27 febrero 2008

El lupus y Número 13

"House" ha saltado el tiburón. Así de categóricos fueron los comentarios que circularon por la red en cuanto se emitió en EE.UU. el capítulo en el que, finalmente, el paciente resulta tener lupus. Después de cuatro años en los que esa enfermedad ha sido un chiste privado de la serie (House llega a esconder sus analgésicos en un libro sobre lupus), tenía que llegar el día en el que alguien, realmente, la tuviera. Lo curioso es que, en esta ocasión, nadie la propone durante los intercambios de ideas con House, y a éste se le ocurre en uno de esos momentos idea-feliz-a-lo-Jessica-Fletcher (y lo remacha con un "por fin tengo un caso de lupus").

Me sorprende un poco que una broma como el recurso constante a esta enfermedad se haya interpretado como una parte integrante y definitoria de la serie. En ese episodio, el pobre mago que lo padece no es más que un macguffin, un excusa para mostrarnos la curiosidad, cada vez más intensa, de House hacia 13 (que es tan misteriosa como el espía desmemoriado de los cómics de Jean Van Hamme y William Vance con el que comparte el nombre), cuya relación con el médico recuerda mucho a la de éste y Cameron, por lo menos al principio. House no paró hasta descubrir la historia del marido de Cameron, y lo mismo ha hecho, aunque de una manera un poco más cruel, con la enfermedad de la que murió la madre de 13. De momento, no parece que ella se muestre tan atraída por él como su antecesora en el puesto, aunque sí le concedemos más mala leche y más decisión.

Las tramas realmente importantes fueron ésa y el reto de inmunidad de las bragas de Cuddy, la ocasión perfecta para unos cuantos chistes a costa de la fisonomía de la directora del hospital a los que House nos tenía acostumbrados, y también para mostrar las puñaladas traperas y la falta de escrúpulos de los aspirantes para conseguir el trabajo. No les importa aliarse unos contra otros o conspirar con una parte externa, al mejor estilo de los reality shows como "Supervivientes", lo que nos hace preguntarnos si estaríamos dispuestos a llegar a esos extremos para lograr determinado empleo, por muy desesperados que estemos. Como siempre, los casos médicos y las decisiones que toman los doctores en su investigación de una cura tratan en realidad de opciones éticas y morales, más que de si tal paciente por fin tiene lupus.

P.D.: Lástima de traducción al español de los motes de los doctores. Buen Amor en realidad es Big Love, una alusión a la serie de la HBO sobre un mormón polígamo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Al ver el capitulo de ayer y lo del lupus, no pude reprimir una carcajada cuando resultó ser lupus, porque como bien dices es una broma marca de la casa. Y si, numero 13, recuerda demasiado a Cameron, aunque yo estoy deseosa por saber más del personaje y a ver si House se lia de una vez con Cuddy!

Anónimo dijo...

Supongo que será cosa de la traducción, pero la semejanza buscada con los realitys me sobresaltaba cada vez que House prometía aquello de "Podrás nominar".
Desde luego, éste ha sido el episodio de Número Trece y, sobre todo, "el de las bragas", hasta el punto de que el guión ha dejado bastante de lado el caso médico. Puede que yo no me enterara mucho (que no se puede estar a varias cosas, mientras el doctor ametralla con sus diálogos), pero incluso me dio la sensación de que quedaban cabos sueltos. Me perdí yo o, si la causa del empeoramiento era la transfusión que le hicieron al mago, ¿por qué tuvo la parada cardíaca inicial? O ¿por qué enfermó House con la transfusión, si la sangre estaba bien? ¿Fingía?
Lo que quiero decir es que se afianza la tendencia de la serie a introducir elementos externos que aumenten el interés y el humor (los aspirantes, el enfrentamiento con Cuddy,...) en detrimento de la rigurosa estructura (caso - investigación - diagnóstico) de otras temporadas.

Y totalmente de acuerdo con tu afirmación final: "las decisiones de los doctores tratan en realidad de opciones morales y éticas". Y porque trata de eso, precisamente, la postura descreída de House -que siempre acierta- es tan corrosiva.

Unknown dijo...

Efectivamente, lo del mago no se entendió muy bien, lo que aún refuerza más su condición de macguffin, como el muerto sin asesino de "El sueño eterno". Y esa ruptura de la fórmula es el mejor acierto de esta cuarta temporada, eso y que Wilson y Cuddy están realmente divertidos.

Ordo dijo...

Lo que yo entendí fue que el desvanecimiento original en el espectáculo fue por el lupus. Luego, cuando miraron el tipo de sangre con un test, dio que era AB y la transfusión fue lo que causó lo demás. El tipo del mago era A y los Beran anticuerpos creados por su sistema inmunológico...
No sé si tiene sentido, pero a falta de un médico que nos haga salir de dudas, valdrá, no? :)