Es curioso lo que puede cambiar una serie simplemente con introducir un personaje nuevo. Los guionistas suelen decir que nó sólo están incluyendo un personaje nuevo, sino que están añadiendo seis o siete nuevas relaciones, lo que puede contribuir a darle un nuevo ritmo a la serie, a refrescar dinámicas y a arrojar una nueva luz sobre los protagonistas que ya conocíamos desde el principio.
A "Person of interest" le pasó algo así al final de la segunda temporada. Después de introducir a la potencial villana, Root, una hacker que quiere liberar a la Máquina que todo lo ve construida por Finch, la serie nos presentó a Shaw, una versión en femenino de Reese y todavía más fría y eficaz. Inicialmente era otro número al que Finch y Reese tenían que salvar, y acaba formando parte, por derecho propio, del equipo de la Máquina justo en el momento en el que más necesitan su ayuda. La tercera temporada representa un notable salto adelante de la serie no sólo por su profundización en la trama serializada, sino por el protagonismo que les da a esas dos mujeres, que ya sabéis que tienen su propio, y ruidoso, grupo de shippers.
La sociedad de la hipervigilancia del estado y la autoconsciencia de la Máquina de su propia existencia son los dos pilares en los que se ha basado "Person of interest" desde el principio, y en esa temporada empieza a tratar también a sus protagonistas como individuos enfrentados a una vasta conspiración secreta dentro del gobierno, orquestada por personajes que actúan en las sombras con total impunidad, y cuya jefatura es difusa e implacable. En un evento del Paley Fest, Jonathan Nolan, co-creador de la serie, afirmó que "Expediente X" había sido para él una gran influencia, y se nota en el modo en el que presenta los capítulos más serializados y los que, en teoría, son autoconclusivos. Todas las historias acaban teniendo una relación con la lucha entre la Máquina y su rival, esa Samaritan que, desde luego, no hace bueno su nombre. Acorralar a sus tus personajes cada vez más da para crear sus buenos momentos de tensión y drama.
Lo destacable de la tercera temporada de "Person of interest", aparte de ese giro más oscuro conforme vamos conociendo mejor qué es Samaritan, es precisamente la renovada dinámica entre el equipo de la Máquina. La privilegiada relación de Root con ella hace que la que parecía la "mala" inicialmente acabe siendo una importante aliada para Finch y compañía, sobre todo porque ofrece nuevas variantes en la lucha contra esa conspiración, pero la que acaba siendo la revelación de la temporada es Shaw. El humor que imprime a sus comentarios sobre las misiones, su hambre continua en todas partes y esa particular relación con Root la terminaron convirtiendo en uno de los personajes favoritos de los fans. Además, y espoleados por un traumático evento a mitad de la temporada, todos los personajes nos dejan ver los fantasmas de su pasado que todavía les acechan. Nos permite conocerlos mejor, y preocuparnos aún más cuando la amenaza de Samaritan empieza a hacerse realidad.
Música de la semana: Con retraso con respecto a su fecha de estreno, este fin de semana vi finalmente "La gran familia española", película de Daniel Sánchez Arévalo que no termina de cuajar del todo. Se llevó dos Goya en 2014, uno de ellos para "Do you really want to be in love", de Josh Rouse.
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