"Jack of all trades, master of none". En español se diría "aprendiz de mucho, maestro de nada", y se refiere a una persona que puede hacer bastantes cosas diferentes, y aprender otras nuevas con rapidez, pero que no llega a dominar completamente ninguna. Ese "Master of none"es un título curioso para una serie, y todavía más para una comedia indie para Netflix, pero resulta muy apropiado para la primera aventura en solitario de Aziz Ansari lejos de "Parks and recreation" y de sus monólogos cómicos.
Ansari es el co-creador de la serie (junto con Alan Yang), guionista de muchos capítulos, director de otros y su protagonista como Dev, un joven de origen indio que intenta ganarse la vida como actor en Nueva York, lidiando al mismo tiempo con sus amigos, su familia y sus ligues. A los críticos estadounidenses les han encantando los diez capítulos de que se compone su primera temporada; algunos han buscado parecidos en "Louie" y otros han destacado su manejo de asuntos raciales y de género para construir las tramas de sus episodios, y lo que sí es cierto es que parece una comedia de HBO o Comedy Central muy veterana, en lugar de la primera creación televisiva de un cómico para una plataforma de streaming.
Al parecer, gran parte del material que vemos en "Master of none" está reciclado de los especiales de stand-up de Ansari, y lo realmente curioso de todo es cada episodio es como una pequeña historia en sí mismo. Vemos viñetas de la vida de Dev, algunas con poca continuidad entre ellas excepto por los personajes, y esas viñetas pueden girar alrededor de la posibilidad de formar una familia, de los estereotipos raciales de la industria del cine, de la relación entre padres e hijos, sobre todo cuando los hijos son estadounidenses de primera generación... La comedia se vendió como si fuera algo así como una rom-com, pero va mucho más allá.
"Master of none" representa también el cambio generacional definitivo en la comedia televisiva estadounidense, un cambio que, hasta ahora, parecían estar liderando más las mujeres. El look más indie (y en escenarios en su mayoría naturales), el tratamiento sin pelos en la lengua de temas románticos, sexuales, laborales, sociales, los personajes que van un poco a la deriva en sus vidas pese a estar en una edad en la que deberían tenerlo todo ya resuelto... "Broad City" o "Girls" son dos ejemplos muy claros de esta nueva tendencia, y "Master of none" llega para situarse entre las comedias más destacadas. Sí, su aire puede ser muy indie a veces, pero es divertida y no le da miedo meterse en ciertos jardines de los que sale, en general, bien parada. Y hasta acaba siendo entrañable. Aquí no hay rastro de Tom Haverford.
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