Las historias postapocalípticas son últimamente tan omnipresentes como las películas y series de superhéroes. No hay temporada televisiva que pase sin que se estrene, o se anuncie, un proyecto sobre los supervivientes de una epidemia zombie, un holocausto nuclear, un virus mortal, un genocidio extraterrestre... Lo que se os ocurra. Esos supervivientes siempre tienen que decidir cómo quieren vivir, si prefieren mantener cierto atisbo de civilización o si se entregan a lo salvaje (dicotomía sobre la que está construida toda "The Walking Dead"), y como la situación es muy seria, lo habitual es que se trate bajo el prisma de un drama muy serio en el que lo que está en juego es siempre muy importante. Al fin y al cabo, la raza humana está al borde de la extinción.
Will Forte, Chris Miller y Phil Lord, sin embargo, deciden presentar el fin del mundo de otra manera, como una comedia sobre un tipo solitario a la fuerza (que enseguida deja de serlo, y aquí no estamos destripando nada) que tiene a su disposición todo el tiempo y todo el espacio del mundo. "The last man on Earth" era uno de los estrenos más esperados de la midseason porque su punto de partida no invitaba a que saliera de ahí una comedia para FOX, sino más bien un corto para el Fantastic Fest de Austin. Pero como apuntan en esta entrada de Grantland, Miller y Lord son expertos en tomar una idea que parecía terrible, y convertirla en algo divertido, interesante y que acaba siendo un éxito, y esta serie parece estar siguiendo el mismo patrón que siguió, por ejemplo, "La LEGO Película".
Phil Miller (así se llama el personaje de Forte) es un tipo muy corriente que hace lo mismo que, seguramente, haríamos todos si nos encontráramos en su situación. Sus imaginativas maneras de pasar la tarde destrozando cosas son uno de los puntos álgidos de los dos primeros capítulos, pero aunque él acabe entregándose a la dejadez y a la suciedad, Forte consigue que veamos a Phil como alguien realmente muy humano. ¿Qué harías tú si fueras él? Es lo que parece preguntarse la serie muchas veces, y si hemos visto a Forte interpretando a Paul, el admirador-imitador de Jenna, en "30 Rock", sabemos que puede coger personajes realmente raros y hasta inquietantes y darles un giro humano, conseguir que los entendamos.
El concepto de "The last man on Earth" es ciertamente complicado para extraer una comedia de network, pero su arranque apunta a que sus responsables son capaces de hacerlo. No les interesa en absoluto el apocalipsis pasado, sino las peripecias muy cotidianas, y muy humanas, de su protagonista. La audiencia en Estados Unidos está respondiendo muy favorablemente, por ahora, y es que Phil no deja de ser alguien como tú y como yo, un hombre corriente en una situación extraordinaria, que echa de menos a la gente, con un sentido del humor que a veces no encuentra quien lo comprenda y que es mejor persona, y más comprensivo, de lo que parece a simple vista. Aunque no tenga demasiada suerte con las maniquíes.
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