Los documentales o programas especiales que nos enseñan cómo se crea "la magia", cuál es el proceso creativo detrás de las series más reconocidas, o más de moda, son una constante desde hace unos años, pero a pesar de el gran interés que hay por conocer a los creadores y showrunners detrás de ellos, sigue sin haber demasiados. "America in primetime" fue una iniciativa muy interesante desde el punto de vista histórico, y todavía estamos esperando a que se estrene de algún modo "Showrunners", un documental centrado precisamente en esas figuras. Mientras tanto, en medio de las mesas redondas pre-Emmys de The Hollywood Reporter, de Variety y del Los Angeles Times y de esos especiales genéricos sobre "la segunda edad de oro de las series", encontramos una breve serie de Sundance Channel titulada "The writers' room".
Presentada por Jim Rash (actor en "Community" y ganador de un Oscar por co-escribir el guión de "Los descendientes"), la serie se "mete" en las salas de guionistas de seis programas actuales e cierto renombre ("Breaking Bad", "Parks & recreation", "Dexter", "New Girl", "Juego de tronos" y "American Horror Story") e intenta mostrarnos el germen de la idea de la serie y el modo en el que esa sala trabaja y escribe los guiones. Por ahora, sólo se ha emitido el capítulo dedicado a "Breaking Bad" (muy centrado en su final, claro), y Rash opta por una charla más bien informal entre los ocho guionistas y Bryan Cranston. Cuentan algunos giros de la historia que fueron objeto de muchas discusiones entre ellos, o anécdotas de otros momentos que recuerdan de un modo especial, y no da tiempo a que nos aburramos o que nos saturen de información porque cada episodio dura sólo media hora.
"The writers' room" no pretende mostrar, con todo lujo de detalles y en gran profundidad, cómo funcionan las salas de guionistas de esas series. Su objetivo (o, al menos, lo que parece por el primer capítulo) es ofrecer un vistazo a ese proceso, y un vistazo que sea entretenido y ligero para atraer a un público que no tiene por qué ser del que se ve todos los making offs o se lee todas las entrevistas que dan los showrunners de sus series favoritas. Su público son más los aficionados a esas series y los fans, en general, de la ficción televisiva que no sienten esa compulsión por verse todas las charlas vía Skype de Gold Derby con los posibles candidatos a los Emmy. Rash sigue ese mismo tono ligero que busca no espantar a los espectadores menos "expertos", y quizás encontremos cosas interesantes en los siguientes cinco episodios. El de "Breaking Bad" va más por el camino del recuerdo y la despedida, pero es bastante entretenido.
Si os gustan este tipo de programas, en Hablando de series recogen una entrada de ¡Vaya Tele! en la que se recopilan otras series documentales, y hasta realities, que ofrecen un vistazo a las bambalinas de estas series. Hasta recuerda una cumbre de los realities trash como "Scream queens".
31 julio 2013
30 julio 2013
Películas de mujeres y la "censura" de la MPAA
Llevamos unos cuantos años en los que el debate sobre si Hollywood tiene en cuenta a algún tipo de público que no sean los chicos de entre 15 y 30 años no deja de tener vigencia. Los blockbusters parecen dirigidos claramente a ellos, y casi acaba siendo noticia, por su característica de rareza, que una película con protagonismo mayoritariamente femenino tenga éxito en la taquilla. Desde "Bridesmaids" hace un par de años, en los medios especializados en la industria del cine se habla sobre el tirón de las comedias de mujeres y, específicamente, sobre el fenómeno de Melissa McCarthy, que con aquella cinta, "Por la cara" y la nueva "The heat", con Sandra Bullock, ha superado con cada una los 100 millones de dólares de recaudación, y ampliamente, además. Al hilo de todo esto, resulta curioso leer esta entrada de The Guardian sobre el test de Bechdel, un pequeño experimento que intenta averiguar si las películas tienen en cuenta a los personajes femeninos de algún modo que no sea el de ser las comparsas del protagonista masculino.
El test se basa en tres preguntas: ¿Hay en la cinta dos o más mujeres que tengan nombres? ¿Hablan esas mujeres entre ellas? ¿Y hablan de algo que no sea un hombre? Muchas de las películas más taquilleras, y más conocidas, de los últimos tiempos no pasan ese test, y lo mismo ocurre con unas cuantas series de televisión (ha sido leer el test, y ponerme a pensar en si en "Sexo en Nueva York" hablaban principalmente de hombres). En el vídeo que acompaña la entrada de The Guardian dan multitud de ejemplos de películas que no aprueban ese test, pero éste, por otro lado, no es ningún medidor de la calidad de la cinta ni de si sus personajes están bien o mal construidos. Sólo intenta averiguar si las mujeres están representadas de algún modo y si tienen algún tipo de personalidad independiente de los hombres. Visto lo visto, hasta es comprensible que la gente se sorprenda con lo bien que ha funcionado "The Heat", pasando por alto que tiene como protagonistas a dos actrices que tienen mucho tirón entre el público.
Sobre los entresijos de Hollywood hay un documental muy interesante que pretende desmontar el modo en el que la MPAA (Motion Picture Associaton of America) califica las películas, "This film is not yet rated". Fue la cinta que dio a conocer a su director, Kirby Dick, que hizo mucho ruido el año pasado con "The invisible war", y lo logró por el tono con el que está contada. A Dick, el sistema de calificaciones de la MPAA le parece arbitrario, absurdo y un método de aplicar la censura a todo tipo de películas que no casen con los valores que defiende dicha asociación, y el documental tiene, como consecuencia, un tono entre jocoso y de denuncia que lo hace muy entretenido, interesante y hasta divertido. Bastantes directores que han sufrido las acciones de la MPAA, y sus sugerencias de cambios para otorgar a sus cintas una calificación más benévola (una PG-13 en lugar de una NC-17 o una R, por ejemplo), cuentan sus experiencias, desde Kevin Smith a John Waters o Trey Parker y Matt Stone, y también se recogen declaraciones de archivo de Jack Valenti, el poderoso fundador de la MPAA.
Pero el hallazgo de "This film is not yet rated" es el momento en el que Dick decide contratar a una detective privada de Los Ángeles para intentar descubrir a los miembros de la asociación (cuyas identidades no se divulgan al público). Las interacciones entre el director y la investigadora, que utiliza como ayudante a la hija adolescente de su compañera, son realmente divertidas, y ponen todavía más el acento en lo absurdo de todo el sistema. Dick hasta se reserva un pequeño giro final concerniente a él mismo, y que termina por demostrar el punto que él quería contar. Desde luego, el tema está investigado con la misma seriedad con la que se investigó "The invisible war", pero se cuenta desde una óptica más simpática, aunque siga siendo algo por lo que Dick está también indignado, a otra escala.
El test se basa en tres preguntas: ¿Hay en la cinta dos o más mujeres que tengan nombres? ¿Hablan esas mujeres entre ellas? ¿Y hablan de algo que no sea un hombre? Muchas de las películas más taquilleras, y más conocidas, de los últimos tiempos no pasan ese test, y lo mismo ocurre con unas cuantas series de televisión (ha sido leer el test, y ponerme a pensar en si en "Sexo en Nueva York" hablaban principalmente de hombres). En el vídeo que acompaña la entrada de The Guardian dan multitud de ejemplos de películas que no aprueban ese test, pero éste, por otro lado, no es ningún medidor de la calidad de la cinta ni de si sus personajes están bien o mal construidos. Sólo intenta averiguar si las mujeres están representadas de algún modo y si tienen algún tipo de personalidad independiente de los hombres. Visto lo visto, hasta es comprensible que la gente se sorprenda con lo bien que ha funcionado "The Heat", pasando por alto que tiene como protagonistas a dos actrices que tienen mucho tirón entre el público.
Sobre los entresijos de Hollywood hay un documental muy interesante que pretende desmontar el modo en el que la MPAA (Motion Picture Associaton of America) califica las películas, "This film is not yet rated". Fue la cinta que dio a conocer a su director, Kirby Dick, que hizo mucho ruido el año pasado con "The invisible war", y lo logró por el tono con el que está contada. A Dick, el sistema de calificaciones de la MPAA le parece arbitrario, absurdo y un método de aplicar la censura a todo tipo de películas que no casen con los valores que defiende dicha asociación, y el documental tiene, como consecuencia, un tono entre jocoso y de denuncia que lo hace muy entretenido, interesante y hasta divertido. Bastantes directores que han sufrido las acciones de la MPAA, y sus sugerencias de cambios para otorgar a sus cintas una calificación más benévola (una PG-13 en lugar de una NC-17 o una R, por ejemplo), cuentan sus experiencias, desde Kevin Smith a John Waters o Trey Parker y Matt Stone, y también se recogen declaraciones de archivo de Jack Valenti, el poderoso fundador de la MPAA.
Pero el hallazgo de "This film is not yet rated" es el momento en el que Dick decide contratar a una detective privada de Los Ángeles para intentar descubrir a los miembros de la asociación (cuyas identidades no se divulgan al público). Las interacciones entre el director y la investigadora, que utiliza como ayudante a la hija adolescente de su compañera, son realmente divertidas, y ponen todavía más el acento en lo absurdo de todo el sistema. Dick hasta se reserva un pequeño giro final concerniente a él mismo, y que termina por demostrar el punto que él quería contar. Desde luego, el tema está investigado con la misma seriedad con la que se investigó "The invisible war", pero se cuenta desde una óptica más simpática, aunque siga siendo algo por lo que Dick está también indignado, a otra escala.
29 julio 2013
Las series favoritas
El otro día, pedían por Twitter (no recuerdo quién) una lista con las series imprescindibles del momento, las que había que ver porque eran las mejores, o las que tenías que seguir para estar al día en esto de la afición seriéfila. No soy demasiado partidaria de esas cosas porque cada uno debería ver lo que le guste, no lo que se sienta obligado a ver (a no ser que te paguen por ello, claro), pero casi al mismo tiempo, Alberto Rey iba insinuando también por Twitter que estaba haciendo una lista con sus diez series favoritas, buscando generar cierta polémica al adelantar qué series incluiría y cuáles se quedarían fuera. Y como estamos en un momento bastante relajado en cuanto a actividad seriéfila, que esas dos conversaciones tuvieran lugar casi al mismo tiempo terminó llevando a que pensara que, si me obligaran a elegir mis diez series favoritas de siempre, las que vería una y otra vez sin problema y que recomendaría a todo el mundo sin dudar, ¿cuáles serían?
Dejar la lista en sólo diez es el principal problema, porque la podríamos hacer por géneros, o por épocas, y sacar varias listas con otros diez integrantes, pero vamos a intentar sintetizar. Al final, y por poner acotaciones que ayuden a centrar las elegidas, estas diez son series ya finalizadas (o canceladas) con cuyo visionado disfruté mucho en su momento, y que siguen siendo igual de divertidas e interesantes al verlas de nuevo. Lógicamente, es una lista muy personal y sujeta a mis gustos, y aunque esto no sea un meme como tal, podéis seguirlo, si queréis, con vuestras propias listas. Sin ningún orden especial, éstas son las elegidas:
Dejar la lista en sólo diez es el principal problema, porque la podríamos hacer por géneros, o por épocas, y sacar varias listas con otros diez integrantes, pero vamos a intentar sintetizar. Al final, y por poner acotaciones que ayuden a centrar las elegidas, estas diez son series ya finalizadas (o canceladas) con cuyo visionado disfruté mucho en su momento, y que siguen siendo igual de divertidas e interesantes al verlas de nuevo. Lógicamente, es una lista muy personal y sujeta a mis gustos, y aunque esto no sea un meme como tal, podéis seguirlo, si queréis, con vuestras propias listas. Sin ningún orden especial, éstas son las elegidas:
- "30 Rock": NBC, 2006-2013 (sobre el final).
- "Las chicas de oro": NBC, 1985-1992 (un recordatorio en ¡Vaya Tele!).
- "Expediente X": FOX, 1993-2002 (sobre la primera temporada).
- "Verónica Mars": UPN-The CW, 2004-2007 (un breve recordatorio).
- "Battlestar Galactica": Syfy, 2003-2009 (guía de visionado).
- "Fringe": FOX, 2008-2013 (sus detalles más simpáticos).
- "Doctor en Alaska": CBS, 1990-1995 (sobre Maggie O'Connell, una de sus protagonistas).
- "Frasier": NBC, 1993-2004 (otro recordatorio en ¡Vaya Tele!).
- "The Wire": HBO, 2002-2008 (a propósito de la primera temporada).
- "Friday Night Lights": NBC-DirecTV, 2006-2011 (sobre Coach Taylor y su mujer).
28 julio 2013
Cuando el protagonista es la serie
Tener una serie construida alrededor de su gran protagonista central es una táctica tan vieja como la propia ficción televisiva. "I love Lucy" existía por Lucille Ball, por ejemplo, y esa comedia se emitió entre 1951 y 1957.La personalidad de su estrella marcaba totalmente el tono de la serie, aunque sus argumentos pudieran variar, pero también es cierto que gran parte de esas series "personalistas", como quien dice, que llevaban el nombre de su protagonista en el título, eran comedias familiares. "The Dick Van Dyke Show" giraba en torno al matrimonio que interpretaban él y Mary Taylor Moore, aunque cuando ella tuvo su propia serie después, era más una comedia ambientada en su lugar de trabajo (lo que "Murphy Brown" sería después). En los 80 vimos "La hora de Bill Cosby" y hasta "El show de Carol Burnett" (que, en realidad, había terminado en 1977), y hasta Jennifer Lawrence hizo sus primeros pinitos como actriz en una serie de este estilo, "The Bill Engvalls Show".
Todas estas comedias buscan aprovechar el tirón que su protagonista tiene entre el público para llamar su atención sobre un proyecto en el que esa persona es su centro, y que hasta puede contar una versión ficcionalizada de su vida, pero que no es un reality tipo "The Osbournes", o los de Tori Spelling y su marido. Puede ser algo similar a "The Sarah Silverman Program" o algo más convencional, que recuerda más a las comedias familiares de los 90, como parece que ocurre con dos de las nuevas series de NBC para este otoño. Las dos intentan capitalizar la fama de dos actores de este género que hace tiempo que no aparecen en papeles regulares en televisión, Michael J. Fox y Sean Hayes, a los que se vio por última vez en personajes secundarios en "The good wife" y "Smash", y que van a comprobar si realmente sus nombres aún retienen parte de la magie que tenían "Enredos de familia" y "Will y Grace" (aunque ya sabemos que Fox también tiene toda una ristra de éxitos en cine durante los 80).
Las dos series tiran de parte de las experiencias de sus protagonistas para construir sus historias. "Sean saves the world", quizás no tanto, pues aunque Hayes interpreta a un hombre abiertamente homosexual (como Jack, el amigo de Will), aquí tiene que lidiar con su hija adolescente, que se muda con él. Por su parte, "The Michael J. Fox Show" sí utiliza el Parkinson que sufre el actor para construir las vivencias de su personaje, un antiguo presentador de un informativo local de Nueva York que regresa al trabajo veinte años más tarde. Por los trailers, da la sensación de que la primera es la clásica sitcom multicámara, mientras la segunda va a tirar más del formato "Modern family", y aunque aún no hemos podido ver nada de ninguna de ambas, las primeras opiniones de los críticos estadounidenses no son demasiado benévolas (tratan peor a "Sean saves the world", que ya está considerada una de las primeras candidatas a ser cancelada antes del capítulo 13).
Es curioso que NBC recurra a Fox y Hayes, y a dos vehículos personales, para intentar reflotar su parrilla de comedias, muy tocada tras los finales de "30 Rock" y "The Office" y después de que, el año pasado, ninguna de sus sitcom de estreno pasara de la primera temporada. Han pasado de la tendencia de buscar una comedia más amplia y menos sofisticada, a probar suerte con el viejo truco del "star power". Pero Fox y Hayes hace tiempo que no son las mismas estrellas que eran hace casi veinte años. El primero puede ser todavía de las personalidades más queridas en Estados Unidos, ¿pero será eso suficiente para que su serie funcione?
Música de la semana: Una de las cosas más comentadas de la última Comic Con fue el trailer de la cuarta temporada de "The Walking Dead", que finalizaba con "Serpents", de Sharon Van Etten.
Todas estas comedias buscan aprovechar el tirón que su protagonista tiene entre el público para llamar su atención sobre un proyecto en el que esa persona es su centro, y que hasta puede contar una versión ficcionalizada de su vida, pero que no es un reality tipo "The Osbournes", o los de Tori Spelling y su marido. Puede ser algo similar a "The Sarah Silverman Program" o algo más convencional, que recuerda más a las comedias familiares de los 90, como parece que ocurre con dos de las nuevas series de NBC para este otoño. Las dos intentan capitalizar la fama de dos actores de este género que hace tiempo que no aparecen en papeles regulares en televisión, Michael J. Fox y Sean Hayes, a los que se vio por última vez en personajes secundarios en "The good wife" y "Smash", y que van a comprobar si realmente sus nombres aún retienen parte de la magie que tenían "Enredos de familia" y "Will y Grace" (aunque ya sabemos que Fox también tiene toda una ristra de éxitos en cine durante los 80).
Las dos series tiran de parte de las experiencias de sus protagonistas para construir sus historias. "Sean saves the world", quizás no tanto, pues aunque Hayes interpreta a un hombre abiertamente homosexual (como Jack, el amigo de Will), aquí tiene que lidiar con su hija adolescente, que se muda con él. Por su parte, "The Michael J. Fox Show" sí utiliza el Parkinson que sufre el actor para construir las vivencias de su personaje, un antiguo presentador de un informativo local de Nueva York que regresa al trabajo veinte años más tarde. Por los trailers, da la sensación de que la primera es la clásica sitcom multicámara, mientras la segunda va a tirar más del formato "Modern family", y aunque aún no hemos podido ver nada de ninguna de ambas, las primeras opiniones de los críticos estadounidenses no son demasiado benévolas (tratan peor a "Sean saves the world", que ya está considerada una de las primeras candidatas a ser cancelada antes del capítulo 13).
Es curioso que NBC recurra a Fox y Hayes, y a dos vehículos personales, para intentar reflotar su parrilla de comedias, muy tocada tras los finales de "30 Rock" y "The Office" y después de que, el año pasado, ninguna de sus sitcom de estreno pasara de la primera temporada. Han pasado de la tendencia de buscar una comedia más amplia y menos sofisticada, a probar suerte con el viejo truco del "star power". Pero Fox y Hayes hace tiempo que no son las mismas estrellas que eran hace casi veinte años. El primero puede ser todavía de las personalidades más queridas en Estados Unidos, ¿pero será eso suficiente para que su serie funcione?
Música de la semana: Una de las cosas más comentadas de la última Comic Con fue el trailer de la cuarta temporada de "The Walking Dead", que finalizaba con "Serpents", de Sharon Van Etten.
26 julio 2013
La regla de los veinte minutos
Hace ya algún tiempo, el podcast Esta peli ya la he visto dedicaba unos minutos a discutir la llamada "regla de los 20 minutos" del crítico Marshall Fine; según ella, si una película no llama su atención en los primeros veinte minutos, la deja de ver, y la justificación que da para ello es que "en este momento de nuestra historia cinematográfica, no hay suficientemente tiempo para ver todo lo que me llega". Que es una justificación muy habitual en la blogosfera aficionada a las series para darles el hachazo al cabo de sólo el piloto, o de dos capítulos. Evidentemente, en bastantes sitios criticaron esa regla de Fine porque impedía que se pudiera comentar la película, o debería impedir que se pudiera comentarla. ¿Cómo vas a hablar con propiedad de una cinta de la que no has visto ni la primera mitad?
Esto podría aplicarse a las series y a la "regla de los dos capítulos" (no es exactamente así, pero como la idea me la ha dado Kalimero sin saberlo, vamos a nombrarla así). Ésta viene a rezar que si una serie no te gusta al segundo episodio, ya no va a gustarte. En ese aspecto, probablemente tenga razón, pero otra cosa es ver sólo dos capítulos y abandonarla porque "no está pasando nada" y "la serie no va a ninguna parte". Es algo que está extendiéndose mucho últimamente con "The Bridge", el remake estadounidense de "Bron/Broen". La queja más habitual es que no es más que otra serie de asesinatos con dos policías con personalidades contrapuestas y que, tras dos capítulos, es preferible pasar de ella y ponerse a ver "Orange is the new black" (que hace "trampa" porque Netflix ha colgado en su web la temporada completa, y no un episodio cada semana). Pero en "The Bridge" todavía están asentándose los personajes y presentándose la trama; incluso sin haber visto la serie original, no es tan complicado darse cuenta de que aún es muy pronto para saber si va a ser otra de policías u otra cosa más interesante.
En anteriores ocasiones hemos comentado que una de las características que necesita todo seriéfilo es la paciencia (o, al menos, así es como yo lo veo). No todas las series funcionan desde el piloto, y no todas permiten que te hagas una idea de cómo son tras dos episodios. Sí, es muy cierto que si no te gusta lo que ves y no te atrae, no vas a sentirte animado a continuar (yo soy culpable de esto con "The Newsroom"), pero aquí estamos hablando de otra cosa, que son esas series que te interesan mínimamente y que, probablemente, te gustaría si aguantaras tres episodios más. Pero a veces da la sensación de que vemos las series con el ojo puesto en el reloj; sino, no se entienden las quejas cada vez que alguna tiene un piloto doble, o un final de temporada que dura cinco minutos más. Así resulta muy complicado disfrutar nada. Casi parece que ya no las vemos por lo que son o por lo que nos ofrecen, sino por lo que nosotros queremos que sean, lo que está abocado siempre al fracaso. De todos modos, ¿qué sé yo de todo esto? Cada espectador es un mundo y cada serie es otro.
Esto podría aplicarse a las series y a la "regla de los dos capítulos" (no es exactamente así, pero como la idea me la ha dado Kalimero sin saberlo, vamos a nombrarla así). Ésta viene a rezar que si una serie no te gusta al segundo episodio, ya no va a gustarte. En ese aspecto, probablemente tenga razón, pero otra cosa es ver sólo dos capítulos y abandonarla porque "no está pasando nada" y "la serie no va a ninguna parte". Es algo que está extendiéndose mucho últimamente con "The Bridge", el remake estadounidense de "Bron/Broen". La queja más habitual es que no es más que otra serie de asesinatos con dos policías con personalidades contrapuestas y que, tras dos capítulos, es preferible pasar de ella y ponerse a ver "Orange is the new black" (que hace "trampa" porque Netflix ha colgado en su web la temporada completa, y no un episodio cada semana). Pero en "The Bridge" todavía están asentándose los personajes y presentándose la trama; incluso sin haber visto la serie original, no es tan complicado darse cuenta de que aún es muy pronto para saber si va a ser otra de policías u otra cosa más interesante.
En anteriores ocasiones hemos comentado que una de las características que necesita todo seriéfilo es la paciencia (o, al menos, así es como yo lo veo). No todas las series funcionan desde el piloto, y no todas permiten que te hagas una idea de cómo son tras dos episodios. Sí, es muy cierto que si no te gusta lo que ves y no te atrae, no vas a sentirte animado a continuar (yo soy culpable de esto con "The Newsroom"), pero aquí estamos hablando de otra cosa, que son esas series que te interesan mínimamente y que, probablemente, te gustaría si aguantaras tres episodios más. Pero a veces da la sensación de que vemos las series con el ojo puesto en el reloj; sino, no se entienden las quejas cada vez que alguna tiene un piloto doble, o un final de temporada que dura cinco minutos más. Así resulta muy complicado disfrutar nada. Casi parece que ya no las vemos por lo que son o por lo que nos ofrecen, sino por lo que nosotros queremos que sean, lo que está abocado siempre al fracaso. De todos modos, ¿qué sé yo de todo esto? Cada espectador es un mundo y cada serie es otro.
25 julio 2013
El cuartel general de los 'nerds'
Los vídeos e imágenes más habituales que nos llegan siempre de Comic-Con son esas habituales grabaciones caseras de los paneles oficiales, con el logo de la convención detrás y un montón de fans gritando como locos, o las breves entrevistas de tres minutos que se hacen en la "zona mixta", como si dijéramos, el espacio dedicado a la prensa un poco al estilo de las alfombras rojas. Sin embargo, a poco que uno explore algo más en los vídeos relacionados de YouTube, aparecen muchos otros eventos que también tienen lugar en San Diego, y que tienen contacto con Comic-Con, pero que a lo mejor no se celebran ni en el centro de convenciones ni en el hotel Hilton anexo que sirve como segunda sede para las charlas. Uno de esos eventos es Nerd HQ, una iniciativa del actor Zachari Levi ("Chuck") puesta en pie hace unos tres o cuatro años, y que nació un poco como respuesta a esa queja habitual de que Comic-Con cada vez es más grande, está más saturado de gente y más invadido por las grandes corporaciones del entretenimiento (el propio Levi lo explica en una entrevista en The Hollywood Reporter).
La idea detrás de Nerd HQ es ofrecer una experiencia algo más relajada y personal de lo que puede ser la convención, pero para los que seguimos todo ese fin de semana desde casa, lo más interesante son las charlas. Bastantes de los mismos participantes en los paneles oficiales de Comic-Con se pasan luego por allí para participar en una conversación más informal en la que las preguntas las hacen directamente los fans. Casi toda la gente que va a Nerd HQ tiene una serie de televisión que promocionar, pero tampoco es raro que el panel consista sólo en dos clásicos de la convención como Alan Tudyk y Nathan Fillion charlando durante una hora. Si los participantes son dos o más de dos, ni siquiera hay moderador sobre el escenario; los asistentes conocen el modo en el que funciona todo, y la conversación suele ser bastante fluida. Hay menos preguntas de vergüenza ajena como las que se hacen en los paneles oficiales, y también hay algo más de espacio para que haya interacciones divertidas y se hagan tontunas variadas.
Por ejemplo, en la charla de "Sherlock", Mark Gatiss acaba siendo la revelación por su habilidad para sacarle punta a todo, mientras Bryan Fuller demuestra saber muy bien cómo hacer de maestro de ceremonias de la de "Hannibal". Richard Madden (Robb Stark en "Juego de tronos") tiene una conversación para él solo bastante interesante y simpática, y que acaban "saboteando" Matt Smith y Jenna Coleman ("Doctor Who") aprovechando la conexión personal que tienen con él (Madden y Coleman son novios, por si alguien no lo sabía), y Tatiana Maslany, Jordan Gavaris y Dylan Bruce tiraron de encanto para meterse en el bolsillo a los fans de "Orphan Black". Hasta hubo una charla con Evangeline Lilly, que estaba en San Diego porque será la elfa Tauriel en las dos siguientes partes de "El hobbit", y la ya tradicional con Joss Whedon. En Basura and TV recopilan unas cuantas de las series que pasaron por Comic-Con, enlazando en casi todas su panel oficial y la charla de Nerd HQ, y la diferencia de tono es bastante significativa. Y casi que mola más que esa convención extra-oficial se haga en un lateral del estadio de los San Diego Padres de béisbol.
P.D.: La foto de arriba se encuentra en esta entrada de FrikArte sobre el paso de "Orphan Black" por San Diego, y estos últimos días han aparecido un par de artículos en sendos blogs estadounidenses que pueden ayudarnos a hacernos una idea de cómo es ese evento por dentro. El primero es éste de BuzzFeed que sigue al reparto de "Arrow" durante su presencia allí, entre junkets de prensa, paneles y sesiones de firma de autógrafos, y el segundo es uno muy interesante en Grantland que cuenta cómo fue pasar todo el sábado en la sala más grande de la convención, el Hall H de los 6.500 asientos, que se reserva para los próximos taquillazos de Hollywood y para series convertidas en fenómenos pop tipo "The Walking Dead" y "Juego de tronos".
La idea detrás de Nerd HQ es ofrecer una experiencia algo más relajada y personal de lo que puede ser la convención, pero para los que seguimos todo ese fin de semana desde casa, lo más interesante son las charlas. Bastantes de los mismos participantes en los paneles oficiales de Comic-Con se pasan luego por allí para participar en una conversación más informal en la que las preguntas las hacen directamente los fans. Casi toda la gente que va a Nerd HQ tiene una serie de televisión que promocionar, pero tampoco es raro que el panel consista sólo en dos clásicos de la convención como Alan Tudyk y Nathan Fillion charlando durante una hora. Si los participantes son dos o más de dos, ni siquiera hay moderador sobre el escenario; los asistentes conocen el modo en el que funciona todo, y la conversación suele ser bastante fluida. Hay menos preguntas de vergüenza ajena como las que se hacen en los paneles oficiales, y también hay algo más de espacio para que haya interacciones divertidas y se hagan tontunas variadas.
Por ejemplo, en la charla de "Sherlock", Mark Gatiss acaba siendo la revelación por su habilidad para sacarle punta a todo, mientras Bryan Fuller demuestra saber muy bien cómo hacer de maestro de ceremonias de la de "Hannibal". Richard Madden (Robb Stark en "Juego de tronos") tiene una conversación para él solo bastante interesante y simpática, y que acaban "saboteando" Matt Smith y Jenna Coleman ("Doctor Who") aprovechando la conexión personal que tienen con él (Madden y Coleman son novios, por si alguien no lo sabía), y Tatiana Maslany, Jordan Gavaris y Dylan Bruce tiraron de encanto para meterse en el bolsillo a los fans de "Orphan Black". Hasta hubo una charla con Evangeline Lilly, que estaba en San Diego porque será la elfa Tauriel en las dos siguientes partes de "El hobbit", y la ya tradicional con Joss Whedon. En Basura and TV recopilan unas cuantas de las series que pasaron por Comic-Con, enlazando en casi todas su panel oficial y la charla de Nerd HQ, y la diferencia de tono es bastante significativa. Y casi que mola más que esa convención extra-oficial se haga en un lateral del estadio de los San Diego Padres de béisbol.
P.D.: La foto de arriba se encuentra en esta entrada de FrikArte sobre el paso de "Orphan Black" por San Diego, y estos últimos días han aparecido un par de artículos en sendos blogs estadounidenses que pueden ayudarnos a hacernos una idea de cómo es ese evento por dentro. El primero es éste de BuzzFeed que sigue al reparto de "Arrow" durante su presencia allí, entre junkets de prensa, paneles y sesiones de firma de autógrafos, y el segundo es uno muy interesante en Grantland que cuenta cómo fue pasar todo el sábado en la sala más grande de la convención, el Hall H de los 6.500 asientos, que se reserva para los próximos taquillazos de Hollywood y para series convertidas en fenómenos pop tipo "The Walking Dead" y "Juego de tronos".
24 julio 2013
La obsesión de Stephen Holder
ALERTA SPOILERS: Quedan dos capítulos para que termine la tercera temporada de "The Killing", pero si no habéis visto "Reckoning", el emitido el pasado domingo, es mejor que ni sigáis leyendo.
Los críticos estadounidenses, que fueron muy duros con "The Killing" durante sus dos primeras temporadas, han ablandado un poco sus posturas en esta tercera reconociendo que, aunque puede seguir habiendo ciertos problemas con la trama, la caracterización de todos los personajes ha mejorado bastante. Los chicos de la calle, los nuevos policías y hasta los carceleros del corredor de la muerte donde está encerrado Ray Seward tienen casi todos detalles que les confieren cierta tridimensionalidad y que hacen creíbles las historias que se cuentan sobre ellos, y en cuanto a los dos protagonistas, su relación se ha profundizado y ha seguido construyéndose sobre la base ya existente de los primeros 26 capítulos. Además, se ha dado una interesante inversión de los roles que Linden y Holder desempeñaron en el caso de Rosie Larsen; ahora es él el obsesionado, el que está asomándose a un precipicio de autodestrucción, mientras ella intenta traerlo de vuelta.
Al fin y al cabo, Linden ya cayó por ese agujero cuando investigó originalmente la muerte de Trisha Seward y estuvo muy cerca de repetirlo con Rosie. Ella reconoce en Holder todos los síntomas e intenta controlarlo, de modo similar a como él hacía con ella el año anterior. ¿Pero será eso suficiente? La temporada los ha puesto a prueba como compañeros un par de veces, incluyendo el secuestro de Linden a cargo del Padre Mike, y todas las emociones que el caso ha removido en ellos los lleva hasta ese amago de beso que, como Linden también sabe bien, es una equivocación. Holder buscaba ahí algo de consuelo, algo que le ayude a sobrellevar la carga de sentirse responsable de la muerte de Bullet (que era un personaje estupendo, por cierto), pero no hay modo de que otros puedan llevarla por él. El nuevo capitán lo sabe también cuando se queja de que el trabajo de detective de homicidios termina por destruirlos.
Lo más interesante es que ya conocemos al asesino en serie, pero el caso de Trisha Seward sigue sin estar resuelto, o Linden cree que no lo está. ¿Sospecha que Ray Seward era el primer asesino, y que Joe Mills continuó después su labor? ¿Hay alguna conexión entre ambos? ¿O serán esos cuatro anillos sin identificar los de Trisha? ¿Es Seward inocente de verdad? Este "Reckoning" ha destacado, además, por ser otro de los trabajos en televisión de Jonathan Demme, que deja un par de secuencias en el almacén de los trasteros realmente trepidantes y manejadas con mano muy experta. Y hasta con una iluminación realmente curiosa en el apartamento de Holder, con él iluminado y Linden, sentada a su lado en el sofá, en penumbra. A "The Killing" le ha sentado muy bien liberarse de la sombra de "Forbrydelsen", encontrando su propio camino incluso pese a mantener el mismo tono y el mismo estilo visual. ¿Le alcanzará todo esto, y el acuerdo de AMC para compartir la emisión con Netflix, para tener cuarta temporada?
Los críticos estadounidenses, que fueron muy duros con "The Killing" durante sus dos primeras temporadas, han ablandado un poco sus posturas en esta tercera reconociendo que, aunque puede seguir habiendo ciertos problemas con la trama, la caracterización de todos los personajes ha mejorado bastante. Los chicos de la calle, los nuevos policías y hasta los carceleros del corredor de la muerte donde está encerrado Ray Seward tienen casi todos detalles que les confieren cierta tridimensionalidad y que hacen creíbles las historias que se cuentan sobre ellos, y en cuanto a los dos protagonistas, su relación se ha profundizado y ha seguido construyéndose sobre la base ya existente de los primeros 26 capítulos. Además, se ha dado una interesante inversión de los roles que Linden y Holder desempeñaron en el caso de Rosie Larsen; ahora es él el obsesionado, el que está asomándose a un precipicio de autodestrucción, mientras ella intenta traerlo de vuelta.
Al fin y al cabo, Linden ya cayó por ese agujero cuando investigó originalmente la muerte de Trisha Seward y estuvo muy cerca de repetirlo con Rosie. Ella reconoce en Holder todos los síntomas e intenta controlarlo, de modo similar a como él hacía con ella el año anterior. ¿Pero será eso suficiente? La temporada los ha puesto a prueba como compañeros un par de veces, incluyendo el secuestro de Linden a cargo del Padre Mike, y todas las emociones que el caso ha removido en ellos los lleva hasta ese amago de beso que, como Linden también sabe bien, es una equivocación. Holder buscaba ahí algo de consuelo, algo que le ayude a sobrellevar la carga de sentirse responsable de la muerte de Bullet (que era un personaje estupendo, por cierto), pero no hay modo de que otros puedan llevarla por él. El nuevo capitán lo sabe también cuando se queja de que el trabajo de detective de homicidios termina por destruirlos.
Lo más interesante es que ya conocemos al asesino en serie, pero el caso de Trisha Seward sigue sin estar resuelto, o Linden cree que no lo está. ¿Sospecha que Ray Seward era el primer asesino, y que Joe Mills continuó después su labor? ¿Hay alguna conexión entre ambos? ¿O serán esos cuatro anillos sin identificar los de Trisha? ¿Es Seward inocente de verdad? Este "Reckoning" ha destacado, además, por ser otro de los trabajos en televisión de Jonathan Demme, que deja un par de secuencias en el almacén de los trasteros realmente trepidantes y manejadas con mano muy experta. Y hasta con una iluminación realmente curiosa en el apartamento de Holder, con él iluminado y Linden, sentada a su lado en el sofá, en penumbra. A "The Killing" le ha sentado muy bien liberarse de la sombra de "Forbrydelsen", encontrando su propio camino incluso pese a mantener el mismo tono y el mismo estilo visual. ¿Le alcanzará todo esto, y el acuerdo de AMC para compartir la emisión con Netflix, para tener cuarta temporada?
23 julio 2013
De viaje por el Cosmos
La televisión de los 80 fue algo más que las series de policías y abogados de Steven Bochco y David E. Kelley, o los dramas sobre los baby boomers de Edward Zwick y Marshall Herskovitz, o las comedias familiares de toda clase y condición. La televisión de los 80 también vivió la revolución del género documental para la pequeña pantalla y, específicamente, del modo en el que se trataba la ciencia gracias al estreno en PBS de "Cosmos". Esa serie documental estaba impulsada por uno de los mayores divulgadores de todos los tiempos, Carl Sagan, y a lo largo de 13 capítulos, acercó a un público muy amplio lo que era el Universo, su origen, nuestro papel en él y, especialmente, la noción de que no somos más que un punto pequeño en un sistema solar menor y periférico de una galaxia como hay miles de millones en el espacio.
Para unos cuantos espectadores ya veteranos, "Cosmos" representa una parte importante de su infancia, una ventana a un mundo maravilloso que ocupa un lugar muy especial de su memoria, así que imaginad la ola de escepticismo, como mínimo, que surgió cuando FOX anunció, en los upfronts del año pasado, que iban a hacer una continuación de la serie de Sagan y que, para más inri, la iba a producir Seth McFarlane. Y no, no hay ningún astrónomo que se llame igual que el creador de "Padre de familia". Pero curiosamente, uno de los intereses menos conocidos de McFarlane es, precisamente, la ciencia y el escepticismo ante las magufadas varias, y teniendo en cuenta el éxito de sus series animadas en FOX, no es nada raro que este proyecto haya nacido justo ahí. Para demostrar que sabe lo que está haciendo, McFarlane ha contado con Ann Druyan, divulgadora científica y viuda de Sagan (y que trabajó con él en el primer "Cosmos") y con otro gran divulgador como presentador, Neil DeGrasse Tyson, director del planetario Hayden de Nueva York y un fijo en "The Colbert Report" cada vez que tratan temas científicos (Stephen Colbert es otro gran aficionado a ellos, y al espacio).
Es una colección de nombres cuanto menos curiosa, porque también está por ahí el guionista Brannon Braga, pero está claro que se han tomado en serio lo de actualizar la serie, a juzgar por el trailer que presentaron en la última Comic-Con. Hay animaciones variadas, una nave futurista que representa la nave de la imaginación de la que hablaba Sagan a menudo, recreaciones diversas del espacio y la sensación de que este nuevo "Cosmos" puede ser, al menos, interesante de ver. Al parecer, FOX pretende estrenarlo en 2014, poco después de una SuperBowl que esta temporada retransmiten ellos, por lo que no sería extraño que anunciaran bastante la serie durante el evento. Desde luego, en Comic-Con da la sensación de que han tenido una presencia promocional bastante intensa.
22 julio 2013
La convención de las series
Allá por principios de los década de 2000 (o a lo mejor fue antes, pero yo no lo recuerdo), Comic-Con empezó a dejar de ser una convención internacional sobre cómics y a ser "invadida" poco a poco por los grandes estudios de Hollywood. Las películas de superhéroes estaban iniciando su dominio actual entre los blockbusters, así que las majors querían aprovechar la plataforma promocional de Comic-Con para empezar a presentarlas y, por lo menos, para generar algo de curiosidad entre su público potencial. La respuesta de los asistentes a estos proyectos, algunos muy esperados, era tan entusiasta, que Hollywood fue utilizando cada vez más la convención para lanzar las campañas publicitarias de sus grandes películas, algunas con un año de antelación. Probablemente, el punto de saturación llegó con la saga "Crepúsculo", que llenó el primer día de fans histéricas y colas multitudinarias para entrar en el famoso Hall H, la sala más grande, con capacidad para unas 6.500 personas, hasta el año pasado.
Sin embargo, más o menos coincidiendo con la huelga de guionistas de 2007/08 y sus consecuencias de rodajes y estrenos retrasados, los estudios también comenzaron a replantearse su estrategia promocional allí, y hubo algún año en el que su presencia fue más bien testimonial, sujeta a que realmente tuvieran algún título que pudieran llevar allí. Ese momento fue aprovechado por las series de televisión, que ya llevaban un tiempo apareciendo por San Diego, para ir ganando terreno sobre los éxitos que tuvieron en su momento los paneles de "Perdidos", que eran siempre de lo más destacado del evento. Desde hace un par de años, de hecho, da la sensación de que son las series las que suscitan más interés, a no ser que ocurra como este año y tengamos a Warner, Fox y Marvel en dura pugna por ver quién anuncia más cosas sobre las próximas entregas de Superman y Batman, de Spiderman y los X-Men y de los Vengadores y los Guardianes de la Galaxia.
La saga de "Los juegos del hambre" intenta llenar el hueco de "Crepúsculo" en cuanto a fenómeno adolescente, pero no es lo mismo (gracias a Dios), y al final, no es nada raro que entre las listas de los mejores momentos de Comic-Con no se cuelen los paneles de "The Walking Dead", "Juego de tronos" o "Doctor Who" en medio de las películas que aspiran a ser los próximos taquillazos. Cuanto esta tendencia empezó a notarse con más claridad, hace a lo mejor tres o cuatro años, algunos periodistas apuntaron que era lógico que la televisión terminara convirtiéndose en la estrella de Comic-Con porque las series, al igual que los cómics, eran algo que continuaba en el tiempo, lo que facilitaba la fidelización de los seguidores y el interés de éstos por saber qué iba a pasar en la siguiente temporada. De hecho, mientras Hollywood puede preguntarse si merece la pena ir a la convención, las series parecen ni planteárselo, ampliando cada año su presencia y hasta llevando títulos que, a priori, no pegan nada en San Diego, como "Glee" o "Cómo conocí a vuestra madre" (aunque aquí están Dr. Horrible, Willow Rosenberg y la agente de SHIELD Maria Hill).
Para las series, Comic-Con es una gran oportunidad bien para presentarse en sociedad (se proyectan siempre varios pilotos el miércoles, como festividad previa) o bien para generar expectación ante sus nuevas temporadas. Sus fans están más dedicados que los de las películas, en general (y con la excepción de las sagas), justo por esa continuidad durante años y años que crea una relación más íntima, como si dijéramos, y más intensa con el producto, y tal vez este incremento en la participación de las series y en el interés por ellas ha ayudado a que se hagan conocidas otras convenciones que se celebran durante el resto del año lejos de San Diego, como la Comic-Con de Nueva York en octubre, la DragonCon en Atlanta o la WonderCon en San Francisco (además de la sucursal del evento del sur de California en Londres). Todas ellas ayudan a generar una relación con los fans, a cultivarla y, como decía Damon Lindelof en el artículo enlazado antes sobre la importancia de la convención, hasta pueden salvarla de la cancelación. Que se lo digan a "Chuck".
Música de la semana: En Comic-Con se presentaba oficialmente la película de "Veronica Mars", resucitada precisamente gracias a la dedicación, y el dinero, de sus fans vía una campaña de Kickstarter, así que nuestra canción semanal va a ser la que abría sus créditos, "We used to be friends", de The Dandy Warhols (y que se había escuchado antes en "The OC").
Sin embargo, más o menos coincidiendo con la huelga de guionistas de 2007/08 y sus consecuencias de rodajes y estrenos retrasados, los estudios también comenzaron a replantearse su estrategia promocional allí, y hubo algún año en el que su presencia fue más bien testimonial, sujeta a que realmente tuvieran algún título que pudieran llevar allí. Ese momento fue aprovechado por las series de televisión, que ya llevaban un tiempo apareciendo por San Diego, para ir ganando terreno sobre los éxitos que tuvieron en su momento los paneles de "Perdidos", que eran siempre de lo más destacado del evento. Desde hace un par de años, de hecho, da la sensación de que son las series las que suscitan más interés, a no ser que ocurra como este año y tengamos a Warner, Fox y Marvel en dura pugna por ver quién anuncia más cosas sobre las próximas entregas de Superman y Batman, de Spiderman y los X-Men y de los Vengadores y los Guardianes de la Galaxia.
La saga de "Los juegos del hambre" intenta llenar el hueco de "Crepúsculo" en cuanto a fenómeno adolescente, pero no es lo mismo (gracias a Dios), y al final, no es nada raro que entre las listas de los mejores momentos de Comic-Con no se cuelen los paneles de "The Walking Dead", "Juego de tronos" o "Doctor Who" en medio de las películas que aspiran a ser los próximos taquillazos. Cuanto esta tendencia empezó a notarse con más claridad, hace a lo mejor tres o cuatro años, algunos periodistas apuntaron que era lógico que la televisión terminara convirtiéndose en la estrella de Comic-Con porque las series, al igual que los cómics, eran algo que continuaba en el tiempo, lo que facilitaba la fidelización de los seguidores y el interés de éstos por saber qué iba a pasar en la siguiente temporada. De hecho, mientras Hollywood puede preguntarse si merece la pena ir a la convención, las series parecen ni planteárselo, ampliando cada año su presencia y hasta llevando títulos que, a priori, no pegan nada en San Diego, como "Glee" o "Cómo conocí a vuestra madre" (aunque aquí están Dr. Horrible, Willow Rosenberg y la agente de SHIELD Maria Hill).
Para las series, Comic-Con es una gran oportunidad bien para presentarse en sociedad (se proyectan siempre varios pilotos el miércoles, como festividad previa) o bien para generar expectación ante sus nuevas temporadas. Sus fans están más dedicados que los de las películas, en general (y con la excepción de las sagas), justo por esa continuidad durante años y años que crea una relación más íntima, como si dijéramos, y más intensa con el producto, y tal vez este incremento en la participación de las series y en el interés por ellas ha ayudado a que se hagan conocidas otras convenciones que se celebran durante el resto del año lejos de San Diego, como la Comic-Con de Nueva York en octubre, la DragonCon en Atlanta o la WonderCon en San Francisco (además de la sucursal del evento del sur de California en Londres). Todas ellas ayudan a generar una relación con los fans, a cultivarla y, como decía Damon Lindelof en el artículo enlazado antes sobre la importancia de la convención, hasta pueden salvarla de la cancelación. Que se lo digan a "Chuck".
Música de la semana: En Comic-Con se presentaba oficialmente la película de "Veronica Mars", resucitada precisamente gracias a la dedicación, y el dinero, de sus fans vía una campaña de Kickstarter, así que nuestra canción semanal va a ser la que abría sus créditos, "We used to be friends", de The Dandy Warhols (y que se había escuchado antes en "The OC").
19 julio 2013
Los Emmy musicales
Es posible que ya no queráis leer nada más sobre las nominaciones a los Emmy hasta septiembre, pero aparte de las categorías que todo el mundo comenta, hay otras enterradas por ahí (de las que se entregan en los Creative Emmy Awards, una semana antes de la gala principal) que a veces dejan cosas curiosas o simpáticas. Como hoy es viernes, y este blog casi ha convertido en tradición reciente celebrarlo con alguna entrada musical, vamos a echar un vistazo a algunos de los nominados en las categorías relacionadas con la música (no banda sonora, ésa es un desastre habitualmente, como repasan en Domingo de Cine), empezando por la que más encaja en estos "viernes musicales", la de mejor canción original.
Ahí encontramos a todo un clásico moderno como Alan Menken, conocido sobre todo por sus bandas sonoras para Disney, que está nominado por una canción paródica de Broadway para "The Neighbors", y que podría convertirse en una de las pocas personas en tener un EGOT (Emmy, Grammy, Oscar y Tony). Sus rivales para ello son dos temas de "Smash" ("Hang the moon" y "I heard your voice in a dream"), la cachonda "The rural juror" de "30 Rock" (que debería ganar sólo por tener esa letra tan loca), "Nothing in this world will ever break my heart again", de "Nashville", y la ya habitual canción de los premios Tony, "If I had time", que en este caso era una de ésas que se escriben según avanza la gala y Neil Patrick Harris canta luego al final, como resumen. Es un grupo bastante variado y, la verdad, bastante simpático, y confieso que estaría bien que ganara "30 Rock" y que los productores se atrevieran a sacar a Jane Krakowski cantándola en la gala importante, no la de los Creative Emmys.
Las otras dos categorías más curiosas son las que reconocen a la sintonía de las series y al diseño de los títulos de crédito, categorías que han estado más de una vez a punto de "morir" porqure la Academia consideraba que era un "arte" en decadencia. No es así, y la verdad es que hay nominados este año realmente interesantes. En la mejor música de la cabecera vemos por partida doble a Nathan Barr, candidato por "The Americans" y por "Hemlock Grove" (y que es un compositor muy interesante, otro salido del "taller" de Hans Zimmer), a Brian Keane por "Copper", a Bear McCreary por "Da Vinci's Demons", a Sean Callery por "Elementary" y a Jeff Beal por "House of Cards". Todos son veteranos de la televisión, y todas las nominadas son opciones bastante diferentes. Podrían haber entrado otras, claro, pero no es un mal grupo.
Y en esto de los créditos, hay una categoría aparte que reconoce el diseño de la cabecera, y no sólo la sintonía. Al igual que en la anterior, sólo participan series estrenadas esa temporada, y este año están nominadas "American Horror Story: Asylum" (que hace trampa con eso de ser una antología), las ya mencionadas "Da Vinci's Demons" y "Elementary", "The newsroom" (antes de que sufriera un cambio radical para la segunda temporada), "Vikings" y, atentos, "Halo 4: Forward unto dawn", una webserie en acción real producida para el lanzamiento del videojuego y que se vio en Machinima, el mismo canal de YouTube que emitió "Battlestar Galactica: Blood & Chrome". Ésta por cierto, tiene varias nominaciones a los mejores efectos visuales, y creo que esto sí que es más destacable que no que Netflix haya entrado con "House of Cards". Como decían en Tuned In, los nombres de David Fincher y Kevin Spacey pesaban demasiado como para no prestarles atención.
P.D.: El vídeo de arriba, por cierto, corresponde a "It's just not for gays anymore", la canción de apertura de los Tony de 2011, que se llevó el Emmy el año pasado.
18 julio 2013
Lo nuevo, lo viejo y lo prestado
Las nominaciones de los Emmy suelen ser una "bestia" muy particular, determinadas por ese modo de votación que permite que se reconozcan series por sólo un capítulo, o que se nominen actores sólo porque son más famosos que el resto de sus competidores. No es raro que estén repletas de candidaturas elegidas con el "piloto automático" (porque ya estuvieron nominados en años anteriores, aunque fuera por otras series), otras movidas simplemente por el ruido mediático generado a su alrededor (a Melissa McCarthy le vino muy bien la gran visibilidad que le dio "Bridesmaids") y otras, las menos, que realmente reconocen trabajos que lo merecen y que, generalmente, representan un soplo de aire fresco que siempre es bienvenido.
Este año, lo más destacado es que, finalmente, Netflix sí ha conseguido colar "House of cards" y "Arrested development" en varias categorías y, de hecho, la primera puede hacer mucho ruido y trastocar muchas previsiones en la gala de septiembre. Ha habido algunas inclusiones realmente interesantes (y otras, directamente aburridas) entre las principales nominaciones y, en general, lo que tenemos es la mezcla de aciertos y errores de todas las ediciones. Si queréis ver la lista completa de nominados, está disponible en la web oficial de los Emmy, porque lo que sigue no es más que unos comentarios totalmente especulativos sobre las categorías principales.
DRAMA: Era la categoría en la que se preveía una mayor revolución y, en parte, así ha sido. "House of cards" es una amenaza a tener en cuenta para la defensora del título, "Homeland", y para dos candidatas pujantes como "Breaking Bad" y "Juego de tronos" (que ha tenido 16 nominaciones totales), y su inclusión ha dejado fuera finalmente a "Boardwalk Empire", una serie que HBO hizo para arrasar en los Emmy y que ha tenido muy poca suerte en ellos.
ACTORES DRAMA: Con su mera inclusión entre los actores protagonistas, Kevin Spacey se ha convertido en el gran favorito para llevarse el Emmy, gracias a esos monólogos a cámara de "House of cards". Jeff Daniels también ha hecho valer su nombre para darle a "The Newsroom" una candidatura un poco por sorpresa, y entre los secundarios, Mandy Patinkin y Bobby Cannavale han sido dos de las sorpresas agradables. Y ojo al segundo, que su Gyp Rosetti puede darle un buen susto a Aaron Paul, vigente ganador del Emmy.
ACTRIZ DRAMA: La categoría de actrices protagonistas ha hecho que muchos se tiraran de los pelos al ver cómo Kerry Washington desbancaba a Julianna Margulies, aprovechando que "Scandal" ha sido el fenómeno del año y que ha estado en absolutamente todas las portadas. El campo se ha abierto a siete nominadas, dejando espacio para Vera Farmiga ("Bates Motel") y Robin Wright ("House of cards"), pero no el suficiente para que a los Emmy les sonara un poco el nombre de Tatiana Maslany ("Orphan Black"). Las secundarias dejan también dos inclusiones de las que se hablaba mucho, pero que estaba por ver que realmente tuvieran opciones como Morena Baccarin y Emilia Clarke. ¿Quiere esto decir que "Homeland" y "Juego de tronos" pelearán por el premio gordo?
COMEDIA: Estas categorías llevan un par de años siendo un "más de lo mismo" del que apenas se salva que "Louie" está ahí para contentar a los críticos, que llevan un par de temporadas saludándola como la mejor comedia en emisión. De todos modos, todo parece indicar que, o "30 Rock" se lleva un Emmy de despedida, o "Modern family" igualará los cuatro premios seguidos de "Cheers".
ACTORES DE COMEDIA: Jason Bateman pone aquí el breve reconocimiento para "Arrested development", que fue de las fijas en los Emmy durante las tres temporadas en las que se emitió originalmente en FOX, y de hecho es la única novedad entre los protagonistas. En los secundarios, sin embargo, Adam Driver da la sorpresa por "Girls", y Bill Hader sucede a Kristen Wiig como nominado de "Saturday Night Live".
ACTRICES DE COMEDIA: Tanto protagonistas como secundarias son casi un calco de las nominaciones del año pasado, excepto el regreso de Jane Lynch por "Glee" y la entrada de Anna Chlumsky por "Veep". Y que Laura Dern haya "echado" a Zooey Deschanel, cuya "New Girl" no ha podido retener el afecto que los Emmy le concedieron el año pasado.
Por lo demás, hay cosas curiosas en el resto de categorías, como la nominación doble de Elisabeth Moss por "Mad Men" y "Top of the lake" o que "American Horror Story" vaya a pelear por arrasar en miniseries y tv movies con "La Biblia" y "Behind the candelabra". Lo dicho, la mezcla que han logrado los Emmy es realmente digna de estudio.
Este año, lo más destacado es que, finalmente, Netflix sí ha conseguido colar "House of cards" y "Arrested development" en varias categorías y, de hecho, la primera puede hacer mucho ruido y trastocar muchas previsiones en la gala de septiembre. Ha habido algunas inclusiones realmente interesantes (y otras, directamente aburridas) entre las principales nominaciones y, en general, lo que tenemos es la mezcla de aciertos y errores de todas las ediciones. Si queréis ver la lista completa de nominados, está disponible en la web oficial de los Emmy, porque lo que sigue no es más que unos comentarios totalmente especulativos sobre las categorías principales.
DRAMA: Era la categoría en la que se preveía una mayor revolución y, en parte, así ha sido. "House of cards" es una amenaza a tener en cuenta para la defensora del título, "Homeland", y para dos candidatas pujantes como "Breaking Bad" y "Juego de tronos" (que ha tenido 16 nominaciones totales), y su inclusión ha dejado fuera finalmente a "Boardwalk Empire", una serie que HBO hizo para arrasar en los Emmy y que ha tenido muy poca suerte en ellos.
ACTORES DRAMA: Con su mera inclusión entre los actores protagonistas, Kevin Spacey se ha convertido en el gran favorito para llevarse el Emmy, gracias a esos monólogos a cámara de "House of cards". Jeff Daniels también ha hecho valer su nombre para darle a "The Newsroom" una candidatura un poco por sorpresa, y entre los secundarios, Mandy Patinkin y Bobby Cannavale han sido dos de las sorpresas agradables. Y ojo al segundo, que su Gyp Rosetti puede darle un buen susto a Aaron Paul, vigente ganador del Emmy.
ACTRIZ DRAMA: La categoría de actrices protagonistas ha hecho que muchos se tiraran de los pelos al ver cómo Kerry Washington desbancaba a Julianna Margulies, aprovechando que "Scandal" ha sido el fenómeno del año y que ha estado en absolutamente todas las portadas. El campo se ha abierto a siete nominadas, dejando espacio para Vera Farmiga ("Bates Motel") y Robin Wright ("House of cards"), pero no el suficiente para que a los Emmy les sonara un poco el nombre de Tatiana Maslany ("Orphan Black"). Las secundarias dejan también dos inclusiones de las que se hablaba mucho, pero que estaba por ver que realmente tuvieran opciones como Morena Baccarin y Emilia Clarke. ¿Quiere esto decir que "Homeland" y "Juego de tronos" pelearán por el premio gordo?
COMEDIA: Estas categorías llevan un par de años siendo un "más de lo mismo" del que apenas se salva que "Louie" está ahí para contentar a los críticos, que llevan un par de temporadas saludándola como la mejor comedia en emisión. De todos modos, todo parece indicar que, o "30 Rock" se lleva un Emmy de despedida, o "Modern family" igualará los cuatro premios seguidos de "Cheers".
ACTORES DE COMEDIA: Jason Bateman pone aquí el breve reconocimiento para "Arrested development", que fue de las fijas en los Emmy durante las tres temporadas en las que se emitió originalmente en FOX, y de hecho es la única novedad entre los protagonistas. En los secundarios, sin embargo, Adam Driver da la sorpresa por "Girls", y Bill Hader sucede a Kristen Wiig como nominado de "Saturday Night Live".
ACTRICES DE COMEDIA: Tanto protagonistas como secundarias son casi un calco de las nominaciones del año pasado, excepto el regreso de Jane Lynch por "Glee" y la entrada de Anna Chlumsky por "Veep". Y que Laura Dern haya "echado" a Zooey Deschanel, cuya "New Girl" no ha podido retener el afecto que los Emmy le concedieron el año pasado.
Por lo demás, hay cosas curiosas en el resto de categorías, como la nominación doble de Elisabeth Moss por "Mad Men" y "Top of the lake" o que "American Horror Story" vaya a pelear por arrasar en miniseries y tv movies con "La Biblia" y "Behind the candelabra". Lo dicho, la mezcla que han logrado los Emmy es realmente digna de estudio.
17 julio 2013
El este del Edén
No hace mucho, The Guardian publicó un reportaje en el que exponía cómo no pocas actrices de Hollywood habían empezado a escribir sus propios papeles ante la escasez de personajes decentes para ellas (que es una de las razones de que unas cuantas hayan acabado pasándose a la televisión, y no sólo las que superan los 40 años). Entre los ejemplos que mencionaba incluía a Brit Marling, que forma parte de una interesante colaboración con dos directores, Mike Cahill y Zal Batmanglij, con los que co-escribe las películas que, después, ella protagoniza. Con el primero debutó con una muy interesante obra de ciencia ficción como "Otra Tierra", y con el segundo estrenó hace poco su segunda película juntos, "The East", una historia con la que parecen estar haciendo algo más de ruido porque ha terminado teniendo algún que otro paralelismo con la saga de Edward Snowden y el espionaje mundial de la NSA estadounidense.
"The East" toca dos temas poco tratados en el cine de Hollywood como el ecoterrorismo y las empresas privadas de seguridad e inteligencia, compañías que están subcontratadas a veces por los mismos gobiernos para realizar las tareas que antes hacía la CIA, por ejemplo. Esas empresas son grandes fantasmas con mucho poder y que alcanzan casi cualquier lugar del mundo en el que sus clientes tengan algún "problema" que solucionar. En medio de esto nos encontramos con una ex agente del FBI que se ha pasado al sector privado porque, evidentemente, paga mejor, y que debe infiltrarse en un grupo de ecoterroristas. La cinta es en su mayor parte un thriller de espías, pero está festoneada de otros detalles, como las connotaciones un poco sectarias que tiene a veces The East (que es como se llama ese grupo), la frialdad corporativa de la empresa de inteligencia o los propios principios de Jane/Sarah, la protagonista.
Una crítica de la película (ahora no recuerdo dónde) decía que era fácil ver "The East" como un vehículo de lucimiento para Matt Damon, o hasta Leonardo DiCaprio, que habría sido lo más habitual, y que tener a una mujer en su centro ya era un toque diferenciador. No le falta razón, pero es también el modo en el que se cuenta toda la historia y en el que se dibuja a los personajes lo que le confiere su solidez y su interés. Es recomendable verla sabiendo lo mínimo imprescindible, y no esperar una película indie de tesis, a lo arte y ensayo, porque no es así. El punto de vista de Marling y Batmanglij está, evidentemente, influenciado por sus estudios y su experiencia en la universidad de Georgetown (ella se licenció en Económicas), además de por su gusto, reconocido en varias entrevistas, por los thrillers de los 70, películas que entretenían al mismo tiempo que planteaban al espectador preguntas sobre temas de relevancia. Pero "The East" no deja de ser una cinta de espías que mantiene un buen suspense y cuyo final puede discutirse, pero que también "vende" el que termina siendo el principal tema de la historia, que es nuestra responsabilidad y nuestro libre albedrío como individuos.
"The East" toca dos temas poco tratados en el cine de Hollywood como el ecoterrorismo y las empresas privadas de seguridad e inteligencia, compañías que están subcontratadas a veces por los mismos gobiernos para realizar las tareas que antes hacía la CIA, por ejemplo. Esas empresas son grandes fantasmas con mucho poder y que alcanzan casi cualquier lugar del mundo en el que sus clientes tengan algún "problema" que solucionar. En medio de esto nos encontramos con una ex agente del FBI que se ha pasado al sector privado porque, evidentemente, paga mejor, y que debe infiltrarse en un grupo de ecoterroristas. La cinta es en su mayor parte un thriller de espías, pero está festoneada de otros detalles, como las connotaciones un poco sectarias que tiene a veces The East (que es como se llama ese grupo), la frialdad corporativa de la empresa de inteligencia o los propios principios de Jane/Sarah, la protagonista.
Una crítica de la película (ahora no recuerdo dónde) decía que era fácil ver "The East" como un vehículo de lucimiento para Matt Damon, o hasta Leonardo DiCaprio, que habría sido lo más habitual, y que tener a una mujer en su centro ya era un toque diferenciador. No le falta razón, pero es también el modo en el que se cuenta toda la historia y en el que se dibuja a los personajes lo que le confiere su solidez y su interés. Es recomendable verla sabiendo lo mínimo imprescindible, y no esperar una película indie de tesis, a lo arte y ensayo, porque no es así. El punto de vista de Marling y Batmanglij está, evidentemente, influenciado por sus estudios y su experiencia en la universidad de Georgetown (ella se licenció en Económicas), además de por su gusto, reconocido en varias entrevistas, por los thrillers de los 70, películas que entretenían al mismo tiempo que planteaban al espectador preguntas sobre temas de relevancia. Pero "The East" no deja de ser una cinta de espías que mantiene un buen suspense y cuyo final puede discutirse, pero que también "vende" el que termina siendo el principal tema de la historia, que es nuestra responsabilidad y nuestro libre albedrío como individuos.
16 julio 2013
Las cabeceras cambiantes
No hace mucho comentábamos la peculiar situación en la que se encuentra "The Newsroom" en su segunda temporada, una situación en la que los numerosos críticos que destrozaron prácticamente sus primeros episodios tendrán ocasión de ver si los retoques que ha introducido Aaron Sorkin la acercan más a sus gustos, o la hacen mejorar y situarla más cerca de las expectativas que había a su alrededor antes del estreno. Los cambios se notan ya desde sus títulos de crédito, y eso lleva a que recordemos otras series que hicieron algo similar con su cabecera entre temporadas.
"The Newsroom"
La serie de HBO ha renovado sus créditos, como decimos, para la segunda temporada, y lo cierto es que es un cambio para mejor. Tanto la nueva versión de la sintonía de Thomas Newman como las imágenes la entroncan más con la imagen actual de la cadena y le dan un aire más urbano y modero (y hasta más de "informativo"). La cabecera de la primera temporada no hacía más que reforzar la sensación de que, en realidad, "The Newsroom" era una serie de NBC de 2004, y con este cambio, al menos, se intenta sacudirse de encima dicha sensación. Por cierto, que es ya la tercera vez que se retocan los créditos, pues antes de su estreno se trabajaba con éstos, que sufrieron ligeras modificaciones para "modernizarlos" un poco.
"Smash"
El caso del drama musical de NBC seguía más la idea de mostrar una serie casi nueva de la segunda a la primera temporada, teniendo en cuenta los cambios detrás de las cámaras que había habido. En sus primeros episodios, "Smash" no había tenido una cabecera como tal, nada más que su título y el sonido de una orquesta afinando (que en el último capítulo de la temporada pasaba a ser la obertura de "Bombshell"), y para la segunda se le dio una secuencia tradicional apar representar, como decíamos, los cambios hechos durante el verano. No es la única serie en problemas que ha hecho esto para intentar atraer nuevos espectadores. Sin ir más lejos, el remake de "Prime suspect" de NBC pasó de lucir sólo su título (recordando mucho a la original inglesa) a comenzar con una secuencia de créditos convencional allá por la mitad de su única temporada. Las modificaciones no funcionaron en ningún caso.
"Veronica Mars"
En la tercera temporada, "Veronica Mars" estrenaba nueva cadena, mudándose de UPN a The CW, y su protagonista empezaba la universidad, así que se descartó la cabecera habitual, de aire más juvenil, por otra más noir y más adulta, como si dijéramos. Los fans no estuvieron muy contentos con el cambio, como tampoco lo estuvieron con el descarte de la estructura habitual de las temporadas (en las que Verónica investigaba un caso durante 20 capítulos) en favor de otra de arcos más cortos y episodios autoconclusivos que no la salvó de la cancelación. Con el paso del tiempo, no obstante, esos créditos más estilizados de la tercera entrega han ido ganando más adeptos.
"Big Love"
La familia polígama de HBO decidió cambiar su cabecera en su cuarta temporada, pasando de la muy clara del principio a otra más poética, como quien dice. La razón detrás de ello estaba en la evolución del tono de la serie, más dramático, y también en el propósito de no quedarse estancado en lo mismo de siempre. Los dos créditos funcionan igual de bien, aunque es verdad que resulta difícil superar el tema de los Beach Boys que abría "Big Love" al principio, y que resumía tan bien su trama, que parecía escrito a propósito para ella.
"Fringe"
La serie de ciencia ficción de Fox saltaba entre universos y líneas temporales a menudo en la misma temporada, sí que no era raro que cambiara el color de su cabecera original para indicar al espectador dónde estaba en cada momento (hasta hicieron una versión ochentera). En la quinta entrega, el cambio de escenario era tan radical, que los créditos se modificaron consecuentemente, aunque la sintonía compuesta por J.J. Abrams se mantuviera. Un poco en esta línea se mueve también "Juego de tronos", cuyo mapa de la cabecera va variando para incluir las diferentes ciudades que se ven en cada capítulo.
Evidentemente, hay muchos casos de series que cambiaron en algún momento su sintonía, o cuyos créditos iban evolucionando con cada temporada ("The Wire" es el caso paradigmático, y luego estaba "Weeds" con sus nuevas versiones en cada episodio), y unos cuantos se recogen en esta entrada de The AV Club.
"The Newsroom"
La serie de HBO ha renovado sus créditos, como decimos, para la segunda temporada, y lo cierto es que es un cambio para mejor. Tanto la nueva versión de la sintonía de Thomas Newman como las imágenes la entroncan más con la imagen actual de la cadena y le dan un aire más urbano y modero (y hasta más de "informativo"). La cabecera de la primera temporada no hacía más que reforzar la sensación de que, en realidad, "The Newsroom" era una serie de NBC de 2004, y con este cambio, al menos, se intenta sacudirse de encima dicha sensación. Por cierto, que es ya la tercera vez que se retocan los créditos, pues antes de su estreno se trabajaba con éstos, que sufrieron ligeras modificaciones para "modernizarlos" un poco.
"Smash"
El caso del drama musical de NBC seguía más la idea de mostrar una serie casi nueva de la segunda a la primera temporada, teniendo en cuenta los cambios detrás de las cámaras que había habido. En sus primeros episodios, "Smash" no había tenido una cabecera como tal, nada más que su título y el sonido de una orquesta afinando (que en el último capítulo de la temporada pasaba a ser la obertura de "Bombshell"), y para la segunda se le dio una secuencia tradicional apar representar, como decíamos, los cambios hechos durante el verano. No es la única serie en problemas que ha hecho esto para intentar atraer nuevos espectadores. Sin ir más lejos, el remake de "Prime suspect" de NBC pasó de lucir sólo su título (recordando mucho a la original inglesa) a comenzar con una secuencia de créditos convencional allá por la mitad de su única temporada. Las modificaciones no funcionaron en ningún caso.
"Veronica Mars"
En la tercera temporada, "Veronica Mars" estrenaba nueva cadena, mudándose de UPN a The CW, y su protagonista empezaba la universidad, así que se descartó la cabecera habitual, de aire más juvenil, por otra más noir y más adulta, como si dijéramos. Los fans no estuvieron muy contentos con el cambio, como tampoco lo estuvieron con el descarte de la estructura habitual de las temporadas (en las que Verónica investigaba un caso durante 20 capítulos) en favor de otra de arcos más cortos y episodios autoconclusivos que no la salvó de la cancelación. Con el paso del tiempo, no obstante, esos créditos más estilizados de la tercera entrega han ido ganando más adeptos.
"Big Love"
La familia polígama de HBO decidió cambiar su cabecera en su cuarta temporada, pasando de la muy clara del principio a otra más poética, como quien dice. La razón detrás de ello estaba en la evolución del tono de la serie, más dramático, y también en el propósito de no quedarse estancado en lo mismo de siempre. Los dos créditos funcionan igual de bien, aunque es verdad que resulta difícil superar el tema de los Beach Boys que abría "Big Love" al principio, y que resumía tan bien su trama, que parecía escrito a propósito para ella.
"Fringe"
La serie de ciencia ficción de Fox saltaba entre universos y líneas temporales a menudo en la misma temporada, sí que no era raro que cambiara el color de su cabecera original para indicar al espectador dónde estaba en cada momento (hasta hicieron una versión ochentera). En la quinta entrega, el cambio de escenario era tan radical, que los créditos se modificaron consecuentemente, aunque la sintonía compuesta por J.J. Abrams se mantuviera. Un poco en esta línea se mueve también "Juego de tronos", cuyo mapa de la cabecera va variando para incluir las diferentes ciudades que se ven en cada capítulo.
Evidentemente, hay muchos casos de series que cambiaron en algún momento su sintonía, o cuyos créditos iban evolucionando con cada temporada ("The Wire" es el caso paradigmático, y luego estaba "Weeds" con sus nuevas versiones en cada episodio), y unos cuantos se recogen en esta entrada de The AV Club.
15 julio 2013
El mundo no es de los frikis
Uno de los estrenos más esperados del verano era "Pacific Rim", la película kaiju de Guillermo del Toro en la que robots gigantes se enfrentan a monstruos gigantes en la mejor tradición de Godzilla. Ha tenido unas críticas sensacionales en Estados Unidos que destacan que devuelve la diversión a los blockbusters veraniegos de los últimos tiempos, demasiado nolanizados, pero el batacazo que se ha dado en taquilla ante una tontería como "Niños grandes 2" (y "Gru 2") ha llevado a bastantes analistas de la industria hollywoodiense a preguntase si no era demasiado friki para aspirar a tener un primer fin de semana de récord. De hecho, desde abril se sucedían los agoreros que predecían que "Pacific Rim" iba a ser un fracaso porque estaba orientada a un nicho más bien pequeño de espectadores, y las voces pesimistas se hicieron tan frecuentes, que The Beat llegó a preguntarse si es que no había alguien interesado en hundirla antes de su estreno.
Lo curioso de este fracaso en taquilla es que llega en un verano en el que varias apuestas de gran presupuesto de las majors (por encima de los 100 millones de dólares) se han dado una buena torta en la taquilla. "White House down", "After Earth" y "El llanero solitario" (otro "John Carter" para Disney sólo un año después de aquella) casi han hecho que los fracasos de julio hayan hecho olvidar unos mayo y junio en los que Hollywood se frotó las manos con los éxitos de "Monstruos University", "El hombre de acero" y "Star Trek: En la oscuridad", pero con ésta última se da una curiosa circunstancia en España que puede unirla a las cuitas de la cinta de Del Toro. Si a esa se le echa de culpa de ser demasiado de frikis (y de estar promocionada demasiado como un "Transformers" con bichos extraterrestres), algo similar pasa con "Star Trek" en nuestro país, que para gran parte del público tiene unas connotaciones demasiado frikis.
Asumamos que, por mucho que los medios americanos no se cansen de decir que la cultura pop mainstream se ha ido volviendo más friki, no es algo tan mayoritario ni es del todo cierto. Esos frikis que en teoría dominan ahora el mundo son los que adoran "The Big Bang theory" y creen que que una serie haga dos referencias a "Buffy" y una a "El Señor de los Anillos" es de ser muy friki, pero no es cierto. O, al menos, ésa es la percepción que se tiene en España, donde ya eres un friki por reconocer que viste la trilogía original de "La guerra de las galaxias" cuando eras pequeño, y varias veces. Si Sheldon Cooper, y no Bill Haverchuck, por ejemplo, es el epítome de lo friki, podemos hacernos una idea de por qué "Star Trek" no ha funcionado en la taquilla española (además de que estrenarla dos meses más tarde no ha sido, probablemente, la mejor decisión para una película de este estilo).
Como en todo, en esto del frikismo hay un lado mainstream y un lado hardcore minoritario, y parece que "Pacific Rim" ha caído más del segundo que del primero. También es cierto que Internet distorsiona la percepción que podemos tener del público para un determinado producto. El 80% de los blogs y las webs cinéfilas pueden pensar que robots contra monstruos es un evento imprescindible del verano, pero es posible que ellos representen igual el 15% de lo que cree el público general. "Serpientes en el avión" ya ejemplificó muy bien que no hay que fiarse de lo que Internet opine sobre un tema concreto, y mucho menos cuando involucra monstruos, a Samuel L. Jackson o a cualquier cosa que haga J.J. Abrams.
Lo curioso de este fracaso en taquilla es que llega en un verano en el que varias apuestas de gran presupuesto de las majors (por encima de los 100 millones de dólares) se han dado una buena torta en la taquilla. "White House down", "After Earth" y "El llanero solitario" (otro "John Carter" para Disney sólo un año después de aquella) casi han hecho que los fracasos de julio hayan hecho olvidar unos mayo y junio en los que Hollywood se frotó las manos con los éxitos de "Monstruos University", "El hombre de acero" y "Star Trek: En la oscuridad", pero con ésta última se da una curiosa circunstancia en España que puede unirla a las cuitas de la cinta de Del Toro. Si a esa se le echa de culpa de ser demasiado de frikis (y de estar promocionada demasiado como un "Transformers" con bichos extraterrestres), algo similar pasa con "Star Trek" en nuestro país, que para gran parte del público tiene unas connotaciones demasiado frikis.
Asumamos que, por mucho que los medios americanos no se cansen de decir que la cultura pop mainstream se ha ido volviendo más friki, no es algo tan mayoritario ni es del todo cierto. Esos frikis que en teoría dominan ahora el mundo son los que adoran "The Big Bang theory" y creen que que una serie haga dos referencias a "Buffy" y una a "El Señor de los Anillos" es de ser muy friki, pero no es cierto. O, al menos, ésa es la percepción que se tiene en España, donde ya eres un friki por reconocer que viste la trilogía original de "La guerra de las galaxias" cuando eras pequeño, y varias veces. Si Sheldon Cooper, y no Bill Haverchuck, por ejemplo, es el epítome de lo friki, podemos hacernos una idea de por qué "Star Trek" no ha funcionado en la taquilla española (además de que estrenarla dos meses más tarde no ha sido, probablemente, la mejor decisión para una película de este estilo).
Como en todo, en esto del frikismo hay un lado mainstream y un lado hardcore minoritario, y parece que "Pacific Rim" ha caído más del segundo que del primero. También es cierto que Internet distorsiona la percepción que podemos tener del público para un determinado producto. El 80% de los blogs y las webs cinéfilas pueden pensar que robots contra monstruos es un evento imprescindible del verano, pero es posible que ellos representen igual el 15% de lo que cree el público general. "Serpientes en el avión" ya ejemplificó muy bien que no hay que fiarse de lo que Internet opine sobre un tema concreto, y mucho menos cuando involucra monstruos, a Samuel L. Jackson o a cualquier cosa que haga J.J. Abrams.
14 julio 2013
Memento Mori
ALERTA SPOILERS: Si alguno seguís "Warehouse 13" y no habéis visto el final de la cuarta temporada... Bien, no sé qué hacéis leyendo esto.
Cuando "Warehouse 13" se estrenó, en el verano de 2009, lo más habitual era que se hablara de la influencia que ejercían sobre ella cosas como Indiana Jones y, por la personalidad contrapuesta de su pareja protagonista, "Expediente X". Sin embargo, Myka y Pete nunca fueron demasiado Scully y Mulder (lo suyo era otra cosa), o no lo fueron hasta que hemos llegado al final de la cuarta temporada y, de repente, los hemos visto metidos de lleno en la trama del cáncer de Scully, justo también en la cuarta entrega de "Expediente X". La conexión entre Paracelso y Myka a cuenta del cáncer de ella recuerda mucho a la de Leonard Betts con Scully, y tanto Pete como Mulder están dispuestos a cualquier cosa para salvar la vida e su compañera. Esa subtrama le ha puesto emoción a la enésima amenaza hacia el almacén que tienen que intentar detener, y como lleva ocurriendo ya un par de temporadas, al final parecen perderlo todo. Paracelso (un Anthony Stewart Head en un su versión de villano) lo controla todo y sólo Claudia se queda para hacerle frente, asumiendo su papel como nueva Cuidadora del almacén. ¿Cómo podrán recuperarlo? ¿Utilizarán algún artefacto? ¿Les ayudará H.G. Wells? ¿Tendrá las mismas repercusiones que tiene la destrucción total del almacén al final de la tercera?
Esa destrucción, y la decisión de Artie de "jugar" con el tiempo para eliminarla de algún modo, ha tenido unas repercusiones que se han notado a lo largo de los 20 episodios de la cuarta, aunque la historia se resolviera al final de su primera mitad. Todos han guardado secretos sólo para sí, y no sólo Claudia ocultándole a Steve el modo en el que estaban unidos al resucitarlo, y han sufrido algunos momentos de desconfianza entre ellos. Evidentemente, el momento culmen es la muerte de Leena a manos de Artie, afianzando más la sensación de que él es el verdadero protagonista de "Warehouse 13". De todos modos, con la enfermedad de Myka, el foco ha vuelto a ponerse un poco en la pareja de agentes con los que conocimos el almacén, pero da la sensación de que hay un montón de cosas en el aire para ser cerradas en una quinta, y última, temporada que sólo va a tener seis episodios. Los responsables de la serie comentaron que desde Syfy los habían animado a pensar a lo grande y no cortarse en absoluto para esos capítulos finales, así que veremos cómo llevan las tramas a su conclusión.
Mientras tanto, nos quedamos más que con la lucha por el control del almacén, con ese cáncer que pone a prueba la relación entre Pete y Myka. Al fin y al cabo, Paracelso queda libre porque Lattimer está desesperado por conseguir algo que salve a su compañera, que ha estado mintiéndole sobre su estado real de salud. Desde el inicio de la serie hemos comentado que la química y la dinámica que logran Eddie McClintock y Joanne Kelly es uno de los principales activos de "Warehouse 13", porque funcionan como pareja mucho mejor que otras que, teóricamente, deberían tener algún tipo de atracción romántica entre ellos. Se conocen muy bien y se aprecian, así que no es extraño que sólo Pete sepa lo que le pasa a Myka, y que sea de los pocos que se da cuenta enseguida que algo no van bien con ella. Cómo se vea afectada su relación en la quinta temporada por todo lo que pasa en la season finale es una de las cosas que puede dar más juego, sobre todo porque Pete y Myka son de los que nunca darán el paso de consumar nada. Por eso, tal vez, funcionan tan bien.
Música de la semana: Netflix ha estrenado esta semana la tercera de sus series originales, después de "House of Cards" y "Hemlock Grove" (lo de "Arrested Development" es otra cosa), un drama con toques de comedia de Jenji Kohan, creadora de "Weeds", que se llama "Orange is the new black" y que sigue a una joven que entra en la cárcel por un cargo de tráfico de drogas de diez años atrás. Tiene unos títulos de crédito que están acompañados por "You've got time", una canción que Regina Spektor ha escrito especialmente para la serie. Spektor ya fue de los artistas que versionaron en su momento "Little boxes", la canción de los créditos de "Weeds".
Cuando "Warehouse 13" se estrenó, en el verano de 2009, lo más habitual era que se hablara de la influencia que ejercían sobre ella cosas como Indiana Jones y, por la personalidad contrapuesta de su pareja protagonista, "Expediente X". Sin embargo, Myka y Pete nunca fueron demasiado Scully y Mulder (lo suyo era otra cosa), o no lo fueron hasta que hemos llegado al final de la cuarta temporada y, de repente, los hemos visto metidos de lleno en la trama del cáncer de Scully, justo también en la cuarta entrega de "Expediente X". La conexión entre Paracelso y Myka a cuenta del cáncer de ella recuerda mucho a la de Leonard Betts con Scully, y tanto Pete como Mulder están dispuestos a cualquier cosa para salvar la vida e su compañera. Esa subtrama le ha puesto emoción a la enésima amenaza hacia el almacén que tienen que intentar detener, y como lleva ocurriendo ya un par de temporadas, al final parecen perderlo todo. Paracelso (un Anthony Stewart Head en un su versión de villano) lo controla todo y sólo Claudia se queda para hacerle frente, asumiendo su papel como nueva Cuidadora del almacén. ¿Cómo podrán recuperarlo? ¿Utilizarán algún artefacto? ¿Les ayudará H.G. Wells? ¿Tendrá las mismas repercusiones que tiene la destrucción total del almacén al final de la tercera?
Esa destrucción, y la decisión de Artie de "jugar" con el tiempo para eliminarla de algún modo, ha tenido unas repercusiones que se han notado a lo largo de los 20 episodios de la cuarta, aunque la historia se resolviera al final de su primera mitad. Todos han guardado secretos sólo para sí, y no sólo Claudia ocultándole a Steve el modo en el que estaban unidos al resucitarlo, y han sufrido algunos momentos de desconfianza entre ellos. Evidentemente, el momento culmen es la muerte de Leena a manos de Artie, afianzando más la sensación de que él es el verdadero protagonista de "Warehouse 13". De todos modos, con la enfermedad de Myka, el foco ha vuelto a ponerse un poco en la pareja de agentes con los que conocimos el almacén, pero da la sensación de que hay un montón de cosas en el aire para ser cerradas en una quinta, y última, temporada que sólo va a tener seis episodios. Los responsables de la serie comentaron que desde Syfy los habían animado a pensar a lo grande y no cortarse en absoluto para esos capítulos finales, así que veremos cómo llevan las tramas a su conclusión.
Mientras tanto, nos quedamos más que con la lucha por el control del almacén, con ese cáncer que pone a prueba la relación entre Pete y Myka. Al fin y al cabo, Paracelso queda libre porque Lattimer está desesperado por conseguir algo que salve a su compañera, que ha estado mintiéndole sobre su estado real de salud. Desde el inicio de la serie hemos comentado que la química y la dinámica que logran Eddie McClintock y Joanne Kelly es uno de los principales activos de "Warehouse 13", porque funcionan como pareja mucho mejor que otras que, teóricamente, deberían tener algún tipo de atracción romántica entre ellos. Se conocen muy bien y se aprecian, así que no es extraño que sólo Pete sepa lo que le pasa a Myka, y que sea de los pocos que se da cuenta enseguida que algo no van bien con ella. Cómo se vea afectada su relación en la quinta temporada por todo lo que pasa en la season finale es una de las cosas que puede dar más juego, sobre todo porque Pete y Myka son de los que nunca darán el paso de consumar nada. Por eso, tal vez, funcionan tan bien.
Música de la semana: Netflix ha estrenado esta semana la tercera de sus series originales, después de "House of Cards" y "Hemlock Grove" (lo de "Arrested Development" es otra cosa), un drama con toques de comedia de Jenji Kohan, creadora de "Weeds", que se llama "Orange is the new black" y que sigue a una joven que entra en la cárcel por un cargo de tráfico de drogas de diez años atrás. Tiene unos títulos de crédito que están acompañados por "You've got time", una canción que Regina Spektor ha escrito especialmente para la serie. Spektor ya fue de los artistas que versionaron en su momento "Little boxes", la canción de los créditos de "Weeds".
12 julio 2013
Viernes musical (34): "Mad Men"
¿Quién no se pasó el año pasado sin poder sacarse de la cabeza "Zou Bisou Bisou", la canción de Gillian Hill que Megan le canta a Don Draper por su cumpleaños, al principio de la quinta temporada de "Mad Men"? Ésta no es una serie que se preste mucho a tener momentos musicales de este tipo (aunque Don ha estado en algún bar muy hippie con cantautores en vivo), pero para uno que tuvo, se convirtió en todo un fenómeno hasta en ventas en iTunes. Matthew Weiner explicaba en esta entrevista la razón detrás de ese momento que era sobre todo la de regresar dando a los fans algo que los emocionara y que los tuviera comentándolo sin parar, después del largo hiato impuesto por la problemática renovación de la serie al finalizar la cuarta entrega, La canción la canta Jessica Paré, y se puede decir que esos escasos dos minutos cambiaron por completo su carrera. Además, el último capítulo en directo de "30 Rock" le hizo una de sus referencias más cachondas.
11 julio 2013
Los siete críticos de televisión
Hace ya algunas semanas, el blog Monkey See de NPR, la radio pública estadounidense, publicaba una curiosa entrada en la que intentaba diferenciar los siete tipos diferentes de escribir sobre televisión, así en general. Lo hacía hablando sobre el boom que ha habido en la última década de artículos dedicados a las series, sobre todo, y especialmente en el mundo digital, donde los blogs y las webs centradas en este tema han crecido exponencialmente desde el estreno de "Perdidos". La especie del crítico de televisión se ha hecho tan conocida como el cinematográfico, y las opiniones sobre los últimos estrenos o los clásicos son tan comunes como una charla sobre si el último blockbuster veraniego nos ha convencido o no.
En más de una ocasión hemos hablado sobre los recaps y las críticas semanales, capítulo a capítulo, y si tienen alguna utilidad, pero lo que Linda Holmes pretende es algo más académico, como si dijéramos, una clasificación de los tipos de críticos de televisión que hay en Estados Unidos, al menos, basada en las cosas en las que se fijan a la hora de reseñar las series. Está, por ejemplo, el modelo del oficio, que se fija en la calidad de la dirección, del guión, de la interpretación, del diseño de producción, de la fotigrafía, etc. Luego tenemos el ético, al que le interesa más hablar de la serie teniendo en cuenta las implicaciones sociológicas tanto de lo que cuenta la serie, como de su proceso de producción. El tercer modelo es el del puzzle. Su impulso es buscar significados ocultos e intentar descifrar la simbología del programa, algo que tiene siempre el riesgo de irse de las manos muy rápidamente, y que alcanzó su máxima expresión con "Perdidos".
Una cuarta opción es la del creador, la de centrarse en quién es el responsable de la serie y buscar el modo en el que uno y otra son indivisibles. En Monkey See dicen que es algo similar a la teoría del autor en el cine (impulsada sobre todo por los críticos franceses de "Cahiers du Cinema"). También puede seguirse el modelo de los comentarios ingeniosos, en el que las críticas se utilizan como excusas para hacer chistes de todo tipo, y uno muy curioso que es el de las viñetas. Éste se basa en utilizar un aspecto muy concreto de la serie como punto de partida, como si importa la bisexualidad de Kalinda, o si Olivia Pope debería seguir con el presidente, o si a Betty Draper nadie la entiende. a partir de ahí, se puede hacer todo un tratado sobre la política sexual de "Mad Men", por ejemplo, con lo que nos meteríamos en el modelo ético.
La última división es la del modelo de servicio, que es en el que entran los recaps y resúmenes de episodios, esos en los que se cuenta lo que ha pasado sin pretender ir más allá. Éste no es santo de mi devoción, así que no suelo emplearlo, pero es muy probable que gran parte de los que estamos a todas horas escribiendo sobre series lo hagamos mezclando los seis tipos anteriores. Puede haber quien esté más centrado en unos que en otros, pero como apunta la propia Holmes, lo más normal es que se salte de unos a otros dependiendo de lo que se quiera decir en cada momento de una serie, y que no se den en su "estado puro". Puede no ser más que un divertimento veraniego sin mayor importancia, pero lo cierto es que resume bastante bien lo que se suele comentar en la crítica televisiva actual. ¿Tenéis un modelo de éstos que os interese más?
P.D.: Por cierto, la foto corresponde a la quinta temporada de "The Wire", que por fin he empezado, y a su subtrama centrada en los periodistas del Baltimore Sun. En su momento, hubo bastantes críticas que apuntaban que ésa había sido una historia floja para los estándares de la serie, y creo que adivino el por qué. Le falta un poco de sutileza, y cualquiera que conozca la historia de Jayson Blair en The New York Times se hace una idea de por dónde van los tiros. Es una crítica muy válida hacia la situación actual del periodismo, eso desde luego.
En más de una ocasión hemos hablado sobre los recaps y las críticas semanales, capítulo a capítulo, y si tienen alguna utilidad, pero lo que Linda Holmes pretende es algo más académico, como si dijéramos, una clasificación de los tipos de críticos de televisión que hay en Estados Unidos, al menos, basada en las cosas en las que se fijan a la hora de reseñar las series. Está, por ejemplo, el modelo del oficio, que se fija en la calidad de la dirección, del guión, de la interpretación, del diseño de producción, de la fotigrafía, etc. Luego tenemos el ético, al que le interesa más hablar de la serie teniendo en cuenta las implicaciones sociológicas tanto de lo que cuenta la serie, como de su proceso de producción. El tercer modelo es el del puzzle. Su impulso es buscar significados ocultos e intentar descifrar la simbología del programa, algo que tiene siempre el riesgo de irse de las manos muy rápidamente, y que alcanzó su máxima expresión con "Perdidos".
Una cuarta opción es la del creador, la de centrarse en quién es el responsable de la serie y buscar el modo en el que uno y otra son indivisibles. En Monkey See dicen que es algo similar a la teoría del autor en el cine (impulsada sobre todo por los críticos franceses de "Cahiers du Cinema"). También puede seguirse el modelo de los comentarios ingeniosos, en el que las críticas se utilizan como excusas para hacer chistes de todo tipo, y uno muy curioso que es el de las viñetas. Éste se basa en utilizar un aspecto muy concreto de la serie como punto de partida, como si importa la bisexualidad de Kalinda, o si Olivia Pope debería seguir con el presidente, o si a Betty Draper nadie la entiende. a partir de ahí, se puede hacer todo un tratado sobre la política sexual de "Mad Men", por ejemplo, con lo que nos meteríamos en el modelo ético.
La última división es la del modelo de servicio, que es en el que entran los recaps y resúmenes de episodios, esos en los que se cuenta lo que ha pasado sin pretender ir más allá. Éste no es santo de mi devoción, así que no suelo emplearlo, pero es muy probable que gran parte de los que estamos a todas horas escribiendo sobre series lo hagamos mezclando los seis tipos anteriores. Puede haber quien esté más centrado en unos que en otros, pero como apunta la propia Holmes, lo más normal es que se salte de unos a otros dependiendo de lo que se quiera decir en cada momento de una serie, y que no se den en su "estado puro". Puede no ser más que un divertimento veraniego sin mayor importancia, pero lo cierto es que resume bastante bien lo que se suele comentar en la crítica televisiva actual. ¿Tenéis un modelo de éstos que os interese más?
P.D.: Por cierto, la foto corresponde a la quinta temporada de "The Wire", que por fin he empezado, y a su subtrama centrada en los periodistas del Baltimore Sun. En su momento, hubo bastantes críticas que apuntaban que ésa había sido una historia floja para los estándares de la serie, y creo que adivino el por qué. Le falta un poco de sutileza, y cualquiera que conozca la historia de Jayson Blair en The New York Times se hace una idea de por dónde van los tiros. Es una crítica muy válida hacia la situación actual del periodismo, eso desde luego.
10 julio 2013
La Gran Muralla entre el odio y el amor
"No hay una fina línea entre el amor y el odio. Hay una Gran Muralla China con guardias cada cien metros entre el amor y el odio". Esta frase de "House" puede muy bien resumir el reto que se les presenta a esas series cuya primera temporada se convirtió en objeto del hate-watching, y que regresan con la segunda ante la duda de si esos espectadores las abandonarán o seguirán con su masoquismo. Ya hemos hablado otras veces de la situación en la que estaban "Smash" en su segunda entrega y "The Killing" al iniciar esta tercera, intentando convencer al público potencial de que habían hecho propósito de enmienda y de que merecía la pena darles una nueva oportunidad, pero quizás ninguna se encontraba en la misma y peculiar posición en la que se encuentra "The Newsroom".
La serie vuelve el domingo a HBO, después de haber sufrido el verano pasado un vapuleo generalizado por parte de la crítica estadounidense, que pensaba que Aaron Sorkin no estaba ni de lejos a la altura de lo que se esperaba de él al hacer un drama sobre un canal de noticias 24 horas en HBO. Independientemente de que pareciera que estábamos viendo en realidad una serie de la NBC de hace cinco años, "The Newsroom" fue duramente criticada por cómo pintaba a sus mujeres como ineptas que necesitaban que los inteligentes hombres a su alrededor las rescatasen, por cómo utilizaba noticias reales con el ventajismo que da observarlas dos años más tarde de cuando tuvieron lugar y porque los sermones y el adoctrinamiento que siempre han subyacido en bastantes proyectos de Sorkin estaban aquí tan desatados como en "Studio 60". La serie tuvo sus defensores, pero no muchos, y hasta ellos se preguntan, como hacen en "The daily beast", si las nominaciones al Globo de Oro y al SAG y las voces a su favor que surgieron al final de la temporada obligan a preguntar: "¿quiere esto decir que, a pesar del odio y las críticas vertidas sobre la primera temporada de "The Newsroom", deberíamos estar emocionados por su regreso?"
Curiosamente, parece que Sorkin ha hecho autocrítica y que se ha dispuesto a corregir las cosas que él sentía que fallaban en la serie. En "The Hollywood Reporter" se contaban hace un mes o así todas las cosas que se habían reformado para la segunda temporada, incluyendo una reducción de episodios de diez a nueve porque Sorkin no estaba convencido de cómo habían salido los tres primeros y un arco serializado sobre una historia que creará problemas legales a la cadena (inspirada en ésta sobre el supuesto uso de gas sarín por el ejército estadounidense en Vietnam). A priori, no se puede saber si todo esto será suficiente para acallar a los hate-watchers, y si sacará "The Newsroom" de la lista de decepciones recientes de la tele estadounidense, pero sí puede picar la curiosidad de quienes, a lo mejor, pensaban ver el inicio de la temporada para ver si Will McAvoy y los suyos seguían igual que antes o no.
En mi caso, creo que le daré otra oportunidad para ver si todas sus piezas encajan mejor y si es menos pretenciosa, o si el nivel de la serie se ha puesto a la altura de sus pretensiones. Con "The Newsroom", las reacciones estaban divididas entre los sorkinistas entregados, los escépticos y los muy críticos, así que será interesante ver si las divisiones se acentúan o si se difuminan.
La serie vuelve el domingo a HBO, después de haber sufrido el verano pasado un vapuleo generalizado por parte de la crítica estadounidense, que pensaba que Aaron Sorkin no estaba ni de lejos a la altura de lo que se esperaba de él al hacer un drama sobre un canal de noticias 24 horas en HBO. Independientemente de que pareciera que estábamos viendo en realidad una serie de la NBC de hace cinco años, "The Newsroom" fue duramente criticada por cómo pintaba a sus mujeres como ineptas que necesitaban que los inteligentes hombres a su alrededor las rescatasen, por cómo utilizaba noticias reales con el ventajismo que da observarlas dos años más tarde de cuando tuvieron lugar y porque los sermones y el adoctrinamiento que siempre han subyacido en bastantes proyectos de Sorkin estaban aquí tan desatados como en "Studio 60". La serie tuvo sus defensores, pero no muchos, y hasta ellos se preguntan, como hacen en "The daily beast", si las nominaciones al Globo de Oro y al SAG y las voces a su favor que surgieron al final de la temporada obligan a preguntar: "¿quiere esto decir que, a pesar del odio y las críticas vertidas sobre la primera temporada de "The Newsroom", deberíamos estar emocionados por su regreso?"
Curiosamente, parece que Sorkin ha hecho autocrítica y que se ha dispuesto a corregir las cosas que él sentía que fallaban en la serie. En "The Hollywood Reporter" se contaban hace un mes o así todas las cosas que se habían reformado para la segunda temporada, incluyendo una reducción de episodios de diez a nueve porque Sorkin no estaba convencido de cómo habían salido los tres primeros y un arco serializado sobre una historia que creará problemas legales a la cadena (inspirada en ésta sobre el supuesto uso de gas sarín por el ejército estadounidense en Vietnam). A priori, no se puede saber si todo esto será suficiente para acallar a los hate-watchers, y si sacará "The Newsroom" de la lista de decepciones recientes de la tele estadounidense, pero sí puede picar la curiosidad de quienes, a lo mejor, pensaban ver el inicio de la temporada para ver si Will McAvoy y los suyos seguían igual que antes o no.
En mi caso, creo que le daré otra oportunidad para ver si todas sus piezas encajan mejor y si es menos pretenciosa, o si el nivel de la serie se ha puesto a la altura de sus pretensiones. Con "The Newsroom", las reacciones estaban divididas entre los sorkinistas entregados, los escépticos y los muy críticos, así que será interesante ver si las divisiones se acentúan o si se difuminan.
09 julio 2013
La ira de Spock
En las sagas cinematográficas iniciales de "La guerra de las galaxias" y "Star Trek", la segunda película era mejor que la primera. "El Imperio contraataca" y "La ira de Khan" aprovechaban que ya no tenían que presentar nada, y que el público ya las conocía, para adentrarse por caminos más "oscuros" que implicaban de un modo más profundo a sus personajes. Así que es curioso que en el reboot de la franquicia creada por Gene Roddenberry sea también la segunda cinta dirigida por J.J. Abrams, "Star Trek: En la oscuridad", la que resulta mejor que la primera. Aquella tenía que introducir de nuevo a la tripulación de la USS Enterprise y relanzar desde cero una saga que lleva a cuestas casi cincuenta años de historia, con una decena de películas y cinco series de televisión, y cumplía de sobra su cometido. Con la segunda, Abrams y compañía no han ido tanto por el camino de "El caballero oscuro" como, simplemente, por la senda marcada por las primeras cintas que protagonizaron en el cine William Shatner, Leonard Nimoy y el resto de actores de la serie clásica. Y el resultado es un blockbuster sumamente entretenido.
La esencia de "Star Trek" se mantiene y hasta se nota más que en el reinicio de 2009, sobre todo porque la amistad de Kirk y Spock se transforma en el centro de todo el relato, como ocurría también con Shatner y Nimoy. Chris Pine y Zachary Quinto transmiten lo que hacía a aquellos personajes ser como eran, pero con su propio toque, del ligoteo incansable de Kirk a la lógica inquebrantable de Spock, y sus discusiones los construyen como el eje de la película, aquellos que van a tener que sufrir una mayor prueba durante todo su enfrentamiento con el villano interpretado por Benedict Cumberbatch. Ellos dos, además, se encargan de que la sensación de ver "En la oscuridad" remita a veces no sólo a "La ira de Khan", sino también a la tercera, "En busca de Spock". Hay multitud de guiños para fans (de los que BuzzFeed recoge aquí sólo diez) y yo no podía quitarme de encima esa sensación de estar viendo una cinta de la saga de las de antes (yo siempre fui más fan de las películas de "Star Trek" que de las series, de las que he visto muy poco).
De todos modos, en lo que esta película incide bastante es en el viaje emocional de Spock. El vulcaniano es un personaje estoico, imperturbable y movido por la lógica, contrastando mucho con un Kirk acostumbrado a salirse con la suya casi basándose sólo en su encanto, y al que no le importa saltarse las normas para hacer ciertas cosas. Entre su amigo y Uhura ponen a prueba su mitad humana, casi siempre subyugada ante el lado cerebral de su mitad alienígena, y tiene que encontrar la manera de que ambas puedan convivir armónicamente en él. Spock es un poco el principal protagonista de las dos películas dirigidas por Abrams precisamente por esa dualidad entre emoción y fría lógica, pero eso no quita para que ésta última no sea realmente entretenida. Y para que mantenga la costumbre de la primera de terminar recordando los títulos de crédito de la serie original.
La esencia de "Star Trek" se mantiene y hasta se nota más que en el reinicio de 2009, sobre todo porque la amistad de Kirk y Spock se transforma en el centro de todo el relato, como ocurría también con Shatner y Nimoy. Chris Pine y Zachary Quinto transmiten lo que hacía a aquellos personajes ser como eran, pero con su propio toque, del ligoteo incansable de Kirk a la lógica inquebrantable de Spock, y sus discusiones los construyen como el eje de la película, aquellos que van a tener que sufrir una mayor prueba durante todo su enfrentamiento con el villano interpretado por Benedict Cumberbatch. Ellos dos, además, se encargan de que la sensación de ver "En la oscuridad" remita a veces no sólo a "La ira de Khan", sino también a la tercera, "En busca de Spock". Hay multitud de guiños para fans (de los que BuzzFeed recoge aquí sólo diez) y yo no podía quitarme de encima esa sensación de estar viendo una cinta de la saga de las de antes (yo siempre fui más fan de las películas de "Star Trek" que de las series, de las que he visto muy poco).
De todos modos, en lo que esta película incide bastante es en el viaje emocional de Spock. El vulcaniano es un personaje estoico, imperturbable y movido por la lógica, contrastando mucho con un Kirk acostumbrado a salirse con la suya casi basándose sólo en su encanto, y al que no le importa saltarse las normas para hacer ciertas cosas. Entre su amigo y Uhura ponen a prueba su mitad humana, casi siempre subyugada ante el lado cerebral de su mitad alienígena, y tiene que encontrar la manera de que ambas puedan convivir armónicamente en él. Spock es un poco el principal protagonista de las dos películas dirigidas por Abrams precisamente por esa dualidad entre emoción y fría lógica, pero eso no quita para que ésta última no sea realmente entretenida. Y para que mantenga la costumbre de la primera de terminar recordando los títulos de crédito de la serie original.
08 julio 2013
Una guía de la Flota Colonial
El binge-watching, o el atracón (o maratón) de series, es un término que se ha puesto muy de moda este año en la blogosfera de habla inglesa. A raíz del estreno de "House of Cards" en Netflix, que puso a disposición de sus suscriptores los trece episodios de la primera temporada, se ha popularizado la idea de los maratones de capítulos de una serie determinada, que es un modo en el que mucha gente consume series actualmente. De ahí a que se hicieran listas de los mejores títulos para maratonear este verano no hay más que un paso, y luego llegó Entertainment Weekly e hizo algo así como una guía para darse atracones que propone diferentes series dependiendo de si pasas las vacaciones en casa, o si te vas por ahí con la familia, y también incluye las opiniones de algunos actores sobre los títulos que ellos maratonean. En su lista definitiva de las series que deberías ver (en modo atracón, claro), EW incluía "The Wire", "El ala oeste de la Casa Blanca", "Friday Night Lights", "Los Soprano" y otra que ha aparecido en otras sugerencias similares en otros medios, "Battlestar Galactica".
No es ningún secreto que ésa es una de las series de cabecera de este blog. Cuando terminó, le dediqué cuatro entradas, una por temporada, a modo de "memorial", y siempre es curioso ver cómo los blogs o los medios americanos se acuerdan todavía de ella, cuatro años después de que se terminara. Como en estos meses estamos siempre todos a la búsqueda de algo que ver que no todavía no hayamos visto, y teniendo en cuenta cómo se ha sugerido esta serie para hacer maratón estival en diferentes sitios, vamos a ofrecer una pequeña guía de visionado de "Battlestar Galactica" para todos aquellos que tengan interés por darle una oportunidad, al estilo de aquella para ver "Doctor Who" y "Torchwood" con cierto orden. Tampoco es que "BSG" tenga un orden de capítulos extraños, pero sí hay que tener en cuenta un par de consideraciones importantes, especialmente para no espoilearnos ciertas cosas antes de tiempo (es posible que ya hiciera algo así hace tiempo, y si no lo hice yo, lo hicieron en Children at your feet).
Esta "Galáctica" se emitió en Syfy entre diciembre de 2003 y la primavera de 2009, y "reimaginaba" la serie del mismo título de 1978, que era un intento de ABC de subirse al carro del enorme éxito de "Star Wars". Supervisada por David Eick y Ronald D. Moore, la nueva "BSG" estaba muy marcada por el 11-S y la guerra contra el terror lanzada por George Bush, y al mismo tiempo tenía una clara deuda con títulos clave de la ciencia ficción como "Blade Runner". Son cuatro temporadas y algún que otro especial cuyo orden de visionado es el siguiente:
- Miniserie (2003): Éste es el piloto propiamente dicho, una miniserie de tres horas, en dos capítulos, que presenta el punto de partida de "Battlestar Galactica". Syfy la encargó como backdoor pilot, o lo que es lo mismo, un especial que, si funcionaba bien en audiencia, tendría continuidad como serie.
- Primera temporada (2004/05): Son trece capítulos, de "33" a "Kobol's last gleaming, part 2". El recordatorio en aquel memorial por el final de la serie contiene spoilers.
- Segunda temporada (2005/06): El número de episodios subió a veinte, siendo el primero "Scattered" y el último, "Lay down your burdens, part 2" (la entrada del memorial).
- Webisodios "The resistance": Como la espera entre temporadas se hizo muy larga, se produjeron diez webisodios, de unos tres minutos de duración cada uno, que nos presentaban un poco algunos aspectos de la nueva situación en la que se encontraban los personajes al final de la segunda entrega.
- Tercera temporada (2006/07): Otros 20 capítulos, de "Occupation" a "Crossroads, part 2" (ya véis que les encantaban los dobles episodios).
- "Razor" (2007): Como, otra vez, el hiato entre temporadas iba a ser muy largo, se decidió producir esta tv movie para su venta en DVD y su emisión en televisión (que era una versión ligeramente más corta). Recupera una subtrama de la segunda temporada e incluye un pequeño enganche entre el final de la tercera y el principio de la cuarta entrega. La película vino acompañada de unos webisodios que mostraban la juventud del comandante Adama, uno de sus protagonistas, durante la primera guerra contra los cylon.
- Cuarta temporada, primera parte (2008): La huelga de guionistas de 2007/08 causó también estragos en esta serie, además de que Syfy quería extender la entrega final de "Battlestar Galactica" todo los que pudiera. Así que la temporada, de 21 capítulos, se dividió en dos, con los primeros diez episodios finalizando justo en plena huelga (de "He that believeth in me" a "Revelations").
- Webisodios "The face of the enemy" (2009): Para hacer más llevadera, de nuevo, la espera por los nuevos capítulos, se volvió a producir una webserie, de otros diez episodios, que se centraban en uno de los personajes. Aunque se vieron antes de que llegara la segunda mitad de la temporada, lo que se veía en ellos tenía lugar entre los capítulos 11 y 12, y nos ayudaban a comprender mejor las acciones que ese personaje llevaría a cabo un poco más adelante.
- Cuarta temporada, segunda parte (2009): Los últimos episodios de la serie comprendían de "Sometimes a great notion" al último, "Daybreak" (que en algunos sitios viene como doble y, en otros, como triple). Pero no sería lo último que veríamos de todo este mundo.
- "The Plan" (2009): Otra tv movie que seguía el modelo de emisión y lanzamiento en DVD de "Razor", pero en este caso, nos mostraba las dos primeras temporadas de la serie desde el punto de vista de los cylones, intercalando escenas de esos capítulos con otras rodadas especialmente para la ocasión. Es fundamental verla, si lo hacemos, al final de la serie. No la veais antes de la miniserie, u os la espoileareis entera.
- "Caprica" (2009/10): Syfy intentó continuar "BSG" con este spin off precuela, situado cincuenta años antes de los eventos que mostraba esa serie. Tuvo 18 capítulos, entre el piloto (que se editó como una tv movie en DVD) y "Apotheosis", antes de ser cancelada.
- "Battlestar Galactica: Blood & Chrome" (2012): Lo último que se ha hecho dentro de este universo es esta webserie de diez episodios, de diez minutos de duración, que también se publicó como película en DVD, y que regresaba al joven William Adama y sus aventuras en la primera guerra cylon.
Los webisodios no son de visionado obligatorio (excepto, quizás, "The face of the enemy"), sobre todo porque algunos son difíciles de encontrar, pero con todo el resto de la serie podéis pasar un verano muy entretenido.
P.D. podcastero: "Yo disparé a JR" regresa a su formato habitual y, al mismo tiempo, se va de vacaciones hasta principios de agosto. Éstos son los temas que se tratan:
- 0': "Under the dome"
- 17': "Siberia"
- 33': "Devious maids"
- 44': "Twisted"
- 54': "Ray Donovan"
No es ningún secreto que ésa es una de las series de cabecera de este blog. Cuando terminó, le dediqué cuatro entradas, una por temporada, a modo de "memorial", y siempre es curioso ver cómo los blogs o los medios americanos se acuerdan todavía de ella, cuatro años después de que se terminara. Como en estos meses estamos siempre todos a la búsqueda de algo que ver que no todavía no hayamos visto, y teniendo en cuenta cómo se ha sugerido esta serie para hacer maratón estival en diferentes sitios, vamos a ofrecer una pequeña guía de visionado de "Battlestar Galactica" para todos aquellos que tengan interés por darle una oportunidad, al estilo de aquella para ver "Doctor Who" y "Torchwood" con cierto orden. Tampoco es que "BSG" tenga un orden de capítulos extraños, pero sí hay que tener en cuenta un par de consideraciones importantes, especialmente para no espoilearnos ciertas cosas antes de tiempo (es posible que ya hiciera algo así hace tiempo, y si no lo hice yo, lo hicieron en Children at your feet).
Esta "Galáctica" se emitió en Syfy entre diciembre de 2003 y la primavera de 2009, y "reimaginaba" la serie del mismo título de 1978, que era un intento de ABC de subirse al carro del enorme éxito de "Star Wars". Supervisada por David Eick y Ronald D. Moore, la nueva "BSG" estaba muy marcada por el 11-S y la guerra contra el terror lanzada por George Bush, y al mismo tiempo tenía una clara deuda con títulos clave de la ciencia ficción como "Blade Runner". Son cuatro temporadas y algún que otro especial cuyo orden de visionado es el siguiente:
- Miniserie (2003): Éste es el piloto propiamente dicho, una miniserie de tres horas, en dos capítulos, que presenta el punto de partida de "Battlestar Galactica". Syfy la encargó como backdoor pilot, o lo que es lo mismo, un especial que, si funcionaba bien en audiencia, tendría continuidad como serie.
- Primera temporada (2004/05): Son trece capítulos, de "33" a "Kobol's last gleaming, part 2". El recordatorio en aquel memorial por el final de la serie contiene spoilers.
- Segunda temporada (2005/06): El número de episodios subió a veinte, siendo el primero "Scattered" y el último, "Lay down your burdens, part 2" (la entrada del memorial).
- Webisodios "The resistance": Como la espera entre temporadas se hizo muy larga, se produjeron diez webisodios, de unos tres minutos de duración cada uno, que nos presentaban un poco algunos aspectos de la nueva situación en la que se encontraban los personajes al final de la segunda entrega.
- Tercera temporada (2006/07): Otros 20 capítulos, de "Occupation" a "Crossroads, part 2" (ya véis que les encantaban los dobles episodios).
- "Razor" (2007): Como, otra vez, el hiato entre temporadas iba a ser muy largo, se decidió producir esta tv movie para su venta en DVD y su emisión en televisión (que era una versión ligeramente más corta). Recupera una subtrama de la segunda temporada e incluye un pequeño enganche entre el final de la tercera y el principio de la cuarta entrega. La película vino acompañada de unos webisodios que mostraban la juventud del comandante Adama, uno de sus protagonistas, durante la primera guerra contra los cylon.
- Cuarta temporada, primera parte (2008): La huelga de guionistas de 2007/08 causó también estragos en esta serie, además de que Syfy quería extender la entrega final de "Battlestar Galactica" todo los que pudiera. Así que la temporada, de 21 capítulos, se dividió en dos, con los primeros diez episodios finalizando justo en plena huelga (de "He that believeth in me" a "Revelations").
- Webisodios "The face of the enemy" (2009): Para hacer más llevadera, de nuevo, la espera por los nuevos capítulos, se volvió a producir una webserie, de otros diez episodios, que se centraban en uno de los personajes. Aunque se vieron antes de que llegara la segunda mitad de la temporada, lo que se veía en ellos tenía lugar entre los capítulos 11 y 12, y nos ayudaban a comprender mejor las acciones que ese personaje llevaría a cabo un poco más adelante.
- Cuarta temporada, segunda parte (2009): Los últimos episodios de la serie comprendían de "Sometimes a great notion" al último, "Daybreak" (que en algunos sitios viene como doble y, en otros, como triple). Pero no sería lo último que veríamos de todo este mundo.
- "The Plan" (2009): Otra tv movie que seguía el modelo de emisión y lanzamiento en DVD de "Razor", pero en este caso, nos mostraba las dos primeras temporadas de la serie desde el punto de vista de los cylones, intercalando escenas de esos capítulos con otras rodadas especialmente para la ocasión. Es fundamental verla, si lo hacemos, al final de la serie. No la veais antes de la miniserie, u os la espoileareis entera.
- "Caprica" (2009/10): Syfy intentó continuar "BSG" con este spin off precuela, situado cincuenta años antes de los eventos que mostraba esa serie. Tuvo 18 capítulos, entre el piloto (que se editó como una tv movie en DVD) y "Apotheosis", antes de ser cancelada.
- "Battlestar Galactica: Blood & Chrome" (2012): Lo último que se ha hecho dentro de este universo es esta webserie de diez episodios, de diez minutos de duración, que también se publicó como película en DVD, y que regresaba al joven William Adama y sus aventuras en la primera guerra cylon.
Los webisodios no son de visionado obligatorio (excepto, quizás, "The face of the enemy"), sobre todo porque algunos son difíciles de encontrar, pero con todo el resto de la serie podéis pasar un verano muy entretenido.
P.D. podcastero: "Yo disparé a JR" regresa a su formato habitual y, al mismo tiempo, se va de vacaciones hasta principios de agosto. Éstos son los temas que se tratan:
- 0': "Under the dome"
- 17': "Siberia"
- 33': "Devious maids"
- 44': "Twisted"
- 54': "Ray Donovan"
07 julio 2013
El desfacedor de entuertos
Hubo una época en televisión en la que tenías suficiente con poner a un antihéroe de protagonista para lograr una serie interesante. Ibas en contra de la tendencia mayoritaria de tener personajes centrales de una pieza, esencialmente buenos y que casi nunca se equivocaban, y eso ya te concedía cierta ventaja. Sin embargo, esa época ya se ha pasado. Ya ni siquiera sirve sólo con utilizar una antiheroína, porque personajes como Carrie Mathison, Hannah Horvath o Amy Jellicoe (hasta Tara Gregson y Nancy Botwin) han llevado el concepto hasta algunas de sus últimas consecuencias.
"Ray Donovan", por tanto, tiene que hacer algo más aparte de colocar a un "solucionador" de los problemas de los ricos y poderosos de Los Ángeles como su gran protagonista, rodearlo de conflictos familiares y laborales de todo tipo y retratarlo como alguien con principios y cierto código ético, pero con sus fallos, alguien que empezó con buenas intenciones pero que las perdió por el camino. A Ray y la principal fuente de sus desvelos, su padre ex presidiario, nos los presentan bastante bien, ¿pero qué pasa con el resto de la serie? ¿Hay de verdad algo nuevo o interesante que contar ahí, algo que no haya contado ya "Scandal" con unas dosis de locura mucho más amplias? El primer episodio no ofrece demasidas razones para el entusiasmo, más allá de que ver enfrentarse a Liev Schreiber y Jon Voight puede ser entretenido. Para crear conflictos, se dedica a poner en el camino de Ray todos los obstáculos posibles, y de toda índole, y poco más.
Ese capítulo inicial nos presenta los diferentes frentes que Ray tiene abiertos, desde su padre y sus hermanos a sus jefes y sus clientes, pasando por su mujer y sus hijos, y parece que cada uno de ellos es una serie diferente, en la que sus actores se mueven en planos distintos del que habita Schreiber. Éste da perfectamente el tipo del "enforcer", la persona que hace el trabajo sucio sin hacer demasiadas preguntas y que es más un hombre de acción que de palabra, pero tampoco es un personaje con tanto tirón, o tanto carisma, o tan rompedor como para justificar por sí solo la existencia de "Ray Donovan". De momento, no obstante, su piloto se estrenó superando en audiencia al de "Homeland", y la temporada va a verse detrás de la última de "Dexter". Quizás la serie encuentre su camino más pronto que tarde.
Música de la semana: Los chicos de Basura and TV han abierto un Tumblr en el que recopilan las canciones que suenan en algunas de las series que ven, "What song sounds on my TV?". Una de esas canciones se escuchaba en "Bunheads", que siempre ha tenido peculiares elecciones para las escenas de baile, como la de utilizar la versión que Weezer y Hayley Williams hicieron de "The rainbow connection" para la película de "The Muppets". La original, por cierto, la cantaba la propia rana Gustavo en la primera película de los Teleñecos, y estuvo nominada al Oscar en 1979.
"Ray Donovan", por tanto, tiene que hacer algo más aparte de colocar a un "solucionador" de los problemas de los ricos y poderosos de Los Ángeles como su gran protagonista, rodearlo de conflictos familiares y laborales de todo tipo y retratarlo como alguien con principios y cierto código ético, pero con sus fallos, alguien que empezó con buenas intenciones pero que las perdió por el camino. A Ray y la principal fuente de sus desvelos, su padre ex presidiario, nos los presentan bastante bien, ¿pero qué pasa con el resto de la serie? ¿Hay de verdad algo nuevo o interesante que contar ahí, algo que no haya contado ya "Scandal" con unas dosis de locura mucho más amplias? El primer episodio no ofrece demasidas razones para el entusiasmo, más allá de que ver enfrentarse a Liev Schreiber y Jon Voight puede ser entretenido. Para crear conflictos, se dedica a poner en el camino de Ray todos los obstáculos posibles, y de toda índole, y poco más.
Ese capítulo inicial nos presenta los diferentes frentes que Ray tiene abiertos, desde su padre y sus hermanos a sus jefes y sus clientes, pasando por su mujer y sus hijos, y parece que cada uno de ellos es una serie diferente, en la que sus actores se mueven en planos distintos del que habita Schreiber. Éste da perfectamente el tipo del "enforcer", la persona que hace el trabajo sucio sin hacer demasiadas preguntas y que es más un hombre de acción que de palabra, pero tampoco es un personaje con tanto tirón, o tanto carisma, o tan rompedor como para justificar por sí solo la existencia de "Ray Donovan". De momento, no obstante, su piloto se estrenó superando en audiencia al de "Homeland", y la temporada va a verse detrás de la última de "Dexter". Quizás la serie encuentre su camino más pronto que tarde.
Música de la semana: Los chicos de Basura and TV han abierto un Tumblr en el que recopilan las canciones que suenan en algunas de las series que ven, "What song sounds on my TV?". Una de esas canciones se escuchaba en "Bunheads", que siempre ha tenido peculiares elecciones para las escenas de baile, como la de utilizar la versión que Weezer y Hayley Williams hicieron de "The rainbow connection" para la película de "The Muppets". La original, por cierto, la cantaba la propia rana Gustavo en la primera película de los Teleñecos, y estuvo nominada al Oscar en 1979.
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