25 febrero 2008

Hollywood se construyó con europeos

Si dejamos a un lado a Javier Bardem, el titular de esta 80ª edición de los Oscars es, precisamente, la frase que pronunció Tilda Swinton, ganadora a la mejor secundaria por "Michael Clayton", en el backstage del teatro Kodak: "Hollywood was built on europeans". Casi todos los premios han ido a parar a ciudadanos de la vieja Europa. Además de Swinton (escocesa) y nuestro Bardem patrio, los otros dos intérpretes galardonados son un irlandés (Daniel Day-Lewis, por "Pozos de ambición") y una francesa (Marion Cotillard, por "La vie en rose", tan impactada por su victoria, que ofreció con Forest Whitaker una de las fotos de la noche). En las categorías menores (canción, banda sonora, corto animado, maquillaje, etc...) el dominio desde este lado del charco fue abrumador. Y, de remate, los ganadores estadounidenses fueron outsiders como Diablo Cody (repitiendo la tradición de los últimos años de que la sorpresa indie, "Juno" en este caso, se lleve el guión original) y los hermanos Coen, considerados en su país unos marcianos de Minnesota y, por tanto, ajenos a Hollywood, pero cuya "No es país para viejos" barrió ganando los premios de la mejor película, director, guión adaptado y, por supuesto, secundario.

La sentencia de Tilda Swinton (cuya victoria, aunque merecida, no dejó de ser una sorpresa) es cierta porque la Meca del cine fue la tierra de acogida de los cineastas que huían de los regímenes totalitarios europeos en la década de los 30. Gente como Fritz Lang, Michael Curtiz, Billy Wilder, Rouben Mamoulian o Ernst Lubitsch dieron lustre a la época dorada de Hollywood, y su maquinaria no ha dejado de nutrirse de talento europeo, que aprovechaba las oportunidades que se les abrían allí, y así lo hicieron algunas de las más grandes estrellas del cine clásico, como Greta Garbo, Cary Grant, Ingrid Bergman o el eterno galán Rodolfo Valentino.

Pero centrémonos en los ganadores de este año y lo que es aún más divertido: los "trapitos" (y si alguien puede explicarme qué hacía allí Antonio Sabato, que no ha pasado de los teleflines del sábado por la tarde). Aún estoy intentando averiguar si son escamas lo del vestido de Marion Cotillard, a qué felino mató Diablo Cody para hacerse ese vestido, y creo que he perdido la cuenta de todos los actores televisivos que andaban por allí, desde una muy elegante Jennifer Garner o la pálida Keri Russell al rojo intenso de Katherine Heigl o la voz de Kristin Chenoweth, y eso si dejamos de recordarle a George Clooney su paso por "Urgencias" (Clooney, por cierto, volvió a aportar el glamour del Hollywood clásico). Jon Stewart, por su parte, tuvo un punto realmente curioso en su monólogo inicial: "Los demócratas están viviendo una carrera histórica, Hillary Clinton contra Barack Obama. Generalmente, cuando ves a un hombre negro o a una mujer como presidentes, un asteroide está a punto de impactar contra la Estatua de la Libertad".

Actualización: He encontrado la frase de la noche. La dijo Pilar Bardem en la alfombra roja: "He visto a George Clooney y ya creo en Dios". Ahí queda eso.

9 comentarios:

Melenuda dijo...

Lo del Tilda Swinton fue una sorpresa, desde luego, pero su discurso de agradecimiento, comparando el culo de la estatuilla con el de su agente americano y admirando el trabajo de George Clonney por ponerse todos los días el traje de Batman con pezones, fue genial.

La verdad es que la gala estuvo bastante "europeizada" y con una cantidad de acentos diferentes increíble.

Ah, y que detalle lo de dejar que la chica de Once volviera al escenario después de que la hubieran cortado con la música.

Anónimo dijo...

Toma castaña. Si me encuentro yo con el Cloney ese también me convierto al catolicismo. ¡Cómo la comprendo!

Unknown dijo...

Y al budismo, al islam y lo que haga falta ;-)

Mar Toscano dijo...

Jajaja Qué buena la Bardem. En mi casa profesamos el Cloonismo desde hace años ;)

Ampelmann dijo...

Tienes razón: es una foto preciosa la de la Cotilliard y el Whitaker.

Zinquirilla dijo...

La Bardem ya estuvo sembrá en una frase, era algo así como sí, la mujer más envidiada es Joanne Woodward que lleva 50 años (justo ahora) tirándose a Paul Newman.

Yo escribí algo parecido en mi blog (os invito a todos) aunque no sabía de la frase de Tilda Swanton.

Crítico en Serie dijo...

Comparto el cloonismo. Y lo de Tilda fue una sorpresa merecida.

Por cierto, macguffin, que coincido en que jennifer garner estaba muy elegante. De las más guapas de la noche (y la verdad es que no se me pasa ninguna que estviera más guapa).

Mariló García dijo...

Jennifer Garner tenía de los peores pelos de la noche, sosita. Marion Cotillard fue cual sinuosa sirena de Gaultier increiblemente cool y pasando de la tónica general del negro. Tilda es la Bimba Bosé inglesa. Katherine Heigl volvía de esquiar y Cameron Diaz de surfear (esos pelos). Jennifer Hudson con airbag incorporado (Bardem se apartó del susto). Diablo Cody era la Bardem de joven con todos los abalorios de la Bruja Lola. Y las flores de Anne Hathaway? Y las pintas de Julie Christie? Y el desaliño de Colin Farrell que iba con su madre en camisón? Y esa pareja de excéntricos, Spike Lee y Wesley Snipes? Y el enmoquetado en la cabeza de John Travolta, se había pintado el pelo? Y la sosa de la novia de Clooney? Y lo guapa guapa que iba Diane Lane, novia de Josh Brolin? Todo esto y mucho más en el suplemento de los Oscar de Cinemanía ya en kiosko...

Unknown dijo...

Pero a Diane Lane no le hace falta mucho para estar que rompe... Y el pelo de Travolta hace tiempo que es un expediente X.