05 septiembre 2013

El arte de elegir al mejor actor

Si sois asiduos de las series de HBO (y de la saga "Star Trek", y de varios títulos de AMC), seguramente habréis visto ya en bastantes sitios ese cartel en los títulos de crédito de "Casting by Junie Lowry-Johnson & Libby Goldstein". Deben ser dos de las directoras de casting más ubicuas de Hollywood, que además han ganado varios Emmy por su trabajo en "A dos metros bajo tierra", "Ugly Betty", "Homeland", "Policías de Nueva York", "Deadwood" y "Mujeres desesperadas", pero lo más normal es que sus nombres no les suenen más que al escaso porcentaje del público que se fija realmente en los nombres que aparecen durante los créditos de una serie o una película. Ambas comparten varias de las características que parecen definir a las personas encargadas de buscar a los actores más apropiados para cada uno de los papeles de un proyecto; trabajan tanto en televisión como en cine, son mujeres, sus nombres son poco conocidos fuera de los círculos de la industria y sólo nos falta por saber si en algún momento fueron discípulas de Marion Dougherty o Lynn Stalmaster, las dos personas que cambiaron para siempre la manera en la que se reunía a los repartos.

En esos trabajadores de Hollywood se centra "Casting by", un documental que HBO estrenó en Estados Unidos el pasado mes de agosto y que TCM trae a España el próximo día 13. Su objetivo es poner cara y nombre a esas personas que ayudan al director, o al showrunner, a buscar a los actores que han de dar vida a los personajes de su serie o su película, y lo hace utilizando como percha la figura de Marion Dougherty, una mujer que cambió el modo en el que se llevaba a cabo esta búsqueda aprovechando el nacimiento de la televisión y la pujanza de la ficción en ella en el Nueva York de finales de los años 50. Dougherty proponía a los directores los que ella creía que eran los actores más adecuados para cada papel, que muchas veces eran jóvenes todavía desconocidos que trabajaban, principalmente, sobre las tablas de Broadway. Se salía de la estereotipación imperante en los estudios de Hollywood hasta ese momento, y se hacía teniendo siempre en cuenta el tipo de historia que se iba a contar.

Dougherty fue instrumental en dar el primer empujón a las carreras de gente como Al Pacino, Robert De Niro, Jon Voight, Robert Duvall, Diane Lane o Glenn Close, y mientras ella trabajaba en Nueva York (utilizando como trampolín una serie de policías llamada "Naked City", el primer precedente de lo que franquicia "Ley y orden" haría después a partir de los 90), en Los Ángeles aparecía Lynn Stalmaster para revolucionar allí la figura del director de casting. Él descubrió a gente como John Travolta o Jeff Bridges, y el modo en el que se cuenta como algunos de ellos consiguieron algunos de los papeles más famosos de la historia del cine (como Dustin Hoffman con "El graduado", a través de Dougherty) resulta de lo más entretenido de la película. Siguiendo la vida profesional de Dougherty, y su salto de Nueva York a los despachos de Warner Bros. en Hollywood, se habla también del proceso del casting y de cómo tiene mucho  menos reconocimiento del que debería. La polémica con el DGA (el sindicato de directores) por esa denominación de "director" de casting es muy conocida, explicada aquí por uno de sus antiguos presidentes, Taylor Hackford, y también el hecho de que casi sólo los Emmy premian todos los años su labor.

"Casting by" es un pedazo de historia del cine, porque muestra un modo de hacer películas que se perdió con la irrupción de los grandes conglomerados empresariales en los 90, un retrato del trabajo de esas personas que entran en escena bastante antes de que las cámaras echen a rodar y, al mismo tiempo, un interesante perfil de Marion Dougherty, que era todo un personaje. Todos sus asistentes eran mujeres, y entre ellas figuran, por ejemplo, Juliet Taylor, que ha hecho el casting de las películas de Woody Allen desde los 70. Era una persona de opiniones fuertes que no se callaba si creía que llevaba razón, y que peleaba por su elección para un determinado papel. Todos los actores que Tom Donahue, el director del documental, entrevista hablan de ella siempre con mucho afecto, reconociendo algunos de ellos, como Glenn Close, que no estarían ahí si no hubiera sido por ella. Es una película muy interesante y recomendable para cualquier aficionado al cine.

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