción estadounidense, y se nos llena la boca afirmando que están viviendo una nueva edad de oro en lo que se refiere a las series, con productos más innovadores, más arriesgados y más en consonancia con el mundo de hoy que las películas. Todo eso es cierto, pero los aires de renovación no se han quedado a ese lado del Atlántico y también se respiran por nuestras latitudes. De hecho, algunas de las series yanquis más exitosas de los últimos años son remakes de originales ingleses (como "Queer as folk" y "The Office"), y en las islas británicas se han lanzado de cabeza a renovar su ficción.

Como reconocen los creadores de "Life on Mars", el éxito de "Perdidos" ha tenido buena culpa de que las televisiones de la vieja Europa (y muy especialmente las británicas) se atrevan a programar cosas diferentes. "Life on Mars" debe ser uno de los mayores éxitos que han salido del Reino Unido en los últimos años, con dos nuevas versiones en marcha, una en EE. UU. y otra en España, a cargo de Antena 3 y que, por lo que parece, estará protagonizada po Eduardo Noriega. Además, ejemplifica cierta tendencia hacia la ciencia ficción (más o menos) en los nuevos programas.

Sí, los británicos siguen teniendo sus "EastEnders" y sus culebrones (el último, "The Palace", sobre una familia real de un país inexistente), pero no han desdeñado las series con un toque ligeramente sobrenatural. No hace falta centrarse sólo en "Doctor Who" y "Torchwood"; también anda por ahí "Jekyll", que es a la vez una puesta al día de "El extraño caso del doctor Jekyll y Mr. Hyde", el estudio de un personaje, una historia de intriga y ciencia ficción y una mirada al poder de ciertas empresas. Hasta en España nos hemos contagiado de todo ese ambiente, y de la mezcla de un montón de cosas salen series como "El internado" (por cuya programación, dosificada con tino, hay que felicitar a Antena 3. Sobre la serie, nada puedo decir).

De todos modos, donde están notándose en nuestro país los nuevos aires es en Cuatro y en TVE. Los primeros fueron los que abrieron la veda, en los últimos dos años, a las ficciones con valores de producción muy cuidados, y si ellos han apostado por historias poco vistas en la televisión española (como los policíacos "Génesis" y "Cuenta atrás" y el estimable remake de "Los simuladores"), en La 1 han decidido ir a géneros más tradicionales, pero tratándolos con seriedad. Eso y no otra cosa son "Herederos" o "La señora"; culebrones de prime time hechos sin pedir disculpas y con todas las consecuencias, con una cuidada ambientación, un reparto elegido al milímetrol, con sus malos malísimos, sus ricos y pobres, sus cuernos... (y no sólo porque los protagonistas de "Herederos" se dediquen a lo taurino). A veces hay que empezar por hacer bien lo más convencional antes de lanzarse a los experimentos.