14 septiembre 2015

Cienciólogos, "gafes" y cuentos de hadas


El sábado se entregaron los Creative Arts Emmy Awards, que sí que marcan la cuenta atrás definitiva para la gala principal del próximo domingo por la noche. En esa ceremonia se dan lo que se denomina "Emmys técnicos", es decir, las categorías de efectos especiales, vestuario, montaje, diseño de producción... Al final, dos títulos, "Juego de tronos" y "American Horror Story: Freak Show", se repartieron buena parte de los premios (la segunda compite como miniserie), y HBO fue la cadena que se llevó a casa más estatuillas, y no sólo por los galardones de su serie de fantasía. Como suele ser habitual, arrasó en los apartados de tv movie (con "Bessie", la historia de la cantante de blues Bessie Smith) y en los de documentales, donde ganaron las opciones más evidentes.

Aunque fueran vencedoras predecibles, no quiere decir que no merezcan la pena. "Going clear", el documental de Alex Gibney sobre la Cienciología, es una película potente y directa al mentón que traslada a la pantalla un libro de Lawrence Wright sobre la trastienda de este culto. Cuenta su ascenso desde su creación por parte de L. Ron Hubbard hasta su reconocimiento como religión en Estados Unidos (lo que les libra de pagar impuestos), y el dominio con puño de hierro del sucesor de Hubbard, David Miscavige. Se construye con testimonios de antiguos miembros de la iglesia, como el director Paul Haggis, y parece estar soportando mejor que bien la previsible, y dura, campaña de la Cienciología por impedir que llegue al público masivo. Por supuesto, es el papel de Tom Cruise y John Travolta en la visibilidad de la iglesia lo que ha atraído mayor atención, pero hay mucho más ahí dentro.

El otro premio previsible para HBO era el de 'The Jinx' como mejor serie documental. Dirigida por Andrew Jarecki, se centra con la controvertida figura de Robert Durst, heredero de una rica familia de Nueva York cuya esposa desapareció misteriosamente en los años 80, y que desde entonces ha estado relacionado en un par de asesinatos sin resolver. Bueno, uno de ellos se resuelve, pero Durst logra irse de rositas. La serie se vio rodeada de una enorme atención mediática en su momento por cómo la realidad acabó superando a la ficción, y lo que resulta fascinante es el retrato de Durst. Es inquietante, extraño, y nunca estamos seguros de si de verdad es peligroso. Lo único que sí es cierto es que hace las cosas porque está convencido de no va a pasarle nada, de que la fuerza de su dinero y del nombre de su familia, aunque no se lleve bien con nadie de ella, lo van a proteger.

El Emmy más sorprendente, y más merecido de la noche, fue el de "Over the garden wall" (o "Más allá del jardín" en español) como mejor programa animado por encima de "South Park", "Archer", "Los Simpson" y "Bob's burgers". No sólo era merecido porque sea una buena miniserie, sino porque es una apuesta original y diferente hasta para un canal como Cartoon Network. La mezcla de canciones de principios del siglo XX, cuentos tradicionales estadounidenses, historias de Halloween y la relación entre Wirt y Greg, los dos hermanos protagonistas, cuaja en una obra con una gran personalidad propia y hasta algún que otro giro de guión. Sí, Reg E. Cathey, Margo Martindale, Bradley Whitford y Joan Cusack ganaron como mejores actores invitados (por "House of cards", "The Americans", "Transparent" y "Shameless"), pero estas cuatro victorias fueron de lo más destacado de estos Emmys técnicos.

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