Los medios británicos han acuñado una expresión que engloba todos los dramas policiacos, o de misterio, no sólo que llegan del norte de Europa, sino que se hacen siguiendo sus dictados: "scandi-noir". Es un término muy útil para hablar de ese tipo de series, ya casi convertidas en un subgénero en sí mismas por culpa, en su mayor parte, de todos los remakes que se han hecho de ellas en las televisiones anglosajonas y de las imitaciones que han surgido al calor de su éxito. Llega un punto que hasta pueden extraerse varios mandamientos que debe tener toda serie que quiera aspirar a ser considerada un ejemplo de "scandi-noir".
- Una muerte en un pueblo o una comunidad pequeña.
- Un policía solitario o con problemas familiares
- Una ambientación nocturna o en una climatología invernal
- Una exploración de las consecuencias que esa muerte crea en la comunidad
- Punto extra: reflexión sobre lo que todo lo anterior dice de la sociedad del país (aquí se nota a los influidos por Maj Sjöwall y Per Wahlöö).
Será, seguramente, su ejecución lo que la distinga de sus competidoras, que todas buscan algo que las separe del resto. "Jordskott", por ejemplo, apostaba por lo sobrenatural, mientras otra serie en emisión en Movistar+, "Absuelto", se dedica a explorar las consecuencias que tiene en su protagonista ser absuelto de un asesinato. El componente social, sin embargo, es más importante en "Bron/Broen" (también lo era en su remake estadounidense, una serie que merece la pena reivindicar). Pensad en el policiaco nórdico que queráis, y es muy probable que siga los mandamientos anteriores, con algo diferente que le dé su propia personalidad.
Eso no es algo malo. Gran parte de las series de televisión se hacen siguiendo fórmulas y patrones ya probados y comprobados durante décadas. La manera en la que los sigan, los subviertan o enuentren un modo de contar cosas diferentes dentro de ellos es donde las series dan la medida de sí mismas.
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