29 julio 2012

Resistencia a los spoilers

Matthew Weiner es tan controlador y tiquismiquis en todo lo referente a los spoilers, que cualquiera pensaría que "Mad Men" es una especie de "Alias" de la publicidad. Y Joan Harris lo sabe todo, pero le falta el entrenamiento para ser Sydney Bristow. No deja de resultar gracioso que Weiner se resista hasta a dar el año en el que comienza cada nueva temporada, cuando su serie debe ser la más resistente a los spoilers de la parrilla estadounidense actual. O, al menos, así lo veo desde mi experiencia con ella. Como creo que ya hemos comentado más de una vez, me he subido al carro de Sterling Cooper bastante tarde, y habiendo leído mientras tanto casi todo lo que se había ido publicando sobre ella. Lo que quiere decir que muchas de las cosas que pasan en la tercera temporada, por ejemplo, ya las sabía, del mismo modo que sabía hacia dónde evolucionaban en la cuarta y hasta en la quinta, y eso no ha disminuido la experiencia de verla.

De hecho, diría que, a veces, hasta le otorga otra capa a la serie; no se ve igual el episodio en el que Betty conoce a Henry Francis si sabes lo que el futuro le depara a él. Es cierto que disminuye el factor sorpresa, pero no todas las semanas alguien pierde un pie en un accidente con un cortacésped. Y, aun así, luego Peggy se va a la cama con quien se va a la cama y resulta ser totalmente inesperado, porque no es algo que los fans y los críticos estuvieran discutiendo sin cesar mientras esos episodios se estuvieron emitiendo. De todos modos, quizás lo más curioso que he notado con este visionado atrasado, y más comprimido, de la tercera temporada no es tanto que pasa más desapercibida esa lentitud de la que se quejaron los fans originalmente, sino de que la sutilidad que siempre se elogia de la serie no es tal.

Sí, en "Mad Men" siempre hay personajes en los que es más importante lo que se callan que lo que dicen, y en otros hay muchas cosas que se insinúan, pero la sutileza se pierde por completo cuando decide hacer metáforas entre hechos históricos y algunos de los cambios más importantes que sufren esos personajes. Utilizar bahía de Cochinos o el asesinato de Kennedy para "explicar" decisiones como esa divertida conspiración de Don, Roger y Cooper puede resultar pretencioso y, además, explicita hasta el punto de ser tan sutil como un martillazo el "mensaje" que Weiner quiere hacernos llegar. Semanalmente, probablemente algunas de estas cosas no se noten, pero vista en modo pseudo-maratoniano, terminan por hacerse evidentes.

Música de la semana: Poco a poco, parece que la trama de las chicas y la de Michelle y Fany van integrándose en "Bunheads", que como buena serie de Amy Sherman-Palladino, de vez en cuando tiene selecciones musicales realmente curiosas. La última, la versión de They Might Be Giants de "Istanbul (Not Constantinople)", una canción que hicieron conocida los Four Lads en los 50, y que los fans de "Raising Hope" han escuchado también en su serie.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola
Pues yo he comenzado a verla hace unas semanas, y todavía voy por el séptimo episodio de la primera temporada. No he leído casi nada de la serie, en parte porque me cortaría la relativa sorpresa. Lo que voy viendo no pasa de ser una serie un tanto pretenciosa y, a la vez, con un punto bastante pobre en argumentos, personajes y desarrollos; ni siquiera el personaje de Don me atrae especialmente, y la empatía con cualquier personaje brilla por su ausencia. Se me resiste muy mucho esta serie. Del 0 al 10 le daría un 3.

Dardo dijo...

Habiendo sido estudiante de Audiovisuales en el pasado, quizá valoro la serie desde otra perspectiva más allá de las tramas. Si bien la serie me enganchó desde un inicio ( sin saber muy bien porque, pero la atmosfera es tal que me tenía totalmente hipnotizado ), sí creo que las dos primeras temporadas son mucho más lentas y en ellas ocurren menos cosas. A partir de la tercera, cuando ya tenemos toda la carne en el asador y conocemos todas las personalidades, todo cobra un nuevo sentido. A partir de esa tercera temporada cada vez he disfrutado más de la serie, llegando a encontrar en la quinta una temporada brillante, una auténtica obra de arte.

Unknown dijo...

Anónimo, en Mad Men es muy importante entrar en la atmósfera que te propone la serie. Si no te convence desde el principio, ni te molestes en seguir con ella.