16 noviembre 2016
Sé buena, Letty
El final este verano de "Rizzoli & Isles" en TNT parece haber marcado el fin de una época en la cadena. Desde hace un par de años (cuando Kevin Reilly, ex jefe de NBC, asumió el mando), el canal ha intentado probar cosas nuevas, series un poco distintas de los policiacos ligeros con los que se había hecho hueco en la parrilla estadounidense. Algunos de esos policiacos eran series estupendas ("The Closer" siempre será de los mejores procedimentales que podáis ver), pero ya había mucha competencia por diferenciarse, y hasta USA había empezadi también su camino por salirse de su zona de confort. Ésta parece haber optado por un cambio un poco más abrupto que el de TNT, que se nota en los detalles de sus nuevas series, más que en su temática.
Si tomamos por caso "Buena conducta" (título español de "Good behavior"), a simple vista da la sensación de ser otra serie más de esa cadena, con Juan Diego Botto y Michelle Dockery como un asesino a sueldo y una ladrona que tienen una misión que cumplir en cada episodio. La descripción de ambos personajes ya debería darnos una pista de que hay algo un poco distinto aquí, y más cuando esas misiones son asesinatos y Letty Dobesh, la protagonista, está constantemente intentan escapar. Al menos, es lo que se ha visto en los dos primeros capítulos, dos episodios que hacen una presentación bastante completa de Letty, pero que todavía dejan a Javier como un enigma.
De ella lo sabemos todo, de hecho. Sabemos que acaba de salir de la cárcel y que intenta recuperar su vida, aunque los viejos hábitos tiran de ella con fuerza, y sabemos que eso de timar y robar se le da muy bien. Demasiado. También sabemos que es mejor persona de lo que quiere admitir, y que esas cintas de autoayuda son tan útiles para ella como lo eran para Angela en la segunda temporada de "Mr. Robot". Y que la relación que establece con Javier va a ser el motor de toda "Buena conducta". La atracción física queda bien clara desde el principio; la evolución de lo que, en un principio, es una colaboración forzosa será lo que determine si la serie va a alguna parte.
Por el momento, Dockery le pilla el punto a Letty enseguida, incluso con ciertos toques de humor. Le gusta demasiado el riesgo, el subidón de adrenalina de hacer algo ilegal, como para reformarse, pero al mismo tiempo es sincera en ese propósito (o ella cree que lo es). Y también tiene unas líneas que no va a traspasar (como matar a alguien). Por supuesto, es de esperar que todo esto se vaya poniendo a prueba cuanto más tiempo pase con Javier, y será ese desarrollo de los protagonistas lo que dé la medida de "Buena conducta" como serie.
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