17 septiembre 2013

El curioso caso del hype de "Breaking Bad"

Faltan dos semanas para el final definitivo de "Breaking Bad", y casi puede decirse ya que el nivel de expectación, los elogios hiperbolizados y las declaraciones de que es la mejor serie de la historia han superado ampliamente el nivel de ruido en redes sociales generado en su momento por la tercera temporada de "Juego de tronos". Ahora mismo, lo único que existe en el universo interneteril es Walter White (y "Grand Theft Auto V"), y todos los que no se hayan subido al carro han de armarse de paciencia hasta el 29 de septiembre para capear este ambiente de hype desmedido (los fans aseguran que merecido, pero si lo es no es el tema que nos interesa ahora).

Dejando de lado si no es un poco prematuro situar ya a "Breaking Bad" en lo más alto del podio de las más grandes (y si le funcionará a AMC la táctica de estirar el chicle con el spin-off de "Better call Saul"), lo que es muy interesante con esta serie es el efecto de bola de nieve que ha vivido a partir de, más o  menos, su tercera temporada. Lo comentamos cuando estrenó sus últimos capítulos, en los que se acercó a una barrera de los seis millones de espectadores que ya ha superado, y que son impresionantes si se tienen en cuenta sus audiencias en los años anteriores. De hecho, entre la segunda y la cuarta entrega, se mantuvieron más o menos entre algo más de un millón de espectadores y cerca de dos, y explotaron de un modo inaudito con el comienzo de la quinta y última. Los primeros ocho capítulos rozaron casi siempre los tres millones, pero los ocho últimos no han bajado de los 4,7, con picos de casi seis (y más de seis en el antepenúltimo, "Ozymandias"). Las razones detrás de semejante crecimiento exponencial están en todos los rezagados que se pusieron al día durante el hiato para poder ver la recta final "en directo", pero lo más curioso está en intentar ver quiénes son esos rezagados.

En esto de la afición a las series, como en cualquier hobby, están los obsesos (culpable) y los amateur, como quien dice, aquellos que les gusta ver series pero no siguen tantas al mismo tiempo y son más de ir viendo títulos ya terminados cuando salen en DVD o de ver al día unas pocas que alguien les ha recomendado. Entre esas series que ve la gente que no suele ver series siempre se repiten los mismos títulos: "Cómo conocí a vuestra madre", "Dexter" (otra que está a punto de acabarse), "The Walking Dead", "Juego de tronos" y "Breaking Bad". El caso de esta última es peculiar porque, a priori, no debería haber sido capaz de dar ese salto hacia un público más masivo y menos "ombliguista". Su cadena, AMC, era minoritaria y de nicho hasta que los zombies de Robert Kirkman explotaron, y su otro éxito inicial, "Mad Men", nunca ha logrado disfrutar del nivel de aceptación entre el gran público que tiene Walter White. Es una serie con un ritmo muy lento y que deja que las cosas transcurran a su velocidad natural, cuando tienen que pasar, lo que a priori está reñido con las audiencias millonarias, que suelen demandar el "quiero acción y respuestas y las quiero ya", y que los críticos consideren que eres una gran serie no es sinónimo de que la masa, por llamarlo de algún modo, te va a aceptar igual.

Sin embargo, con "Breaking Bad" ha pasado. El público ha adoptado a Walt de un modo similar como adoptó a Tony Soprano, y es una serie que se recomienda habitualmente y sin que tengas que preguntar a la otra persona qué tipo de series le gustan. Era un título que tenía el cartel de "delicatessen", de ser un gusto adquirido, desde el principio, pero al final ha acabado estallando como todo un fenómeno en cosas tan de "Perdidos" como el merchandising, las parodias, las teorías más o menos locas sobre su final o los mashups con otras series. Tal vez ver los capítulos en modo maratón ha contribuido a que "Breaking Bad" esté en lo más alto de la ola justo cuando está llegando a su final, porque ya sabemos que los atracones diluyen muchas veces las sensaciones de lentitud, por ejemplo, que podríamos tener con el seguimiento semanal. Su caso es, desde luego, digno de estudio, porque desafía buena parte de lo que creemos saber sobre el comportamiento de la audiencia con determinadas series. Y en cuanto a si es o no la mejor serie de la historia, habrá que esperar un poco para poder afirmarlo con propiedad.

6 comentarios:

Liliana Fuchs dijo...

La verdad es que sí es un caso muy curioso. Yo empecé a verla en el momento de su estreno sólo porque era la nueva serie de Bryan Cranston, que me encanta desde Malcolm, sin saber lo que me esperaba (ay, qué inocente era por entonces). Recuerdo que la veíamos cuatro gatos, pero poco a poco la gente fue haciendo sus maratones en verano, hasta explotar en estas últimas temporadas, como bien comentas.
Es uno de esos casos que marcan un hito, habrá que analizarlo con la perspectiva del tiempo cuando pasen algunos años :).

Saludos!

Rmm811 dijo...

Creo que ha colaborado mucho las ganas de la gente de vivir en directo algo que se percibe como el evento seriéfilo de los últimos años (mucha entre aficionados más recientes que no vivieron finales como el de Los Soprano).

Además BB tiene la ventaja de ser una serie relativamente corta, con solo 52 episodios de 42 minutos antes de la última tanda, por lo que es bastante asequible para ponerse al día maratoneando

Eli dijo...

Jamas vi Breaking Bad maratoneando (tal vez la cuarta que me vi 1 capi cada dia o cada dia por medio). La empece a ver hace ya muchos meses a principio de año. No creo que yo haya sido victima de este Hype que mencionas porque lo he notado.

Es claro decir que es porque esta de moda claramente. Pero creo que los que no se la vieron en atracon pueden apreciarla mejor.

Anónimo dijo...

Ante todo, creo que esta teniendo este exito por su calidad: eso hace que sea recomendada, pero no solo recomendada si mas, sino con entusiasmo, y que haya acabado, de ser una serie que veimos cuatro, a ser un acontecimiento.

Mas halla de eso, ¿por que esta si y otras no? pues por muchos factores: los personajes, en sus roles iniciales, son muy cercanos para muchos tipos de espectadores, mucho mas que un Don Draper o un Tony Soprano, la serie en general tiene una forma de hacer las cosas, que creo que encaja muy bien con toda una generacion que crecio viendo peliculas de gente como Tarantino, cosa que les falta a otras... y mas halla de lo que sea la serie, con respecto a algunas de las que se considera las mejores y que se emitieron ya hace años, tambien ha cambiado mucho la forma en que se percibe el mundo de las series en la sociedad en general: y lo que antes era un mundillo muy reducido, ahora es la comidilla de todos los dias en las redes sociales, y desde ahi, se puede hasta colar en conversaciones en los bares y las oficinas, cosa que antes no pasaba... ahora es habitual que si saben que sueles ver series, cualquiera te pregunte cual le recomiendas, aunque sea gente que no las ve habitualmente... espera... que antes, eramos nosotros los que no las veiamos habitualmente¡¡¡ tu se la recomiendas, y al dia siguiente pueden tener el primer episodio para ver en su ordenador, otra cosa que no pasaba antes, dificilmente podias recomendar algo que ya estaria empezado, la otra persona no iba a correr a comprarse un carisimo pack de temporada en DVD solo por que tu dirias que molaba... y si de hecho si lo quisiera comprar, no se los iba a encontrar editados por docenas con tanta facilidad. No se, todo ha cambiado mucho. Y breaking Bad, es una serie que aparecio en el momento adecuado para ser vista, y que conecta con la sensibilidad de toda una generacion de espectadores.

Nahum dijo...

Sí, es curioso el salto que ha dado en su última tanda. Lo analizaba Poniewozik en Time (si no me equivoco): creo que más allá de filias fandom (y sabes que a mí me encanta la serie), creo que en este caso es una cuestión puramente narrativa.

Viniendo del peor tramo de episodios de la serie (los ocho primeros capítulos de la quinta temporada, el año pasado), los creadores han sabido ubicar la trama en un punto tan, tan agónico, que la han hecho irresistible.

Aún más, su mimo por la coherencia del relato (recoger todo lo sembrado), el detalle y la inteligencia del espectador (no hay conejos en la chistera ni deus ex machina) creo que sirven para apuntar una explicación racional de este éxito y esta fiebre repentina.

Han sabido crear un crescendo narrativo y emocional que ahora les está dando sus frutos.

nawelx dijo...

Creo q lo q mas atrapa de la serie, en mi caso, y teniendo un parante de 2 mese hasta ver la segunda parte de la temporada final, si la vi maratoneada en dos semanas, no habia boom de la serie, nadie la conocia, axn en argentina la pasaba poco en horarios bastante complicados, o por lo menos me costaba engancharlos, busco series para ver, me gusta entretenerme, pero el punto es q me atrapo el echo q todas las series cambian el entorno hasta llegar a un final, esta es al reves, hay un entorno q transforma al protagonista principal, de llevarlo de ser un tipo como cualkiera de nosotros hasta ese hermoso moustruo q se aventura y hasta podria ser acariciado. El antiheroe, todos son malos y se vuelven buenos y hacen asañas de manual, aca el caso es al revés, terminamos temiendo o queriendo a un personaje aventurado... las pistas, los detalles, y los finales de cada temporada, creo q son el factor de la serie, claro, junto a la transformacion del personaje principal. Ojala existieran mas escritores con ese lujo de detalle, la serie me re uerda mucho a el ciudadano kane de orson welles, donde si no prestaste atencion al detalle del trineo con el q jugaba kane en la infancia, no entenderias el final de la misma, o nl comprenderias cosas de ma pelicula... y creo q eso es un lujo del escritor y supongo q del director... abrazos