27 noviembre 2010

Dame una A

Creo que fue la revista "Empire" la que hacía hace un par de meses una curiosa línea temporal de películas de instituto, intentando establecer algo así como un patrón. Empezaba en 1995 y "Fuera de onda", que se inspiraba en "Emma" y lanzó brevemente al estrellato a Alicia Silverstone. Cuatro años más tarde (1999) llegaba "10 razones para odiarte", basada libremente en "La fierecilla domada", que hizo famosos sobre todo a Heath Ledger y a Julia Stiles. En 2004, siete años después, "Chicas malas" confirmaba en su trono a Lindsay Lohan (sólo para verla caer) y, seis años más tarde, otra pelirroja de voz grave se hace conocida gracias a una comedia de instituto menos convencional; Emma Stone en "Rumores y mentiras", inspirada también por un clásico literario (en este caso, "La letra escarlata").

Un patrón claro no hay en esa línea, pero lo que une a todas esas cintas es que son comedias juveniles de instituto que intentan darle una vuelta de tuerca al género o salirse un poco de sus márgenes. En el caso de "Rumores y mentiras", es más la sensación de que la película no se toma a sí misma demasiado en serio y que sólo quiere divertirse y hacernos pasar un buen rato, además de inspirarse en todas las comedias adolescentes que John Hughes dirigió en los 80 y homenajearlas explícitamente. Aunque el título español es muy claro, porque todo el conflicto central se monta por las ganas de una chica normal de ser popular y de sentirse un poco más integrada en el instituto, lo que lleva a una cadena de rumores a cada cual más loco, el título original de "Easy A" le da como una capa más, jugando con la A de adulterio que tiene que llevar la protagonista de "La letra escarlata", la calificación A (que es algo así como un sobresaliente), y el adjetivo "fácil", que lo mismo hace referencia a lo sencillo que es destruir una reputación como a que Olive termina adquiriendo imagen de chica fácil, y sin que ella tenga que esforzarse demasiado por ello.

Las películas de instituto no tienen que ser profundas ni diseccionar nuestra sociedad para estar bien. Con que sean coherentes con su propuesta, no nos tomen por idiotas y tengan unos personajes bien definidos y un reparto competente al frente, ya es suficiente. Y lo cierto es que "Rumores y mentiras" lo tiene. Sólo por ver a Emma Stone repartiendo ironías ya merece la pena echarle un vistazo, y si luego sus padres son unos geniales (aunque poco aprovechados) Stanley Tucci y Patricia Clarkson, qué más podemos pedir. Es realmente divertida y lleva bastante bien el inevitable giro que debe llevar al inevitable final feliz, y está llena de referencias por todas partes (y de un montón de caras conocidas por la televisión). Incluso suena en un momento de fondo una versión de "Let's get together", de "Tú a Boston y yo a California".

Podríamos lanzarnos aquí a una disertación sobre nuestra imagen pública, lo fácil que es creer un rumor aunque no revista ni el más mínimo signo de veracidad, lo todavía más fácil que es tergiversarlo conforme se cuenta a más gente, el poder de las apariencias entre los adolescentes, bla, bla, bla. Lo que importa de verdad es que pasas un buen rato.

7 comentarios:

Mike Ende dijo...

Vi esta película hará unas dos semanas y lo pasé como un enano. Llevaba tiempo sin ver una peli para público "juveni" que no tratara de idiota al espectador. Emma Stone es una Must Follow -y qué bueno el papel de Lisa Kudrow también-

YoNoSoyTu dijo...

Una lástima que alguien (ejem, ejem, la productora) se haya dedicado a fastidiarla en pequeños detalles que dejan la película un poco peor parada.

Supongo que por jugar con los paralelismos con La Letra Escarlata, pero forzar la sorpresa de todo el instituto por que una chica pierda la virginidad a los 17 es bastante increible (y por el uso de la palabra twat como insulto). Se ve que el instituto es un poco puritano-conservador (supongo que por extender el paralelísmo).

Y luego esta la escena final mezclando los elementos icónicos de las películas de Hughes (el "boombox", el cortacesped y el Don't you forget about me), que hubiera funcionado genial si el objetivo amoroso de la protagonista apareciese algo más en la película (y tuviese un poco más de carísma).

No se, desde luego sobresale sobre el resto de comedias juveniles, y sí que puede ser comparada con Mean Girls y 10 Reasons, pero no llega a los niveles de las comedias de John Hughes.

Así que, por favor, ¿podemos dejar de intentar llegar a Su nivel y hacer comedias juveniles que simplemente no dibujen a los jovenes como perfectos idiotas? (esta lo consigue, debo dejar claro).

freddyvoorhees dijo...

A mí ese giro para llegar al final feliz fue lo que menos me convenció de toda la película, porque me dejó la sensación de ir en contra de lo que se supone quería ser la película. Y aparte en algún momento me dio cierta sensación de ser demasiado autoconsciente de lo que es, no sé si me explico :S

De todas formas, la mejor película de instituos sigue siendo Election y esa grandísima Tracy Flick, aún espero que alguna la supere :)

Unknown dijo...

Me ha encantado por montones, me he reído por mucho tiempo recordando algunos momentos y creo que este fin de semana cae la repetición. :P

Unknown dijo...

Election es otra cosa, está claro.

El giro final yo me lo esperaba bastante peor, por eso igual me pareció más potable de lo habitual, y es cierto que la trama amorosa parece un poco pegote, un mero macguffin. Pero chico, me lo pasé tan bien, que se lo perdono. Y en cuanto a lo de John Hughes, no me extraña nada que los directores de ahora lo homenajeen por todas partes, porque crecieron viendo sus pelis.

freddyvoorhees dijo...

Quizá mi problema sea que ahora para todas las películas de instituto mi referente es Election y, como dices, es otra cosa...

Mar Toscano dijo...

Me encantó Rumores y mentiras, tanto que en casa empezamos un Ciclo de Comedias Románticas para Adolescentes de los 80.

Y hooooombre, 16 velas está salada, pero por los demás Hughes está totalmente sobrevalorado. Supongo que es el efecto nostalgia, que nos pasa a todos. Lo único reseñable es que cierto, no trata a los adolescentes como idiotas y presupone que pueden tener personalidades complejas. Que sí, que piensan en zumbar cual abejas del campo, pero también tienen sus notas, sus padres, sus amigos, sus cosillas.