15 abril 2012

Al servicio de la estrella

Siempre hay proyectos en cine y televisión que salen adelante porque hay una estrella al frente que facilita su puesta en marcha. A cambio, esos proyectos se convierten a menudo en vehículos para el lucimiento de dicha estrella, aunque puede haber muchas maneras de que se produzca ese lucimiento. "Scott & Bailey", por ejemplo, fue concebida por una de sus actrices protagonistas, Suranne Jones, junto con la guionista Sally Wainwright. "Cougar Town" salió adelante en ABC porque Courtney Cox iba a ser la estrella y gran protagonista de la comedia, aunque luego tanto ella como sus dos creadores, Bill Lawrence y Kevin Biegel, se dieron cuenta que lo que funcionaba era la coralidad, y no la "courtneydependencia". Y "Damages" está a hecha a mayor gloria de Glenn Close, aunque luego haya otros aspectos (como su rivalidad con Ellen) que hayan ido ganando más peso. Los vehículos estelares ("Body of proof" es otro, hecho a la medida para Dana Delaney) pueden a veces pecar de tener un protagonista que acapara demasiada atención, y cuando esa atención se pasa de la raya, pueden llegar a dar hasta un poco de vergüenza ajena.

Y luego está "The client list". Originalmente, fue una tv movie de Lifetime, basada libremente en la historia de una mujer que, después de que su marido la abandone, empieza a trabajar en un establecimiento de masajes en el que las masajistas redondean sus ingresos como prostitutas, básicamente. El FBI desmantela toda la operación y le ofrece a esa mujer un trato a cambio de que les facilite creo que la lista de clientes que tenía dicho establecimiento. No sé muy bien cómo ni por qué, Jennifer Love Hewitt estuvo nominada al Globo de Oro a mejor actriz de tv movie o miniserie hace un par de años, y debió pensar que continuar explotando ese proyecto debía ser lo más apropiado para regresar televisión después de "Entre fantasmas", porque ella es una de las productoras ejecutivas de la serie.

La "The client list" en formato semanal parece que va a contar, básicamente, lo mismo que la película (con lo que habría que plantearse si de verdad era necesaria), y además es un vehículo para el lucimiento de su estrella del peor tipo; el que da un poco de vergüenza ajena. El vídeo musical a mitad del capítulo piloto mostrando en qué consiste el "extra" de Riley en The Rub (calma, que esto es Lifetime, no Showtime, es todo bastante recatado y con mucho beefcake), los modelos que lleva Love Hewitt (algunos, heredados directamente de Melinda Gordon), el mensaje totalmente confuso que quiere dar sobre si es aceptable hacer cualquier cosa para mantener a tu familia (en realidad, para mantener el pedazo casa cuya hipoteca te está arruinando)... "The client list" no es "Weeds", por supuesto, pero los intentos de dar ambigüedad moral a las decisiones de Riley ni siquiera deberían planteárselos. Y además, a los 20 minutos del piloto ya se puede adivinar cómo va a acabar la primera temporada. Aquí ni siquiera el aliciente de los cromas para echarte unas risas como en "Ringer".


Música de la semana: Como no podía ser de otro modo en una serie de Shonda Rhimes, "Scandal" cuenta con una banda sonora llena de canciones de todo tipo. Una bastante curiosa es "Respect yourself", de The Staple Singers, un grupo familiar de soul del que salió después Mavis Staples, y en cuyo estribillo parece que se inspiró Madonna para "Express yourself".

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