Una más de abogados. Así se descartó al principio "The good wife". Que su estructura estuviera armada alrededor de "casos de la semana", y que su protagonista intentara recuperarse de un escándalo político y familiar trabajando para el despacho de abogados de un amigo, la hizo caer presa de los ya viejos prejuicios hacia los procedimentales. Casi enseguida se vio que allí había algo más, algo que se fue mostrando poco a poco conforme transcurría la primera temporada, y que iba hilando una trama de misterios, tácticas políticas, secretos personales, traiciones y lealtades que complicaron bastante el tapiz que siempre está de fondo en todos los episodios. Como se apuntaba al final de esa veintena inaugural de capítulos, las cosas se complican en la familia Florrick y en Lockhart & Gardner, y lo curioso es que algunas se empiezan a complicar casi en segundo plano.
(A partir de aquí, sintiéndolo mucho, habrá spoilers).
Para empezar, la fusión del bufete con el de Derrick Bond, de Washington, va a traer cola. Igual que Will, nosotros también sentimos que algo ahí no acaba de encajar, pero no hay modo de averiguar qué es. Su llegada ha traído consigo un nuevo investigador (Scott Porter está últimamente en todas partes) que, de rebote, ha acrecentado más si cabe el misterio que rodea a Kalinda. ¿Quién era ella cuando era Leela (no la protagonista original de "Futurama", eso seguro)? La competición entre los dos por ver quién es el más útil probablemente no se desarrolle por donde creemos que lo va a hacer, del mismo modo que intentar adelantarse al derrotero que pueda tomar la campaña de Peter a fiscal del distrito es muy difícil.
Con Eli Gold como personaje regular, tendremos asiento de primera al que puede ser el aspecto más árido de la serie, las estrategias y el clima político de Chicago, que muchos periodistas estadounidenses describen como sumamente complicado por todas las interconexiones, relaciones y cercanías entre políticos, jueces, empresarios, policías, delincuentes financieros... Las malas artes ya las hemos visto en marcha con los dos "rastreadores" que intentan sonsacar a Grace, y que el escándalo de Peter se repita en Colorado acabará volviéndose en su contra muy probablemente.
Y, mientras tanto, Alicia está en una nueva posición en la que aún no se encuentra muy segura. Gold intenta controlarlo todo (hasta sus mensajes del buzón de voz), así que su relación-no relación con Will le va a traer más de un dolor de cabeza. Y no nos olvidemos de Cary, que también debe moverse por un campo minado en la fiscalía del distrito, y va a sentir en sus propias carnes lo que es ser de verdad el "niño mimado" del jefe. La cosa pinta interesante y siguiendo el mismo camino que emprendió al final de la primera temporada. Sigo pensando que Patty Hewes no desentonaría en absoluto por ahí.
30 septiembre 2010
29 septiembre 2010
El cable en las networks
La cancelación de "Lone Star" tras sólo dos episodios, por culpa de unas audiencias que casi hacían parecer a "Dollhouse" algo como "American Idol", ha hecho que los críticos estadounidenses inicien un interesante debate sobre por qué la serie con mejores críticas de los estrenos de las networks se ha pegado tal castañazo y si esto significa que las cadenas van a dejar de probar cosas diferentes y van a quedarse con la sota, caballo y rey que saben que les funciona. En medio de todos los artículos que se han escrito, hay uno muy interesante que expone que la idea de hacer una serie tipo cable en una network es contraproducente porque unas y otros juegan en ligas diferentes y las series que producen no pueden compararse en igualdad en condiciones.
En el cable suelen hacerse temporadas más o menos cortas de unos 13 episodios, generalmente, y la búsqueda de cosas nuevas y originales sirve para crear imagen de marca y diferenciarse de las otras cadenas en la atracción de nuevos abonados. A los creadores se les da más margen y hay menos injerencias de los ejecutivos en el proceso creativo, que puede orientarse a audiencias más fragmentadas, a un nicho muy concreto. Es muy probable que se le conceda a un estreno toda la primera temporada antes de decidir si continúa o es cancelado. En las networks en abierto, el modelo es diferente. La supervivencia de una serie depende de su audiencia (que determina los ingresos por publicidad), y el margen de maniobra es bastante escaso (los sweeps de noviembre imponen mucho). Aunque de vez en cuando se hagan cosas diferentes, se intenta al mismo tiempo que llegue al mayor número de público posible, incluso aunque acabe siendo un poco "de nicho", los ejecutivos de la cadena opinan más sobre la creación de la serie y hay que rodar 22 capítulos, generalmente. Lo que el artículo propone es juzgar las series por los méritos que tienen dentro de su modelo de emisión.
Utiliza como ejemplo a Shawn Ryan, que para las networks fue productor ejecutivo de media temporada de "Lie to me" y de "The unit", y que para FX creó "The shield" y, ahora "Terriers". Las dos últimas están hechas con una visión y de un modo que las abocaría seguramente al fracaso en un canal en abierto, y será interesante ver qué pasa con "Ride-along", policiaco de midseason para Fox que también intenta trasladar algunas de las características del cable a una network. El otro ejemplo que utiliza el artículo es "The good wife", un drama que ha conseguido, para estar en la CBS, unos niveles de coherencia, mezclas narrativas y sutileza dignos de mención, pero que tendrían que ser un poco más atrevidos (y no me refiero al sexo, que os veo) si se emitiera en el cable. Las circunstancias determinan que una serie acabe siendo de un modo u otro según la estructura empresarial en la que se realice. A veces, como en todo, hay sorpresas.
En el cable suelen hacerse temporadas más o menos cortas de unos 13 episodios, generalmente, y la búsqueda de cosas nuevas y originales sirve para crear imagen de marca y diferenciarse de las otras cadenas en la atracción de nuevos abonados. A los creadores se les da más margen y hay menos injerencias de los ejecutivos en el proceso creativo, que puede orientarse a audiencias más fragmentadas, a un nicho muy concreto. Es muy probable que se le conceda a un estreno toda la primera temporada antes de decidir si continúa o es cancelado. En las networks en abierto, el modelo es diferente. La supervivencia de una serie depende de su audiencia (que determina los ingresos por publicidad), y el margen de maniobra es bastante escaso (los sweeps de noviembre imponen mucho). Aunque de vez en cuando se hagan cosas diferentes, se intenta al mismo tiempo que llegue al mayor número de público posible, incluso aunque acabe siendo un poco "de nicho", los ejecutivos de la cadena opinan más sobre la creación de la serie y hay que rodar 22 capítulos, generalmente. Lo que el artículo propone es juzgar las series por los méritos que tienen dentro de su modelo de emisión.
Utiliza como ejemplo a Shawn Ryan, que para las networks fue productor ejecutivo de media temporada de "Lie to me" y de "The unit", y que para FX creó "The shield" y, ahora "Terriers". Las dos últimas están hechas con una visión y de un modo que las abocaría seguramente al fracaso en un canal en abierto, y será interesante ver qué pasa con "Ride-along", policiaco de midseason para Fox que también intenta trasladar algunas de las características del cable a una network. El otro ejemplo que utiliza el artículo es "The good wife", un drama que ha conseguido, para estar en la CBS, unos niveles de coherencia, mezclas narrativas y sutileza dignos de mención, pero que tendrían que ser un poco más atrevidos (y no me refiero al sexo, que os veo) si se emitiera en el cable. Las circunstancias determinan que una serie acabe siendo de un modo u otro según la estructura empresarial en la que se realice. A veces, como en todo, hay sorpresas.
28 septiembre 2010
La decisión de Myka
ALERTA SPOILERS: Sé que muchos no veis "Warehouse 13" ni os importa, pero para los que sí la sigáis y aún no hayáis llegado al final de la segunda temporada, ya os advierto que se contarán las implicaciones de la aparición de H.G. Wells.
No todas las temporadas va a parecer que muere alguien en el último episodio de "Warehouse 13". Como dice Artie, "no voy a morir todos los años". Pero sí hay un personaje que se marcha, dejando al equipo con una sensación de vacío no similar a la de la supuesta muerte de Artie en la primera temporada, pero desde luego importante. La última imagen de esta segunda entrega es el coche de Myka perdiéndose por lel desierto del Dakota del Norte, alejándose del Almacén. Todas las advertencias que le hacen sobre las consecuencias que puede acarrear trabajar allí cristalizan en su peligrosa cercanía con H.G. Wells, que siendo la mala siempre nos hacía dudar de la pureza de sus intenciones, incluso motivadas por algo tan dramático como perder una hija. H.G., por supuesto, los traiciona, y aunque Myka termina salvando al mundo, haberse dejado embaucar, con las consecuencias que ese puede conllevar, la lleva a marcharse.
No es que "Warehouse 13" sea muy ducha manejando dilemas éticos y morales, pero aunque sea en ese abandono de la agente Bering tenía que verse el tema recurrente de que los agentes del Almacén se ven muy afectados por su trabajo en él. Ha sido el momento quizás más serio de una temporada que ha tenido varios artefactos realmente ingeniosos, como la cámara que convierte en realidad lo que proyecte (que pueden ser viejas películas de un actor de serie B), y han aprovechado la excusa de H.G. Wells para marcarse un capítulo de viajes en el tiempo menos previsible de lo que pudiera parecer (y pequeño homenaje a "Mad Men" de paso). Claudia ya es miembro de pleno derecho del equipo mientras el misterio alrededor de la señora Frederic no hace más que complicarse. Tampoco sabemos más sobre los regentes, cuya presencia ha sido bastante testimonial, con la excepción de Mark Sheppard.
¿Pero acaso importa todo eso? La serie ha afianzado su condición de show de más éxito de Syfy, permitiéndose un crossover con "Eureka" y anunciando, si yo no recuerdo mal, un capítulo navideño que, al parecer, afrontará la partida de Myka. Pueden permitirse ser un divertimento ligero en el que su reparto transmite buen rollo y en el que lo que cuenta es entretener. Syfy no es AMC, o HBO, o FX. Aunque tuviera a "Galáctica" y ahora disponga, de momento, de "Caprica" y de "Stargate Universe", con su intento de hacer más trascendental la saga de las puertas estelares, su objetivo no es hacer series "importantes", que retraten los males de nuestra sociedad. Lo suyo son los entretenimientos estivales con toques fantásticos. Y algunos los hacen bastante bien.
No todas las temporadas va a parecer que muere alguien en el último episodio de "Warehouse 13". Como dice Artie, "no voy a morir todos los años". Pero sí hay un personaje que se marcha, dejando al equipo con una sensación de vacío no similar a la de la supuesta muerte de Artie en la primera temporada, pero desde luego importante. La última imagen de esta segunda entrega es el coche de Myka perdiéndose por lel desierto del Dakota del Norte, alejándose del Almacén. Todas las advertencias que le hacen sobre las consecuencias que puede acarrear trabajar allí cristalizan en su peligrosa cercanía con H.G. Wells, que siendo la mala siempre nos hacía dudar de la pureza de sus intenciones, incluso motivadas por algo tan dramático como perder una hija. H.G., por supuesto, los traiciona, y aunque Myka termina salvando al mundo, haberse dejado embaucar, con las consecuencias que ese puede conllevar, la lleva a marcharse.
No es que "Warehouse 13" sea muy ducha manejando dilemas éticos y morales, pero aunque sea en ese abandono de la agente Bering tenía que verse el tema recurrente de que los agentes del Almacén se ven muy afectados por su trabajo en él. Ha sido el momento quizás más serio de una temporada que ha tenido varios artefactos realmente ingeniosos, como la cámara que convierte en realidad lo que proyecte (que pueden ser viejas películas de un actor de serie B), y han aprovechado la excusa de H.G. Wells para marcarse un capítulo de viajes en el tiempo menos previsible de lo que pudiera parecer (y pequeño homenaje a "Mad Men" de paso). Claudia ya es miembro de pleno derecho del equipo mientras el misterio alrededor de la señora Frederic no hace más que complicarse. Tampoco sabemos más sobre los regentes, cuya presencia ha sido bastante testimonial, con la excepción de Mark Sheppard.
¿Pero acaso importa todo eso? La serie ha afianzado su condición de show de más éxito de Syfy, permitiéndose un crossover con "Eureka" y anunciando, si yo no recuerdo mal, un capítulo navideño que, al parecer, afrontará la partida de Myka. Pueden permitirse ser un divertimento ligero en el que su reparto transmite buen rollo y en el que lo que cuenta es entretener. Syfy no es AMC, o HBO, o FX. Aunque tuviera a "Galáctica" y ahora disponga, de momento, de "Caprica" y de "Stargate Universe", con su intento de hacer más trascendental la saga de las puertas estelares, su objetivo no es hacer series "importantes", que retraten los males de nuestra sociedad. Lo suyo son los entretenimientos estivales con toques fantásticos. Y algunos los hacen bastante bien.
27 septiembre 2010
Una estrella muy solitaria
A veces, piropear un estreno de una generalista diciendo que parece de un canal por cable es hacerle un flaco favor, porque si las audiencias siguen la tendencia que tendrían en el cable, el estreno se va al hoyo demasiado pronto. "Lone Star" era, antes de que empezara la temporada, el estreno cuyo piloto había recibido mejores críticas, aunque todas expresaban su duda de si esa historia daría para más de seis episodios. Teniendo en cuenta que el primer capítulo apenas llegó a los cinco millones de espectadores (y un pobre 1,3 en las demográficas), igual de esa duda ya no tenemos porqué preocuparnos. ¿Era tan indie como para espantar a la audiencia? ¿O con ese título creyó la gente que iba a ver un western, en lugar de un drama con los negocios petrolíferos de Texas de fondo?
Lo cierto es que la idea es difícil de llevar a cabo. El protagonista, Bob, es un tipo encantador y simpático que lleva toda la vida participando en las estafas que monta su padre, muchas referidas a la venta de terrenos o de acciones en pozos petrolíferos que no existen. La clave está en huir antes de que los lugareños empiecen a pedir los réditos de su dinero y descubran el pastel, pero Bob se enamora de una joven del pueblo, lo que le impide largarse. Eso es una complicación porque, al mismo tiempo, Bob está casado con la hija de Clint Thatcher, magnate petrolero de Houston, con el objetivo de acabar trabajando en la empresa familiar y estafarle todo el dinero que pueda. Bob puede ser un timador calculador y con muchos recursos pero, en el fondo, también es un poco idealista y romántico, porque a pesar de las advertencias de su padre, él está de verdad enamorado de las dos mujeres y no quiere dejar a ninguna.
¿Os suena a un culebrón desatado a lo "Dallas" o a una tv movie de sábado por la tarde? Aunque los Thatcher parecen que le deben más de una a los Ewing, el tratamiento de la historia emparenta más el piloto con "Friday Night Lights" que con las soap operas de prime time de los 80. Se busca una mirada más realista de la situación en la que Bob está envuelto, de sus sentimientos hacia sus mujeres y de los riesgos que corre si sigue realizando ambas estafas más tiempo del que sería prudente. La relación con su padre, además, prometía cosas interesantes, pues aunque Bob sigue sus pasos, secretamente quiere salir de su sombra y elegir su propio camino. Kyle Killen, creador de la serie, encontró en James Wolk al actor adecuado para mantener en pie el castillo de naipes (algún crítico ha dicho que es como una mezcla de Kyle Chandler y un joven George Clooney), y en el reparto hay un montón de caras conocidas, desde Jon Voight a Adrianne Palicki o Bryce Johnson (muchos años después de "Popular").
Los mimbres para que "Lone Star" sea una buena serie están ahí. Tiene un punto de partida original, elige un modo de contarlo interesante y cuenta con unos actores que venden a sus personajes a la perfección. Pero la pirotecnia de "The event" cortó de raíz sus esperanzas de, por lo menos, disponer de varias semanas para convencer a la audiencia. Afronta un match point nada más estrenarse, y sería una pena que esta prometedora serie se marchara por la puerta de atrás, sin haber ganado ni un solo juego.
Lo cierto es que la idea es difícil de llevar a cabo. El protagonista, Bob, es un tipo encantador y simpático que lleva toda la vida participando en las estafas que monta su padre, muchas referidas a la venta de terrenos o de acciones en pozos petrolíferos que no existen. La clave está en huir antes de que los lugareños empiecen a pedir los réditos de su dinero y descubran el pastel, pero Bob se enamora de una joven del pueblo, lo que le impide largarse. Eso es una complicación porque, al mismo tiempo, Bob está casado con la hija de Clint Thatcher, magnate petrolero de Houston, con el objetivo de acabar trabajando en la empresa familiar y estafarle todo el dinero que pueda. Bob puede ser un timador calculador y con muchos recursos pero, en el fondo, también es un poco idealista y romántico, porque a pesar de las advertencias de su padre, él está de verdad enamorado de las dos mujeres y no quiere dejar a ninguna.
¿Os suena a un culebrón desatado a lo "Dallas" o a una tv movie de sábado por la tarde? Aunque los Thatcher parecen que le deben más de una a los Ewing, el tratamiento de la historia emparenta más el piloto con "Friday Night Lights" que con las soap operas de prime time de los 80. Se busca una mirada más realista de la situación en la que Bob está envuelto, de sus sentimientos hacia sus mujeres y de los riesgos que corre si sigue realizando ambas estafas más tiempo del que sería prudente. La relación con su padre, además, prometía cosas interesantes, pues aunque Bob sigue sus pasos, secretamente quiere salir de su sombra y elegir su propio camino. Kyle Killen, creador de la serie, encontró en James Wolk al actor adecuado para mantener en pie el castillo de naipes (algún crítico ha dicho que es como una mezcla de Kyle Chandler y un joven George Clooney), y en el reparto hay un montón de caras conocidas, desde Jon Voight a Adrianne Palicki o Bryce Johnson (muchos años después de "Popular").
Los mimbres para que "Lone Star" sea una buena serie están ahí. Tiene un punto de partida original, elige un modo de contarlo interesante y cuenta con unos actores que venden a sus personajes a la perfección. Pero la pirotecnia de "The event" cortó de raíz sus esperanzas de, por lo menos, disponer de varias semanas para convencer a la audiencia. Afronta un match point nada más estrenarse, y sería una pena que esta prometedora serie se marchara por la puerta de atrás, sin haber ganado ni un solo juego.
26 septiembre 2010
Los violentos años 20
Las películas de gángsters ambientadas en la época de la Ley Seca (entre 1920 y 1933) son un género en sí mismas. La Prohibición del alcohol impulsó niveles de crimen organizado inauditos hasta aquel momento, y contribuyó a lanzar a familias mafiosas y ha afianzarlas aún más en su poder. Si a eso se le unía un clima generalizado de corrupción política, el resultado no podía ser más que encontrarnos de repente en medio de la trama de una cinta protagonizada por James Cagney. El piloto de "Boardwalk Empire" nos muestra el principio de todo, arrancando justo el día que empieza la Prohibición en Atlantic City, la "ciudad del pecado" original hasta el auge de Las Vegas. En sus casinos, sus bares y sus cabarets hicieron negocio casi todos los mafiosos de la costa Este, y los que no querían entrar en el negocio del alcohol clandestino, eran apartados sin miramientos.
Todo esto vamos a vivirlo a través de Nucky Thompson, el dueño de facto de Atlantic City y su imperio del paseo marítimo, que pasa de las corruptelas políticas a convertirse en un gángster, aunque él parece resistirse a ese último paso (Jimmy Darmody le dice claramente que no pueden ser gángsters a medias). A su alrededor se mueve una pléyade de personajes no sólo del mundo del hampa, sino que también representan a los inmigrantes europeos o a los ex combatientes de la Primera Guerra Mundial que están dispuestos a trabajar de lo que sea para salir adelante. América es la tierra de las oportunidades, así que tú sólo tienes que coger la que más te convenga, o creártelas tú mismo. Y todos ellos están entrelazados en una trama que, en el piloto, puede resultar un poco densa, incluso a pesar de su duración extra, pero que promete.
Se ha dado mucha relevancia al hecho de que Martin Scorsese dirige ese primer capítulo, escrito por el creador de la serie, Terence Winters, y que empieza a adaptar un libro de Nelson Johnson que cuenta el ascenso, corrupción y caída de Atlantic City. Scorsese es luego productor de la serie, pero es muy cierto que el piloto tiene sus marcas reconocibles por todas partes (la escena final, por ejemplo, y los momentos domésticos de unos cuantos personajes, sobre todo Jimmy), como si hubiera vuelto a las películas de mafiosos que le dieron fama y reconocimiento. Tiene nervio, nos lleva por una trama complicada, sobre todo para seguir a todas las familias mafiosas implicadas, y consigue su cometido de presentar las líneas maestras de lo que será "Boardwalk Empire" más adelante. La HBO parece que, ahora sí, ha encontrado su sustituto en público y crítica a "Los Soprano".
Música de la semana: Esta vez, tenía una duda entre dos opciones. Una era "The cave", de Mumford & Sons, que suena en ese estupendo piloto que casi nadie vio, el de "Lone Star". Pero luego vi estos títulos de crédito de "The walking dead" hechos por un fan, realmente impresionantes, y la opción final va a ser "Fresh blood", de Eels.
Todo esto vamos a vivirlo a través de Nucky Thompson, el dueño de facto de Atlantic City y su imperio del paseo marítimo, que pasa de las corruptelas políticas a convertirse en un gángster, aunque él parece resistirse a ese último paso (Jimmy Darmody le dice claramente que no pueden ser gángsters a medias). A su alrededor se mueve una pléyade de personajes no sólo del mundo del hampa, sino que también representan a los inmigrantes europeos o a los ex combatientes de la Primera Guerra Mundial que están dispuestos a trabajar de lo que sea para salir adelante. América es la tierra de las oportunidades, así que tú sólo tienes que coger la que más te convenga, o creártelas tú mismo. Y todos ellos están entrelazados en una trama que, en el piloto, puede resultar un poco densa, incluso a pesar de su duración extra, pero que promete.
Se ha dado mucha relevancia al hecho de que Martin Scorsese dirige ese primer capítulo, escrito por el creador de la serie, Terence Winters, y que empieza a adaptar un libro de Nelson Johnson que cuenta el ascenso, corrupción y caída de Atlantic City. Scorsese es luego productor de la serie, pero es muy cierto que el piloto tiene sus marcas reconocibles por todas partes (la escena final, por ejemplo, y los momentos domésticos de unos cuantos personajes, sobre todo Jimmy), como si hubiera vuelto a las películas de mafiosos que le dieron fama y reconocimiento. Tiene nervio, nos lleva por una trama complicada, sobre todo para seguir a todas las familias mafiosas implicadas, y consigue su cometido de presentar las líneas maestras de lo que será "Boardwalk Empire" más adelante. La HBO parece que, ahora sí, ha encontrado su sustituto en público y crítica a "Los Soprano".
Música de la semana: Esta vez, tenía una duda entre dos opciones. Una era "The cave", de Mumford & Sons, que suena en ese estupendo piloto que casi nadie vio, el de "Lone Star". Pero luego vi estos títulos de crédito de "The walking dead" hechos por un fan, realmente impresionantes, y la opción final va a ser "Fresh blood", de Eels.
THE WALKING DEAD "Opening Titles" from Daniel Kanemoto on Vimeo.
25 septiembre 2010
Luz de gas
ALERTA SPOILERS: La tercera temporada de "Fringe" ya está aquí. Y si no sabes qué pinta gente encerrada en ámbar en todo esto, mejor es que no sigas leyendo.
No sé si alguno habéis visto una estupenda película que se llama "Luz que agoniza". En ella, una joven recién casada se muda a la casa donde falleció su tía. Su marido pasa casi todo el día fuera, y ella sale muy poco de casa. Empieza a notar cosas extrañas, como que la intensidad de la luz de gas desciende sin razón aparente, y comienza también a sospechar que alguien intenta volverla loca. Algo así sufre nuestra Olivia cuando volvemos a encontrarla, encerrada en las instalaciones del Departamento de Defensa en Tierra 2, con una señora intentando convencerla de que ella, en realidad, es BOlivia, y que lo que le ocurre es, simplemente, producto del trauma y las heridas sufridas durante el tiroteo que cerró la segunda temporada.
Primero intentan convencerla de que está trastornada y luego, en el mejor estilo del proceso de descarga de los cylones, le "implantan" los recuerdos de BOlivia y algunas de sus habilidades adquiridas, como su excepcional puntería al disparar. Entre eso y el encuentro con su madre, que en nuestro universo lleva décadas muerta, el paso al lado oscuro de Olivia se completa, parece que sin error. Ella está ahí, debajo de la BOlivia implantada, pero encontrar el modo de traerla de nuevo a la superficie no va a ser fácil. Bubbles (lo siento, Andre Royo siempre será Bubbles) le da la clave para poder hacerlo al hablar de lo que parece su lucha por salir de las drogas y el apoyo que le prestó su mujer, ¿pero quién será esa persona que ayude a Olivia a volver? Excepto Walternate y Broyles, nadie más sabe que las Olivias intercambiaron sus puestos, y Broyles apenas conoce nada más del plan del secretario de Defensa. De hecho, no me extrañaría que Broyles 2 sufriera un ataque de "danielsismo" y echara por tierra todo para proteger a sus hombres de los daños colaterales que puedan ocurrir. De todos modos, en algunas web indicaban que el taxista se llama Henry Higgins, como el personaje que convierte a Eliza Doolittle de una joven analfabeta de la calle a toda una dama de la alta sociedad en "My fair lady".
Éste ha sido el momento "Hong Kong, dos años después" , de "Fringe", con el plus de que aún no hemos visto casi nada de BOlivia en nuestro universo, más que el estado de Walter parece hacerle bastante gracia y que ha logrado lo que Olivia llevaba dos años deseando: ligarse por fin a Peter. Las instrucciones que ella tenga que cumplir como agente infiltrada (algo que nosotros sabemos que existe, pero los personajes no, clave del suspense), seguro que van a otorgarle a todo lo que ocurra una capa de calma antes de la tormenta realmente interesante. ¿Conoce Walternate las habilidades que el Cortexiphan otorgó a Olivia? A eso podemos responder que sí, así que Walter 2 aún da más miedo. ¿Conseguirá BOlivia que el contacto diario con el otro lado no trastoque sus intenciones de cumplir el plan, sea el que sea? ¿Se darán cuenta Peter, Walter, Astrid o Broyles de que ésa no es la Olivia que ellos conocen? ¿Lo hará Gene?
Desde luego, la tercera temporada ha empezado manteniendo el alto nivel del final de la segunda. Muchos críticos estadounidenses, además, destacan que ahora sí está viéndose porqué Abrams y compañía eligieron a Anna Torv para interpretar a la agente Dunham, que tiene por delante una difícil papeleta. No tengo ni idea de por dónde puede salir todo esto, y eso siempre es una buena noticia en series de este estilo. Incluso aunque vuelvan a los casos autoconclusivos (que lo harán), todo lo que sabemos de los dos universos y la guerra entre ellos les va a dar otro tono, más urgente y tenso que el que tenían al principio, cuando lo único que les preocupaba era averiguar para quién trabajaba John Scott.
No sé si alguno habéis visto una estupenda película que se llama "Luz que agoniza". En ella, una joven recién casada se muda a la casa donde falleció su tía. Su marido pasa casi todo el día fuera, y ella sale muy poco de casa. Empieza a notar cosas extrañas, como que la intensidad de la luz de gas desciende sin razón aparente, y comienza también a sospechar que alguien intenta volverla loca. Algo así sufre nuestra Olivia cuando volvemos a encontrarla, encerrada en las instalaciones del Departamento de Defensa en Tierra 2, con una señora intentando convencerla de que ella, en realidad, es BOlivia, y que lo que le ocurre es, simplemente, producto del trauma y las heridas sufridas durante el tiroteo que cerró la segunda temporada.
Primero intentan convencerla de que está trastornada y luego, en el mejor estilo del proceso de descarga de los cylones, le "implantan" los recuerdos de BOlivia y algunas de sus habilidades adquiridas, como su excepcional puntería al disparar. Entre eso y el encuentro con su madre, que en nuestro universo lleva décadas muerta, el paso al lado oscuro de Olivia se completa, parece que sin error. Ella está ahí, debajo de la BOlivia implantada, pero encontrar el modo de traerla de nuevo a la superficie no va a ser fácil. Bubbles (lo siento, Andre Royo siempre será Bubbles) le da la clave para poder hacerlo al hablar de lo que parece su lucha por salir de las drogas y el apoyo que le prestó su mujer, ¿pero quién será esa persona que ayude a Olivia a volver? Excepto Walternate y Broyles, nadie más sabe que las Olivias intercambiaron sus puestos, y Broyles apenas conoce nada más del plan del secretario de Defensa. De hecho, no me extrañaría que Broyles 2 sufriera un ataque de "danielsismo" y echara por tierra todo para proteger a sus hombres de los daños colaterales que puedan ocurrir. De todos modos, en algunas web indicaban que el taxista se llama Henry Higgins, como el personaje que convierte a Eliza Doolittle de una joven analfabeta de la calle a toda una dama de la alta sociedad en "My fair lady".
Éste ha sido el momento "Hong Kong, dos años después" , de "Fringe", con el plus de que aún no hemos visto casi nada de BOlivia en nuestro universo, más que el estado de Walter parece hacerle bastante gracia y que ha logrado lo que Olivia llevaba dos años deseando: ligarse por fin a Peter. Las instrucciones que ella tenga que cumplir como agente infiltrada (algo que nosotros sabemos que existe, pero los personajes no, clave del suspense), seguro que van a otorgarle a todo lo que ocurra una capa de calma antes de la tormenta realmente interesante. ¿Conoce Walternate las habilidades que el Cortexiphan otorgó a Olivia? A eso podemos responder que sí, así que Walter 2 aún da más miedo. ¿Conseguirá BOlivia que el contacto diario con el otro lado no trastoque sus intenciones de cumplir el plan, sea el que sea? ¿Se darán cuenta Peter, Walter, Astrid o Broyles de que ésa no es la Olivia que ellos conocen? ¿Lo hará Gene?
Desde luego, la tercera temporada ha empezado manteniendo el alto nivel del final de la segunda. Muchos críticos estadounidenses, además, destacan que ahora sí está viéndose porqué Abrams y compañía eligieron a Anna Torv para interpretar a la agente Dunham, que tiene por delante una difícil papeleta. No tengo ni idea de por dónde puede salir todo esto, y eso siempre es una buena noticia en series de este estilo. Incluso aunque vuelvan a los casos autoconclusivos (que lo harán), todo lo que sabemos de los dos universos y la guerra entre ellos les va a dar otro tono, más urgente y tenso que el que tenían al principio, cuando lo único que les preocupaba era averiguar para quién trabajaba John Scott.
24 septiembre 2010
Coros en familia
Pocos estrenos de nueva temporada han debido estar seguidos tan de cerca como el de la segunda de "Glee". Los premios, las audiencias, la gira veraniega de sus actores, la presencia constante en los medios, los anuncios (algunos descabellados) de artistas invitados... Todo esto casi nos hace olvidar que el fenómeno empezó con una serie de televisión, una que ha vuelto a las parrillas buscando poner el acento más en las emociones de los chicos, aunque sí han fichado a una de las últimas sensaciones por YouTube, Charice Pempengco. Más o menos, el tema está donde se quedó al final de la primera temporada, con los chicos del coro siendo todavía unos parias en el estatus social del instituto y una Rachel que se pasa todo ese primer episodio canalizando su Tracy Flick interior, que es cuando de verdad está que se sale.
Lo curioso va a ser ver a la entrenadora Beastie, nueva responsable del equipo de fútbol, convertirse en la nueva némesis de Sue por un "quítame allá esos recortes presupuestarios". El pesonaje me recuerda, otra vez, a "Popular" y su profesora de biología, y parece que va a centrar las historias sobre las dificultades de ser diferente que tanto le gustan a Ryan Murphy. Por lo demás, hay alguna pareja nueva y se apuntan interesantes líneas argumentales para el futuro, que parecen indicar que "Glee" va a dejar de lado la ciclotimia que la aquejó en su primer año. De hecho, se encamina a ser una buena serie de instituto con un lado de farsa muy divertido y unas tramas que van a importar más que las canciones. O eso espero.
Flamante ganadora del Emmy a la mejor comedia, "Modern family" ha optado por comenzar la segunda temporada de un modo más tradicional de las sitcom. Ya me he cansado de repetir que es una comedia familiar de libro, hecha por gente que sabe lo que se trae entre manos, y muy divertida, así que no voy a volver a mencionarlo más. Su fuerte son, sobre todo, unos personajes que ya pueden funcionar en piloto automático, que no pierden su humanidad. Pero, siendo justos, tampoco tengo mucho que comentar de su regreso. La subtrama de Mitchell y Cameron nos ha mostrado otro lado de su vida en pareja (y de las neurosis de Mitch, aunque suela ser el más tranquilo de los dos), y Ty Burrell y Sofía Vergara han demostrado que merecían ganar el Emmy a mejores secundarios tanto como Eric Stonestreet.
"Modern family" no es de tramas inesperadas y locas ni giros de dejarnos con la boca abierta. Quien creciera viendo "La hora de Bill Cosby", "Cosas de casa", incluso "Frasier", sabe perfectamente lo que le espera en esta serie, y ella sabe ofrecerlo. Sí, claro que no es perfecta, y tampoco tiene la pátina de novedad, factor cool o seguimiento obsesivo que convierte a otras series en las niñas mimadas de la blogosfera. Qué se le va a hacer, no se puede tener todo. Pero, como decían los Rolling Stones, sí puedes tener lo que necesitas. Y eso, para mí, a veces es simplemente una sitcom con buenos personajes, chistes logrados y un reparto que funciona con una estupenda química entre ellos.
Lo curioso va a ser ver a la entrenadora Beastie, nueva responsable del equipo de fútbol, convertirse en la nueva némesis de Sue por un "quítame allá esos recortes presupuestarios". El pesonaje me recuerda, otra vez, a "Popular" y su profesora de biología, y parece que va a centrar las historias sobre las dificultades de ser diferente que tanto le gustan a Ryan Murphy. Por lo demás, hay alguna pareja nueva y se apuntan interesantes líneas argumentales para el futuro, que parecen indicar que "Glee" va a dejar de lado la ciclotimia que la aquejó en su primer año. De hecho, se encamina a ser una buena serie de instituto con un lado de farsa muy divertido y unas tramas que van a importar más que las canciones. O eso espero.
Flamante ganadora del Emmy a la mejor comedia, "Modern family" ha optado por comenzar la segunda temporada de un modo más tradicional de las sitcom. Ya me he cansado de repetir que es una comedia familiar de libro, hecha por gente que sabe lo que se trae entre manos, y muy divertida, así que no voy a volver a mencionarlo más. Su fuerte son, sobre todo, unos personajes que ya pueden funcionar en piloto automático, que no pierden su humanidad. Pero, siendo justos, tampoco tengo mucho que comentar de su regreso. La subtrama de Mitchell y Cameron nos ha mostrado otro lado de su vida en pareja (y de las neurosis de Mitch, aunque suela ser el más tranquilo de los dos), y Ty Burrell y Sofía Vergara han demostrado que merecían ganar el Emmy a mejores secundarios tanto como Eric Stonestreet.
"Modern family" no es de tramas inesperadas y locas ni giros de dejarnos con la boca abierta. Quien creciera viendo "La hora de Bill Cosby", "Cosas de casa", incluso "Frasier", sabe perfectamente lo que le espera en esta serie, y ella sabe ofrecerlo. Sí, claro que no es perfecta, y tampoco tiene la pátina de novedad, factor cool o seguimiento obsesivo que convierte a otras series en las niñas mimadas de la blogosfera. Qué se le va a hacer, no se puede tener todo. Pero, como decían los Rolling Stones, sí puedes tener lo que necesitas. Y eso, para mí, a veces es simplemente una sitcom con buenos personajes, chistes logrados y un reparto que funciona con una estupenda química entre ellos.
23 septiembre 2010
Batacazos y promesas
1.- La semana infernal de estrenos (ríete tú de la March Madness) aún no ha acabado, y ya hay dos claras candidatas a ser canceladas antes del parón del béisbol de Fox. Una está precisamente en esa cadena, "Lone Star", y la otra es "The whole truth", en la ABC, y creo que ninguna ha podido tener ni cinco míseros millones de espectadores. ¿No interesan al público? ¿Demasiada saturación de estrenos? ¿Pueden ser esas cifras su fondo y subirán un poco en las siguientes semanas (si llegan), o se convertirán en los New Jersey Nets de la tele de este año (los Nets ganaron la temporada pasada sólo 12 de los 82 partidos de liga regular de la NBA)? Miedo da pensar lo que pueda pasar esta noche.
2.- Periódicamente, hay en esta burbuja blogueril nuestra siempre dos discusiones que acaban volviendo, como las camisas con chorreras y los tacones de carrete; si somos de versión original o de versión doblada, y si toleramos los spoilers o no. Ésta última ha vuelto hoy, por ejemplo, con las quejas sobre esta entrada de "¡Vaya Tele!" que habla sobre Brenda Chenowith y su viaje a lo largo de "A dos metros bajo tierra". Cada uno sigue su política personal al respecto, y es muy libre de ser más o menos susceptible a este tema, pero hablar sobre una serie que hace tiempo que acabó, que se emitió completa en España y que hace tiempo que puede conseguirse en DVD no puede suscitar quejas de que no se incluyó originalmente un aviso de spoilers. Es como pretender ver "Ciudadano Kane" sin saber qué es Rosebud (ya sé que algunos no lo sabéis, pero debe ser el macguffin más discutido de la historia del cine). Cuando se va a hablar de algo aún no visto en España o justo recién emitido, veo normal avisar de que va a haber spoilers; no tanto tener que seguir haciéndolo sobre algo de hace ya, al menos, cinco años.
3.- Si queréis deprimiros bien, echad un ojo a "Without Bias", otro documental de la serie "30 for 30" de ESPN en la que también se emitió el estupendo "Winning time". Está centrado en Len Bias, un jugador universitario al que se ponía al nivel de Michael Jordan (aún en Carolina del Norte), y que murió de sobredosis sólo días después de que los Celtics lo eligieran el número 2 del draft de la NBA de 1986. Hablan con su familia, con sus amigos, con reporteros que siguieron todo el asunto y que habían visto jugar a Bias, e intentan encontrar una explicación a lo que sucedió. En realidad, no hay ninguna, que es lo más deprimente de todo. Esto daría pie después a una de esas "leyendas urbanas" de maldiciones que tanto les gustan a los periodistas deportivos americanos, porque Boston, aunque llegaría esa temporada a la final, tardaría 21 largos años en ganar otro campeonato de la NBA.
4.- Por si aún queda alguien que no se haya enterado, del 21 al 24 de octubre se celebrará la segunda edición del Festival de Series que Digital+ organiza en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. La blogosfera está que echa humo desde que se supo que Damon Lindelof abriría los fastos dentro del homenaje a "Perdidos" que está programado, y en los últimos días se han ido desgranando más actividades. El año pasado fue una experiencia divertida y curiosa, más de toma de contacto, y parece que para la segunda edición han aprendido de algunos de los defectos de 2009 (como el escaso aforo para las conferencias). El programa completo aún no se ha publicado, pero esto pinta prometedor.
2.- Periódicamente, hay en esta burbuja blogueril nuestra siempre dos discusiones que acaban volviendo, como las camisas con chorreras y los tacones de carrete; si somos de versión original o de versión doblada, y si toleramos los spoilers o no. Ésta última ha vuelto hoy, por ejemplo, con las quejas sobre esta entrada de "¡Vaya Tele!" que habla sobre Brenda Chenowith y su viaje a lo largo de "A dos metros bajo tierra". Cada uno sigue su política personal al respecto, y es muy libre de ser más o menos susceptible a este tema, pero hablar sobre una serie que hace tiempo que acabó, que se emitió completa en España y que hace tiempo que puede conseguirse en DVD no puede suscitar quejas de que no se incluyó originalmente un aviso de spoilers. Es como pretender ver "Ciudadano Kane" sin saber qué es Rosebud (ya sé que algunos no lo sabéis, pero debe ser el macguffin más discutido de la historia del cine). Cuando se va a hablar de algo aún no visto en España o justo recién emitido, veo normal avisar de que va a haber spoilers; no tanto tener que seguir haciéndolo sobre algo de hace ya, al menos, cinco años.
3.- Si queréis deprimiros bien, echad un ojo a "Without Bias", otro documental de la serie "30 for 30" de ESPN en la que también se emitió el estupendo "Winning time". Está centrado en Len Bias, un jugador universitario al que se ponía al nivel de Michael Jordan (aún en Carolina del Norte), y que murió de sobredosis sólo días después de que los Celtics lo eligieran el número 2 del draft de la NBA de 1986. Hablan con su familia, con sus amigos, con reporteros que siguieron todo el asunto y que habían visto jugar a Bias, e intentan encontrar una explicación a lo que sucedió. En realidad, no hay ninguna, que es lo más deprimente de todo. Esto daría pie después a una de esas "leyendas urbanas" de maldiciones que tanto les gustan a los periodistas deportivos americanos, porque Boston, aunque llegaría esa temporada a la final, tardaría 21 largos años en ganar otro campeonato de la NBA.
4.- Por si aún queda alguien que no se haya enterado, del 21 al 24 de octubre se celebrará la segunda edición del Festival de Series que Digital+ organiza en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. La blogosfera está que echa humo desde que se supo que Damon Lindelof abriría los fastos dentro del homenaje a "Perdidos" que está programado, y en los últimos días se han ido desgranando más actividades. El año pasado fue una experiencia divertida y curiosa, más de toma de contacto, y parece que para la segunda edición han aprendido de algunos de los defectos de 2009 (como el escaso aforo para las conferencias). El programa completo aún no se ha publicado, pero esto pinta prometedor.
22 septiembre 2010
La Madre de todos los eventos
Hace un par de temporadas, no era raro leer comparaciones entre "Cómo conocí a vuestra madre" y "Perdidos" por el modo en el que estaba estructurada la narración de Ted a sus hijos sobre su época de soltero en Nueva York junto a sus amigos Marshall, Lily, Robin y Barney. Poco después, de repente lo habitual fue leer unas duras andanadas contra ella, quejándose de que había perdido la gracia. La quinta temporada fue uno de sus puntos más bajos, especialmente por su empeño en hacer que todos sus capítulos fueran autoconclusivos y que estuvieran dominados por el espíritu de Barney (que, al contrario de lo que suele creerse, no es la salvación de la serie, sino una rémora, a no ser que se le controle).
El principio de la sexta temporada, sin embargo, apunta a un cierto cambio en las formas. La serialización vuelve a mover las tramas (no sólo la de Ted buscando novia, sino también la de Marshall y Lily), y eso quiere decir que vuelven los saltos temporales y, lo que es más importante, que se continúa mostrando cómo sus personajes tienen que adaptarse a los cambios que se producen en su vida, algo que siempre distinguió "HIMYM" del resto de sitcoms. Es evidente que tienen que seguir dando vueltas y jugando con el tema de la Madre, que para algo es el título de la serie, y lo único que yo pido es que aprovechen de verdad a Robin (y el dúo sensacional que forma con Barney). Oh, y de paso, que si Neil Patrick Harris pudo pasearse por "Glee", Robin Sparkles y su "Let's go to the mall" no desentonarían nada en Lima (Ohio).
Desde antes de ver el piloto, yo ya tenía un problema con "The event", y no sólo por el recuerdo de "FlashForward". Tanto hincapié en el misterioso "evento", en lo importante y crucial que es, en el destino de todos esos personajes que intentan saber qué será... En el piloto no dan ninguna pista de lo que puede ser, claro, a pesar de utilizar también una amenaza letal para ir trenzando las historias de los personajes y situarnos en el punto de partida del asunto. Sin embargo (y aquí voy a incluir un aviso de spoilers, ya estáis alertados), ese avión "tragado" por las nubes en el último minuto y algunas cosas de la trama de Laura Innes y la prisión en Alaska me recordaron con fuerza a la Conspiración en las últimas temporadas de "Expediente X", lo que quiere decir que no me extrañaría que hubiera algún tipo de invasión extraterrestre en el horizonte, y que el verdadero objetivo del avión fuera el personaje de Innes, y no el presidente (fin de los spoilers).
Teniendo en cuenta que la naturaleza del "evento" se filtró en algunas páginas web, es muy probable que no tarden mucho en desvelarlo, pero el piloto me ha dejado bastante fría. Es como si la velocidad y fragmentación de la trama intentara compensar que los personajes apenas oimportan en esta primera hora (presentan sus nombres en rótulos en la pantalla y ya no recuerdo ninguno). Lo único que me pareció muy logrado, y que podría estar interesante, es todo el rollo hitchcockiano en el crucero. Evidentemente, hay que concederle un par de episodios para comprobar sus derroteros y para ver si disipa mi primera impresión de que es mucho ruido y pocas nueces.
El principio de la sexta temporada, sin embargo, apunta a un cierto cambio en las formas. La serialización vuelve a mover las tramas (no sólo la de Ted buscando novia, sino también la de Marshall y Lily), y eso quiere decir que vuelven los saltos temporales y, lo que es más importante, que se continúa mostrando cómo sus personajes tienen que adaptarse a los cambios que se producen en su vida, algo que siempre distinguió "HIMYM" del resto de sitcoms. Es evidente que tienen que seguir dando vueltas y jugando con el tema de la Madre, que para algo es el título de la serie, y lo único que yo pido es que aprovechen de verdad a Robin (y el dúo sensacional que forma con Barney). Oh, y de paso, que si Neil Patrick Harris pudo pasearse por "Glee", Robin Sparkles y su "Let's go to the mall" no desentonarían nada en Lima (Ohio).
Desde antes de ver el piloto, yo ya tenía un problema con "The event", y no sólo por el recuerdo de "FlashForward". Tanto hincapié en el misterioso "evento", en lo importante y crucial que es, en el destino de todos esos personajes que intentan saber qué será... En el piloto no dan ninguna pista de lo que puede ser, claro, a pesar de utilizar también una amenaza letal para ir trenzando las historias de los personajes y situarnos en el punto de partida del asunto. Sin embargo (y aquí voy a incluir un aviso de spoilers, ya estáis alertados), ese avión "tragado" por las nubes en el último minuto y algunas cosas de la trama de Laura Innes y la prisión en Alaska me recordaron con fuerza a la Conspiración en las últimas temporadas de "Expediente X", lo que quiere decir que no me extrañaría que hubiera algún tipo de invasión extraterrestre en el horizonte, y que el verdadero objetivo del avión fuera el personaje de Innes, y no el presidente (fin de los spoilers).
Teniendo en cuenta que la naturaleza del "evento" se filtró en algunas páginas web, es muy probable que no tarden mucho en desvelarlo, pero el piloto me ha dejado bastante fría. Es como si la velocidad y fragmentación de la trama intentara compensar que los personajes apenas oimportan en esta primera hora (presentan sus nombres en rótulos en la pantalla y ya no recuerdo ninguno). Lo único que me pareció muy logrado, y que podría estar interesante, es todo el rollo hitchcockiano en el crucero. Evidentemente, hay que concederle un par de episodios para comprobar sus derroteros y para ver si disipa mi primera impresión de que es mucho ruido y pocas nueces.
21 septiembre 2010
La asesina
Aunque "El gran azul" fue un éxito, creo que puede decirse que la película que hizo de verdad famoso a Luc Besson fue "Nikita". La historia de la delincuente que es entrenada para convertirse en una espía y asesina a sueldo fue un verdadero bombazo, hasta el punto de que Bridget Fonda protagonizaría un remake tres años más tarde y saltaría en 1997 a la televisión por obra y gracia de Peta Wilson. Aquella Nikita duró cinco temporadas y en España se convirtió en algo así como una serie de culto que Telecinco programaba de madrugada, o en las tardes de los fines de semana, y de la que yo recuerdo la iluminación azul de la Sección Uno y al actor más cara-cartón que yo he visto últimamente, Roy Dupuis (Wilson era una Nikita dura y muy capaz, además). Cuando The CW anunció que iba a relanzar el personaje, la noticia fue acogida con cierto escepticismo.
Después de cinco temporadas de "Alias", ocho de "24" y tres películas de Jason Bourne, ¿qué podía hacer con Nikita la cadena de "Gossip Girl" y "The vampire diaries"? Pues, sorprendentemente, algo bastante entretenido. La clave está en tener a Maggie Q, curtida en el cine de acción asiático (aprendiendo con Jackie Chan), como la asesina invisible e implacable y, además, convertirla en una proscrita, una traidora de la División (que es como se llama ahora la Sección) que jura acabar con ella como venganza por todo lo que le obligaron a hacer. Tener una actriz con presencia y fuerza ayuda enormemente a que "Nikita" no se despeñe por el camino de "Bionic woman" (que debería haber intercambiado los papeles que hacían Katee Sackhoff y Michelle Ryan, entre otras muchas cosas), además de que Xander Berkeley y Melinda Clarke siempre son unos villanos deliciosamente malvados. Y sí, "Nikita" se parece mucho a "Alias" y hasta tiene, con esa escuela de jóvenes asesinos, ramalazos a "Dollhouse", pero a lo que recuerda mucho es a la serie con Peta Wilson.
Teniendo en cuenta que nos la venden como una continuación, es normal, pero no he podido evitar sorprenderme al reconocer en el nuevo Birkhoff al friki arrogante de la original (sin sus gafitas) y este Michael es tan inexpresivo como el otro. En la primera "Nikita", ella y Michael terminan enamorándose. ¿Formará esa trama parte de la historia pasada de los nuevos personajes? Por supuesto (y esto podría considerarse un spoiler), la principal novedad es que Nikita no está sola en su caza de la División, porque ha infiltrado allí a Alex, una joven que era como ella antes de caer en las garras de Percy y compañía, y que da vida una Lyndsy Fonseca bastante sorprendente (para quien la recuerde como la hija de Ted Mosby, o de Katherine Mayfair, o como la novia del protagonista de "Kick-Ass").
"Nikita" es una serie de acción, con algún que otro momento de aspiración más trascendental, con una protagonista central muy bien elegida, y unos villanos que se mueven en la sombra y cuyo poder y sus conexiones son mucho más intrincados y llegan más alto de lo que parece a simple vista. Con esos mimbres, tenemos un entretenimiento más que decente. Y por cierto, que empiece con un "My name is Nikita" no sólo recuerda a "Alias". "Burn notice" también sigue ese molde con su "My name is Michael Westen. I used to be a spy" con el que comienza todos los capítulos. La única lástima es que en España no la emita Telecinco y no utilice en sus promociones la misma canción que empleaba para la serie de Peta Wilson. El estribillo le va que ni pintado.
Después de cinco temporadas de "Alias", ocho de "24" y tres películas de Jason Bourne, ¿qué podía hacer con Nikita la cadena de "Gossip Girl" y "The vampire diaries"? Pues, sorprendentemente, algo bastante entretenido. La clave está en tener a Maggie Q, curtida en el cine de acción asiático (aprendiendo con Jackie Chan), como la asesina invisible e implacable y, además, convertirla en una proscrita, una traidora de la División (que es como se llama ahora la Sección) que jura acabar con ella como venganza por todo lo que le obligaron a hacer. Tener una actriz con presencia y fuerza ayuda enormemente a que "Nikita" no se despeñe por el camino de "Bionic woman" (que debería haber intercambiado los papeles que hacían Katee Sackhoff y Michelle Ryan, entre otras muchas cosas), además de que Xander Berkeley y Melinda Clarke siempre son unos villanos deliciosamente malvados. Y sí, "Nikita" se parece mucho a "Alias" y hasta tiene, con esa escuela de jóvenes asesinos, ramalazos a "Dollhouse", pero a lo que recuerda mucho es a la serie con Peta Wilson.
Teniendo en cuenta que nos la venden como una continuación, es normal, pero no he podido evitar sorprenderme al reconocer en el nuevo Birkhoff al friki arrogante de la original (sin sus gafitas) y este Michael es tan inexpresivo como el otro. En la primera "Nikita", ella y Michael terminan enamorándose. ¿Formará esa trama parte de la historia pasada de los nuevos personajes? Por supuesto (y esto podría considerarse un spoiler), la principal novedad es que Nikita no está sola en su caza de la División, porque ha infiltrado allí a Alex, una joven que era como ella antes de caer en las garras de Percy y compañía, y que da vida una Lyndsy Fonseca bastante sorprendente (para quien la recuerde como la hija de Ted Mosby, o de Katherine Mayfair, o como la novia del protagonista de "Kick-Ass").
"Nikita" es una serie de acción, con algún que otro momento de aspiración más trascendental, con una protagonista central muy bien elegida, y unos villanos que se mueven en la sombra y cuyo poder y sus conexiones son mucho más intrincados y llegan más alto de lo que parece a simple vista. Con esos mimbres, tenemos un entretenimiento más que decente. Y por cierto, que empiece con un "My name is Nikita" no sólo recuerda a "Alias". "Burn notice" también sigue ese molde con su "My name is Michael Westen. I used to be a spy" con el que comienza todos los capítulos. La única lástima es que en España no la emita Telecinco y no utilice en sus promociones la misma canción que empleaba para la serie de Peta Wilson. El estribillo le va que ni pintado.
20 septiembre 2010
Fiscales y policías
La franquicia de "Ley y orden" se distingue, entre otras cosas, por dos rasgos muy curiosos. Uno es su costumbre de "inspirarse" en noticias de delitos impactantes y recientes para construir las tramas de los episodios. El otro es tener siempre al frente de todo a un reparto con experiencia, muchas veces más en el teatro que en la televisión. Hace algunas semanas, el diario Los Ángeles Times se hacía eco de esa circunstancia, apuntando que la serie original (ambientada y rodada en Nueva York) tiraba casi siempre de actores de Broadway para interpretar a los secundarios de cada episodio, y que esa costumbre iba a mantenerse en "Law & order: LA". La "Ley y orden" que lo empezó todo, en 1990, tiró de gente como Michael Moriarty, Chris Noth o Richard Brooks y, más tarde, de Jerry Orbach, S. Epatha Merkerson, Sam Waterston o Fred Dalton Thompson (antes de que decidiera saltar a la política), todos profesionales sólidos y con una carrera detrás antes de caer en las redes de Dick Wolf, lo que servía para darle cierto empaque a la serie.
La nueva franquicia en Los Ángeles sigue la tendencia fichando a Alfred Molina, reciente aún su Tony al mejor actor por "Red", y lo rodea de otras caras conocidas como Terence Howard y Skeet Ulrich. Y el remake que se ha hecho en el Reino Unido, y que empezó la semana pasada la tercera temporada, "Law & Order: UK", se ha asegurado de tener a cuatro actores con mucha experiencia en cine, televisión y teatro (viejos conocidos además de los dramas de época de la BBC varios de ellos) como Harriet Walter, Bradley Walsh, Bill Paterson y Ben Daniels, junto a dos más jóvenes y de carrera más corta, pero quizás más famosos para el gran público, como Freema Agyeman y Jamie Bamber. La receta es la misma que la de sus hermanas estadounidenses y se muestra igual de efectiva, aunque ésta aprovecha que su responsable, Chris Chibnall, trabajó previamente en "Doctor Who" y "Torchwood" para repescar a bastantes actores que lucieron su careto por esas series.
En realidad, más que dos, yo diría que hay tres cosas muy definitorias de la saga "Ley y orden", y la tercera es que casi todo Hollywood empezó saliendo en alguno de sus episodios. Vosotros pensad en un actor en Estados Unidos que ahora tenga cierta repercusión en el sector televisivo, y en un 85% de los casos pasó por alguna de las tres series de "Ley y orden", aunque fuera sólo en un episodio. Entre la original y "Unidad de Víctimas Especiales", se convirtieron en un "granero" de actores jóvenes realmente curioso. Buscad en Imdb, buscad.
La nueva franquicia en Los Ángeles sigue la tendencia fichando a Alfred Molina, reciente aún su Tony al mejor actor por "Red", y lo rodea de otras caras conocidas como Terence Howard y Skeet Ulrich. Y el remake que se ha hecho en el Reino Unido, y que empezó la semana pasada la tercera temporada, "Law & Order: UK", se ha asegurado de tener a cuatro actores con mucha experiencia en cine, televisión y teatro (viejos conocidos además de los dramas de época de la BBC varios de ellos) como Harriet Walter, Bradley Walsh, Bill Paterson y Ben Daniels, junto a dos más jóvenes y de carrera más corta, pero quizás más famosos para el gran público, como Freema Agyeman y Jamie Bamber. La receta es la misma que la de sus hermanas estadounidenses y se muestra igual de efectiva, aunque ésta aprovecha que su responsable, Chris Chibnall, trabajó previamente en "Doctor Who" y "Torchwood" para repescar a bastantes actores que lucieron su careto por esas series.
En realidad, más que dos, yo diría que hay tres cosas muy definitorias de la saga "Ley y orden", y la tercera es que casi todo Hollywood empezó saliendo en alguno de sus episodios. Vosotros pensad en un actor en Estados Unidos que ahora tenga cierta repercusión en el sector televisivo, y en un 85% de los casos pasó por alguna de las tres series de "Ley y orden", aunque fuera sólo en un episodio. Entre la original y "Unidad de Víctimas Especiales", se convirtieron en un "granero" de actores jóvenes realmente curioso. Buscad en Imdb, buscad.
19 septiembre 2010
Extras, extras
Una queja muy común acerca de las ediciones de series (y de películas) en DVD en España es que se cuidan muy poco los contenidos extra. Los primeros packs de "Battlestar Galactica" eran bastante espartanos en ese aspecto, por decirlo suavemente; no es raro que muchas veces haya que conformarse con la opción de la versión original con subtítulos, algún que otro capítulo con audiocomentario y, como mucho, una galería de fotos, lo que es bastante pobre para un DVD que igual te cuesta sus buenos 30 euros (o más). Abrumar con unas cuantas bonus features bien hechas y curiosas es una vieja estrategia para tentar más aún a tus fans para que se compren el pack en DVD (o Blu-Ray) de su serie favorita, aunque bien pueden tener todos los capítulos grabados y sabérselos de memoria.
Cuando el acceso a las versiones originales era más complicado (porque en la tele todo era doblado y pocas cosas se emitían en dual), el DVD te permitía ver las series de otro modo. El VHS sólo podía incluir una versión (la doblada, en este caso), y yo siempre tuve la curiosidad de saber cómo serían algunas películas o algunas series en el idioma original en el que se habían rodado. Sobre todo, tenía curiosidad por escuchar las voces auténticas de sus actores, algo que podías hacer cuando La 2 aún emitía películas en versión original con subtítulos a la 1 de la madrugada. Gracias a eso, se podía descubrir la chapuza, por otro lado divertídisima, que la censura franquista hizo al doblar "Mogambo" (no podía mostrarse un adulterio en pantalla, pero con los cambios que introdujeron en el doblaje, lograron un bonito y clarísimo incesto).
Pero a lo que iba, que me pierdo. Tener unos extras simpáticos y, a ser posible, que aporten un nuevo punto de vista a la experiencia de ver la serie siempre es bienvenido. Que los packs de "Doctor Who" incluyan los "Doctor Who Confidential", incluso aunque sean versiones mucho más breves que las que se emitieron por televisión, da una idea interesante sobre cómo se hace la serie (los pocos videodiarios de David Tennant que están en el pack de la tercera temporada también son simpáticos). Del mismo modo, es bastante interesante ver por fin, en el set de la serie completa de "Galáctica", unos vídeos que se hicieron entre la miniserie y la primera temporada, explicando toda la concepción del show, incluyendo la idea de convertir a Starbuck y Boomer en mujeres. En ese pack también están los diferentes especiales que Syfy hizo cuando se empezó a emitir el tramo final de la serie.
Unos extras muy interesantes son los del DVD de la primera temporada de "Fringe". Hay un diario de producción del piloto, narrado por Robert Orci, que muestra por dentro cómo se pone en marcha y se rueda un episodio de esas características (en medio de uno de los inviernos más frñios de la historia reciente de Toronto), y casi de cada episodio nos encontramos un breve segmento, creo que hecho para la web de Fox, en el que se enseña el armazón de alguna escena con efectos especiales, o peleas o movimientos de cámara o de actores que implicaran alguna complicación. Bastantes de esos vídeos que se realizan para Internet en algunas series acaban como extras en los DVD (los videoblog de David Eick en "Galáctica", por ejemplo, algunos de los cuales son muy, muy divertidos). Y luego, claro, están los gag reel o los bloopers, todas esas tomas falsas en las que los actores se equivocan, se parten de la risa o algo sale mal.
P.D.: La captura de pantalla de arriba pertenece a los menús del DVD de la sexta temporada de "Perdidos", algunos de cuyos contenidos extra se detallan aquí.
Música de la semana: Los anuncios de cerveza tuvieron una temporada en la que convertían en famosa cualquier canción que utilizaran de fondo. Recuerdo uno de Cruzcampo que puso otra vez de moda, hace algún tiempo, "The joker", de Steve Miller Band, y ahora hay uno de San Miguel que ha recuperado uno de los grandes éxitos de Franz Ferdinand, "Do you want to".
Cuando el acceso a las versiones originales era más complicado (porque en la tele todo era doblado y pocas cosas se emitían en dual), el DVD te permitía ver las series de otro modo. El VHS sólo podía incluir una versión (la doblada, en este caso), y yo siempre tuve la curiosidad de saber cómo serían algunas películas o algunas series en el idioma original en el que se habían rodado. Sobre todo, tenía curiosidad por escuchar las voces auténticas de sus actores, algo que podías hacer cuando La 2 aún emitía películas en versión original con subtítulos a la 1 de la madrugada. Gracias a eso, se podía descubrir la chapuza, por otro lado divertídisima, que la censura franquista hizo al doblar "Mogambo" (no podía mostrarse un adulterio en pantalla, pero con los cambios que introdujeron en el doblaje, lograron un bonito y clarísimo incesto).
Pero a lo que iba, que me pierdo. Tener unos extras simpáticos y, a ser posible, que aporten un nuevo punto de vista a la experiencia de ver la serie siempre es bienvenido. Que los packs de "Doctor Who" incluyan los "Doctor Who Confidential", incluso aunque sean versiones mucho más breves que las que se emitieron por televisión, da una idea interesante sobre cómo se hace la serie (los pocos videodiarios de David Tennant que están en el pack de la tercera temporada también son simpáticos). Del mismo modo, es bastante interesante ver por fin, en el set de la serie completa de "Galáctica", unos vídeos que se hicieron entre la miniserie y la primera temporada, explicando toda la concepción del show, incluyendo la idea de convertir a Starbuck y Boomer en mujeres. En ese pack también están los diferentes especiales que Syfy hizo cuando se empezó a emitir el tramo final de la serie.
Unos extras muy interesantes son los del DVD de la primera temporada de "Fringe". Hay un diario de producción del piloto, narrado por Robert Orci, que muestra por dentro cómo se pone en marcha y se rueda un episodio de esas características (en medio de uno de los inviernos más frñios de la historia reciente de Toronto), y casi de cada episodio nos encontramos un breve segmento, creo que hecho para la web de Fox, en el que se enseña el armazón de alguna escena con efectos especiales, o peleas o movimientos de cámara o de actores que implicaran alguna complicación. Bastantes de esos vídeos que se realizan para Internet en algunas series acaban como extras en los DVD (los videoblog de David Eick en "Galáctica", por ejemplo, algunos de los cuales son muy, muy divertidos). Y luego, claro, están los gag reel o los bloopers, todas esas tomas falsas en las que los actores se equivocan, se parten de la risa o algo sale mal.
P.D.: La captura de pantalla de arriba pertenece a los menús del DVD de la sexta temporada de "Perdidos", algunos de cuyos contenidos extra se detallan aquí.
Música de la semana: Los anuncios de cerveza tuvieron una temporada en la que convertían en famosa cualquier canción que utilizaran de fondo. Recuerdo uno de Cruzcampo que puso otra vez de moda, hace algún tiempo, "The joker", de Steve Miller Band, y ahora hay uno de San Miguel que ha recuperado uno de los grandes éxitos de Franz Ferdinand, "Do you want to".
18 septiembre 2010
De paso por Capeside
"Dawson crece" fue, entre finales de los 90 y mediados de la década de 2000, una peculiar serie juvenil en la que sus personajes no hablaban, ni se comportaban, como adolescentes normales, ni como los que era habitual ver en series del mismo estilo en la época. Dawson y sus sueños de ser director de cine y su amistad con Pacey (el chico encantador pero con problemas) y Joey (la amiga de infancia que se convierte en otra cosa) perdieron su encanto demasiado rápido para mi gusto, pero mientras aguantaron en antena no sólo convirtieron en famosos a James Van Der Beek, Joshua Jackson, Katie Holmes o Michelle Williams, sino que acogieron a unos cuantos actores a punto de hacerse realmente conocidos. Y, curiosamente, unas cuantas de esas actrices interpretaban a novias de Pacey.
No Sasha Alexander, no, que ella interpretaba en realidad a la hermana de Pacey y habría sido ya un poquito excesivo tener un incesto descarado en una serie de The WB. Sin embargo, sí que estuvo saliendo brevemente con Dawson, si yo no recuerdo mal. Alexander empezó a alcanzar cierta notoriedad al participar en las dos primeras temporadas de "NCIS", siendo sustituida por Cote de Pablo.
Hasta que aterrizó en "One Tree Hill", Chad Michael Murray se paseó por varias series de The WB, luciendo palmito e intentando liarse con alguna de las protagonistas. En "Las chicas Gilmore" lo intenta con Rory en la primera temporada, por ejemplo. En "Dawson crece" liga con Joey en la quinta temporada, cuando ella ya está en la universidad. Curiosamente, coincidió en esa serie también con Hilarie Burton (a la que yo he visto últimamente en "White Collar").
Pero Murray no es la única estrella de The WB que pasó por Capeside. Justo después de participar en "Dark Angel", Jensen Ackles tuvo una breve participación en la serie, ya cerca del final, interpretando al novio de Jen. La del fotograma es Mary Beth Peil, la abuela de Jen, que ahora es la madre de Peter Florrick en "The good wife", y tuvo un breve paso por "Fringe", creo que como una antigua conocida de Walter (o ayudante suya, ahora mismo no lo recuerdo).
Pacey debió ser el personaje con más parejas y amantes de la serie, desde su profesora hasta la rica estudiante de Derecho que interpretaba Jennifer Morrison en la quinta temporada. La carrera pre-"House" de esta actriz incluye unas cuantas películas de terror y una memorable portada de "Sports Illustrated Kids", cuando tenía 11 años, y al lado de nada menos que Michael Jordan. Ya sabéis que ha fichado por "Cómo conocí a vuestra madre", así que veremos cómo se desenvuelve eso.
Esta foto es muy pequeña, pero no podía dejar pasar el rubio de Pacey (esperemos que los universos alternativas de "Fringe" no incluyan ese tinte para Peter) y a Ali Larter, para la que "Héroes" fue un interesante cambio en medio de un montón de títulos de terror o de acción, como la última entrega de "Resident evil". Larter, curiosamente, participó también en "Varsity blues", una película ambientada en el equipo de fútbol americano de un instituto de Texas que protagonizaba James Van Der Beek.
Finalmente,lo de esta chica no es un "casi famosos", porque Busy Philipps ya había protagonizado "Freaks & Geeks" antes de ser la compañera de habitación de Joey en la universidad. Ahora, unos cuantos la conocéis por dar vida a una de las vecinas de Courtney Cox en "Cougar Town".
No Sasha Alexander, no, que ella interpretaba en realidad a la hermana de Pacey y habría sido ya un poquito excesivo tener un incesto descarado en una serie de The WB. Sin embargo, sí que estuvo saliendo brevemente con Dawson, si yo no recuerdo mal. Alexander empezó a alcanzar cierta notoriedad al participar en las dos primeras temporadas de "NCIS", siendo sustituida por Cote de Pablo.
Hasta que aterrizó en "One Tree Hill", Chad Michael Murray se paseó por varias series de The WB, luciendo palmito e intentando liarse con alguna de las protagonistas. En "Las chicas Gilmore" lo intenta con Rory en la primera temporada, por ejemplo. En "Dawson crece" liga con Joey en la quinta temporada, cuando ella ya está en la universidad. Curiosamente, coincidió en esa serie también con Hilarie Burton (a la que yo he visto últimamente en "White Collar").
Pero Murray no es la única estrella de The WB que pasó por Capeside. Justo después de participar en "Dark Angel", Jensen Ackles tuvo una breve participación en la serie, ya cerca del final, interpretando al novio de Jen. La del fotograma es Mary Beth Peil, la abuela de Jen, que ahora es la madre de Peter Florrick en "The good wife", y tuvo un breve paso por "Fringe", creo que como una antigua conocida de Walter (o ayudante suya, ahora mismo no lo recuerdo).
Pacey debió ser el personaje con más parejas y amantes de la serie, desde su profesora hasta la rica estudiante de Derecho que interpretaba Jennifer Morrison en la quinta temporada. La carrera pre-"House" de esta actriz incluye unas cuantas películas de terror y una memorable portada de "Sports Illustrated Kids", cuando tenía 11 años, y al lado de nada menos que Michael Jordan. Ya sabéis que ha fichado por "Cómo conocí a vuestra madre", así que veremos cómo se desenvuelve eso.
Esta foto es muy pequeña, pero no podía dejar pasar el rubio de Pacey (esperemos que los universos alternativas de "Fringe" no incluyan ese tinte para Peter) y a Ali Larter, para la que "Héroes" fue un interesante cambio en medio de un montón de títulos de terror o de acción, como la última entrega de "Resident evil". Larter, curiosamente, participó también en "Varsity blues", una película ambientada en el equipo de fútbol americano de un instituto de Texas que protagonizaba James Van Der Beek.
Finalmente,lo de esta chica no es un "casi famosos", porque Busy Philipps ya había protagonizado "Freaks & Geeks" antes de ser la compañera de habitación de Joey en la universidad. Ahora, unos cuantos la conocéis por dar vida a una de las vecinas de Courtney Cox en "Cougar Town".
16 septiembre 2010
La jefa Johnson y sus aprendices
AVISO SPOILERS: Los tramos de verano de la sexta temporada de "The Closer" y de la primera de "Rizzoli & Isles" se han acabado en EE.UU., así que vamos a pasar a ver qué han dado de sí. ¿TNT no ha sido de tus cadenas de este verano? A lo mejor no quieres seguir leyendo.
Ninguno esperábamos que Brenda fuera a ser elegida la nueva jefa de la policía de Los Ángeles, ¿no? ¿Cómo habría seguido la serie entonces? Ella no podría haberse dedicado a resolver asesinatos, y desde que la proponen para el puesto vemos que eso es lo único que le interesa. Brenda no tiene habilidades políticas, al contrario que el nuevo jefe, que no deja de ser una versión suya en masculino y con más mano izquierda. De todos modos, como vemos al final, aunque ella no paraba de decir que no le importaba, y todo el mundo tenía que empujarla para acudir a las citas previas con el alcalde (en especial, una capitán Raydor que funciona como un estupendo contrapunto de Brenda), se siente un poco decepcionada cuando es derrotada. El detalle de repartirle chocolatinas a todo su equipo mientras en conferencia de prensa al nuevo jefe es muy expresivo.
Esta temporada, casi todos los casos enfrentaban a la subjefa con decisiones difíciles y, generalmente, de las que siempre implicaban que no se podía ganar. El terrorista del último episodio, el pandillero cuyo hermano gemelo es asesinado al confundirlo con él o el policía de Inmigración que se aprovecha de mujeres en situación irregular fuerzan a Brenda a actuar personalmente, tirando de pistola, en la resolución del asunto, algo que muy raramente hemos visto en las temporadas anteriores, y también nos muestran más de su lado implacable, el que se mantiene firme una vez ha tomado una decisión porque, si se lo vuelve a pensar, seguramente dará marcha atrás. Todo el grupo de Crímenes Prioritarios y su flamante enlace con el FBI, nuestro querido Fritzi, volverán en diciembre, y veremos entonces si repiten, por ejemplo, un caso similar al del cabecilla de una banda de ladrones de bancos que timaba a sus compañeros el botín.
La que no regresa hasta el verano que viene es "Rizzoli & Isles" y, en consecuencia, nos dejan con un cliffhanger de libro y Jane demostrando una vez más que, si Maura se parece a Brennan, ella es claramente la Booth de la serie. Eso de dispararse a sí misma para que la bala la atraviese e impacte también en el policía corrupto que la tiene de rehén es el tipo de cosas que haría el agente del FBI en las primeras temporadas de "Bones", serie con la que ya hemos dicho otras veces que ésta tiene muchas deudas. De todos modos, estos primeros diez episodios han destacado por unos casos bastante convencionales (con un final un poquito pasado de rosca, pero bueno) y, por el otro lado, unas relaciones entre los personajes bastante más logradas. La familia de Rizzoli es simpática (tener de padres a Chazz Palminteri y Lorraine Bracco, ambos con voces rasposas del mismo estilo que la de Angie Harmon, no hace daño), y donde de verdad aciertan de pleno es con la relación entre Jane y Maura.
Sus conversaciones son divertidas, casi siempre incidiendo en sus diferencias, y esto igual ya os suena trillado, pero hay bastantes serues basadas en la tensión sexual no resuelta entre sus protagonistas a las que ya les gustaría que su pareja principal tuviera la mitad de química de la que tienen Harmon y Sasha Alexander. Ellas y el modo en el que se relacionan con el resto de policías entretienen bastante, y el potencial de que todo el conjunto se ponga a su altura en la segunda temporada está ahí. TNT ya no tiene qué preocuparse por encontrar a la serie que pueda suplir a "The Closer" cuando se acabe, porque vista la respuesta de la audiencia, parece que "Rizzoli & Isles" es más que capaz de cumplir ese reto.
Ninguno esperábamos que Brenda fuera a ser elegida la nueva jefa de la policía de Los Ángeles, ¿no? ¿Cómo habría seguido la serie entonces? Ella no podría haberse dedicado a resolver asesinatos, y desde que la proponen para el puesto vemos que eso es lo único que le interesa. Brenda no tiene habilidades políticas, al contrario que el nuevo jefe, que no deja de ser una versión suya en masculino y con más mano izquierda. De todos modos, como vemos al final, aunque ella no paraba de decir que no le importaba, y todo el mundo tenía que empujarla para acudir a las citas previas con el alcalde (en especial, una capitán Raydor que funciona como un estupendo contrapunto de Brenda), se siente un poco decepcionada cuando es derrotada. El detalle de repartirle chocolatinas a todo su equipo mientras en conferencia de prensa al nuevo jefe es muy expresivo.
Esta temporada, casi todos los casos enfrentaban a la subjefa con decisiones difíciles y, generalmente, de las que siempre implicaban que no se podía ganar. El terrorista del último episodio, el pandillero cuyo hermano gemelo es asesinado al confundirlo con él o el policía de Inmigración que se aprovecha de mujeres en situación irregular fuerzan a Brenda a actuar personalmente, tirando de pistola, en la resolución del asunto, algo que muy raramente hemos visto en las temporadas anteriores, y también nos muestran más de su lado implacable, el que se mantiene firme una vez ha tomado una decisión porque, si se lo vuelve a pensar, seguramente dará marcha atrás. Todo el grupo de Crímenes Prioritarios y su flamante enlace con el FBI, nuestro querido Fritzi, volverán en diciembre, y veremos entonces si repiten, por ejemplo, un caso similar al del cabecilla de una banda de ladrones de bancos que timaba a sus compañeros el botín.
La que no regresa hasta el verano que viene es "Rizzoli & Isles" y, en consecuencia, nos dejan con un cliffhanger de libro y Jane demostrando una vez más que, si Maura se parece a Brennan, ella es claramente la Booth de la serie. Eso de dispararse a sí misma para que la bala la atraviese e impacte también en el policía corrupto que la tiene de rehén es el tipo de cosas que haría el agente del FBI en las primeras temporadas de "Bones", serie con la que ya hemos dicho otras veces que ésta tiene muchas deudas. De todos modos, estos primeros diez episodios han destacado por unos casos bastante convencionales (con un final un poquito pasado de rosca, pero bueno) y, por el otro lado, unas relaciones entre los personajes bastante más logradas. La familia de Rizzoli es simpática (tener de padres a Chazz Palminteri y Lorraine Bracco, ambos con voces rasposas del mismo estilo que la de Angie Harmon, no hace daño), y donde de verdad aciertan de pleno es con la relación entre Jane y Maura.
Sus conversaciones son divertidas, casi siempre incidiendo en sus diferencias, y esto igual ya os suena trillado, pero hay bastantes serues basadas en la tensión sexual no resuelta entre sus protagonistas a las que ya les gustaría que su pareja principal tuviera la mitad de química de la que tienen Harmon y Sasha Alexander. Ellas y el modo en el que se relacionan con el resto de policías entretienen bastante, y el potencial de que todo el conjunto se ponga a su altura en la segunda temporada está ahí. TNT ya no tiene qué preocuparse por encontrar a la serie que pueda suplir a "The Closer" cuando se acabe, porque vista la respuesta de la audiencia, parece que "Rizzoli & Isles" es más que capaz de cumplir ese reto.
14 septiembre 2010
Manías teleadictas
Voy a confesar una cosa. Como hoy no estaba muy inspirada, este meme de "Volvemos en" me ha parecida una excusa como cualquier otra para ventilar algunas frustraciones, manías, filias y fobias que un espectador de series puede desarrollar con el tiempo. Perdonad si algunas respuestas ya estáis cansados de leerlas (otra confesión, este rincón bloguero puede ser muy monotemático).
- ¿Cual es tu serie favorita?: "Expediente X". Me repito, pero es así. Mulder y Scully me hicieron pasar grandes momentos. De hecho, cualquier serie que me recuerde siquiera remotamente a ellos es casi seguro que entrará en la zona de confianza.
- Dinos una serie que creas que está sobrevalorada: Como mucho, diré que de algunas de me escapa que generen semejante ruido a su alrededor, como "The Big Bang theory". Pero me he propuesto no usar más los adjetivos sobrevalorado e infravalorado. Veremos si lo consigo.
- ¿Cuál es tu actor/actriz favorita?: Hay tantos, que se hace difícil elegir uno. Lo más que puedo decir es que sí hay algunos actores que me llevan a darle una oportunidad a algunas series. El fichaje de Katee Sackhoff pica mi curiosidad por retomar "CSI", y si le doy otra oportunidad a "Human target" es culpa, principalmente, de Chi McBride. Y quiero que Jon Hamm tenga su propia sitcom. Después de verlo en "30 Rock" y en el gag inicial de los Emmy, creo que lo merece.
- ¿Cuantas series sigues actualmente?: Más de quince, seguro. De hecho, si echo un ojo a mi calendario de series del otoño, deben estar más cerca de 25. pero de ésas habrá unas cuantas que se caerán de la rotación.
- ¿Cuál es tu género de ficción favorito?: La verdad es que es muy probable que acabe viendo gran parte de las series policíacas que haya por la parrilla, con puntos extra si tienen altguna deuda con el género negro.
- Una serie que te fastidió que cancelasen: Pues además de "Verónica Mars", habría estado bien ver aunque fuera una temporada más de "Pushing daisies" y "Life". La huelga de guionistas tuvo unos daños colaterales bastante más extensos en el tiempo de lo que podría parecer.
- ¿A qué personaje de serie ahogarías en una bañera?: Esto suena a disco rayado, pero Horatio Caine me parece, con diferencia, lo más insoportable de la tele actual.
- ¿Cuál crees que es la serie del año?: ¿De la temporada pasada? Con pocas lo pasé tan bien como con "The good wife", "Glee" y "Fringe". Este año, veremos si de verdad "The event" va a ser un evento o una catástrofe.
- Dinos una serie que abandonaste y por qué: Ahora que está tan de moda, "True Blood". Simplemente, me daba pereza pasar del primer capítulo de la segunda temporada. Las idas de olla de Alan Ball no eran suficientes.
- ¿Cuáles son tus personajes (masculinos/femeninos) favoritos?: Aquí la lista puede dar para un blog entero, así que intentaré ceñirme a las series que sigo actualmente. Podrían entrar el matrimonio Taylor ("Friday Night Lights"), Kalinda ("The good wife"), Walter ("Fringe"), Manny y Cam ("Modern family"), Bridget DuBois ("Medium"), Robin ("Cómo conocí a vuestra madre")...
- ¿Tienes algún guilty pleasure seriéfilo?: Esperemos a ver cómo resultan los estrenos de "Lone Star" y "Hawaii Five-O", y luego volvemos por aquí.
- ¿Cuál es para ti la actriz/el actor más sexy?: Tan complicada, que no sé qué responder. ¿Puedo pedir el comodín del público?
- ¿Cual es tu serie favorita?: "Expediente X". Me repito, pero es así. Mulder y Scully me hicieron pasar grandes momentos. De hecho, cualquier serie que me recuerde siquiera remotamente a ellos es casi seguro que entrará en la zona de confianza.
- Dinos una serie que creas que está sobrevalorada: Como mucho, diré que de algunas de me escapa que generen semejante ruido a su alrededor, como "The Big Bang theory". Pero me he propuesto no usar más los adjetivos sobrevalorado e infravalorado. Veremos si lo consigo.
- ¿Cuál es tu actor/actriz favorita?: Hay tantos, que se hace difícil elegir uno. Lo más que puedo decir es que sí hay algunos actores que me llevan a darle una oportunidad a algunas series. El fichaje de Katee Sackhoff pica mi curiosidad por retomar "CSI", y si le doy otra oportunidad a "Human target" es culpa, principalmente, de Chi McBride. Y quiero que Jon Hamm tenga su propia sitcom. Después de verlo en "30 Rock" y en el gag inicial de los Emmy, creo que lo merece.
- ¿Cuantas series sigues actualmente?: Más de quince, seguro. De hecho, si echo un ojo a mi calendario de series del otoño, deben estar más cerca de 25. pero de ésas habrá unas cuantas que se caerán de la rotación.
- ¿Cuál es tu género de ficción favorito?: La verdad es que es muy probable que acabe viendo gran parte de las series policíacas que haya por la parrilla, con puntos extra si tienen altguna deuda con el género negro.
- Una serie que te fastidió que cancelasen: Pues además de "Verónica Mars", habría estado bien ver aunque fuera una temporada más de "Pushing daisies" y "Life". La huelga de guionistas tuvo unos daños colaterales bastante más extensos en el tiempo de lo que podría parecer.
- ¿A qué personaje de serie ahogarías en una bañera?: Esto suena a disco rayado, pero Horatio Caine me parece, con diferencia, lo más insoportable de la tele actual.
- ¿Cuál crees que es la serie del año?: ¿De la temporada pasada? Con pocas lo pasé tan bien como con "The good wife", "Glee" y "Fringe". Este año, veremos si de verdad "The event" va a ser un evento o una catástrofe.
- Dinos una serie que abandonaste y por qué: Ahora que está tan de moda, "True Blood". Simplemente, me daba pereza pasar del primer capítulo de la segunda temporada. Las idas de olla de Alan Ball no eran suficientes.
- ¿Cuáles son tus personajes (masculinos/femeninos) favoritos?: Aquí la lista puede dar para un blog entero, así que intentaré ceñirme a las series que sigo actualmente. Podrían entrar el matrimonio Taylor ("Friday Night Lights"), Kalinda ("The good wife"), Walter ("Fringe"), Manny y Cam ("Modern family"), Bridget DuBois ("Medium"), Robin ("Cómo conocí a vuestra madre")...
- ¿Tienes algún guilty pleasure seriéfilo?: Esperemos a ver cómo resultan los estrenos de "Lone Star" y "Hawaii Five-O", y luego volvemos por aquí.
- ¿Cuál es para ti la actriz/el actor más sexy?: Tan complicada, que no sé qué responder. ¿Puedo pedir el comodín del público?
13 septiembre 2010
La caída de John Luther
AVISO SPOILERS: Muchos ya habéis visto el final de "Luther", pero por si acaso, os advierto de que podéis encontraros con cosas que igual no queréis saber si continuais leyendo y no lo habéis visto. Your call.
Hay dos relaciones que pueden justificar ver "Luther". Una empieza a fraguarse desde el principio, y es ese extraño baile intelectual que se traen John Luther y Alice, la brillante psicópata con la que acaba manteniendo cierta relación de dependencia. Las diferencias físicas entre Idris Elba y Ruth Wilson (y no sólo por su color de piel) otorgan una capa añadida a una relación complicada, con cierta evidente química y realmente interesante de ver. La otra relación, que explota en los dos últimos episodios, es la de John y su ex compañero, Ian Reed, un tipo sumamente complicado que se adentra en una espiral de muerte y autodestrucción impulsado por el miedo a ser descubierto como un policía corrupto, pero que a veces da la sensación de no estar tan asustado y, por el contrario, dominar perfectamente toda la situación (gran trabajo de Steven Mackintosh).
Esos dos últimos capítulos (y la trama de la muerte de Zoe, resuelta un poco a lo "Seven") ejemplifican la caída en desgracia de Luther que preconizan algunos personajes desde el primer episodio. La bomba de relojería termina estallando pero por un agente externo (Reed) más que por sus propias acciones, porque todo se descontrola cuando él parece estar recuperando el buen camino. Clásico entre los clásicos. Como bien le dice Alice, se autoengaña creyendo que tiene control sobre su propia vida, porque no es así. Esos dos tensos episodios finales compensan un poco que los intermedios abusan del recurso del psicópata inteligentísimo al que no hay forma de pillar en falta, y que los compañeros de Luther entran demasiado en el molde de "jefa comprensiva hasta cierto punto"-"nuevo compañero ganado para la causa por su inteligencia" y el inevitable tipo de Asuntos Internos que viene a hacerle la vida imposible, aunque luego se dé cuenta, a última hora, de lo que pasa de verdad entre Luther y Reed.
Lo cierto es que la serie pertenece por entero a Elba, que va disparado al estrellato. Ser Stringer Bell en "The Wire" le abrió las puertas del reconocimiento crítico y a un pequeño secundario en "The office", y ahora no para de rodar todo tipo de películas, con desigual suerte entre público y crítica, y hasta tiene otro secundario en una de las grandes apuestas de Showtime, "The big C". Consigue que su imponente presencia física no lo sea tanto (como Luther camina siempre encorvado y con las manos en los bolsillos), y también logra transmitir que la espita puede saltar en cualquier momento, que es un hombre imprevisible y, ciertamente, una bomba de relojería. La BBC ha confirmado que habrá una segunda temporada, aunque no se sabe exactamente cuándo, y veremos entonces si la tendencia autodestructiva de Luther se acrecienta o, paradójicamente, sus tratos con una psicópata como Alice (todo un hallazgo de personaje) consiguen calmarlo.
Hay dos relaciones que pueden justificar ver "Luther". Una empieza a fraguarse desde el principio, y es ese extraño baile intelectual que se traen John Luther y Alice, la brillante psicópata con la que acaba manteniendo cierta relación de dependencia. Las diferencias físicas entre Idris Elba y Ruth Wilson (y no sólo por su color de piel) otorgan una capa añadida a una relación complicada, con cierta evidente química y realmente interesante de ver. La otra relación, que explota en los dos últimos episodios, es la de John y su ex compañero, Ian Reed, un tipo sumamente complicado que se adentra en una espiral de muerte y autodestrucción impulsado por el miedo a ser descubierto como un policía corrupto, pero que a veces da la sensación de no estar tan asustado y, por el contrario, dominar perfectamente toda la situación (gran trabajo de Steven Mackintosh).
Esos dos últimos capítulos (y la trama de la muerte de Zoe, resuelta un poco a lo "Seven") ejemplifican la caída en desgracia de Luther que preconizan algunos personajes desde el primer episodio. La bomba de relojería termina estallando pero por un agente externo (Reed) más que por sus propias acciones, porque todo se descontrola cuando él parece estar recuperando el buen camino. Clásico entre los clásicos. Como bien le dice Alice, se autoengaña creyendo que tiene control sobre su propia vida, porque no es así. Esos dos tensos episodios finales compensan un poco que los intermedios abusan del recurso del psicópata inteligentísimo al que no hay forma de pillar en falta, y que los compañeros de Luther entran demasiado en el molde de "jefa comprensiva hasta cierto punto"-"nuevo compañero ganado para la causa por su inteligencia" y el inevitable tipo de Asuntos Internos que viene a hacerle la vida imposible, aunque luego se dé cuenta, a última hora, de lo que pasa de verdad entre Luther y Reed.
Lo cierto es que la serie pertenece por entero a Elba, que va disparado al estrellato. Ser Stringer Bell en "The Wire" le abrió las puertas del reconocimiento crítico y a un pequeño secundario en "The office", y ahora no para de rodar todo tipo de películas, con desigual suerte entre público y crítica, y hasta tiene otro secundario en una de las grandes apuestas de Showtime, "The big C". Consigue que su imponente presencia física no lo sea tanto (como Luther camina siempre encorvado y con las manos en los bolsillos), y también logra transmitir que la espita puede saltar en cualquier momento, que es un hombre imprevisible y, ciertamente, una bomba de relojería. La BBC ha confirmado que habrá una segunda temporada, aunque no se sabe exactamente cuándo, y veremos entonces si la tendencia autodestructiva de Luther se acrecienta o, paradójicamente, sus tratos con una psicópata como Alice (todo un hallazgo de personaje) consiguen calmarlo.
12 septiembre 2010
El calendario del otoño
Quedan sólo dos semanas para la "semana fatídica", ésa en la que todas las cadenas aprovechan para estrenarlo prácticamente todo, tanto estrenos como nuevas temporadas. Se tomaron un ligero respiro con el especial "Stand up to cancer", que emitieron simultáneamente ABC, Fox, NBC y CBS el viernes para recaudar fondos para la investigación sobre esa enfermedad, pero las obras de caridad se han quedado atrás, y la guerra de verdad comienza ahora. Lo que implica que nuestro calendario para ver todo lo que queremos va a empezar a hacerse muy complicado.
Hay varios sitios donde podemos ver los días en los que se van estrenando las series (por ejemplo, con el ya clásico calendario de The TV Addict o la versión de ¡Vaya Tele!), y no es de extrañar que los críticos estadounidenses estén pidiendo cantidades ingentes de cafeína para poder verse casi todo lo nuevo y, al mismo tiempo, seguir con las series y los programas habituales en su calendario. Hay muchos blogueros que están empezando a sufrir también esa ansiedad al ver lo repletos que están los días para poder ir más o menos siguiendo el ritmo de emisión estadounidense, pero no es necesario. Al menos, yo he visto que noy voy a poder hacerlo. Seguirá habiendo algunas series que tengan prioridad sobre los demás (como "Cómo conocí a vuestra madre", la parrilla del jueves de Fox, "The good wife", "House" y alguna que otra que ahora no me viene a la cabeza), y las demás tendrán que esperar.
¿Queréis saber qué series nuevas van a pasar por aquí próximamente? No es que sea demasiado crucial, pero a efectos organizativos no está mal enumerarlas, aunque sólo sea para darse cuenta después de que es completamente irreal pretender llevarlas todas al día: "The event", "Lone Star", "Hawaii Five-O", "Running Wilde", "No ordinary family", "Terriers", "Undercovers", "Nikita", "Law & order: LA", "Blue bloods", "Boardwalk Empire" y "The walking dead", por ahora, porque no será raro que, dependiendo de lo que lea por ahí, le dé alguna oportunidad a otras. Resultado, muerte por sobredosis televisiva.
De todos modos, antes de que esto se nos vaya de las manos, sólo quería traer por aquí dos entradas muy interesantes. Una es de Kurt Sutter, creador de "Sons of Anarchy", que reflexiona sobre las malas críticas y dice que una serie tiene que juzgarse por lo que ofrece, y no por comparación con otras (apunta que el estándar para "True Blood" no es el mismo que para "Mad Men", y no le impide disfrutar de las dos). La otra es de Alan Sepinwall y hace referencia a las publicaciones de los packs en DVD muy poco antes del estreno de las nuevas temporadas. Es bastante curioso.
Música de la semana: La temporada está ya a punto de entrar en su comienzo de verdad, y no sólo oficial, así que esto va a ser poco original. Como cantan The Hives, "Here we go again".
Hay varios sitios donde podemos ver los días en los que se van estrenando las series (por ejemplo, con el ya clásico calendario de The TV Addict o la versión de ¡Vaya Tele!), y no es de extrañar que los críticos estadounidenses estén pidiendo cantidades ingentes de cafeína para poder verse casi todo lo nuevo y, al mismo tiempo, seguir con las series y los programas habituales en su calendario. Hay muchos blogueros que están empezando a sufrir también esa ansiedad al ver lo repletos que están los días para poder ir más o menos siguiendo el ritmo de emisión estadounidense, pero no es necesario. Al menos, yo he visto que noy voy a poder hacerlo. Seguirá habiendo algunas series que tengan prioridad sobre los demás (como "Cómo conocí a vuestra madre", la parrilla del jueves de Fox, "The good wife", "House" y alguna que otra que ahora no me viene a la cabeza), y las demás tendrán que esperar.
¿Queréis saber qué series nuevas van a pasar por aquí próximamente? No es que sea demasiado crucial, pero a efectos organizativos no está mal enumerarlas, aunque sólo sea para darse cuenta después de que es completamente irreal pretender llevarlas todas al día: "The event", "Lone Star", "Hawaii Five-O", "Running Wilde", "No ordinary family", "Terriers", "Undercovers", "Nikita", "Law & order: LA", "Blue bloods", "Boardwalk Empire" y "The walking dead", por ahora, porque no será raro que, dependiendo de lo que lea por ahí, le dé alguna oportunidad a otras. Resultado, muerte por sobredosis televisiva.
De todos modos, antes de que esto se nos vaya de las manos, sólo quería traer por aquí dos entradas muy interesantes. Una es de Kurt Sutter, creador de "Sons of Anarchy", que reflexiona sobre las malas críticas y dice que una serie tiene que juzgarse por lo que ofrece, y no por comparación con otras (apunta que el estándar para "True Blood" no es el mismo que para "Mad Men", y no le impide disfrutar de las dos). La otra es de Alan Sepinwall y hace referencia a las publicaciones de los packs en DVD muy poco antes del estreno de las nuevas temporadas. Es bastante curioso.
Música de la semana: La temporada está ya a punto de entrar en su comienzo de verdad, y no sólo oficial, así que esto va a ser poco original. Como cantan The Hives, "Here we go again".
11 septiembre 2010
Acentos, artefactos y chistes perdidos
1.- Hay muchos actores no estadounidenses trabajando en Hollywood, y casi todos se han hecho conocidos interpretando personajes estadounidenses y, por tanto, escondiendo sus acentos natales para hacerlo. Sólo en algunos casos, porque Sofía Vergara no necesita disimularlo (igual que Craig Ferguson), pero en otros, sobre todo cuando se trata de actores angloparlantes británicos o australianos, puede ser realmente curioso. Como estamos todos intrigados con lo que puede traer la tercera temporada de "Fringe", vamos viendo (con cuidado para no comernos spoilers) las entrevistas que los actores han dado para avanzar algunas cosillas, y en ellas es donde se puede escuchar el acento australiano real de Anna Torv, mucho más marcado que el de John Noble (que no tiene que esconderlo). Aussies hay unos cuantos "disfrazados"en la tele de USAmerica, como Rose Byrne, o Jesse Spencer, que sin embargo puede mantener su acento, y no como le ocurre a Hugh Laurie. El otro día vi unas entrevistas a los actores de "The walking dead" en las que quedaba clarísimo el origen británico de su protagonista, Andrew Lincoln, del mismo modo que, en los últimos Emmys, muchos descubrieron que Archie Panjabi es londinense. La lista sigue y sigue, y ya no entramos en los que no logran disimular su acento y queda una cosa extraña, como Jeremy Northam en "Miami Medical". Otra británica que lo disimula en "White Collar" (y en otras series) es Marsha Thomason. Y algo parecido hace Gabrielle Anwar en "Burn notice".
2.- Me suena que, cuando empezó la segunda temporada de "Warehouse 13", comentamos que apuntaba a seguir siendo un entretenimiento divertido, y a sufrir el riesgo de que Artie robara la serie limpiamente. Sin embargo, lo que han logrado es un mejor equilibrio entre los cuatro personajes (Artie, Pete, Myke y Claudia), hasta el punto de que me sorprendió un poco encontrarme este artículo en TV Guide que justo recalca esa mejor conjunción de todas las piezas y destaca la fácil y natural química que tienen en pantalla Eddie McClintock y Joanne Kelly (la compara con la de Booth y Brennan en "Bones", sin el lado romántico, y la verdad es que los dos actores también tienen una dinámica divertida en las entrevistas). No importa demasiado que anden sacando la máquina del tiempo de H.G. Wells o la cadena del potro de Tomás de Torquemada, porque lo divertido es verlos lanzando referencias pop a diestro siniestro, metiendo la pata y pasándolo bien. Hasta se permiten hacer una especie de homenaje a "Mad Men" en el capítulo de la semana pasada, y suelen tener invitados especiales realmente curiosos (David Anders y Lindsay Wagner han sido los últimos).
3.- Rodar una película al año, como hace Woody Allen, te da un ritmo de creación muy prolífico y, lógicamente, una mayor probabilidad de que te salgan títulos que a lo mejor deberías haber aparcado. Con él sabes siempre a lo que vas, porque, con alguna variación, siempre acaba contando lo mismo, y también se da la circunstancia de que, por muy buenas que sean sus películas después de "Misterioso asesinato en Manhattan", "Poderosa Afrodita" y "Balas sobre Broadway" (y "Desmontando a Harry"), la crítica las suele calificar todas, casi con la única excepción de "Match point", como menores. Yo me reí mucho con "La maldición del escorpión del jade" y "Todos dicen 'I love you'", descartadas en un principio así, y "Scoop" y "Si la cosa funciona" me parecieron bastante divertidas. No obstante, "Conocerás al hombre de tus sueños" sí se ve como algo menor o, mejor dicho, desaprovechado. La disección de las relaciones de pareja sigue siendo tan descreída como de costumbre (a veces, es directamente trágica si se piensa bien), pero se supone que es una comedia y, en realidad, sólo hay un chiste realmente gracioso en toda la película. Y eso que tiene situaciones que habrían dado para un monólogo entero, pero Allen nunca llega a entrar del todo en ellas. El reparto está muy bien, como siempre, y hasta hay un par de caras conocidas por la televisión en él, aunque en papeles pequeños. Una es Anna Friel ("Pushing daisies") y el otro es Philip Glennister, que no, no interpreta un trasunto de Gene Hunt.
2.- Me suena que, cuando empezó la segunda temporada de "Warehouse 13", comentamos que apuntaba a seguir siendo un entretenimiento divertido, y a sufrir el riesgo de que Artie robara la serie limpiamente. Sin embargo, lo que han logrado es un mejor equilibrio entre los cuatro personajes (Artie, Pete, Myke y Claudia), hasta el punto de que me sorprendió un poco encontrarme este artículo en TV Guide que justo recalca esa mejor conjunción de todas las piezas y destaca la fácil y natural química que tienen en pantalla Eddie McClintock y Joanne Kelly (la compara con la de Booth y Brennan en "Bones", sin el lado romántico, y la verdad es que los dos actores también tienen una dinámica divertida en las entrevistas). No importa demasiado que anden sacando la máquina del tiempo de H.G. Wells o la cadena del potro de Tomás de Torquemada, porque lo divertido es verlos lanzando referencias pop a diestro siniestro, metiendo la pata y pasándolo bien. Hasta se permiten hacer una especie de homenaje a "Mad Men" en el capítulo de la semana pasada, y suelen tener invitados especiales realmente curiosos (David Anders y Lindsay Wagner han sido los últimos).
3.- Rodar una película al año, como hace Woody Allen, te da un ritmo de creación muy prolífico y, lógicamente, una mayor probabilidad de que te salgan títulos que a lo mejor deberías haber aparcado. Con él sabes siempre a lo que vas, porque, con alguna variación, siempre acaba contando lo mismo, y también se da la circunstancia de que, por muy buenas que sean sus películas después de "Misterioso asesinato en Manhattan", "Poderosa Afrodita" y "Balas sobre Broadway" (y "Desmontando a Harry"), la crítica las suele calificar todas, casi con la única excepción de "Match point", como menores. Yo me reí mucho con "La maldición del escorpión del jade" y "Todos dicen 'I love you'", descartadas en un principio así, y "Scoop" y "Si la cosa funciona" me parecieron bastante divertidas. No obstante, "Conocerás al hombre de tus sueños" sí se ve como algo menor o, mejor dicho, desaprovechado. La disección de las relaciones de pareja sigue siendo tan descreída como de costumbre (a veces, es directamente trágica si se piensa bien), pero se supone que es una comedia y, en realidad, sólo hay un chiste realmente gracioso en toda la película. Y eso que tiene situaciones que habrían dado para un monólogo entero, pero Allen nunca llega a entrar del todo en ellas. El reparto está muy bien, como siempre, y hasta hay un par de caras conocidas por la televisión en él, aunque en papeles pequeños. Una es Anna Friel ("Pushing daisies") y el otro es Philip Glennister, que no, no interpreta un trasunto de Gene Hunt.
10 septiembre 2010
La tenacidad del perdedor
Perros de raza terrier hay unos cuantos, pero la gran mayoría de ellos se distingue por ser de pequeño tamaño, muy tenaces (cabezotas, diríamos también) y, si se lo proponen, muy molestos. De algún modo hay que compensar ser pequeño, ¿y qué mejor que ladrando hasta dejarnos sordos? Algo así son Hank y Britt, los protagonistas de "Terriers". Son dos amigos a los que se podría calificar como "perdedores" que trabajan como detectives privados sin licencia, solucionando asuntos de poca monta; tan de poca monta, que Verónica Mars es Eliot Ness a su lado. Pero estos tipos a los que nadie hace caso son tenaces, leales con sus amigos y, cuando se lo proponen, tienen unos principios sobre lo que es justo y lo que no que cumplen aunque tengan que hacer trampas, y por eso se pueden convertir en un verdadero engorro para los ricos y poderosos, para los dogos de estos terriers.
Las historias de los detectives del noir clásico estadounidense, que se movían por las localidades costeras de California, son unas de las referencias clásicas de la serie (Ted Griffin y Shawn Ryan, co-productores ejecutivos, reconocían la influencia de "Harper, investigador privado" y también de "Magnum"). Ellos no pasaban de ganar lo suficiente para pagar el alquiler, y su estilo de vida les impedía formar una familia y llevar una vida "normal", y siempre acababan enredados en los asuntos de los ricos, que recurrían a ellos para arreglar líos por canales extraoficiales porque, en el fondo, no les daban mayor importancia. En ese mundo se mueven el ex policía y ex alcohólico Hank y Britt, aunque ellos se tienen uno a otro.
Es curioso que el piloto, en lugar de ponerse a contar cómo se conocieron, nos mete de lleno en uno de sus "casos". Ellos ya son amigos y ya tienen una rutina establecida, y ya nos enteraremos sobre la marcha de cómo sus caminos terminaron cruzándose. El piloto sirve para establecer esos personajes y la buena dinámica y complicidad entre ellos (Donal Logue y Michael Raymond-James se hicieron amigos al coincidir en un episodio de la segunda temporada de "Life"), y se mueve como si fuera una cosa ligera, una brisa marina. En algunos sitios han dicho que tiene cierto aire a los procedimentales de USA, y puede ser, pero es muy ligero. Sí tiene pequeños toques de humor aquí y allá, en los que se nota que Ted Griffin fue guionista del remake de "Ocean's eleven" (y de varias comedias románticas y, curiosamente, de "The key to Reserva", aquel estupendo corto de Martin Scorsese que anunciaba Freixenet homenajeando a Hitchcock), pero "Terriers" no es una comedia. Al menos, lo es en la medida en la que muchas historias noir tenían un particular sentido del humor.
De todos modos, veremos cómo continúa toda la historia. La trama del rico constructor va a seguir dando coletazos en lo que queda de temporada, mientras Hank y Britt intentan salir adelante resolviendo casos en los que fotografiar a un marido con su amante tal vez sea lo más importante que hagan. Su línea de trabajo no es tan diferente de la de Jonathan Ames en "Bored to death", con la diferencia de que ellos son menos bohemios e indies y su vida es un poco más perra.
Las historias de los detectives del noir clásico estadounidense, que se movían por las localidades costeras de California, son unas de las referencias clásicas de la serie (Ted Griffin y Shawn Ryan, co-productores ejecutivos, reconocían la influencia de "Harper, investigador privado" y también de "Magnum"). Ellos no pasaban de ganar lo suficiente para pagar el alquiler, y su estilo de vida les impedía formar una familia y llevar una vida "normal", y siempre acababan enredados en los asuntos de los ricos, que recurrían a ellos para arreglar líos por canales extraoficiales porque, en el fondo, no les daban mayor importancia. En ese mundo se mueven el ex policía y ex alcohólico Hank y Britt, aunque ellos se tienen uno a otro.
Es curioso que el piloto, en lugar de ponerse a contar cómo se conocieron, nos mete de lleno en uno de sus "casos". Ellos ya son amigos y ya tienen una rutina establecida, y ya nos enteraremos sobre la marcha de cómo sus caminos terminaron cruzándose. El piloto sirve para establecer esos personajes y la buena dinámica y complicidad entre ellos (Donal Logue y Michael Raymond-James se hicieron amigos al coincidir en un episodio de la segunda temporada de "Life"), y se mueve como si fuera una cosa ligera, una brisa marina. En algunos sitios han dicho que tiene cierto aire a los procedimentales de USA, y puede ser, pero es muy ligero. Sí tiene pequeños toques de humor aquí y allá, en los que se nota que Ted Griffin fue guionista del remake de "Ocean's eleven" (y de varias comedias románticas y, curiosamente, de "The key to Reserva", aquel estupendo corto de Martin Scorsese que anunciaba Freixenet homenajeando a Hitchcock), pero "Terriers" no es una comedia. Al menos, lo es en la medida en la que muchas historias noir tenían un particular sentido del humor.
De todos modos, veremos cómo continúa toda la historia. La trama del rico constructor va a seguir dando coletazos en lo que queda de temporada, mientras Hank y Britt intentan salir adelante resolviendo casos en los que fotografiar a un marido con su amante tal vez sea lo más importante que hagan. Su línea de trabajo no es tan diferente de la de Jonathan Ames en "Bored to death", con la diferencia de que ellos son menos bohemios e indies y su vida es un poco más perra.
09 septiembre 2010
Un CSI galáctico
Cuando acaba una serie que ha tenido unos seguidores muy fieles e intensos, no es raro que entre ellos comenten noticias sobre la marcha de tal actor a tal serie o el nuevo proyecto de su creador, o el fichaje de sus guionistas por otra serie. Confieso que, como fan de "Galáctica", me atreví a seguir con la tercera temporada de "Héroes" porque habían fichado a Mark Verheiden, uno de sus productores ejecutivos en la última temporada. Esto sólo aplazó la muerte de esa serie para mí, pero no es tema que vayamos a tratar ahora. Los otros dos guionistas de la serie de Syfy que encontraron enseguida trabajo fueron Bradley Thompson y David Weddle, dos veteranos que se habían fogueado en las sagas televisivas de "Star Trek" como su jefe, Ron Moore, y como uno de los productores ejecutivos de "CSI", Naren Shankar, que se los llevó para esa serie.
Entraron a mitad de la novena temporada y de lo primero que escribieron fue "A space oddity", uno de esos episodios ligeramente humorísticos que "CSI" hace de vez en cuando, y que seguía también cierta tendencia de la serie, en las dos o tres temporadas anteriores, de conceder un poco más de protagonismo a los técnicos de laboratorio y, en concreto, a uno de los más peculiares, Hodges. A través de su amor por "Astro Quest", una vieja serie de ciencia ficción que aquí funciona como trasunto de "Star Trek", y de su cuelgue por Wendy, otra de las técnicos, y por obra y gracia de un asesinato en una convención de ciencia ficción, Thompson y Weddle montan un simpático homenaje-parodia a las situaciones clásicas de las space operas y, muy especialmente, a las aventuras de la "Star Trek" original.
Y, de rebote, también hacen clarísimas referencias a "Galáctica", pues el asesinado es un guionista que ha hecho un remake de "Astro Quest" y va a presentarlo a una convención repleta de fans cabreados; exactamente lo mismo que le pasó a Ron Moore cuando fue a presentar la miniserie de "Galáctica" ante los fans de la original (aunque él no sufrió ningún intento de asesinato. Moore hasta tiene un cameo en el capítulo, junto con Grace Park). El piloto de la nueva "Astro Quest" también está rodado en cámara en mano y con una música muy parecida a los tambores de "Galáctica" y, para rizar más el rizo, el director del capítulo era Michael Nankin, que solía dirigir los guiones de Thompson y Weddle para la serie. Curiosamente, ellos solían encargarse de escribir los capítulos más centrados en Starbuck y, cosas de la vida, en esta 11ª temporada de "CSI" van a incorporar a Katee Sackhoff como una detective que, en teoría, tendría que haber interpretado hace tres temporadas (alguien en la CBS decidió sustituir a Sackhoff por Lauren Lee Smith, que duró menos que un caramelo a la puerta de un colegio).
Por circunstancias diversas (casi todas achacables a que era la única serie que seguía por televisión), y a pesar de que me entretenía mucho, "CSI" y yo seguimos caminos separados a mitad de la octava temporada. No he vuelto a tener especial interés en verla, pero sí es cierto que, de vez en cuando, echo de menos la capacidad de no tomarse en serio que tenían. Y a Grissom, pero me parece que eso ya no tiene arreglo.
Entraron a mitad de la novena temporada y de lo primero que escribieron fue "A space oddity", uno de esos episodios ligeramente humorísticos que "CSI" hace de vez en cuando, y que seguía también cierta tendencia de la serie, en las dos o tres temporadas anteriores, de conceder un poco más de protagonismo a los técnicos de laboratorio y, en concreto, a uno de los más peculiares, Hodges. A través de su amor por "Astro Quest", una vieja serie de ciencia ficción que aquí funciona como trasunto de "Star Trek", y de su cuelgue por Wendy, otra de las técnicos, y por obra y gracia de un asesinato en una convención de ciencia ficción, Thompson y Weddle montan un simpático homenaje-parodia a las situaciones clásicas de las space operas y, muy especialmente, a las aventuras de la "Star Trek" original.
Y, de rebote, también hacen clarísimas referencias a "Galáctica", pues el asesinado es un guionista que ha hecho un remake de "Astro Quest" y va a presentarlo a una convención repleta de fans cabreados; exactamente lo mismo que le pasó a Ron Moore cuando fue a presentar la miniserie de "Galáctica" ante los fans de la original (aunque él no sufrió ningún intento de asesinato. Moore hasta tiene un cameo en el capítulo, junto con Grace Park). El piloto de la nueva "Astro Quest" también está rodado en cámara en mano y con una música muy parecida a los tambores de "Galáctica" y, para rizar más el rizo, el director del capítulo era Michael Nankin, que solía dirigir los guiones de Thompson y Weddle para la serie. Curiosamente, ellos solían encargarse de escribir los capítulos más centrados en Starbuck y, cosas de la vida, en esta 11ª temporada de "CSI" van a incorporar a Katee Sackhoff como una detective que, en teoría, tendría que haber interpretado hace tres temporadas (alguien en la CBS decidió sustituir a Sackhoff por Lauren Lee Smith, que duró menos que un caramelo a la puerta de un colegio).
Por circunstancias diversas (casi todas achacables a que era la única serie que seguía por televisión), y a pesar de que me entretenía mucho, "CSI" y yo seguimos caminos separados a mitad de la octava temporada. No he vuelto a tener especial interés en verla, pero sí es cierto que, de vez en cuando, echo de menos la capacidad de no tomarse en serio que tenían. Y a Grissom, pero me parece que eso ya no tiene arreglo.
08 septiembre 2010
Casi famosos (XXX)
La temporada televisiva en Estados Unidos se ha dado ya por comenzada oficialmente, y con ella llega una nueva edición de estos "pillacaras".
A veces, hay series canceladas prematuramente, pero recordadas con mucho afecto por los fans, que son verdaderas minas en cuanto a actores a punto de hacerse famoso. Ejemplo, "The class", una comedia de la CBS que seguía a varios ex compañeros del instituto que se reencuentran muchos años después. Apenas pudo completar su primera temporada, pero las fotos de su reparto nos permiten ver a varios jovenzuelos que han logrado ahora el éxito que se les escapó entonces. Tomemos a los cuatro jóvenes de la fila delantera. La primera a la izquierda es Lizzy Caplan, que la temporada pasada estuvo en "Party down" y que tiene lista para el estreno "127 hours", la nueva película de Danny Boyle. A su lado tenemos a Jason Ritter, uno de los protagonistas de "The event", que los seguidores de "Parenthood" vieron en un par de capítulos ligándose a Lauren Graham. Luego encontramos a Jesse Taylor Ferguson, flamante nominado este al Emmy a mejor secundario de comedia por "Modern family" y, finalmente, está Lucy Punch, que en "Conocerás al hombre de tus sueños" hace un papel similar al de Mira Sorvino en "Poderosa Afrodita".
Siempre hay actores secundarios a los que vemos en un montón de sitios sin que logremos nunca quedarnos con su nombre, y Saul Rubinek es uno de ellos (nació, por cierto, en un campo de refugiados judíos en Alemanía, en 1948). Tiene una carrera cinematográfica realmente larga, con participaciones en "Wall Street", "Sin perdón", "Nixon" o "True romance", entre otras, y también ha hecho mucha televisión. Ahora se le puede ver en "Warehouse 13", pero más de una década antes ya vse había enfundado los trajes y el maquillaje necesarios para hacer un episódico en "Star Trek: La nueva generación". Además, fue en "Frasier" el prometido de Daphne durante muchos capítulos.
Por supuesto, Rubinek no está solo en "Warehouse 13", porque una de sus compañeras de reparto es Joanne Kelly, actriz canadiense que, efectivamente, pasó por otra serie de muy corta vida, "Vanished", en la que interpretaba a la esposa del senador que desaparece en el primer capítulo. Había más gente por allí, como Gale Harold (sustituido luego por Eddie Cibrian), Ming-Na o Rebecca Gayheart (además de Christopher Egan, protagonista de "Kings", ahí al fondo de la foto), y curiosamente, si la huelga de guionistas no se hubiera interpuesto, Fox pretendía resolver el misterio de la cancelada "Vanished" en la tercera temporada de "Bones", por la que pasó brevemente Eddie McClintock, el compañero de Kelly de "Warehouse 13".
"La pandilla plumilla" (o "Press gang") es la serie en la que Steven Moffat trabajó antes de crear "Coupling" y también fue uno de los primeros trabajos de Gabrielle Anwar antes de hacerse famosa. Y eso le pasó sólo un par de años más tarde, y por culpa de un tango de poco más de dos minutos que bailó con Al Pacino en "Esencia de mujer". La verdad es que luego no tuvo mucha suerte, dejándose caer por cosas como "Turbulence 3" para pagar las facturas, hasta que le cayó en suerte Fiona en "Burn notice", y ahora los fans casi deseamos más verla en acción junto a Bruce Campbell que junto al protagonista de la serie.
Y finalmente, aprovechando que ya se ha estrenado la tercera temporada de "Sons of Anarchy", aquí os dejo a Ron Perlman en el papel por el que yo siempre lo recuerdo; el jorobado (y un poco hereje) Salvatore de "El nombre de la rosa". El pobre Perlman ya sufrió horas de maquillaje aquí y en "En busca del fuego", antes de ser "Hellboy".
A veces, hay series canceladas prematuramente, pero recordadas con mucho afecto por los fans, que son verdaderas minas en cuanto a actores a punto de hacerse famoso. Ejemplo, "The class", una comedia de la CBS que seguía a varios ex compañeros del instituto que se reencuentran muchos años después. Apenas pudo completar su primera temporada, pero las fotos de su reparto nos permiten ver a varios jovenzuelos que han logrado ahora el éxito que se les escapó entonces. Tomemos a los cuatro jóvenes de la fila delantera. La primera a la izquierda es Lizzy Caplan, que la temporada pasada estuvo en "Party down" y que tiene lista para el estreno "127 hours", la nueva película de Danny Boyle. A su lado tenemos a Jason Ritter, uno de los protagonistas de "The event", que los seguidores de "Parenthood" vieron en un par de capítulos ligándose a Lauren Graham. Luego encontramos a Jesse Taylor Ferguson, flamante nominado este al Emmy a mejor secundario de comedia por "Modern family" y, finalmente, está Lucy Punch, que en "Conocerás al hombre de tus sueños" hace un papel similar al de Mira Sorvino en "Poderosa Afrodita".
Siempre hay actores secundarios a los que vemos en un montón de sitios sin que logremos nunca quedarnos con su nombre, y Saul Rubinek es uno de ellos (nació, por cierto, en un campo de refugiados judíos en Alemanía, en 1948). Tiene una carrera cinematográfica realmente larga, con participaciones en "Wall Street", "Sin perdón", "Nixon" o "True romance", entre otras, y también ha hecho mucha televisión. Ahora se le puede ver en "Warehouse 13", pero más de una década antes ya vse había enfundado los trajes y el maquillaje necesarios para hacer un episódico en "Star Trek: La nueva generación". Además, fue en "Frasier" el prometido de Daphne durante muchos capítulos.
Por supuesto, Rubinek no está solo en "Warehouse 13", porque una de sus compañeras de reparto es Joanne Kelly, actriz canadiense que, efectivamente, pasó por otra serie de muy corta vida, "Vanished", en la que interpretaba a la esposa del senador que desaparece en el primer capítulo. Había más gente por allí, como Gale Harold (sustituido luego por Eddie Cibrian), Ming-Na o Rebecca Gayheart (además de Christopher Egan, protagonista de "Kings", ahí al fondo de la foto), y curiosamente, si la huelga de guionistas no se hubiera interpuesto, Fox pretendía resolver el misterio de la cancelada "Vanished" en la tercera temporada de "Bones", por la que pasó brevemente Eddie McClintock, el compañero de Kelly de "Warehouse 13".
"La pandilla plumilla" (o "Press gang") es la serie en la que Steven Moffat trabajó antes de crear "Coupling" y también fue uno de los primeros trabajos de Gabrielle Anwar antes de hacerse famosa. Y eso le pasó sólo un par de años más tarde, y por culpa de un tango de poco más de dos minutos que bailó con Al Pacino en "Esencia de mujer". La verdad es que luego no tuvo mucha suerte, dejándose caer por cosas como "Turbulence 3" para pagar las facturas, hasta que le cayó en suerte Fiona en "Burn notice", y ahora los fans casi deseamos más verla en acción junto a Bruce Campbell que junto al protagonista de la serie.
Y finalmente, aprovechando que ya se ha estrenado la tercera temporada de "Sons of Anarchy", aquí os dejo a Ron Perlman en el papel por el que yo siempre lo recuerdo; el jorobado (y un poco hereje) Salvatore de "El nombre de la rosa". El pobre Perlman ya sufrió horas de maquillaje aquí y en "En busca del fuego", antes de ser "Hellboy".
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