29 febrero 2012

Los locos mundos de Tumblr y Broadway


A Twitter le salió hace unos años una dura competencia en cuanto a su capacidad de espoilear prácticamente cualquier serie al minuto de que el capítulo semanal hubiera terminado su emisión: Tumblr. Este servicio de microblogging permite a sus usuarios compartir con rapidez sus aspectos favoritos de una serie, por ejemplo, a través de fotos, pósters, fan art de todo tipo, gifs (como éste de la alfombra roja de los BAFTA), y rebloguear hasta el infinito todo lo que vean en otros Tumblrs que les guste. De hecho, parece que Tumblr se reduce a un bucle de reblogueos y "me gusta" infinito (veremos si Pinterest aguanta el tirón). También es el método más infalible de perder horas y horas de nuestro valioso tiempo (como me pasa cada vez que entro en este dedicado a Liz Lemon) y, como hay Tumblrs dedicados a exprimir todas las series que os podáis imaginar, puedes también dedicarte a cultivar tu lado fan/groupie/hooligan/obsesionado todo lo que quieras.

Por supuesto, también hay gente que decide darle una vuelta de tuerca al asunto (como el póster de arriba, que he visto en el Tumblr de "Como un fénix"), y que utiliza el servicio para entregarse a iniciativas muy peculiares que no darían para un blog y que en Twitter, donde las imágenes no pueden verse al instante, perderían la gracia. "Basura and TV" recogió cinco ejemplos hace poco, entre los que mi favorito siempre será el de las lámparas de "Downton Abbey", y con la próxima emisión en HBO de la película "Game change", que narra la campaña republicana para la presidencia de 2008 y el papel de Sarah Palin en ella, a alguien se le ha ocurrido fusionarla con "Juego de tronos" y crear "Game change of thrones", un Tumblr que intercambia entre las dos fotos y diálogos (y del que quizás la mejor mezcla sea ésta).


En su cuarto capítulo, "Smash" parece haberse estabilizado en cuanto a audiencia, después de haber ido perdiendo espectadores progresivamente desde su promocionado estreno el día después de la Super Bowl, pero aún no da la sensación de haberse encontrado del todo creativamente. O, en realidad, algunos personajes se han encontrado (Julia y Tom, por ejemplo, y Eileen) y otros aún están demasiado encorsetados por los clichés (Ivy y Karen, aunque la primera está teniendo poco a poco más matices si sólo prestamos un poco de atención). Las partes que tratan sobre el montaje del musical, ya sean los intentos de Eileen por recaudar el dinero necesario para producirlo como los vistazos al proceso creativo de Julia y Tom, son realmente interesantes de ver, y los ensayos de los números suelen verse realmente bien. Es el drama fuera de las tablas lo que no está tan logrado, ya sea la trama de la adopción de Julia y su marido o la excesiva ingenuidad de Karen, y los momentos de karaoke se notan tan artificiales como en "Glee".

Y sí, "Smash" está siendo bastante predecible, pero también entretenida y, por momentos, hasta divertida. La animadversión entre Tom y Derek, por ejemplo, deja algunos buenos momentos humorísticos, y cualquier número que involucre a Ivy Lynn tiene siempre el potencial de convertirse en un showstopper. He de reconocer, además, que las canciones escritas para "Marilyn: The musical" me recuerdan casi siempre mucho a las que la misma pareja de compositores, Marc Shaiman y Scott Whitman, escribieron para el musical de "Hairspray" (aquí tenéis "Good morning, Baltimore" y "You can't stop the beat" para que comparéis con "The national pastime" y "Let me be your star", aunque igual éstas no son las más indicadas para esa comparación). Tengo bastante curiosidad por ver cómo terminan la temporada.

28 febrero 2012

El espíritu de Marilyn

Marilyn Monroe siempre quiso ser una actriz seria. O si somos más concretos, lo que quería es que se reconocieran sus méritos como actriz más que sus atributos físicos. Sólo con el paso del tiempo se ha podido apreciar que Marilyn tenía un gran timing para la comedia y talento natural para actuar delante de la cámara, pero no sólo la prensa y los críticos tardaron en reconocerlo. Ella parecía también no saberlo, empeñada en estudiar el Método con Paula Strasberg y buscando por todos los medios ese reconocimiento de la esfera intelectual, como si dijéramos, que aquel vestido blanco de "La tentación vive arriba" había imposibilitado, al mismo tiempo que la catapultaba al estatus no ya de gran estrella de Hollywood o de sex-symbol, sino de icono mundial.

En esa búsqueda de reconocimiento se encuadra su decisión de irse a Inglaterra a rodar "El príncipe y la corista" al lado de Laurence Olivier, un proyecto con el que él quería salirse un poco de la adoración que le profesaba el mundo del teatro e intentar que Hollywood lo considerase un actor y director que podía hacer algo más que adaptar obras de William Shakespeare (sus tres películas como realizador hasta ese momento eran "Enrique V", "Hamlet" y "Ricardo III"). "El príncipe y la corista" era, sobre el papel, una unión ideal para Marilyn y para Olivier, pero una unión que que no podía superar sus diferencias en el modo que tenían de trabajar, de concebir lo que era un actor, y en la que ninguno de los dos hablaba el mismo idioma. Aunque se cuenta desde el punto de vista del idealista y enamoradizo Colin Clark, tercer ayudante de dirección y autor del libro que sirve de punto de partida, "Mi semana con Marilyn" es en realidad la historia de ese encuentro fallido y de cómo todos los involucrados en el rodaje intentan "atrapar" a Marilyn, intentan llegar a ella y conocerla, sin que nadie lo consiga.

Es cierto que esa elusividad de Marilyn a veces se deja notar demasiado en la película dirigida por Simon Curtis, pero ésta es una historia amable y simpática que se beneficia de una interpretación central de una Michelle Williams sensacional y, en general, de un reparto muy conjuntado. Williams cambia de estado de ánimo casi constantemente y de un modo en el que casi no nos damos cuenta, y hay momentos en los que realmente parece estar canalizando la esencia de Marilyn. Algunas críticas decían que no es hasta que ella aparece en escena cuando la cinta se eleva de un mero ejercicio nostálgico a otra cosa, a algo más difícil de describir, pero también es verdad que es un poco la "El discurso del rey" de este año: muy bien hecha, con buenos actores, con una ambientación muy cuidada (y otra estupenda banda sonora de Alexandre Desplat, el compositor pluriempleado), pero a la que le falta ese toque extra que la distinga por encima de la media (aunque "Mi semana con Marilyn" tiene un poco más de energía y chispa que "El discurso del rey").

Este va a ser un año con mucha presencia de Marilyn Monroe (en agosto se cumplirán 50 años de su muerte), y no sólo todas las semanas a través de los capítulos de "Smash". Williams ha salido mucho más que airosa del reto y, curiosamente, si queréis ver una reinterpretación de Marilyn sin ser directamente Marilyn, no tenéis más que ver a Jessica Chastain como Celia en "Criadas y señoras".

27 febrero 2012

Los Oscars de los 90

Si llevais todo el año pensando que los 90, en realidad, nunca se fueron, la pasada ceremonia de los Oscars no habrá hecho más que confirmarlo. La misma elección de Billy Crystal como presentador, tras ocho años "retirado" de esas funciones, ya lo apuntaba; era un intento de la Academia por entregarse al recuerdo de éxitos pasados para intentar olvidar las críticas feroces a la gala del año pasado, y para optar por alguien ya muy veterano y conocido después de la renuncia de Brett Ratner y Eddie Murphy. Como resultado, todos los críticos apuntan que se dependió demasiado de la nostalgia, una nostalgia que ya estaba muy presente en las películas nominadas, y que tener a Crystal presentando por novena vez y recurriendo de nuevo a sus clásicos (su introducción en algunas de las películas nominadas, su canción con los títulos de algunas de ellas, su monólogo de "qué piensan realmente las estrellas") no ayudaba mucho a sacudirse esa sensación. Siendo justos, si recurres a Crystal sabes de sobra lo que vas a tener, así que probablemente por eso fuera la mejor opción para presentar este año.

Los Oscars, en realidad, tienen otro problema más acuciante, y es que todos esos premios previos que ahora también se televisan le restan emoción a la ceremonia, una emoción que deben poner los ganadores, y no el presentador o los vídeos sobre la magia del cine o el "In memoriam", que este año contó con la voz de la contrabajista de jazz Esperanza Spalding. Los Oscars de "The Artist" (película, director, actor, banda sonora, por ejemplo) estaban cantados desde los premios del sindicato de directores, y lo mismo las victorias como mejores secundarios de Christopher Plummer y Octavia Spencer, éstas anunciadas desde que se estrenaron "Beginners" y "Criadas y señoras" el pasado verano. Aunque se intentó otorgar cierto suspense cambiando el orden de entrega de algunas categorías (director se entregó antes de actor y actriz, en lugar de justo antes de mejor película), en realidad, casi sólo hubo un par de premios que de verdad podrían considerarse sorpresas, y muy bien pudieron ser el de fotografía para "La invención de Hugo" y el de montaje para "Los hombres que no amaban a las mujeres". Son dos premios de los que se dice que hay que estar al menos nominado para aspirar a mejor película, pero la cinta de Fincher lo ganó sin estar entre las nueve finalistas. Y casi podríamos contar como sorpresa que se rompiera esa especie de costumbre instaurada en los últimos años en la categoría de película extranjera, en la que ser la favorita te condenaba casi irremisiblemente a perder (Michael Haneke aún debe acordarse del fracaso de "La cinta blanca"). "Nader y Simin. Una separación" sí hizo buenos los pronósticos.



Al final, "La invención de Hugo" y "The Artist" empataron a premios (cinco), pero la cinta muda (la primera en ganar desde 1929) se llevó los más importantes. Y parece que hubo verdadera emoción entre varios de los ganadores y muchos de los nominados, sobre todo los que estaban allí por primera vez (una circunstancia que parodiaron Emma Stone y Ben Stiller al presentar el premio a mejores efectos especiales, aprovechando que era Stone era una "novata" presentando). Octavia Spencer estaba realmente emocionada (hasta agradeció al "gran estado de Alabama", donde nació) y el discurso de Christopher Plummer bien pudo ser el mejor de la noche, ya que mirando la estatuilla, le dijo: "Sólo eres dos años más joven que yo, cariño. ¿Dónde has estado toda mi vida?". Otro año más, se volverá a hablar de la influencia de Harvey Weinstein para catapultar estas cintas a lo más alto (ya ganó en 2011 otro Oscar con "El discurso del rey") y se introducirá un nuevo tema de conversación: ¿Qué va a pasar con la gala después de que Kodak entrara en bancarrota y pidiera que se retirara su nombre del teatro que lleva una década acogiendo la ceremonia?

Entre los momentos más señalados por todo el mundo de la noche figuran no sólo esos discursos de agradecimiento de Plummer, Spencer, Jean Dujardin (claramente muy feliz) y hasta Meryl Streep (que besó a Viola Davis antes de subir al escenario y empezó diciendo: "Tengo la sensación de que media América ha dicho: No, venga, por qué ella... otra vez"), sino también cómo Rose Byrne y Melissa McCarthy continuaron aquel juego de beber que introdujeron en los SAG con el nombre de Scorsese mientras presentaban el premio a mejor corto documental.

¿Y en cuánto a los trapos? La galería de fotos de la fiesta de "Vanity Fair" no está mal para echar un vistazo (y ver a algunas parejas curiosas, como la de Olivia Wilde y Jason Sudeikis), pero está claro que pocas recibieron más atención que la pierna de Angelina Jolie. Andaban por ahí Jean Dujardin, demostrando por qué lo llaman el George Clooney francés; Viola Davis, de verde y con un nuevo peinado; Wim Wenders, combinando pajarita y montura de las gafas; una muy sobria Shailene Woodley; Jessica Chastain, con un vestido con un bordado realmente original; ¡Alberto de Mónaco!, esa curiosa pareja que forman Judd Apatow y Leslie Mann; Aaron Sorkin y su hija y, por supuesto, el dúo inseparable de Michelle Williams y Busy Phillips.

P.D. podcastero: Hay resaca de Oscars, sí, pero lo mejor para pasarla es una nueva entrega de "Yo disparé a JR". Nuestro invitado esta semana es Daniel Martínez Mantilla, que justo participa en un blog sobre los Oscars y que, en este caso, nos ayuda a comentar por dónde va la última temporada de "Mujeres desesperadas". Como siempre, en el blog están todas las opciones para escucharlo y descargarlo, y he aquí el menú del día:

- 0': Los pilotos encargados por The CW.
- 14': "Whitney" y "2 Broke Girls"
- 24': "Mujeres desesperadas" (spoilers hasta el 8x14)
- 45': "Khloe & Lamar"
- 58': "The Walking Dead" (spoilers hasta el 2x09)

26 febrero 2012

Cómo los Grantham cambiaron PBS

El fenómeno que se ha desatado en Estados Unidos con la segunda temporada de "Downton Abbey" es, desde luego, digno de estudio. El capítulo final (el especial de Navidad) logró para la cadena pública su mayor audiencia desde 2009, y ha puesto en el mapa a PBS, de la que se mofan siempre en todas las series y todos los programas de humor por el tipo de documentales y programas que hacen sobre la historia o la cultura estadounidenses (pensad que son tipo los documentales de La 2 sobre el románico, por ejemplo). El canal, que tiene parte de financiación federal pero que depende de donaciones de los televidentes y de patrocinios para sobrevivir, se ha visto de repente catapultada a un lugar parecido al que ocupó AMC durante la primera temporada de "Mad Men"; en los blogs yanquies se hacen recaps exhaustivos de cada episodio, se analiza el estilo y la moda de la época de la trama y ya hay colecciones de ropa y complementos inspirados por "Downton Abbey".

Hasta ahora, las series y miniseries británicas que se emitían dentro del contenedor "Masterpiece" y sus diferentes versiones (Classic, Mystery!, Contemporary) no llegaban mucho más allá del público al que ya le gustaban estas cosas, y que las buscaba en la parrilla de PBS, y de los premios en las categorías de miniseries. Pero el Emmy en esa categoría que "Downton Abbey" ganó el pasado mes de septiembre y las buenas audiencias de su primera temporada, unido al enorme éxito cosechado en ITV, debieron impulsar a la PBS a dejarse llevar por la ola y aprovecharla todo lo que pueda para atraer nuevas donaciones y espectadores de un público más amplio, y de golpe se ha visto lanzada a la misma arena en la que compiten canales de cable como HBO, AMC o hasta, si me apuráis, Showtime. Gracias a "Downton Abbey", la PBS mola.

Uno de los últimos movimientos que van a hacer en esa estrategia de salir un poco de su nicho es, probablemente, presentar este verano el drama de Julian Fellowes a las categorías de drama de los Emmy, y no a las de miniseries. Es un cambio de estrategia muy bienvenido por quienes piensan que es absurdo que estas series inglesas se presenten como miniseries sólo porque sus temporadas son cortas y así se evitan tener que "pelearse" en las categorías principales con "Mad Men", "Breaking Bad" y las series de HBO que sean nominadas. Saltan de una zona en la que sabían que iban a conseguir algo con seguridad, ya fueran nominaciones o estatuillas, a otra en la que el resultado está lleno de incertidumbre, y sus rivales pueden gastarse en promoción unos presupuestos de los que la PBS no dispone.

Ya hay quien intenta aventurar el impacto que este cambio en la categorización de "Downton Abbey" para los Emmy puede tener. Sus contricantes son bastante más formidables y, seguramente, si consigue ser candidata a mejor drama o mejor secundaria, ya representará un gran reconocimiento. Pero tampoco hay que subestimar hasta dónde puede llegar su popularidad. Seamos serios; "Mad Men" ha seguido ganando y ganando sin parar porque no había salido hasta ahora otro título que los Emmy consideraran suficientemente cool para destronarla. Tendremos que esperar a julio para ver si esta estrategia de PBS sale bien.

Música de la semana: Hace un par de semanas, "Fringe" (que se ha ido de vacaciones hasta el 23 de marzo; ya hablaremos de ella) eligió para acompañar uno de los experimentos de Walter una de las canciones del álbum de debut de Karen Elson, ex modelo y ex mujer de Jack White, "The ghost who walks".

24 febrero 2012

Desde el Teatro No-Kodak



El domingo se celebra la 84ª edición de los Oscars, una edición en la que, si "The artist" hace buenos los pronósticos, se convertirá en la primera película muda en ganar el Oscar principal desde 1927, en la primera edición, cuando lo hizo "Alas". Cuando se dieron a conocer las nominaciones ya comentamos la sensación que daba de ser una edición presidida por la nostalgia, y especialmente por la nostalgia del Hollywood clásico, y como Bob Hope ya no está entre nosotros para presentar la gala, lo hará su más claro sucesor, Billy Crystal. Muy raro me parecerá que no desempolve sus "apariciones" en las películas nominadas, su gag de "qué piensan las estrellas de verdad" (que perderá la gracia si no está Jack Nicholson, que es capaz de haberse ido al All-Star de la NBA, que se juega este fin de semana en Orlando) y su famosa cancioncita "It's a wonderful night for an Oscar" (y que lo presenten a los sones de la versión de "It had to be you"). Si nunca visteis a Crystal presentar los Oscars, este inicio de la gala de 1993 os puede dar una pista de lo que puede hacer. Pero hoy no vamos a ponernos a hacer quinielas ni a recordar tiempos pasados (o sí, ya veremos), sino a lanzar una de esas clásicas rondas pre-Oscar de curiosidades sobre algunos de los nominados).

- Para Glenn Close, la nominación a mejor actriz por "Albert Nobbs" es la sexta de su carrera, pero casi todas se concentraron en los 80. Recibió cinco entre 1983 y 1989 (de "El mundo según Garp", que además era su primera película, hasta  "Las amistades peligrosas") y luego... ¡puff! Como si se hubiera esfumado durante dos décadas.

- Angus Wall ganó el año pasado el Oscar al mejor montaje, junto con Kirk Baxter, por "La red social", y este año es candidato otra vez por "Los hombres que no amaban a las mujeres"·. Su colaboración con David Fincher se remonta a cuando el director dirigía vídeos musicales, y luego Wall se encargó de ayudar a Kyle Cooper en el diseño de los títulos de crédito de "Seven". Lo curioso es que casi se ha labrado una carrera paralela diseñando precisamente secuencias de títulos de crédito para HBO, y suyas son las de "Carnivale" (por la que ganó su primer Emmy), "Roma", "Big Love" y "Juego de tronos" (que le reportó su segundo Emmy).

- Entre los nominados de este año, Kenneth Branagh puede presumir de haber sido candidato en categorías diferentes en cada una de sus cinco nominaciones anteriores: actor y director por "Enrique V", corto de acción real en 1992 ("Swan song"), guión adaptado por "Hamlet" y, ahora, actor secundario por "Mi semana con Marilyn".



- Los grupos de actores que se reúnen en los últimos años para prestar sus voces a videojuegos son cada vez más impresionantes. En las entrevistas que Gary Oldman ha dado desde que fue nominado por "El topo", ha recordado varias veces su trabajo en la saga "Call of duty", y en uno de los últimos títulos con mejor aceptación, "Skyrim", se pueden escuchar, en su versión en inglés, a dos candidatos al mejor secundario de este año: Christopher Plummer ("Beginners") y Max Von Sydow ("Tan fuerte, tan cerca").

- Uno de los nominados que se sentará por primera vez en el teatro hollywoodiense donde se dan los Oscars será Rooney Mara, candidata a mejor actriz por "Los hombres que no amaban a las mujeres". Sin embargo, en Estados Unidos, su apellido es más conocido por ser el de la familia propietaria de los New York Giants de la NFL, que ganaron la última SuperBowl (la familia de su madre, cuyo apellido es Rooney, fundó por su parte los Pittsburgh Steelers). Curiosamente, tanto ella como su hermana Kate pasaron por el peaje obligatorio de hacer un episódico en "Ley y orden: UVE", toda una cantera de jóvenes actores.

- Todos los años se traen a colación los ingresos en taquilla de las nominadas a mejor película para insistir en esa vieja queja de que la Academia no está en sintonía con el gusto del público (no pretenderán que nominen a mejor película a "Transformers 3"). Este año, la más taquillera de las nueve candidatas es "Criadas y señoras", que también es la única que ha superado la barrera de los 100 millones de dólares de recaudación (el año pasado lo hicieron cinco de las diez nominadas). La que ha tenido los menores ingresos es "El árbol de la vida", con poco más de 13 millones.

- El revuelo montado al ver que sólo hay dos candidatas a mejor canción fue considerable y comprensible (para eso, que eliminen la categoría). Uno de los nominados es una leyenda de la música brasileña como Sergio Mendes, que escribió con Carlinhos Brown y Siedah Garrett la canción de "Río" candidata, y que tiene garantizado su lugar en el Olimpo musical por canciones como su versión de "Mas que nada" con Brasil '66. Por cierto, que Garrett ya estuvo nominada, junto con Henry Krieger, por "Love you I do", de "Dreamgirls".

- John Williams tiene tantas nominaciones, que los diplomas deben salirse de su despacho, o de donde los guarde. Lo curioso es que el primero de sus cinco Oscars lo ganó por la adaptación musical para "El violinista sobre el tejado" (sí, existían esas categorías), y luego se los llevó, ya por composiciones originales, por "Tiburón", "La guerra de las galaxias", "ET" y "La lista de Schindler".

- Oh, y el teatro Kodak dejará de ser mencionado como tal el domingo. Eastman Kodak está en bancarrota y ha pedido que se retire su nombre del lugar.

P.D.:  El vídeo del centro es de la banda sonora de "Matar un ruiseñor" porque esa película cumple 50 años en 2012 y porque Elmer Bernstein perdió en 1963 el Oscar por esta cinta ante "Lawrence de Arabia". Fue también el único premio de la Academia que recibió Gregory Peck.

23 febrero 2012

La máquina forzada de Castle y Beckett

Hay una máxima que creo que es interesante seguir en esta extraña afición de ver series: si ves alguna sólo para quejarte, lo mejor es que la abandones. Yo la he aplicado este año a "Castle", un título que se ha consolidado en la parrilla de la ABC y ha logrado reunir a un fiel grupo de fans que viven obsesionados por saber cuándo se decidirán los guionistas a que Castle y Beckett resuelvan su TSNR y consumen su relación, pero que ha perdido el poco interés que tenía para mí. Es cierto que ha mejorado desde un inicio bastante a trompicones, cuando lo único salvable eran las interacciones del escritor con su madre y con su hija, y poco a poco han logrado que cierto humor y una sensación de "vamos a pasarlo bien" permee gran parte de los momentos en los que Castle va con los detectives a resolver unos casos que también se volvieron algo más interesantes.

Sin embargo, todas estas series de tono más ligero tienen siempre ínfulas de drama encubierto, sin que todas las manejen igual de bien, y "Castle" no se distingue precisamente por eso. O no se distinguía, porque teniendo en cuenta que abandoné muy al principio de la cuarta temporada, no sé si habrán mejorado también en ese aspecto con el correr de los capítulos. Cuando le daban más cancha al drama, cargaban demasiado las tintas y todo era hasta demasiado dramático (¿de verdad tenían que hacer que la muerte de la madre de Beckett formara parte de una conspiración? ¿No era ya suficiente trauma para ella?), y aún se notaba más cuando intentaban avanzar la relación entre su pareja protagonista justo en esos momentos de mayor drama. Ya sabéis que nunca he visto ninguna tensión sexual no resuelta entre Castle y Beckett y que, de hecho, al principio ella me parecía demasiado estirada, seria y muy poco interesante.

En la segunda temporada (además de seguir experimentando con su peinado y su vestuario), la detective se relajó un poco más y sí desarrolló una simpática química con Castle, pero de amigos y colegas de trabajo, no de potenciales amantes reprimidos. Y cada vez que la serie los colocaba en situaciones que, en teoría, debían potenciar la TSNR, yo no podía evitar pensar que estaban muy forzadas y que casi eran un intento desesperado de que esa faceta de "Castle" funcionara igual que el resto. El tono más dramático del inicio de la cuarta temporada, con esas clásicas confesiones dichas cuando crees que estás a punto de perderlo todo, me convenció definitivamente de que no merecía la pena ver "Castle" para que lo único que fuera a escribir sobre ella fuera una repetición de todas las cosas que no termino de ver. Y sí que veo series que no me motivan a escribir nada, pero con las que disfruto, como "Modern Family", pero si algunas sólo te impulsan a escribir quejas, no es buena señal.

"Castle" tiene muchos fans entregados en la blogosfera, fans que ya están en un sinvivir pensando que Castle y Beckett van a estar eternamente dando vueltas sobre sí mismos. Ésa es la naturaleza de la bestia, y si siguen insistiendo en su TSNR, la van a alargar todo lo que puedan. Pero yo no estaré ahí para verlo.

P.D.: No quiero seguir comparando "Castle" con "Bones" porque, simplemente, no es justo, y no sólo porque una está en la cuarta temporada y la otra, en la séptima (y "Bones" era mucho más divertida que "Castle" cuando estaba en la cuarta temporada). Ved sólo el cuarto episodio de la primera temporada de "Bones", "The man in the bear", para comprobar lo que es la química inmediata entre una pareja protagonista. O echad un ojo a lo que Joanne Kelly y Eddie McClintock hacen en "Warehouse 13", una pareja, por cierto, sin intereses románticos de por medio. Ese camino deberían seguir Castle y Beckett.

22 febrero 2012

La guerra de los Cinco Reyes

¿Oís eso? Es el ruido que hacen los fans de "Juego de tronos" mordiéndose las uñas de impaciencia, expectantes el mes largo que queda para que HBO estrene la segunda temporada el 1 de abril (el 23 llegará a Canal+ España). Desde que los primeros 10 capítulos finalizaron en junio, los premios, los parabienes críticos y el buzz alrededor de la serie no ha hecho más que aumentar, y si ya había expectativas altas en su debut el año pasado, no van a ser menos elevadas para ver cómo adaptan "Choque de reyes", el segundo tomo de la saga "Canción de hielo y fuego", de George R.R. Martin. La tarea es, si cabe, bastante más complicada que en la primera temporada porque lo que vimos ahí no es más que un aperitivo. La guerra de los Cinco Reyes por el control del Trono de Hierro que se desata en ese segundo libro amplía el número de personajes, los escenarios y la escala de la trama, y va a ser casi como una nueva introducción para bastantes de las cosas que van a pasar.

Muchos de los personajes que ya conocemos están desperdigados por todo Poniente (y eso sin contar con Daenerys, que directamente está al otro lado del mar), pero buena parte de la acción se desarrolla en Desembarco del Rey. Tyrion está allí, y teniendo en cuenta que parece de los pocos personajes a los que Martin parece dispuesto a perdonarles la vida casi hasta el final, nunca hay que perder de vista sus evoluciones. La ciudad es un nido de víboras y hasta los que se creen más duchos en la supervivencia en medio de todos esos advenedizos, conspiradores, traidores y matones de tres al cuarto tienen que andarse con mucho cuidado si no quieren verse arrojados fuera de las puertas de la Fortaleza Roja. ¿Será Joffrey lo suficientemente listo para mantener su corona? ¿Lo será Cersei? ¿Se pasará de listo Meñique? ¿Y cómo sobrevivirá Sansa en medio de todo esto? Sansa inicia aquí un interesante camino que no empieza a desarrollarse del todo hasta más adelante, un camino en el que va a tener que sufrir.

En los trailers que HBO ha ido lanzando hemos visto a casi todos los personajes nuevos, pero se han centrado más, como es lógico en los que protagonizaron la temporada anterior. Hay quien se pregunta si perder a algunos de esos protagonistas puede hacer que los espectadores que no hayan leído los libros afronten estos nuevos capítulos con menos interés, pero como se ha repetido en otras muchas ocasiones, lo más destacable de Martin es que trae al frente de repente a personajes que antes no eran más que meras comparsas, y los verdaderos protagonistas no siempre acaban siendo quienes parecían al principio. Theon Greyjoy, por ejemplo, adquirirá muy seguramente una mayor ascendencia, y lo mismo Renly Baratheon.

La guerra se recrudece, lo que está en juego es mucho mayor, y eso que todo el mundo sigue manteniéndose bastante ignorante de lo que ocurre tanto más allá del Muro como al otro lado del Mar Estrecho Angosto. Yo tengo mucha curiosidad por ver no sólo como se resuelve cierta batalla, sino también cómo presentan lo que ocurre en Invernalia, una prueba que Dany debe pasar en Qarth y la misión que Jon debe llevar a cabo en el Norte. Diez episodios van a ser quizás pocos para comprimir todo "Choque de reyes", pero esa tarea no será nada comparada con la de adaptar "Tormenta de espadas" si HBO renueva la serie por una tercera temporada. Y no sería de extrañar que empiecen aquí a mezclar algunas tramas de varios libros (lo hicieron en el último capítulo de la anterior entrega). La duda que me queda es si la maquinaria publicitaria y el prestigio de emitirse en HBO darán a "Juego de tronos" un empujón algo mayor en los Emmy.

21 febrero 2012

Casi famosos (XLIII)



Qué mejor que entrar directamente em materia con una de las series que más "casi famosos" dejan por capítulo, esa genialidad ochentera llamada "Corrupción en Miami". Gracias a alguien que lo ha tuiteado esta mañana, tenemos con nosotros este vídeo musical que recopila a buena parte de los actores que pasaron por la serie, desde Ed O'Neill, Dennis Farina o Stanley Tucci a Annette Bening, Julia Roberts o una buena ristra de músicos, incluidos Miles Davis, Leonard Cohen, James Brown o Phil Collins. Faltan muchos, es cierto, pero no deja de ser un recopilatorio realmente notable.

Otra serie que es una mina para esta sección es "Urgencias", que a lo largo de sus 15 temporadas tuvo tiempo de incluir a estrellas invitadas de relumbrón, como Ewan McGregor, Ray Liotta, James Woods o Susan Sarandon, y hacer que multitud de jóvenes actores que ahora son conocidos interpretaran a pacientes diversos. El de la foto, por ejemplo, es Vincent Kartheiser, que fue un adolescente drogadicto en la sexta temporada. Diría que la rubia del fotograma es Elisabeth Mitchell, que fue una de las asistentes sociales del County General, una con cierta historia con la doctora Weaver. Kartheiser participó después en "Ángel" y el mes que viene volveremos a verlo luciendo esos impecables trajes de "Mad Men".

Algunos seriéfilos lloran la prematura despedida de "Pan Am" (que no tiene visos de volver para una segunda temporada) sobre todo porque echarán de menos a Colette, la azafata francesa que se convirtió rápidamente en la favorita de los fans. Su intérprete, Karine Vanasse, llegó a la serie con unas cuantas películas a sus espaldas, incluyendo "Juegos de mujer", título español de "Head in the clouds", aquella cinta cuya promoción se basaba, casi exclusivamente, en la relación entre los personajes que interpretaban Charlize Theron y Penélope Cruz. Por cierto, ¿qué habrá sido de Stuart Townsend?

En el reparto de "Smash" hay un buen número de actores que se han ganado cierto reconocimiento sobre las tablas de Broadway, y entre ellos se encuentra Megan Hilty, que mientras fue una de las Glindas de "Wicked" y protagonizó "9 to 5" junto a Allison Janney, hizo también muchos episódicos en televisión (unos cuantos en procedimentales como "CSI" y "The Closer"). Sin embargo, el primero de todos esos trabajos que indica "Internet Movie Database" fue en una serie de Disney, en concreto, "Hotel, dulce hotel", aquel vehículo para el "lucimiento" de los gemelos Dylan y Cole Sprouse, o lo que es lo mismo Zack y Cody, o lo que es lo mismo, Ben, el hijo de Ross en "Friends". Sí, con esas pintas, Hilty podría haber salido en "Ugly Betty".

La semana pasada volvimos a ver en televisión a Becki Newton, en "Cómo conocí a vuestra madre", después de aquella infausta y cortísima "Love bites" en NBC y tras haber formado un dúo cómico insuperable con Michael Urie en "Ugly Betty". Antes de todo eso, Newton participó en "American Dreams", una serie centrada en una familia y sus peripecias en Filadelfia en los años 60 (se estrenó cinco años antes de "Mad Men", por eso de comparar series ambientadas en la misma época). Si yo no estoy equivocada, sólo duró tres temporadas, y los críticos yanquies aún la recuerdan con cierto cariño.

P.D. podcastero: Vaya despiste el mío. Se me había pasado incluir el recordatorio semanal de la nueva entrega de "Yo disparé a J.R.", una entrega por la que había cierta expectación porque Adri, de "Hablando de series" y "Esta peli ya la he visto", nos ayuda a comentar las últimas evoluciones de "Revenge". Podéis encontrar todas las opciones de escucha y descarga en el blog, y en la columna de la derecha. Éste es el menú:

- 0': Los preestrenos en Internet de algunas series.
- 9': El fracaso de "Pan Am".
- 20': "Cougar Town".
- 33': "Revenge" (spoilers hasta el 1x15).
- 61': "Cómo conocí a vuestra madre" (spoilers hasta el 7x16).

20 febrero 2012

Mercado pequeño, corazón grande

El pasado mes de enero, algunas cadenas de Estados Unidos emitieron un documental llamado "Small market, big heart", que intentaba mostrar lo que podía representar para la ciudad de Sacramento que los Kings, su franquicia de la NBA, se marcharan a Anaheim después de 26 años allí. En el documental (en el que habla también el alcalde de la ciudad, el ex NBA Kevin Johnson), argumentan que perder a los Kings sería un duro golpe para Sacramento porque perdería una de las pocas cosas en las que puede aspirar a competir con Los Ángeles o Nueva York, pero estar en un mercado pequeño constriñe sus oportunidades de lograr grandes jugadores y de mover el mismo tipo de dinero que mueven Lakers, Knicks o Celtics.

Los Oakland Athletics de béisbol están también en un mercado pequeño, en una ciudad que tiene la mitad de habitantes que San Francisco (estando al otro lado de la bahía), que tiene a su propia franquicia de la MLB (los Giants) como rival de los A's, y que como resultado de todo esto, tiene menos dinero para construir una plantilla ganadora (y eso que la MLB no tiene institucionalizado un tope salarial como la NBA), y no puede evitar que los equipos grandes se lleven a sus mejores jugadores. Así tiene el equipo al principio de la temporada de 2002 su manager general, Billy Beane, frustrado por haber perdido otra vez a las primeras de cambio en los playoffs y por encontrarse impotente para retener a sus estrellas y conseguir buenos jugadores que los suplan.

Sin embargo, Beane y el joven licenciado en Económicas, Peter Brand, revolucionaron el modo en el que se entendía la confección de una plantilla de un equipo de béisbol al decidir aplicar un método estadístico ideado por Billy James, que intentaba ver el verdadero valor de un jugador y un equipo mirando única y exclusivamente sus estadísticas, y que partía de la premisa de que el deporte profesional es injusto y la brecha entre franquicias grandes y pequeñas termina determinando siempre a las pelean por los campeonatos. Todo esto, contado en un libro de Michael Lewis que se creía inadaptable, puede resultar muy árido y totalmente ajeno para gente que no tenga ningún interés por el deporte ni por las estadísticas, pero es justo una de las virtudes de "Moneyball", una de las inclusiones más sorprendentes en las nominaciones de los próximos Oscars por su complicado camino para llegar a la gran pantalla (su producción se paró varias veces a lo largo de los años) y porque no parece que una historia sobre economía del béisbol vaya a funcionar.

Lo interesante es que lo hace, y bastante bien. Al poner el acento en la testarudez, el esfuerzo y, a su manera, el romanticismo de Beane por intentar que los A's peleen de tú a tú con los grandes, le otorga humanidad a todos los números, y sin necesidad de explotar demasiado la condición de parias y olvidados con ganas de demostrar que aún valen de los jugadores (sobre todo, Scott Hatteberg, al que le dan algo más de cancha). Que "Moneyball" no es en realidad una película sobre béisbol lo demuestra el hecho de que, como su general manager, no vemos más que unos pocos momentos escogidos de los partidos, y nos quedamos más en el backstage, en el modo en el que Beane y Brand tienen que enfrentarse a prácticamente todo el establishment del deporte (incluido su propio entrenador) para intentar dar la vuelta a la situación en la que se encuentran los A's, sin dejar de creer en lo que están haciendo y en sus posibilidades a pesar de que, al principio, parece que les va a salir el tiro por la culata.

Bennett Miller, que había dirigido la estupenda "Capote", maneja con seguridad todos los recovecos de la historia, haciendo que se pueda seguir bien sin ser un experto en béisbol, y lo que hace Brad Pitt es, como muy bien han dicho varios críticos, prestar carisma en el estilo del Hollywood clásico para anclar todo "Moneyball" en las convicciones de su personaje. Eso sí, si la veis montando un juego de beber cada vez que Beane tira algo al suelo o sale comiendo, os pillaréis una buena cogorza.

19 febrero 2012

Rachel y Raylan, US marshalls


ALERTA SPOILERS: Si no sabéis dónde tenía Mags escondido el dinero o qué nuevos villanos han aparecido en la tercera temporada de "Justified", es preferible que no sigáis leyendo.

"Justified" siempre ha tenido un pequeño defecto, y es que los compañeros de Raylan en la oficina de los marshalls nunca han estado bien perfilados ni han pasado muchas veces de ser mero mobiliario para las peripecias de Givens con los villanos de Harlan. El único al que se le daba más cancha era a Art, el jefe de Raylan, un tipo que no intenta controlarlo aunque sabe que, muchas veces, va a representar para él más de un problema, y que siempre resulta divertido de ver. Tim y Rachel, los otros dos marshalls, aparecían esporádicamente aquí y allá, los dos bastante lacónicos y con poca interacción hasta con Raylan.

Sin embargo, en la segunda temporada, la serie decidió darle a Rachel un capítulo casi para ella sola, uno en el que perseguían a su ex cuñado, el hombre que metió a su hermana en las drogas, y contra el que Raylan, Art y los demás pensaban que Rachel iba a abrir fuego en cuanto lo viera. El propio Elmore Leonard quedó tan contento con aquel episodio, que decidió concederle más protagonismo a Rachel en un próximo libro, y en esta nueva temporada, la marshall Brooks se ha emparejado varias veces con Raylan para salir en pos de fugitivos varios, y sus interacciones son tan entretenidas, que no pasaría nada si hicieran un spin-off centrado sólo en esos dos persiguiendo a esos criminales un poco idiotas marca de la casa.

Y criminales para perseguir van a tener unos cuantos esta temporada, porque mientras Boyd intenta relanzar el imperio que tenía su padre, el dinero que Mags Bennett escondió con Ellstin Limehouse atrae a todo tipo de personajes que quieren hacerse fácilmente con varios millones de dólares. De Limehouse hemos visto más bien poco, aunque sospecho que tendrá bastante que decir hacia el final, y al que empezamos a ver moverse más es a Míster Detroit, como lo llamo yo, ese tipo trajeado que llega del Norte dispuesto a demostrar a los "paletos" de Harlan cómo funciona un imperio mafioso. Pero como le recuerda Boyd, en Harlan las cosas funcionan de otra manera, y el enfrentamiento entre esos dos no va a ser bonito.

A todo esto, Raylan está un poco con la guardia baja, porque todo el asunto de Winona le ha hecho replantearse unas cuantas cosas, y más se replanteará después de ver que lo ha vuelto a dejar, y ese estado mental quizás no sea el mejor para afrontar el lío que se está montando. Porque eso es algo que "Justified" está preparando muy bien, la pelea definitiva entre todos los villanos de esta temporada por reclamar el trono de Mags. La matriarca de los Bennett no está, pero su vacío se nota en Harlan y en la serie, y han sido listos afrontándolo directamente de ese modo. La recta final no va a darnos ni un minuto de descanso.


Música de la semana: De momento, la parte que mejor funciona de "Alcatraz" son los flashbacks a la vida en la prisión, con esas actividades extrañas y su alcaide corrupto. Esta semana, además, vimos algo más del pasado de Hauser, ambientado por una versión de "These foolish things" a cargo de Billie Holiday.

18 febrero 2012

Torrents, mentiras y cintas de vídeo

El cierre de Megaupload y la polémica tramitación de la ley SOPA en Estados Unidos han vuelto a incendiar Internet con debates, iniciativas y, reconozcámoslo, todo tipo de demagogias sobre la piratería online de series y películas. Vuelven esas eternas discusiones bizantinas que ya nos torturaron durante la aprobación de la ley Sinde-Wert, como se la conoce ahora, y que al final nunca conducen a ningún sitio porque a lo que se reduce todo es a una mera cuestión de números. Como decían en "Cabaret", el dinero hace girar el mundo. Ahí es donde entra un curioso estudio que también ha dado rápidamente la vuelta al mundo interneteril, un estudio de un par de investigadores de la universidad de Minnesota y el Wellesley College que echa una mirada al efecto que la piratería online de películas tiene en la taquilla fuera de Estados Unidos de estos títulos.

En una de las webs que recogen este trabajo afirman que, para cualquiera que viva fuera de EE.UU., sus conclusiones son bastante obvias, pero no dejan de ser interesantes, teniendo en cuenta que el estudio sólo apunta posibles tendencias y explicaciones plausibles, no una relación confirmada de causa y efecto. Lo que viene a decir es que la piratería no afecta a la taquilla estadounidense (a no ser que lo que se filtre sea una versión sin terminar de la película semanas antes del estreno, como ocurrió con "Lobezno" y aquella copia sin los efectos especiales terminados), y que parece que su efecto sobre la taquilla internacional está muy relacionado con el retraso en el estreno de determinadas películas, especialmente cintas de ciencia ficción o de acción. Podéis añadir un "te lo dije", si queréis. Lo que dicen los investigadores es "no vemos pruebas de un elevado desplazamiento de ventas en los resultados de la taquilla estadounidense después de la adopción de BitTorrent, y sugerimos que el retraso en la disponibilidad legal del contenido en el extranjero puede estar detrás de las pérdidas por la piratería".

Los autores del estudio no lo recomiendan, pero todos sabemos que son los estudios de Hollywood los que tienen la llave para reducir en gran parte la piratería acortando, simplemente, los plazos de estreno internacional. Ya se han dado pasos en esa dirección; en el trabajo apuntan que, en 2004, el tiempo medio que tardaba una película en saltar al mercado internacional era de 10,5 semanas (casi tres meses), y esa separación se redujo hasta las cuatro semanas en 2010, y con estrenos casi simultáneos para unos pocos blockbusters que vivirán o morirán dependiendo casi exclusivamente de la taquilla del primer fin de semana. Pero sigue habiendo algunas películas que caen víctimas de los recovecos de la distribución internacional cinematográfica, unos recovecos que yo renuncio a entender la mayor parte del tiempo.

Tomemos por caso "Scott Pilgrim contra el mundo". Es una película con un target de público muy claro y, francamente, no muy amplio, al menos en España, pero un target que tenía cierta expectación por verla. La cinta se estrenó en Estados Unidos el 13 de agosto de 2010, con una taquilla no demasiado impresionante. No llegó a España hasta el 12 de noviembre (de hecho, no se vio en el resto de Europa, excepto el Reino Unido, casi hasta ese mes), varios días más tarde de que el DVD se pusiera a la venta en Norteamérica, y en todos esos meses que pasaron, una simple búsqueda por Internet te permitía encontrar versiones para descargar en diferentes calidades (malas casi todas). Resultado, otro fracaso en la taquilla española como "Kick-Ass", que no se vio por aquí hasta el mes de junio de ese mismo año, cuatro meses después de su estreno en Estados Unidos.

Si luego entramos en los retrasos en los estrenos de algunas películas dentro de España, ya sí que no hay forma de aclararse. O sí que la hay, pero es bastante deprimente. Sólo un ejemplo; en León deben quedar un par de multicines (uno de ellos en un centro comercial) de los cinco o seis que había abiertos hace una década. Allí, "The artist" ha tardado me suena que un mes en estrenarse después de su fecha oficial de llegada a España, y eso ya una vez que se sabía que la película iba directa a arrasar en todos los premios habidos y por haber. Sé que aquí intervienen otros factores, pero no me digais que eso no os ha llevado también muchas veces a buscar si cierta película se podía descargar.

16 febrero 2012

Ideas al montón

1.- Esta mañana ha habido un conato de revuelo en Twitter a costa de este artículo de "El País" sobre la ficción británica y su asalto al trono de las series estadounidenses no ya en el resto del mundo, sino en el propio Estados Unidos. Al estar muy enfocado a títulos que los canales españoles van a estrenar o acaban de emitir (como "Sherlock", "Black Mirror" o "Luther"), hace un repaso muy somero por series recientes británicas y casi se queda sólo en las de Ricky Gervais, las ideas de Charlie Brooker, "The shadow line" y "Misfits", con una mención por ahí a "State of play", y se deja en el tintero otras tan cruciales para entender por qué la ficción británica es como es actualmente como "Life on Mars". O, mismamente, se olvida del título que de verdad está siendo un fenómeno de audiencia al otro lado del Atlántico (y en todas partes), "Downton Abbey". Que de esta última, por cierto, va a ser verdad que deberían grabar un disco entre todo el reparto, porque tras averiguar que Elizabeth McGovern tiene un grupo (Sadie and the Hotheads) y escuchar a Jessica Brown-Findlay defenderse bastante bien cantando en "Black Mirror", ahora resulta que Michelle Dockery también canta, aunque lo suyo es el jazz. No por nada participará en un disco justo de Sadie and the Hotheads.

2.- Esta semana, finalmente, ha regresado a la parrilla de la ABC "Cougar Town", una serie adorada por los críticos desde que cambiaron su tono en el primer tramo de su primera temporada, pero que la cadena marea con una programación bastante errática. Para esta tercera temporada, de hecho, la aparcaron para midseason sin fecha de estreno y le recortaron la orden de capítulos de 22 a 15, y al final ha empezado a emitirse porque "Work it" ha sido un rápido fracaso. Durante todos esos meses en los que la comedia estuvo fuera de juego, su co-creador, Bill Lawrence, decidió lanzar su propia campaña de promoción de estilo guerrilla, organizando visionados de los nuevos episodios en diferentes ciudades de Estados Unidos, y contando con la asistencia de algunos guionistas y actores. Así, por lo menos, evitaba que se dejara de hablar de "Cougar Town" mientras no tuviera un hueco de la parrilla, y de todo eso habla en esta interesante entrevista con "The AV Club".

3.- En el último podcast de "Yo disparé a JR" mentamos de pasada los podcasts que Ron Moore hacía sobre "Battlestar Galactica", unos podcasts realmente entretenidos que grababa a la vez que veía los episodios y que servían un poco como audiocomentario de cada uno de ellos (de hecho, creo que en alguna edición en DVD se incluyeron así). Lo más divertido era escuchar a Moore explicar, al principio, de qué marca eran los puros y el whisky que fumaba y bebía mientras grababa el programa, Don Draper style, y en algunos de ellos contó con la participación de otros guionistas y actores de la serie (en el de "Unfinished Business", de la tercera temporada, tenía, por ejemplo, a Tahmoh Penikett y Grace Park). El que grabó durante un visionado con público para el final de la tercera temporada es bastante interesante para los fans de la serie. Creo que aún pueden conseguirse en iTunes.

4.- Ya sabéis que las comparaciones baloncestísticas en este blog están tan a la orden del día como las futbolísticas en "Diamantes en serie", y el mundo NBA ha estado estos últimos días dominado por la inesperada explosión de Jeremy Lin, un reserva de los Knicks que se ha disfrazado casi de Michael Jordan y ha llevado al equipo (sin sus dos estrellas, Carmelo Anthony y Amare Stoudemire) a una racha de siete victorias consecutivas. El tiempo dirá si la Linmanía es todo hype o hemos asistido al nacimiento de una nueva estrella, pero su caso nos viene muy bien para plantear una cuestión sobre los estrenos de esta temporada televisiva. ¿Qué serie creeis que ha hecho un "Jeremy Lin" y se ha convertido en la serie de moda saliendo casi de la nada? ¿"Revenge", quizás?

15 febrero 2012

Homenajes a los 60

Antes de que las cadenas de televisión estadounidenses decidieran que querían tener su propio "Mad Men", al menos en lo estilístico, y se lanzaran a la aventura con las fallidas "The Playboy Club" y "Pan Am", y con la próxima "Magic City" en Starz, Hollywood se les había adelantado viviendo a principios de la década de 2000 una especie de regresión a los 50 y los 60. Y su regresión no sólo era estilística o pretendía contar una historia de la época desde una óptica contemporánea, sino que aspiraba a reproducir, de algún modo, la manera de hacer ciertas películas entonces.

El primero en aventurarse por ese camino fue Todd Haynes, en 2002, que enroló a Julianne Moore, Dennis Haysbert y Dennis Quaid en un homenaje a los melodramas de Douglas Sirk como era "Lejos del cielo". Haynes cuidó hasta el mínimo detalle en la ambientación y el vestuario para que creyéramos estar de nuevo ante "Imitación a la vida", siguiendo unos movimientos de cámara similares, una fotografía también tipo finales de 50 y una banda sonora de Elmer Bernstein que completaba la regresión a aquella época. La diferencia era que la trama, llena de secretos familiares y atracciones amorosas prohibidas, entraba en algo más de detalle de lo que las cintas de Sirk podían hacerlo en su época. Moore recibió una merecida nominación al Oscar, y otra muy merecida fue para Bernstein (en la que creo que fue su última composición para el cine), y aunque la película siempre corría el riesgo de quedarse en el mero ejercicio de estilo, tenía sus cosas interesantes.

El segundo homenaje-copia al cine de los 60 llegó sólo un año después, en 2003, y era una comedia romántica para el lucimiento de dos actores que estaban entonces en lo más alto de su fama, Ewan McGregor y Renee Zellwegger. "Abajo el amor" se miraba en el espejo de aquellas comedias que protagonizaron Rock Hudson y Doris Day, de "Confidencias a medianoche" a "Pijama para dos" o "No me mandes flores", comedias que se dedicaban a jugar con la "guerra de sexos" de la que empezaba a hablarse entonces. La cinta de McGregor y Zellwegger casi las plagiaba directamente, teniendo hasta a Tony Randall en un pequeño papel y con la, a priori, improbable pareja de David Hyde Pierce y Sarah Paulson como sus mejores amigos que acaban enamorándose (y que son lo más divertido de la película de lejos). Hasta reutilizan el famoso gag del piso de soltero lleno de interruptores y gadgets de lo más variado.

Evidentemente, "Lejos del cielo" es la película con más personalidad de las dos, pero al menos la segunda dejó otro ejemplo de su dúo principal cantando. Y las dos vienen a recordarnos que los ciclos de las modas también se llevan en Hollywood. ¿Se atreverá alguien a hacer un híbrido entre "Glee" y "Mad Men"?

14 febrero 2012

La hermana pobre de Bad Robot



Las comparaciones con "Perdidos" de cualquier serie de misterio que se estrene ya se han convertido en un cliché de lo gastadas que están, y cuando dicha serie de misterio proviene de Bad Robot, la productora de J.J. Abrams, el nivel de escrutinio y búsqueda de referencias llega a ser casi ridículo. La obsesión que hay todavía con esa serie, más de un año después de su final, hace que prácticamente nos olvidemos, primero, de que Abrams muchas veces no hace más que poner su nombre en las series y nada más, y segundo, que antes de "Perdidos", Bad Robot ya produjo un título de misterios, acción, espías y cliffhangers locos que enganchó a un buen número de espectadores en la ABC: "Alias".

Curiosamente, se estrenó en la misma temporada que "24", otra serie de conspiraciones y espías, pero sus aproximaciones al tema eran diferentes. En la serie de Fox, Jack Bauer, su protagonista, trabajaba para una división especial antiterrorista y, en su primera temporada, tenía que impedir un complot para asesinar al candidato demócrata a la presidencia del gobierno. En "Alias", las cosas eran un poco más complicadas para Sydney Bristow, que trabajaba para quienes creía estar combatiendo  y que tenía una historia familiar... digamos que compleja. En cada episodio, Sydney tenía una misión que cumplir, y para fomentar el enganche del público, ésta se resolvía antes del final y nos quedábamos con el cliffhanger del principio de la siguiente misión. De hecho, esos cliffhangers alucinados de final de temporada se convirtieron en unas de las señas de identidad de la serie. Decidle a cualquier fan la frase "Hong Kong, dos años después", y veréis lo que os responde.

También es muy probable que ese fan os diga que la mitología de "Alias" cada vez se hizo más y más complicada y retorcida (algo que el propio J.J. Abrams reconoce) y, de hecho, las nuevas series de Bad Robot que tienen, a su vez, mitologías de fondo y serialización no siguen el patrón de "Perdidos" para ver qué pueden hacer y de qué deben huir en ese aspecto; utilizan los logros y los fallos de "Alias" para orientarse. Y la sombra de esa serie (y de su bola roja) se nota mucho en otras producciones de Bad Robot, especialmente en "Fringe". No en vano, Jeff Pinkner y J.H. Wyman fueron productores ejecutivos de las aventuras de Sydney Bristow durante un par de temporadas (por cierto, hace un par de capítulos, "Alcatraz" hizo que uno de sus presos se apellidara Pinkner).

Quizás que sus dos últimas entregas coincidieran con las dos primeras temporadas de "Perdidos", cuando esa serie estaba en lo más alto en cuanto a audiencias, han contribuido a que "Alias" sea un poco la gran olvidada del catálogo de Bad Robot (bueno, realmente ese honor le corresponde a "What about Brian?"), y tal vez que todo el furor seriéfilo en Internet se desatara muy cerca de su final tuviera también parte de la culpa. "Alias" fue un gran éxito para la ABC, un viaje trepidante por los disfraces locos de Sydney, las idas de olla más bizarras y divertidas que os podais imaginar y los problemas más que de la CIA, de una familia tan disfuncional y peligrosa como los Bristow.

P.D.: De regalo, la reunión de Jennifer Garner y Victor Garber en el primer número especial de reuniones de "Entertainment Weekly".

13 febrero 2012

Los mundos de Olivia

 AVISO SPOILERS: Si no sabéis hasta qué punto "Fringe" se ha parecido a "Expediente X" en el último capítulo emitido hasta ahora, "Welcome to Westfield", mejor no sigais leyendo.

Hace algún tiempo, cuando Peter aún no había vuelto a "Fringe" y empezábamos a ver a esos personajes del universo ámbar, creo que comentamos en alguna parte (quizás en una entrega de "Yo disparé a JR") que Olivia bien podía tener la clave para resolver el desaguisado que montaron Peter con la máquina y los Observadores asegurándose de que no volviera de su "cárcel" interdimensional. Desde el primer capítulo de esta cuarta temporada, Olivia ha experimentado pequeños desfases temporales y, después, en el episodio en el que regresa Peter, fue la primera en ver aquellas peculiares manifestaciones fantasmales de energía electromagnética. Lo veía a él en sus sueños a pesar de que, en teoría, no lo conocía de nada y, en este último capítulo, no sólo sus sueños se han vuelto tan vívidos como los recuerdos que tiene Peter de su vida pasada, sino que la Olivia azul ha empezado a infiltrarse en su cerebro y su personalidad (pobre Olivia, todas las temporadas tiene que sufrir alguna invasión de los ultracuerpos).

¿Adónde va a llevar esto a parar? ¿Es una pista, como creen en "Entertainment weekly", de que la línea ámbar no es lo que creemos que es? ¿De que, en lugar de ser otro universo alternativo, es algún tipo de "fractura" en el espacio-tiempo que Peter debe arreglar? ¿Y qué papel juegan en todo esto las inyecciones de cortexiphan que Nina le administra clandestinamente, con la aquiescencia de David Robert Jones? ¿Son los dejà vús de nuestra Olivia lo que Nina y Jones buscan o son un daño colateral no deseado? Lo único seguro es que confirman la cualidad de Olivia de viajera interdimensional, que es justo para lo que Belly y Walter la preparan con sus experimentos cuando era una niña. Que esa cualidad vaya a usarse para el bien o para el mal está por ver, y también si la profecía de que debe morir que le hace el Observador no es una consecuencia de ese solapamiento de líneas temporales en su cabeza.

Y todo eso lo hemos visto en uno de los episodios más "expedientexianos" que han hecho, con un pueblo lleno de gente que experimenta la misma fusión de universos que Olivia, pero con las consecuencias catastróficas que sólo empezamos a atisbar en la segunda temporada, por ejemplo. Ahora que ella sabe lo que le está pasando, ¿empezará a explotar esos poderes que seguro que permanecen latantes en ella? ¿Cuál será el papel de BOlivia en todo esto? Y hablando de BOlivia, el episodio anterior, "Making angels", fue un bonito momento de lucimiento para Astrid, uno que le debían desde hace bastante tiempo. De momento, lo que tenemos son más preguntas que respuestas.

P.D. podcastero: De "Frinnge" no hablamos en esta edición de "Yo disparé a JR", pero si hay tiempo para comentar unas cuantas series. Nuestra invitada esta semana es Mar, de "Series a la parrilla", con la que hablamos de "Skins" y "Misfits". Podéis escucharlo y descargarlo en el feed, en el blog y en iTunes, y éste es el menú del día:

- 0': El final de "House"
- 15': "The River"
- 28': "Skins" y "Misfits"
- 58': "Once upon a time" (spoilers hasta el 1x11).

12 febrero 2012

El río del misterio

Un crítico estadounidense decía, a propósito de "The river", que, curiosamente, la serie había decidido emplear más el esquema de "Expediente X" que una serialización extrema para sus capítulos; cada semana hay una maldición o un fantasma al que la tripulación del Magus se debe enfrentar, explicando siempre en qué consiste dicha maldición y cuál es el modo de evitar que los mate a todos. Por supuesto, es muy probable que, como hemos visto en los dos primeros episodios, todas esas leyendas misteriosas estén de algún modo relacionadas con la desaparición en la selva amazónica de Emmet Cole, el explorador televisivo al que su familia sale a buscar acompañados del ex productor de Cole y un cámara, que quieren convertir dicha búsqueda en un programa de televisión. Como ya comentamos ayer, "The river", creada por Oren Peli ("Paranormal activity") y con Michael Green ("Kings") de showrunner, utiliza el esquema del found footage para contar la historia y crear tensión y terror sin necesidad de tener un presupuesto desorbitado. Insinuando sin mostrar nada se puede ser realmente efectivo en este campo.

Además, las historias de exploradores perdidos en medio de una selva que desconocen dan también mucho juego, y los responsables de la serie van a tirar también del folklore de la zona (el corpo seco del piloto es, realmente, una leyenda popular brasileña) para poner a sus personajes en medio de situaciones que, con un poco de suerte, ya dan un poco de miedo sólo con la escenografía del barco medio averiado en el río en medio de una noche oscura, con todo tipo de sonidos provenientes de la vegetación de las orillas. Sin embargo, eso raramente aguanta más allá de los primeros capítulos, y ya sólo a partir del piloto, así que veremos cómo sostienen la tensión y el ambiente de miedo a lo desconocido. Por supuesto, también habrá que esperar para ver si la investigación del destino de Emmett Cole avanza rápido o la alargan todo lo que puedan. De momento, por lo poco que se ha visto de él a través de las cintas que dejó grabadas, parece que se le fue la cabeza de algún modo y acabó un poco como los conquistadores españoles que se perdieron buscando El Dorado.

De hecho, es posible que todos acaben como Lope de Aguirre, que es un clásico de las historias de gente encerrada en un único lugar y de los cuentos de exploradores que iban a sitios lejanos y, como se decía entonces, por civilizar. La falta de escrúpulos del productor y el cámara, capaces de lo que sea por conseguir una buena toma, y los sentimientos encontrados de la familia de Cole podrían derivar por ahí sin problema, si los personajes mejoran un poco y son algo más tridimensionales que en el piloto. No da la sensación de que "The river", de golpe, evolucione hacia "El corazón de las tinieblas", y aunque hay bastantes aspectos que no terminan de encajar bien (el hijo de Cole es un poco insoportable, y el mecánico y su hija parecen estar para poco más que para explicar historias de fantasmas), hay que reconocer que las muñecas dan genuino mal rollo, y ese mono... La audiencia no ha sido especialmente destacable en su estreno, así que veremos hasta dónde puede llegar la serie y si, al menos, ofrecen los sustos que prometen.

Música de la semana: Esta semana se ha cumplido un año del final de "Friday Night Lights", una serie que tenía una banda sonora tirando hacia lo indie bastante interesante. Casi todos los grupos que sonaban eran de Texas o del sur de Estados Unidos, y entre ellos, unos de los que aparecieron más veces fueron Heartless Bastards, a los que Matt y Julie fueron a ver actuar, por ejemplo, en un festival Austin City Limits. La canción que tocaron en ese capítulo era "Sway".

11 febrero 2012

Los hijos de la bruja de Blair

El festival de Sundance ha vivido pocos impactos como el que tuvo "El proyecto de la bruja de Blair", en 1999. Dos jóvenes y desconocidos cineastas, Daniel Myrick y Eduardo Sánchez, presentaron allí una película cuya campaña promocional por Internet (y con pósters como el de la imagen) hacía creer que era el material rodado por tres estudiantes universitarios que habían desaparecido el año anterior, yendo en pos de una leyenda local por los bosques de Maryland. La cinta, en teoría, lo presentaba tal y como ellos lo habían grabado y mostraba sus "investigaciones" sobre esa mítica bruja de Blair a través de sus videocámaras, con conversaciones triviales en los tiempos muertos, carreras por el bosque, de noche, en las que sólo se veía el suelo y, eso sí, una de las escenas finales más inquietantes vistas en mucho tiempo.

Se puede decir que, aunque en cuanto a falsos documentales, "El proyecto de la bruja de Blair" no era, ni mucho menos, el primero, sí que es posible afirmar que inició un poco esa moda por el found footage que se instaló, sobre todo, en el género de terror desde entonces, una moda que últimamente parece que ya no puede dar más de sí, a pesar de que los realizadores debutantes siguen sacando provecho de ella. Como su propio nombre indica, el found footage, o "grabaciones encontradas", parte de la premisa de que la película está constituida por esas imágenes grabadas por alguien que seguía a los protagonistas en sus peripecias, y de que esas imágenes es todo lo que queda de todos ellos. No es tampoco algo extremadamente original; con remontarnos a algunas novelas e historias de terror del siglo XIX encontramos , sin ir más lejos, a Bram Stoker construyendo "Drácula" a través de las cartas y los diarios de los personajes, sin que en teoría él intervenga en la narración. En cualquier caso, lo que se busca es darle un aire de autenticidad a la historia para intentar que su impacto en el espectador sea mayor.

El último ejemplo de esta tendencia es "The river", la serie de ABC que sigue a un grupo que se adentra por el Amazonas buscando a un explorador desaparecido. También está construida, en teoría, con el material que graba ese grupo durante su búsqueda, y sus creadores ya se hicieron famosos con otro ejemplo reciente de uso del found footage, la película "Paranormal activity", que es lo más cercano a un fenómeno salido de la nada, a lo bruja de Blair, que ha habido en los últimos años. Junto a ella, la semana pasada se estrenó en Estados Unidos "Chronicle", que aplica el mismo esquema al género de los superhéroes, y una cinta noruega que da la sensación de ser muy parecida a "El proyecto de la bruja de Blair" es "Troll Hunter", que creo que va a tener remake estadounidense en unos años. Hasta la factoría Abrams se lanzó al ruedo con "Cloverfield", y este verano se habló mucho en Hollywood de "Apolo 18", una película que usaba el found footage para contar la historia de la supuesta última misión tripulada de la NASA a la Luna, y por qué nunca se ha regresado al satélite. Y creo que hasta "REC" podría entrar en esta especie de subgénero.

Si está bien hilado y bien hecho, el found footage puede resultar inquietante, pero también resulta bastante sencillo que el espectador se "salga" de la película sólo con plantearse la pregunta de quién ha montado todo ese material.

09 febrero 2012

No más lupus

Durante dos o tres temporadas, no había en España serie más de moda que "House". Es de las pocas series estadounidenses que de verdad ha tenido éxito aquí desde el nacimiento de las privadas, y en esos primeros tres o cuatro años de su emisión en Cuatro, sus audiencias contribuyeron a asentar en el panorama televisivo a una cadena que aún no llevaba un año de funcionamiento y, tal vez, ayudaron un poco a que las cadenas se acordaran de que la ficción extranjera también existía (Cuatro y laSexta tiraron mucho de ella por necesidad durante sus nacimientos). Cuatro llegó a hacer un especial en el plató de la serie y las comparaciones de todo tipo de personajes con el doctor House, de Brenda Leigh Johnson al doctor Vilches, se convirtieron en algo de lo más habitual.

Con "House" empezó a utilizarse la táctica del estreno rápido de los nuevos capítulos, apenas dos semanas después de su emisión en Estados Unidos, y si nos fiamos por audiencia masiva y convencional de series (de la que las ve en directo por la tele), quizás llegara a más gente en España que "Perdidos". Pero todo tiene que llegar a su final, y el de esta serie llegará en mayo, en cuanto se acabe su octava temporada, algo que se veía venir ya desde el año pasado. En mayo acaba el contrato de Hugh Laurie y él nunca se ha mostrado muy dispuesto a continuar más allá con el personaje, un personaje que lo ha convertido en una estrella mundial que parecía improbable cuando se dedicaba a las comedias con Stephen Fry con el Reino Unido o cuando protagonizaba "Stuart Little". Gracias a él ha ganado dos Globos de Oro consecutivos (dando unos geniales discursos de agradecimiento por el camino) y, si Bryan Cranston no hubiera monopolizado el Emmy durante tres años, hasta habría conseguido alguno de ellos.

Laurie le daba a House un punto de humor siempre muy bienvenido en medio de aquellas discusiones sobre ética y moral disfrazadas de procedimental de casos médicos. El modo en el que su personalidad amargada y borde y su brillante mente afectaban a su equipo de diagnóstico se trató de un modo muy interesante durante buena parte de la serie (los paralelismos entre él y Cameron eran realmente curiosos), y cuando en la cuarta entrega decidieron hacer borrón y cuenta nueva con sus ayudantes, el modo que eligieron para hacerlo fue original y divertido. Y aunque ya entonces empezaron a confiar demasiado en ciertos recursos para evitar que su personaje principal cambiara demasiado, la serie mantenía tramas interesantes, el trío House-Wilson-Cuddy la sostuvo durante bastante tiempo y siempre tenían algún que otro episodio realmente bueno.

Mi relación con "House" acabó abruptamente en el tramo final de la séptima temporada, cuando empezó a notarse con mucha claridad esa tendencia de los guionistas de amagar con una evolución de House para luego dejarlo como estaba, y comportándose aún peor que de costumbre. Su equipo de diagnóstico perdió interés (Taub siempre me ha parecido realmente aburrido) y todo pareció funcionar durante bastante tiempo con el piloto automático, descontando las ocasionales salidas de madre del propio House. Pero él siempre ha sido un gran personaje, un tipo complejo al que Laurie siempre interpretó con inteligencia, sentido del humor y sensibilidad, y alguien a quien ya le tocaba despedirse.

08 febrero 2012

Pon un actor en tu videoclip

Casi puede decirse que sólo hay una cosa que me divierta más que encontrar casos de "casi famosos", y es ver a actores, tanto antes de hacerse conocidos como después, en videoclips de grupos de lo más diverso. Hace algunos meses hicimos un breve recopilatorio de la ingente cantidad de ejemplos que podemos encontrar, pero por supuesto, siempre hay muchos más que merecen ser mencionados. Así que vamos a ello.



Uno de los últimos casos se lo debemos a Coldplay, que en el vídeo de "Charlie Brown" han juntado a dos actores jóvenes británicos conocidos por series de televisión. Ella es Antonia Thomas, a la que muchos habéis visto en "Misfits", y él es Elliott Tittensor, que es uno de los protagonistas de la versión original inglesa de "Shameless". El caso es que sospecho que no son los únicos actores más o menos famosos que han salido en algún vídeo de este grupo, pero no logro recordar ningún otro ejemplo. ¿Vosotros os acordáis?



Jack Davenport es uno de los protagonistas de "Smash", esa serie sobre el montaje de un musical de Broadway que la NBC espera que le ayude a salir un poco del pozo. Pero ya demostró su "talento" para el playback en el vídeo de "Called out in the dark", de Snow Patrol, en el que se dedicaba a suplantar al cantante del grupo durante la grabación del vídeo.



Aprovechando su 30º aniversario, MTV lanzó el año pasado una iniciativa llamada "MTV Supervideo", en la que une a algunas bandas con diversos realizadores y actores para confeccionar los vídeos de sus canciones. El más conocido de ellos sea, probablemente, el pillacaras que Drew Barrymore dirigió para Best Coast (en serio, buscad a toda la gente conocida que sale), pero no es el único. El de arriba pertenece a "Go outside", de Cults, y tiene a Emma Roberts y Dave Franco como si estuvieran en una película francesa de los 60, pero hay más.



Como éste, que es el último hecho por ahora dentro de esa serie. La protagonista es Anna Kendrick y la canción es "Pow Pow", de LCD Soundsystem. Su director, David Ayer, se encargó de "Harsh times", una de esas cintas que Eva Longoria hizo hace ya un tiempo intentando salir un poco de la sombra de Gabrielle Solís. Ayer fue el guionista también de "Training day", la película por la que Denzel Washington ganó su Oscar al mejor actor.



El último viene un poco desde el baúl de los recuerdos, desde 2002 y una de las canciones inéditas que U2 grabó para su recopilatorio de grandes éxitos. El vídeo de "Electrical storm" cuenta con la aparición de Samantha Morton, que venía de protagonizar "Minority report" y de estar a punto de ser nominada al Oscar, por segunda vez, por "En América". Su primera nominación fue por la película que la lanzó al estrellato, "Acordes y desacuerdos".

07 febrero 2012

A la salvación por la publicidad

Cuando la NBC renovó, casi milagrosamente, "Chuck" por una tercera temporada, uno de los aspectos en los que los periodistas hicieron más hincapié, además de la campaña por su salvación lanzada por los críticos y de la rebaja de la license fee por parte de Warner, fue en el hecho de que el product placement de Subway iba a incrementarse más para ayudar a que la serie fuera menos cara para la NBC (el propio Zachary Levi se pasó ese verano llevándose a gente a comer a Subway para apoyar la campaña de salvación). En las series con audiencias bajas, tal vez los ingresos por anuncios convencionales no son demasiado altos, así que se opta por el product placement para redondear dichos ingresos. Parte de los problemas que AMC tuvo con Matthew Weiner para renovar "Mad Men" por una quinta temporada se debieron, precisamente, a que la cadena quería usar esa táctica de publicidad encubierta para compensar que no es una serie que se distinga por generar mucho dinero por emisión de anuncios.

En plenas negociaciones entre Fox y Warner para decidir si "Fringe" tiene quinta temporada o no, en el blog "Quinta temporada" recogen precisamente los emplazamientos publicitarios que esa serie ha ido teniendo a lo largo de su vida. Algunos de ellos parecían responder a estrategias globales de Fox (las videoconferencias por móvil las vi en la misma semana en "Bones" y creo que un par de semanas más tarde en "House") y otros, bien podían estar pensados sólo para "Fringe", pero parece claro que en su supervivencia juegan también un papel estos ingresos por product placement. Cualquier cosa que permita rebajar el dinero que Fox paga por ella, y que facilite a Warner recuperar la inversión hecha por otros caminos, acaba pesando en el futuro no sólo de esta serie, sino de todas las series.

Lo que no quita para que el product placement sea una táctica a veces muy molesta y, en ocasiones, también hasta ofensiva (los que sigáis "American Idol", con sus gigantescos vasos de Coca-Cola, seguro que lo sabéis). La mesa del desayuno de "Médico de familia" parecía un supermercado y no había modo ninguno de tomarse aquello mínimamente en serio. A finales del año pasado, "The AV Club" publicó la lista de los diez programas de la televisión estadounidense que más dinero habían generado por emplazamiento publicitario, y no es extraño que nueve de ellos fueran realities. Uno de ellos, sin embargo, era una serie, "Friday Night Lights", a la que tal vez tanta aparición de los restaurantes Aplebee's le facilitó la supervivencia en DirecTV.

P.D.: Evidentemente, la foto de es "30 Rock", que se toma el product placement tan a cachondeo como se toma todo lo demás.