
Fox y Antena.Neox empiezan en marzo a emitir "
Glee". Sí, esa serie de la que todo el mundo habla pero que no te termina de convencer o para cuyo visionado has preferido esperar a que empiece a emitirse en España. No es que la promoción esté siendo abrumadora (ni llega al 1% de
lo que montó Fox para su estreno en EE.UU.), pero las dos cadenas están empezando a anunciarla y a organizar pases de prensa, juntamente con "Modern family".
Creo que ya hemos hablado con anterioridad de lo difícil que es "venderle" la serie a quien nunca ha oído hablar de ella (la "paradoja de Verónica Mars", se llama esto), y lo difícil que es discernir si en España tiene posibilidades reales de éxito ("
Chica de la tele" habla hoy un poco sobre ello). Pero como en breve empezará a aparecer por todas partes (hasta ahora, su presencia fuera de los círculos telefrikis no es muy amplia), y yo tengo mono de ella hasta que vuelva a la parrilla estadounidense el 9 de abril, vamos a repasar algunas cosas por las que "Glee" merece la pena, y que hay que tener en cuenta si nos decidimos a verla.
1. Las canciones: Al seguir las evoluciones del coro de un instituto, lógicamente es una serie musical. Sin embargo, los números se restringen a los ensayos o las actuaciones del grupo en un 90% de las ocasiones. Las canciones, eso sí, son todas carne de Los 40 Principales (o de las recopilaciones de éxitos que se venden "sólo para oyentes de esta radio"), algunas mejor escogidas que otras, y cuando se adentran en territorio Broadway, suelen acertar de pleno. Y no hay quien se las saque de la cabeza.
2. Es una rara avis: No hay ninguna serie como "Glee" en la programación actual estadounidense, y no sólo porque sea una comedia musical. Hay que ver algún capítulo para poder darse cuenta, no es fácil describirlo.
3. Un humor peculiar: Los que hayan visto otras series de su creador, Ryan Murphy ("Popular" y "Nip/Tuck"), estarán más acostumbrados a su tono y su sentido del humor, un poco peculiar y con unas gotas de mala leche que le aportan un toque extra. Está todo personificado en la gran Sue Sylvester y sus sentencias políticamente incorrectas, que darían pavor si no fueran tan sumamente divertidas.
4. Sin expectativas y sin spoilers: La mejor manera de ver "Glee" es hacerlo sin esperar prácticamente nada, más que pasar un rato entretenido delante del televisor. Ahora mismo, son los 42 minutos que transcurren más veloces de la televisión yanqui. Y tambien es recomendable no saber ni siquiera las canciones que se van a cantar en cada capítulo. Algunas es preferible que nos sorprendan (esto es difícil de conseguir, lo sé).
5. ¿VOS o doblada?: No seré yo quien os diga cómo tenéis que ver las series, pero si me permitís que me ponga las gafas de pasta, es preferible la versión original si disponéis de esa opción. Personajes como Sue, Kurt, Rachel, Mercedes, Emma y hasta Quinn son en gran parte lo que son por cómo utilizan sus voces sus intérpretes. Si algo nos enseñó el doblaje español de "Verónica Mars" es la manera de cargarse toda una serie al elegir mal la voz de su protagonista. Eso sí, descuidad que parece que, en la versión doblada, las canciones no lo estarán. Como si pudieran doblar a
Lea Michele o a
Amber Riley. O a
Chris Colfer.
La serie no es perfecta y tiene sus fallos (los secundarios están poco desarrollados y, como debían temer que los iban a cancelar en el quinto capítulo, pasan más cosas en un solo episodio que en toda una temporada de "24"), pero casi siempre logra que tengas una sonrisa tontorrona en la cara viéndola. Si no recuerdo mal, el 3 de marzo empieza en Fox y allá por el 15 lo hará en Neox.
P.D.: Bien, vale, vamos a explicar el título de la entrada. Los
gleeks son los fans de "Glee", las
cheerios son las animadoras a las que entrena Sue, y Journey es un grupo que aporta una canción importante al final del episodio piloto (la "favorita" de Tony Soprano).
P.D. 2, modo experto: "Glee" lleva ya un par de meses emitiéndose en el Reino Unido, lo que quiere decir que "The Guardian" tiene su correspondiente blog diseccionando cada episodio. Su responsable es Anna Pickard, que se superó a sí misma con las
hilarantes reviews de "FlashForward", y aunque con "Glee" no alcanza ese nivel, merece la pena echarle un vistazo. Éste es
el comentario del capítulo octavo, "Mash-up".