"Generation Kill" es otra de esas series que he tardado muchísimo tiempo en ver por culpa de problemas técnicos de lo más variado. Estoy ya a punto de terminarla y, hasta entonces, no hablaremos de ella, pero sí podemos hacerlo de todas las caras conocidas que pasan por su reparto. Algunas se han hecho famosas después por las razones más variopintas y, a priori, alejadas de una serie de David Simon y Ed Burns sobre unos marines en los primeros meses de la invasión de Irak, en 2003.
El de la izquierda es, tal vez, el más conocido de todos ahora mismo. Se trata de Alexander Skarsgard, hijo del actor Stellan Skarsgard, y rompecorazones total como el vampiro Eric de "True Blood". Curiosamente, Skarsgard tenía ya experiencia en temas militares porque pasó una temporada alistado en el ejército sueco, en un cuerpo del mismo estilo que los marines. En el centro nos encontramos a Jon Huertas, que ahora es el detective Esposito en "Castle", y a la derecha figura James Ransone, que fue Ziggy Sobotka en la segunda temporada de "The Wire".
Aunque Skarsgard sea muy famoso por "True Blood", lo suyo no llega al delirio de las hordas de fans de la saga "Crepúsculo" que suspiran por Kellan Lutz, guapo de moda en cualquier sarao que se preste ahora en Hollywood, y que en "Generation Kill" también salía luciendo cuerpazo. Uno trabaja con lo que tiene, supongo.
Otro que se gana el sustento gracias a un procedimental es Owain Yeoman, Rigsby en "El mentalista", que aquí sufre como todos los demás los constantes errores de sus mandos en la toma de decisiones durante su avance hacia Bagdad. Curiosamente, el personaje que interpreta, el sargento Eric Kocher, participa dando vida a otro soldado de la compañía, y siendo uno de los asesores militares.
31 marzo 2010
30 marzo 2010
Las crisis que casi acaban con Hollywood
Si una cosa saqué en claro de las clases de Economía de la universidad es que las crisis son cíclicas. Y si algo se puede sacar en claro estando al tanto de las noticias sobre la industria del cine, es que Hollywood siempre está atravesando una crisis que va a cambiar las películas por completo. Desde hace unos años, las consolas de videojuegos y la piratería amenazan de nuevo con hundir Hollywood, y éste responde intentando ofrecer una experiencia que sólo pueda disfrutarse plenamente en una pantalla grande. Así nos encontramos el furor por estrenarlo todo en 3D (que recoge el tímido intento de estrenar los grandes blockbusters también en IMAX de hace unos años) y el avance imparable del CGI, cada vez más realista y mejor logrado. Eso fue algo en lo que "Avatar" sí puede decir que convenció a todo el mundo (y la proyección digital, que no acaba de implantarse lo suficiente como para destruir la industria, como se preconizaba en su mmento).
Esa querencia por lo tridimensional, y el ruido de que el cine está en peligro, se parecen mucho a la crisis que la industria atravesó en los 50, originada por la pujanza de la televisión. Los estudios, temiendo que la gente no fuera al cine a ver cosas que podían ver gratis por la tele, empezaron a experimentar con el 3D, los formatos panorámicos, las películas espectaculares y grandiosas por todas partes (no es casualidad que en esa época se rodaran cosas como "Ben-Hur" o se pusieran de moda los musicales con grandes coreografías y escenografías) y hasta el Odorama y el Smell-O-Vision. En aquella época, el 3D no cuajó, y tampoco lo haría más tarde, en los 80.
Sin embargo, por todos esos momentos en los que el show business parecía tambalearse, ninguno se acerca a la relevancia y al nivel de verdadero riesgo para todo Hollywood que supuso una crisis que sí estuvo a punto de hundirlo y que, de hecho, acabó con las carreras de muchos profesionales del cine: el paso del mudo al sonoro en los años 30. El estreno de "El cantor de jazz", en 1927, representó una reconversión total del modo en el que se hacían las películas. Los actores ya no podían interpretar de aquel modo tan grandilocuente y engolado y las voces de muchos de ellos resultaron ser un hándicap insalvable para seguir trabajando (otros pasaron con éxito al sonoro, como Greta Garbo). Bastantes fueron sustituidos por actores teatrales (por ahí entraron los hermanos Marx), y oficios como el de los rotulistas o los músicos que acompañaban la proyección se perdieron.
La renovación que Hollywood sufrió en aquella época fue profunda y dejó por el camino a grandes estrellas que no pudieron adaptarse y para los que los estudios, siempre ávidos de nuevas estrellas, ya no tenían hueco (como la pareja de "El crepúsculo de los dioses", Gloria Swanson y Eric Von Stroheim). Esta transición está contada a la perfección, y con el añadido de una comedia genial, en "Cantando bajo la lluvia". Las vicisitudes de Don Lockwood y Lina Lamont para adaptarse al sonoro y seguir siendo grandes entre los grandes no son muy diferentes de las que pasaron otros actores. Y, como muy bien indican hoy en "The New York Times", la película es también el reflejo de un Hollywood que ya no existe.
Esa querencia por lo tridimensional, y el ruido de que el cine está en peligro, se parecen mucho a la crisis que la industria atravesó en los 50, originada por la pujanza de la televisión. Los estudios, temiendo que la gente no fuera al cine a ver cosas que podían ver gratis por la tele, empezaron a experimentar con el 3D, los formatos panorámicos, las películas espectaculares y grandiosas por todas partes (no es casualidad que en esa época se rodaran cosas como "Ben-Hur" o se pusieran de moda los musicales con grandes coreografías y escenografías) y hasta el Odorama y el Smell-O-Vision. En aquella época, el 3D no cuajó, y tampoco lo haría más tarde, en los 80.
Sin embargo, por todos esos momentos en los que el show business parecía tambalearse, ninguno se acerca a la relevancia y al nivel de verdadero riesgo para todo Hollywood que supuso una crisis que sí estuvo a punto de hundirlo y que, de hecho, acabó con las carreras de muchos profesionales del cine: el paso del mudo al sonoro en los años 30. El estreno de "El cantor de jazz", en 1927, representó una reconversión total del modo en el que se hacían las películas. Los actores ya no podían interpretar de aquel modo tan grandilocuente y engolado y las voces de muchos de ellos resultaron ser un hándicap insalvable para seguir trabajando (otros pasaron con éxito al sonoro, como Greta Garbo). Bastantes fueron sustituidos por actores teatrales (por ahí entraron los hermanos Marx), y oficios como el de los rotulistas o los músicos que acompañaban la proyección se perdieron.
La renovación que Hollywood sufrió en aquella época fue profunda y dejó por el camino a grandes estrellas que no pudieron adaptarse y para los que los estudios, siempre ávidos de nuevas estrellas, ya no tenían hueco (como la pareja de "El crepúsculo de los dioses", Gloria Swanson y Eric Von Stroheim). Esta transición está contada a la perfección, y con el añadido de una comedia genial, en "Cantando bajo la lluvia". Las vicisitudes de Don Lockwood y Lina Lamont para adaptarse al sonoro y seguir siendo grandes entre los grandes no son muy diferentes de las que pasaron otros actores. Y, como muy bien indican hoy en "The New York Times", la película es también el reflejo de un Hollywood que ya no existe.
29 marzo 2010
La rebelde Zoe
ALERTA SPOILERS: "Caprica" acaba de terminar la primera mitad de su primera temporada, y va a tomarse ahora unas vacaciones hasta septiembre y octubre. Como vamos a hablar de las cosas que pasan principalmente en ese último capítulo pre-hiato, es mejor que no sigáis leyendo si no lo habéis visto. So say we all.
En todas las entrevistas sobre "Caprica", Ron Moore siempre explica que lo que intentan hacer es una soap opera de primetime encuadrada en la ciencia ficción. Así están estructurados los capítulos, con muchas escenas cortas que alternan varias tramas, y así han puesto el acento sobre los personajes y sus dilemas en estos primeros nueve episodios. El último, no obstante, ha introducido un elemento de más acción y tensión con esa incipiente guerra civil dentro de los Soldados del Único por el control de la organización y con el intento a la desesperada de Zoe de escapar del laboratorio de su padre antes de que borren el chip del cylon y la destruyan para siempre.
Esta subtrama podría haberse titulado "Zoe se quiere suicidar" (así iba a llamarse esta entrada, de hecho). Tras intentar por todos los medios no revelar ante su padre que, efectivamente, su avatar está dentro del único robot que es de verdad operativo, de pronto sus opciones de huir hacia Gemenon se reducen drásticamente. El pobre Philomon acaba muerto porque, evidentemente, no es lo mismo que te empuje una adolescente que un robot de dos metros de altura y varias toneladas de peso, y Lacy hace lo que puede para seguir adelante con el plan de Zoe, pero los planes de Barnabas (o James Marsters haciendo de esos malos que tan bien se le dan) discurren por otro camino, que incluye probar su lealtad convirtiéndola en un miembro operativo de su célula. Tengo curiosidad por ver cómo evoluciona Lacy y cómo afronta que sus actos tienen consecuencias (y que la hermana Clarice se libra de la bomba). Resultado, que Zoe/U-87 se encuentra en la posición de intentar una huida a la desesperada que, por supuesto, no acaba bien.
La pugna entre Daniel y Zoe por el control del cylon, y los intentos de ella de construir su propia identidad, separada de la Zoe real y del cuerpo físico del robot, son de lo más nteresante que ha hecho la serie hasta el momento. El truco de alternar al cylon y a Zoe es muy efectivo, y explotó gran parte de su potencial en la tortura psicológica a la que Daniel somete al robot para intentar que el avatar de su hija se muestre. Evidentemente, U-87 no habrá quedado del todo destruido en el choque contra la barrera de policías, pero será interesante ver cómo se recupera la Zoe virtual de todo esto. Y hablando del mundo virtual, también resulta curioso ver a Tamara Adama a lo Neo en New Cap City, aunque ahora que, por fin, ha logrado cortar los lazos con su padre, me intriga ver qué papel va a jugar en el resto de la temporada, si va a jugar alguno.
Los Adama, por ahora, se ven demasiado desconectados del resto de la serie, incluso a pesar de que Sam Adama pide a gritos que le den más cancha, y tampoco está muy claro qué pinta Amanda en todo esto (si sobrevive a su salto desde el puente). Sin embargo, es posible que sea en la segunda mitad de la temporada donde "Caprica" muestre de verdad sus cartas y las cosas de las que puede ser capaz. Los primeros capítulos han pasado mucho tiempo construyendo el mundo y situando a los personajes en sus posiciones del tablero y supongo que, a partir de ahora, veremos una serie un poco diferente. Sí, hay defectos, cosas que no termino de ver y otras que son hallazgos interesantes, pero sigo interesada y tengo la suficiente curiosidad para continuar hasta el final de esta temporada. Si las audiencias después del hiato mantienen la ligera tendencia al alza que han vivido estos últimos episodios, quizás Syfy la renueve por una segunda entrega. Por ahora, esperaremos a ver por dónde salen entonces y qué pasa cuando lleguen todos a Gemenon (porque no dudo que lo harán).
En todas las entrevistas sobre "Caprica", Ron Moore siempre explica que lo que intentan hacer es una soap opera de primetime encuadrada en la ciencia ficción. Así están estructurados los capítulos, con muchas escenas cortas que alternan varias tramas, y así han puesto el acento sobre los personajes y sus dilemas en estos primeros nueve episodios. El último, no obstante, ha introducido un elemento de más acción y tensión con esa incipiente guerra civil dentro de los Soldados del Único por el control de la organización y con el intento a la desesperada de Zoe de escapar del laboratorio de su padre antes de que borren el chip del cylon y la destruyan para siempre.
Esta subtrama podría haberse titulado "Zoe se quiere suicidar" (así iba a llamarse esta entrada, de hecho). Tras intentar por todos los medios no revelar ante su padre que, efectivamente, su avatar está dentro del único robot que es de verdad operativo, de pronto sus opciones de huir hacia Gemenon se reducen drásticamente. El pobre Philomon acaba muerto porque, evidentemente, no es lo mismo que te empuje una adolescente que un robot de dos metros de altura y varias toneladas de peso, y Lacy hace lo que puede para seguir adelante con el plan de Zoe, pero los planes de Barnabas (o James Marsters haciendo de esos malos que tan bien se le dan) discurren por otro camino, que incluye probar su lealtad convirtiéndola en un miembro operativo de su célula. Tengo curiosidad por ver cómo evoluciona Lacy y cómo afronta que sus actos tienen consecuencias (y que la hermana Clarice se libra de la bomba). Resultado, que Zoe/U-87 se encuentra en la posición de intentar una huida a la desesperada que, por supuesto, no acaba bien.
La pugna entre Daniel y Zoe por el control del cylon, y los intentos de ella de construir su propia identidad, separada de la Zoe real y del cuerpo físico del robot, son de lo más nteresante que ha hecho la serie hasta el momento. El truco de alternar al cylon y a Zoe es muy efectivo, y explotó gran parte de su potencial en la tortura psicológica a la que Daniel somete al robot para intentar que el avatar de su hija se muestre. Evidentemente, U-87 no habrá quedado del todo destruido en el choque contra la barrera de policías, pero será interesante ver cómo se recupera la Zoe virtual de todo esto. Y hablando del mundo virtual, también resulta curioso ver a Tamara Adama a lo Neo en New Cap City, aunque ahora que, por fin, ha logrado cortar los lazos con su padre, me intriga ver qué papel va a jugar en el resto de la temporada, si va a jugar alguno.
Los Adama, por ahora, se ven demasiado desconectados del resto de la serie, incluso a pesar de que Sam Adama pide a gritos que le den más cancha, y tampoco está muy claro qué pinta Amanda en todo esto (si sobrevive a su salto desde el puente). Sin embargo, es posible que sea en la segunda mitad de la temporada donde "Caprica" muestre de verdad sus cartas y las cosas de las que puede ser capaz. Los primeros capítulos han pasado mucho tiempo construyendo el mundo y situando a los personajes en sus posiciones del tablero y supongo que, a partir de ahora, veremos una serie un poco diferente. Sí, hay defectos, cosas que no termino de ver y otras que son hallazgos interesantes, pero sigo interesada y tengo la suficiente curiosidad para continuar hasta el final de esta temporada. Si las audiencias después del hiato mantienen la ligera tendencia al alza que han vivido estos últimos episodios, quizás Syfy la renueve por una segunda entrega. Por ahora, esperaremos a ver por dónde salen entonces y qué pasa cuando lleguen todos a Gemenon (porque no dudo que lo harán).
28 marzo 2010
Tres series de casos
Si hacemos caso de los pilotos que están rodándose para que las cadenas elijan sus nuevas series de la temporada que viene, parece que los títulos "de casos" van a dominar el próximo otoño. Abogados y policías proliferan aún más y el procedimental va a regresar con toda su fuerza (más que esta temporada), y no se sabe si habrá algo interesante en medio de toda esa gente resolviendo extraños asesinatos y enigmas varios. Pero siempre suele destacar alguna serie que, por sus personajes, o el modo en que se tratan los casos o por cualquier otra cosa, se convierte en una opción sumamente entretenida y con algunos hallazgos dignos de series con mejor prensa. Estas tres no son estrenos de este año, pero son ejemplos de títulos de casos que justo tienen ese algo. No vamos a volver a hablar de "CSI" o "Bones" porque de ellas ya comentamos cosas muy a menudo (de la primera menos de lo que lo hacía antes), y "Life" ya la recomendé hace tiempo.
The Closer (TNT): En junio comenzará la sexta temporada de la que es la serie con más audiencia del cable estadounidense. Brenda Leigh Johnson es la reina del show como la muy eficiente, terca, manipuladora, insegura en su vida privada, con su encanto sureño y muy independiente jefa del grupo especial de homicidios de la policía de Los Ángeles, pero sus secundarios consiguen que ella no les eclipse, componiendo un reparto coral realmente divertido y muy bien conjuntado. Sus casos están entre los mejor hilados de los procedimentales estadounidenses, y Brenda es mucha Brenda.
Medium (CBS): La familia DuBois también va ya por su sexta temporada, la primera en su nuevo hogar de la CBS tras ser "cancelada" en la NBC. Ésta, en realidad, es un drama familiar con la fachada de un procedimental, pero los sueños que tiene Allison para iniciar los casos componen algunas de las imágenes más inquietantes de la parrilla actual. Pueden ser momentos aparentemente inocentes que, gracias a sus encuadres y la música que utilizan, se convierten en algo bastante desasosegante, y hasta han conseguido que unos monos de dibujos animados dén muy mala espina. Aparte, en las cuatro primeras temporadas tuvieron a un psicópata recurrente, el doctor Walker, realmente malvado.
In plain sight (USA): Mary y Marshall regresan con la tercera temporada el próximo miércoles, me imagino con las mismas conversaciones peculiares, y a veces bastante frikis, entre los dos. La relación entre estos dos marshalls del Servicio de Protección de Testigos es lo más divertido y lo mejor logrado de la serie, que consigue algunos capítulos muy interesantes cuando se centra en las dificultades de los testigos por dejar atrás su antigua vida. Además, la personalidad abrasiva, pero llena de claroscuros, de Mary deja casi siempre grandes momentos.
Música de la semana: Esta entrada sobre "Playa de China" me ha llevado a recordar las canciones que sonaban en aquella serie, y una de ellas era "We're gotta get out of this place", de The Animals.
The Closer (TNT): En junio comenzará la sexta temporada de la que es la serie con más audiencia del cable estadounidense. Brenda Leigh Johnson es la reina del show como la muy eficiente, terca, manipuladora, insegura en su vida privada, con su encanto sureño y muy independiente jefa del grupo especial de homicidios de la policía de Los Ángeles, pero sus secundarios consiguen que ella no les eclipse, componiendo un reparto coral realmente divertido y muy bien conjuntado. Sus casos están entre los mejor hilados de los procedimentales estadounidenses, y Brenda es mucha Brenda.
Medium (CBS): La familia DuBois también va ya por su sexta temporada, la primera en su nuevo hogar de la CBS tras ser "cancelada" en la NBC. Ésta, en realidad, es un drama familiar con la fachada de un procedimental, pero los sueños que tiene Allison para iniciar los casos componen algunas de las imágenes más inquietantes de la parrilla actual. Pueden ser momentos aparentemente inocentes que, gracias a sus encuadres y la música que utilizan, se convierten en algo bastante desasosegante, y hasta han conseguido que unos monos de dibujos animados dén muy mala espina. Aparte, en las cuatro primeras temporadas tuvieron a un psicópata recurrente, el doctor Walker, realmente malvado.
In plain sight (USA): Mary y Marshall regresan con la tercera temporada el próximo miércoles, me imagino con las mismas conversaciones peculiares, y a veces bastante frikis, entre los dos. La relación entre estos dos marshalls del Servicio de Protección de Testigos es lo más divertido y lo mejor logrado de la serie, que consigue algunos capítulos muy interesantes cuando se centra en las dificultades de los testigos por dejar atrás su antigua vida. Además, la personalidad abrasiva, pero llena de claroscuros, de Mary deja casi siempre grandes momentos.
Música de la semana: Esta entrada sobre "Playa de China" me ha llevado a recordar las canciones que sonaban en aquella serie, y una de ellas era "We're gotta get out of this place", de The Animals.
27 marzo 2010
Personalidades múltiples
ALERTA SPOILERS: Se va a hablar de varias series por aquí, y de las únicas que hay potenciales spoilers es de "Perdidos" y de "Galáctica", si no habéis visto esa serie hasta el final. Saltaos ese apartado hasta que no estéis al día con ambas, y listo.
1.- Showtime tiene el dedo muy rápido a la hora de renovar series. "Nurse Jackie" y "United States of Tara" sólo han emitido un episodio de sus respectivas segundas temporadas y ya se ha anunciado que tendrán una tercera, para no tenernos en ascuas. La primera no la sigo, pero la segunda ha regresado apuntando algunas cosas bastante interesantes, como la presentación de un vecino y su casa, que parece que van a jugar un importante papel más adelante, y una evolución en las personalidades múltiples de Tara y en la situación de toda la familia. Este primer episodio se ve mucho más relajado y conjuntado que gran parte de los capítulos anteriores, y tengo mucha curiosidad por ver cómo va Tara a lidiar con su nueva situación (y cómo reaccionará Max). No sé si continuarán intentando averiguar qué trauma pasado desencadenó el trastorno en ella, pero está claro que es algo más antiguo y está más enterrado de lo que ellos creen.
2.- Ha habido muchas, muchas teorías sobre el último capítulo de "Perdidos", y muchas de ellas utilizan iconografía religiosa y, más en concreto, la historia de Pedro y Jesús. He leído otra por ahí comparando la serie con "La guerra de las galaxias" que no tiene desperdicio, y a mí ese "Ab aeterno" sobre la historia de Richard (aparte de los cachondeos porque fuera originario de Tenerife y otras cosas) volvió a recordarme al modo en el que "Galáctica" estructuró su última temporada. Ya nos han contado, a rasgos muy generales, de qué va todo (quedan los flecos de Dharma y Widmore), en un episodio que era como el de la Espasa cylon de "Galáctica" en el que nos contaron toda la historia de las "tostadoras", y ahora ya pueden dedicarse a dar cierre a los personajes. Otra comparación que he visto por ahí es la del libro de Stephen King, "Apocalipsis".
3.- "Life unexpected" me tiene bastante confusa. El décimo episodio se ha visto como si dieran carpetazo a las tramas y las peleas sobre las que han estado dando vueltas sin parar a lo largo de los anteriores. ¿Quiere esto decir que los capítulos dejarán de tener esa estructura tan marcada (Cate se equivoca, Lux se enfada y se va con Baze, éste parece que lo arregla pero lo estropea todo y Lux se mosquea con los dos)? Que Lux le confiese por fin a Cate qué le pasa con ella puede ser un punto de inflexión para que los tres episodios que faltan sean distintos y, espero, un poco mejores.
4.- La semana que viene regresa "V" a la ABC, con bastantes obstáculos en su contra que debe superar. Primero, llevar fuera de emisión casi cinco meses. Segundo, presentar una serie cambiada gracias al nuevo showrunner (Scott Rosenbaum) y convencer tanto a los que siguieron los primeros cuatro capítulos como los que no de que merece la pena darle una oportunidad. Tercero, no tendrá mucho tiempo para ganarse la posibilidad de ser renovada (hasta mayo). Y cuarto, se emitirá después de "Perdidos", un horario que ha dado al traste con prácticamente todas las series que lo han ocupado. Ahora, teniendo en cuenta que, en cuanto vuelva también "Bones" el próximo jueves, me da que la audiencia de "FlashForward" se va a resentir, tal vez "V" sea la que tenga una mejor oportunidad de regresar el año que viene. Rosenbaum ha declarado que se va a poner más el acento en los personajes, aunque no ha dicho si al hijo adolescente de Erica se lo van a comer los lagartos o no.
5.- El tramo final de la segunda temporada de "Castle" va a estar plagado de invitados especiales. El otro día, Nathan Fillion anunció en Twitter que los visitaría un ex actor de "Galáctica" (no sabemos aún quién), y el lunes finaliza el doble capítulo en el que han contado con Dana Delaney haciendo de una agente del FBI que busca a un asesino en serie obsesionado con Beckett (o con Nikki Heat, más bien). La reunión de Delaney y Fillion tras el paso de éste por "Mujeres desesperadas" estuvo simpática (también hubo mini-reunión de "Héroes" con Stana Katic y Leonard Roberts), y aunque nos dejaron un cliffhanger demasiado visto, lo cierto es que tengo curiosidad por ver por dónde salen. A todo esto, si la ABC renueva "Castle" (sus audiencias no van nada mal últimamente) y si se quedan con "Boston's finest", uno de los pilotos que tienen en desarrollo, la adaptación a televisión del cómic "Powers" se quedará sin los dos protagonistas que quería Brian Michael Bendiss, Nathan Fillion y Katee Sackhoff.
1.- Showtime tiene el dedo muy rápido a la hora de renovar series. "Nurse Jackie" y "United States of Tara" sólo han emitido un episodio de sus respectivas segundas temporadas y ya se ha anunciado que tendrán una tercera, para no tenernos en ascuas. La primera no la sigo, pero la segunda ha regresado apuntando algunas cosas bastante interesantes, como la presentación de un vecino y su casa, que parece que van a jugar un importante papel más adelante, y una evolución en las personalidades múltiples de Tara y en la situación de toda la familia. Este primer episodio se ve mucho más relajado y conjuntado que gran parte de los capítulos anteriores, y tengo mucha curiosidad por ver cómo va Tara a lidiar con su nueva situación (y cómo reaccionará Max). No sé si continuarán intentando averiguar qué trauma pasado desencadenó el trastorno en ella, pero está claro que es algo más antiguo y está más enterrado de lo que ellos creen.
2.- Ha habido muchas, muchas teorías sobre el último capítulo de "Perdidos", y muchas de ellas utilizan iconografía religiosa y, más en concreto, la historia de Pedro y Jesús. He leído otra por ahí comparando la serie con "La guerra de las galaxias" que no tiene desperdicio, y a mí ese "Ab aeterno" sobre la historia de Richard (aparte de los cachondeos porque fuera originario de Tenerife y otras cosas) volvió a recordarme al modo en el que "Galáctica" estructuró su última temporada. Ya nos han contado, a rasgos muy generales, de qué va todo (quedan los flecos de Dharma y Widmore), en un episodio que era como el de la Espasa cylon de "Galáctica" en el que nos contaron toda la historia de las "tostadoras", y ahora ya pueden dedicarse a dar cierre a los personajes. Otra comparación que he visto por ahí es la del libro de Stephen King, "Apocalipsis".
3.- "Life unexpected" me tiene bastante confusa. El décimo episodio se ha visto como si dieran carpetazo a las tramas y las peleas sobre las que han estado dando vueltas sin parar a lo largo de los anteriores. ¿Quiere esto decir que los capítulos dejarán de tener esa estructura tan marcada (Cate se equivoca, Lux se enfada y se va con Baze, éste parece que lo arregla pero lo estropea todo y Lux se mosquea con los dos)? Que Lux le confiese por fin a Cate qué le pasa con ella puede ser un punto de inflexión para que los tres episodios que faltan sean distintos y, espero, un poco mejores.
4.- La semana que viene regresa "V" a la ABC, con bastantes obstáculos en su contra que debe superar. Primero, llevar fuera de emisión casi cinco meses. Segundo, presentar una serie cambiada gracias al nuevo showrunner (Scott Rosenbaum) y convencer tanto a los que siguieron los primeros cuatro capítulos como los que no de que merece la pena darle una oportunidad. Tercero, no tendrá mucho tiempo para ganarse la posibilidad de ser renovada (hasta mayo). Y cuarto, se emitirá después de "Perdidos", un horario que ha dado al traste con prácticamente todas las series que lo han ocupado. Ahora, teniendo en cuenta que, en cuanto vuelva también "Bones" el próximo jueves, me da que la audiencia de "FlashForward" se va a resentir, tal vez "V" sea la que tenga una mejor oportunidad de regresar el año que viene. Rosenbaum ha declarado que se va a poner más el acento en los personajes, aunque no ha dicho si al hijo adolescente de Erica se lo van a comer los lagartos o no.
5.- El tramo final de la segunda temporada de "Castle" va a estar plagado de invitados especiales. El otro día, Nathan Fillion anunció en Twitter que los visitaría un ex actor de "Galáctica" (no sabemos aún quién), y el lunes finaliza el doble capítulo en el que han contado con Dana Delaney haciendo de una agente del FBI que busca a un asesino en serie obsesionado con Beckett (o con Nikki Heat, más bien). La reunión de Delaney y Fillion tras el paso de éste por "Mujeres desesperadas" estuvo simpática (también hubo mini-reunión de "Héroes" con Stana Katic y Leonard Roberts), y aunque nos dejaron un cliffhanger demasiado visto, lo cierto es que tengo curiosidad por ver por dónde salen. A todo esto, si la ABC renueva "Castle" (sus audiencias no van nada mal últimamente) y si se quedan con "Boston's finest", uno de los pilotos que tienen en desarrollo, la adaptación a televisión del cómic "Powers" se quedará sin los dos protagonistas que quería Brian Michael Bendiss, Nathan Fillion y Katee Sackhoff.
26 marzo 2010
Casi famosos (XXVI)
Esta sección no para de crecer. Yo diría que tiene vida propia. En parte, está impulsada esta vez por dos cosas: las reposiciones de "La cruda realidad", en SET, y un pase ahora no recuerdo en qué cadena de "Las seductoras", con Sigourney Weaver y Jennifer Love-Hewitt haciendo de madre e hija cazafortunas y timadoras. En los primeros capítulos de la sitcom con Tea Leoni vi a Amy Ryan haciendo de una amiga de la protagonista, y en la película cacé un momento en el que veíamos en un bar a Sarah Silverman y a Jason Lee, que va a protagonizar el primer momento de "casi famoso" de hoy.
Lo cierto es que "Mallrats" era sólo la tercera o cuarta película de Jason Lee, y aunque no lo lanzó al estrellato (la recepción fue bastante tibia, sobre todo porque venía con las expectativas creadas por el debut de Kevin Smith como realizador, "Clerks"), sí empezó a hacerlo más o menos conocido. Con él puede verse, efectivamente, a Shannen Doherty, y la otra pareja son dos actores que no han tenido demasiada suerte posterior. Él es Jeremy London y ella, Claire Forlani, a la que salir en "¿Conoces a Joe Black?" (de la etapa de rubísimo de Brad Pitt) no le hizo ningún favor.
Y ya que hablábamos antes de Sarah Silverman, ahí la tenemos en un capítulo de "JAG" con David James Elliott (que durante un tiempo fue uno de los guaperas de la tele yanqui, encima con uniforme de la Marina para darle más morbo). Silverman salió en varias series y películas mientras se pateaba el circuito de la stand up comedy y antes de triunfar definitivamente con su programa en Comedy Central. Deslenguada, faltona, ácida y divertida, Silverman también dejó varias perlas de su repertorio en el late show de su creo que ya ex, Jimmy Kimmel, como aquella tremenda canción sobre Matt Damon.
Hay muchas chicas en esta edición, pero el pasado de algunas no puede desperdiciarse. Por ejemplo, tomemos este fotograma de "Chicas malas". A la izquierda tenemos a Lacey Chabert, que ya había dejado bastante atrás sus tiempos de "Cinco en familia". Junto a ella está Rachel McAdams, que justo ese mismo año (2004) estrenaría "El diario de Noa", que empezó a hacerla famosa. La tercera en discordia es Lindsay Lohan, creo que en su último éxito de taquilla y justo al principio del camino de autodestrucción en el que anda metida, y a la derecha tenemos a Amanda Seyfried, una de las jóvenes más de moda en Hollywood ahora mismo gracias a "Mamma mia" y a "Querido John", la película que logró desbancar a "Avatar" del número 1 en la taquilla yanqui. Seyfried también fue Lilly Kane, la mejor amiga de Verónica Mars, y la hija de Bill Paxton en "Big Love".
Finalmente, otra de las chicas de moda en Hollywood, pero en su versión de hordas de fans adolescentes. El fotograma corresponde a "La seguridad de los objetos", la tercera y, por ahora, última película de Rose Troche, que desde entonces ha estado dirigiendo un montón de episodios de "The L Word" y unos pocos de "A dos metros bajo tierra", "Ugly Betty" y "Ley y orden". En esa cinta coral, con gente como Glenn Close, Patricia Clarkson, Joshua Jackson o Dermot Mulroney, estaba también Kristen Stewart, en el que debía su primer papel en cine con diálogo y cierta importancia. Stewart tuvo bastante suerte porque, ya al año siguiente, sería la hija diabética de Jodie Foster en "La habitación del pánico".
Lo cierto es que "Mallrats" era sólo la tercera o cuarta película de Jason Lee, y aunque no lo lanzó al estrellato (la recepción fue bastante tibia, sobre todo porque venía con las expectativas creadas por el debut de Kevin Smith como realizador, "Clerks"), sí empezó a hacerlo más o menos conocido. Con él puede verse, efectivamente, a Shannen Doherty, y la otra pareja son dos actores que no han tenido demasiada suerte posterior. Él es Jeremy London y ella, Claire Forlani, a la que salir en "¿Conoces a Joe Black?" (de la etapa de rubísimo de Brad Pitt) no le hizo ningún favor.
Y ya que hablábamos antes de Sarah Silverman, ahí la tenemos en un capítulo de "JAG" con David James Elliott (que durante un tiempo fue uno de los guaperas de la tele yanqui, encima con uniforme de la Marina para darle más morbo). Silverman salió en varias series y películas mientras se pateaba el circuito de la stand up comedy y antes de triunfar definitivamente con su programa en Comedy Central. Deslenguada, faltona, ácida y divertida, Silverman también dejó varias perlas de su repertorio en el late show de su creo que ya ex, Jimmy Kimmel, como aquella tremenda canción sobre Matt Damon.
Hay muchas chicas en esta edición, pero el pasado de algunas no puede desperdiciarse. Por ejemplo, tomemos este fotograma de "Chicas malas". A la izquierda tenemos a Lacey Chabert, que ya había dejado bastante atrás sus tiempos de "Cinco en familia". Junto a ella está Rachel McAdams, que justo ese mismo año (2004) estrenaría "El diario de Noa", que empezó a hacerla famosa. La tercera en discordia es Lindsay Lohan, creo que en su último éxito de taquilla y justo al principio del camino de autodestrucción en el que anda metida, y a la derecha tenemos a Amanda Seyfried, una de las jóvenes más de moda en Hollywood ahora mismo gracias a "Mamma mia" y a "Querido John", la película que logró desbancar a "Avatar" del número 1 en la taquilla yanqui. Seyfried también fue Lilly Kane, la mejor amiga de Verónica Mars, y la hija de Bill Paxton en "Big Love".
Finalmente, otra de las chicas de moda en Hollywood, pero en su versión de hordas de fans adolescentes. El fotograma corresponde a "La seguridad de los objetos", la tercera y, por ahora, última película de Rose Troche, que desde entonces ha estado dirigiendo un montón de episodios de "The L Word" y unos pocos de "A dos metros bajo tierra", "Ugly Betty" y "Ley y orden". En esa cinta coral, con gente como Glenn Close, Patricia Clarkson, Joshua Jackson o Dermot Mulroney, estaba también Kristen Stewart, en el que debía su primer papel en cine con diálogo y cierta importancia. Stewart tuvo bastante suerte porque, ya al año siguiente, sería la hija diabética de Jodie Foster en "La habitación del pánico".
25 marzo 2010
Leia Lemon contra la NBC
Hay dos referencias que nunca faltan en un capítulo de "30 Rock" a la hora de sacarse un chiste o un pequeño momento o guiño gracioso de la chistera: la situación en la NBC (lo que incluye el product placement más descarado y meta-comentado que yo recuerdo haber visto) y "La guerra de las galaxias". Tina Fey se une al club de fans de la trilogía espacial de George Lucas (hablamos siempre de la original, no de las pecuelas) que forman también J.J. Abrams, Damon Lindelof y Carlton Cuse por un lado, y Carter Bays y Craig Thomas por otro, que son los que más prominentemente hacen referencias a "Star Wars" en "Perdidos" y "Cómo conocí a vuestra madre", respectivamente. Que Fey era fan ya lo sabíamos desde la primera temporada, pues Liz y Pete han intercambiado más de una vez alusiones a personajes de las películas para comentar algo que les preocupe (en la segunda parte de este vídeo, Fey explica claramente de qué trilogia de "Star Wars" es seguidora).
Aparte del disfraz de Leia que Liz utiliza para librarse cada vez que la eligen para ser jurado, el capítulo de la semana pasada ("Don Geiss, America and hope") dejó el mejor chiste con el universo de "La guerra de las galaxias" que han hecho hasta el momento. Me perdí parte del funeral de Don Geiss riéndome todavía de esa alusión (como no la esperaba, el impacto fue mayor). Pero, además, ese episodio llevó sus bromas-comentario sobre la situación de la NBC todavía más lejos si cabe de lo que lo hacen habitualmente. Como no podían dejar pasar la venta de la cadena a Comcast (una teleco servidora de servicios de cable, teléfono e internet), se han inventado una compañía llamada Kabletown (con K, como no deja de repetir Jack) que hace permite un poquito de cachondeo con toda esta operación. Han hecho chistes referidos a su sede en Filadelfia (donde se ubica realmente Comcast), que han permitido a la vez bromear sobre las ciudades natales de Liz y Jack (Liz, como no podía ser de otro modo, comparte origen con la propia Fey, nacida en el oeste de Filadelfia. Jack es de Boston mientras su intérprete, Alec Baldwin, es neoyorquino), y se han canchondeado de que su negocio hace ganar dinero sin necesidad de mover un dedo.
Nunca dejo de sorprenderme de cómo demonios les permiten semejante nivel de crítica y chistes hacia la NBC (incluso sacan de vez en cuando el lado humorístico de uno de sus presentadores de informativos estrella, Brian Williams, que es bastante divertido). Se han tomado a guasa la Green Week de apoyo de boquilla al medioambiente (que se las trae, es cierto), han hecho todo tipo de bromas sobre la mala situación empresarial, financiera y en las audiencias de la cadena (hasta llgaron a venderle la E de General Electric a Samsung), y cada vez que Jack se reúne con otros ejecutivos de la cadena, las situaciones son de todo menos serias. Ahí radican gran parte de las virtudes de la serie. Nadie tiene miedo de ser objeto de chanzas y ridículo (Tina Fey, la primera, especialmente cada vez que se hace un recordatorio al patético pasado de Lemon), y si ni ellos mismos se toman demasiado en serio, no lo van a hacer con una NBC que, francamente, tampoco puede tomarse demasiado en serio,
P.D.: Por cierto, que el capítulo dejó también un nuevo palabro absolutamente genial: "Lizzaster!!"
Aparte del disfraz de Leia que Liz utiliza para librarse cada vez que la eligen para ser jurado, el capítulo de la semana pasada ("Don Geiss, America and hope") dejó el mejor chiste con el universo de "La guerra de las galaxias" que han hecho hasta el momento. Me perdí parte del funeral de Don Geiss riéndome todavía de esa alusión (como no la esperaba, el impacto fue mayor). Pero, además, ese episodio llevó sus bromas-comentario sobre la situación de la NBC todavía más lejos si cabe de lo que lo hacen habitualmente. Como no podían dejar pasar la venta de la cadena a Comcast (una teleco servidora de servicios de cable, teléfono e internet), se han inventado una compañía llamada Kabletown (con K, como no deja de repetir Jack) que hace permite un poquito de cachondeo con toda esta operación. Han hecho chistes referidos a su sede en Filadelfia (donde se ubica realmente Comcast), que han permitido a la vez bromear sobre las ciudades natales de Liz y Jack (Liz, como no podía ser de otro modo, comparte origen con la propia Fey, nacida en el oeste de Filadelfia. Jack es de Boston mientras su intérprete, Alec Baldwin, es neoyorquino), y se han canchondeado de que su negocio hace ganar dinero sin necesidad de mover un dedo.
Nunca dejo de sorprenderme de cómo demonios les permiten semejante nivel de crítica y chistes hacia la NBC (incluso sacan de vez en cuando el lado humorístico de uno de sus presentadores de informativos estrella, Brian Williams, que es bastante divertido). Se han tomado a guasa la Green Week de apoyo de boquilla al medioambiente (que se las trae, es cierto), han hecho todo tipo de bromas sobre la mala situación empresarial, financiera y en las audiencias de la cadena (hasta llgaron a venderle la E de General Electric a Samsung), y cada vez que Jack se reúne con otros ejecutivos de la cadena, las situaciones son de todo menos serias. Ahí radican gran parte de las virtudes de la serie. Nadie tiene miedo de ser objeto de chanzas y ridículo (Tina Fey, la primera, especialmente cada vez que se hace un recordatorio al patético pasado de Lemon), y si ni ellos mismos se toman demasiado en serio, no lo van a hacer con una NBC que, francamente, tampoco puede tomarse demasiado en serio,
P.D.: Por cierto, que el capítulo dejó también un nuevo palabro absolutamente genial: "Lizzaster!!"
24 marzo 2010
El éxito no salta el charco
Últimamente, a raíz de las discretas audiencias que están teniendo tanto "Glee" en Neox como la última temporada de "Perdidos" en Cuatro (ésta ya ha cambiado de día y no sé si acabará los sábados a las 19, o los domingos a la 1), ha surgido una interesante discusión sobre las razones de que el éxito del que ambas disfrutan en EE.UU. no salte a esta orilla del Atlántico. Es una discusión que, aunque parezca muy sencilla, no lo es, sobre todo porque la percepción que tenemos aquí de lo que se considera un éxito allí no es la misma, del mismo modo que el negocio televisivo y la audiencia no son iguales en uno y otro lugar. Las cadenas siempre promocionan sus compras de series extranjeras diciendo que son "el número 1 en USA" (hasta lo dijeron los de la Sexta con "La hora 11"), pero no te puedes fiar de unas tácticas de marketing que tiene que poner su producto por las nubes para venderlo.
Hace algún tiempo, cuando "House" empezó a destacar enormemente en la casi recién nacida Cuatro, "Variety" publicó un breve reportaje sobre ese fenómeno, destacando que, desde la llegada de las privadas, en 1990, muy pocas series estadounidenses habían triunfado de verdad en España. Descontando "Twin Peaks" y "Sensación de vivir", muy al principio de la vida de Telecinco, esos éxitos importados eran "Expediente X", "Ally McBeal" y "CSI" (todas en la cadena de Fuencarral, además). Ni "Policías de Nueva York", ni "Urgencias", ni "El ala oeste de la Casa Blanca", ni "Friends", ni "Seinfeld"... Todos esos títulos arrasaban en las audiencias en EE.UU., pero aquí ya podían darse con un canto en los dientes si se emitían de continuo en el mismo horario. ¿La razón? Se me escapa. ¿Por qué sólo unas y otras no? ¿Tiene algo que ver el hábito del espectador medio español de poner un canal después de cenar y quitarlo sólo cuando se va a dormir? ¿Ese hábito está tan extendido?
"Glee", en USAmerica, es un fenómeno social que no llega a los 8 millones de espectadores (cuando "NCIS" creo que debe andar cerca de los 20), y se ha creado todo este ruido a su alrededor por la campaña montada por la cadena y el tirón de Internet. Va dirigida a un target demográfico muy específico que puede no ser mayoritario, pero es el que cuenta para los anunciantes y ha logrado ser la serie de moda esta temporada. Pero su unión del género musical con la comedia de instituto, y su peculiar sentido del humor, la convierten en un producto alejado de los gustos de una audiencia que encumbra cada semana a "Física o química" o "Águila roja".
En cuanto a "Perdidos", yo siempre he creído que era una serie de culto que, por las circunstancias que fueran, dio el gran bombazo en su primera temporada. Como era una presentación de los personajes y de la situación en la que se encontraban, hasta 22 millones de espectadores en Estados Unidos le dieron una oportunidad. Pero estando tan serializada, y mostrando a partir de la tercera-cuarta temporadas su núcleo de serie de ciencia ficción, era normal que la audiencia fuera resintiéndose cada vez más. Pensar que la última temporada iba a hacer en Cuatro los mismos números que "House" era ser bastante iluso. El género es bastante minoritario en España (ninguna cadena en abierto ha emitido "Galáctica" a pesar del prestigio que la acompañaba desde USAmerica, ni siquiera los martes a las 6 de la mañana), y no es lo mismo estrenar la serie desde el principio que subirte al carro al final, aunque le dés una buena promoción y hagas el esfuerzo de emitir los episodios con sólo una semana de retraso con respecto a la ABC.
También se ha hablado mucho del peso que pueden tener las descargas en estos pinchazos. Sigo pensando que somos un grupo minoritario que, sin embargo, tiene una repercusión excesiva. Casi desde el principio de "Perdidos", la gente que conozco que la ve y está fuera de esta burbuja blogueril nuestra la sigue o por la tele o, con mayor frecuencia, esperando a que salga en DVD para verse entonces la temporada de una sentada. Y no es tanta gente. Es más habitual de lo que parece que te miren raro si les recomiendas una serie sobre unos náufragos en una isla en la que pasan cosas raras, y en la que tienes que ver seis temporadas para averiguar de qué va todo eso. No te miran tan raro como cuando recomiendas "Galáctica", eso es verdad.
Hace algún tiempo, cuando "House" empezó a destacar enormemente en la casi recién nacida Cuatro, "Variety" publicó un breve reportaje sobre ese fenómeno, destacando que, desde la llegada de las privadas, en 1990, muy pocas series estadounidenses habían triunfado de verdad en España. Descontando "Twin Peaks" y "Sensación de vivir", muy al principio de la vida de Telecinco, esos éxitos importados eran "Expediente X", "Ally McBeal" y "CSI" (todas en la cadena de Fuencarral, además). Ni "Policías de Nueva York", ni "Urgencias", ni "El ala oeste de la Casa Blanca", ni "Friends", ni "Seinfeld"... Todos esos títulos arrasaban en las audiencias en EE.UU., pero aquí ya podían darse con un canto en los dientes si se emitían de continuo en el mismo horario. ¿La razón? Se me escapa. ¿Por qué sólo unas y otras no? ¿Tiene algo que ver el hábito del espectador medio español de poner un canal después de cenar y quitarlo sólo cuando se va a dormir? ¿Ese hábito está tan extendido?
"Glee", en USAmerica, es un fenómeno social que no llega a los 8 millones de espectadores (cuando "NCIS" creo que debe andar cerca de los 20), y se ha creado todo este ruido a su alrededor por la campaña montada por la cadena y el tirón de Internet. Va dirigida a un target demográfico muy específico que puede no ser mayoritario, pero es el que cuenta para los anunciantes y ha logrado ser la serie de moda esta temporada. Pero su unión del género musical con la comedia de instituto, y su peculiar sentido del humor, la convierten en un producto alejado de los gustos de una audiencia que encumbra cada semana a "Física o química" o "Águila roja".
En cuanto a "Perdidos", yo siempre he creído que era una serie de culto que, por las circunstancias que fueran, dio el gran bombazo en su primera temporada. Como era una presentación de los personajes y de la situación en la que se encontraban, hasta 22 millones de espectadores en Estados Unidos le dieron una oportunidad. Pero estando tan serializada, y mostrando a partir de la tercera-cuarta temporadas su núcleo de serie de ciencia ficción, era normal que la audiencia fuera resintiéndose cada vez más. Pensar que la última temporada iba a hacer en Cuatro los mismos números que "House" era ser bastante iluso. El género es bastante minoritario en España (ninguna cadena en abierto ha emitido "Galáctica" a pesar del prestigio que la acompañaba desde USAmerica, ni siquiera los martes a las 6 de la mañana), y no es lo mismo estrenar la serie desde el principio que subirte al carro al final, aunque le dés una buena promoción y hagas el esfuerzo de emitir los episodios con sólo una semana de retraso con respecto a la ABC.
También se ha hablado mucho del peso que pueden tener las descargas en estos pinchazos. Sigo pensando que somos un grupo minoritario que, sin embargo, tiene una repercusión excesiva. Casi desde el principio de "Perdidos", la gente que conozco que la ve y está fuera de esta burbuja blogueril nuestra la sigue o por la tele o, con mayor frecuencia, esperando a que salga en DVD para verse entonces la temporada de una sentada. Y no es tanta gente. Es más habitual de lo que parece que te miren raro si les recomiendas una serie sobre unos náufragos en una isla en la que pasan cosas raras, y en la que tienes que ver seis temporadas para averiguar de qué va todo eso. No te miran tan raro como cuando recomiendas "Galáctica", eso es verdad.
23 marzo 2010
Como Janet Leigh en "Psicosis"
Se puede decir que una serie es algo vivo. En su realización participa tanta gente, y su historia permanece abierta tanto tiempo, que siempre hay espacio para las sorpresas, para que los responsables descarten ideas que tenían al principio y adopten otras que les van surgiendo al ver cómo se desarrolla la historia y cómo la interpretan los actores que han contratado para ello. La química entre dos de ellos les lleva a perseguir una trama romántica que no habían pensado o la artificiosidad de otra que sobre el papel parecía buena les obliga a abandonarla antes de tiempo.
Uno de los casos más claros de estos cambios de idea casi sobre la marcha es el de los personajes cuyo destino era el mismo que el de Marion Crane en "Psicosis" (es decir, morir de modo espectacular en la primera media hora) pero que, por azares de la televisión, se mantuvieron dando guerra por ahí. En "Justified", ese western de nuestros días que FX acaba de estrenar, pasa justo eso en el piloto: un personaje que debería morir no lo hace porque a sus creadores les intrigó su relación con el protagonista, Raylan Givens (que parece salido de "Centauros del desierto"), y la reacción positiva de la audiencia en algunos pases previos (este artículo del "Los Ángeles Times" lo explica, pero igual es un spoiler). Según ellos, fue una decisión acertada por cómo evoluciona a lo largo de la primera temporada.
Puede ser él último exponente de estos personajes (y actores) con suerte, pero lógicamente no es el último. En los podcasts sobre "Caprica", David Eick explica que Tamara Adama (Genevieve Buechner) no iba a pasar del piloto, pero luego pensaron que podía dar más de sí y la repescaron para una trama en el mundo virtual. En "Galáctica" ya pasó algo similar con Helo (Tahmoh Penikett), que iba a quedar en un personaje episódico de la miniserie que, sin embargo, los guionistas quisieron recuperar en su periplo por la Caprica ocupada por los cylones. Los que han visto los primeros episodios de "Urgencias" recuerdan seguro el intento de suicidio de la enfermera Hathaway creo que ya en el piloto. En un principio, no habría quedado en un mero intento y Hathaway habría muerto pero, para suerte de Julianna Margulies, los guionistas decidieron "resucitarla" y explorar más esa relación con el doctor Ross que se aludía como causa de su decisión.
Es también muy conocida la intención original de J.J. Abrams y Damon Lindelof de matar a Jack en el piloto de "Perdidos", además creo que directamente en la primera hora, y dejar a Kate como principal protagonista de la serie. Sin embargo, los ejecutivos de la ABC les sugirieron dejarlo vivir porque su presentación apuntaba a un personaje que podía dar bastante juego, y Lindelof y Abrams cambiaron de opinión y reactivaron de golpe la carrera de Matthew Fox.
P.D.: Por cierto, que "Psicosis" cumple 50 años. Incluso sabiendo sus puntos de clave, se disfruta igual.
Uno de los casos más claros de estos cambios de idea casi sobre la marcha es el de los personajes cuyo destino era el mismo que el de Marion Crane en "Psicosis" (es decir, morir de modo espectacular en la primera media hora) pero que, por azares de la televisión, se mantuvieron dando guerra por ahí. En "Justified", ese western de nuestros días que FX acaba de estrenar, pasa justo eso en el piloto: un personaje que debería morir no lo hace porque a sus creadores les intrigó su relación con el protagonista, Raylan Givens (que parece salido de "Centauros del desierto"), y la reacción positiva de la audiencia en algunos pases previos (este artículo del "Los Ángeles Times" lo explica, pero igual es un spoiler). Según ellos, fue una decisión acertada por cómo evoluciona a lo largo de la primera temporada.
Puede ser él último exponente de estos personajes (y actores) con suerte, pero lógicamente no es el último. En los podcasts sobre "Caprica", David Eick explica que Tamara Adama (Genevieve Buechner) no iba a pasar del piloto, pero luego pensaron que podía dar más de sí y la repescaron para una trama en el mundo virtual. En "Galáctica" ya pasó algo similar con Helo (Tahmoh Penikett), que iba a quedar en un personaje episódico de la miniserie que, sin embargo, los guionistas quisieron recuperar en su periplo por la Caprica ocupada por los cylones. Los que han visto los primeros episodios de "Urgencias" recuerdan seguro el intento de suicidio de la enfermera Hathaway creo que ya en el piloto. En un principio, no habría quedado en un mero intento y Hathaway habría muerto pero, para suerte de Julianna Margulies, los guionistas decidieron "resucitarla" y explorar más esa relación con el doctor Ross que se aludía como causa de su decisión.
Es también muy conocida la intención original de J.J. Abrams y Damon Lindelof de matar a Jack en el piloto de "Perdidos", además creo que directamente en la primera hora, y dejar a Kate como principal protagonista de la serie. Sin embargo, los ejecutivos de la ABC les sugirieron dejarlo vivir porque su presentación apuntaba a un personaje que podía dar bastante juego, y Lindelof y Abrams cambiaron de opinión y reactivaron de golpe la carrera de Matthew Fox.
P.D.: Por cierto, que "Psicosis" cumple 50 años. Incluso sabiendo sus puntos de clave, se disfruta igual.
22 marzo 2010
El top de las películas
Esta extensa lista va a costar. Me la envían desde "Brevemente" (con mi nombre, por lo que no puedo escaquearme) y consiste en elegir tus películas favoritas en un montón de categorías diferentes. Lo han bautizado "El juego de los tops" y, una vez has citado al bloguero que te lanzó el reto y has dado tu lista, debes "nominar" a otros blogueros, pero esto lo dejo abierto para que recoja el guante quien quiera hacerlo. Tomemos impulso y respiremos hondo, que esto va a llevar un poco de tiempo (algunas categorías no las entiendo muy bien, pero dejémoslo ahí).
Película de todos los tiempos: "Casablanca" (Michael Curtiz, 1942).
De acción: La trilogía de Jason Bourne, cualquiera de las tres. Por ejemplo, "El mito de Bourne" (Paul Greengrass, 2004).
De aventuras: "La reina de África" (John Huston, 1951).
Bélica: "Apocalypse Now" (Francis Ford Coppola, 1979).
Biográfica: "Zelig" (Woody Allen, 1983). Sé que no es real, pero da igual.
Cómica: "La fiera de mi niña" (Howard Hawks, 1938).
Ciencia ficción: "Blade Runner" (Ridley Scott, 1982).
Deportiva: "Hoop Dreams" (Steve James, 1994).
Dramática: "Matar un ruiseñor" (Robert Mulligan, 1962).
De gángsters: "Muerte entre las flores" (Joel Coen, 1990).
Histórica: "Elegidos para la gloria" (Phillip Kaufmann, 1983).
Independiente: "Ghost World" (Terry Zwigoff, 2001).
De juicios: "Anatomía de un asesinato" (Otto Preminger, 1959).
Musical: "Cantando bajo la lluvia" (Stanley Donen, 1952).
Basada en cómic: "Camino a la perdición" (Sam Mendes, 2002).
Basada en obra de teatro: "Primera plana" (Billy Wilder, 1974).
Romántica: "Encadenados" (Alfred Hitchcock 1946).
Comedia romántica: "Olvídate de mí" (Michel Gondry, 2004). Aunque no es exactamente comedia.
Terror: "Al final de la escalera" (Peter Medak, 1980).
Thriller: "El silencio de los corderos" (Jonathan Demme, 1991).
Cine negro: "El sueño eterno" (Howard Hawks, 1946).
Western: "Fort Apache" (John Ford, 1948).
Animación: "La bella y la Bestia" (Gary Trousdale y Kirk Wise, 1991).
Y las que me dejo por el camino...
Película de todos los tiempos: "Casablanca" (Michael Curtiz, 1942).
De acción: La trilogía de Jason Bourne, cualquiera de las tres. Por ejemplo, "El mito de Bourne" (Paul Greengrass, 2004).
De aventuras: "La reina de África" (John Huston, 1951).
Bélica: "Apocalypse Now" (Francis Ford Coppola, 1979).
Biográfica: "Zelig" (Woody Allen, 1983). Sé que no es real, pero da igual.
Cómica: "La fiera de mi niña" (Howard Hawks, 1938).
Ciencia ficción: "Blade Runner" (Ridley Scott, 1982).
Deportiva: "Hoop Dreams" (Steve James, 1994).
Dramática: "Matar un ruiseñor" (Robert Mulligan, 1962).
De gángsters: "Muerte entre las flores" (Joel Coen, 1990).
Histórica: "Elegidos para la gloria" (Phillip Kaufmann, 1983).
Independiente: "Ghost World" (Terry Zwigoff, 2001).
De juicios: "Anatomía de un asesinato" (Otto Preminger, 1959).
Musical: "Cantando bajo la lluvia" (Stanley Donen, 1952).
Basada en cómic: "Camino a la perdición" (Sam Mendes, 2002).
Basada en obra de teatro: "Primera plana" (Billy Wilder, 1974).
Romántica: "Encadenados" (Alfred Hitchcock 1946).
Comedia romántica: "Olvídate de mí" (Michel Gondry, 2004). Aunque no es exactamente comedia.
Terror: "Al final de la escalera" (Peter Medak, 1980).
Thriller: "El silencio de los corderos" (Jonathan Demme, 1991).
Cine negro: "El sueño eterno" (Howard Hawks, 1946).
Western: "Fort Apache" (John Ford, 1948).
Animación: "La bella y la Bestia" (Gary Trousdale y Kirk Wise, 1991).
Y las que me dejo por el camino...
21 marzo 2010
El problema de John el Rojo
En muchas ocasiones hemos discutido el peso de las expectativas sobre el disfrute de una serie. Si ves "United States of Tara" esperando una sitcom, te llevas un buen varapalo, y si te acercas a "Fringe" esperando algo más serializado en la línea de "Perdidos", te quedas bastante frío. A veces, la presentación de la serie puede llevarnos a engaño. El piloto de "El mentalista" nos presenta a Patrick Jane, su protagonista, ineludiblemente unido a Red John, o John el Rojo, el asesino en serie que mata a su mujer y a su hija y lo obliga a dejar su trabajo como "vidente" televisivo. Jane empieza a poner sus grandes dotes de observación y deducción al servicio del CBI para estar más cerca de la investigación de los crímenes de Red John, y su implicación personal es tan grande, que los capítulos que lidian con esa trama son, a la fuerza, más intensos e interesantes que los demás.
Sin embargo, aunque para Jane atrapar al psicópata es capital, para la serie es un motivo recurrente mucho menos importante. Al fin y al cabo, es una trama para la duración de toda la serie, y no para sólo una o dos temporadas. La identidad de Red John no se conocerá hasta el último episodio, igual dentro de seis temporadas, por lo que su caza sólo aparece de vez en cuando, en unos episodios que, por ser tan inusuales, adquieren categoría de especiales y se suelen reservar para el principio y el final de temporada y para algún momento concreto entre medias, como los sweeps. Mientras tanto, la línea general de "El mentalista" es de una serie detectivesca en la que la estructura de los casos y la figura de Jane la emparentan no sólo con las historias de Sherlock Holmes, sino también con las de Hercule Poirot, Auguste Dupin, Lord Peter Wimsey y cualquier otro detective aficionado, con dinero y gran inteligencia, que ayuda a la policía a resolver casos que ellos solos no son capaces de desentrañar.
Con ese esquema y esa herencia, no es raro que los agentes del CBI vayan casi siempre por detrás de las maquinaciones de Jane, que se ha aficionado a montar algún pequeño engaño al final para atrapar al asesino. Lisbon es algo así como la Lestrade del Holmes de Jane, y el resto de policías bailan siempre al compás que éste marca. La fórmula chirría en unos secundarios que, aunque parecía que iban a estar más desarrollados, se han quedado en apenas unos espejos sobre los que Jane lanza sus pensamientos, y en unos casos que, últimamente, son bastante ligeros y fáciles de adivinar. Sin embargo, no es John el Rojo (o la falta de más apariciones suyas) el problema que puede tener "El mentalista". No es un serial sobre la investigación de los crímenes de este asesino en serie, sino una colección de historias breves protagonizadas por un peculiar detective. Jane sigue siendo un personaje interesante. Sólo necesita investigar casos más a su altura.
Música de la semana: "Parenthood" ha recuperado los títulos de crédito que antes tanto se llevaban, sobre todo en estos dramas familiares. Aunque utiliza de sintonía "Forever young" de Bob Dylan, esta semana vamos a quedarnos con otra que sonó en el último capítulo emitido, "Shine on", de los ingleses The Kooks.
Sin embargo, aunque para Jane atrapar al psicópata es capital, para la serie es un motivo recurrente mucho menos importante. Al fin y al cabo, es una trama para la duración de toda la serie, y no para sólo una o dos temporadas. La identidad de Red John no se conocerá hasta el último episodio, igual dentro de seis temporadas, por lo que su caza sólo aparece de vez en cuando, en unos episodios que, por ser tan inusuales, adquieren categoría de especiales y se suelen reservar para el principio y el final de temporada y para algún momento concreto entre medias, como los sweeps. Mientras tanto, la línea general de "El mentalista" es de una serie detectivesca en la que la estructura de los casos y la figura de Jane la emparentan no sólo con las historias de Sherlock Holmes, sino también con las de Hercule Poirot, Auguste Dupin, Lord Peter Wimsey y cualquier otro detective aficionado, con dinero y gran inteligencia, que ayuda a la policía a resolver casos que ellos solos no son capaces de desentrañar.
Con ese esquema y esa herencia, no es raro que los agentes del CBI vayan casi siempre por detrás de las maquinaciones de Jane, que se ha aficionado a montar algún pequeño engaño al final para atrapar al asesino. Lisbon es algo así como la Lestrade del Holmes de Jane, y el resto de policías bailan siempre al compás que éste marca. La fórmula chirría en unos secundarios que, aunque parecía que iban a estar más desarrollados, se han quedado en apenas unos espejos sobre los que Jane lanza sus pensamientos, y en unos casos que, últimamente, son bastante ligeros y fáciles de adivinar. Sin embargo, no es John el Rojo (o la falta de más apariciones suyas) el problema que puede tener "El mentalista". No es un serial sobre la investigación de los crímenes de este asesino en serie, sino una colección de historias breves protagonizadas por un peculiar detective. Jane sigue siendo un personaje interesante. Sólo necesita investigar casos más a su altura.
Música de la semana: "Parenthood" ha recuperado los títulos de crédito que antes tanto se llevaban, sobre todo en estos dramas familiares. Aunque utiliza de sintonía "Forever young" de Bob Dylan, esta semana vamos a quedarnos con otra que sonó en el último capítulo emitido, "Shine on", de los ingleses The Kooks.
19 marzo 2010
El Twitt-meme
El caso es que no iba a hacer el meme que une tweets (de Twitter) y series nacido desde "Carrusel de series". Paradójicamente, no se me ocurría qué comentar ni sobre qué series hacerlo. Pero como esta santa casa va a estar parada hasta el domingo (o el lunes) por esas cuestiones de las fiestas y los "puentes", he cambiado de idea y he decidido que puede ser una buena excusa para dejaros descansar de las macguffinadas varias durante un par de días (de hecho, esta entrada está programada. Sí, finalmente me he convertido en un cylon). Me esforzaré por restringir todo lo que pueda los comentarios a los 140 caracteres de Twitter. Ready, steady... Go!!
- ¿Podrán los lagartos de #V evolucionar a algo tan interesante como los cylones de #BSG?
- No quiero saber ningún spoiler sobre el capítulo 100 de #Bones. Ya me imagino yo sola lo que podría pasar.
- #Community y #Human target se quedan para el verano. So many shows, so little time.
- Tengo curiosidad por la 2ª temporada de #USofTara y un nuevo "personaje" que van a presentar.
- "The good guys" suena a entretenimiento policíaco veraniego que no se toma muy en serio. Le daré una oportunidad.
- Peter va a dar problemas en #TheGoodWife. Un tiburón no puede dejar de nadar si no quiere morir.
- Voy a imitar a Charlie Crews con #Perdidos y adoptar una postura zen ante su 6ª temporada. Hablaremos cuando llegue el final.
- Curiosa la división de opiniones sobre #Parenthood y #LifeUnexpected. La primera me va ganando poco a poco.
- ¿Nueva candidata al mejor drama que no estás viendo? Diría que #FNL, pero también #Caprica, ya lo veréis.
- Quiero un spinoff con Manny de #ModernFamily y Bridget de #Medium. No importa que sean de cadenas rivales.
- Niñita Marshall y Angry Lily=Never not funny en #HIMYM.
- ¿Cómo puedo reírme tanto todavía con #LasChicasdeOro? Así de grandes eran.
- Se confirma que House y Wilson están en su propio spinoff dentro de #House. Que echen a sus lacayos.
- Si las series de abogados y de policías no os van, igual la próxima temporada no tendréis ningún estreno para ver.
- Uno es muy friki cuando se emociona al ver a cierto guionista participar en cierta serie. Lo sé. Me ha pasado.
- #GenerationKill a veces deprime. ¿Cómo pudieron mandar así a los marines a invadir nada?
- La era Moffat de #DoctorWho ya casi está aquí. A ver qué nuevas aventuras nos deparas, Tardis querido.
- ¿Podrán los lagartos de #V evolucionar a algo tan interesante como los cylones de #BSG?
- No quiero saber ningún spoiler sobre el capítulo 100 de #Bones. Ya me imagino yo sola lo que podría pasar.
- #Community y #Human target se quedan para el verano. So many shows, so little time.
- Tengo curiosidad por la 2ª temporada de #USofTara y un nuevo "personaje" que van a presentar.
- "The good guys" suena a entretenimiento policíaco veraniego que no se toma muy en serio. Le daré una oportunidad.
- Peter va a dar problemas en #TheGoodWife. Un tiburón no puede dejar de nadar si no quiere morir.
- Voy a imitar a Charlie Crews con #Perdidos y adoptar una postura zen ante su 6ª temporada. Hablaremos cuando llegue el final.
- Curiosa la división de opiniones sobre #Parenthood y #LifeUnexpected. La primera me va ganando poco a poco.
- ¿Nueva candidata al mejor drama que no estás viendo? Diría que #FNL, pero también #Caprica, ya lo veréis.
- Quiero un spinoff con Manny de #ModernFamily y Bridget de #Medium. No importa que sean de cadenas rivales.
- Niñita Marshall y Angry Lily=Never not funny en #HIMYM.
- ¿Cómo puedo reírme tanto todavía con #LasChicasdeOro? Así de grandes eran.
- Se confirma que House y Wilson están en su propio spinoff dentro de #House. Que echen a sus lacayos.
- Si las series de abogados y de policías no os van, igual la próxima temporada no tendréis ningún estreno para ver.
- Uno es muy friki cuando se emociona al ver a cierto guionista participar en cierta serie. Lo sé. Me ha pasado.
- #GenerationKill a veces deprime. ¿Cómo pudieron mandar así a los marines a invadir nada?
- La era Moffat de #DoctorWho ya casi está aquí. A ver qué nuevas aventuras nos deparas, Tardis querido.
18 marzo 2010
Un jugador de equipo
En cualquier equipo deportivo, tener una estrella capaz de decantar el devenir de un partido, en la que confiar para, por ejemplo, jugarse las canastas decisivas sobre la bocina es algo muy jugoso y deseado por cualquier entrenador y directivo. Todo el mundo quiere tener a Kobe Bryant a sus órdenes. Pero tan importantes como él son los jugadores de equipo, los que pueden desempeñar diferentes roles dependiendo de las necesidades del conjunto y, cuando la situación lo requiere, hasta pueden "disfrazarse" de la estrella. Disponer de un Robert Horry (o un Toni Kukoc o un Manu Ginóbili) es un valor añadido del que tampoco ningún equipo quiere verse privado. ¿Y a qué vienen estos símiles de la NBA? Al papel que desempeña una pequeña serie llamada "Bones" tanto en Fox en Estados Unidos como en la Sexta en España.
Hace unas semanas, su showrunner, Hart Hanson, explicó en una conferencia en la universidad Grant McEwan de Edmonton (Canadá) que, durante las dos primeras temporadas, habían sido lo que las cadenas denominan un programmer. Éste es un programa que utilizan para tapar agujeros, para emitirse en aquellos horarios en los que sus inquilinos originales han fracasado, y en cuanto su audiencia caiga por debajo de los 5-6 millones de espectadores y deje de ser rentable, lo cancelan y a otra cosa mariposa. "Bones" estuvo alternando lunes, martes y miércoles, siendo emparejada con "House", "American Idol" y otros realities, sufriendo parones por el béisbol, discursos presidenciales y por necesidades de producción, y siempre aguantó con un colchón de 6-7 millones de espectadores, un grupo muy fiel que la persiguió por toda la parrilla y se acostumbró a que, cuando llegaba la midseason, se emitiera en otro horario diferente al que tenía al principio de la temporada.
"Bones" fue esas temporadas un jugador de equipo que cumplía con lo que la cadena necesitaba y rellenaba perfectamente cualquier hueco. Si en el caso de "House" fue su emparejamiento con "American Idol" lo que le permitió pasar de la primera temporada, en el de "Bones" fue hacerse con esos fans leales que impidieron que la excusa de la baja audiencia fuera esgrimida para su cancelación. Además, ya en la tercera temporada, Fox empezó a darse cuenta que, cuando la serie se mantenía cierto tiempo en el mismo horario y sin hiatos, iba ganando audiencia semana a semana, y su "suelo" garantizaba unos datos más que decentes. Esta quinta temporada es la primera en la que se han mantenido en su horario de los jueves a las 8 desde el principio (desde la mitad de la cuarta temporada, en realidad), y la estrategia ha salido muy bien, alcanzando unos picos superiores a los 12 millones de espectadores antes del parón por los Juegos Olímpicos de Invierno.
Lo interesante del caso es que en España este comportamiento se ha repetido en la Sexta, de un modo más notable en los últimos meses. Que yo recuerde, "Bones" se ha visto los martes, miércoles y jueves, y sus repeticiones incluso se han emitido a la hora de comer, a media tarde y los fines de semana. En todos los casos, la Sexta ha conseguido siempre unas audiencias más que decentes. El colofón llegó ayer, cuando el primero de los dos episodios (perteneciente a la quinta temporada, aquel simpático homenaje a "Expediente X" llamado "The X in the File") superó en unos 300.000 espectadores a "Los hombres de Paco" en Antena 3 (cuyas audiencias andan un poco de capa caída). Marcó su máximo histórico en la cadena y se ha convertido esta temporada en uno de sus programas más fiables (que llevó incluso a un encadenamiento de chistes y referencias entre "Sé lo que hicisteis" y el propio Hart Hanson vía Twitter).
¿Qué tiene la serie para conseguir que el baile de horarios no afecte a su audiencia? No lo sé, la verdad. Ya comenté en alguna otra ocasión que a mí me fue ganando viendo episodios sueltos de la tercera temporada en la Sexta. Lo divertidas que eran las sesiones de "terapia de pareja" de Booth y Brennan con Sweets (y los vídeos rodados para la web) hicieron que fuera siguiéndola más de cerca, hasta acabar con un verano dominado por completo por los cerebritos del Jeffersonian. Puede ser su sentido del humor (que a veces parece heredado de las primeras cintas gore de Peter Jackson), el encanto del reparto y la innegable química entre su pareja protagonista, o simplemente que lo pasas bien viendo un episodio y no necesitas ninguna disquisición filosófica muy elevada para disfrutarlo (aunque algunas de las discusiones entre Brennan y Booth sobre ética y religión, especialmente, se ven raramente en la televisión yanqui y son más intelectuales de lo que podría parecer). O, como dice el propio Hanson, el truco está en hacer vomitar a las espectadores en el minuto siete.
Hace unas semanas, su showrunner, Hart Hanson, explicó en una conferencia en la universidad Grant McEwan de Edmonton (Canadá) que, durante las dos primeras temporadas, habían sido lo que las cadenas denominan un programmer. Éste es un programa que utilizan para tapar agujeros, para emitirse en aquellos horarios en los que sus inquilinos originales han fracasado, y en cuanto su audiencia caiga por debajo de los 5-6 millones de espectadores y deje de ser rentable, lo cancelan y a otra cosa mariposa. "Bones" estuvo alternando lunes, martes y miércoles, siendo emparejada con "House", "American Idol" y otros realities, sufriendo parones por el béisbol, discursos presidenciales y por necesidades de producción, y siempre aguantó con un colchón de 6-7 millones de espectadores, un grupo muy fiel que la persiguió por toda la parrilla y se acostumbró a que, cuando llegaba la midseason, se emitiera en otro horario diferente al que tenía al principio de la temporada.
"Bones" fue esas temporadas un jugador de equipo que cumplía con lo que la cadena necesitaba y rellenaba perfectamente cualquier hueco. Si en el caso de "House" fue su emparejamiento con "American Idol" lo que le permitió pasar de la primera temporada, en el de "Bones" fue hacerse con esos fans leales que impidieron que la excusa de la baja audiencia fuera esgrimida para su cancelación. Además, ya en la tercera temporada, Fox empezó a darse cuenta que, cuando la serie se mantenía cierto tiempo en el mismo horario y sin hiatos, iba ganando audiencia semana a semana, y su "suelo" garantizaba unos datos más que decentes. Esta quinta temporada es la primera en la que se han mantenido en su horario de los jueves a las 8 desde el principio (desde la mitad de la cuarta temporada, en realidad), y la estrategia ha salido muy bien, alcanzando unos picos superiores a los 12 millones de espectadores antes del parón por los Juegos Olímpicos de Invierno.
Lo interesante del caso es que en España este comportamiento se ha repetido en la Sexta, de un modo más notable en los últimos meses. Que yo recuerde, "Bones" se ha visto los martes, miércoles y jueves, y sus repeticiones incluso se han emitido a la hora de comer, a media tarde y los fines de semana. En todos los casos, la Sexta ha conseguido siempre unas audiencias más que decentes. El colofón llegó ayer, cuando el primero de los dos episodios (perteneciente a la quinta temporada, aquel simpático homenaje a "Expediente X" llamado "The X in the File") superó en unos 300.000 espectadores a "Los hombres de Paco" en Antena 3 (cuyas audiencias andan un poco de capa caída). Marcó su máximo histórico en la cadena y se ha convertido esta temporada en uno de sus programas más fiables (que llevó incluso a un encadenamiento de chistes y referencias entre "Sé lo que hicisteis" y el propio Hart Hanson vía Twitter).
¿Qué tiene la serie para conseguir que el baile de horarios no afecte a su audiencia? No lo sé, la verdad. Ya comenté en alguna otra ocasión que a mí me fue ganando viendo episodios sueltos de la tercera temporada en la Sexta. Lo divertidas que eran las sesiones de "terapia de pareja" de Booth y Brennan con Sweets (y los vídeos rodados para la web) hicieron que fuera siguiéndola más de cerca, hasta acabar con un verano dominado por completo por los cerebritos del Jeffersonian. Puede ser su sentido del humor (que a veces parece heredado de las primeras cintas gore de Peter Jackson), el encanto del reparto y la innegable química entre su pareja protagonista, o simplemente que lo pasas bien viendo un episodio y no necesitas ninguna disquisición filosófica muy elevada para disfrutarlo (aunque algunas de las discusiones entre Brennan y Booth sobre ética y religión, especialmente, se ven raramente en la televisión yanqui y son más intelectuales de lo que podría parecer). O, como dice el propio Hanson, el truco está en hacer vomitar a las espectadores en el minuto siete.
17 marzo 2010
Mentes que fueron tiernas e infantiles
Ser niño actor en Hollywood y crecer delante de las cámaras puede ser muy malo. Como bien demuestra el "efecto Tina Yothers", los críos que empezaron siendo estrellas de la tele o el cine no tienen garantizado que ese éxito se traslade a sus carreras como actores adultos, si continúan en el negocio. La adolescencia acarrea unos cambios corporales que no siempre sientan bien (ejemplo, Macauley Culkin) y lo que de pequeños podía parecer talento, al final resulta no ser más que monerías de niño, cosas que salían naturales con 10 años pero que no pueden seguir haciéndose con 18 porque ya no , dan el pego.
El viernes, en Estados Unidos se va a poder ver el paso de actrices infantiles-juveniles a adultas de Dakota Fanning y Kristen Stewart cuando se estrene "The Runaways", una cinta que repasa la corta, pero intensa, existencia del grupo homónimo de punk, formado enteramente por mujeres, a mediados de los 70. El grupo alumbró a Joan Jett (famosa después por canciones como "Bad reputation") y su cantante, Cherie Currie, escribió unas memorias que han servido de base para la película, contando el torbellino en el que ellas dos, siendo aún adolescentes, se metieron para cumplir sus sueños de triunfar en un mundo tan masculino como el rock de aquella época. Fanning, de 16 años, y Stewart, que está a punto de cumplir 20, pueden muy bien entrar de lleno en el mundo adulto con esta cinta independiente (aunque luego sigan con sus papeles en la saga "Crepúsculo" para regocijo de sus fans adolscentes), y seguir un camino que las aleje de Lindsay Lohan (que tenía mucho talento) y las acerque a Natalie Portman o Scarlett Johansson (Fanning ya empezó a dar estos pasos hace unos tres años).
Porque en Hollywood no es raro que la carrera de un actor infantil descarrile y, en ocasiones, acabe muy mal (últimamente hemos tenido los casos de Corey Haim y Brad Renfro). Judy Garland y Mickey Rooney eran dos estrellas enormes cuando eran niños, en la década de 1930, e hicieron un buen número de películas juntos. Para poder rodarlas rápido (y rodar muchas), se dice que los estudios les proporcionaban anfetaminas y otras drogas para mantenerlos activos y siempre trabajando, y eso pasaba factura. Elizabeth Taylor también fue una estrella infantil, pero salió mejor parada (aunque ha tenido sus problemas, no todos llamados Richard Burton), y en esta web recopilan otros casos de niños actores que no tuvieron suerte al hacerse mayores.
Pero hubo otros que lograron mantenerse en la industria y dar el salto sin problemas a los papeles de adultos. Ahí está Jodie Foster (que trabajó, por cierto, con Stewart en la película en la que ésta empezó a hacerse conocida con 12 años, "La habitación del pánico"), o Anna Paquin, que consiguió evitar el destino de otra ganadora del Oscar con 11-12 años como Tatum O'Neal (con muchos problemas con la justicia, y que resulta que hace de la madre de Fanning en "The Runaways"). Alyson Hannigan, Seth Green, Leonardo Di Caprio, Elijah Wood, las ya mencionadas Portman y Johansson... Todos ellos dieron la transición de niños a adultos de una manera poco traumática (algunos mejor que otros, claro), y tenemos por ahí un proyecto de seguir ese camino que tiene 14 años y se llama Abigail Breslin.
El viernes, en Estados Unidos se va a poder ver el paso de actrices infantiles-juveniles a adultas de Dakota Fanning y Kristen Stewart cuando se estrene "The Runaways", una cinta que repasa la corta, pero intensa, existencia del grupo homónimo de punk, formado enteramente por mujeres, a mediados de los 70. El grupo alumbró a Joan Jett (famosa después por canciones como "Bad reputation") y su cantante, Cherie Currie, escribió unas memorias que han servido de base para la película, contando el torbellino en el que ellas dos, siendo aún adolescentes, se metieron para cumplir sus sueños de triunfar en un mundo tan masculino como el rock de aquella época. Fanning, de 16 años, y Stewart, que está a punto de cumplir 20, pueden muy bien entrar de lleno en el mundo adulto con esta cinta independiente (aunque luego sigan con sus papeles en la saga "Crepúsculo" para regocijo de sus fans adolscentes), y seguir un camino que las aleje de Lindsay Lohan (que tenía mucho talento) y las acerque a Natalie Portman o Scarlett Johansson (Fanning ya empezó a dar estos pasos hace unos tres años).
Porque en Hollywood no es raro que la carrera de un actor infantil descarrile y, en ocasiones, acabe muy mal (últimamente hemos tenido los casos de Corey Haim y Brad Renfro). Judy Garland y Mickey Rooney eran dos estrellas enormes cuando eran niños, en la década de 1930, e hicieron un buen número de películas juntos. Para poder rodarlas rápido (y rodar muchas), se dice que los estudios les proporcionaban anfetaminas y otras drogas para mantenerlos activos y siempre trabajando, y eso pasaba factura. Elizabeth Taylor también fue una estrella infantil, pero salió mejor parada (aunque ha tenido sus problemas, no todos llamados Richard Burton), y en esta web recopilan otros casos de niños actores que no tuvieron suerte al hacerse mayores.
Pero hubo otros que lograron mantenerse en la industria y dar el salto sin problemas a los papeles de adultos. Ahí está Jodie Foster (que trabajó, por cierto, con Stewart en la película en la que ésta empezó a hacerse conocida con 12 años, "La habitación del pánico"), o Anna Paquin, que consiguió evitar el destino de otra ganadora del Oscar con 11-12 años como Tatum O'Neal (con muchos problemas con la justicia, y que resulta que hace de la madre de Fanning en "The Runaways"). Alyson Hannigan, Seth Green, Leonardo Di Caprio, Elijah Wood, las ya mencionadas Portman y Johansson... Todos ellos dieron la transición de niños a adultos de una manera poco traumática (algunos mejor que otros, claro), y tenemos por ahí un proyecto de seguir ese camino que tiene 14 años y se llama Abigail Breslin.
16 marzo 2010
El guante blanco y los Knicks
1.- Comprendo que algunas series de estructura procedimental y con un tono ligero y para pasar el rato quieran añadir una trama horizontal un poco más serializada para introducir un elemento con un poco más de peso, que aporta algo más de tensión e intriga para sus personajes. En "White Collar" han estado dando pinceladas de algo así con todo el misterio alrededor de la desaparición de Kate, la novia de Neal Caffrey, y de una oscura conspiración en la que, de algún modo, él ocupa un puesto importante sin saberlo. Toda la primera temporada ha estado dando vueltas alrededor de eso, de un inquietante agente del FBI que está dispuesto a hacerle la vida imposible a Peter y de un objeto antiguo que el cabecilla en la sombra quiere por un motivo que desconocemos. Es todo muy vago, claro, y han intentado que nos interese cerrando el último capítulo con un momento que yo llevaba esperando medio episodio, la verdad, y que en teoría debería unir más a Neal y Peter en su investigación por saber qué demonios está pasando ahí.
La verdad es que los dos o tres capítulos que lidiaban directamente con la amenaza que Fowler suponía más para Burke que para Caffrey eran algo mejores que los demás, pero tampoco es necesario que "White Collar" tenga de repente una conspiración como la de "Expediente X" para asegurarse la audiencia. Sus dos protagonistas tienen una buena dinámica, los timos funcionan mejor cuando tienen el grado justo de fantasmada, y aunque la mujer de Peter sigue sin tener un papel claro en la trama, Mozz por lo menos resulta entretenido. Se ajusta a la fórmula de su canal (USA) a la perfección, y sirve como un entretenimiento ligero. Ya veremos en la segunda temporada si toda esa conspiración va a alguna parte.
2.- La cadena deportiva ESPN está celebrando su 30º aniversario con una serie de documentales llamada "30 for 30", en la que 30 directores cuentan 30 historias interesantes, definitorias o curiosas de esas tres décadas en el deporte estadounidense. Entre las que han tocado se cuenta cómo la banda de los Colts de la NFL se quedó aún muchos años en Baltimore después de que la franquicia se mudara a Indianápolis, la muerte de Len Bias justo la noche en que fue elegido con el número 2 del draft de la NBA de 1986 por Boston Celtics (para muchos, el principio del largo declive del equipo durante los 90) o el documental que se emitió el domingo pasado, "Winning time", que cuenta la gran rivalidad entre Indiana Pacers y New York Knicks en los play-offs a mediados de los 90, coincidiendo con la primera retirada de Michael Jordan. O, más en concreto, cómo Reggie Miller se encargó casi él solo de desquiciar a los Knicks y estropear sus sueños de ganar el anillo.
Si os gusta el baloncesto y la NBA, "Winning time" resulta divertido y entretenido (los montajes de los partidos a los sones de la ópera "Turandot" son un hallazgo). Miller fue uno de los trash talkers más efectivos de la liga, y siempre supo cómo sacar de quicio a gente de temperamento tan volátil como John Starks, o cómo emplear que todo el Madison Square Garden (y Spike Lee a pie de pista) se ponga contra él para motivarse y anotar 25 puntos en el último cuarto del quinto partido de la final de la Conferencia Este en 1994. Las declaraciones del propio Miller (que ahora es comentarista de TNT), Patrick Ewing, Starks o el mismo Spike Lee añaden todavía más diversión al documental. Si os va algo un poco más tradicional, la HBO estrenó hace poco otro llamado "Larry vs Magic", sobre la rivalidad entre las estrellas de Celtics y Lakers, también muy interesante, pero contado de modo más convencional y serio que "Winning time".
La verdad es que los dos o tres capítulos que lidiaban directamente con la amenaza que Fowler suponía más para Burke que para Caffrey eran algo mejores que los demás, pero tampoco es necesario que "White Collar" tenga de repente una conspiración como la de "Expediente X" para asegurarse la audiencia. Sus dos protagonistas tienen una buena dinámica, los timos funcionan mejor cuando tienen el grado justo de fantasmada, y aunque la mujer de Peter sigue sin tener un papel claro en la trama, Mozz por lo menos resulta entretenido. Se ajusta a la fórmula de su canal (USA) a la perfección, y sirve como un entretenimiento ligero. Ya veremos en la segunda temporada si toda esa conspiración va a alguna parte.
2.- La cadena deportiva ESPN está celebrando su 30º aniversario con una serie de documentales llamada "30 for 30", en la que 30 directores cuentan 30 historias interesantes, definitorias o curiosas de esas tres décadas en el deporte estadounidense. Entre las que han tocado se cuenta cómo la banda de los Colts de la NFL se quedó aún muchos años en Baltimore después de que la franquicia se mudara a Indianápolis, la muerte de Len Bias justo la noche en que fue elegido con el número 2 del draft de la NBA de 1986 por Boston Celtics (para muchos, el principio del largo declive del equipo durante los 90) o el documental que se emitió el domingo pasado, "Winning time", que cuenta la gran rivalidad entre Indiana Pacers y New York Knicks en los play-offs a mediados de los 90, coincidiendo con la primera retirada de Michael Jordan. O, más en concreto, cómo Reggie Miller se encargó casi él solo de desquiciar a los Knicks y estropear sus sueños de ganar el anillo.
Si os gusta el baloncesto y la NBA, "Winning time" resulta divertido y entretenido (los montajes de los partidos a los sones de la ópera "Turandot" son un hallazgo). Miller fue uno de los trash talkers más efectivos de la liga, y siempre supo cómo sacar de quicio a gente de temperamento tan volátil como John Starks, o cómo emplear que todo el Madison Square Garden (y Spike Lee a pie de pista) se ponga contra él para motivarse y anotar 25 puntos en el último cuarto del quinto partido de la final de la Conferencia Este en 1994. Las declaraciones del propio Miller (que ahora es comentarista de TNT), Patrick Ewing, Starks o el mismo Spike Lee añaden todavía más diversión al documental. Si os va algo un poco más tradicional, la HBO estrenó hace poco otro llamado "Larry vs Magic", sobre la rivalidad entre las estrellas de Celtics y Lakers, también muy interesante, pero contado de modo más convencional y serio que "Winning time".
15 marzo 2010
El modelo Remington Steele
Los críticos de televisión Alan Sepinwall y Daniel Fienberg tienen desde hace un par de meses un podcast llamado "Firewall & Iceberg", en el que todos los miércoles analizan la actualidad de la última semana. Por las fechas en las que han empezado su experimento, siempre empiezan hablando de "American Idol" y acaban con "Perdidos", y en medio comentan los últimos estrenos, la marcha de alguna serie en concreto o alguna noticia de interés en el mundillo. Hace un par de semanas, una de esas noticias era el retraso del remake de "Principal sospechoso" porque no encontraban a la actriz adecuada y, al mismo tiempo, que Dermot Mulroney había sido elegido para protagonizar la nueva versión de "The Rockford files", una serie que James Garner protagonizó en los 70 sobre un detective que, al parecer, descansaba completamente en el encanto y el carisma de su actor principal.
Yo nunca la vi (creo que yo ni siquiera era una idea cuando se emitió en su momento), pero por lo que los dos comentan en el podcast, debía ser de éstas "de casos" autoconclusivos que enganchaba porque tenía un personaje con gancho (y un actor con carisma) que hacía que volvieras cada semana a verla. Se preguntan si Mulroney, aunque aterrice con el cartel de "actor de cine" que las cadenas buscan a veces para dar caché a una de sus producciones, tiene de verdad el suficiente carisma para llevar sobre sus hombros el peso de una serie de estas características. Eso implica salir en todas las escenas y dejar al público con ganas de verte incluso más. La única comparación actual válida que se me ocurre ahora mismo es la de Nathan Fillion en "Castle", pero la hago sin haber visto "The Rockford files", por lo que no sé si las dos series pueden tener algo en común.
Seguro que no fue el primero (el propio Garner ya lo hizo en la serie de "Maverick"), pero aquí se busca seguir la línea de Pierce Brosnan en "Remington Steele". Necesitas un actor cuyo encanto y presencia sean naturales, que no se noten forzados, que se vea cómodo en la piel del personaje, como si fuera un traje a medida. No extraña nada que la serie fuera el trampolín de Brosnan a la fama y, eventualmente, a la saga de James Bond, y tampoco que le costara tanto sacudirse de encima la sombra de aquel ladrón rompecorazones. Cuando se empezó a hablar de esta nueva "The Rockford files", el modelo de actor televisivo que se mencionaba más a menudo era David Boreanaz (sobre todo gracias a su Seely Booth de "Bones"), pero tampoco es raro que, siendo una de sus grandes apuestas para la próxima temporada, la NBC haya querido buscar el reclamo de una "estrella" de cine.
Muchas veces hemos hablado de que es muy importante dar con el actor adecuado para llevar casi todo el peso de una serie. Si te equivocas, acabas teniendo cosas como "La mujer biónica" (sospecho que, aparte, Michelle Ryan estaba muy incómoda con un acento americano que no era el suyo), y lo mismo sucede si das con una pareja con tan poca química como el ya mencionado Nathan Fillion y Stana Katic (aunque ella esté un poco más suelta esta segunda temporada). Pero si aciertas como "House" hizo con Hugh Laurie, ya tienes más de la mitad del camino hecho.
P.D.: A veces, al hablar de que determinado actor nos gusta mucho, solemos decir que lo veríamos hasta leyendo la guía de teléfonos. "30 Rock" se marcó un chiste sobre esto la semana pasada que no estuvo mal.
Yo nunca la vi (creo que yo ni siquiera era una idea cuando se emitió en su momento), pero por lo que los dos comentan en el podcast, debía ser de éstas "de casos" autoconclusivos que enganchaba porque tenía un personaje con gancho (y un actor con carisma) que hacía que volvieras cada semana a verla. Se preguntan si Mulroney, aunque aterrice con el cartel de "actor de cine" que las cadenas buscan a veces para dar caché a una de sus producciones, tiene de verdad el suficiente carisma para llevar sobre sus hombros el peso de una serie de estas características. Eso implica salir en todas las escenas y dejar al público con ganas de verte incluso más. La única comparación actual válida que se me ocurre ahora mismo es la de Nathan Fillion en "Castle", pero la hago sin haber visto "The Rockford files", por lo que no sé si las dos series pueden tener algo en común.
Seguro que no fue el primero (el propio Garner ya lo hizo en la serie de "Maverick"), pero aquí se busca seguir la línea de Pierce Brosnan en "Remington Steele". Necesitas un actor cuyo encanto y presencia sean naturales, que no se noten forzados, que se vea cómodo en la piel del personaje, como si fuera un traje a medida. No extraña nada que la serie fuera el trampolín de Brosnan a la fama y, eventualmente, a la saga de James Bond, y tampoco que le costara tanto sacudirse de encima la sombra de aquel ladrón rompecorazones. Cuando se empezó a hablar de esta nueva "The Rockford files", el modelo de actor televisivo que se mencionaba más a menudo era David Boreanaz (sobre todo gracias a su Seely Booth de "Bones"), pero tampoco es raro que, siendo una de sus grandes apuestas para la próxima temporada, la NBC haya querido buscar el reclamo de una "estrella" de cine.
Muchas veces hemos hablado de que es muy importante dar con el actor adecuado para llevar casi todo el peso de una serie. Si te equivocas, acabas teniendo cosas como "La mujer biónica" (sospecho que, aparte, Michelle Ryan estaba muy incómoda con un acento americano que no era el suyo), y lo mismo sucede si das con una pareja con tan poca química como el ya mencionado Nathan Fillion y Stana Katic (aunque ella esté un poco más suelta esta segunda temporada). Pero si aciertas como "House" hizo con Hugh Laurie, ya tienes más de la mitad del camino hecho.
P.D.: A veces, al hablar de que determinado actor nos gusta mucho, solemos decir que lo veríamos hasta leyendo la guía de teléfonos. "30 Rock" se marcó un chiste sobre esto la semana pasada que no estuvo mal.
14 marzo 2010
Las series de la semana (IV)
Vamos a retomar brevemente una costumbre de repasar algunas de las series vistas a lo largo de la semana, por lo que es muy posible que haya algunos spoilers de algunas de ellas, aunque intentaré minimizarlos.
1.- Por si no teníamos suficiente con Kalinda, "The good wife" ha añadido a otro personaje demoledor; el asesor político Eli Gold, que le va que ni pintado a Alan Cumming. Es un tiburón con una misión que cumplir pase lo que pase y sin dejar ni una sola piedra que mover. Para ello, se asegura de controlar absolutamente todos los puntos de la vida de Peter Florrick, incluso los más accesorios relacionados con Alicia, y siempre deja unos diálogos estupendos. Desde luego, los preparativos de Peter para volver a la política, y su frustración por quedarse en casa mientras su mujer es la que se pasa todo el día fuera trabajando, van a traer más de una complicación.
2.- El otro día, leí en una de las críticas de "Perdidos" de Alan Sepinwall que él sostenía que los flash-sideways nos estaban mostrando el epílogo de la serie antes de tiempo, y el destino fuera de la isla que corren los personajes según se alían con No-Locke o con Jacob. Los de éste último parecen evolucionar y avanzar en sus vidas, mientras los del primero siguen atascados en las situaciones que vivían antes del accidente. Es una interesante teoría, pero de momento no es más que eso, una teoría. Lo que está claro es que los flash sideways más interesantes son los que se centran en los personajes, y en los actores, más interesantes.
3.- Cuando Ron Moore describió "Caprica" como un "Dallas" de ciencia ficción, no me imaginaba que incluso veríamos dos episodios con la estructura narrativa de las soap operas, con escenas muy cortas alternando entre tres o cuatro historias a la vez, que avanzan con lentitud, por lo menos en el último. Sólo quedan dos episodios antes de que la serie se vaya de vacaciones hasta, probablemente, el verano (o el otoño), y ya haremos entonces un repaso de este primer tramo, pero sólo era cuestión de tiempo que Daniel se diera cuenta finalmente de que realmente el avatar de Zoe está dentro del robot.
4.- Ya que estamos con Syfy, por fin he conseguido ver el último de "Stargate Universe" (que vuelve de su parón en abril), y lo cierto es que mi impresión no es demasiado diferente de la que tenía hace tiempo. Hay algunas cositas que apuntan a algo interesante, pero no terminan de concretarse, y los personajes no terminan de desarrollarse, sobre todo los femeninos. Los únicos qe parecen un poco más trabajados son el coronel Young y el doctor Rush, pero su enfrentamiento por el poder ya lo vimos en la película de "Stargate" y al principio de "Stargate SG-1". Esperaré a que lleguen al final de la primera temporada (el cliffhanger de esta primera mitad no ha estado mal) y entonces veremos si de verdad se empieza a aprovechar el potencial y arriesgar un poco o si siguen en la línea más cómoda.
5.- La subtrama de "Parenthood" lidiando con el Asperger del hijo de Adam (Peter Krause) y Kristina es, efectivamente, de lo más logrado de la serie. Se nota que toca muy de cerca a su showrunner, y por ahora, la reacción de los padres se ve real. Este segundo capítulo ha estado mejor que el primero y, de momento, confirma la impresión de que Krause y Lauren Graham (Sarah) van a ser los centros de la serie. O, por lo menos, me los creo más que al resto, que aparecen un poco más desdibujados. Todavía es pronto, pero creo que merece la pena seguir con ella un poco más.
6.- Hablamos muy poco de "Medium" por aquí, lo que no quiere decir que la hagamos de menos. Los sueños de Allison siguen dando muy mal rollo, logrado siempre gracias a unos encuadres, unas composiciones y unas elecciones visuales inquietantes. Por supuesto, que una Allison a punto de casarse con Joe, y embarazada, sueñe cómo su hija Ariel es raptada y asesinada tampoco es la alegría de la huerta. Para eso, hubo un capítulo antes de los Juegos Olímpicos, sobre un ladrón de identidades y cómo Allison lo ve a él por todas partes, que demostró que también pueden hacer cosas un poco más ligeras y humorísticas cuando se lo proponen. Eso sí, en los sueños inquietantes hay pocos que puedan superarlos.
Música de la semana: Esta semana, "House" ha vuelto a potenciar el humor de House y Wilson juntos, con una pequeña ayuda de Chase, y además ha tenido una paciente que contaba toda su vida en su blog, al ritmo de Norah Jones y "Chasing pirates" al principio del capítulo.
1.- Por si no teníamos suficiente con Kalinda, "The good wife" ha añadido a otro personaje demoledor; el asesor político Eli Gold, que le va que ni pintado a Alan Cumming. Es un tiburón con una misión que cumplir pase lo que pase y sin dejar ni una sola piedra que mover. Para ello, se asegura de controlar absolutamente todos los puntos de la vida de Peter Florrick, incluso los más accesorios relacionados con Alicia, y siempre deja unos diálogos estupendos. Desde luego, los preparativos de Peter para volver a la política, y su frustración por quedarse en casa mientras su mujer es la que se pasa todo el día fuera trabajando, van a traer más de una complicación.
2.- El otro día, leí en una de las críticas de "Perdidos" de Alan Sepinwall que él sostenía que los flash-sideways nos estaban mostrando el epílogo de la serie antes de tiempo, y el destino fuera de la isla que corren los personajes según se alían con No-Locke o con Jacob. Los de éste último parecen evolucionar y avanzar en sus vidas, mientras los del primero siguen atascados en las situaciones que vivían antes del accidente. Es una interesante teoría, pero de momento no es más que eso, una teoría. Lo que está claro es que los flash sideways más interesantes son los que se centran en los personajes, y en los actores, más interesantes.
3.- Cuando Ron Moore describió "Caprica" como un "Dallas" de ciencia ficción, no me imaginaba que incluso veríamos dos episodios con la estructura narrativa de las soap operas, con escenas muy cortas alternando entre tres o cuatro historias a la vez, que avanzan con lentitud, por lo menos en el último. Sólo quedan dos episodios antes de que la serie se vaya de vacaciones hasta, probablemente, el verano (o el otoño), y ya haremos entonces un repaso de este primer tramo, pero sólo era cuestión de tiempo que Daniel se diera cuenta finalmente de que realmente el avatar de Zoe está dentro del robot.
4.- Ya que estamos con Syfy, por fin he conseguido ver el último de "Stargate Universe" (que vuelve de su parón en abril), y lo cierto es que mi impresión no es demasiado diferente de la que tenía hace tiempo. Hay algunas cositas que apuntan a algo interesante, pero no terminan de concretarse, y los personajes no terminan de desarrollarse, sobre todo los femeninos. Los únicos qe parecen un poco más trabajados son el coronel Young y el doctor Rush, pero su enfrentamiento por el poder ya lo vimos en la película de "Stargate" y al principio de "Stargate SG-1". Esperaré a que lleguen al final de la primera temporada (el cliffhanger de esta primera mitad no ha estado mal) y entonces veremos si de verdad se empieza a aprovechar el potencial y arriesgar un poco o si siguen en la línea más cómoda.
5.- La subtrama de "Parenthood" lidiando con el Asperger del hijo de Adam (Peter Krause) y Kristina es, efectivamente, de lo más logrado de la serie. Se nota que toca muy de cerca a su showrunner, y por ahora, la reacción de los padres se ve real. Este segundo capítulo ha estado mejor que el primero y, de momento, confirma la impresión de que Krause y Lauren Graham (Sarah) van a ser los centros de la serie. O, por lo menos, me los creo más que al resto, que aparecen un poco más desdibujados. Todavía es pronto, pero creo que merece la pena seguir con ella un poco más.
6.- Hablamos muy poco de "Medium" por aquí, lo que no quiere decir que la hagamos de menos. Los sueños de Allison siguen dando muy mal rollo, logrado siempre gracias a unos encuadres, unas composiciones y unas elecciones visuales inquietantes. Por supuesto, que una Allison a punto de casarse con Joe, y embarazada, sueñe cómo su hija Ariel es raptada y asesinada tampoco es la alegría de la huerta. Para eso, hubo un capítulo antes de los Juegos Olímpicos, sobre un ladrón de identidades y cómo Allison lo ve a él por todas partes, que demostró que también pueden hacer cosas un poco más ligeras y humorísticas cuando se lo proponen. Eso sí, en los sueños inquietantes hay pocos que puedan superarlos.
Música de la semana: Esta semana, "House" ha vuelto a potenciar el humor de House y Wilson juntos, con una pequeña ayuda de Chase, y además ha tenido una paciente que contaba toda su vida en su blog, al ritmo de Norah Jones y "Chasing pirates" al principio del capítulo.
12 marzo 2010
Los capricanos
Sí, confieso que, según pasan los capítulos, más curiosidad siento por "Caprica". En uno de los vídeos de la web de Syfy, explican que el look de la serie es una mezcla de "Gattaca", "Dark City", "El padrino" y yo añadiría que con el modo de rodar de "Friday Night Lights", la narrativa en algunos capítulos de las soap operas tipo, efectivamente, "Dallas", y un entorno de ciencia ficción que trata temas actuales, con la sombra del holocausto que inicia "Galáctica", su serie madre, siempre en el horizonte. Como es uno de los estrenos de midseason que estoy siguiendo con más interés (y después de que Syfy España se trajera a Ron Moore y "la Eva cylon", Alessandra Torressani, a presentar la serie en Madrid. En breve aparecerán supongo resúmenes detallados de todo), le ha llegado el turno de un clásico de esta casa: la "casifamosez" de sus actores.
Este fotograma de "Aquel excitante curso" es una mina. A la izquierda está Sean Penn, a la derecha Anthony Edwards (con pelo), y en el centro figura Eric Stoltz, un actor con una carrera tan larga y variopinta, que en ella hay grandes horrores y grandes películas. Su Daniel Graystone (o Steve Jobs se encuentra con el doctor Frankenstein) es sólo el último personaje de una larga lista que incluye al protagonista de "Máscara" (sí, debajo del maquillaje está él) o su memorable aparición en "Pulp Fiction".
Ecléctica es también la carrera de Esai Morales, el patriarca Adama, que aquí luce pelazo y bigote en "La Bamba", la película que lanzó a Lou Diamond Phillips interpretando a Ritchie Valens. Morales ha pasado por, entre otras, "Rapa Nui", "Freejack" (que era una cosa muy rara con Mick Jagger, Anthony Hopkins y Emilio Estévez) y dos trabajos con Edward James Olmos: la película "Muy family" y la serie "American family". Ha hecho también mucha televisión (de "Vanished" a "Jericho" a un pequeño papel en ¡oh sorpresa! "Corrupción en Miami") y es de esos actores que seguro que has visto de secundario en un montón de cosas, sin darte cuenta de que era él.
A Paula Malcolmson, muchos teléfilos la recuerdan como Trixie, la prostituta favorita de Al Sweareangen en "Deadwood", pero esta nordirlandesa había participado en otras cosas antes , como "Tombstone", "A.I.", varias de televisión y, por supuesto, "Perdidos". Malcolmson apareció en la segunda temporada como Colleen Pickett, la mujer de Dany, el Otro que quiere cargarse a Sawyer, si no recuerdo mal. Las caras que han pasado por la isla de la serie de la ABC y que luego se han hecho más o menos famosas darían para un blog dedicado a ellas en exclusiva.
Polly Walker se ganó un hueco entre las mejores bitches de la televisión con su Atia de "Roma", pero antes había participado en "Un abril encantado", una de estas películas de ingleses de buena posición de vacaciones en Italia que son un género en sí mismas. Junto a ella figuraban en el reparro Joan Plowright (que estuvo nominada al Oscar por esta película) y Miranda Richardson. Walker salió también en "Juego de patriotas" y en la miniserie "State of play" (o "La sombra del poder", como la han editado en España).
Finalmente, para quienes veais a Lacy Rand y su cara os suene, pero no sepáis de dónde, quizás vísteis a Magda Apanowicz en "Kyle XY", donde era la amiga/novia de Josh Trager, con el que tenía una relación peculiar al principio de la serie. Apanowicz ya había trabajado antes con uno de los productores de "Caprica", David Eick, en un episodio de "La mujer biónica" (creo que el último, o el penúltimo, en el que Katee Sackhoff nos hizo pasar un buen rato con aquella mala con mucho potencial que era Sarah Corvus), y todavía está en el inicio de una carrera, de momento, muy corta.
Este fotograma de "Aquel excitante curso" es una mina. A la izquierda está Sean Penn, a la derecha Anthony Edwards (con pelo), y en el centro figura Eric Stoltz, un actor con una carrera tan larga y variopinta, que en ella hay grandes horrores y grandes películas. Su Daniel Graystone (o Steve Jobs se encuentra con el doctor Frankenstein) es sólo el último personaje de una larga lista que incluye al protagonista de "Máscara" (sí, debajo del maquillaje está él) o su memorable aparición en "Pulp Fiction".
Ecléctica es también la carrera de Esai Morales, el patriarca Adama, que aquí luce pelazo y bigote en "La Bamba", la película que lanzó a Lou Diamond Phillips interpretando a Ritchie Valens. Morales ha pasado por, entre otras, "Rapa Nui", "Freejack" (que era una cosa muy rara con Mick Jagger, Anthony Hopkins y Emilio Estévez) y dos trabajos con Edward James Olmos: la película "Muy family" y la serie "American family". Ha hecho también mucha televisión (de "Vanished" a "Jericho" a un pequeño papel en ¡oh sorpresa! "Corrupción en Miami") y es de esos actores que seguro que has visto de secundario en un montón de cosas, sin darte cuenta de que era él.
A Paula Malcolmson, muchos teléfilos la recuerdan como Trixie, la prostituta favorita de Al Sweareangen en "Deadwood", pero esta nordirlandesa había participado en otras cosas antes , como "Tombstone", "A.I.", varias de televisión y, por supuesto, "Perdidos". Malcolmson apareció en la segunda temporada como Colleen Pickett, la mujer de Dany, el Otro que quiere cargarse a Sawyer, si no recuerdo mal. Las caras que han pasado por la isla de la serie de la ABC y que luego se han hecho más o menos famosas darían para un blog dedicado a ellas en exclusiva.
Polly Walker se ganó un hueco entre las mejores bitches de la televisión con su Atia de "Roma", pero antes había participado en "Un abril encantado", una de estas películas de ingleses de buena posición de vacaciones en Italia que son un género en sí mismas. Junto a ella figuraban en el reparro Joan Plowright (que estuvo nominada al Oscar por esta película) y Miranda Richardson. Walker salió también en "Juego de patriotas" y en la miniserie "State of play" (o "La sombra del poder", como la han editado en España).
Finalmente, para quienes veais a Lacy Rand y su cara os suene, pero no sepáis de dónde, quizás vísteis a Magda Apanowicz en "Kyle XY", donde era la amiga/novia de Josh Trager, con el que tenía una relación peculiar al principio de la serie. Apanowicz ya había trabajado antes con uno de los productores de "Caprica", David Eick, en un episodio de "La mujer biónica" (creo que el último, o el penúltimo, en el que Katee Sackhoff nos hizo pasar un buen rato con aquella mala con mucho potencial que era Sarah Corvus), y todavía está en el inicio de una carrera, de momento, muy corta.
11 marzo 2010
De islas y Jack Bauer
1.- Ayer, la blogosfera yanqui se revolucionó con los rumores de que Fox podría estar considerando muy seriamente que esta octava temporada de "24" sea la última. Desde la quinta, en la que la serie alcanzó la cima en cuanto a críticas, audiencias y premios, la recepción de sus nuevos capítulos ha ido siendo cada vez más tibia, y con la séptima ya se alzaron bastantes voces que pedían que una de las series más importantes de la década de 2000 (como recuerdan en "Tuned In") tuviera un final decente y no se alargara más allá de lo necesario. Hace tiempo que se rumorea que Jack Bauer podría empezar a protagonizar su propia franquicia de películas y, por supuesto, la octava temporada de cualquier serie representa un nivel de costes mucho más elevado que un estreno (más cuando tienes al frente a Kiefer Sutherland, al que no puedes pagarle como a un tipo desconocido recién salido de Juilliard). Yo sólo vi la primera temporada cuando Antena 3 la estrenó en España, y aunque me entretuvo mucho, no me motivó lo suficiente para seguir. No se puede negar, eso sí, que con ella se irá una de las principales culpables de que la ficción de las networks estadounidenses sea como es actualmente, junto con "CSI" y "Perdidos".
2.- Uno de los estrenos más esperados del año, "The Pacific", ya está por fin aquí. La HBO la estrena el domingo y, para quien tenga Canal+, ésta empezará a emitirla el lunes acompañada de un programa doble bastante interesante. Primero se verá un capítulo de "Hermanos de sangre", después, un vídeo de producción propia, de unos cinco minutos, que contextualizará lo que vamos a ver más tarde (y que contará con declaraciones de veteranos del frente del Pacífico), y por último, el episodio de "The Pacific". El primero pude verlo en un pase que Canal+ organizó hace unas semanas y, aunque su cometido es presentarte a todos los personajes e introducirte en la acción, ya apunta a que va a ser algo muy interesante (podéis leer más cosas sobre ese capítulo aquí).
3.- También en una isla está ambientada "Shutter Island", la nueva película de Martin Scorsese, de nuevo con Leonardo Di Caprio como protagonista, y que adapta un libro de Dennis Lehane que se sale un poco del género negro para, como el mismo autor reconoce, derivar hacia algo más cerca del thriller gótico. No quiero desvelar nada de la trama para no estropear las sorpresas que pueda haber, pero los excesos que ya aparecen en el libro los hereda la película, a veces demasiado excesiva (valga la redundancia). Hay detallitos y pistas que apuntan que lo que estamos viendo no es exactamente lo que parece (conste que me di cuenta porque había leído previamente la novela) y, a pesar de que se enfatiza mucho que estamos ante algo inquietante (la música a lo Hitchcock es muy rimbombante), no es tan mala como he leído por ahí. No es de las mejores de Scorsese, desde luego, pero resulta curiosa.
2.- Uno de los estrenos más esperados del año, "The Pacific", ya está por fin aquí. La HBO la estrena el domingo y, para quien tenga Canal+, ésta empezará a emitirla el lunes acompañada de un programa doble bastante interesante. Primero se verá un capítulo de "Hermanos de sangre", después, un vídeo de producción propia, de unos cinco minutos, que contextualizará lo que vamos a ver más tarde (y que contará con declaraciones de veteranos del frente del Pacífico), y por último, el episodio de "The Pacific". El primero pude verlo en un pase que Canal+ organizó hace unas semanas y, aunque su cometido es presentarte a todos los personajes e introducirte en la acción, ya apunta a que va a ser algo muy interesante (podéis leer más cosas sobre ese capítulo aquí).
3.- También en una isla está ambientada "Shutter Island", la nueva película de Martin Scorsese, de nuevo con Leonardo Di Caprio como protagonista, y que adapta un libro de Dennis Lehane que se sale un poco del género negro para, como el mismo autor reconoce, derivar hacia algo más cerca del thriller gótico. No quiero desvelar nada de la trama para no estropear las sorpresas que pueda haber, pero los excesos que ya aparecen en el libro los hereda la película, a veces demasiado excesiva (valga la redundancia). Hay detallitos y pistas que apuntan que lo que estamos viendo no es exactamente lo que parece (conste que me di cuenta porque había leído previamente la novela) y, a pesar de que se enfatiza mucho que estamos ante algo inquietante (la música a lo Hitchcock es muy rimbombante), no es tan mala como he leído por ahí. No es de las mejores de Scorsese, desde luego, pero resulta curiosa.
10 marzo 2010
En la ciudad
El cine y la televisión son, en gran parte, trucos de ilusionismo. Sólo así se consigue llevarnos a la Roma pre-imperial o se logra hacernos creer que esa calle de Los Ángeles (o Vancouver) es Nueva York, o San Francisco o Washington o cualquier otra ciudad. Las pantallas verdes (o azules) todo lo pueden. Así se pueden rodar, por ejemplo, las series de "CSI" en Burbank (Califonia), con esporádicos viajes a Las Vegas, Nueva York y Miami para rodar algunas escenas y planos generales, o hacernos creer a todos que los de "Life unexpected" no están en el sur de Canadá, sino en Portland, Oregón (aunque ambos lugares comparten la lluvia persistente).
No todo el mundo puede permitirse grabar la serie en el lugar donde está situada la acción, pero los que sí lo consiguen, luego tienen que sacarle partido y convertir esa ciudad en un personaje más. Todas las críticas sobre la nueva serie de la HBO, "How to make it in America", coinciden en que el modo en el que presenta Nueva York te hace prácticamente sentir que estás allí, con esos dos amigos que quieren triunfar en el mundo de la moda (¿es la moda? No la he visto, no estoy muy segura). Otro estreno del cable de este año, pero de USA, "White Collar", saca mucho a sus personajes a las calles de la ciudad, aunque su Nueva York es más de postal, más tipo "Gossip girl" (con sólo un poco menos lujo).
Las series de policías pueden exprimir los escenarios y mostrarlos de modos diferentes. "Southland" aprovecha las calles de Los Ángeles del mismo modo que "Life" se valía, sobre todo, de su luz, y el Baltimore de "The Wire" está intrínsecamente unido a la serie (y pensar que el ayuntamiento estuvo a punto de denegarles los permisos para rodar). David Simon volverá, probablemente, a hacer lo mismo con su nueva serie, "Treme", ambientada y rodada en la Nueva Orleans post-Katrina. Mientras "Dexter" sólo está en Miami de boquilla (se rueda en California), "Burn notice" aprovecha sus calles, su cercanía a los Everglades, sus playas y sus casas en Miami Beach, y aunque Dillon no existe, en "Friday Night Lights" utilizan todo lo que tienen a mano en las afueras de Austin (Texas), donde ruedan la serie. Bastantes de los bares, tiendas y casas que salen en sus capítulos son reales. Y el desierto y el cielo azul que vemos en "In plain sight" son de verdad los de Albuquerque (Nuevo México), donde Mary y Marshall se dedican a proteger a testigos en peligro.
Dependiendo del género de la serie, no es necesario que sean tan puntillosos con el escenario como para trasladar allí a todo el equipo, porque puede no resultar beneficioso desde un punto de vista financiero (la pasta siempre manda). Pero, por supuesto, utilizar el escenario en tu favor, para potenciar la historia y otorgarle una atmósfera, siempre te dará unos puntos extra sobre tu competencia.
No todo el mundo puede permitirse grabar la serie en el lugar donde está situada la acción, pero los que sí lo consiguen, luego tienen que sacarle partido y convertir esa ciudad en un personaje más. Todas las críticas sobre la nueva serie de la HBO, "How to make it in America", coinciden en que el modo en el que presenta Nueva York te hace prácticamente sentir que estás allí, con esos dos amigos que quieren triunfar en el mundo de la moda (¿es la moda? No la he visto, no estoy muy segura). Otro estreno del cable de este año, pero de USA, "White Collar", saca mucho a sus personajes a las calles de la ciudad, aunque su Nueva York es más de postal, más tipo "Gossip girl" (con sólo un poco menos lujo).
Las series de policías pueden exprimir los escenarios y mostrarlos de modos diferentes. "Southland" aprovecha las calles de Los Ángeles del mismo modo que "Life" se valía, sobre todo, de su luz, y el Baltimore de "The Wire" está intrínsecamente unido a la serie (y pensar que el ayuntamiento estuvo a punto de denegarles los permisos para rodar). David Simon volverá, probablemente, a hacer lo mismo con su nueva serie, "Treme", ambientada y rodada en la Nueva Orleans post-Katrina. Mientras "Dexter" sólo está en Miami de boquilla (se rueda en California), "Burn notice" aprovecha sus calles, su cercanía a los Everglades, sus playas y sus casas en Miami Beach, y aunque Dillon no existe, en "Friday Night Lights" utilizan todo lo que tienen a mano en las afueras de Austin (Texas), donde ruedan la serie. Bastantes de los bares, tiendas y casas que salen en sus capítulos son reales. Y el desierto y el cielo azul que vemos en "In plain sight" son de verdad los de Albuquerque (Nuevo México), donde Mary y Marshall se dedican a proteger a testigos en peligro.
Dependiendo del género de la serie, no es necesario que sean tan puntillosos con el escenario como para trasladar allí a todo el equipo, porque puede no resultar beneficioso desde un punto de vista financiero (la pasta siempre manda). Pero, por supuesto, utilizar el escenario en tu favor, para potenciar la historia y otorgarle una atmósfera, siempre te dará unos puntos extra sobre tu competencia.
09 marzo 2010
Las cosas que odia Adolf
Tal vez recordéis "El hundimiento", una película alemana de 2004 nominada al Oscar a la mejor película extranjera el mismo año que ganó "Mar adentro". Narraba los últimos días de Hitler en el búnker de Berlín y destacó por ser la primera película alemana sobre la Segunda Guerra Mundial que trataba directamente este tema, ayudada por la excelente interpretación de Bruno Ganz. El clímax de la cinta, su escena más recordada, es el estallido de Hitler a sus generales cuando le dicen que están a punto de perder la guerra y de que los rusos lleguen a Berlín. De hecho, esa escena se hizo tan famosa, que dio pie a un verdadero Big Bang de parodias que, cambiando los subtítulos, hacían que Hitler estuviera cabreado por prácticamente cualquier cosa que ocurriera en el mundillo de la cultura popular. La última, por ejemplo, ha sido sobre "Chuck", y aunque a veces cansa que esta moda nunca se agote (la película ya tiene seis años), lo cierto es que algunas de esas parodias proporcionan momentos muy divertidos, y hasta Oliver Hirschbiegel, el director de la película, se confiesa más o menos fan.
Por ejemplo, era inevitable que comentara su decepción sobre el iPad, el nuevo juguetito de Apple, que opinara sobre la separación de Oasis, y hay toda una serie comentando la temporada del Manchester United, incluyendo la marcha de Cristiano Ronaldo al Real Madrid. Hay parodias sobre la retirada de algunas de ellas de YouTube, sobre el fracaso de Sarah Palin como compañera de candidatura de McCain en las elecciones presidenciales de EE.UU., el Telegraph llegó a listar las 25 mejores parodias en octubre de 2009 y el fenómeno mereció su inclusión en el magazine del New York Times. Pero quizás las más divertidas sean las meta-parodias. Con ésta os haréis una idea de por dónde van los tiros.
Por ejemplo, era inevitable que comentara su decepción sobre el iPad, el nuevo juguetito de Apple, que opinara sobre la separación de Oasis, y hay toda una serie comentando la temporada del Manchester United, incluyendo la marcha de Cristiano Ronaldo al Real Madrid. Hay parodias sobre la retirada de algunas de ellas de YouTube, sobre el fracaso de Sarah Palin como compañera de candidatura de McCain en las elecciones presidenciales de EE.UU., el Telegraph llegó a listar las 25 mejores parodias en octubre de 2009 y el fenómeno mereció su inclusión en el magazine del New York Times. Pero quizás las más divertidas sean las meta-parodias. Con ésta os haréis una idea de por dónde van los tiros.
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