13 junio 2016
El caso de O.J. Simpson
Es curioso que 2016 esté siendo el año en el que los medios estadounidenses recuerden a O.J. Simpson, más de veinte años después de que fuera absuelto por los asesinatos de su ex mujer, Nicole Brown, y Ron Goldman. Primero llegó 'The people vs O.J. Simpson', la ficcionalización de los detalles del juicio y de los componentes raciales y sexistas que influyeron en él, y ahora, ESPN estrena una serie documental que va más allá de ese caso, 'O.J.: Made in America', y que aspira a mostrar cómo era (es) O.J. y por qué.
La marca "30 for 30" de documentales de ese canal deportivo es, de entrada, una buena señal. Lanzada inicialmente para conmemorar el 30º aniversario del nacimiento de la cadena, busca tratar determinados momentos muy importantes para la historia del deporte estadounidense, sobre todo, de una manera ligeramente distinta. Películas como "Winning Time" y su ligereza y humor contando la rivalidad entre los Knicks y Reggie Miller, o la exhaustiva mirada de "Hillsborough" a aquel desastre en el que murieron 96 hinchas del Liverpool son interesantes cartas de presentación de una marca que abarca también cortos sobre asuntos tan peregrinos como el clásico parqué del pabellón de los Milwaukee Bucks. Ningún tema está demasiado alejado para ellos, pero es probable que este "O.J.: Made in America" sea lo más ambicioso que hayan intentado nunca.
Y no sólo porque es una serie de cinco episodios de una hora y media, aproximadamente, cada uno, sino porque aspira a ofrecer un retrato de toda una sociedad, más que de un hombre en concreto. Se aprecia ya en la primera parte, que cuenta la carrera como jugador de fútbol americano de Simpson. Su ascenso a la cima en la universidad coincidió con los años más convulsos de la lucha por los derechos civiles, los del asesinato de Martin Luther King y las reivindicaciones de los atletas en los Juegos Olímpicos de México, y además jugaba y vivía en una ciudad, Los Ángeles, en la que la comunidad negra tenía una relación muy tensa con la policía. Todo el mundo se mudaba allí huyendo de los segregados estados del sur, pero enseguida se daban cuenta de la situación no era mucho mejor.
El activismo de deportistas como Muhammad Ali o Bill Russell contrasta con los objetivos de Simpson: que nadie le juzgue por el color de su piel. Que es muy loable y, al mismo tiempo, muestra una posición de negación que se toca en esa primera parte del documental. Si vísteis "The people vs O.J. Simpson", este "O.J.: Made in America" es un complemento muy interesante porque no sólo profundiza en el hombre, sino que intenta ofrecer varias respuestas a por qué se comportaba de la manera en la que lo hacía, por qué fue absuelto de la muerte de dos personas y por qué ha acabado de todos modos en la cárcel, por otro delito diferente. Cuando la serie llegue al juicio, apunta a ponerse aún más interesante.
Música de la semana: La elección de esta semana tiene ya un tiempo, pero resulta increíble que no nos acordáramos de ese "Better" de Regina Spektor que sonó en el último episodio de "The good wife".
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