La cancelación de "Pushing daisies" nos deja huérfanos de algo realmente original en la televisión, una apuesta por una forma distinta de contar las cosas ya desde su colorida puesta en escena y sus diálogos como ametralladoras. Los tres últimos episodios de la serie, que se han visto antes en el Reino Unido y Alemania que en EE.UU., ofrecen lo que parecía insospechado cuando la ABC envió la serie a un hiato navideño que terminó siendo permanente: una cierta sensación de cierre. Con epílogo realmente bonito y una frase final estupenda ("estos eventos no son, no fueron y no deberían ser considerados un final porque en los finales, como todos sabemos, es donde empezamos"), le decimos adiós a Ned, Chuck y ese grupo de peculiares personajes, cada uno con sus secretos y sus problemas a cuestas, intentando encontrar un lugar en el mundo donde encajen.
Ya comentamos con anterioridad que, justo cuando se supo que la ABC cancelaba la serie, ésta sacó todo lo que podía dar de sí, aireando los secretos de todos los personajes y mostrando cómo lidiaban con ellos. Esas tramas rompían el aire de cuento feliz que tenía la serie al principio, mostrando mucha más tristeza y melancolía, y ofreciendo al mismo tiempo una nueva oportunidad, una nueva vida, como la que Ned le ofrece a Chuck. Siendo ellos dos el centro del show, su relación ha sido la más puesta a prueba, pero al final ha habido ocasión de que los secundarios se lucieran. Es una lástima que no volvamos a ver juntos a Olive y Emerson, que formaban un dúo de investigadores realmente divertido (ya digo que sólo meter en el mismo cuadro a Kristin Chenoweth y Chi McBride da para un montón de chistes), y también que perdamos a las tías de Chuck, Vivian y Lilly, los dos personajes más tristes de toda la serie (y Lilly y su amazing acting eye tenía una competición con Emerson por ver quién era el más sarcástico).
Todos tienen su cierre al final, su momento de brillar, de reivindicar por qué "Pushing daisies" se merecía mejor suerte que la que ha tenido. Y sí, ya sé que a muchos os desencantó, nunca os gustó, os parecía que con una película de dos horas había suficiente. Dos horas no pueden, ni por asomo, contener el awesomness (perdón por el anglicismo) de Emerson Cod, sus camisas indescriptibles y su dúo con Olive. Oh, hell no.
Música de la semana: Hoy no tengo ninguna elección seriéfila especial (aunque casi me da algo cuando he visto un anuncio de Orange con la música de "El valle secreto"), así que será una que escuché el otro día de hilo musical en un centro comercial, "Town called malice", de The Jam, con la que Billy Elliot daba rienda suelta a sus ansias de bailar por todo su barrio.
31 mayo 2009
29 mayo 2009
El regreso de Sierra
El capitán Sierra de la Guardia Civil (y su intérprete, Miguel Ángel Solá) es un filón que no se podía desaprovechar. Intentaron darle una serie propia después de "Desaparecida", pero el primer capítulo doble que se emitió de "Unidad Central Operativa" (o "UCO", o como vayan a llamarla ahora) no terminaba de funcionar bien. Sierra estaba muy solo (la sargento Andrún, que ha hecho la transición desde "Desaparecida" con él, se pasó todo ese episodio doble encerrada en un banco con unos atracadores), y el resto de guardias no encajaban. Este relanzamiento, por contra, apunta a algo interesante y entretenido. Nuestro reencuentro con Sierra se produce por su traslado a un grupo de la UCO a cuyo mando va a estar, pero que, en un principio, no lo recibe del todo bien. Sierra impone a Andrún en el grupo y, como ya hemos visto otras veces, no tiene reparos en saltarse la cadena de mando y las normas por solucionar el caso y por ayudar a las víctimas. Y eso, de buenas a primeras, descoloca a sus compañeros, que empiezan a apodarlo "el gurú" y a hacer apuestas sobre si él y Andrún tienen un lío o no.
Esa faceta de la serie me recordó a veces a los primeros capítulos de "The Closer" (sobre todo en cómo se presentan los interrogatorios), con Sierra sin hacer concesiones a las convenciones habituales cuando se llega a un sitio nuevo, y metiéndose de lleno en el trabajo como forma de conocer al grupo, y de que lo conozcan a él ("mañana es hoy", repite muy a menudo). Lógicamente, por ahora, el resto de guardias todavía están muy estereotipados, pero es posible que aporten más a la serie sin robarle protagonismo a Sierra, que es el que tiene que lidiar con el jefe (un Sancho Gracia muy en su papel), con la comandante con la comparte despacho, y un pasado común (una recuperada Ana Torrent), y con su hija adolescente en casa, que sigue siendo de lo que menos me convence. De rebote, a todo esto, también descubrimos que el padre de Andrún era guardia civil y que da la sensación de que no está en los mejores términos con él.
Por lo demás, ellos siguen en la misma línea que mostraban en "Desaparecida", con una dinámica laboral de confianza y cierta amistad que funciona muy bien, y sólo falta ver cómo se integran con el resto de guardias. Por lo que le escuché a Solá en una entrevista, los capítulos serán autoconclusivos, pero habrá subtramas que se desarrollen a lo largo de más episodios y algunas que salten al primer plano de repente. "UCO" tiene un poco más de ritmo que su predecesora y aboga por mostrar el trabajo policial con profesionalismo y sin ser espectacular. El principal obstáculo que deberá superar es el que conlleva heredar el horario de "'Águila roja", que ha batido récords los jueves por la noche en La 1. "UCO" no es una serie para toda la familia como la anterior, sino que tiene un nicho más reducido, así que habrá qué ver si lo encuentra y aguanta el tipo frente a "Supervivientes" y "Los hombres de Paco".
Esa faceta de la serie me recordó a veces a los primeros capítulos de "The Closer" (sobre todo en cómo se presentan los interrogatorios), con Sierra sin hacer concesiones a las convenciones habituales cuando se llega a un sitio nuevo, y metiéndose de lleno en el trabajo como forma de conocer al grupo, y de que lo conozcan a él ("mañana es hoy", repite muy a menudo). Lógicamente, por ahora, el resto de guardias todavía están muy estereotipados, pero es posible que aporten más a la serie sin robarle protagonismo a Sierra, que es el que tiene que lidiar con el jefe (un Sancho Gracia muy en su papel), con la comandante con la comparte despacho, y un pasado común (una recuperada Ana Torrent), y con su hija adolescente en casa, que sigue siendo de lo que menos me convence. De rebote, a todo esto, también descubrimos que el padre de Andrún era guardia civil y que da la sensación de que no está en los mejores términos con él.
Por lo demás, ellos siguen en la misma línea que mostraban en "Desaparecida", con una dinámica laboral de confianza y cierta amistad que funciona muy bien, y sólo falta ver cómo se integran con el resto de guardias. Por lo que le escuché a Solá en una entrevista, los capítulos serán autoconclusivos, pero habrá subtramas que se desarrollen a lo largo de más episodios y algunas que salten al primer plano de repente. "UCO" tiene un poco más de ritmo que su predecesora y aboga por mostrar el trabajo policial con profesionalismo y sin ser espectacular. El principal obstáculo que deberá superar es el que conlleva heredar el horario de "'Águila roja", que ha batido récords los jueves por la noche en La 1. "UCO" no es una serie para toda la familia como la anterior, sino que tiene un nicho más reducido, así que habrá qué ver si lo encuentra y aguanta el tipo frente a "Supervivientes" y "Los hombres de Paco".
28 mayo 2009
Casi famosos (XIX)
A veces, los avistamientos "casifamoseriles" (si semejante palabro existe) ocurren donde menos te lo esperas. Si te dedicas a volver a ver series con algunos añitos, es más fácil encontrarlos, claro. No todos son tan impactantes como los de ver a algún actor con fama de serio en los trajes de "Xena, la princesa guerrera", pero todo el mundo tiene que empezar en algún sitio.
Y para empezar, tenemos uno múltiple directamente desde "Kitchen confidential", una serie que Fox canceló al cabo de sólo 4 episodios en 2005 (aunque llegaron a grabarse 13) y que adaptaba el libro homónimo de Anthony Bourdain sobre sus peripecias como chef en restaurantes de moda. El alter-ego del cocinero estaba interpretado por Bradley Cooper (en el centro) que ahora mismo protagoniza la que parece que va a ser la comedia del verano en Estados Unidos, "The hangover", y los cuatro mozalbetes que aparecen a su alrededor son, de izquierda a derecha, Nicholas Brendon post-Buffy, Owain Yeoman antes de "El mentalista", John Francis Daley y John Cho justo después de la primera cinta de Harold y Kumar, pero mucho antes de ser Sulu en "Star Trek". Kumar, por cierto, es Kal Penn.
La carrera anterior a "Medium" de Patricia Arquette puede ser mucho más ecléctica, pero Jake Weber tampoco se queda atrás. Con ese bigote y esa camisa horrenda sólo podía ser uno de los controladores aéreos de "Fuera de control", una película con John Cusack, Billy Bob Thornton, Angelina Jolie y Cate Blanchett que perdía el norte muy rápido después de un principio prometedor.
Pero si citamos al señor DuBois, no podemos dejar fuera a la protagonista de la serie, Patricia Arquette, que debutó en el cine del mismo modo que otros muchos actores jóvenes: en una película de terror. En concreto, con 19 años, sufría la persecución de Freddie Krueger en "Pesadilla en Elm Street 3". Viendo esa foto, he de decir que sus hijas en "Medium" están muy bien escogidas físicamente.
Durante la primera temporada de "Perdidos", se convirtió en un lugar común que todos los medios resaltaran que aquél era el primer papel con diálogo de Evangeline Lilly, cuya experiencia previa era como extra en series y películas que se rodaban en la zona de Vancouver, trabajos que le servían para pagarse la universidad. Lo mejor del caso es que en muchas de esas películas hacía de cadáver, como en "El weekend".
Y finalizamos con el toque de distinción que siempre aporta "El ala oeste de la Casa Blanca", que sirvió para lanzar a Mary McCormack, protagonista absoluta ahora de "In plain sight". En la serie de Sorkin interpretaba a la comandante Kate Harper, asesora de seguridad nacional del presidente Bartlett.
P.D.: Como John Francis Daley ha salido mencionado, y después de darle vueltas al final de "Bones" por culpa de esta entrada, resulta que el actor tiene un grupo llamado Dayplayer, que tocó "Neverending summer" en ese episodio de la serie bajo el gran nombre de Gormogón.
Y para empezar, tenemos uno múltiple directamente desde "Kitchen confidential", una serie que Fox canceló al cabo de sólo 4 episodios en 2005 (aunque llegaron a grabarse 13) y que adaptaba el libro homónimo de Anthony Bourdain sobre sus peripecias como chef en restaurantes de moda. El alter-ego del cocinero estaba interpretado por Bradley Cooper (en el centro) que ahora mismo protagoniza la que parece que va a ser la comedia del verano en Estados Unidos, "The hangover", y los cuatro mozalbetes que aparecen a su alrededor son, de izquierda a derecha, Nicholas Brendon post-Buffy, Owain Yeoman antes de "El mentalista", John Francis Daley y John Cho justo después de la primera cinta de Harold y Kumar, pero mucho antes de ser Sulu en "Star Trek". Kumar, por cierto, es Kal Penn.
La carrera anterior a "Medium" de Patricia Arquette puede ser mucho más ecléctica, pero Jake Weber tampoco se queda atrás. Con ese bigote y esa camisa horrenda sólo podía ser uno de los controladores aéreos de "Fuera de control", una película con John Cusack, Billy Bob Thornton, Angelina Jolie y Cate Blanchett que perdía el norte muy rápido después de un principio prometedor.
Pero si citamos al señor DuBois, no podemos dejar fuera a la protagonista de la serie, Patricia Arquette, que debutó en el cine del mismo modo que otros muchos actores jóvenes: en una película de terror. En concreto, con 19 años, sufría la persecución de Freddie Krueger en "Pesadilla en Elm Street 3". Viendo esa foto, he de decir que sus hijas en "Medium" están muy bien escogidas físicamente.
Durante la primera temporada de "Perdidos", se convirtió en un lugar común que todos los medios resaltaran que aquél era el primer papel con diálogo de Evangeline Lilly, cuya experiencia previa era como extra en series y películas que se rodaban en la zona de Vancouver, trabajos que le servían para pagarse la universidad. Lo mejor del caso es que en muchas de esas películas hacía de cadáver, como en "El weekend".
Y finalizamos con el toque de distinción que siempre aporta "El ala oeste de la Casa Blanca", que sirvió para lanzar a Mary McCormack, protagonista absoluta ahora de "In plain sight". En la serie de Sorkin interpretaba a la comandante Kate Harper, asesora de seguridad nacional del presidente Bartlett.
P.D.: Como John Francis Daley ha salido mencionado, y después de darle vueltas al final de "Bones" por culpa de esta entrada, resulta que el actor tiene un grupo llamado Dayplayer, que tocó "Neverending summer" en ese episodio de la serie bajo el gran nombre de Gormogón.
27 mayo 2009
Los invisibles
Las alas de las estatuillas de los Emmy empiezan ya a revolotear por Hollywood. Las votaciones para elegir a los nominados, que se harán públicos el próximo 16 de julio, están empezando, al igual que las quinielas de los favoritos y las listas de los candidatos soñados que, sin embargo, sabemos que nunca van a entrar en el sexteto final. "The Envelope", el blog monotemático sobre todo tipo de premios de "Los Ángeles Times", ya está con sus especiales sobre los Emmy y, de hecho, tiene un par de ellos realmente curiosos. Por ejemplo, intenta discernir las opciones de algunos estrenos de cara a las candidaturas, como "El mentalista", "United States of Tara", "Eastbound & Down", "Lie to me" y "True blood". Yo diría que Toni Collette tiene bastantes opciones de entrar como nominada a mejor actriz de drama, algunas más que Simon Baker, y Anna Paquin tiene un Globo de Oro como principal aval, pero no sé si conseguirá superar los prejuicios de los votantes hacia las series de género.
El otro reportajillo de este principio de la cobertura especial, y que resulta bastante curioso, es el de las series que son ignoradas siempre, por muchas temporadas que lleven en antena, y para las que simplemente una nominación ya sería un honor y un reconocimiento a su trabajo. Es curioso porque no se centra en las típicas que siempre salen a relucir cada vez que se toca este tema, como "Friday Night Lights", "CSI" o "Galáctica", sino otras en las que, por lo general, ni siquiera se piensa al hablar de los Emmys, como "Bones", "Entre fantasmas" y "Rules of engagement". Antes de que os carcajeeis, pensad que si "Dos hombres y medio" está nominada todos los años, cualquiera de esas tres podría colarse perfectamente. Pero, como dice Hart Hanson, "no estamos en el zeitgeist, es como si fuéramos invisibles". Y ahí sí que no se puede hacer nada.
Eso también pasa con los actores. Ausiello ha decidido empezar a publicar sus candidatos soñados, y hay que decir que, sin que sirva de precedente, estoy muy de acuerdo con él en que Cobie Smulders se merece una nominación a la mejor secundaria de comedia, y que probablemente sea la actriz cómica más infravalorada del momento. Si alguien de "Perdidos" debería estar nominado este año, ése debería ser Jeremy Davies, y si John Noble no es el favorito como mejor secundario de drama por "Fringe", algo funciona muy mal.
P.D.: Habéis visto que no nombro ni "Galáctica" ni "Friday Night Lights". Es mejor no hacerse ilusiones.
El otro reportajillo de este principio de la cobertura especial, y que resulta bastante curioso, es el de las series que son ignoradas siempre, por muchas temporadas que lleven en antena, y para las que simplemente una nominación ya sería un honor y un reconocimiento a su trabajo. Es curioso porque no se centra en las típicas que siempre salen a relucir cada vez que se toca este tema, como "Friday Night Lights", "CSI" o "Galáctica", sino otras en las que, por lo general, ni siquiera se piensa al hablar de los Emmys, como "Bones", "Entre fantasmas" y "Rules of engagement". Antes de que os carcajeeis, pensad que si "Dos hombres y medio" está nominada todos los años, cualquiera de esas tres podría colarse perfectamente. Pero, como dice Hart Hanson, "no estamos en el zeitgeist, es como si fuéramos invisibles". Y ahí sí que no se puede hacer nada.
Eso también pasa con los actores. Ausiello ha decidido empezar a publicar sus candidatos soñados, y hay que decir que, sin que sirva de precedente, estoy muy de acuerdo con él en que Cobie Smulders se merece una nominación a la mejor secundaria de comedia, y que probablemente sea la actriz cómica más infravalorada del momento. Si alguien de "Perdidos" debería estar nominado este año, ése debería ser Jeremy Davies, y si John Noble no es el favorito como mejor secundario de drama por "Fringe", algo funciona muy mal.
P.D.: Habéis visto que no nombro ni "Galáctica" ni "Friday Night Lights". Es mejor no hacerse ilusiones.
26 mayo 2009
Cuando la realidad atropella a la ficción
La gripe A (lo de porcina no es exacto y ya se ha pasado de moda) es, desde luego, el tema informativo de este final de la primavera. Que si aparecen nuevos casos en Tombuctú, que si ponemos a media ciudad en cuarentena, que si de gripe común también muere gente (lo hace, si está muy enferma de otras cosas), que si los equipos mexicanos que juegan competiciones internacionales de fútbol se cabrean porque sus rivales no quieren ir a jugar a sus campos... El último daño colateral de todo esto (que será mucho peor en cuanto llegue el otoño) es una serie de televisión, "Survivors". Me suena que hemos comentado que su segunda temporada tenía el estreno previsto creo que para el otoño, pero como su punto de partida es, precisamente, una pandemia letal de gripe, la BBC está planteándose retrasar los nuevos episodios, aún no se sabe hasta cuándo.
Como los cineastas no tienen una bola de cristal que les diga de qué temas deben alejarse para evitar verse censurados o "archivados" como si fueran díscolos cylones, los que deciden tocar asuntos de cierta actualidad a veces se ven atropellados por la realidad, que no sólo los supera, sino que hace que todo su esfuerzo sólo pueda verse muchos meses más tarde y de una manera casi clandestina. "Adiós, pequeña, adiós" tuvo la mala suerte de coincidir en el tiempo con la desaparición de Madeleine McCann, y el estreno de "V de vendetta", previsto para el 5 de noviembre de rigor ("remember, remember the 5th of November"), se aplazó varios meses porque, si yo no recuerdo mal, los distribuidores pensaban que podían afectarle los atentados en el metro de Londres.
Los guionistas estadounidenses de televisión saben que, si deciden incluir una trama sobre adolescentes que protagonizan tiroteos en lugares públicos, tal vez acaben pareciéndose demasiado a algún suceso real cercano en el tiempo. Uno de los últimos ejemplos fue "Player under pressure", un episodio de "Bones" originalmente incluido en la segunda temporada. Sin embargo, su emisión iba a coincidir con la masacre de la universidad de Virginia Tech, causada por un estudiante de ese centro que mató a tiros a 32 personas y luego se suicidó, y como en el capítulo el fallecido era un estudiante universitario en el campus, Fox decidió posponer su emisión hasta la tercera temporada. También un capítulo de la tercera de "Buffy", "Earshot", en el que un estudiante fantaseaba con matar a sus compañeros, se vio retrasado un año por coincidir temporalmente con la masacre del instituto Columbine.
¿Es acertado aplazar estos capítulos para no herir sensibilidades? ¿Deberían emitirse y dejar al público que tome sus propias conclusiones? ¿No debería alguien decirle a los guionistas de "Ley y orden" que adaptar titulares de periódicos para sus casos es de teleflin de sábado por la tarde?
Como los cineastas no tienen una bola de cristal que les diga de qué temas deben alejarse para evitar verse censurados o "archivados" como si fueran díscolos cylones, los que deciden tocar asuntos de cierta actualidad a veces se ven atropellados por la realidad, que no sólo los supera, sino que hace que todo su esfuerzo sólo pueda verse muchos meses más tarde y de una manera casi clandestina. "Adiós, pequeña, adiós" tuvo la mala suerte de coincidir en el tiempo con la desaparición de Madeleine McCann, y el estreno de "V de vendetta", previsto para el 5 de noviembre de rigor ("remember, remember the 5th of November"), se aplazó varios meses porque, si yo no recuerdo mal, los distribuidores pensaban que podían afectarle los atentados en el metro de Londres.
Los guionistas estadounidenses de televisión saben que, si deciden incluir una trama sobre adolescentes que protagonizan tiroteos en lugares públicos, tal vez acaben pareciéndose demasiado a algún suceso real cercano en el tiempo. Uno de los últimos ejemplos fue "Player under pressure", un episodio de "Bones" originalmente incluido en la segunda temporada. Sin embargo, su emisión iba a coincidir con la masacre de la universidad de Virginia Tech, causada por un estudiante de ese centro que mató a tiros a 32 personas y luego se suicidó, y como en el capítulo el fallecido era un estudiante universitario en el campus, Fox decidió posponer su emisión hasta la tercera temporada. También un capítulo de la tercera de "Buffy", "Earshot", en el que un estudiante fantaseaba con matar a sus compañeros, se vio retrasado un año por coincidir temporalmente con la masacre del instituto Columbine.
¿Es acertado aplazar estos capítulos para no herir sensibilidades? ¿Deberían emitirse y dejar al público que tome sus propias conclusiones? ¿No debería alguien decirle a los guionistas de "Ley y orden" que adaptar titulares de periódicos para sus casos es de teleflin de sábado por la tarde?
25 mayo 2009
Volver a empezar
ALERTA SPOILERS: Como no sé muy bien si destriparé mucho de la nueva película de "Star Trek", y a lo mejor hay quien quiere verla sabiendo lo mínimo posible sobre ella, mejor aviso, por lo que pueda pasar.
Está muy claro que Paramount quiere relanzar la franquicia de "Star Trek" del mismo modo que "Batman begins" hizo lo propio con el hombre-murciélago: empezando de nuevo. Tras cinco series de televisión y diez películas, la saga que dio comienzo en los 60 no da ya mucho más de sí, así que el encargo que se le hizo a J.J. Abrams era relanzarla partiendo casi de cero. Y eso es, ni más ni menos, lo que ha hecho. Le ha dado ese giro inicial con sus tan queridos viajes temporales para cambiar la historia de la franquicia sin cambiar demasiado a los personajes (aunque el rollo Spock-Uhura no me convence), y así deja la pista libre para hacer otras diez películas si se tercia.
El resultado es una cinta entretenida y palomitera, que mantiene en algunos momentos la herencia de la serie original en el diseño de los uniformes, en el aspecto del puente de mando de la Enterprise, en lo logrados que están, sobre todo, McCoy y Scotty (y Spock, más o menos) y en que, como ocurría al final de casi todas las películas, la Enterprise o es casi destruida o acaba hecha unos zorros. Pero, como no podía ser de otro modo si detrás de la película están unos frikis confesos de "La guerra de las galaxias", a veces parecíamos estar ante una de las precuelas de la saga de Lucas. El tramo de Kirk en el planeta helado bien parecía la oportunidad de Abrams de tener su propia secuencia de Luke Skywalker en Hoth (y de repetir la destrucción de Alderaan con la de Vulcano), y teniendo a Industrial Light & Magic haciendo los efectos espaciales, el look de las escenas espaciales tenía que ser forzosamente el que tiene (también tienen al legendario Ben Burtt encargándose del sonido).
Han cumplido con creces el encargo de Paramount, utilizando a Leonard Nimoy para legitimar el relanzamiento, y, por lo menos en Estados Unidos, se han metido al público y a la crítica más entusiasta en el bolsillo. Por estos lares, en los que cualquier cosa remotamente referida a los trekkies suena a sánscrito, el tema ha ido aceptable, y eso que han cambiado las traducciones de warp (no recuerdo que antes la llamaran "curvatura") y de alguna otra cosa que ahora mismo no recuerdo bien. Para el final se reservan el mayor homenaje de todos, y el que marca lo que puede ser el inicio de la nueva saga, y hacen que, con el fondo de la música de Jerry Goldsmith, el Spock original lea el monólogo que empezaba siempre todos los capítulos de la serie original: "El espacio. La última frontera".
Está muy claro que Paramount quiere relanzar la franquicia de "Star Trek" del mismo modo que "Batman begins" hizo lo propio con el hombre-murciélago: empezando de nuevo. Tras cinco series de televisión y diez películas, la saga que dio comienzo en los 60 no da ya mucho más de sí, así que el encargo que se le hizo a J.J. Abrams era relanzarla partiendo casi de cero. Y eso es, ni más ni menos, lo que ha hecho. Le ha dado ese giro inicial con sus tan queridos viajes temporales para cambiar la historia de la franquicia sin cambiar demasiado a los personajes (aunque el rollo Spock-Uhura no me convence), y así deja la pista libre para hacer otras diez películas si se tercia.
El resultado es una cinta entretenida y palomitera, que mantiene en algunos momentos la herencia de la serie original en el diseño de los uniformes, en el aspecto del puente de mando de la Enterprise, en lo logrados que están, sobre todo, McCoy y Scotty (y Spock, más o menos) y en que, como ocurría al final de casi todas las películas, la Enterprise o es casi destruida o acaba hecha unos zorros. Pero, como no podía ser de otro modo si detrás de la película están unos frikis confesos de "La guerra de las galaxias", a veces parecíamos estar ante una de las precuelas de la saga de Lucas. El tramo de Kirk en el planeta helado bien parecía la oportunidad de Abrams de tener su propia secuencia de Luke Skywalker en Hoth (y de repetir la destrucción de Alderaan con la de Vulcano), y teniendo a Industrial Light & Magic haciendo los efectos espaciales, el look de las escenas espaciales tenía que ser forzosamente el que tiene (también tienen al legendario Ben Burtt encargándose del sonido).
Han cumplido con creces el encargo de Paramount, utilizando a Leonard Nimoy para legitimar el relanzamiento, y, por lo menos en Estados Unidos, se han metido al público y a la crítica más entusiasta en el bolsillo. Por estos lares, en los que cualquier cosa remotamente referida a los trekkies suena a sánscrito, el tema ha ido aceptable, y eso que han cambiado las traducciones de warp (no recuerdo que antes la llamaran "curvatura") y de alguna otra cosa que ahora mismo no recuerdo bien. Para el final se reservan el mayor homenaje de todos, y el que marca lo que puede ser el inicio de la nueva saga, y hacen que, con el fondo de la música de Jerry Goldsmith, el Spock original lea el monólogo que empezaba siempre todos los capítulos de la serie original: "El espacio. La última frontera".
24 mayo 2009
Tendencias de temporada
El otoño televisivo en EE.UU. se ha acabado y, como ocurre también con la moda, ha habido algunas tendencias que se han repetido a lo largo de varias series, hasta el punto de que parecía que sus responsables se ponían de acuerdo vía Twitter (que es lo que está de moda ahora). ¿Ejemplos?
- ¡Colgando del acantilado!: Los cliffhangers, definitivamente, han vuelto con fuerza para acabar las temporadas. No ha habido serie que no se preciara de no tener uno, incluso añadiendo al final un "continuará" (que en el caso de "Me llamo Earl" hasta podría ser el final de la serie). "Perdidos" ya no tiene la exclusiva en este aspecto.
- La vida es sueño: ¿Qué ha pasado para que tener personajes que tuvieran visiones hiciera furor? Y no sólo eso, sino que hemos tenido capítulos y tramas que eran sueños o alucinaciones realmente extrañas. No han llegado al nivel de serranazo de cierta serie que se tomó su título demasiado literalmente, eso sí.
- Instrucciones para disimular un "bombo": Lidiar con el embarazo de una de tus actrices a veces puede ser un quebradero de cabeza, porque llega un punto que las gabardinas, los fulares, los blusones, los jarrones, los bolsos king size y otros objetos ya no pueden ocultarlo. Esta temporada, "Life" optó por seguir el camino de "Expediente X" con Dani Reese, mientras en "Cómo conocí a vuestra madre" se dedicaron a todo tipo de chistes y a hacer que uno de muy mal gusto de Barney enfadara tanto a Lily, que sólo volvió a aparecer para el último capítulo.
- Los tonos de móvil molan: No es que haya sido una tendencia muy acusada, pero me ha hecho gracia comprobar cómo se han usado los tonos de llamada de los móviles para hacer bromas. Por ejemplo, cuando a House lo llama su equipo de diagnóstico, en su teléfono suena "Mmbop", de Hanson, y era evidente que Ted Mosby tendría de tono "Let's go to the mall". Allison DuBois hace publicidad de Nokia en "Medium" con la sintonía de su móvil, y mi favorito es el "tirorirori" de Brenda Johnson en "The Closer", sobre todo porque siempre suena en el momento más inoportuno.
- Contrate a un cylon, o a un traficante: Tener actores de "Galáctica" o "The Wire" de invitados espaciales ha sido de lo más habitual. Pocos han sido tan ubicuos como Tricia Helfer o Kate Vernon, que de verdad parecían tener varios modelos como los cylones (y se han repartido entre "Último aviso", "Chuck" la nueva "Human target", "CSI" y "El mentalista"), pero Clarke Peters, Lance Reddick, Deirdre Lovejoy y John Doman también se han pasado por "Daños y perjuicios", "Fringe" y "Bones". Y me dejo alguno más.
- Ponga una gorra en su vida: Vale, esto no es que sea demasiado interesante, pero me hace gracia que esas gorras de quiosquero de Hell's Kitchen se hayan convertido en accesorio imprescindible entre los agentes del FBI de un par de series de Fox. Broyles y Francis las emplean en "Fringe" para protegerse del frío, y Booth la usa en "Bones" sólo porque es cool. ¿Os habéis creído Samuel L. Jackson? ¿U os han fichado en "Vaya semanita"?
- Wibbly wobbly timey wimey: Saltos en el tiempo, a otros mundos, gente que se queda en coma y viaja al pasado... Todos sabéis a lo que me refiero, y eso que los yanquis aún no han hecho un remake de "Doctor Who". Hasta en "Medium" hicieron pasar a Allison por un trance similar al de Sam Tyler.
- Ángeles y demonios: Creo que se le atribuía a Einstein la frase de que Dios no juega a los dados con el Universo. Bueno, parece que sí lo hace en las tramas de algunas series, donde Aziraphale y Crowley (estupendo "Buenos presagios", por cierto) tienen bastante trabajo por hacer.
- De vergüenza ajena: Considerando a Ricky Gervais como el maestro en esto del "humor de vergüenza ajena", entre él y el remake de "The Office" parecen haber establecido una nueva tendencia en comedia; la de hacer reír humillando a tus personajes. Tanto "Parks & Recreation" como "Party Down" van por ese camino.
- ¿Sophomore? ¡Cancelada!: Las series sophomore, o de segundo año, que sufrieron la huelga de guionistas de pleno en su primera temporada no han sobrevivido a una segunda que se las ha llevado por delante sin misericordia. Si yo no recuerdo mal, sólo "Chuck" se ha salvado, y porque entre el patrocinio de Subway y la campaña organizada por los críticos y los fans han terminado convenciendo a la NBC por agotamiento.
- What the frak is goin' on here?: Ha habido unos cuantos momentos de ésos en los finales de temporada pero, por lo que he leído, ninguno puede superar el final de "Life on Mars" en la ABC, que encima se emitió el 1 de abril, día allí de los Inocentes. Aunque creo que el final de temporada de "CSI:Miami", con traiciones por doquier, se ha quedado cerca.
Música de la semana: Una de las cosas más curiosas de "Glee" fueron las audiciones de los personajes para entrar en el coro, porque las canciones que eligieron decían mucho de cómo eran. El chico fashion victim, y muy gay, al que los atletas martirizan, canta "Mr. Cellophane", de "Chicago"; la chica que quiere ser una estrella, pero que también sufre las bromas pesadas de los demás, opta por "On my own", de "Los Miserables"; y la chica negra que quiere ser como Beyoncé escoge, evidentemente, a Aretha Franklin y "Respect", que también va a ser nuestra elección.
- ¡Colgando del acantilado!: Los cliffhangers, definitivamente, han vuelto con fuerza para acabar las temporadas. No ha habido serie que no se preciara de no tener uno, incluso añadiendo al final un "continuará" (que en el caso de "Me llamo Earl" hasta podría ser el final de la serie). "Perdidos" ya no tiene la exclusiva en este aspecto.
- La vida es sueño: ¿Qué ha pasado para que tener personajes que tuvieran visiones hiciera furor? Y no sólo eso, sino que hemos tenido capítulos y tramas que eran sueños o alucinaciones realmente extrañas. No han llegado al nivel de serranazo de cierta serie que se tomó su título demasiado literalmente, eso sí.
- Instrucciones para disimular un "bombo": Lidiar con el embarazo de una de tus actrices a veces puede ser un quebradero de cabeza, porque llega un punto que las gabardinas, los fulares, los blusones, los jarrones, los bolsos king size y otros objetos ya no pueden ocultarlo. Esta temporada, "Life" optó por seguir el camino de "Expediente X" con Dani Reese, mientras en "Cómo conocí a vuestra madre" se dedicaron a todo tipo de chistes y a hacer que uno de muy mal gusto de Barney enfadara tanto a Lily, que sólo volvió a aparecer para el último capítulo.
- Los tonos de móvil molan: No es que haya sido una tendencia muy acusada, pero me ha hecho gracia comprobar cómo se han usado los tonos de llamada de los móviles para hacer bromas. Por ejemplo, cuando a House lo llama su equipo de diagnóstico, en su teléfono suena "Mmbop", de Hanson, y era evidente que Ted Mosby tendría de tono "Let's go to the mall". Allison DuBois hace publicidad de Nokia en "Medium" con la sintonía de su móvil, y mi favorito es el "tirorirori" de Brenda Johnson en "The Closer", sobre todo porque siempre suena en el momento más inoportuno.
- Contrate a un cylon, o a un traficante: Tener actores de "Galáctica" o "The Wire" de invitados espaciales ha sido de lo más habitual. Pocos han sido tan ubicuos como Tricia Helfer o Kate Vernon, que de verdad parecían tener varios modelos como los cylones (y se han repartido entre "Último aviso", "Chuck" la nueva "Human target", "CSI" y "El mentalista"), pero Clarke Peters, Lance Reddick, Deirdre Lovejoy y John Doman también se han pasado por "Daños y perjuicios", "Fringe" y "Bones". Y me dejo alguno más.
- Ponga una gorra en su vida: Vale, esto no es que sea demasiado interesante, pero me hace gracia que esas gorras de quiosquero de Hell's Kitchen se hayan convertido en accesorio imprescindible entre los agentes del FBI de un par de series de Fox. Broyles y Francis las emplean en "Fringe" para protegerse del frío, y Booth la usa en "Bones" sólo porque es cool. ¿Os habéis creído Samuel L. Jackson? ¿U os han fichado en "Vaya semanita"?
- Wibbly wobbly timey wimey: Saltos en el tiempo, a otros mundos, gente que se queda en coma y viaja al pasado... Todos sabéis a lo que me refiero, y eso que los yanquis aún no han hecho un remake de "Doctor Who". Hasta en "Medium" hicieron pasar a Allison por un trance similar al de Sam Tyler.
- Ángeles y demonios: Creo que se le atribuía a Einstein la frase de que Dios no juega a los dados con el Universo. Bueno, parece que sí lo hace en las tramas de algunas series, donde Aziraphale y Crowley (estupendo "Buenos presagios", por cierto) tienen bastante trabajo por hacer.
- De vergüenza ajena: Considerando a Ricky Gervais como el maestro en esto del "humor de vergüenza ajena", entre él y el remake de "The Office" parecen haber establecido una nueva tendencia en comedia; la de hacer reír humillando a tus personajes. Tanto "Parks & Recreation" como "Party Down" van por ese camino.
- ¿Sophomore? ¡Cancelada!: Las series sophomore, o de segundo año, que sufrieron la huelga de guionistas de pleno en su primera temporada no han sobrevivido a una segunda que se las ha llevado por delante sin misericordia. Si yo no recuerdo mal, sólo "Chuck" se ha salvado, y porque entre el patrocinio de Subway y la campaña organizada por los críticos y los fans han terminado convenciendo a la NBC por agotamiento.
- What the frak is goin' on here?: Ha habido unos cuantos momentos de ésos en los finales de temporada pero, por lo que he leído, ninguno puede superar el final de "Life on Mars" en la ABC, que encima se emitió el 1 de abril, día allí de los Inocentes. Aunque creo que el final de temporada de "CSI:Miami", con traiciones por doquier, se ha quedado cerca.
Música de la semana: Una de las cosas más curiosas de "Glee" fueron las audiciones de los personajes para entrar en el coro, porque las canciones que eligieron decían mucho de cómo eran. El chico fashion victim, y muy gay, al que los atletas martirizan, canta "Mr. Cellophane", de "Chicago"; la chica que quiere ser una estrella, pero que también sufre las bromas pesadas de los demás, opta por "On my own", de "Los Miserables"; y la chica negra que quiere ser como Beyoncé escoge, evidentemente, a Aretha Franklin y "Respect", que también va a ser nuestra elección.
23 mayo 2009
Rojo pasión
1.- Bruno Heller, el creador de "El mentalista", dijo ya al principio de la serie que Red John no era una trama para sólo una temporada, sino que su idea era que no se conociera su identidad hasta el último episodio de la serie. No obstante, lógicamente, tienen que acordarse de que existe de vez en cuando, y un final de temporada es siempre un buen momento para hacerlo. Además, Red John hace que veamos en Patrick algo latente bastante oscuro, incluso a pesar de que la mitad del tiempo esté jugando con nosotros. Al igual que Charlie Crews en "Life", esa fachada optimista oculta una persona muy dañada que, dado el caso, podría ser capaz de cualquier cosa. El cierre de esta primera, y exitosa, entrega ha estado más centrado en el drama que en el humor (aunque el pobre Cho sigue siendo objetivo de casi todos los chistes), y nos ha mostrado a un Jane que, si quiere, puede ser muy cruel. Como nota curiosa, Kate Vernon parece haberse especializado en apariciones especiales en procedimentales de la CBS, después de salir en ese divertido capítulo de "CSI" parodia de "Star Trek". Su marido aquí era, curiosamente, el padre de Charlie Crews, Geoff Pierson.
2.- Todo el mundo habla sobre "Glee", mucho más que de todos los finales de temporada que se han concentrado en las dos últimas semanas. Tanta expectación sólo puede volverse en su contra, desde luego, y Dios sabe si le valdrá cuando se estrene, en septiembre. Sólo viendo el piloto es difícil aventurar qué tipo de serie va a ser, porque ese capítulo tiene una trama como la de cualquier película sobre un equipo deportivo de instituto que empieza perdiéndolo todo para cambiar por completo su suerte al final. O como la de "Sister Act 2", en parte, ya que nos ponemos. No obstante, algunos toquecitos excéntricos y de mala leche permiten que alberguemos la esperanza de que, por lo menos, 'Glee' sea un placer culpable con el que te lo pases bien. Con el piloto ha sido el caso. La entrenadora de animadoras, en manos de los insuperable Jane Lynch, puede ser una mina, y hay una colección de personajes pululando por ese instituto, cuyo nombre recuerda al de "Freaks & Geeks", que apunta maneras. Todos sabemos que Ryan Murphy es capaz de lo mejor y de lo peor, y muchos fans de "Popular" esperan que "Glee" vaya más por ese camino que por "Las gemelas de Sweet Valley". Pero aún es muy pronto. Hay que ver algún episodio más para decidir. Al menos, yo voy a concederle esa oportunidad. Pero desde aquí os digo que no puedo sacarme "Don't stop believing" de la cabeza. Desde que "Los Soprano" la usó, se ha convertido en un nuevo éxito, 20 años más tarde de su primera edición.
3.- Quedan un par de cosas que no hemos comentado de los upfronts y que, sin embargo, apuntan a ser interesantes cuando empiece la temporada de otoño en USAmerica. Una es la sensación de que, enviando "El mentalista" los jueves después de "CSI" y colocando a las 10 las dos franquicias de "CSI" en Miami y Nueva York y "Numb3rs", la CBS se lanza a la yugular de Jay Leno en la NBC con su artillería pesada. Todos esos procedimentales le funcionan muy bien a la cadena, y será la auténtica prueba de fuego de Leno ver si les araña audiencia. Además, la noche que, de repente, parece haberse vuelto muy reñida es la del viernes. Las cadenas la usarán de cementerio, pero con "Dollhouse", "Ugly Betty", "Medium" y "Southland" todas a las 9 hay competición para rato (y malos presagios para Whedon). Las dos últimas son las que tienen los mejores lead-in, a priori ("Entre fantasmas" y "Ley y orden"), pero tiene pinta de que la CBS va a seguir dominando la noche. Y los jueves a las 8 también hay una rivalidad interesante entre "Flash Forward", "Bones", "Survivor" y el dúo "Community" y "Parks & Recreation", que me da que van a ser las que salgan peor paradas. ¿Podrá "Flash Forward" colocarse la segunda de la noche? Porque como no lo haga, no sucede a "Perdidos" ni en la cabalgata de Acción de Gracias.
2.- Todo el mundo habla sobre "Glee", mucho más que de todos los finales de temporada que se han concentrado en las dos últimas semanas. Tanta expectación sólo puede volverse en su contra, desde luego, y Dios sabe si le valdrá cuando se estrene, en septiembre. Sólo viendo el piloto es difícil aventurar qué tipo de serie va a ser, porque ese capítulo tiene una trama como la de cualquier película sobre un equipo deportivo de instituto que empieza perdiéndolo todo para cambiar por completo su suerte al final. O como la de "Sister Act 2", en parte, ya que nos ponemos. No obstante, algunos toquecitos excéntricos y de mala leche permiten que alberguemos la esperanza de que, por lo menos, 'Glee' sea un placer culpable con el que te lo pases bien. Con el piloto ha sido el caso. La entrenadora de animadoras, en manos de los insuperable Jane Lynch, puede ser una mina, y hay una colección de personajes pululando por ese instituto, cuyo nombre recuerda al de "Freaks & Geeks", que apunta maneras. Todos sabemos que Ryan Murphy es capaz de lo mejor y de lo peor, y muchos fans de "Popular" esperan que "Glee" vaya más por ese camino que por "Las gemelas de Sweet Valley". Pero aún es muy pronto. Hay que ver algún episodio más para decidir. Al menos, yo voy a concederle esa oportunidad. Pero desde aquí os digo que no puedo sacarme "Don't stop believing" de la cabeza. Desde que "Los Soprano" la usó, se ha convertido en un nuevo éxito, 20 años más tarde de su primera edición.
3.- Quedan un par de cosas que no hemos comentado de los upfronts y que, sin embargo, apuntan a ser interesantes cuando empiece la temporada de otoño en USAmerica. Una es la sensación de que, enviando "El mentalista" los jueves después de "CSI" y colocando a las 10 las dos franquicias de "CSI" en Miami y Nueva York y "Numb3rs", la CBS se lanza a la yugular de Jay Leno en la NBC con su artillería pesada. Todos esos procedimentales le funcionan muy bien a la cadena, y será la auténtica prueba de fuego de Leno ver si les araña audiencia. Además, la noche que, de repente, parece haberse vuelto muy reñida es la del viernes. Las cadenas la usarán de cementerio, pero con "Dollhouse", "Ugly Betty", "Medium" y "Southland" todas a las 9 hay competición para rato (y malos presagios para Whedon). Las dos últimas son las que tienen los mejores lead-in, a priori ("Entre fantasmas" y "Ley y orden"), pero tiene pinta de que la CBS va a seguir dominando la noche. Y los jueves a las 8 también hay una rivalidad interesante entre "Flash Forward", "Bones", "Survivor" y el dúo "Community" y "Parks & Recreation", que me da que van a ser las que salgan peor paradas. ¿Podrá "Flash Forward" colocarse la segunda de la noche? Porque como no lo haga, no sucede a "Perdidos" ni en la cabalgata de Acción de Gracias.
22 mayo 2009
Los lagartos terribles
Diana, su cardado ochentero y un ratoncito blanco, inocente y a punto de ser devorado. Ésos son todos mis recuerdos de "V", la serie de ciencia ficción que era la siguiente en la lista de los remakes, y que la ABC va a repescar para la midseason del año que viene. Mi mente era demasiado tierna e infantil para acordarme siquiera si la seguí con asiduidad o la vi entera, pero doy fe de que su éxito en España fue inmediato. Todos los niños de mi colegio jugaban a "V", y pintaban por todas partes el símbolo de los lagartos invasores y la V de la resistencia humana.
Al igual que "Galáctica", culpable en parte de esta moda por actualizar viejas series de ciencia ficción, "V" empezó como una miniserie de dos episodios, emitida por la NBC en 1983, que era una evidente alegoría del nazismo y su ocupación de buena parte de Europa Occidental durante los primeros años de la Segunda Guerra Mundial. Su creador, Kenneth Johnson, reconoció que su intención era hacer un thriller político sobre el ascenso de un estado fascista en Estados Unidos, convenientemente disfrazado de una invasión de extraterrestres que, en el mejor estilo de la ciencia ficción de los 50, eran auténticos lobos con piel de cordero, O, en este caso, lagartos con piel humana. Disfrazan sus verdaderas, y aviesas, intenciones de promesas de buena voluntad y sólo un pequeño grupo de resistentes se da cuenta desde el principio de que lo que pretenden es esclavizar y eliminar a toda la raza humana.
No hace mucho, Cuatro repuso "V" en ese bloque de las mañanas de los fines de semana por el que ahora luce palmito y pelazo Michael Hasselhoff en "El coche fantástico". Ver todas esas series 20 años más tarde causa estupefacción como poco. En el caso de "V", la miniserie original ha envejecido mal, si bien la temática, lógicamente, no pasa de moda, incluso reconociendo que esas historias distópicas sobre gobiernos totalitarios estaban muy de moda en los 80. La segunda miniserie que se produjo como secuela y la serie regular de después (que sólo tuvo 19 capítulos) todavía aguantan mucho peor el paso de los años. Sobre todo porque, con el correr de los episodios, el thriller político dio paso al culebrón sin sentido.
El remake (porque no lo llaman re-imaginación, menos mal) que ha presentado la ABC se muestra con un trailer más de acción que, a veces, recuerda a "Independence Day", y en el que vemos el primero de los cambios con respecto al original: Diana ahora se llama Ana y tiene las facciones de una Morena Baccarin con pelo a lo garçonne. Poco más podemos avanzar de él, excepto que la gran estrella es Elizabeth Mitchell, ya que es la que ha centrado casi toda la promoción (desconozco que implica eso para su Juliet de "Perdidos"). ¿Irán a por la acción y el suspense? ¿A por la idea original de Johnson? ¿Se notará por ahí la influencia de "Los 4.400" que puede traer el responsable de la serie, Scott Peters? ¿Se librará de las comparaciones con "Galáctica"? Por eso de darle a la "V" original un toque más oscuro, ya sabéis. Habrá que esperar a enero de 2010 para saberlo.
Al igual que "Galáctica", culpable en parte de esta moda por actualizar viejas series de ciencia ficción, "V" empezó como una miniserie de dos episodios, emitida por la NBC en 1983, que era una evidente alegoría del nazismo y su ocupación de buena parte de Europa Occidental durante los primeros años de la Segunda Guerra Mundial. Su creador, Kenneth Johnson, reconoció que su intención era hacer un thriller político sobre el ascenso de un estado fascista en Estados Unidos, convenientemente disfrazado de una invasión de extraterrestres que, en el mejor estilo de la ciencia ficción de los 50, eran auténticos lobos con piel de cordero, O, en este caso, lagartos con piel humana. Disfrazan sus verdaderas, y aviesas, intenciones de promesas de buena voluntad y sólo un pequeño grupo de resistentes se da cuenta desde el principio de que lo que pretenden es esclavizar y eliminar a toda la raza humana.
No hace mucho, Cuatro repuso "V" en ese bloque de las mañanas de los fines de semana por el que ahora luce palmito y pelazo Michael Hasselhoff en "El coche fantástico". Ver todas esas series 20 años más tarde causa estupefacción como poco. En el caso de "V", la miniserie original ha envejecido mal, si bien la temática, lógicamente, no pasa de moda, incluso reconociendo que esas historias distópicas sobre gobiernos totalitarios estaban muy de moda en los 80. La segunda miniserie que se produjo como secuela y la serie regular de después (que sólo tuvo 19 capítulos) todavía aguantan mucho peor el paso de los años. Sobre todo porque, con el correr de los episodios, el thriller político dio paso al culebrón sin sentido.
El remake (porque no lo llaman re-imaginación, menos mal) que ha presentado la ABC se muestra con un trailer más de acción que, a veces, recuerda a "Independence Day", y en el que vemos el primero de los cambios con respecto al original: Diana ahora se llama Ana y tiene las facciones de una Morena Baccarin con pelo a lo garçonne. Poco más podemos avanzar de él, excepto que la gran estrella es Elizabeth Mitchell, ya que es la que ha centrado casi toda la promoción (desconozco que implica eso para su Juliet de "Perdidos"). ¿Irán a por la acción y el suspense? ¿A por la idea original de Johnson? ¿Se notará por ahí la influencia de "Los 4.400" que puede traer el responsable de la serie, Scott Peters? ¿Se librará de las comparaciones con "Galáctica"? Por eso de darle a la "V" original un toque más oscuro, ya sabéis. Habrá que esperar a enero de 2010 para saberlo.
21 mayo 2009
La táctica Mosby
ALERTA SPOILERS: Pues aquí vamos con el final de la cuarta temporada de "Cómo conocí a vuestra madre". Si no queréis ser batidos en buena lid por una cabra, dejad de leer si no habéis visto el episodio. De nuevo, la foto es del blog "Have you met Ted".
Dejemos una cosa clara desde el principio. El final de la segunda temporada de "Cómo conocí a vuestra madre" dejó el pabellón muy alto para los que tenían que venir detrás. Entre la boda de Lilly y Marshall y la ruptura "secreta" de Robin y Ted, con Barney haciendo de las suyas ("Tell people what?"), ese capítulo puso el cierre a una tanda de episodios realmente memorable. Cualquier cosa que viéramos después siempre palidecería en la comparación. Sin embargo, el final de la cuarta se las ha apañado para, sin soltar ninguna bomba ni acabar con un cliffhanger a lo "Friends" (como hizo la tercera temporada), ser divertido, avanzar algo más (poco) la trama de la Madre y adentrarse definitivamente por el Robingate, que debe ser la historia más interesante de esta veintena de episodios. Oh, y contó con la aparición especial de una invitada largamente esperada: la cabra.
A estas alturas del partido, saber la identidad de la Madre como que da un poco igual. Siendo un macguffin, hay que seguir dando la lata con él, pero lo cierto es que importa poco, o a mí es de lo que menos me importa. Es la excusa para que el Ted Futuro nos cuente la serie y para que tengamos esos saltos narrativos y esos ya famosos "more on that later", pero lo que mueve la serie es la amistad de esos cinco personajes. En eso, desde luego, puede ser la más firme heredera de "Friends". Y eso a pesar de que esta cuarta entrega ha tenido sus altibajos, y que la historia con Stella no fue todo lo acertada que parecía en un principio. Menos mal que, en el frente romántico, estaba Barney, con su cuelgue por Robin, para salvar los muebles. Esa escena entre los dos en el hospital, en el que reconocen y al mismo tiempo no reconocen lo que sienten el uno por el otro ha sido estupenda, y ha permitido que, después de convertir Ted en sinónimo de agobio, Mosby sea ahora la táctica de librarte de un pretendiente diciéndole que estás enamorado de él. Por supuesto, el tema no va a ser sencillo, pero seguro que sí será divertido (por aquí dicen que lo de Barney y Robin es un bromance entre un hombre y una mujer).
Aunque se llamara "el salto", el final ha sido más un paso adelante que otra cosa, pero un paso realmente simpático. Ted, por lo menos, ha podido sacar su lado más excéntrico con el incidente de la cabra (se pasa medio capítulo con la marca de una pezuña en la frente), y hemos visto la última de las bromas referentes al embarazo de Alyson Hannigan ("Estoy embarazada" - "Ya decía yo que te veía más grande últimamente"). El chiste continuado sobre el salto al tejado del vecino, además de su evidente lado metafórico, nos ha permitido recordar aquella famosa fiesta de Halloween con la Calabaza Putilla y tener de nuevo al Marshall miedoso, y a la Lily cabreada, que tanto me divierten. Resultado, que éste ha sido uno de los finales mejor logrado y conjuntado de la temporada, donde prácticamente nada chirriaba y donde Ted se ha convertido por fin en un Ross que enseña arquitectura. Así puede pasarse horas soltando datos interesantes sobre el Empire State sin que nadie proteste.
Dejemos una cosa clara desde el principio. El final de la segunda temporada de "Cómo conocí a vuestra madre" dejó el pabellón muy alto para los que tenían que venir detrás. Entre la boda de Lilly y Marshall y la ruptura "secreta" de Robin y Ted, con Barney haciendo de las suyas ("Tell people what?"), ese capítulo puso el cierre a una tanda de episodios realmente memorable. Cualquier cosa que viéramos después siempre palidecería en la comparación. Sin embargo, el final de la cuarta se las ha apañado para, sin soltar ninguna bomba ni acabar con un cliffhanger a lo "Friends" (como hizo la tercera temporada), ser divertido, avanzar algo más (poco) la trama de la Madre y adentrarse definitivamente por el Robingate, que debe ser la historia más interesante de esta veintena de episodios. Oh, y contó con la aparición especial de una invitada largamente esperada: la cabra.
A estas alturas del partido, saber la identidad de la Madre como que da un poco igual. Siendo un macguffin, hay que seguir dando la lata con él, pero lo cierto es que importa poco, o a mí es de lo que menos me importa. Es la excusa para que el Ted Futuro nos cuente la serie y para que tengamos esos saltos narrativos y esos ya famosos "more on that later", pero lo que mueve la serie es la amistad de esos cinco personajes. En eso, desde luego, puede ser la más firme heredera de "Friends". Y eso a pesar de que esta cuarta entrega ha tenido sus altibajos, y que la historia con Stella no fue todo lo acertada que parecía en un principio. Menos mal que, en el frente romántico, estaba Barney, con su cuelgue por Robin, para salvar los muebles. Esa escena entre los dos en el hospital, en el que reconocen y al mismo tiempo no reconocen lo que sienten el uno por el otro ha sido estupenda, y ha permitido que, después de convertir Ted en sinónimo de agobio, Mosby sea ahora la táctica de librarte de un pretendiente diciéndole que estás enamorado de él. Por supuesto, el tema no va a ser sencillo, pero seguro que sí será divertido (por aquí dicen que lo de Barney y Robin es un bromance entre un hombre y una mujer).
Aunque se llamara "el salto", el final ha sido más un paso adelante que otra cosa, pero un paso realmente simpático. Ted, por lo menos, ha podido sacar su lado más excéntrico con el incidente de la cabra (se pasa medio capítulo con la marca de una pezuña en la frente), y hemos visto la última de las bromas referentes al embarazo de Alyson Hannigan ("Estoy embarazada" - "Ya decía yo que te veía más grande últimamente"). El chiste continuado sobre el salto al tejado del vecino, además de su evidente lado metafórico, nos ha permitido recordar aquella famosa fiesta de Halloween con la Calabaza Putilla y tener de nuevo al Marshall miedoso, y a la Lily cabreada, que tanto me divierten. Resultado, que éste ha sido uno de los finales mejor logrado y conjuntado de la temporada, donde prácticamente nada chirriaba y donde Ted se ha convertido por fin en un Ross que enseña arquitectura. Así puede pasarse horas soltando datos interesantes sobre el Empire State sin que nadie proteste.
20 mayo 2009
There's no business like show business
But it's still business. Y pocas veces se hace más evidente que durante la semana de los upfronts en Estados Unidos. Todos los fans de las series aprendemos lo que es una license fee, el target demográfico crucial para que renueven un programa, las audiencias de todos sus competidores y qué movimientos hay detrás de que cierta serie se emita tal día, o qué negociaciones han sido necesarias para que un programa sea renovado y otro no (y lo podéis encontrar resumido aquí). Luego, también esperamos que las cadenas presenten algún estreno interesante para la próxima temporada que pueda cubrir el hueco de las series que se han terminado (adiós, "Galáctica") o las que han cancelado (ay, "Life"), y en los blogs y webs yanquis que se dedican a la televisión no paran de informar de rumores de la industria de lo más variado.
De todo lo que se ha presentado en estos cuatro días (y sin contar a The CW, que tiene su upfront mañana, y de la que sólo me afecta la cancelación de "Reaper"), está muy claro que una de las series más promocionadas y que ha levantado más expectación es "Glee", el musical de instituto, parece que a lo "Popular", que Ryan Murphy ha creado para Fox. Su piloto se preestrenó anoche, después de "American Idol", y aunque hay algunos disidentes, la sensación general es que puede ser una de las cosas más originales de la próxima temporada, y ya hay mucha expectación ante su estreno en otoño. Junto a ella, la ABC ha apoyado fuertemente "Flash Forward", la serie que esperan que ocupe el lugar de "Perdidos", y de la que ya han dicho que están dispuestos a concederle directamente cuatro temporadas (eso es confianza, sí señor). Además, claro, de usar a Elizabeth Mitchell como principal enganche del remake de "V" (uff, no sé, que por cada "Galáctica" hay un "El coche fantástico" y una "La mujer biónica").
En la CBS se ha hablado más de la mudanza forzosa de "Medium" desde la NBC, sobre todo por el mal rollo que la ha precedido, que de sus series nuevas (sí, amigos, "NCIS: Los Ángeles" es el título del spin-off de "NCIS", con Chris O'Donnell y LL Cool J. Podía haber sido peor, que iba a llamarse "NCIS: Legend"), y en la cadena del pavo todo el mundo está expectante sobre cómo puede funcionar Jay Leno de lunes a viernes a las 10, además de haberle concedido a "Ley y orden" una 20ª temporada que la convierte en el drama de prime time más longevo de la tele yanqui, junto con "Gunsmoke". No me olvido de la renovación de "Chuck", que Ben Silverman ha atribuido a la intensa campaña de los críticos y a las promociones de Subway.
Lo curioso de todos los movimientos de fichas que las cadenas han hecho en sus parrillas es ver cómo "Dollhouse" tendrá a "'Til death", entre otras, de lead-in los viernes, y que su competidora directa será una "Ugly Betty" que parece haber caído en desgracia con demasiada rapidez. Los jueves va a haber una lucha de lo más interesante, con la mudanza de "Fringe" en pugna con "CSI" y "Anatomía de Grey", y "El mentalista" posicionándose como posible heredera del horario de "CSI" al pasar a emitirse detrás de ella. Y "The Big Bang theory" tendrá el inestimable empuje que le dará "Dos hombres y medio" los lunes. Como de costumbre, no sabremos más, ni conoceremos seguro cuáles son las que se esperan con más anticipación, hasta que no llegue, primero, la Comic-Con de San Diego en julio, cita ineludible para todas las que cuentan con fans muy fieles y muy dedicados (y un poco geeks), y unas semanas después, la ronda de encuentros con los periodistas organizada por la TCA (la asociación de críticos de televisión).
P.D.: Hoy debería haber hablado del final de la cuarta temporada de "Cómo conocí a vuestra madre", pero también me canso de tener tantas entradas seguidas que empiecen con alertas de spoilers, así que mañana será. Por cierto, la foto la sacó James Poniewozik, del blog "Tuned in", en el upfront de Fox, en un momento en el que la cadena sacó su tradicional foto oficial de la "plantilla" de actores para la temporada que viene. ¿La del vestido morado al lado de David Boreanaz es Jasika Nicole? You've been Mosby'd!
De todo lo que se ha presentado en estos cuatro días (y sin contar a The CW, que tiene su upfront mañana, y de la que sólo me afecta la cancelación de "Reaper"), está muy claro que una de las series más promocionadas y que ha levantado más expectación es "Glee", el musical de instituto, parece que a lo "Popular", que Ryan Murphy ha creado para Fox. Su piloto se preestrenó anoche, después de "American Idol", y aunque hay algunos disidentes, la sensación general es que puede ser una de las cosas más originales de la próxima temporada, y ya hay mucha expectación ante su estreno en otoño. Junto a ella, la ABC ha apoyado fuertemente "Flash Forward", la serie que esperan que ocupe el lugar de "Perdidos", y de la que ya han dicho que están dispuestos a concederle directamente cuatro temporadas (eso es confianza, sí señor). Además, claro, de usar a Elizabeth Mitchell como principal enganche del remake de "V" (uff, no sé, que por cada "Galáctica" hay un "El coche fantástico" y una "La mujer biónica").
En la CBS se ha hablado más de la mudanza forzosa de "Medium" desde la NBC, sobre todo por el mal rollo que la ha precedido, que de sus series nuevas (sí, amigos, "NCIS: Los Ángeles" es el título del spin-off de "NCIS", con Chris O'Donnell y LL Cool J. Podía haber sido peor, que iba a llamarse "NCIS: Legend"), y en la cadena del pavo todo el mundo está expectante sobre cómo puede funcionar Jay Leno de lunes a viernes a las 10, además de haberle concedido a "Ley y orden" una 20ª temporada que la convierte en el drama de prime time más longevo de la tele yanqui, junto con "Gunsmoke". No me olvido de la renovación de "Chuck", que Ben Silverman ha atribuido a la intensa campaña de los críticos y a las promociones de Subway.
Lo curioso de todos los movimientos de fichas que las cadenas han hecho en sus parrillas es ver cómo "Dollhouse" tendrá a "'Til death", entre otras, de lead-in los viernes, y que su competidora directa será una "Ugly Betty" que parece haber caído en desgracia con demasiada rapidez. Los jueves va a haber una lucha de lo más interesante, con la mudanza de "Fringe" en pugna con "CSI" y "Anatomía de Grey", y "El mentalista" posicionándose como posible heredera del horario de "CSI" al pasar a emitirse detrás de ella. Y "The Big Bang theory" tendrá el inestimable empuje que le dará "Dos hombres y medio" los lunes. Como de costumbre, no sabremos más, ni conoceremos seguro cuáles son las que se esperan con más anticipación, hasta que no llegue, primero, la Comic-Con de San Diego en julio, cita ineludible para todas las que cuentan con fans muy fieles y muy dedicados (y un poco geeks), y unas semanas después, la ronda de encuentros con los periodistas organizada por la TCA (la asociación de críticos de televisión).
P.D.: Hoy debería haber hablado del final de la cuarta temporada de "Cómo conocí a vuestra madre", pero también me canso de tener tantas entradas seguidas que empiecen con alertas de spoilers, así que mañana será. Por cierto, la foto la sacó James Poniewozik, del blog "Tuned in", en el upfront de Fox, en un momento en el que la cadena sacó su tradicional foto oficial de la "plantilla" de actores para la temporada que viene. ¿La del vestido morado al lado de David Boreanaz es Jasika Nicole? You've been Mosby'd!
19 mayo 2009
Negras juegan y dan jaque
ALERTA SPOILERS: Es semana de finales, qué queréis que os diga, y ahora toca el de la quinta de "Perdidos". Eso sí, os voy a ahorrar la lista de los parecidos de esa serie con "Galáctica" (que sigue siendo larga. Todo esto ya ha pasado antes...). Por ahora. Supongo que está de más añadir que es tu problema que sigas leyendo si no lo has visto. Avisado quedas.
Hay mucho más en juego que el destino de los supervivientes del vuelo Oceanic 815, mucho más en juego que intentar que la isla recupere su lugar en el fluir del espacio-tiempo, y en todo ello los personajes de "Perdidos" son los peones en la batalla que libran Jacob (convenientemente vestido de blanco) y un misterioso hombre de negro. Como si se tratara del juego que los dioses del Olimpo se traen entre manos con los humanos en "Furia de titanes", Jacob y su rival llevan gente a la isla para que los ayuden en su lucha continua a muerte, en su ciclo de llegada, destrucción y corrupción, como ellos mismos comentan al principio del capítulo. Los dos son los que han estado manejando los hilos de la trama en la sombra, hasta ahora, cuando el Caballero Negro ha encontrado la manera de escapar del ciclo y, adoptando la forma de un John Locke que está bien muerto, logra matar a Jacob a través de Ben. Hay un montón de connotaciones bíblicas ahí (como que el nombre del hombre de negro puede ser Esaú), pero ya es suficiente con los viajes temporales y la mitología egipcia.
Un comentarista de "Pop Candy" apuntaba que la estatua no es Anubis sino Sobek, el dios cocodrilo del Nilo, al que los griegos identificaron más tarde como Helios, el Sol. Simbolizaba, entre otras cosas, el poder de los faraones, y la fertilidad que traían las aguas del río a Egipto. Por supuesto, la figura de Jacob tiene sus reminiscencias hacia Jesucristo (Richard dice que en la sombra de la estatua está "el que nos salvará a todos"), y supongo que la sexta temporada verá a los náufragos escogidos por él enfrentándose al Caballero Negro por el control de la isla (otro comentarista del mismo blog dice que, cuando Hurley sale de la cárcel, le dan los mismos objetos que Jacob reparte a sus cinco compañeros). Porque no pongo duda que no sólo han sobrevivido a la explosión de la bomba (excepto Juliet, probablemente), sino que dicha explosión es la que libera la energía electromagnética que causa el primer incidente, el que obliga a la Iniciativa Dharma a instalar en el Cisne el ya famoso botón que había que apretar cada 108 minutos. Parece mentira que Faraday hable de destruir dicha energía cuando él sabe muy bien que la energía sólo se transforma.
El cliffhanger es del estilo del de la primera temporada, porque evitan resolver un tema con el que han creado mucha expectación (la apertura de la escotilla y la detonación de la bomba) y dejan los destinos de todo el mundo en el aire. Quizás el incidente los lleve de vuelta a 2007, y es a Jack, Kate, Sawyer, Sayid (si aguanta) y Hurley a los que se refiere Jacob cuando dice "están llegando". Todo se encamina a una lucha del bien contra el mal, más crucial que la que Ben y Widmore entablan por el control de la isla porque, muy probablemente, ellos también son peones. También he leído por ahí que la referencia del hombre de negro a un ciclo puede indicar que, por supuesto, la elección de los Seis de Oceanic no es casual y que son algo así como versiones mejoradas de Neo, con la esperanza de que ellos sí consigan realizar la tarea que sea que tengan que hacer. Como comenta una vez cierto personaje de "Galáctica", si dejas que un sistema complejo se repita el suficiente número de veces, puedes encontrar soluciones inesperadas.
Hay mucho más en juego que el destino de los supervivientes del vuelo Oceanic 815, mucho más en juego que intentar que la isla recupere su lugar en el fluir del espacio-tiempo, y en todo ello los personajes de "Perdidos" son los peones en la batalla que libran Jacob (convenientemente vestido de blanco) y un misterioso hombre de negro. Como si se tratara del juego que los dioses del Olimpo se traen entre manos con los humanos en "Furia de titanes", Jacob y su rival llevan gente a la isla para que los ayuden en su lucha continua a muerte, en su ciclo de llegada, destrucción y corrupción, como ellos mismos comentan al principio del capítulo. Los dos son los que han estado manejando los hilos de la trama en la sombra, hasta ahora, cuando el Caballero Negro ha encontrado la manera de escapar del ciclo y, adoptando la forma de un John Locke que está bien muerto, logra matar a Jacob a través de Ben. Hay un montón de connotaciones bíblicas ahí (como que el nombre del hombre de negro puede ser Esaú), pero ya es suficiente con los viajes temporales y la mitología egipcia.
Un comentarista de "Pop Candy" apuntaba que la estatua no es Anubis sino Sobek, el dios cocodrilo del Nilo, al que los griegos identificaron más tarde como Helios, el Sol. Simbolizaba, entre otras cosas, el poder de los faraones, y la fertilidad que traían las aguas del río a Egipto. Por supuesto, la figura de Jacob tiene sus reminiscencias hacia Jesucristo (Richard dice que en la sombra de la estatua está "el que nos salvará a todos"), y supongo que la sexta temporada verá a los náufragos escogidos por él enfrentándose al Caballero Negro por el control de la isla (otro comentarista del mismo blog dice que, cuando Hurley sale de la cárcel, le dan los mismos objetos que Jacob reparte a sus cinco compañeros). Porque no pongo duda que no sólo han sobrevivido a la explosión de la bomba (excepto Juliet, probablemente), sino que dicha explosión es la que libera la energía electromagnética que causa el primer incidente, el que obliga a la Iniciativa Dharma a instalar en el Cisne el ya famoso botón que había que apretar cada 108 minutos. Parece mentira que Faraday hable de destruir dicha energía cuando él sabe muy bien que la energía sólo se transforma.
El cliffhanger es del estilo del de la primera temporada, porque evitan resolver un tema con el que han creado mucha expectación (la apertura de la escotilla y la detonación de la bomba) y dejan los destinos de todo el mundo en el aire. Quizás el incidente los lleve de vuelta a 2007, y es a Jack, Kate, Sawyer, Sayid (si aguanta) y Hurley a los que se refiere Jacob cuando dice "están llegando". Todo se encamina a una lucha del bien contra el mal, más crucial que la que Ben y Widmore entablan por el control de la isla porque, muy probablemente, ellos también son peones. También he leído por ahí que la referencia del hombre de negro a un ciclo puede indicar que, por supuesto, la elección de los Seis de Oceanic no es casual y que son algo así como versiones mejoradas de Neo, con la esperanza de que ellos sí consigan realizar la tarea que sea que tengan que hacer. Como comenta una vez cierto personaje de "Galáctica", si dejas que un sistema complejo se repita el suficiente número de veces, puedes encontrar soluciones inesperadas.
18 mayo 2009
Presentaciones con cliffhanger
1.- Para empezar, un aviso de spoilers de "Castle", que ha terminado su corta primera temporada también con un cliffhanger, que parece ser la otra moda de la temporada. No es que haya variado mucho mi impresión desde el piloto, pero reconozco que me ha resultado entretenida. Parece querer heredar los crímenes visualmente plásticos que perfeccionó "Life" y, a la vez, le ha dado a Kate Beckett un cierto misterio de su pasado para que haya el ya consabido trauma que la empujó a ser policía. El asesinato sin resolver de su madre (un viejo truco de este tipo de series) es, precisamente, lo que centra el cliffhanger final, con Castle haciendo sus propias averiguaciones y dejándonos con la sensación de que aquí puede haber una conspiración en miniatura (esperemos que no). No es que vaya a ser una cita fija en la próxima temporada, pero veremos si mejora. Deberían dejar de forzar tanto los intercambios entre Castle y Beckett, incluso aunque él siga siendo muy divertido.
2.- Ya estamos en la semana de los upfronts, las presentaciones de las cadenas estadounidenses a los anunciantes de su programación para la nueva temporada. Fox ha sido la que ha abierto el fuego (lo que la NBC hizo hace dos semanas no cuenta) y ha confirmado algunas cosas bastante curiosas, como haber renovado "Dollhouse" basándose en sus buenos datos de visionado en diferido (o sea, grabada) y en las buenas cifras de reserva del DVD de la primera temporada. Sin embargo, muchas renovaciones están asociadas a drásticos recortes presupuestarios y a mantener una austera política de gastos, algo que Whedon ha asegurado que puede cumplir. Su serie, de todos modos, se va a quedar los viernes, con dos sitcom de lead-in. La prueba de fuego de Fox estará el jueves, con "Fringe" defendiendo el pabellón de la cadena a las 9 e intentando aprovechar la más que decente audiencia que le dejará su lead-in, una "Bones" que, por una vez, no se muda otra vez de horario ni acaba los viernes. Y los lunes está el emparejamiento maestro-discípulo entre "House" y "Lie to me".
3.- Y ya que hablamos de renovaciones, parece que este año las negociaciones entre estudios y cadenas están siendo más duras de lo habitual, y no es descartable que varias series acaben cambiando de cadena (se habla, por ejemplo, de la mudanza de "Las aventuras de Christine" a la ABC y de "Medium" a la CBS). Incluso cuando cadena y estudio pertenecen a la misma empresa, ha habido intriga casi hasta el final. La renovación por dos temporadas de "Bones" estuvo a punto de acabar mal precisamente porque, al entrar en la quinta temporada, la licencia que la cadena debe pagarle al estudio era muy elevada, y sólo una rebaja considerable, aprovechando que todo queda en casa, allanó el camino. "Chuck", por cierto, se ha salvado de la guillotina porque Warner se ha comprometido con la NBC a bajar notablemente sus costes y hacer sólo 13 episodios. supongo que según cómo vaya en audiencia, los términos se podrán renegociar.
2.- Ya estamos en la semana de los upfronts, las presentaciones de las cadenas estadounidenses a los anunciantes de su programación para la nueva temporada. Fox ha sido la que ha abierto el fuego (lo que la NBC hizo hace dos semanas no cuenta) y ha confirmado algunas cosas bastante curiosas, como haber renovado "Dollhouse" basándose en sus buenos datos de visionado en diferido (o sea, grabada) y en las buenas cifras de reserva del DVD de la primera temporada. Sin embargo, muchas renovaciones están asociadas a drásticos recortes presupuestarios y a mantener una austera política de gastos, algo que Whedon ha asegurado que puede cumplir. Su serie, de todos modos, se va a quedar los viernes, con dos sitcom de lead-in. La prueba de fuego de Fox estará el jueves, con "Fringe" defendiendo el pabellón de la cadena a las 9 e intentando aprovechar la más que decente audiencia que le dejará su lead-in, una "Bones" que, por una vez, no se muda otra vez de horario ni acaba los viernes. Y los lunes está el emparejamiento maestro-discípulo entre "House" y "Lie to me".
3.- Y ya que hablamos de renovaciones, parece que este año las negociaciones entre estudios y cadenas están siendo más duras de lo habitual, y no es descartable que varias series acaben cambiando de cadena (se habla, por ejemplo, de la mudanza de "Las aventuras de Christine" a la ABC y de "Medium" a la CBS). Incluso cuando cadena y estudio pertenecen a la misma empresa, ha habido intriga casi hasta el final. La renovación por dos temporadas de "Bones" estuvo a punto de acabar mal precisamente porque, al entrar en la quinta temporada, la licencia que la cadena debe pagarle al estudio era muy elevada, y sólo una rebaja considerable, aprovechando que todo queda en casa, allanó el camino. "Chuck", por cierto, se ha salvado de la guillotina porque Warner se ha comprometido con la NBC a bajar notablemente sus costes y hacer sólo 13 episodios. supongo que según cómo vaya en audiencia, los términos se podrán renegociar.
17 mayo 2009
Los 80 mundos
ALERTA SPOILERS: ¿Ya sabes qué tiene Peter Bishop de especial? ¿Qué quería el Observador? ¿Cuál es la misión de Walter? ¿Y la de Olivia? ¿No? Pues detente aquí, o te estropearás la diversión del final de la primera temporada de "Fringe".
Creo que es Julio Cortázar el que tiene un libro titulado "La vuelta al día en 80 mundos". No es que trate en él las realidades alternativas, pero el título va que ni pintado para un final de temporada de "Fringe" que también debe mucho a la trilogía de "La materia oscura" de Philip Pullman, sobre todo sus dos últimos libros, "La daga" y "El catalejo lacado". Por fin tenemos confirmación de esa existencia de mundos alternativos que venían insinuando hace tiempo, especialmente a través del manuscrito de ZFT (hace mucho que no estudio alemán, no soy capaz de reproducir el nombre completo) y sus alusiones a seres de otros mundos que podrían entrar en guerra con el nuestro.
Lo mejor de todo es que, siguiendo ese espíritu hippie setentero (o de los finales de los 60) que tanto le gusta a J.J. Abrams, Walter Bishop y William Bell se obsesionaron con descubrir esa realidad alternativa después de viajes totalmente pasados de vueltas con LSD, y donde otros se habrían dedicado a intentar asesinar al presidente de EE.UU., ellos se pusieron a experimentar con los portales a otras dimensiones, y a utilizar a niños como conejillos de Indias. Eso sí, si pensabais que los viajes en el tiempo eran un jaleo, el follón que puede organizarse con los universos alternativos es infinitamente mayor. Por ahora, sólo hemos visitado aquél en el que esconde Belly, como lo llama Walter, uno en el que los Obamas viven en una "nueva" Casa Blanca y las Torres Gemelas todavía están en pie. ¿Tendremos cruce entre uno y otro universo en la próxima temporada?
Aunque, en realidad, Walter ya lo hizo, ya cruzó a esa dimensión alternativa y "robó" al Peter de allí para sustituir a su hijo, muerto cuando sólo era un niño. En la segunda temporada de "Doctor Who" también se tratan dimensiones alternativas, y el Doctor es siempre muy claro advirtiendo de que deben permanecer completamente separadas e independientes unas de otras, razón por la que, en un principio, no permite a Rose acercarse a su padre fallecido, que en ese otro universo está vivo y coleando. Las consecuencias de que ambos mundos se mezclen podrían ser catastróficas. ¿Será ésa la guerra a la que hace referencia el manuscrito ZFT?
"Fringe" ha dado un notable salto de calidad en su tramo final. Está visto que a sus responsables no se les dan bien las historias 100% autoconclusivas, y que lo suyo es intercalarlas con una mitología que dé a los personajes algo más que hacer, además de correr por los estados de Nueva York y Massachusetts buscando hombres lobo y parásitos asquerosos (o al hombre invisible, que era lo que parecía David Robert Jones con esos vendajes). Mientras han encontrado el camino correcto, prácticamente toda la serie ha estado descansando sobre los hombros de un John Noble que me sorprendería mucho que no estuviera nominado a los próximos Emmy o a los Globos de Oro (cosas más raras se han visto, es verdad), y si le dan a Anna Torv algo que hacer que no sea quedarse callada y aparentar intensidad calmada (un crítico yanqui dice que no le va el tipo del Steve McQueen silencioso), incluso ella da juego (el capítulo "Bad dreams", con ese final que parecía sacado del especial de Navidad de la segunda temporada de "Doctor Who", es el mejor ejemplo).
La serie va a tener segunda temporada, pero parece que va a sufrir algunos cambios. No es seguro que, por cuestiones fiscales, pueda seguir rodándose en Nueva York, con lo que se mudaría a Vancouver, y parece que Fox abandona su experimento de emitir menos anuncios, cobrándoselos más caros a los anunciantes. El año que viene, "Fringe" durará 42 minutos en lugar de 50, y tendrá los mismos cortes publicitarios que el resto de la parrilla de Fox.
Música de la semana: Una cosa se me olvidó comentar del final de temporada de "Bones" es que se las arreglaron para tener a Mötley Crüe tocando "Dr. Feelgood", un soplo de heavy metal ochentero en una serie que tiene a uno de los ZZ Top como padre de uno de sus personajes. Pero el caso es que no vamos a quedarnos con ésa, sino que vamos a optar por algo todavía más ruidoso, Rob Zombie (en los ratos en los que no está dirigiendo películas de zombies y nuevas versiones de "La noche de Halloween"). Conste que la elección de "Feels so numb" es sólo porque, hace ya un par de años, alguién la utilizó para resumir tres temporadas de "Galáctica" en cinco minutos. Sí, necesito mi dosis de cylones.
Creo que es Julio Cortázar el que tiene un libro titulado "La vuelta al día en 80 mundos". No es que trate en él las realidades alternativas, pero el título va que ni pintado para un final de temporada de "Fringe" que también debe mucho a la trilogía de "La materia oscura" de Philip Pullman, sobre todo sus dos últimos libros, "La daga" y "El catalejo lacado". Por fin tenemos confirmación de esa existencia de mundos alternativos que venían insinuando hace tiempo, especialmente a través del manuscrito de ZFT (hace mucho que no estudio alemán, no soy capaz de reproducir el nombre completo) y sus alusiones a seres de otros mundos que podrían entrar en guerra con el nuestro.
Lo mejor de todo es que, siguiendo ese espíritu hippie setentero (o de los finales de los 60) que tanto le gusta a J.J. Abrams, Walter Bishop y William Bell se obsesionaron con descubrir esa realidad alternativa después de viajes totalmente pasados de vueltas con LSD, y donde otros se habrían dedicado a intentar asesinar al presidente de EE.UU., ellos se pusieron a experimentar con los portales a otras dimensiones, y a utilizar a niños como conejillos de Indias. Eso sí, si pensabais que los viajes en el tiempo eran un jaleo, el follón que puede organizarse con los universos alternativos es infinitamente mayor. Por ahora, sólo hemos visitado aquél en el que esconde Belly, como lo llama Walter, uno en el que los Obamas viven en una "nueva" Casa Blanca y las Torres Gemelas todavía están en pie. ¿Tendremos cruce entre uno y otro universo en la próxima temporada?
Aunque, en realidad, Walter ya lo hizo, ya cruzó a esa dimensión alternativa y "robó" al Peter de allí para sustituir a su hijo, muerto cuando sólo era un niño. En la segunda temporada de "Doctor Who" también se tratan dimensiones alternativas, y el Doctor es siempre muy claro advirtiendo de que deben permanecer completamente separadas e independientes unas de otras, razón por la que, en un principio, no permite a Rose acercarse a su padre fallecido, que en ese otro universo está vivo y coleando. Las consecuencias de que ambos mundos se mezclen podrían ser catastróficas. ¿Será ésa la guerra a la que hace referencia el manuscrito ZFT?
"Fringe" ha dado un notable salto de calidad en su tramo final. Está visto que a sus responsables no se les dan bien las historias 100% autoconclusivas, y que lo suyo es intercalarlas con una mitología que dé a los personajes algo más que hacer, además de correr por los estados de Nueva York y Massachusetts buscando hombres lobo y parásitos asquerosos (o al hombre invisible, que era lo que parecía David Robert Jones con esos vendajes). Mientras han encontrado el camino correcto, prácticamente toda la serie ha estado descansando sobre los hombros de un John Noble que me sorprendería mucho que no estuviera nominado a los próximos Emmy o a los Globos de Oro (cosas más raras se han visto, es verdad), y si le dan a Anna Torv algo que hacer que no sea quedarse callada y aparentar intensidad calmada (un crítico yanqui dice que no le va el tipo del Steve McQueen silencioso), incluso ella da juego (el capítulo "Bad dreams", con ese final que parecía sacado del especial de Navidad de la segunda temporada de "Doctor Who", es el mejor ejemplo).
La serie va a tener segunda temporada, pero parece que va a sufrir algunos cambios. No es seguro que, por cuestiones fiscales, pueda seguir rodándose en Nueva York, con lo que se mudaría a Vancouver, y parece que Fox abandona su experimento de emitir menos anuncios, cobrándoselos más caros a los anunciantes. El año que viene, "Fringe" durará 42 minutos en lugar de 50, y tendrá los mismos cortes publicitarios que el resto de la parrilla de Fox.
Música de la semana: Una cosa se me olvidó comentar del final de temporada de "Bones" es que se las arreglaron para tener a Mötley Crüe tocando "Dr. Feelgood", un soplo de heavy metal ochentero en una serie que tiene a uno de los ZZ Top como padre de uno de sus personajes. Pero el caso es que no vamos a quedarnos con ésa, sino que vamos a optar por algo todavía más ruidoso, Rob Zombie (en los ratos en los que no está dirigiendo películas de zombies y nuevas versiones de "La noche de Halloween"). Conste que la elección de "Feels so numb" es sólo porque, hace ya un par de años, alguién la utilizó para resumir tres temporadas de "Galáctica" en cinco minutos. Sí, necesito mi dosis de cylones.
16 mayo 2009
Sexo, muerte y rock'n'roll
ALERTA SPOILERS: Llegamos al final de la cuarta temporada de "Bones", que no ha sido una sorpresa para mí no sólo por los antecedentes, sino porque han estado dando pistas desde el mes de septiembre. Pero si sois de los que os habéis mantenido spoiler-free, igual queréis seguir estándolo.
Antes de que empezara la cuarta temporada de "Bones", sus responsables siempre recibían las mismas dos preguntas (o tres, si contamos las relacionadas sobre el futuro de Zack): qué tal había sido rodar en Londres para los dos primeros episodios, y cuándo veríamos a Booth y Brennan en la cama. A las dos, Hart Hanson (creador de la serie, y con un simpático perfil en Twitter) siempre contestaba lo mismo: rodar en Inglaterra había sido estupendo, y al final de la temporada veríamos a Booth y Brennan desnudos en la cama. Para rematar la faena, David Boreanaz apuntó entonces que ése sería su "episodio de fantasía", ése en el que todos los personajes son otros diferentes y está ambientado en el Salvaje Oeste (como hizo "Doctor en Alaska" para contar la fundación de Cicely).
Lo cual quiere decir que quizás mi reacción habría sido diferente si no hubiera sabido nada de esto por adelantado. Quiero decir, que igual habría sentido la tentación de pensar que me estaban tomando el pelo, pero en realidad me lo he pasado estupendamente con esa realidad alternativa mezcla del libro que Brennan está escribiendo y del sueño que Booth tiene mientras permanece en coma. ¿Que es es un truco barato para mostrarnos a los dos como una pareja sin que ocurra en la realidad? Lo es. Si bien tengo la sensación de que no van a dejar pasar mucho tiempo antes de afrontar la situación (o se consumará todo fuera de cámara, a lo Mulder y Scully). Por lo demás, ha sido simpático ver a Sweets de camarero (con un grupo llamado Gormogón), a Nigel-Murray de pinchadiscos cool, a Cam de policía (por supuesto) y a Caroline como una abogada con problemas para mantener a sus clientes en vereda (cinco minutos de Patricia Belcher elevan la calidad de cualquier cosa un 27%), con Booth y Brennan como un matrimonio dueño de la discoteca The Lab.
Todo el sueño, con ese aire pulp, no es más que un montón de guiños a los fans que han seguido la serie desde el principio. Yo ya me conformaba con que no nos dejaran ojipláticos como hicieron con el de la tercera (todavía lo recuerdo y pienso, what the frak?), aunque se las han apañado para, justo cuando Brennan se da cuenta de tal vez merezca la pena bajar la guardia por Booth (en el libro dice algo así de soportar la carga de la felicidad por otra persona, o algo por el estilo), resulta que éste no la recuerda. Toma santabarbarazo. El caso es que "Bones" entrará el año que viene en la quinta temporada sin ser ya la pequeña serie de Fox de la que nadie habla pero que mantiene una envidiable salud en cuanto a audiencias. Visto lo visto, y juzgando la promoción que le han dado esta campaña, se ha convertido en una de sus bazas más seguras, una que, quizás, incluso podría elevar los ratings de "Dollhouse". Veremos cómo se desarrolla todo y si Hart Hanson se atreverá, por fin, a que Booth y Brennan den el paso. Yo sospecho que eso pasará más pronto que tarde.
14 mayo 2009
Bienvenidos a Houseland
ALERTA SPOILERS: Ya sabéis lo que viene a continuación, un comentario sobre el final de la quinta temporada de "House". De rebote, puede haber también spoilers de "Bones" y "Anatomía de Grey", sólo por si acaso.
Houselandia es el lugar donde hemos estado viviendo durante los últimos tres o cuatro episodios de "House". O lo que es lo mismo, dentro de la cabeza del doctor. Esto ya lo hicimos al final de la segunda temporada y, en parte, al final de la cuarta, con todos sus intentos por recordar el accidente que, eventualmente, le cuesta la vida a Amber. A la tercera va la vencida, así que espero que no tiren más de este truco al que se le ven enseguida los hilos. Es cierto que, esta vez, las alucinaciones con Amber (y con Cuddy) han ido un paso más allá, al obligar a House a replantearse de verdad si su adicción a los analgésicos no le impedirá, más pronto que tarde, ejercer la medicina, lo único que sabe hacer y que da algún sentido a su vida.
El caso es que, como apuntaba un crítico yanqui, House es el tercer personaje este año que tiene alucinaciones inducidas por alguna condición médica. Tanto Booth (que igual ve a un ex-compañero del ejército, que a una estrella del hockey sobre hielo que a Stewie Griffin) como Izzie (y su obsesión muy poco sana con Denny Duquette) sufren sendos tumores cerebrales, cada uno con finales distintos (¿Se atreverán a matar a Izzie? ¿Será la excusa para que se resuelva la tensión sexual entre la Doble B?). La decisión de House es más triste, porque esa clínica de desintoxicación parecía bastante deprimente. Y, como bien apuntan en los comentarios de esta entrada, incluso podría haber sido el final de la serie.
Pero no lo es. Entraremos en la sexta con la incógnita de si House volverá limpio al hospital, y si seguirá siendo igual de irritante sin la Vicodina (seguro que sí), con la relación con Cuddy sin haber avanzado nada (vale, House alucina y cree firmemente que se ha acostado con ella), con Chase y Cameron casados, finalmente, y Cameron recurriendo más de una vez a House para que escuche sus dudas y la ayude a tomar una decisión (algo que House hace con Wilson, aunque añadiendo más ganas de fastidiar), y con el frente Taub-Foreteen igual de soso que de costumbre. Muchos críticos se preguntan si ese aire de inevitabilidad que presidía la entrada de House en la clínica (montada en paralelo, de nuevo, con la historia de Cameron, con su boda) se mantendrá en los nuevos episodios, si David Shore de verdad seguirá con la historia con todas las consecuencias, y no hará borrón y cuenta prácticamente nueva al cabo de poco tiempo.
Houselandia es el lugar donde hemos estado viviendo durante los últimos tres o cuatro episodios de "House". O lo que es lo mismo, dentro de la cabeza del doctor. Esto ya lo hicimos al final de la segunda temporada y, en parte, al final de la cuarta, con todos sus intentos por recordar el accidente que, eventualmente, le cuesta la vida a Amber. A la tercera va la vencida, así que espero que no tiren más de este truco al que se le ven enseguida los hilos. Es cierto que, esta vez, las alucinaciones con Amber (y con Cuddy) han ido un paso más allá, al obligar a House a replantearse de verdad si su adicción a los analgésicos no le impedirá, más pronto que tarde, ejercer la medicina, lo único que sabe hacer y que da algún sentido a su vida.
El caso es que, como apuntaba un crítico yanqui, House es el tercer personaje este año que tiene alucinaciones inducidas por alguna condición médica. Tanto Booth (que igual ve a un ex-compañero del ejército, que a una estrella del hockey sobre hielo que a Stewie Griffin) como Izzie (y su obsesión muy poco sana con Denny Duquette) sufren sendos tumores cerebrales, cada uno con finales distintos (¿Se atreverán a matar a Izzie? ¿Será la excusa para que se resuelva la tensión sexual entre la Doble B?). La decisión de House es más triste, porque esa clínica de desintoxicación parecía bastante deprimente. Y, como bien apuntan en los comentarios de esta entrada, incluso podría haber sido el final de la serie.
Pero no lo es. Entraremos en la sexta con la incógnita de si House volverá limpio al hospital, y si seguirá siendo igual de irritante sin la Vicodina (seguro que sí), con la relación con Cuddy sin haber avanzado nada (vale, House alucina y cree firmemente que se ha acostado con ella), con Chase y Cameron casados, finalmente, y Cameron recurriendo más de una vez a House para que escuche sus dudas y la ayude a tomar una decisión (algo que House hace con Wilson, aunque añadiendo más ganas de fastidiar), y con el frente Taub-Foreteen igual de soso que de costumbre. Muchos críticos se preguntan si ese aire de inevitabilidad que presidía la entrada de House en la clínica (montada en paralelo, de nuevo, con la historia de Cameron, con su boda) se mantendrá en los nuevos episodios, si David Shore de verdad seguirá con la historia con todas las consecuencias, y no hará borrón y cuenta prácticamente nueva al cabo de poco tiempo.
13 mayo 2009
Final con mascletá
Algunos medios yanquis hacen un pequeño juego de broma cuando se concentran casi todos los finales de temporada de las series en apenas dos semanas de mayo (Ausiello lo tiene, pero cuidado que hay spoilers). Se dedican a ver el nivel de los finales por el número de bodas, nacimientos, muertes, parejas-que-aún-no-lo-son que consuman su relación, regresos de personajes que se habían marchado, etc., y puntúan en consecuencia. Si algún capítulo se las apaña para incluir todo lo que hemos citado antes, por ejemplo, podemos decir que se marcan toda una mascletá, algo que puede tanto ser memorable como una empanada realmente indigesta.
Es normal que los finales de temporada busquen impactar y dejarnos, como dicen los "Nuis", con el culo torcío. A veces consiguen arreglar tandas de episodios no demasiado inspiradas con alguna revelación o un giro inesperado que generen comentarios apasionados de los seguidores durante los meses del largo hiato estival. Otras veces, sin embargo, la serie llega a ese capítulo sin resuello, habiendo gastado casi toda la pólvora por el camino y cerrando la temporada con un episodio que se podría calificar con un "bah", siendo generosos.
Que el season finale sea algo especial o incluya alguna sorpresa es de esperar, y es siempre uno de los episodios que se esperan con más expectación. Últimamente, además, varias series han alcanzado su capítulo número 100, una marca que no es tan sencillo superar como parece, y que suele celebrarse también con alguna traca notable. O no, porque esta tendencia también está para romperse. El de "House", por ejemplo, no se diferenció en nada de otro capítulo normal, si bien en "Perdidos" se dedicaron a líar un poco más la madeja y a ofrecer alguna que otra respuesta, muy en su estilo.
¿Qué series nos dejarán los finales de temporada más polémicos, comentados, decepcionantes o interesantes? ¿Abusarán del cliffhanger? ¿Nos tomarán el pelo amagando con resolver tramas que han ido preparando a lo largo de toda la temporada? ¿Morirá hasta el apuntador? ¿Se hará borrón y cuenta nueva? En dos semanas, cuando se dé por oficialmente terminada la temporada de otoño, lo sabremos.
12 mayo 2009
Cabeceras por fascículos: Edición nostalgia
La culpa de esta mirada al baúl de los recuerdos la tiene esta sección de "¡Vaya Tele!" (perdón por el autospam), que lleva a que te tires media mañana buceando entre esas cabeceras míticas de los 80 y los 90 que recordamos de nuestros tiempos mozos.
"Se ha escrito un crimen"
Canción:Theme from "Murder, she wrote"
Artista: John Addison
La serie que hizo famosísima a Angela Lansbury, una veterana actriz de teatro y cine que sustituyó a Doris Day en esta actualización de la señorita Marple, convertida en una escritora de misterio afincada en Nueva Inglaterra. Su sintonía, desde luego, se convirtió también en un éxito, obra de un compositor también veterano como John Addison, que ganó un Emmy y por ella y que antes había puesto música a "La huella", "Un puente muy lejano", "Cortina rasgada" y "Tom Jones", entre otras.
"Aquellos maravillosos años"
Canción: "With a little help from my friends"
Artista: Joe Cocker
Para algunos, la canción que servía de introducción a la nostálgica mirada al pasado de Kevin Arnold es la mejor versión que se ha hecho nunca de un tema de los Beatles, y una cuyo tono iba perfectamente con el de esta serie, que ha influenciado posteriormente a programas tan distintos como "Cuéntame cómo pasó" y "Cómo conocí a vuestra madre". Su intérprete, Joe Cocker, se hizo conocido en los 70 como cantante de soul y blues, y en los 80 dio la campanada definitiva al incluir "You can leave your hat on" en la banda sonora de "Nueve semanas y media".
"Las chicas de oro"
Canción: "Thank you for being a friend"
Artista: Andrew Gold
Esta comedia es, desde luego, una de las cimas del género, y también tenía una sintonía muy fácilmente reconocible, obra de un cantante con bastante éxito en los 70. La versión que suena en la serie la canta Cynthia Fee, y ha terminado haciéndose más famosa que la original. Gold también puso banda sonora a "Loco por tí" con la canción "Final frontier", que la NASA empleó en 1996 como "despertador" del aterrizador Mars Pathfinder, en Marte.
"M*A*S*H"
Canción: "Suicide is painless"
Artista: Johnny Mandel
Mandel, un veterano compositor que había trabajado con Count Basie y Frank Sinatra, entre otros, compuso esta canción para la película de Robert Altman junto con el hijo del director, Mike. Lógicamente, cuando se puso en marcha la serie, se utilizó una versión instrumental para sus créditos. Mandel ganó un Oscar por "The shadow of your smile", de la película "Castillos en la arena". De "Suicide is painless" hay multitud de versiones, incluida una de Marilyn Manson.
"Se ha escrito un crimen"
Canción:Theme from "Murder, she wrote"
Artista: John Addison
La serie que hizo famosísima a Angela Lansbury, una veterana actriz de teatro y cine que sustituyó a Doris Day en esta actualización de la señorita Marple, convertida en una escritora de misterio afincada en Nueva Inglaterra. Su sintonía, desde luego, se convirtió también en un éxito, obra de un compositor también veterano como John Addison, que ganó un Emmy y por ella y que antes había puesto música a "La huella", "Un puente muy lejano", "Cortina rasgada" y "Tom Jones", entre otras.
"Aquellos maravillosos años"
Canción: "With a little help from my friends"
Artista: Joe Cocker
Para algunos, la canción que servía de introducción a la nostálgica mirada al pasado de Kevin Arnold es la mejor versión que se ha hecho nunca de un tema de los Beatles, y una cuyo tono iba perfectamente con el de esta serie, que ha influenciado posteriormente a programas tan distintos como "Cuéntame cómo pasó" y "Cómo conocí a vuestra madre". Su intérprete, Joe Cocker, se hizo conocido en los 70 como cantante de soul y blues, y en los 80 dio la campanada definitiva al incluir "You can leave your hat on" en la banda sonora de "Nueve semanas y media".
"Las chicas de oro"
Canción: "Thank you for being a friend"
Artista: Andrew Gold
Esta comedia es, desde luego, una de las cimas del género, y también tenía una sintonía muy fácilmente reconocible, obra de un cantante con bastante éxito en los 70. La versión que suena en la serie la canta Cynthia Fee, y ha terminado haciéndose más famosa que la original. Gold también puso banda sonora a "Loco por tí" con la canción "Final frontier", que la NASA empleó en 1996 como "despertador" del aterrizador Mars Pathfinder, en Marte.
"M*A*S*H"
Canción: "Suicide is painless"
Artista: Johnny Mandel
Mandel, un veterano compositor que había trabajado con Count Basie y Frank Sinatra, entre otros, compuso esta canción para la película de Robert Altman junto con el hijo del director, Mike. Lógicamente, cuando se puso en marcha la serie, se utilizó una versión instrumental para sus créditos. Mandel ganó un Oscar por "The shadow of your smile", de la película "Castillos en la arena". De "Suicide is painless" hay multitud de versiones, incluida una de Marilyn Manson.
11 mayo 2009
Soy autoconclusivo, ¿y qué?
Últimamente, parece que nos hemos acostumbrado a que todas las series tengan un arco argumental que recorra todos sus capítulos, un elemento serializado que les dé una cohesión narrativa más allá de que todos estén protagonizados por los mismos personajes, ya sea la tan socorrida conspiración, algún misterio que haya que desentrañar, etc. Algunas de las series más influyentes de los últimos años, remontándonos hasta "Twin Peaks", contienen ese toque serial que, evidentemente, hace que sea más fácil fidelizar al espectador, que querrá ver el siguiente capítulo para ver cómo sigue la historia.
El caso es que, a veces, cuando criticamos una serie, otorgamos más importancia a que presente un elemento serial, y si sus primeros episodios son autoconclusivos, da la sensación de que son de menor calidad. Es una impresión que me he llevado viendo como era recibida "Dollhouse", cuya "mitología" no empezó a entrar en acción hasta la mitad de la primera temporada, haciendo que el resto de episodios a partir del sexto estuvieran mucho más serializados que los primeros. Ésos no eran peores por ser autoconclusivos, sino porque sus historias eran directamente flojas (el segundo capítulo, por ejemplo, era un buen ejemplo de una trama autoconclusiva bien llevada). Era la dificultad principal que entrañaba la serie (dejando de lado el carisma de su intérprete principal), conseguir unas historias interesantes para las diferentes "misiones" de los activos, y pocas veces se han conseguido.
¿Es disponer de un arco mitológico para toda la serie garantía de calidad? "Jericho" lo tenía, y no es que vaya a entrar en las listas de las mejores series de la última década, por mucho que la movilización de sus fans la rescatara de la cancelación (sólo para volver a ser cancelada tras una brevísima segunda temporada). ¿Es más fácil engancharse a una serie de este estilo? Lógicamente. Por esa misma razón aguanté cinco capítulos de la mencionada serie de la CBS, hasta que fue superior a mis fuerzas. Y no hay más que ver lo rápido que puede uno engancharse a un culebrón, el serial por antonomasia. También es verdad que estas series tienen más complicado hacerse con nuevos espectadores según transcurren las temporadas, razón por la que muchas cadenas piden un equilibrio con episodios autoconclusivos que faciliten esa tarea.
¿Es un modelo mejor que otro? A priori, no. La tendencia actual es hacia la serialización, aunque ésta empieza a mostrar síntomas de agotamiento y a virar hacia episodios más autoconclusivos o, como mucho, un modelo más híbrido. En uno y otro caso, son los personajes el mejor elemento unificador, o el tono que presida toda la serie. Si te hace reír, te dará igual que "Cómo conocí a vuestra madre" tenga una trama serial o no, y si los personajes te llegan, no te importará que el 90% de los capítulos de "El mentalista" nazcan y mueran en sólo 42 minutos. Por supuesto, a determinadas series les va mejor uno u otro modelo; un "Perdidos" de capítulos autoconclusivos no se diferenciaría demasiado de "Supervivientes", y para ver un "CSI" serializado ya estaba, hace mucho tiempo "Murder One". El truco es lograr integrar los dos aspectos en la misma serie de manera armónica y sin que uno se coma al otro, o esté más descuidado, lo que no es tan sencillo.
El caso es que, a veces, cuando criticamos una serie, otorgamos más importancia a que presente un elemento serial, y si sus primeros episodios son autoconclusivos, da la sensación de que son de menor calidad. Es una impresión que me he llevado viendo como era recibida "Dollhouse", cuya "mitología" no empezó a entrar en acción hasta la mitad de la primera temporada, haciendo que el resto de episodios a partir del sexto estuvieran mucho más serializados que los primeros. Ésos no eran peores por ser autoconclusivos, sino porque sus historias eran directamente flojas (el segundo capítulo, por ejemplo, era un buen ejemplo de una trama autoconclusiva bien llevada). Era la dificultad principal que entrañaba la serie (dejando de lado el carisma de su intérprete principal), conseguir unas historias interesantes para las diferentes "misiones" de los activos, y pocas veces se han conseguido.
¿Es disponer de un arco mitológico para toda la serie garantía de calidad? "Jericho" lo tenía, y no es que vaya a entrar en las listas de las mejores series de la última década, por mucho que la movilización de sus fans la rescatara de la cancelación (sólo para volver a ser cancelada tras una brevísima segunda temporada). ¿Es más fácil engancharse a una serie de este estilo? Lógicamente. Por esa misma razón aguanté cinco capítulos de la mencionada serie de la CBS, hasta que fue superior a mis fuerzas. Y no hay más que ver lo rápido que puede uno engancharse a un culebrón, el serial por antonomasia. También es verdad que estas series tienen más complicado hacerse con nuevos espectadores según transcurren las temporadas, razón por la que muchas cadenas piden un equilibrio con episodios autoconclusivos que faciliten esa tarea.
¿Es un modelo mejor que otro? A priori, no. La tendencia actual es hacia la serialización, aunque ésta empieza a mostrar síntomas de agotamiento y a virar hacia episodios más autoconclusivos o, como mucho, un modelo más híbrido. En uno y otro caso, son los personajes el mejor elemento unificador, o el tono que presida toda la serie. Si te hace reír, te dará igual que "Cómo conocí a vuestra madre" tenga una trama serial o no, y si los personajes te llegan, no te importará que el 90% de los capítulos de "El mentalista" nazcan y mueran en sólo 42 minutos. Por supuesto, a determinadas series les va mejor uno u otro modelo; un "Perdidos" de capítulos autoconclusivos no se diferenciaría demasiado de "Supervivientes", y para ver un "CSI" serializado ya estaba, hace mucho tiempo "Murder One". El truco es lograr integrar los dos aspectos en la misma serie de manera armónica y sin que uno se coma al otro, o esté más descuidado, lo que no es tan sencillo.
10 mayo 2009
La paradoja de House
En alguna otra ocasión hemos hablado sobre lo que podríamos denominar "la paradoja de House" (aplicable a más personajes, como Barney Stinson), que no es otra cosa que la dificultad de mantener prácticamente igual al personaje central de una serie, aquél que es su principal gancho, sin empezar a dar notas de cansancio. Si lo mantienes igual, te acusarán de inmovilista y aburrido; si lo cambias, pueden acusarte de haberte cargado el show."House" es el paradigma actual de ese problema porque es la que tiene el protagonista central más fuerte, con el que siempre se corre el riesgo de que "canibalice" toda la serie. En cada temporada, se ha amagado varias veces con la posibilidad que House, pese a lo que él cree, pueda realmente cambiar. Pero nunca ha ido más allá de eso, un amago, un truco para tener a House más contento, o sin dolor o más trastornado durante unos pocos episodios, para después volver a la normalidad.
En este último tramo de la quinta temporada, parece que estamos otra vez en un camino similar. House toma una decisión en concreto que parece anticipar una evolución (y eso tiene luego una consecuencia que, no por avisada, deja de sorprender. Veremos qué nos depara el final de temporada). Para que llegue a ese punto en concreto, ha tenido que verse en una situación en la que realmente se ha asustado y ha visto que corría el riesgo de perder el control (una digresión con spoiler: Ver de nuevo a Amber ha sido sumamente divertido). ¿Pero será eso suficiente para que cambie? El propio David Shore ha comentado en alguna ocasión que, como House, él también cree que, en esencia, la gente nunca cambia, así que no sé qué van a sacarse de la chistera esta vez. Por lo menos, hemos tenido asientos de primera fila para ver cómo razona House, lo cual no ha dejado de ser interesante.
Después de mis reticencias iniciales, la serie ha tenido unos cuantos episodios bastante mejores (no es casualidad que hayan sido más ligeros en el frente Foreteen), en los que se ha utilizado mucho mejor a todos los personajes, y los pacientes han recuperado el interés que habían perdido al principio de la temporada. "House" tiene la sexta temporada asegurada porque siendo de lo más consistente de la parrilla de Fox, y si saben cerrar bien la quinta, y atreverse a profundizar más en los potenciales cambios, aunque luego los descarten, esto puede ser curioso.
Música de la semana: Nunca usurpará el lugar de "Life" en cuanto a lo bien que me lo pasaba con ella, pero "Castle" es entretenida y Nathan Fillion puede con lo que le echen. Al igual que la ya difunta serie de la NBC, suelen tener unas elecciones musicales realmente curiosas, como la que cerraba el capítulo de esta semana, "Get what I want", de un peculiar grupo un poco jazzy de Los Ángeles llamado Bitter:Sweet.
En este último tramo de la quinta temporada, parece que estamos otra vez en un camino similar. House toma una decisión en concreto que parece anticipar una evolución (y eso tiene luego una consecuencia que, no por avisada, deja de sorprender. Veremos qué nos depara el final de temporada). Para que llegue a ese punto en concreto, ha tenido que verse en una situación en la que realmente se ha asustado y ha visto que corría el riesgo de perder el control (una digresión con spoiler: Ver de nuevo a Amber ha sido sumamente divertido). ¿Pero será eso suficiente para que cambie? El propio David Shore ha comentado en alguna ocasión que, como House, él también cree que, en esencia, la gente nunca cambia, así que no sé qué van a sacarse de la chistera esta vez. Por lo menos, hemos tenido asientos de primera fila para ver cómo razona House, lo cual no ha dejado de ser interesante.
Después de mis reticencias iniciales, la serie ha tenido unos cuantos episodios bastante mejores (no es casualidad que hayan sido más ligeros en el frente Foreteen), en los que se ha utilizado mucho mejor a todos los personajes, y los pacientes han recuperado el interés que habían perdido al principio de la temporada. "House" tiene la sexta temporada asegurada porque siendo de lo más consistente de la parrilla de Fox, y si saben cerrar bien la quinta, y atreverse a profundizar más en los potenciales cambios, aunque luego los descarten, esto puede ser curioso.
Música de la semana: Nunca usurpará el lugar de "Life" en cuanto a lo bien que me lo pasaba con ella, pero "Castle" es entretenida y Nathan Fillion puede con lo que le echen. Al igual que la ya difunta serie de la NBC, suelen tener unas elecciones musicales realmente curiosas, como la que cerraba el capítulo de esta semana, "Get what I want", de un peculiar grupo un poco jazzy de Los Ángeles llamado Bitter:Sweet.
09 mayo 2009
Un género serio
La adaptación a televisión de "Juego de tronos" por parte de la HBO debe ser uno de los proyectos más seguidos y comentados por la blogosfera, sobre todo porque si el piloto funciona, y tenemos una serie completa, la idea que tienen es adaptar toda la saga de "Canción de hielo y fuego", a libro por temporada. Ésta, desde luego, es muy popular, aunque su autor, George R.R. Martin, se toma su tiempo para escribir cada una de las siete entregas que la compondrán, y muchos de sus lectores siempre han pensado que la historia daría para una serie de películas, o una serie de televisión. Yo confieso, antes de nada, que me he quedado a la mitad de "Juego de tronos" (el último de Harry Potter tuvo la culpa). Igual en otro momento soy capaz de terminarlo. Pero sí veo ese potencial para que la HBO tenga algo así como un "Deadwood" de espada y brujería.
La fantasía no es sólo "Conan, el bárbaro" (que es una película de aventuras muy estimable y, en momentos, realmente buena), "Xena, la princesa guerrera" o "La leyenda del buscador". El género es lo suficientemente amplio y flexible como para dar obras muy sesudas y serias que traten sobre luchas familiares por el poder, prejuicios raciales, corrupción moral y cualquier otra cosa que se os ocurra. Ya sabéis, esas metáforas sobre el mundo actual que la fantasía y la ciencia ficción pueden permitirse hacer de manera mucho más contundente que una obra ambientada en el mundo contemporáneo. El proyecto de la HBO, desde luego, parece bastante serio, con el guión de David Benioff (que tiene en su haber "Troya" o "Lobezno", cierto, pero también "Cometas en el cielo"), la dirección de Tom McCarthy y Peter Dinklage como uno de sus protagonistas, dos profesionales que ya coincidieron en esa pequeña joyita que es "Vías cruzadas".
Por supuesto, hay quien se pregunta si adentrarse en el género fantástico es un movimiento inteligente por parte de una HBO necesitada de un tótem crítico y de público como "Los Soprano", como si fuera un descrédito para la cadena. Desde luego, si "Juego de tronos" funciona, lo tendrá mucho más fácil para ganar reconocimientos que si se emitiera en, por ejemplo, Syfy, por mucho que se hayan cambiado el nombre. Creo que la comparación con "Deadwood" o, si me apuráis, "Roma" no será demasiado descabellada.
P.D.: Sólo como nota curiosa, a veces es interesante saber de dónde sacaron su inspiración los autores para crear todos estos mundos. Al parecer, George R.R. Martin tuvo en cuenta ciertos aspectos de la historia medieval de Inglaterra, mientras el "padre" de todo el género, J.R.R. Tolkien, se inclinaba más por la historia de los pueblos primitivos de las Islas Británicas y de los primeros escandinavos. Aunque mis historias favoritas de todas las relacionadas con las influencias de Tolkien son las que se refieren a su querencia por "corregir" a Shakespeare (aquí debo advertir, para que luego no os quejéis, que habrá spoilers de "El retorno del rey" y de "Macbeth". Sólo por si acaso). Si yo no recuerdo mal, a Macbeth le profetizan que no puede morir a manos de ningún hombre nacido de mujer. Al final de la obra, un hombre lo mata, y se explica diciendo que nació por cesárea, y no por parto natural. Tolkien siempre pensó que Shakespeare había hecho trampas ahí, así que al Rey Brujo, jefe de los Espectros del Anillo, le otorgó una profecía similar a la de Macbeth, ya que tampoco podría morir por la mano del hombre. Al final, en la batalla de los Campos de Pelennor, es una mujer, Eowyn, la que termina matándolo.
La fantasía no es sólo "Conan, el bárbaro" (que es una película de aventuras muy estimable y, en momentos, realmente buena), "Xena, la princesa guerrera" o "La leyenda del buscador". El género es lo suficientemente amplio y flexible como para dar obras muy sesudas y serias que traten sobre luchas familiares por el poder, prejuicios raciales, corrupción moral y cualquier otra cosa que se os ocurra. Ya sabéis, esas metáforas sobre el mundo actual que la fantasía y la ciencia ficción pueden permitirse hacer de manera mucho más contundente que una obra ambientada en el mundo contemporáneo. El proyecto de la HBO, desde luego, parece bastante serio, con el guión de David Benioff (que tiene en su haber "Troya" o "Lobezno", cierto, pero también "Cometas en el cielo"), la dirección de Tom McCarthy y Peter Dinklage como uno de sus protagonistas, dos profesionales que ya coincidieron en esa pequeña joyita que es "Vías cruzadas".
Por supuesto, hay quien se pregunta si adentrarse en el género fantástico es un movimiento inteligente por parte de una HBO necesitada de un tótem crítico y de público como "Los Soprano", como si fuera un descrédito para la cadena. Desde luego, si "Juego de tronos" funciona, lo tendrá mucho más fácil para ganar reconocimientos que si se emitiera en, por ejemplo, Syfy, por mucho que se hayan cambiado el nombre. Creo que la comparación con "Deadwood" o, si me apuráis, "Roma" no será demasiado descabellada.
P.D.: Sólo como nota curiosa, a veces es interesante saber de dónde sacaron su inspiración los autores para crear todos estos mundos. Al parecer, George R.R. Martin tuvo en cuenta ciertos aspectos de la historia medieval de Inglaterra, mientras el "padre" de todo el género, J.R.R. Tolkien, se inclinaba más por la historia de los pueblos primitivos de las Islas Británicas y de los primeros escandinavos. Aunque mis historias favoritas de todas las relacionadas con las influencias de Tolkien son las que se refieren a su querencia por "corregir" a Shakespeare (aquí debo advertir, para que luego no os quejéis, que habrá spoilers de "El retorno del rey" y de "Macbeth". Sólo por si acaso). Si yo no recuerdo mal, a Macbeth le profetizan que no puede morir a manos de ningún hombre nacido de mujer. Al final de la obra, un hombre lo mata, y se explica diciendo que nació por cesárea, y no por parto natural. Tolkien siempre pensó que Shakespeare había hecho trampas ahí, así que al Rey Brujo, jefe de los Espectros del Anillo, le otorgó una profecía similar a la de Macbeth, ya que tampoco podría morir por la mano del hombre. Al final, en la batalla de los Campos de Pelennor, es una mujer, Eowyn, la que termina matándolo.
07 mayo 2009
Espoiléame otra vez
Creo que ya quedamos en otra ocasión que Twitter es un invento del diablo, ¿no? Si quieres mantenerte virgen de spoilers, es realmente complicado si tienes un perfil en esa red social, o si simplemente te gusta navegar por Internet y leer diferentes blogs, webs y periódicos digitales. En el blog de televisión de "The Guardian" hacían el otro día una interesante reflexión sobre el dilema de los spoilers en una sociedad tan bombardeada por la información al segundo como la contemporánea. Puedes huir de las webs especializadas en adelantar cualquier pista y rumor sobre el desarrollo futuro de las series, pero siempre corres el riesgo de caer por accidente en algún sitio con pocos escrúpulos a la hora de contar esos rumores sin avisar de su condición de spoilers.
En realidad, la cuestión que subyace aquí es qué es un spoiler. Es decir, cuándo podemos considerar que hablar de determinada trama es un spoiler o no. Probablemente, si lo hacemos al día siguiente, o en la misma semana, en el que cierto episodio se emite en su país de origen, estemos desvelando más de cuenta. Si el comentario se hace después de que lo hayamos visto en España, ¿sigue siendo un spoiler? ¿Y para aquellas series que hace ya tiempo que terminaron? ¿Es spoiler hablar del final de "Friends", que se emitió hace ya cinco años? ¿O del de "El prisionero", que tiene más de 30? ¿Y decir qué es Rosebud, cuando casi todo el mundo lo ha leído o visto en alguna parte sin haber tenido que dedicar ni diez minutos a ver "Ciudadano Kane"?
Al final, todo queda reducido a nuestra propia responsabilidad, que es la conclusión a la que llegan también en "The Guardian". Si hablamos sobre algo que potencialmente puede ser un spoiler (una vez que éste ya se ha emitido, no antes), en nuestras manos queda decidir si avisamos de ello o no, dando por supuesto que nuestros lectores ya están al tanto. Y si no queremos enterarnos de nada de lo que pasa en nuestro programa favorito, acaba siendo problema nuestro el evitar los sitios que sabemos que pueden arruinarnos la diversión, emulando a los chicos de "Cómo conocí a vuestra madre" en aquel episodio en el que pretenden ver la Super Bowl al día siguiente sin saber el resultado. Luego hay gente que tiene muy poco tacto, pero ya es otro tema.
En realidad, la cuestión que subyace aquí es qué es un spoiler. Es decir, cuándo podemos considerar que hablar de determinada trama es un spoiler o no. Probablemente, si lo hacemos al día siguiente, o en la misma semana, en el que cierto episodio se emite en su país de origen, estemos desvelando más de cuenta. Si el comentario se hace después de que lo hayamos visto en España, ¿sigue siendo un spoiler? ¿Y para aquellas series que hace ya tiempo que terminaron? ¿Es spoiler hablar del final de "Friends", que se emitió hace ya cinco años? ¿O del de "El prisionero", que tiene más de 30? ¿Y decir qué es Rosebud, cuando casi todo el mundo lo ha leído o visto en alguna parte sin haber tenido que dedicar ni diez minutos a ver "Ciudadano Kane"?
Al final, todo queda reducido a nuestra propia responsabilidad, que es la conclusión a la que llegan también en "The Guardian". Si hablamos sobre algo que potencialmente puede ser un spoiler (una vez que éste ya se ha emitido, no antes), en nuestras manos queda decidir si avisamos de ello o no, dando por supuesto que nuestros lectores ya están al tanto. Y si no queremos enterarnos de nada de lo que pasa en nuestro programa favorito, acaba siendo problema nuestro el evitar los sitios que sabemos que pueden arruinarnos la diversión, emulando a los chicos de "Cómo conocí a vuestra madre" en aquel episodio en el que pretenden ver la Super Bowl al día siguiente sin saber el resultado. Luego hay gente que tiene muy poco tacto, pero ya es otro tema.
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